Malaga Mayores Solera nº136 may-jun 2020 by editorialmic

136* MAYO/JUNIO ‘20 * MÁLAGA CON SUS MAYORES

Editorial

Llega el verano y la nueva normalidad. Mascarillas, distancia de seguridad, y gel desinfectante son nuestros aliados en esta nueva etapa que deberán de acompañarnos junto a la crema solar y la sombrilla de playa. Todo cambia aunque parezca igual, sigue haciendo calor, las playas se llenan de ávidos de sol. Pero el virus deambula creando nuevos brotes, siguen las cuarentenas de los que se pasaron de la raya, y la vida continua con la esperanza de una pronta vacuna. Desde Solera y su nueva normalidad, ahora nos reunimos virtualmente y hacemos teletrabajo, deseamos una normalidad auténtica, donde podamos darnos fuertes abrazos y recibir los besos de nuestros seres queridos. Feliz verano.

Autor: Paco Olalla EDITA Excmo. Ayuntamiento de Málaga. Área de Derechos Sociales. Sección de Mayores DIRECCIÓN Francisca Ramos Montero COORDINACIÓN Fernando Jiménez Salmerón DISEÑO Y MAQUETACIÓN

SUMARIO EQUIPO DE REDACCIÓN Francisca González Burgos Leonor Morales Calvo Lola Narváez Reyes Mari Carmen Pérez Pascual Mercedes Sophia Ramos Jiménez Ana Sola Loja Nono Villalta Isabel Pavón Paqui Pérez Báez Maritina Romero Ruiz EQUIPO DE REDACTORES GRÁFICOS Alvarez Valverde, Jose Antonio De la Rosa Galeote, José García Lupiáñez, Gabriel Gutiérrez Campoy, Alejandro López Fernández, José Pastor Sánchez, Francisco Sabín González, Nicanor Santiago Gómez, Antonio Sibera Bougaba, Abdelaziz Tapias Cordero, Valentín Jorge IMPRIME Editorial MIC DEPÓSITO LEGAL E ISSN MA-1168-97 ISSN: 2171-0201 PORTADA Árbol escultura en Churriana PUBLICACIÓN, REDACCIÓN Y SOLICITUD DE EJEMPLARES GRATUITOS C. Concejal Muñoz Cerván s/n Módulo 3. 29003 Málaga Tel. 951 928 420 revistasolera@malaga.eu

EVENTOS

Adaptación COVID-19 programas y proyectos para personas mayores

Talleres virtuales para personas mayores

COLABORADORES SOLERA

Amanecer desde los espigones

ENTRE LÍNEAS

La nueva realidad

Luz de mayo

CAMINANDO VOY

Las vistas más bonitas

Aquello que vemos y tratamos es lo que amamos

PINCELADAS

De Solera al cielo

La madre 11

MI MESA CAMILLA

Confidencias

Naturaleza viva

LA MARMITA DE LOLA

Monda

Roscos de vino de Monda

DE TODO UN POCO

Tiempo para reflexionar

Los sueños, sueños son

LA BRÚJULA

Mi fanatismo y yo

Informaciones y vídeosr

DE ESTO Y AQUELLO

Luna

Pinocho

CONTRACOSTUMBRE

Día Mundial del Medioambiente

Casa coronada

ABECEDARIO

Sobre las letras J y K

Abecedario L y M

SALUD

Lecciones del coronavirus

AGENDA Y MURO

Sudoku/ Libros/ SI o No. Aire acondicionado /Película

EVENTOS

ADAPTACIÓN COVID-19

Programas y proyectos para personas mayores Ante la situación de alarma sanitaria, de confinamiento de la ciudadanía, con las normas legales y administrativas que impiden el desarrollo de actividades grupales presenciales de personas mayores, y las recomendaciones médicas de mantener el distanciamiento social, máxime en poblaciones más vulnerables como son las personas mayores, desde nuestra sección se han tomado las siguientes medidas para adaptarnos a la nueva situación:

Programa de Promoción de la salud cognitiva a través del Centro de Envejecimiento Saludable Se elaboró un Plan de Contingencia que ha incluido una encuesta telefónica de todos los usuarios activos del Proyecto en el momento de inicio de las órdenes de confinamiento, y a sus cuidadores convivientes, en orden a conocer su situación física, psicológica y sociofamiliar , su disponibilidad a continuar con las actividades del Proyecto, y los recursos tecnológicos de los que disponían en casa para su seguimiento a distancia. Una vez recogida y analizada toda la información, se ha puesto en marcha el Plan a Distancia de los Talleres de Entrenamiento de Memoria, Talleres de Estimulación Cognitiva, y Aula Gradior adaptada para su uso doméstico controlada a distancia por la terapeuta. El grado de participación y satisfacción de la personas mayores participantes está siendo muy alto.

Programa de Prevención de la Dependencia a través de la red de equipamientos municipales y el formato taller como punto de encuentro En la misma línea del anterior, con la red de centros municipales cerrados, el Proyecto Talleres para Mayores, está en proceso de adaptación del formato taller presencial al taller en un espacio virtual donde podamos seguir prestando el servicio. Se trata de mantener los 91 talleres, incluso ampliar la oferta incorporando talleres de nuevas tecnologías. Estamos en fase de estudio de la herramienta más idónea para ponerlo en funcionamiento a través del convenio de colaboración con Prosalud. Les hemos pedido que

busquen asesoramiento técnico para dotarse de una plataforma on line que facilite el rescate del máximo número posible de usuarios y la posibilidad de realizar nuevas incorporaciones que permita incrementar el número de alumnos que rozaba los 2000 a nivel presencial. A través de esa plataforma se pueden subir videos tutoriales de cada especialidad y realizar el seguimiento de los alumnos en formato individual y grupal. Si todo va bien, empezaremos en cuanto tengamos los medios que hay que implementar, en principio durante el mes de Junio y ya no pararíamos en verano con objeto de recuperar el tiempo perdido. Esto supone una alternativa al modelo tradicional, presencial, al que volveríamos en cuanto se den las condiciones, aunque lo más probable, es que coexistan ambos modelos durante el tiempo que sea necesario por la implantación de las medidas de prevención.

Programa de Participación y Apoyo al Tejido Asociativo · Información y difusión de medidas de prevención sobre covid-19, sobre suspensión de talleres y cierre de centros por estado de alarma por teléfono y correo electrónico. · Información, orientación y asesoramiento telefónico y por correo electrónico sobre el proceso de justificación de subvenciones 2019. · Valoración expedientes de la convocatoria de subvenciones 2020. · Información, orientación y asesoramiento telefónico y por correo electrónico sobre el proceso de justificación de subvenciones 2020 · Contacto telefónico con los miembros de la MESA PERMANENTE del Consejo Sectorial de Personas Mayores con objeto de planificar la desescalada y retomar las actuaciones cuando puedan abrirse los Centros Sociales para Mayores. Destacar la buena disposición de todos los implicados, personas mayores, representantes del Consejo Sectorial, equipo técnico municipal, técnicos de la Asociación Jábega y profesionales de Prosalud en una adaptación que requiere un alto grado de resiliencia, compromiso, vocación y empatía en momentos muy complicados.

EVENTOS

Talleres virtuales para personas mayores

Ante la situación de alarma sanitaria, con las normas legales y administrativas que dificultan el desarrollo de actividades grupales presenciales de personas mayores, las medidas de prevención y las recomendaciones de protección, de mantener el distanciamiento social, el Área de Derechos Sociales pretende proponer un nuevo modelo de atención a las necesidades del colectivo.

Debido a la limitación para la realización de actividades colectivas en los Centros Sociales, el proyecto “Talleres virtuales para Personas Mayores” se propone como respuesta a la necesidad de mantener un espacio de ocio de calidad, atender a los actuales destinatarios y permitir las nuevas incorporaciones de personas mayores interesadas en participar. En definitiva se trata de seguir prestando el servicio adaptándolo a la nueva normalidad, mantener la oferta de talleres en las modalidades que ya venían desarrollándose, incluso ampliarla, incorporando talleres de nuevas tecnologías y formación en la Sede Electrónica Municipal. A partir del 15 de junio se implanta un modelo telemático para reanudar los talleres que estaban suspendidos en formato presencial desde el día 11 de marzo después de recibir más de 850 confirmaciones por parte de los usuarios del proyecto. Esto supone una alternativa al modelo presencial, en un futuro lo más probable es que coexistan ambos modelos mientras persistan las medidas de prevención y protección.

MODELO ON-LINE

Contará con manuales operativos para la creación de las salas virtuales de formación, sistemas de matriculación de participantes, gestión digital de la documentación y en general todos los flujos de trabajo para poder realizar un mantenimiento 100% del sistema. En relación a los monitores de talleres, se realizará una capacitación tipo formador de teleformadores para incrementar sus capacidades técnicas y ser autónomos en la realización de las videoclases en alta definición, la gestión de las salas y espacios virtuales que serán los grupos de whatsApp. Los usuarios contarán con un soporte integral adaptado a sus necesidades compatible con los talleres, en varios niveles y canales: a. Soporte telefónico. b. Ayuda por WhatsApp o Facebook Messenger. c. Servicio de dinamización con recordatorios periódicos por WhatsApp.

d. Soporte para la configuración en remoto de los dispositivos si es técnicamente posible.

