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DISCURSO DEL DIRECTOR DE LA LXXV GALA LITERARIA 2017

DISCURSO DE LA Gala Literaria 2017

PEDRO VÍLLORA

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Si el 16 de mayo de 1942 comenzaban las primeras fi estas mayores de La Roda, que duraron dos días, con fecha de 17 de mayo se publicaba la “Luminaria En honor a la Santísima Virgen de los Remedios”, primero de nuestros libros de fi estas. Como hijo de ferretero y, por tanto, como dependiente que he sido en mi juventud, me ha encantado leer en el Pórtico de la Luminaria el siguiente texto escrito por la Asociación de Dependientes de La Roda:

“Bajo la ceniza yace el fuego dormido, y la buena voluntad sopla su brisa para que reviva. Fuego de paz y de alegría, de regocijo y de amor, que viene para olvidar aquel otro fuego de odio y de sacrilegio.

“El hombre, que siempre compara la intensidad de sus afectos a la fuerza de sus pasiones, al fuego, porque nada encuentra tan arrebatador ni tan expresivo, quiere también con él, decir toda la fuerza de su devoción, y así enciende sus luminarias, ayer con sus haces de leña amontonados, hoy con sus grupos alegóricos para que la llama rápida y ágil trace con su luz sobre el fondo de la noche el signo fi rme de su voluntad en la fi esta solemne.

“Si entonces el esfuerzo de todos hacinaba la leña, ahora la común devoción pone en juego la inteligencia y el sentido popular del arte para que la hoguera sea mayor y más duradera.

“Los dependientes de comercio con su iniciativa y su entusiasmo, ayudados por todos, han hecho posible la realización de esta luminaria, y el fuego subirá a lo alto con toda la belleza representativa del alborozo y la alegría de los rodenses ¡porque viene su Virgen!”.

El fuego de las luminarias explica que a la Reina de las Fiestas se la denominase Reina del Fuego. Y hay que recordar que la primera fue María Zalve Escudero.

El 16 de mayo de 1943 se publica la “Luminaria de las Fiestas de Primavera”. Comienza la tradición de incluir un soneto a la Reina del Fuego. Así, Alfredo Atienza escribe a Pilar Gil Martínez-Herrera el siguiente:

Por ella Don Quijote errante viaja, y en su vetusto arnés la espada brilla, dispuesto a castigar a quien la humilla y a vengar el desmán de quien la ultraja.

Nacida para el bien nadie aventaja la lealtad que en su pecho se encastilla, cuando ama, es delicada y sencilla y ruda y varonil cuando trabaja.

Si envuelta en ricas galas surge hermosa y es su cuerpo de hechizos un tesoro, lo es más, cuando empuñando vigorosa

hoz refulgente como alfange moro, encorvada, anhelante y sudorosa se mece inquieta en las espumas de oro.

El libro incluye una fotografía de la Corte, vestidas todas de manchegas, con un precioso pie de foto anónimo que dice: “Manojo de muchachas rodeñas. Corte de un efímero reinado de arte. Sonrisas de labios de clavel: miradas, en fi n, que son poemas de ilusión y de amor. ¡Quién pudiera ser eterno cortesano de vuestro reinado de juventud!”.

El día 23 de mayo, en el Teatro Cervantes tuvieron lugar unos Juegos Florales, que no eran exactamente como las Galas Literarias actuales, y cuyo mantenedor fue Raimundo de los Reyes.

En 1944, la Reina del Fuego o Señorita Luminaria fue Trinidad Cebrián Serra.

En el libro de fi estas aparecen ya algunos elementos que irán creciendo con el tiempo, como los homenajes a rodenses ilustres, una página de deportes y alguna colaboración literaria. Estas terceras Fiestas de Primavera tuvieron lugar entre el 14 y el 21 de mayo, y este último día, a las 11:30 de la mañana, se celebraron los Juegos Florales. El mantenedor iba a ser Antonio Sánchez, pero a última hora tuvo que ser sustituido por el periodista José Ruizva.

La Reina del Fuego de 1945 fue Consuelo Sáez Rivera. El 31 de mayo, a las 12:30 de la mañana, y en el Teatro Cervantes, se celebraron los Juegos Florales, con Rafael López Izquierdo como mantenedor.

En el interior del libro, Antonio Martínez hace un homenaje a quienes organizan las fiestas, particularmente Millán García y Alfredo Atienza, y dice: “No hay nada tan grato en la vida como el júbilo desbordado de gozar una fiesta. El abrir nuestro optimismo a la algazara ruidosa y jaranera del festival, es un goce en el vivir, en este vivir nuestro de dolor y de pesadilla, que debemos agradecer con toda el alma al que lo organizó. Y sobre todo si el que lo organizó, lo hizo con dolor de esfuerzo y con pesadilla de inquietudes. Entonces tenemos que agradecérselo doblemente, pues nuestro goce es semejante a la risa producida por el payaso que, al representar su bufa pantomima para el ajeno regocijo, se aguanta, en su mueca enharinada, el rictus doloroso de una pena que le destroza el alma”.

Sin embargo, lo que a mí más toca del Libro de Fiestas de 1945 es ver el anuncio del negocio de mi abuelo: “La Rápida. Taller de zapatería. Composturas en general. Si quiere transformar su zapato antiguo en topolino moderno, visite este establecimiento. Peñicas 12”.

En 1946, la Reina del Fuego es Petra Donate Lucas, mientras que Francisco Segrelles fue el mantenedor de una “Fiesta Literaria” celebrada el 30 de mayo, a las 11 de la mañana, en el Teatro Cervantes. Que la Fiesta Literaria no era todavía lo mismo que la Gala lo prueba el programa de festejos, pues ese mismo 30 de mayo, pero a las nueve de la noche, se convocó una así llamada “Fiesta de Gran Gala en honor de la Reina del Fuego, Musa Luminaria, Madrina de la Unión Musical Rodense, y sus Damas”.

En el libro, Antonio Martínez Martínez hace un repaso a la corta historia de las Fiestas de Primavera: “Celebramos este año el quinto aniversario de nuestras fi estas primaverales. Su prestigio y esplendor en crecimiento progresivo, las van haciendo necesarias a la vida rodense. Nacidas en un deseo festero y popular, surgidas en un afán de dignifi car a nuestro pueblo, en esta faceta riente y espiritual, artística y poética, que son una fi esta de color y de belleza, nuestras FIESTAS DE MAYO borran aquel aspecto grotesco y pobretón, irrisorio y bufo que daba a La Roda su Feria de Septiembre”.

El libro de fi estas de 1947 incluye una entrevista con la Reina del Fuego, Gloria Ortega Carrilero. En el programa de festejos hay diferentes verbenas en honor de la Musa Luminaria, la madrina de la Unión Musical Rodense, etcétera, que se separan de la Fiesta Literaria, realizada a las 12:00 del 1 de junio. Su mantenedor, hoy semiolvidado, fue el entonces famosísimo dramaturgo, novelista galante, barítono y actor ocasional Felipe Sassone.