La implantación del sistema on-line va a permitir a las personas mayores seguir desde casa y desde sus ordenadores, tablet o smartphone los talleres mediante grupos personalizados de WhatApps, donde los monitores podrán: 1. Impartir clases en directo, con videos y audio de alta calidad 2. Enviar audios y videos con el material antes de las clases 3. Resolver dudas y dar soporte a las necesidades de las personas mayores 4. Dinamizar a los grupos y cohesionar en la distancia las relaciones entre los alumnos 5. Generar un repositorio en YouTube con las video clases para aumentar la difusión del programa y los resultados académicos 6. Realizar Workshop en directo y por ejemplo ferias virtuales para exponer sus creaciones y proyectos Se indica a continuación las diferentes modalidades de talleres (online o presencial) a desarrollar durante todo el año 2020.

Talleres Coral Polifónica Coro Corte y Confección Expresión Corporal Manualidades Pintura Punto de Cruz Radio

Revista Solera

Tai Chi Chi Kung Teatro

Fotografía Tiffany Baile

Informática

Como novedad a cursos anteriores, se incorporará talleres de informática mediante una batería de webinars que se capacitará al alumnado en el uso de los distintos servicios de administración pública existente en el portal del Ayuntamiento de Málaga, la secuencia de esta formación busca la autonomía operativa completa de las asociaciones para poder hacer sus trámites on-line con el Ayto. Estos talleres servirán para incrementar las competencias digitales de las personas mayores también para mejorar su calidad de vida y realización personal descubriendo cómo pueden aumentar sus destrezas y autonomía al adquirirlas.

EVENTOS

~Colaboradores solera~

Por José Olivero Palomeque

Amanecer desde los espigones

Los espigones, acumulación de enormes rocas, extraídas de canteras que pusieron al descubierto cuevas que durante milenios se fueron configurando con formas y oquedades diversas en las entrañas de la tierra, hasta ahora conservadas en el silencio de su historia geológica. Hoy, sus secretos han sido desvelados, cercenando su desarrollo y aireando sus interioridades, hasta ser desmenuzadas en grandes bloques pétreos, con signos evidentes de su evolución adheridos a su piel rocosa. Así se han implantado los espigones en las playas de El Palo, con el fin de contener los impulsos de un mar que, aunque normalmente es sereno, en ocasiones se torna violento y arrollador. De esta manera, se consigue acumular grandes calas de oscura arena, dando la imagen que actualmente se disfruta en este trozo del litoral malagueño. Es una hora temprana, el sol aún no está presente ni su luz aparece en su esplendor; tan sólo una tímida aurora anuncia el nacimiento de un nuevo día. Y aquí me encuentro, sentado en uno de estos testigos pétreos para ser, a mi vez, testigo de un fenómeno natural sin precedente: el amanecer desde los espigones de El Palo. Merece la pena madrugar un poco para observar y vivir la singularidad y grandeza de este acontecimiento, donde la estrella solar se funde entre el cielo y el mar. Desde la oscuridad de la noche emerge un halo luminoso, en esta mañana en la que unas ráfagas de nubes se esparcen a través de una bóveda que aún deja entrever algunos puntos plateados de un firmamento siempre en movimiento. La aurora anuncia que algo va a suceder, y no se equivoca. Lentamente una claridad gris-celeste se va reflejando en este cielo que nos

corona, impregnando la superficie del mar de sus tonalidades luminosas. El círculo astral aún parece estar dormido, tal vez se encuentre estirando sus brazos calientes como si estuviera desperezándose en su despertar. Lo cierto es que, poco a poco, una proyección de fuego anaranjado y cada vez más rojizo va invadiendo el gris-celeste, usurpando el protagonismo de la noche. Una evidencia de esta eclosión progresiva queda reflejada en las nubes esparcidas a media altura, las cuales absorben este cromatismo, apropiándose de él para formar parte activa, ellas también, de este acontecimiento. Y así se va configurando en el espacio una erupción de color que semeja volcanes incandescentes escupiendo de sus entrañas lava al rojo vivo. Inexorablemente, por el horizonte marino surge un primer arco amarillo-naranja, ascendiendo despacio, en silencio, dejándose ver como el Rey Sol que es, con la majestuosidad de un soberano que posibilita la vida en nuestro universo terrestre; y en el mar, como un espejo, deja que se refleje su rostro incandescente, extendiendo su imagen desde el lugar de su aparición hasta los mismos espigones donde me encuentro disfrutando con todos mis sentidos. De esta manera, el círculo completo queda suspendido en el infinito; se ha desprendido de su cordón umbilical que le ataba a la cara oculta de la Tierra, para elevarse hasta lo más alto, dando así comienzo a un nuevo día. Todo este escenario que representan el mar, el cielo y el gran protagonista de esta obra, el Sol, queda retenido en mis pupilas, grabándose las secuencias cromáticas y los diferentes elementos que dan forma a esta escena natural, en mi memoria.

ENTRE LÍNEAS

~Entre líneas~

Por Maritina Romero Ruiz

La nueva realidad

Esta mañana, como cada día desde que comenzó el aislamiento, he puesto la televisión para seguir los informes oficiales sobre la pandemia. No recordaba que es sábado y a esas horas hay un magazín. Como era de esperar, su contenido giraba casi exclusivamente en torno al coronavirus. De repente una noticia me ha dejado perpleja: en la pantalla un chico anuncia el prototipo que él y otros jóvenes diseñadores han inventado. Se trata de Micrashell, un traje “específicamente diseñado para satisfacer las necesidades de la vida nocturna, eventos en vivo... en tiempos del covid-19. Protege contra el virus, fácil de controlar, divertido de usar, desinfectable, permite socializar.” Es decir un traje para salir de fiesta de forma segura. Consta de un casco transparente unido a un peto y está dotado, entre otras cosas, de un sofisticado sistema de filtración de partículas, control de voz y cápsula para poder ingerir bebidas. De repente me he visto dentro de una película de ciencia ficción viviendo “ya” en otra realidad, esa que dicen será la nueva normalidad de la que formaremos parte. Aún estaba pensando en el traje futurista cuando otro invento ha vuelto a sorprenderme: Voces artificiales capaces de imitar cualquier voz, a cualquier cantante. Enseguida he imaginado la situación: una explanada enorme en la que miles de seres embutidos en trajes de astronauta, cascos de “hormiga atómica” y guantes de fregar platos, se mueven como robots al son de una música que al parecer toca el grupo del escenario, mientras el/la cantante parece que canta; pero claro, cualquiera sabe si es Alejandro Sanz o una de las Supremas de Móstoles travestida. Y me ha dado por reír. Luego, cuando se me ha pasado, he sentido un nudo en la garganta al recordar los conciertos de Miguel Ríos, Ana Belén, Serrat o Luz Casal a los que me

gustaba asistir de joven. Esas oleadas de calor humano, entusiasmo, sudor; gritos, cerveza y abrazos. Todo auténtico. Y me he dicho que no quiero para nada este mundo de ciencia-ficción, ni de diseño virtual. No quiero vivir con miedo, sin muestras de afecto, con distancias sociales. No quiero un mundo triste, frío, lleno de normas y recelos. Un mundo que nos aleje cada vez más de lo que nos hace verdaderamente humanos. Maritina Romero Ruiz

ENTRE LÍNEAS

Luz de mayo

Dicen que el más evocador de los sentidos es el olfato. El aroma del pan recién hecho, de la hierbabuena, el olor de los lápices, de la goma de borrar, nos transporta a la niñez. Una época que añoramos y en la que creemos haber sido felices. Pero para mí el más poderoso de todos es el sentido de la vista. En concreto, la percepción de la luz con todos sus matices, de los más claros a los más oscuros. Los más claros me trasportan a momentos dulces, tranquilos, como de ensueño. Uno de mis primeros recuerdos de infancia, el que más serenidad me produce, es el de una bañera blanquísima iluminada por el sol de la mañana. Es tan vívido que cuando lo invoco siento de inmediato una paz difícil de explicar. Luz blanca de mayo que noto al despertar filtrándose a través de los vi-

sillos. Una luz que envuelve todo en una suavidad algodonosa, creando una atmósfera tan irreal, que invita a quedarse en cama prolongando perezosamente ese bienestar. Esta mañana mientras deambulaba por la casa me he parado junto a este rincón de mi dormitorio y por un momento he sentido su dulzura: la sutil transparencia de las orquídeas sobre el visillo blanco y la luz, esa maravillosa luz de las mañanas de mayo. No he podido dejar de fotografiarlo. Quería atrapar ese pequeño destello de felicidad. He recordado que, a pesar de la dureza de este confinamiento, la belleza persiste. Está en nuestra mirada. En esa luz blanca y dulce de primavera. Maritina Romero Ruiz

CAMINANDO VOY

~Caminando voy~

Por Paqui Pérez

Las vistas más bonitas NO SON LAS MÁS TRANSITADAS

Esa era una de las frases más pronunciadas de mi querido amigo, medio pintor, medio poeta y juglar; cuando en los largos paseos me comentaba que había sitios en los que él se sentía muy a gusto, cuando contemplaba, sencillamente el pequeño riachuelo y los pájaros en sus riberas bebiendo y bañándose. Según él, era toda una maravilla cómo al sacudirse las alas, las gotas de agua que caían en el riachuelo iban formando pequeños círculos hasta perderse corriente abajo, como si llevasen en sus círculos el agradecimiento del ave por haberle dado el placer de beber y bañarse. En nuestro paseo me iba enumerando la sencillez y al mismo tiempo la grandeza de poder observar la vida que hay a nuestro alrededor, y que no miramos como para verla. Un poco más abajo ves un conejo o un pájaro perdiz, que también son habituales para refrescarse en el pequeño riachuelillo, pero que para ellos es una inmensidad porque es su vida. O esas pequeñas hierbas muy diminutas con sus preciosas florecillas que apenas sobresalen de la tierra y su belleza te cautiva; y piensas… ¿cómo tienen fuerzas para romper la tierra saliendo sus tallos limpios y erguidos, atrayendo a las abejas para que polinicen sus flores? Esos campos, con sus silencios de voces humanas, y sus ruidos de cantos de toda clase de aves, el susurro del viento sobre las copas de los árboles. Cuando se te pierde la vista a lo lejos, mirando desde lo alto de una sierra, los distintos

pueblos blancos, como si fueran perlas colocadas en medio de tanta hermosura, sobresaliendo las torres de las Iglesias con sus grandes nidos de cigüeñas. Esos olivos centenarios con sus ramas llenas del bendito fruto de las olivas, el oro líquido de nuestras almazaras. Lo mismo podemos decir de los almendros, y toda clase de frutales, que cuando florecen son el néctar de las abejas, libando sus flores para poder polinizar y hacer algo tan maravilloso como es la miel, y al mismo tiempo hacer que, las flores cuajen sus frutos. La cadena importantísima del ecosistema siendo el equilibrio de parte, de la cadena alimentaria, que sin ellas; esos diminutos animalitos voladores, nos veríamos abocados a una terrible hambruna de toda la humanidad. Te sientes tan grande y al mismo tiempo tan pequeño, tan diminuto ante tanta belleza. Por cualquier vereda que camines te sorprenden esas filas de hormigas haciendo sus surcos por la tierra para el acopio de su sustento en una perfecta organización. El arrullo de la tórtola y el inconfundible canto del cuco. Es la naturaleza en todo su esplendor cautivándote con su manera silenciosa de ir metiéndose en tus pupilas y acaparándote el corazón hasta que llegas a enamorarte de esos pequeños grandes momentos vividos en armonía y admirando las preciosas vistas; según me dice, no son las más transitables para la mayoría de las personas, pero sí para el qué sabe y tiene sensibilidad para mirar. Paqui Pérez

CAMINANDO VOY

Aquello que vemos y tratamos es lo que amamos

es la madre de mis hijos, es la razón de mi vida. Viajo mucho por motivos de trabajo y cada vez se me hacen más largos los días y las horas que tengo que estar lejos de ella y de mi familia. A mí me dio una gran lección con esta historia, pues son tantas cosas las que miramos sin verlas, sin valorarlas, apreciarlas y quererlas. En este viaje he aprendido lo valioso que son las charlas pausadas, sin pretensiones; pensando:” ¿Qué podrá significar esto? Comencé con atención a escucharlo, apreciando aquello que para él era importante. He de decir que decir que lo miré; pero después lo vi, cogiéndonos aprecio, respeto y seguro que hasta una gran amistad que se prolongaría en el tiempo.

Recuerdo una larga conversación con un caballero encantador, en un largo vuelo al otro lado del charco, (como se suele decir). Nos dio tiempo a conversar de la vida y sus circunstancias, ya que fueron unas 27 horas hasta llegar a Sídney Australia. Hablamos de tantas cosas que no podría enumerarlas, pero sí de una de ellas que se me quedó grabada, y no por rara, ni difícil, ni extraña, sino por ser auténtica. Es increíble las pocas ocasiones que uno se da cuenta de lo siguiente: “Aquello que vemos y tratamos es lo que queremos”. Verdaderamente una verdad como esa, muchas veces en la vida ni te paras a pensarla, ni a disfrutarla o admirarla por culpa de lo que tenemos delante. Una cosa es mirar y otra cosa es ver, apreciar, deleitarse con lo que estamos viendo y admirando. Me comentó que había mirado en su juventud a una chica sin darle demasiada importancia, hasta que unos días más tarde la vio de nuevo, y me lo recalcó: “Verla, no es mirarla”. Uno mira el horizonte y cuando se fija en algo, exclama: “Veo un ave volando, u otra cosa cualquiera en la que te fijes”. Ese día vi de verdad a la chica, era preciosa; me cautivó. Continuamos viéndonos y por supuesto, amándonos, nos comprometimos y hoy

Todo comenzó por estar sentados el uno al lado del otro, haciendo algo que es muy normal, iniciar una conversación; que cada vez la valoro más, además de ser consciente de la huella tan agradable que ha dejado en mí. Nunca creí que en este viaje iba a aprender algo tan profundo, a mi edad, la diferencia que hay en la forma de mirar, observar y ver; sencillamente porque nunca se me había ocurrido pensar en ese detalle tan primordial. Cuando lo piensas y lo analizas, te das cuenta de su importancia. Echando la vista atrás puedo decir que habrá habido tantas maravillas delante de mis ojos, sin haberlas sabido saborear; la belleza que se me regala para ser vista, gozada y admirada cada día por parte de Dios. Lo pasado se fue, ahora está el presente, porque el futuro, está por llegar y por muchos planes que hagamos no suele ser como nosotros habíamos pensado. Por tanto, agárrate a este presente, al día de hoy, y empieza a ver en lugar de mirar, para poder admirar los pequeños milagros que se suceden a diario. Paqui Pérez

10 *

PINCELADAS

~ Pinceladas ~

Por Ana Sola Loja

De Solera al cielo

Un solo germen de palmera fecunda a la palmera distante, y un solo grano de trigo caído en un milímetro cuadrado de tierra puede producir una cosecha. Amado Nervo Sí, sí, yo sé que la canción decía: “De Madrid al cielo”, pero yo repito conscientemente: “De Solera al cielo” por el resultado y trayectoria de nuestra hermosa revista. ¿Por qué? Os preguntaréis con curiosidad. Sí mis queridos lectores, yo os lo aclaro: Estamos tan a gusto, trabajamos tanto y tan en armonía, tan relajados, compenetrados y contentos en la redacción, que ese es el porqué del título de este comentario y el porqué de que Solera sea la gran revista que es. Es habitual que cuando hay grupos de personas de diferente sexo, edad y forma de pensar, colaborando en una labor común, haya discrepancias, desarmonías, discusiones. Y no quiero decir con eso que se lleven mal, pero nosotros, los redactores de “Solera” junto a nuestro competente coordinador Fernando Jiménez Salmerón, deseamos que llegue el miércoles para reencontrarnos en el despacho, saludarnos con cariño, interesarnos por nuestros problemas, si los hay, y abrazarnos con una sincera sonrisa. Somos una gran familia bien avenida. ¡Ah! Y no quiero decir con esto que todos seamos iguales, que pensemos igual en todo, que opinemos lo mismo siempre…Antes al contrario, varían nuestras edades, nuestras maneras de pensar, nuestros conceptos de la vida en muchas ocasiones son discrepantes,

pero…¿Para qué están la comprensión, la educación, el cariño y el respeto? ¡Ah! Y he de comentaros que las mujeres que siempre dicen que su convivencia es difícil, no sólo nos llevamos bien, sino que nos queremos y trabajamos unidas con ilusión. Todos disfrutamos, si hay que discutir algún tema, se discute, si opinamos de forma diferente, se comprende y admite, pero jamás hay un malentendido ni una fricción que empañe nuestra armoniosa convivencia a la que ahora se une el fantástico taller de fotografía dirigido con maestría por su monitor Paco Olalla. Estoy convencida de que en nuestro taller, “vuelan los ángeles a sus anchas” impregnándonos de su armoniosa sonrisa, “las hadas” emplean a tiempo completo su “varita mágica”, “los gnomos” nos contagian su buen humor, “los elfos y ondinas” están encantados, y aunque estemos los primeros en su lista por nuestro impecable comportamiento y óptimos resultados, también nos mueve y de qué manera, el pensar en los demás, en ayudarles en cuanto podemos y en saber que el mundo es nuestra casa común, Málaga nuestro “hogar”, y sus habitantes nuestros hermanos. Le doy gracias a Dios por haber encontrado en un recodo del camino, a mis compañeros de Solera, pues ellos, cual “bastón de oro”, me han servido de apoyo en las dificultades. Gracias compañeros por ser un ejemplo de taller, agradeciendo como es natural al Área de Derechos Sociales de nuestro Ayuntamiento, su iniciativa al crear Solera para deleite, información y relax de nuestros lectores que es a quién realmente está dirigida y por quien nos afanamos ilusionados en cada tirada. Ana Sola Loja

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PINCELADAS

La madre

La palabra más bella pronunciada por el ser humano es madre. Lao Tse ¿Que la imagen de la mía ya no se refleja en mi retina?… Normal, y eso que importa. Ella permanece indeleble, nítida, hermosa, espléndida, clara y luminosa para los ojos de mi alma, para los verdaderos; y tengo la certeza de que me sigue contemplando atenta con los suyos para que el vaivén de los años no me haga nunca zozobrar en este mar encrespado y lleno de peligros que es la vida. ¿Qué es el tiempo? Algo inexistente que rige nuestra estancia en el planeta azul que es La Tierra. Pero no fue algo que El Creador instalara para que rigiera nuestra trayectoria. Nuestra madre vive a nuestro lado en un eterno presente, y así continuará por siempre.