Por cierto que, entre los anuncios del libro de fi estas, mi abuelo se permite un ripio que el propio José Martínez López también destaca en su libro “El año que fui Reina”. Dice así:

LA RÁPIDA MANUEL GALLARDO

Sus zapatos son antiguos

No piense ni tarde más

En esta zapatería

De moda los dejarán. Para reparaciones siempre LA RÁPIDA Peñicas 16. – LA RODA

La Reina del Fuego de 1948 es Maruja Ferriz Pérez, quien responde a Braulio Donate qué es lo que más le agrada de la Feria y Fiestas de Primavera, y dice: “Ante todo la fi esta literaria o juegos fl orales, después la cabalgata y como fi nal el momento de la quema de Luminarias, que ningún año dejé de presenciar por ser el más sublime, sensación que este año he de sentir más de cerca, compartiendo alegrías y sinsabores con los organizadores.”

Los propios organizadores destacan la diferencia de los Juegos Florales de 1948 respecto de los anteriores: “Junto a la fi esta de arte popular, con sus luminarias, sus exposiciones y su cabalgata, van a tener este año nuestras Fiestas de Primavera, por primera vez, unos auténticos Juegos Florales. Auténticos porque con

todo su vistoso protocolo, ordenado y ajustado exactamente a esta clase de actos, van a revestir una solemnidad desconocida aquí hasta ahora, y auténticos también porque siendo una manifestación genuinamente cultural y una expresión primordialmente literaria, concurrirán a ellos fi guras tan representativas de la literatura nacional que tenemos la seguridad de que constituirán un elevado índice de nuestro noble deseo de superación”.

Así, se anunciaba la disertación sobre “Los valores eternos de España” a cargo del Director General de Enseñanza Universitaria, Cayetano Alcázar Molina. Y, lo que sería determinante, el poeta premiado fue nada menos que Gerardo Diego, fi gura esencial de la Generación del 27 y, por extensión, de toda la literatura del siglo XX.

Que esta es la primera vez que la Gala Literaria se acerca al formato habitual lo prueba el que los Juegos Florales pasasen a un horario nocturno, realizándose a las once de la noche del 26 de mayo, en el Teatro Rialto, siendo seguidos de un “gran Baile de Gala en honor de la Reina y corte, mantenedor y poetas premiados”.

En 1949, la Reina del Fuego es Maruja (o María, que de las dos maneras se encuentra) Navarro Piqueras. Para ella compuso un pasodoble el maestro Alfredo Lázaro

Fue mantenedor de la Fiesta Literaria José García Nieto, décadas antes de ser galardonado con el Premio Cervantes. En esta ocasión, la Gran Fiesta Literaria se celebró el día 24 de mayo en el Teatro Avenida, seguida de una Verbena Popular en la Plaza Mayor.

En 1950, la Reina del Fuego es Lolita Avendaño Jaén. El 2 de agosto tuvo lugar la Fiesta Literaria en el Teatro Rialto, con Camilo José Cela como mantenedor. Años después recordará Antonio Morales que se le contrató “por la fabulosa cantidad de tres mil pesetas, que suponía el quince por ciento de todo el presupuesto de fi estas para aquel año”.

Por cierto que, revisando el libro, me lleve un susto porque aparecía en letras enorme mi nombre, Pedro Víllora. Enseguida comprendí que era la publicidad de mi abuelo: “Pedro Víllora. Ferretería, cordelería, cristal y loza. Mártires 14”.

De Acacia Ortega Carrilero, Reina del Fuego 1951, escribe Braulio de Miguel que le pregunta “Dentro de las Fiestas, con su amplio programa, ¿cuál es el momento que esperas con más ansiedad?”, y añade: “Como todas y sin titubear, dice que los Juegos Florales, por ser lo más serio y cuidado de las Fiestas y no quiere decir lo que es para ellas este momento, el de tener que estar muy quietas, durante dos horas, pendientes de un público observador”.

El mantenedor de la que se llamó entonces Fiesta de la Poesía fue Juan José García Carbonell. Dicha fi esta tuvo lugar el 2 de junio en el Teatro Avenida.

Por cumplirse los diez años de Fiestas, algunos miembros de la primera comisión recuerdan los inicios. Así, dice Juan Martínez: “La ambición de toda mi vida fue la de que La Roda tuviera unas Fiestas dignas de su importancia. Nuestra Feria, por la proximidad a la de Albacete, era una caricatura de feria que nos denigraba. No podíamos consentir que aquel desdén, y aquella burla con que se enjuiciaba, se prolongara más. Por eso un grupo de rodeños, netos, concebimos la idea de iniciar unas Fiestas que marcharan parejas al progresivo desenvolvimiento de nuestro pueblo, con este propósito hicimos la primera falla y organizamos la primera Fiesta.”

En cuanto a Pepe Salvador Martínez, dice: “Nunca imaginé que nuestra idea básica había de tener tanta envergadura, mas mis dudas se disiparon en aquella noche inolvidable, cuando desde el balcón de la actual Delegación de Sindicatos contemplábamos el lamer de las llamas en el topacio azul del cielo, de aquella nuestra primera Luminaria que poblaba el espacio de grisácea bandada de pavesas. Dos lágrimas, perlas de amor, de alegría y tristeza, surcaron con su sabor a espuma marina el enjuto rostro de nuestro querido D. Alfredo Atienza (q.e.p.d.) Aquellas lágrimas fueron el feliz augurio, el trocito de levadura que habría de hacer fermentar la masa de una gran gesta”.

La Reina del Fuego 1952 fue Finita Nogueras Fuentes. El mantenedor de la Fiesta Literaria, celebrada el 30 de mayo, fue Federico Muelas

Ramón Jávaga, al redactar en el libro unos “Perfi les de nuestras fi estas”, habla así de los que llama “Los viejos de la Miliaria”: “Ahora los viejos, nuestros viejos, ocupan los bancos de la Avenida de Ramón y Cajal. La urbanización los atrae a este lugar donde la palpitación rodense tiene su latido más fi rme y seguro. Y son estos viejos, mentidero malicioso y crónica viviente, los que gozan en primer lugar de las atracciones de nuestras fi estas. Los primeros que ven llegar los camiones cargados con los tinglados desarticulados, desgonzados y apiñados en confuso montón de hierros y tablas pintarrajeadas, y los primeros que ven alzarse los postes que sirven de soporte a esas esquemáticas mariposas del alumbrado. Si sus piernas, carentes de nervio vital, se lo permitieran, correrían con la alborozada chiquillería en pos de cada detalle festero que se alza en ordenado armazón, y en atropellada algarabía invadirían el trenillo que con el pomposo nombre de Expreso de Shanghai gira y gira en su vuelta sin fi n. O se encaramarían en la ola vertiginosa, o cogerían el loco volante de los autos de choque. Pero su infantilidad solo reside en sus almas. En sus almas calentadas con ese sol de la miliaria que, piadoso y vital, templa con su luz y su fuego la ruina de sus cuerpos que reposan y se tonifi can en esos bancos de nuestros paseos o de nuestra Avenida de Ramón y Cajal.”