Todo lo que soy se lo debo a mi madre. Abraham Lincoln Ella a mí me dio el ser, toda madre se lo da a su hijo, me modeló enseñándome todo lo que necesitaba para ser forjadora de bienes en mi relación con los hermanos del planeta sin discriminación en ningún sentido. Me inculcó vivir en estado de AMOR. Como Dios nos comprende y no es un ser hecho con nuestra limitada inteligencia, estoy segura de que cuando percibe que al hablarle a ella, como lo hago larga y asiduamente, los siento como fundidos en un solo ser, hasta “sonreirá” complacido dándome su aprobación. Estoy segura. Ambos me comprenden, recibo emocionada la dulzura de sus miradas, y es tan profundo y verdadero mi

sentimiento, que las lágrimas me brotan alegres sabiéndolos siempre a mi lado procurando mi bien. Cuando una mujer concibe a un hijo y lo percibe dentro de sus entrañas, deja de pensar en ella para dedicar su fuerza, su delicadeza, su dulzura y la plenitud de su ser, a ese diminuto principio de vida que late ya dentro de su vientre. Ya son dos en uno, ya la figura de ella se difumina para irle dando nitidez, energía y preponderancia a la de su hijo. Para ella ha salido el sol de los soles.

La más bella palabra en los labios de un hombre, es Madre, Madre mía. Khalil Gibran El comercio, en su propio beneficio, señaló “el día de la madre”. Pero la madre no tiene un día, los tiene todos, posee todos los minutos, instantes y momentos de nuestra existencia.

El corazón de una madre es un abismo profundo en cuyo fondo encontrarás siempre el perdón. H. de Balzac Termino mi semblanza de hoy dedicada a felicitar a las madres en su día, con el: Evangelio de San Lucas (11,27-28)

Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron. Ana Sola Loja

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~ Mi mesa camilla ~

Por Nono Villalta

Confidencias

No conoces bien a un hombre hasta que se derrumba

Pocas historias de amor he conocido tan impresionantes como la mía. Y he conocido muchas, aunque casi todas de oídas, porque durante algún tiempo no me perdí el consultorio sentimental de una emisora de radio. A veces algunas personas que intervenían -la mayoría mujeres- no decían cosas excesivamente inteligentes, debo reconocerlo, pero sus consultas parecían sinceras y, lo que es más importante para mí, resultaban entretenidas.

Con el tiempo aprendí algunas cosas sobre el amor. Quizá, después de todo, sea ya una entendida en este asunto. No ha sido siempre así. He padecido, como cualquier mujer, el machismo reinante. La indulgencia, la impertinencia, la vulgaridad, la pura y simple zafiedad del macarra de turno marcando terreno y aturdiendo hembra. Me he sentido incomoda e insegura. Ya no. Afortunadamente me he vuelto una persona muy positiva. Es lo que profundamente soy, por mucho que el mundo, ahora, amenace con quebrarme. Siempre he sabido sobreponerme a las dificultades. Me casé joven, no había cumplido los veinticinco años, con el único novio que tuve. Entonces Elías me pareció el hombre más maravilloso que podía existir. El tiempo se ha encargado de revelarme lo equivocado de mi decisión. Me deshice de él. Yo era, y aún sigo siéndolo, una mujer atractiva. De pelo liso y castaño, ojos también castaños con algunos matices de verde. Mis facciones las considero muy correctas, rayanas en la perfección, cuerpo menudo y ágil, muy consciente de mi encanto natural. No soy chismosa. Me agrada prestar atención a las conversaciones que escucho en el restaurante o en cualquier otro sitio público. A través de ellas imagino vidas que no conozco, sin saber si alguna vez me

atreveré a escribir un libro de microrrelatos, o recurriré a alguien que sepa escribir para que les dé una forma digna. Se aprende mucho de la vida si se sabe escuchar, si se sabe observar, para ello hay que conformarse con lo ínfimo, con esas frases captadas en la caja del supermercado, mientras sirven un plato en la mesa de al lado, en la cola del autobús. No hay que ensimismarse en la conversación ajena, por muy interesante que esté siendo. Solo un fragmento. En eso consiste el mérito. Después entró en mi vida Oscar. Me había encontrado con un hombre herido y le había querido consolar, amparar. Eso es lo que pido para mí y lo doy por si acaso me lo devuelven. Debo reconocer que tenía sus rarezas, una de ellas era pasearse desnudo por el piso, contento con su cuerpo que admiraba en todos los espejos de la casa. Un día me visitaron unas amigas y siguió desnudo.

- ¿No puedes ponerte algo? -le dije. - De acuerdo. Se puso un pareo. Nono Villalta

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Naturaleza viva MI MESA CAMILLA

En España, el fútbol tuvo a Ricardo Zamora, la medicina tuvo a Ramón y Cajal, la radio tuvo a José Luis Pecker, el humor tuvo a Gila y los olmos que hay en el pueblo o aquellos abejarucos que ya no están, tuvieron a Félix Rodríguez de la Fuente. Para entender lo que significó este hombre solo tenemos que recordar sus programas sobre la naturaleza: le valía con un polluelo, un buen guion, una tele en blanco y negro y los niños. El día que echaban “El hombre y la tierra” en la vieja tele Philips, todos los chavales corríamos a casa para sentarnos alrededor de la mesa camilla. Empezaba con una sintonía trepidante, que lo mismo te trasladaba a un libro de Salgari que te incitaba a adentrarte en el Amazonas. Duraba solo media hora. Y menos mal. Porque al terminar de verlo regresábamos a la calle más animales todavía. Pero también menos bestias. Notabas entonces que olías a lavanda y a campo y tus andares eran más recios que de costumbre. Gracias a Félix supimos que los lirones tenían careto; que un águila —qué te apuestas a que sí— podía lanzar al vacío a un rebeco; lo importante que es sentarte a mirar en el campo; la capacidad de asombrarnos; por qué es bueno mojarse y mancharse de barro; y también supimos que el lobo, en contra de la opinión de Caperucita y de la prensa, no era tan malo como nos habían contado. A partir de entonces una niña podía ser conservadora en un zoo. Otra estudiar veterinaria y era capaz de cuidar un oso. Un niño quería ser cámara y grabar la estampida de una manada de cebras. Todo eso bullía en nuestro cerebro después de ver sus programas. Nos sentíamos como Tarzán o Indiana Jones juntos. Daba igual que te llamase tu padre o tu abuela, lo cierto era que solo íbamos sin rechistar cuando acudíamos a la llamada de Félix Rodríguez de la Fuente. Este año habría cumplido 90 años. Fue una desgracia que con 52 años se estrellara con su avioneta mien-

tras preparaba un programa. Hoy, la mayoría de nosotros formamos parte de ese pequeño ejército que, el día de mañana, se valorará como un ejército heroico. «El ejército —decía Félix— de los que un buen día dijeron que había que hacer algo para proteger a una Madre que no se queja, que nos ha dado todo lo que tenemos y…, a la que estamos matando». Nono Villalta

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~ La Marmita de Lola ~

Por Lola Narváez

Monda

A medio camino entre el valle y la sierra, protegida de los vientos por un cerro en el que se alza el Castillo de la Villeta, se encuentra Monda, cuya belleza la hizo merecedora de ser declarada Paraje Pintoresco en 1971. Catalogada además como Sitio Histórico y Bien de Interés Cultural, en esta villa de paisajes y leyendas se conservan valiosos restos de sus antiguos moradores, como un asentamiento de la época ibérica. También se puede disfrutar en Monda del resto de calzada romana y medieval más interesante de toda la Sierra de las Nieves, situada a 700 m. del pueblo. La villa está ubicada en un terreno montañoso inmerso en la llamada hoya de Málaga y se columpia en la espina dorsal de la Costa del Sol. Dista de Málaga capital 44 km. Su núcleo urbano está a 370 m. sobre el nivel del mar. La economía de este pueblo se ha basado siempre en la agricultura (olivos, almendros, cítricos, cereales y hortalizas). En la plaza de la Constitución, que ordena su conjunto urbano, se levanta la iglesia de Santiago del siglo

XVI. Se puede ver el puente del arroyo de la Teja, de un solo arco y de origen romano. Está situado a la salida del camino de Coín sobre un pequeño arroyo de apenas 300 m. de longitud, que nace en un lugar cercano llamado Fuente de la Teja. A unos 500 m. se encuentra El Calvario, edificio de gran sobriedad, ejemplo de la arquitectura malagueña del dieciocho. Como complemento de esta edificación se relacionan tres cruces ubicadas en la sierra, son las cruces del Agua, de la Sierra y de Caravaca. A ellas van en peregrinación los mondeños en cumplimiento de alguna promesa y las adornan con flores. En su gastronomía encontramos la sopa de tomate, sopa de carne de chivo, potaje de garbanzos, y en dulces, roscos de miel y de vino. Sus fiestas del 16 al 18 de agosto en honor de San Roque, patrón del pueblo. Lola Narváez

LA MARMITA DE LOLA

Roscos de vino DE MONDA Cuenta la tradición de nuestros pueblos que hace muchos años, se colgaba en la puerta de la amada pretendida por el mozo una retama fresca en señal de amor sincero y respeto hacia su familia. Si esta declaración era correspondida con el favor futuro de la moza, en rúbrica de aceptación de la familia hacia el pretendiente, se preparaban unos roscos que comían en la cita en la que entraba el joven por primera vez

en casa de su futura esposa. Por este motivo, cuando no conseguimos acertar con la gracia de nadie ni somos correspondidos con el amor que derrochamos, decimos que no nos comemos un rosco en señal de fracaso total. Como no quiero que se marchen sin comerse un rosco de estas páginas, les dejo la receta de los roscos de vino de Monda.