La Reina del Fuego 1953 es Isabelita Martínez Charco.

El día 23 de mayo tiene lugar la Fiesta Literaria, con el mantenedor José de Luna Cañizares.

Se publica por primera vez el “Pregón de las Fiestas”, a cargo del alcalde, Eloy López. Y se recoge la anunciada visita de Benjamín Palencia, quien escribe: “Referente a La Roda, espero poder asistir a sus festejos y al mismo tiempo observar cómo se manifi esta en las cosas de arte, seguramente será un caso excepcional en La Mancha de Albacete, una exposición de pinturas y, además, con premios. Así es como hay que actuar, estimulando y protegiendo en lo posible todo lo que signifi que ensalzamiento espiritual de una región. ¡Bravo!, que todo no quede en la afi ción de toreros y futbolistas”. Por eso, el Libro de Fiestas recoge los nombres de quienes considera promesa excelente, y que son “Jacinto Gil, caricaturista, de agudo ingenio y audaz técnica, y los pintores Florentino Castillo, Francisco Guijarro, Antonio Carrilero, Roque Navarro, Miguel Arenas, José Galindo y Alejandro Simarro”.

La Reina del fuego de 1954 es Guillermina Martínez Cebrián. El 28 de mayo se anuncia la “Fiesta Literaria de exaltación rodense”, en el teatro Cervantes, cuyo mantenedor fue, de nuevo, Federico Muelas.

Y en el Libro se pregunta a tres “jóvenes rodenses que apuntan excepcionales aptitudes” lo siguiente: “¿Cuál festejo o aspecto de su programa es el más te agrada?” Uno de estos jóvenes es Antonio Carrilero, pintor, que responde: “Me gustan tanto, que pienso en ellas con ilusión, pues esos días son para mí los más felices de todo el año. Todos los festejos me gustan mucho, pero sobre todo la exposición de pintura, pues en ella siempre se dan a conocer los pequeños o grandes valores pictóricos que tenemos en la localidad”.

El futbolista Florentino Sevilla dice: “¡Cómo no me van a gustar, si es lo que con más ilusión espero todo el año! Todos los festejos en general encierran su atractivo, pero a nadie debe extrañar que mi inclinación derive hacia la parte deportiva y con preferencia el fútbol. No por eso dejo de admirar lo que representan los demás festejos”.

En cuanto al músico Bonifacio Talavera, contesta: “Tanto me gustan, que yo las haría de un mes, pues esos días me divierto más que en todo el resto del año. Sin duda alguna los conciertos musicales, deseando la organización de un certamen musical de bandas, para estimular a las bandas del contorno y a nuestra Unión Musical Rodense”.

1954 es, no lo he dicho aún, la última vez que se celebran las Fiestas de Primavera. A partir del año siguiente se inician las Fiestas de agosto, en homenaje ya no a la Virgen de los Remedios sino a El Salvador.

La Reina de las Fiestas de 1955, las primeras en agosto, es Trinidad Sotos García.

En el libro, J. L. Gimeno firma un texto llamado “Juegos florales” en el que afirma: “Otra vez, después de unos años de ausencia, en los que se sustituyeron por una Fiesta Literaria, vuelven a nuestras Fiestas los Juegos florales con su genuino significado, con todas sus clásicas características de torneo literario, de homenaje a la Belleza y al Arte, con toda su pujanza”.

Así, el día 12 de agosto, a las 11 de la noche, son los “Juegos Florales en el Teatro Cervantes”, actuando de Mantenedor el director de la Biblioteca Nacional Luis Morales Oliver. A continuación hubo baile de gala en la Terraza Avenida en honor de la Reina y su Corte, Mantenedor y Poetas Premiados. En cuanto al mantenedor, de él diría Manuel Merlos lo siguiente muchos años después: “Morales Oliver, con su voz temblorosa, tecleante, adornada con arpegios de gestos, de manera objetiva, nos convertía en figuras vivientes del Ingenioso Hidalgo”

La Reina de las Fiestas 1956 fue mi tía Trinita Molina Lloret. En el sucinto programa de fiestas, Juan José García Carbonell le dedicó este soneto:

Tu perfi l en la noche contra el cielo, buscando más allá con la mirada, cien estrellas jugando en la enramada de tus cabellos sueltos a su vuelo.

Tu corazón la lumbre contra el hielo, como un deseo de Dios contra la nada, destello vivo y viva llamarada, donde buscar la altura sobre el suelo.

Para encerrar mis ojos en tus ojos, quisiera ser la luz más clara y pura, la mirada del ángel de María.

Así, mi corazón puesto de hinojos, hecho oración de amor en tu hermosura, vestir el alma del azul del día.

El 13 de agosto tuvieron lugar los Juegos Florales en el Teatro Cervantes. Actuó como mantenedor el abogado Gonzalo Botija Cabo. En 1957 no hay Reina ni Corte. Sin embargo, el libro de fi estas trae las fotografías de las reinas de los quince años anteriores. Trae también la confi rmación de que no habría Juegos Florales, pese a que el albacetense Antonio Andújar escribe un artículo titulado precisamente “La Roda y sus Juegos Florales” en el que, tras varios elogios, añade:

“Creo recordar que escuché de boca del Alcalde que este año no fi guraría esta simpática fi esta en el programa de la Feria. Y creo recordar también, que le di la razón a García Villodre cuando me expuso las de la Comisión de Festejos para dejar este año “en blanco”, ya que, a mi juicio estas fi estas selectas, de minorías, no deben prodigarse como las populares corridas de toros o los no menos populares castillos de fuegos de artifi cio. Se “gastan” los temas, se “desgastan los poetas, se desvalorizan los premios y hasta pierde su suprema e ideal categoría el título de “Reina” a fuerza de repetirse uno y otro año. Los Juegos Florales, serán más solemnes, ganarán más prestigio y alcanzarán más “altura” literaria si solo se celebran cada dos o cada tres años. ¡Sin perjuicio -¡claro está!- de seguir prodigando, amigos de La Roda, con motivo de aniversarios o conmemoraciones poéticas o de justos homenajes, esas veladas literarias que allí, en vuestro pueblo maravilloso, tienen el más bello marco y la más recia hondura espiritual”.

Entre 1957 y 1965 no solo no hay Reina ni Corte, sino tampoco Gala. Lo más parecido es una Fiesta Literaria en el Ateneo local que viene anunciada en el programa de festejos de 1961.

Al retomar la tradición en 1966, es elegida Reina de las Fiestas Virginia Sajardo Charco. En el libro, Antonio Morales García dedica un “Madrigal de estío” a la Corte de Honor, donde se encuentra mi tía Isabel Gallardo Cánovas. Dice así:

La alegría está de fi esta y las fl ores de verbena, el aire vende su pena en la esquina de la siesta. El estío manifi esta su plenitud desbordante cuando el calor sofocante prende fuego a los rastrojos... Con el sol de vuestros ojos que brillan como un diamante.

El 4 de agosto se celebró “Fiesta literaria de exaltación manchega” en el Teatro Cervantes, cuyo mantenedor fue, por segunda vez, Juan José García Carbonell.

La Reina de las Fiestas de 1967 es mi prima Alfonsita Marchante Piqueras, a quien Braulio de Miguel defi ne en el Libro como “Una chica encantadora de indiscutible belleza”.

El 3 de agosto se celebró en el Teatro Avenida una Fiesta de la poesía en honor de la Reina y su Corte. El mantenedor fue Dámaso Santos y contó con la intervención entre otros, de los poetas Eladio Cabañero, Luis López Anglada y Rafael de Penagos.

Mari Carmen Carrilero Serrano fue la Reina de las Fiestas de 1968. La Fiesta Literaria se celebró el 5 de agosto en la Pista Municipal, que se inauguraba para la ocasión, y contó con el mantenedor Luis López Anglada.

En el libro, Wenceslao Lorenzo Roldán dedica un soneto “...A la Fiesta Literaria”:

No es una Fiesta más, es la escalada de otro tramo fl orido hacia la altura, porque mira tan alto esta llanura que sólo encuentra el cielo su mirada.

De poetas tal vez quijotizada, transida de la más cuerda locura, será esa noche, en lírica aventura, cada estrella una rima apasionada.

No es el gemido del mistral lejano, que ese viento jamás La Mancha orea, ni un provenzal vertido al castellano: Nuestra Fiesta es un cantar del llano de Don Quijote a Dios y a Dulcinea, cada vez más divino y más humano.

Por su parte, uno de mis pintores favoritos, Gregorio Prieto, escribe: “¿De dónde es La Roda?.- ¿De Ciudad Real? ¿de Cuenca? ¿de Toledo o del maravilloso Albacete?.- Yo no podría decirlo. La Roda ES LA MANCHA ENTERA”.

La Reina de las Fiestas de 1969 es María Virginia Moreno Zalve, quien declara a Braulio de Miguel qué cosa le parece mejor de las Fiestas: “He aquí mi contestación: las Fiestas en sí, porque nuestro pueblo que siempre tiene un encanto especial para todos cuantos le conocen, en fi estas es ya tan extraordinario que los jóvenes sobre todo, que lo pasamos muy bien, no quisiéramos que se acabaran nunca”.

Este es el primer año que se usa la expresión “Gran Gala Literaria en honor de la Reina de las Fiestas, Corte de honor y Dama Infantil”. Se celebró el 8 el agosto en el Parque Municipal, con Tomás Preciado como mantenedor.

Amparo Aguado Donate, Reina de las Fiestas de 1970, escribe en el Libro: “Quiero que todos recordemos a otras mujeres y jóvenes que ocuparon mi lugar y, entre todas, un beso muy fuerte a una mujer que un día de mayo de mil novecientos cuarenta y seis fue reina por su belleza y simpatía; a la mejor reina que hubo y que habrá para mí, -estoy hablando de mi madre-. Para ti, mamá, MI ORGULLO DE HIJA Y REINA”.

También en el libro de fi estas, Tomás Navarro Tomás recuerda que formaba parte de la banda de música desde niño, en la década de 1890, tocando primero el triángulo y luego el omnóven y el bombardino, y componiendo unas coplas manchegas para un concurso en Albacete.

En cuanto a la Gran Gala Literaria Rodense, se celebró el 6 de agosto en el Castilla Park con Salvador Salcedo como mantenedor.

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En 1971, la Reina de las Fiestas fue María Alicia Escribano Escobar

El 5 de agosto, en la Gran Gala Literaria en la Pista Municipal del Parque hubo una actuación musical además de las orquestas correspondientes. Se trataba del grupo Los Mismos. El mantenedor fue Tico Medina, quien recordaba cuando, en Finlandia, había visto en un automóvil pequeño un letrero:

“Iba yo dentro de aquel paisaje de renos y abetos, buscando una piedra sin nieve donde sentarme, escoltado por lapones sonrientes y dulce muchachas con fl ores del edelweiss en las manos. Y en aquel extraño y bellísimo lugar, en la visera delantera del automóvil pequeño, había un letrero; un letrero de esos que paseamos los españoles por el mundo que vivimos y sobrevivimos, como una ilusoria tarjeta de visita, como la llamada de la tierra, como el fulgor del piropo que siempre presumimos. Y en el letrero decía: “LA RODA, BLANCO DE ESPAÑA”.

Me llamó mucho la atención este pasaje del discurso de Tico Medina porque treinta años después me pasaría algo similar, no en Finlandia, sino en Noruega, cuando en el escaparate de una tienda de Oslo descubrí un bote de pinturas de La Roda.

La Reina de las Fiestas de 1972 es Suceso Martínez Valiente.

El 3 de agosto se celebra la XXX Gran Gala Regional Literaria, y es la primera vez que la Gala se numera. El mantenedor fue Amando de Osorio.

En el Libro de Fiestas, Pascual Belmonte Molina incluye un tríptico de sonetos del que destaco este “Piropo a La Roda”: Eres dulce remanso de armonía. La nobleza y la lealtad son la diadema que luce sus virtudes en tu emblema manando del caudal de tu hidalguía.

Derramas con serena galanía y naturalidad, en ti suprema, la sencillez que tienes por sistema y la gracia sin par de tu alegría.

Por las anchas veredas y caminos te lleva la esperanza de la mano a tus bellos quehaceres campesinos.

Y tu vida fl uyendo de su arcano, día a día se cumplen sus destinos sobre el surco amoroso de tu llano...

Mari Luz Aguirre Cebrián es la Reina de las Fiestas de 1973.

El 2 de agosto tuvo lugar la Gran Gala Literaria Manchega, con Tico Medina repitiendo como mantenedor.

En 1974, la Reina de las Fiestas es Mari Tere Quintanilla Tébar, quien dice en su Saludo: “Mi reinado será breve, me sucederá otra amiga de todos, como amigas son las que lo dejaron”.

El 31 de julio tuvo lugar la XXXII Gran Gala Literaria Manchega. El mantenedor fue el periodista Pedro Rodríguez.