: es t en i d e r g n I

dulce harina de 500 gr. De canela radita de a h c u c ia Med clavo radita de a h c u c e d a Una punt molido e cerdo manteca d el e D r. g 0 0 n 2 un poco e calentada s a microond oscatel o dulce m in v e D l. c 125 azúcar 100 gr. De ís seco 15 cl de an tado ésamo tos s e D r. g 0 3 de 1 limón Ralladura

Elaboración:

Poner la harina en una fuente, agregar la manteca y el resto de ingredientes e ir amasando para que todo se integre bien. Una vez amasada tapar y dejar reposar una media hora. Ir cogiendo porciones de masa, hacer una bola y con los dedos hacer un agujero en el centro, quedará el rosquito listo. Disponerlos en la bandeja de horno al que le pondremos antes papel de hornear. Cocer a 180¨ unos 20 minutos. Rebozar con azúcar glas. (Saben a Navidad). Lola Narváez

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~ De todo un poco ~

Por Paqui González

Tiempo para reflexionar A lo largo de nuestra vida, ocurren cosas que nos marcan, pero siempre sacamos algo bueno de ellas y aprendemos de los errores. Una vez leí, que “Nada pasa por casualidad, que todo en la vida tiene una explicación, y que todo tiene una razón de ser, aunque a veces no veamos el motivo aparente.” Por ello aprendemos cada día algo nuevo, que nos ayuda a parar los golpes por muy duros que estos sean. Así nos vamos haciendo más fuertes para luchar contra todo cuanto nos venga a lo largo de nuestra estancia en la tierra. Esta vez nos ha tocado vivir un confinamiento que nadie esperaba, por culpa de un diminuto virus que ha puesto al mundo boca abajo. Durante este tiempo hemos podido reflexionar, sobretodo de cómo somos, de cuánto tuvimos y el mal uso que le hemos dado a nuestras vidas por culpa del egoísmo del ser humano. Hoy, creo que hemos aprendido a convivir con nuestros vecinos, nuestras parejas, nuestras familias, aunque en muchos casos no hayamos podido abrazar a quienes más queríamos… Muchos se han quedado en el camino muy a nuestro pesar, pero siempre estarán en nuestros corazones. Tantas horas en casa encerrados dan mucho para pensar y reflexionar, por lo que hemos hecho muchos proyectos y propósitos, para tenderle la mano a los demás, ahondando en nuestro interior, sacando lo bueno que tenemos dentro y nunca supimos valorar

Desde aquí, quiero dar mil gracias a todas aquellas personas que han hecho posible que saliéramos adelante con su trabajo, muchos desinteresadamente, otros por su obligación, pero todos han sabido luchar en su frente para que no nos faltase lo más esencial para seguir viviendo. Como la lista sería interminable, quiero dejar un Abrazo muy grande a todos y cada uno de ellos. Paqui González

DE TODO UN POCO

Los sueños, sueños son

Anoche mientras dormía, tuve un sueño maravilloso, soñé que las calles de mi pueblo se llenaban de gente al atardecer.

Corrí por el sendero que llevaba hasta la playa, y pude ver como el sol se ocultaba en el horizonte dejando un bonito espectáculo dorado sobre las aguas, éste poco a poco se fue perdiendo, hasta dejar un cielo iluminado sólo con su resplandor, que fue tornándose de bellos colores hasta adquirir un tono turquesa suave, que dio paso a una luna brillante que salía como de puntillas tras la torre de la iglesia, iluminando uno de los pueblos más bonitos de Andalucía: Salobreña. Sentía por el camino la brisa en mi cara, y era feliz contemplando aquel bonito espectáculo. Al llegar a la orilla de aquella playa, caminé por la arena mojada dejando que mis pies se hundieran en ella, sentía una maravillosa sensación con aquel frescor en mis pies cansados, y no quería dejar de caminar. De pronto un ruido extraño me despertó, la ventana que había dejado abierta se cerró de golpe por el viento, y un aire húmedo dejaba caer una fina lluvia mojando los cristales. Todo había sido un sueño, un bonito sueño que me había hecho sentir feliz por unos momentos, ya que me encontraba sola en mi cama, el frio que sentía al mojar mis pies en la orilla, no era más que el agua que entra-

ba por la ventana a causa del viento. Mi cuerpo se estremeció y un escalofrío me recorrió de pies a cabeza.

Entonces recordé a aquel escritor que dijo en su obra: La vida es sueño, y los sueños, sueños son… Me levanté de la cama y casi a tientas me acerqué a la ventana, no se veía a nadie, de pronto un relámpago iluminó la calle vacía, la fina lluvia se había hecho torrencial y cubría las aceras. Por la luz del relámpago vi que algo se movía en la velocidad del agua… era una cestita con algo dentro que gemía por el susto. Casi sin pensarlo abrí la puerta y me acerqué a aquella cosa que iba calle abajo. Lo cogí sin mirarlo y entre en casa, después de quitarme el camisón empapado, saqué de la cestita algo parecido a una maraña de lana mojada, lo sequé y acerqué a mi cuerpo envuelto en una toalla. Al cabo de un rato se había restaurado la línea telefónica y la luz, yo, entre mis manos tenía aquella cosita que me miraba con ojos de asombro y gratitud por haberlo salvado de aquel rio que iba calle abajo. Desde aquel día es mi compañero inseparable, pues es un perrito blanco con un lunar negro en un ojo, que juega conmigo y me espera en la puerta cuando vuelvo del trabajo. Por cierto le llamo Moisés. Paqui González

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LA BRÚJULA

~ La Brújula ~

Por Mercedes Sophía Ramos

Mi fanatismo y yo

Si hacemos una reflexión meditada podemos observar sin demasiado esfuerzo una serie de contradicciones que los humanos practicamos con bastante frecuencia, podría escribir sin parar bastantes páginas con ejemplos que ilustrarían esos comportamientos asimétricos en donde no coinciden nuestras opiniones y aseveraciones públicas con nuestro criterio interior y posteriores actitudes, igual ese proceder obedece a unos patrones previos dignos de ser examinados por un psicoanalista.

Para empezar nuestro yoismo general se ha vuelto viral y contagioso en casi toda la humanidad, es así, nos gusta destacar y nos gusta comentarlo sin esperar que las demás personas sean las que engrandezcan nuestras virtudes, es como airear constantemente los favores piadosos que hacemos por los demás, con las redes sociales se ha multiplicado ese proceder y esa costumbre prolifera como la pólvora. Entre los ejemplos observados tenemos a los padres que desean que sus hijos sean lo que ellos no fueron y atosigan a sus hijos haciéndolos a su imagen y semejanza y despojándolos de su personalidad. En otra de las miradas críticas y pasando a otro tema diametralmente distinto tenemos a los viajeros que visitan lugares vírgenes y salvajes y se jactan de opinar públicamente la gravedad que tienen esos lugares en convertirse en un aglomerado turístico infinito cuya única persona autorizada y que puede pisar exclusivamente esos sitios maravillosos es él mismo, en esas contradicciones nos encontramos con el fanatismo exponencial que muestra nuestro ideario extremo como el mejor de entre todas las posiciones y aún sabiendo que nos podemos equivocar seguimos mantenidos en nuestra base tambaleante e insegura. Lo mismo si aceptáramos nuestros errores todo sería más fácil. Hace poco conocí a una anciana que no entendía de errores ni aciertos pero sí de su profundo amor y respeto por la humanidad y sus seres vivos, ella no tenía nada material, su única riqueza era solo eso. Mercedes Sophía Ramos

LA BRÚJULA

Informaciones y vídeos En estos días de tristezas y espanto seria bueno acogernos a pensar en otras cosas distintas a la realidad, entre ellas lo mejor es crear imágenes bellas en nuestro imaginario o dedicarse a realizar aquello que nos atraiga. Básicamente es un reto personal y único de nuestro propia iniciativa, regodearse morbosamente en la situación no sirve de nada, si al menos sirviese se podría entender tantas opiniones contradictorias, tantas noticias superfluas, tantos bulos efervescentes y tantos vídeos enviados a cientos sin ser pedidos ni reclamados, es como un festival sin fin que a veces supone embotar la mente sin ton ni son. Es una auténtica carrera sin meta que compromete sin pudor a las demás personas cuya intención nunca fue demandar tanta información, quién da más y quién manda más, esa parece la consigna general que siendo penosa no es menos aburrida, la pregunta seria ¿qué o quiénes? ganan con ese bombardeo diario, es como si creyesen que las personas no están bien informadas o fuesen lelas, está claro que esa vorágine de envíos diarios es practicada sin mala intención y que es generalizada por la mayoría, cuanto menos es curioso ese afán infinito de informar a otros de mil maneras posibles, tal vez para algunas personas les pueden servir como entretenimiento, evidentemente debe ser un fenómeno colectivo y social digno de estudiar a fondo, seguro que debe tener una explicación científica que no se describe con exactitud y que aún no se ha descubierto. Por otro lado, el divino tesoro del tiempo se derrocha en atender motivaciones que han creado otras personas que ni siquiera conocemos ni conoceremos, es todo raro sobre todo cuando nos percatamos que algunos vídeos e informaciones son absolutamente tendenciosas y reveladoras de otras cuestiones ajenas a lo que se pueda interpretar. Todo puede ser un negocio y posiblemente lo será, pues si pensamos detenidamente ¿quiénes elaboran esos millones de vídeos y los lanzan dentro de Internet?