La Reina de las Fiestas de 1975 es María del Carmen Muñoz Carrión, quien en su saludo recuerda unos versos de su abuelo, Juan Muñoz, sobre el signifi cado de la torre para quienes se marchan:

...Es la humilde compañera de quien del pueblo se aleja y junto a sus muros deja, con ilusión su alma entera y en esa lucha postrera contra su tristeza inmensa, ya como última defensa, mira la torre anhelante pues para él, en ese instante, todo en ella se condensa...

El día 6 de agosto, en la Pista Municipal, se celebró la XXXIII Gran Gala Literaria, con el periodista y novelista Raúl Torres como mantenedor.

En 1976, la Reina de las Fiestas es Inmaculada Cros Guixot.

La XXXIV Gran Gala Literaria se celebra el 4 de agosto, con Rafael de la Torre como mantenedor. Vuelve a haber una actuación al margen de las orquestas: la del humorista Fernando Esteso.

Isabel Ramírez Leal es la Reina de las Fiestas de 1977.

La XXV Gran Gala Literaria tuvo lugar el 4 de agosto en la Pista Municipal. La mantenedora fue Herminia C. de Villena, y contó con la actuación del grupo Rumba Tres.

En el Libro de Fiestas destaca un texto evocador del pintor Juan Sevilla Sáez en el que dice:

“He conocido ese pueblo hecho de las más bellas sensaciones y que perduran para los tiempos de la rememoración. He conocido ese paseo con fl ores y grandes quioscos. Todo se da cita en mi recuerdo, en mi ventana (...). El ayer es bello y triste, el presente es real pero no será bello hasta que no deje de ser presente. Prefi ero el gran ventanal de mis recuerdos, esa Roda de mi ayer con todos sus fantasmas, mis juegos de niño que llora porque sabe que alguien secará sus lágrimas y consolará sus penas. Cuando puedo, me dejo llevar por los recuerdos de mi dulce pueblo lejano, con su gran torre de campanada inmensa y sobrecogedora”.

En 1978, la Reina de las Fiestas es Adoración Picazo Talavera

La XXXVI Gran Gala Literaria se celebra el 3 de agosto, con el formidable dramaturgo Joaquín Calvo Sotelo como mantenedor y la actuación de la cantante Ethel. Y hay que reseñar que el ganador del VI Certamen Nacional del Soneto fue el espléndido poeta Carlos Murciano.

En 1979, la Reina de las Fiestas es Pilar Alcolea Martínez.

El 1 de agosto tuvo lugar la Gran Gala Literaria. Por tercera vez, el mantenedor fue Juan José García Carbonell.

En el Libro de Fiestas, Paquita Ruipérez Pérez escribe sobre un elemento esencial de las Fiestas, la Cabalgata:

“Lo sencillo”, siempre que surge lo sencillo, lo eterno se apresura y se lo lleva, y nuestro pueblo es rincón de eternidades. No podemos pedir más que ser eternos; ¡hay que unirse al desfi le! En la intensidad de su reiteración y de lo nuevo entresacar esencias de esperanza. Estar de cabalgata; maga, duende, andanza retorcida de cartón, luminaria, motivo, seda, enredo, pantomima de brillos y papeles... Un millar de pequeños corazones elevando a su mundo este misterio. Regocijo de luz en los mayores.

La Reina de las Fiestas de 1980 es Juliana Fraile Tébar.

El 1 de agosto tiene lugar la Gran Gala Literaria. La mantenedora es Isabel Montejano Montero y la actuación corresponde al cantante Al Bano.

En el Libro de Fiestas hay un homenaje a Benjamín Palencia, recién fallecido, donde su amigo Francisco San José recuerda estas palabras suyas:

“Ya estoy enterado que has sido muy agasajado en La Roda, en mi pueblo, porque es mi pueblo, lo mismo que Barrax, donde nací. Te han invitado como si fuera yo. ¡Qué buenos son mis paisanos! ¿Te gustan mis paisanos? ¡Si vieras sus fi estas! ¿Y los pintores? Son la Escuela de La Roda. ¿Sabes que La Roda está muy ligada en nuestro ofi cio de la pintura? De ahí sale el mejor blanco del mundo para la imprimación de los lienzos; el blanco de España, muy solicitado desde el Renacimiento y explotado desde los romanos y usado ya por los íberos. ¿Lo sabías?”. ***

La Reina de las Fiestas de 1981 es Sofía Játiva Ferrero.

La XXXIX Gala Literaria tiene lugar el 6 de agosto. Actúa Elsa Baeza y el mantenedor es José López Martínez.

En 1982, la Reina de las Fiestas es Mercedes Martínez Pérez.

La XL Gala Literaria se celebra el 5 de Agosto, con la actuación de Fernando Esteso. El presentador de la Gala fue el actor José Sancho, que estuvo toda la semana en La Roda actuando con su compañía, y el mantenedor fue Ramón Hernández.

Se cumplen 40 años de las Fiestas y es el V Centenario de la Aparición de la Virgen. Los dos asuntos, sobre todo el segundo, centran el Libro de Fiestas.

En 1983, la Reina de las Fiestas es Trinidad González López.

La XLI Gala Literaria, celebrada el 4 de agosto, contó con el novelista Rodrigo Rubio como mantenedor y la actuación de Juanito Navarro. La Reina de las Fiestas de 1984 es María de los Ángeles de Toro Pozuelo.

El día 3 de agosto se celebra la XLII Gala Literaria. El mantenedor es Ramón Bello y actúa Alberto Cortez.

El Libro de Fiestas abunda en homenajes a Tomás Navarro Tomás.

En 1985, la Reina de las Fiestas fue María Eugenia Rubio Plaza.

El 2 de agosto hubo Gala Literaria, cuyo mantenedor fue Francisco Fuster Ruiz y además actuó Mari Trini.

Las de 1985 son unas fi estas importantes para mí porque, al celebrarse el Año Internacional de la Juventud, se me invitó a ser pregonero dada mi corta edad de entonces. En mi pregón dije algo que aún creo:

“Cuando hace algún tiempo me propusieron ser el pregonero de nuestras Fiestas, yo accedí, pensando hacer un pregón con palabras altisonantes, bello; sin embargo, pronto desistí de ese deseo, porque las palabras, las palabras grandes, por muy grandes que sean, no pueden expresar todo el sentimiento que un lenguaje más corriente y normal puede llevar consigo. En las palabras grandes, todo el espíritu se pierde en la forma de las palabras, pero no en su contenido. Nunca me han gustado los discursos pedantes, porque en ellos las palabras son humo, que se disipa sin dejar ningún recuerdo”. ***

En 1986, la Reina de las Fiestas es Mari Carmen Alcolea Martínez. Quizá viví estas fi estas con mayor intensidad incluso que las del año anterior porque en la Corte Infantil estaban mis primas Carmen María Fernández Gallardo y Beatriz Ramírez Gallardo.

El 7 de agosto fue la Gala Literaria, con el mantenedor José Jorquera Manzanares y la actuación de Emilio José. Y me apetece recordar que la pregonera de este año fue una querida compañera de estudios tristemente desaparecida: Juani Zapata Esparza.

La Reina de las Fiestas de 1987 es Juli Ferrero Martínez.

La Gala Literaria tiene lugar el 5 de agosto, con Leopoldo de Luis como mantenedor y la actuación de Georgie Dann.

En el Libro de Fiestas hay, entre varios textos de interés, un artículo de Florentino del Barco Martínez en el que recuerda al actor Miguel Ramírez Onsurbe y sus inicios en La Barraca de Federico García Lorca.

La Reina de las Fiestas de 1988 es Ana Bel Hernández Carrión.

El 3 de agosto es la XLVI Gala Literaria, cuyo mantenedor es Félix Grande. Ya no hay más actuación musical que la de Santiago y su Orquesta.

En 1989, la Reina de las Fiestas es María Asunción Rubio Plaza.

El mantenedor de la XLVII Gala Literaria, celebrada el 2 de agosto, es el rodense Ángel Aroca.

La Reina de las Fiestas de 1990 es Miriam Talavera Ibáñez.

El mantenedor de la XLVIII Gala Literaria, que tuvo lugar el 1 de agosto, es el también rodense Manuel Cortijo.

El Libro de Fiestas incluye el último poema de Pascual Belmonte Molina y varios homenajes al poeta recién fallecido.

En 1991, la Reina de las Fiestas es Amparo Talavera Gómez. Y en lo personal me gusta recordar que entre las damas se encuentra mi prima Carmen María Ramírez Gallardo.

La XLIX Gala Literaria se celebró el 7 de agosto. El mantenedor fue José Hervás, quien dijo: “Cómo me gustaría que pudiéramos hacer realidad el ya viejo lema de la revolución del mayo francés del 68, para que el poder de la imaginación ponga la imaginación en el poder. Así podríamos conseguir lo que decía Goethe que “era el mejor gobierno, aquel que nos enseñaba a gobernarnos a nosotros mismos” Sea como sea, los gobernados diremos siempre “que el gobierno, cuando este es perfecto no pasa de ser un mal necesario, cuando es imperfecto, será un mal insoportable.”

En 1992, cuando se celebró el Cincuentenario de las Fiestas, la Reina fue María Eugenia Charco Pérez

El 5 de agosto, la L Gala Literaria tuvo como Mantenedora, por segunda vez, a Isabel Montejano. Hubo un homenaje a todas las reinas de las fi estas y un recital en recuerdo a poetas rodenses a cargo de Federico Martínez y la fl autista Juani Zapata.

El Libro de Fiestas incluye un amplio reportaje sobre los 50 años de Fiestas. Y también hay un interesante texto del científi co Manuel Perucho en el que dice:

“Si intentara revivir mis primeras impresiones de niñez en La Roda, quizás serían precisamente aquellas relacionadas con las fi estas de Agosto: los conciertos nocturnos de la banda de música en el Parque, que me llamaba la atención y una cierta envidia ver a los músicos subidos al quiosko, todos vestidos de uniforme, algunos de ellos niños todavía, y a la gente oyendo la música sentada en los bancos de mármol y en las sillas de anea alrededor de las mesas de madera; y los “caballitos que suben y bajan”, las “barcas”, la “noria” y la “ola”, con el estruendo de los altavoces de estas atracciones del Paseo de la Feria o de las rifas de la tómbola; y el bullicio de la gente tomando el aperitivo en los veladores de los laterales del Paseo Ramón y Cajal, sobre todo recuerdo la horchata de chufas tan rica y fresquita...”.

La Reina de las Fiestas de 1993 es Ana María Berruga Ibáñez.

La LI Gala Literaria es el 4 de agosto. Como mantenedor, José Luis Pécker, que hace un recorrido de viajes manchegos, deteniéndose especialmente en el turismo romántico del siglo XIX.

El libro de fi estas incluye un amplio estudio sobre los colegios antiguos y presentes de La Roda.

La Reina de las Fiestas de 1994 es Raquel Hernández Carrión. Y recuerdo con gusto que mi prima Beatriz Ramírez Gallardo está en la Corte de Honor.

La LII Gala Literaria se celebra el 3 de agosto con el mantenedor Francisco Mendoza Díaz-Maroto, quien recuerda el magisterio de Tomás Navarro Tomás para pasar a desgranar un estudio sobre los romances orales y populares recogidos en La Roda.

En el Libro de Fiestas se conmemora el I Centenario de la Guardia Civil en La Roda, y Gabriel Alarcón evoca al gran pintor fallecido Paco Zalve.

En 1995, la Reina de las Fiestas es Ana Victoria Recio Jareño.

El miércoles 2 de agosto tuvo lugar la LIII Gala Literaria, con una memorable intervención del mantenedor José Hierro, que dijo: La Reina de las Fiestas de 1996 es Liliana Salvador Cros.

El miércoles 7 de agosto se celebra la LIV Gala Literaria. El mantenedor es Luis Herrero, quien pidió:

“Dejadme soñar, dejadme pediros que soñemos juntos con la idea solidaria de una patria donde ya no rija la violencia, ni la oscuridad, ni la pena. Os pido que volvamos todos a la tarea de estar unidos en torno a un futuro donde no exista la incomprensión, la tristeza, el rencor o la soledad. Esta es una tierra, lo sé muy bien, donde campea desgarrada pero erguida la bandera de la libertad.”

La Reina de las Fiestas de 1997 es Carmen María González Víllora.

El 6 de agosto se celebra la LV Gala Literaria. La mantenedora es Rubí Sanz Gamo, quien se refi rió a la relación entre la agricultura y los mitos de fecundidad para concluir en un homenaje a la mujer: “Cuando el hombre se representó a sí mismo por primera vez lo hizo a través de pequeñas esculturas femeninas dedicadas a la maternidad. El más famoso cuadro de la historia, La Gioconda, muestra a una mujer que quizá, mejor que otras, representa el enigma de lo femenino, de lo contradictorio y lo inquietante en un mundo que la historia construyó con la estructura de la fuerza y de la autoridad del hombre, y sucumbió ante la sensibilidad y la inteligencia de la mujer”.

“Debo recordar a quienes tienen la imagen de una criatura desasida de la realidad (vamos un “despistao”), que anda por las nubes sin advertir lo que hay alrededor, que el poeta, sí, tiene la cabeza en las estrellas y los pies en la tierra. No anda fuera de la realidad, sino que es notario de la realidad. Y sus palabras desbordan el tiempo y el espacio. Inventan, incluso, la realidad. Quiero decir que ellos ven, los primeros, lo que los demás, no verán. Fuera de nuestra España, en países de otras lenguas y culturas, La Roda, más que por sus artesanías, cultivos, reliquias del pasado, todo eso tan esencial pero que ignoran, es conocida por ser el escenario del Retablo de Maese Pedro, el episodio cervantino al que puso música Falla. Vean hasta qué punto la fantasía, la literatura se impone a la realidad, o, dicho de otro modo, hasta qué punto la realidad puede ser interpretada, con mayor hondura, por la fi cción”.