Nada es casual ni gratuito todo está minuciosamente estudiado, la informática elabora arquitecturas donde prima un interés claro y conciso, están los algoritmos que identifican todo sobre los usuarios de un modo poco claro, luego los datos de los dispositivos que se agotan y cuestan dinero y a más tráfico de informaciones más se consumen, además de saturar la memoria de los móviles pues aunque sean borrados siempren quedan huellas, de ahí que un móvil al uso no suele durar más de tres años, antes eso era impensable ya que se cambiaban después de bastantes años y se reemplazaban estando todavía operativos y en buen estado. Sabiendo las tramas económicas de las grandes plataformas para obtener sus réditos existen grupos de intelectuales que hace mucho tiempo decidieron eliminar las aplicaciones de intercambios directos tipo WhatsApp u otras. Lo mejor es seleccionar y dosificar los envíos siempre que nos sean solicitados, ese reflejo simultáneo sería lo ideal. Por tanto, hemos de ser precavidos y adelantarnos a sus planes lucrativos borrando todo aquello que resulte sospechoso. Mercedes Sophía Ramos

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DE ESTO Y DE AQUELLO

~ De esto y aquello ~

Luna

Por Leonor Morales

“El amanecer llega después de la oscuridad” Lisa Wingate

Ella pensaba en su numerosa familia. Era una gran familia en cantidad y, estaba convencida, que también en calidad humana. Fueron cinco hermanos, Ella era la única chica. Fueron niños de la guerra y la posguerra. Sus padres, maestros de escuela, los sacaron adelante con mil sacrificios, y a todos les dieron “una carrera.” Cuando empezó la Época Oscura que cambió el rumbo de la humanidad, dos de sus hermanos ya habían muerto, pero habían dejado, además de dos viudas, una nutrida descendencia de hijos y nietos. Ella también estaba viuda y tenía dos hijos solteros ya mayores. A falta de nietos sus sobrinos le habían regalado veintiocho sobrinos-nietos, entre niños y niñas. Durante la Época Oscura los pequeños núcleos familiares surgidos dentro de la gran familia, andaban diseminados por diversos lugares del suelo patrio, pero se comunicaban con frecuencia por teléfono y mediante un grupo de whatsap en el que aparecían todo tipo de comentarios sobre actualidad, política, acontecimientos familiares, vídeos reenviados más o menos interesantes… Como eran tantos, siempre había alguien a quien felicitar santos o cumpleaños. A veces también concertaban grandes reuniones familiares en vivo y en directo. ¡Cómo las disfrutaban! En la Época Oscura tuvieron que llevar a Urgencias a su hermano Julián, el patriarca de la familia soriana, por un problema pulmonar. Lo ingresaron y… murió al cuarto día de su ingreso. En la Época Oscura los familiares no podían acompañar a sus moribundos. Era tan triste que parecía irreal. Cayó sobre la familia una oscuridad aún mayor y el whatsap se tiñó de luto.

A veces la vida tiene compensaciones que alivian las penas. A los pocos días de morir el abuelo, nació una preciosa nietecita: Luna. Vino en la madrugada de aquella noche mágica, iluminada por una preciosa luna rosa, de ahí el nombre de la pequeña. Para Ella era la sobrina-nieta número veintinueve, pero ningún otro nacimiento le había producido tanta emoción, ni le había removido tanto las entrañas como el de la pequeña Luna. ¡Cuántas emociones encontradas! Eran unas circunstancias tan extrañas… Todo tenía un toque de irrealidad. Luna no era solo una sobrinita más, era todo un símbolo: Era una luz que venía a iluminar la Época Oscura que se estaba viviendo. Cada generación que se retira, deja paso a la que viene detrás, y el abuelo se había retirado para dejar sitio a esta Luna resplandeciente. De una Época Oscura, siempre surge un Renacimiento; una humanidad nueva más madura, más sensata, más humana. Se ha aprendido a valorar las cosas aparentemente simples que se tenían antes de la oscuridad y a saber cuál es nuestro verdadero sitio en La Tierra. Sí, las épocas oscuras suelen despojar a los inteligentes humanos de su arrogancia y su prepotencia. Dejemos que todas las Lunas y los Luceros nacidos en esta Época Oscura sean nuestros guías, impregnando con su luz, su ternura, su alegría y su inocencia, el Renacimiento que se vislumbra al final de la oscuridad. Que la Sensatez y el Amor sean siempre con todos nosotros. Amén. Leonor Morales

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DE ESTO Y DE AQUELLO

Pinocho

Seguro que en muchas casas, estos días, se han leído y se han contado muchos cuentos. Gracias a Dios, a pesar de las maquinitas electrónicas, a los niños siguen gustándoles. Y alguna vez habrá salido a relucir un simpático personaje: Pinocho. Era un muñeco de madera. El señor Gepetto lo había hecho con tanto amor como si de un hijo se tratara y como tal lo consideró. Era un muñeco singular, pues hablaba y se comportaba como si fuera un niño de verdad. Hasta iba a la escuela con su mochila cargada de libros. Pero Pinocho no estaba satisfecho, él quería ser eso: un niño de carne y hueso, una persona. Ser persona requiere tener ciertas cualidades: de rectitud, de moralidad, de optimismo y resistencia ante las adversidades, de empatía… Pinocho tenía un defecto: Era un mentiroso. No podía disimularlo porque cada vez que mentía le crecía la nariz… Cuando Pinocho dejó de mentir y cuando después de pasar con valentía por situaciones adversas adquirió muchas de las cualidades que una persona debe poseer, entonces, Pinocho, se convirtió en un niño de carne y hueso, haciendo feliz a su papá, que ahora sí tenía un hijo- persona, no un hijo- muñeco. En este mundo hay muchos mentirosos con aspecto de personas. Los hay en todos los estamentos, de todas las edades, razas y condiciones sociales. No

os dejéis engañar. No son personas, las personas de verdad no mienten. Son muñecos que pueden hacer más o menos daño con las mentiras según sus intenciones y el poder que ostenten. En Las Redes abundan los muñecos que aparentan ser lo que no son y tener lo que no tienen para que los demás los envidien y los tengan en cuenta. ¡Pobres!… Pero si cambian su personalidad para estafar de una u otra manera al prójimo, pueden llegar a ser muy peligrosos. ¿Y en la Tele? ¿No hemos oído mentir a políticos prometiendo lo que luego no cumplen, o empleando medias verdades sobre asuntos espinosos, o falseando algún dato…? Mienten algunos comunicadores. Se miente en la publicidad, en las finanzas, en el comercio y hasta en la ciencia (seudociencia) y el arte (seudoarte) Algunos lo hacen con tanta sutileza que piensan que no se entera nadie, pero la nariz del mentiroso siempre acaba asomando. ¡Ya lo creo!