El Libro de Fiestas incluye un recuerdo a todas las Damas de Honor desde 1943.

En 1998, la Reina de las Fiestas es Laura Moreno García.

El 5 de agosto es la LVI Gala Literaria, con el mantenedor Fernando Vizcaíno Casas.

Ese año tengo el honor de escribir el Pórtico del Libro de Fiestas, con un homenaje a quienes a lo largo de años se han encargado de hacer dicho libro:

“He perdido la cuenta de años que hace que cada verano, como un cumplimiento ritual, un libro como este aparece y es comprado y leído después. Años innúmeros, pues, que gente profesional de otras cosas, o de ninguna, se reúnen para idearlo, confeccionarlo y escribirlo. El resultado será más o menos variado; habrá artículos que sean amenos, algunos instructivos, curiosos, y otros que quizá no apetezca leer. Es lo de menos, porque ni siempre se acierta ni es posible contentar a todos: lo contrario sería pretender que hubiese un gusto homogéneo, que sería tanto como carecer de gusto alguno. Las generaciones de afi cionados que se han sucedido en su vocación por estos libros, saben lo que cuesta conseguir algo y lo fácil que es después destruirlo con una crítica ignorante o un comentario ligero. Saben que no es frecuente que el lector aprecie la dedicación a un tema, el esfuerzo por expresar algo de la manera más clara (o enrevesada: también en esto hay inclinaciones o modas), ni el tiempo empleado en escribir un texto o estructurar un capítulo, que necesariamente se extrae de esas horas de descanso que quedan tras la jornada laboral y que no todos emplean en similares menesteres. Quizá a los afi cionados les gustaría que, en lugar de escuchar opiniones detractoras o lo opuesto, halagos sin base, se les animase a progresar en su afi ción, a mejorarse día a día y, ¿por qué no?, a convertirla en la dedicación principal. De hecho, todos cuantos trabajamos en lo que nos gusta, hemos comenzado como afi cionados de lo nuestro. Y el estímulo ajeno es muy importante para decidirse a convertir la afi ción en costumbre”.

La Reina de las Fiestas de 1999 es Vanessa Galiano Escudero.

La LVII Gala Literaria se celebra el 4 de agosto. El mantenedor es Antonio García Berrio, para quien “La Roda decide solemnizar en esta noche con la celebración de la belleza y la poesía, no una ceremonia trasnochada y fuera de lugar; sino una de las formas de conmemoración más deliciosas del regalo mayor en que consiste la nobleza y el gozo de vivir humanamente”.

En el año 2000, la Reina de las Fiestas es Pilar Sevilla Sánchez.

El 2 de agosto, la LVIII Gala Literaria tiene como mantenedor a Jorge Cela Trulock, hermano de Camilo José Cela, quien recordó que tenemos “un clima extremo, calores y fríos, pero que el manchego ha sabido aprovechar para sacar vida a sus tierras y a su ganado, cereales, azafrán, quesos, ajos, y en su largo caminar por la historia, no olvida que los árabes, dominadores primero, más tarde casi hermanados, enseñaron a hacer los dulces que de sus tierras traían, y aquí en La Roda, entre todos, con la ayuda de todos, surgieron los increíbles miguelitos, el dulce ya universal”.

El libro de fi estas trae un monográfi co sobre la historia de las carrozas a cargo de Adolfo Martínez García.

En el año 2001, la Reina de las Fiestas es Rosa María González Martínez.

El 1 de agosto se realiza la LIX Gala Literaria, con José Luis Balbín como mantenedor, quien hizo un recorrido por comidas y bebidas rodenses. 137

La Reina de las Fiestas de 2002 es María Jesús Arribas Toboso.

La LX Gala Literaria se realiza el 7 de agosto, conmigo como mantenedor. Sólo diré que para mí fue una noche emocionante.

En 2003, la Reina de las Fiestas es Sofía Lozano Cortijo.

La LXI Gala Literaria tiene lugar el 5 de agosto. La mantenedora es Isabel San Sebastián, quien habló de cómo la lectura la había formado:

“Decían don Miguel de Unamuno y don Pío Baroja, paisanos de mi padre y de mi madre, y contemporáneos en ese tiempo de efervescencia nacionalista que tanto daño hizo al mundo, que el nacionalismo se curaba leyendo y viajando (...). Yo sé muy poco, pero entre lo poco que sé, o que intuyo, está la certeza de que la cultura engrandece a la mujer y al hombre, les hace libres, les pone alas, soledades les quita, cárceles les arranca, como la risa del hijo al que cantó Miguel Hernández. Sé que la ciudadanía de verdad, la que hace al ser humano responsable de su destino y le permite participar activamente en una democracia, sólo puede adquirirse mediante el cultivo de la mente y el espíritu. Sé que en los libros está la respuesta a casi todas las preguntas que tienen respuesta, que son las menos”.

En 2004, la Reina de las Fiestas es Beatriz Moreno Martínez.

El 4 de agosto se celebra la LXII Gala Literaria. La mantenedora es Paloma Gómez Borrero, quien recordaba su infancia en Las Pedroñeras:

“A La Roda veníamos siempre a pasar las fi estas. ¡Quién me iba a decir que muchos años más tarde, en Roma, conocería a un ser entrañable, con el que cada vez que nos encontrábamos, hablábamos de La Roda... Era, torero... Era sobre todo una persona maravillosa..., que tanto adoraba a su pueblo que nos pedía que le llamáramos con el nombre de arte... ¡Rodalito!”.

La Reina de las Fiestas de 2005 es Elena Martínez Sevilla.

La LXIII Gala Literaria es el 3 de agosto, con Inocencio Arias como mantenedor, quien se remonta al origen español de Los Ángeles y, por tanto, de la capital del cine, y cómo desde allí contempla los males de la humanidad. No obstante, dice, “en el mundo afortunadamente hay lugares de paz y sosiego, de trabajo y esfuerzo, de prosperidad y desarrollo. En el mundo, dichosamente, hay bastantes lugares como este”.

En 2006, la Reina de las Fiestas es Carmen García López.

La LXIV Gala Literaria se produce el 2 de agosto, con Juan Manuel de Prada como mantenedor, quien hizo un homenaje a los libros, a los que llamó “el gran objeto sagrado de nuestra civilización”.

La Reina de las Fiestas de 2007 es Beatriz Lamora de La Casa.

El 1 de agosto, la LXV Gala Literaria tiene como mantenedor a Fernando Sánchez Dragó, quien recordó cómo aprendió a leer a los tres años, para concluir así:

“Hay una frase conocidísima del Evangelio del apóstol Juan que dice “la verdad os hará libres”. La verdad está en muchas partes. La verdad está sobre todo en los libros. La verdad está en el libro y, por eso, cuanto más leáis, más libres seréis. Más libros, más libres.”

La Reina de las Fiestas de 2008 es Celia Galiano Villanueva.

El 5 de agosto es la LXVI Gala Literaria. El mantenedor es el extraordinario actor y can-

tante Juan Manuel Sánchez Cifuentes, con un original discurso en el que enhebró poemas de Machado y fragmentos de la obra “El juglar del Cid”, con hermosas canciones como “Maite”.

La Reina de las Fiestas de 2009 es Laura Villodre Jiménez.

La LXVII Gala Literaria se realiza el 5 de agosto con el mantenedor Ángel Gómez Fuentes, quien, tras glosar sus viajes, su devoción por el Quijote, su amistad con Antonio Carrilero y los miguelitos, añade:

Y lo que colma la guinda de esta tarta suculenta, es la Gala Literaria Floral velada poética, primera entre las de España por su esplendor y belleza, orgullo de nuestra Mancha, y que en esta noche estrellera aquí estamos celebrando con esplendente grandeza.

En el año 2010, la Reina de las Fiestas es Araceli Carrilero Martínez, y mi prima Celia Martínez Ramírez es dama infantil.

La LXVIII Gala Literaria se celebra el 4 de agosto. La mantenedora es Isabel Durán, quien se refi rió a la amistad de su abuelo, Enrique Durán, con grandes autores como Tono, Gómez de la Serna, Mihura, Neville o Lorca, y gracias a eso nos mostró las correcciones a puño y letra de Lorca de su poema “Prendimiento de Antoñito el Camborio”, en un ejemplar del primer número de la revista Litoral, propiedad de su abuelo.

En el Libro de Fiestas hay un gran reportaje de Primitivo Fajardo sobre el aviador Manuel Sánchez Grande en el 75 aniversario de su muerte. Además se incluye un magnífi co trabajo fotográfi co de Alicia Fernández Gallardo, que acababa de ser premiado en Toledo.

La Reina de las Fiestas de 2011 es Lucía Salvador Toboso. La LXIX Gala Literaria se celebra el 3 de agosto, con Antonio Morales García como mantenedor, quien rememoró a muchos escritores rodenses y manchegos ya desaparecidos.

La Reina de las Fiestas de 2012 es María Toboso Ortega.

La LXX Gala Literaria es el 1 de agosto. La mantenedora, Marciana Molina López, hace una comparación entre Ítaca y La Roda, hermanando a Ulises y a Don Quijote. Dice:

“A nuestros protagonistas no les importa rayar en la locura y en lo imposible, salirse de la realidad, saltarse normas y tradiciones que ofenden a quienes se les aplican. Sus pensamientos siempre van más allá, más allá de leyes y convencionalismos. Lo feo lo transforman en bello, lo cotidiano en extraordinario... “

En el Libro de Fiestas, Juan Ruiz Carrasco publica un interesante artículo sobre “El Cristo del antiguo Asilo de 1711 y la historia de la Cruz”.

En 2013, la Reina de las Fiestas es Cristina Lamora de La Casa. Y en la corte infantil está mi prima Laura Martínez Ramírez.

La LXXI Gala Literaria, el 7 de agosto, tiene como mantenedor a Primitivo Fajardo Berruga, que hace un recorrido apasionado por la historia, las gentes y los lugares de La Roda.

En cuanto al Libro de Fiestas, se abre con un magnífi co pregón a cargo del que fuese arcipreste de La Roda, Juan Molina Ródenas.

En 2014, la Reina de las Fiestas es Sandra Cabañero Lozano.

La LXXII Gala Literaria tiene lugar el 5 de agosto. El mantenedor es Federico Martínez Giménez, quien recordó las muchas veces que 139

había asistido a este acto como espectador y, ocasionalmente, desde su organización:

“Paulatinamente todo se ha ido transformando en el transcurrir de los tiempos: Los viejos teatros fueron demolidos, el antiguo frondoso parque ha sido modifi cado. La Roda ha cambiado, pero el cielo es el mismo, las estrellas brillan con la misma intensidad noche tras noche, año tras año. Y nos hacen guiños como si en ellas velaran la más pura esencia del recuerdo. ¡Un brindis gratifi cante con la suave nostalgia!”.

La Reina de las Fiestas de 2015 es Marta Ochando García.

El miércoles 5 de Agosto se celebra la LXXIII Gala Literaria. La mantenedora es María Candelaria Sánchez Abellán, que nos habló de su gusto por la literatura, su infancia lectora, para concluir así:

“¡Exigid una sociedad llena de libros, plena de cultura y conocimientos porque esa fuerza invisible es la que hace progresar a los pueblos y los dota del maravilloso don de la tolerancia, del respeto y de la libertad, porque su utilidad es hacernos más personas, más SERES HUMANOS!”.

En lo personal debo admitir que, al subir al escenario para leer el poema con el que gané el Premio Tomás Navarro Tomás, creí que era la última vez que tendría ocasión de participar en las Fiestas, pero a la vista está que me equivoqué. La Reina de las Fiestas del año pasado ha sido Carmen Galiano Carrilero.

El 3 de agosto tuvo lugar la LXXIV Gala Literaria. La mantenedora, Asunción Salvador González, hizo un discurso de marcado carácter social y feminista. Nos habló de niños refugiados, de la búsqueda cervantina de la libertad, de la salvación mediante los libros con el ejemplo de Ana María Matute, de las mujeres intelectuales y artistas del 27, del teatro, de las vivencias de Lola Herrera y Amparo Roldán, de los maestros, de sus maestras...

Finalmente, la Reina de las Fiestas de 2017 es Marifé Carrilero Martínez.

La LXXV Gala Literaria es hoy, 2 de agosto, aquí, en la Plaza Mayor, y el mantenedor, director o algo así es un servidor de ustedes. Sé que he hablado mucho, que he sido muy cansino, pero no he sabido hacerlo mejor. Más que en lo que haya podido haberles recordado acerca de los Libros de Fiestas, las Reinas o los mantenedores, pienso en todo lo que he tenido que descartar. La consulta de todos nuestros libros, luminarias y falleros, aunque haya tenido algo de fatigoso, ha representado un placer al que podría acostumbrarme. Sumergirse en el pasado, conocer nuestros orígenes, apreciar cómo hemos evolucionado es un paso aconsejable para plantear la identidad en el presente y, sobre todo, para llenarnos de argumentos acerca de lo que queramos ser en el futuro.

Muchas gracias por haberme dado la oportunidad de dirigirme a vosotros.

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