Leonor Morales

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CONTRACOSTUMBRE

~ Contracostumbre ~

Por Isabel Pavón

Día Mundial del Ambiente Cinco de junio

El día Mundial del Ambiente fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas, en su Resolución (XXVII) del 15 de diciembre de 1972 con la que se dio inicio a la Conferencia de Estocolmo, Suecia, cuyo tema central fue el Ambiente. Se celebra desde hace 47 años. La fecha elegida para su comienzo fue el 5 de junio de 1973. Su misión principal es concienciar a gobiernos y personas particulares en beneficio de un futuro más próspero al cambiar de actitud, principalmente, respecto al trato que damos a la Naturaleza, bien común de la humanidad. En nuestros días, se siguen realizando vertidos tóxicos en contra de las leyes establecidas: http://elpais.com/tag/ residuos_toxicos/a/ Para ilustrar la parte positiva de esta celebración, he elegido un texto recogido en el libro Dentro del Tiempo, Memorias de una tregua, publicado por Litoral y escrito por Dionisio Ridruejo. Deseo que la hermosura de su contenido nos anime, aún más, a colaborar con esta causa. UNO DE JUNIO Verdaderamente la creación —tendría que torcer mi espontaneidad, mi naturaleza, para llamar naturaleza a la creación — tiene instantes de gloria. ¿O no son instantes de ella que palpita y reluce siempre, sino instantes de nuestros ojos, generalmente ciegos? Esa gloria de la creación me toma cuando, subiendo a la montaña, vuelvo a vivir el tránsito raudo de la primavera al estío. Una primavera ya madura, un estío aún tierno, sin razón, sin el patente temor de su mortalidad. He visto aparecer esa gloria en lo alto del Montseny, cuando el viento se llevaba — blancas, redondas— las últimas nubes. Allí en los prados, con hierba alta y las advierte al tomarlas, al individualizarlas ya cerca de la pupila. En los prados, de los que se alzan como innumerables e invisibles puntas de diamantinas agujas, los cantos de los grillos. Allá arriba, con millares de pájaros que enseñan a volar a sus crías, bajan a los

Foto: Mari Carmen Fernández

valles del trigo y el centeno y regresan a las encinas copudas, a los pinos y a los cipreses, a los castaños, olmos y robles, haciéndose ensordecedores. Con las abejas —virgilianas, pero de ahora mismo — que zumban con aquel orden que parece tan vagabundo y con aquella diligencia que parece tan ociosa y tan lúcida. Todo, hasta la simple y majestuosa proporción de las masas de las montañas, se exalta, tan lleno de vida, tan fervorosamente actual que parece colmar en su acto todo el anhelo del ser. Hay instantes de gloria así, por abundancia, como los hay también por desnudes, cuando el anhelo está abierto del todo al infinito como la rosa que va a deshojarse. Y hay instantes así en cualquier estación y en cualquier sitio y en cualquier día. Haciendo consistir aquello en un don milagroso. Pero aún aquí y ahora, se añade algo — porque se limita algo — a la realidad de aquella gloria. Al esplendor original y gratuito se junta otro esplendor puesto y logrado por el esfuerzo. El hombre es ahora un poco más divino porque puede ponerse a contemplar lo hecho, su obra sutilmente entreverada con la obra de Dios. Es ya el momento en que se manifiestan — aún no se recogen, aún queda un punto de zozobra — los frutos de la tierra cultivada. Isabel Pavón

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CONTRACOSTUMBRE

Casa coronada

Algo entrañable ha vuelto a casa. La rutina ha estallado por los aires y, más que entristecerme, me complace. Gozamos de una relación ancestral que en la actualidad casi se encontraba moribunda. Vivimos días que contienen una magia especial, no me lo explico. No es que los problemas que acarrea la vida hayan desaparecido, no, no es eso. Están ahí intactos. Es más, continúan esperando soluciones porque forman parte de nosotros. El estado de alarma que nos ha recluido, ha coronado la casa, nos ha traído risas por cualquier cosa, risas en su mayoría tontas. Han vuelto las confidencias. Se nos han refrescado los recuerdos. Han brotado las palabras, la complicidad casi perdida. Ha puesto todas las manos a la obra en un hogar patas arriba. La olla grande, hirviendo sobre la candela. El fregadero lleno. Los vasos por doquier. Los cuartos embarullados. Nos ha surgido, además, la paciencia compartida. Si antes la convivencia se disfrutaba a sorbos pequeños y con prisas, ahora, debido al enclaustramiento, los tragos son largos y tranquilos. Lo único que importa es permanecer en el refugio de la vivienda que imaginamos sin vecinos, sin calles y sin semáforos. Refugio que inventamos perdido entre lejanas montañas, rodeado de árboles gigantescos que impiden los caminos. Imaginamos que estamos arropados por el calor atrayente de una chimenea en la que, ni de día ni de noche, le faltan las candentes brasas. Sé que llegará el momento en que cesará el estado de alarma. Cesará la información pertinaz y abochornada a todas horas. Cesarán los dimes y diretes. Pasarán

al olvido las contradicciones. Nos olvidaremos de salir a aplaudir a la terraza por causas que nunca antes se nos hubiesen ocurrido. Sí. Regresará la normalidad tan erróneamente deseada; los horarios; las salidas y regresos del trabajo; el trajín de la compra. Recuperaremos los paseos al aire libre; las bullas por la falta de tiempo. Los almuerzos fuera los fines de semana. Todo volverá a ser como antes. Pero en mi memoria quedarán grabados estos días de reclusión; estas jornadas en las que hemos permanecido atados unos a otros con lazos de dulzura; el buen humor que se ha instalado y produce la tan sutil borrachera de bromear juntos sin causa; el tener la casa llena a todas horas de cuerpos y de sombras. Quedará. Quedará todo esto y será rememorado cuando nada de esto vuelva a quedar; cuando de nuestro ambiente se desaloje este puñetero virus. Quedará el “no te levantes que yo preparo el café”; el “busca tú en los cajones el chocolate para derretirlo en el pan”; el “yo lo ordeno en un segundo”; el “¿de quién es esto y quién lo ha puesto en mi sitio?”; o el “échate para allá y haz hueco que no quepo”. Frases tan antiguas que vuelven a resonar como parte activa de la vida cotidiana. Nos quedará viva la imagen de contemplar juntos la lluvia tras la ventana, admirados, como si el sublime fenómeno se manifestase por primera vez en el mundo. Isabel Pavón

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ABECEDARIO

~ Abecedario ~

Jajajajajajaja. No amigos, no me río de nadie, es que me ha tocado hablar sobre la letra j, y lo primero que me ha venido al pensamiento ha sido una larga carcajada. Y también me alegro del encargo, porque uno de los bailes más españoles es la jota, que yo diría que se canta y se baila en todas las regiones españolas. ¡Y qué letras más graciosas tienen las murcianicas de mi querida tierra!

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Ana Sola y Maritina Romero Ruiz

Pensé, en mi inocencia, que la Real Academia la había castigado precisamente por ser tan pocas comparadas con las demás. Encima supe que los romanos casi no usaban la pobrecita K. Preferían usar la C (Ca, Co, Cu) o la letra Q (Que Qui ) para este sonido. Así que en castellano se usa en palabras griegas como (kilo) o extranjeras como: Karate, Karma, Kaki, Karaoke, Ketchup, Katiusca, Kamikace, Kilómetro, etc. En griego, esta letra se llama Kappa, pero en castellano se eliminó la terminación pa.

A mi abuela le queda solo un colmillo, donde mi abuelo cuelga los calzoncillos.

Los primeros alfabetos fueron de origen cananeo, inscripciones encontradas en la península del Sinaí, que fue conquistada posteriormente por Egipto.

Todos los hombres son falsos, lo digo porque lo sé. Y si algunos me está oyendo también lo digo por él.

Volviendo a la letra J, es la décima del abecedario. En Extremadura, Andalucía, Canarias y en algunas zonas de Hispanoamérica, se pronuncia como una h aspirada.

A mi suegra la traigo facturá en un cajón, el que quiera ir por ella le regalo el talón.

Su nombre en español es femenino, y su plural jotas. Es una consonante labial y su vecina es la K.

Al saber que me tocaba hablar sobre la j y la k. mi pensamiento me llevó a dedicarle un respetuoso recuerdo al malogrado John F. Kenedy. Cuando de pequeña mi madre, como buena maestra que era, empezó a enseñarme el manejo del diccionario, lloré cuando legué a las páginas de la letra K.: ¡Pobrecilla! me dije, todas las letras con tantas pàginas, y ella con tan pocas y encima palabras que en su mayoría ni las conocía, ni las había oído nunca. Son raras y no son de aquí. Y como los niños somos así, me pasaba el día repitiendo alguna de ellas cuya fonética me hacía gracia, hasta que mi padre me reprendía y me hacía callar.

Es una transformación de la i, eso explica que también tenga punto arriba. En griego se la conoce por iota. El nombre actual ”jota”, puede haber sido tomado de la iota griega, aunque coincide con nuestro alegre baile. El sonido de la j es el mismo que tiene la g cuando antecede a las vodales “e” e “i”. Así “injerir” tiene el mismo sonido de “ingerir”( introducirlos en el estómago a través de la boca). Ingerir es meter una cosa en otra. También quiere decir entrometerse en un asunto ajeno, algo muy común cuando cotilleamos. Ana Sola

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ABECEDARIO

L M LAS LETRAS DE SU NOMBRE Leo deslizó los dedos sobre el papel, le pareció muy suave. Después mojó el índice en la pintura roja y se puso a trazar líneas caprichosamente. De repente, como si añorara la dulzura de un abrazo, comenzó a dibujar líneas redondas y envolventes que avanzaban deprisa para luego retroceder. Se imaginó las olas del mar y los paseos por la orilla de la mano de su madre. Más tarde quiso jugar y arrastró el dedo hasta rozar el borde superior del papel, dio la vuelta y regresó enseguida para seguir deslizándose. Le pareció divertido, como si resbalara por el tobogán gigante del parque acuático. La maestra se acercó a la mesa: — Muy bien, Leo — dijo. Ahora fíjate bien, voy a dibujar la “ele”, la letra de tu nombre. Leo observó el movimiento de su mano en el aire, mojó el dedo en el color azul que tanto le gustaba y esta vez le salió una “ele” muy alta y esbelta. A la maestra le gustó. Lleno de energía se dedicó a rellenar el papel de “eles” preciosas, cada una de un color diferente mientras las juntaba con las vocales: la, le , li, lo, lu. Recordó el juego al que tantas veces jugaban en clase: Veo, veo... y dijo luna y dibujó una luna redonda y sonriente; dijo Lola y dibujó a su hermana pequeña. Así estuvo hasta que llegó la hora del recreo. — Mira, mamá: la letra de mi nombre — explicó Leo mientras le enseñaba los dibujos que había hecho aquel día en el colegio. Mamá terminó de remover el Cola-Cao, se sentó a su lado y los observó atentamente: — ¡Me encantan!, son muy bonitos y están muy bien hechos — dijo. — ¿Y sabes también la letra

de mi nombre? — añadió mientras lo miraba con ojos risueños. — Sí, es la “eme” de mamá, pero esa todavía no la hemos dibujado — contestó Leo un poco enfurruñado. Cuando terminaron de merendar mamá empezó a canturrear una canción: “Un puente, dos puentes, tres puentes, ¡ya! Con la eme subo y bajo, con la eme, eme...” — Mami, enséñame esa canción — le rogó el niño. Mamá terminó de recoger las tazas de la merienda y le dio un folio a Lola. La niña había cogido el bote de ceras y estaba pintarrajeando la mesa. A continuación se sentó junto a Leo, cabeza contra cabeza, trazó en el aire la letra “eme” a la vez que cantaba y luego guió su dedo índice, muy despacio, sobre la tersa superficie: un puente, dos puentes... , ¡ya! Leo se separó de su madre, tenía los ojos brillantes. Gritó: “Yo solo”. Y se puso a rebuscar entre los lápices de cera hasta encontrar el que tenía la punta más fina. Estuvo un rato probando hasta que pensó que le había salido bien. Entonces, le dio la vuelta al folio y dibujó dos “ma” dándose la mano. Era la primera vez que escribía una palabra: mamá. Le salió grande, ocupaba todo el espacio. Con mucho misterio lo escondió detrás, a su espalda: — Mamá, te he hecho un regalo: ¡toma! Maritina Romero Ruiz

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SALUD

~ Salud ~

Nicanor Sabín

Lecciones del coronavirus

Hace unos meses escribí sobre el coronavirus, cuando este se estaba empezando a manifestar en nuestro país. Una de las cosas que comenté fue, que no teníamos que “preocuparnos pero sí ocuparnos”. Pienso que ahí estuvo el fallo más importante en la gestión de la crisis: Minusvalorar las advertencias de lo que acontecía en otros lugares que creíamos lejanos y no actuar con diligencia ante los primeros brotes. Luego ya vinieron las prisas y las improvisaciones. Creo que la prueba está en los países que si reaccionaron a tiempo y donde las consecuencias han sido mucho menos dramáticas. Pero también hemos visto muchas cosas muy positivas, ya que en los momento mas difíciles salen lo mejor de nosotros mismos.

No pretendo hacer una crítica general, pero si creo que es el momento de analizarlo y aprender la lección: pienso que se aprende más de los errores que de los aciertos. Seguramente han aprendido los políticos y esperemos que de verdad, ya que sus decisiones afectan directamente a nuestra salud y a nuestro bolsillo. Hemos aprendido los sanitarios: conocemos mejor la naturaleza del virus. Sabemos de su letalidad especialmente con pacientes mayores y con otras patologías. Hemos estudiado su fisiopatología y por tanto tenemos más y mejor arsenal para su tratamiento. Hay múltiples equipos científicos empeñados en conseguir una vacuna lo antes posible. Por tanto, en caso de un nuevo rebrote, creo que la atención primaria, ahora sí, se encuentra preparada para enfrentarnos a él , sin llegar al colapso de los hospitales. Yo así lo creo y en ello confío. Pero más allá de lo estrictamente médico, en esta ocasión quiero poner el acento en las lecciones que como persona podemos sacar de esta tremenda tragedia. Vivimos en una sociedad basada en la productividad, el consumo, el

materialismo, el lujo, buscando siempre nuestro goce y satisfacción personal. Pensamos que con nuestros conocimientos científicos, la inteligencia artificial, los famosos big data… podíamos preverlo todo, controlarlo todo, manejar y resolver cualquier problema por grande y complejo que fuese. Sin embargo, ha bastado un pequeño virus, una partícula minúscula (menor de 5 micras), para que en un abrir y cerrar de ojos todo se venga abajo. Pero por otro lado también hemos podido comprobar que hay mucha gente buena, y que de la adversidad salen las grandes virtudes. Hemos visto solidaridad, generosidad, entrega, capacidad de sacrificio, sentimientos de ayuda al prójimo sin miedo sin esperar nada a cambio y en muchos casos con el riesgo de la propia vida. La primera lección que yo me quiero gravar a fuego y que no se me olvide nunca es que no podemos olvidar todo lo que hemos vivido. Pero que no como algo que se queda en la memoria y para contar a nuestros nietos, sino interiorizado, enraizado en lo más profundo de nuestro ser y que se convierta en el motor interior de nuestro espíritu. En segundo lugar, que el universo, la naturaleza tiene sus propias leyes, que no solo tenemos que respetar sino proteger, de lo contrario, acabaremos siendo víctimas de nuestras propias equivocaciones. En tercer lugar, que lo importante son las personas, no las cosas. Querer y dejarnos querer, Hemos podido convivir más estrechamente con la familia: cuántos niños han podido disfrutar horas y horas con sus padres, que normalmente casi ni los ven , o hacen de taxistas para llevarlos y traerlos a las múltiples actividades extraescolares a los que les apuntamos. Hemos aprendido a valorar la importancia de los abrazos, los besos, cosas inmateriales pero reales que llevamos dentro y que siempre y en todo momento podemos compartir, además, al contrario que con las cosas materiales, cuanto más las compartimos más crecen. Nicanor Sabín González. Médico

AIRE ACONDICIONADO

AGENDA SUDOKU

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Mª Carmen Pérez NO Soy una máquina y no pienso más que a través de las decisiones y los programas que me envían tus ideas y mis botoncitos del mando, si yo pensara y tuviera autonomía propia me negaría a obedecer, me negaría a estar operativa para darte mi aire frío y mi ruido infernal. Al final siempre termino igual, no pasa ni una hora cuando ya me están apagando, en el fondo sé que no soy imprescindible y sé que gasto energía inútilmente, sé también que en grandes establecimientos nunca me apagan, a veces género un aire contaminado que previamente me han contagiado por el mal uso y descuido, creo que no sirvo a la sociedad y que no es útil mi servicio, pero se empeñan en usarme, incluso algunos me pagan a plazos y no lo entiendo. Lo único mágico que veo en mí es que genero agua, pero según veo a eso no le dan ningún valor ni importancia por qué será.

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SÍ Apuesto por el aire acondicionado. Los que venimos de un siglo en que el frigorífico era un pequeño cajón con un frágil trozo de hielo, el botijo era el único recipiente fresco y el abanico el ventilador portátil, para nosotros, incluidos los del siglo presente, no tenemos otra alternativa que apreciar el invento. Atrás quedaron las noches de insomnio debidas al terral, atrás los días asfixiantes, atrás los largos viajes bajo un sol de justicia. En cuanto a la salud, hasta en los hospitales y más aún en los quirófanos es imprescindible este aparato para eliminar bacterias y evitar contagios.

Solución

CINE HOGAR

Este thriller estrenado en 2020 ha sido dirigido por los hermanos Álex y David Pastor. Los protagonistas son Javier Gutiérrez, Mario Casas, Bruna Cusí y Ruth Díaz. La trama de esta película es muy interesante. Trata de un ejecutivo publicitario venido a menos que, dadas sus circunstancias, se ve obligado a cambiar de vida y de domicilio, algo que no consigue superar. Logra entrar en su antigua vivienda de lujo con la copia que conserva de las llaves y poco a poco, mediante engaños, se va introduciendo en la vida de la familia que ahora lo ocupa.

Isabel Pavón

LOS LECTORES OPINAN Quiero expresar mi agradecimiento a todo el equipo que hace un magnífico trabajo con Solera. Es interesante, amena, ilustrativa, cercana, y así podría continuar… Recibirla es un premio para todos, pero más aún para las personas que como yo, residimos fuera de nuestra querida Málaga. Sus artículos son interesantes, conocemos personajes, historias, recordamos otras, en definitiva aprendemos y nos hace disfrutar con su lectura. Es el mejor reconocimiento a esta etapa de la vida, donde hay mucha experiencia y también muchas ganas de seguir aprendiendo para mantener viva la ilusión por la vida. ¡Gracias amigos de Solera! En Barcelona, Julio de 2020

LIBROS VIDA Poemario

Vida es la recopilación de treinta y siete bellos poemas de amor publicados por Ediciones del Genal. Su encanto recae en la dulzura de las rimas sin el defecto de caer en un contenido empalagoso. Están escritos por el Licenciado en Derecho Javier Molina Lucas, nacido en Ciudad Real, autor también del libro de cuentos infantiles Fantasías Ilustradas y la novela Hijos de la serpiente. Entre las páginas aparecen títulos como Caricia, Oigo el silencio del amor, Cuando duermes, Jugaremos, Donde nadie sepa y termina con Vida, poema que da título al libro. Isabel Pavón

Fotografía: Alejandro Campoy