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DE TODO UN POCO Australia

~ De todo un poco ~

AUSTRALIA

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Por Paqui González

Hace unos días recibí una carta de alguien que hacía tiempo no sabía de ella, venia de Australia. En aquel momento no me hacía idea de recibir una carta en sobre y papel como hace años recibíamos. Hoy con el whatsapp y los móviles se ha perdido aquel instante mágico de romper el sobre y leer noticias de seres queridos, o de amigos que se encontraban en otra ciudad o país.

Era una gran amiga de mi juventud… cuantas cosas vinieron a mi memoria en aquellos momentos. Habían pasado 50 años y los tenía ahora delante de mí como si de una película se tratase…

Mi vida hubiese sido muy diferente si llego a tomar aquel barco con unos amigos y amigas que tuvieron que contraer matrimonio para poder hacerlo.

Suerte que mis padres se negaron rotundamente a que cometiera aquella locura según ellos, ya que yo sólo tenía 17 años, por lo tanto era menor de edad. Entonces no los comprendía y lloré y pateé sin conseguir nada.

Hoy comprendo que ciertamente hubiese sido una locura, pues casada con 17 años y en una tierra que no conocía, teniendo que trabajar duro, no habría resultado.

Esta amiga al principio lo pasó muy mal, llevaba un contrato de trabajo de una congregación de monjas y muchas ilusiones, las mismas que al llegar al destino y comenzar la vida que no imaginaba, se vinieron abajo. Ella trabajo de sirvienta con una familia inglesa y su marido en unas minas a 100 Km de allí, sólo se veían una vez al mes, aquello fue un infierno para ellos. Ella sólo contaba lo bonito que era aquel lugar, para no preocupar a su familia, pero en una de las cartas que recibí, me contaba por el calvario que estaban pasando los dos y más de uno de los que tomaron aquel barco en el año 1960.

El contrato era por dos años, así que contaban los días para volver… pero nunca lo hicieron, antes de la fecha prevista su marido enfermó y después de un año de penurias falleció.

Después de batallar con las monjas que la contrataron, pudo salir del país y se dirigió a Suiza.

Estuve mucho tiempo sin saber nada de ella y un buen día apareció por mi casa, las dos no abrazamos, lloramos y nos reímos, me contó que, al principio fue muy duro ya que sólo tenía 20 años, cuando se vió sola en aquella tierra a la que nunca debió ir, pero a veces tienen que pasar las cosas para que nos demos cuenta que los mayores tienen toda la razón y sólo quieren lo mejor para nosotros, ellos tienen la experiencia que a nosotros nos falta.

Hoy tengo en mis manos esta carta con el matasellos de Sídney (Australia) que me ha hecho vivir por unos momentos algo que desee con toda mi alma y que el tiempo me ha dado la razón. Mi amiga de juventud después de recorrer medio mundo vuelve a su Málaga para quedarse, pero quiso acercarse hasta la tierra que le dio tantos sinsabores, para coger de nuevo un barco que la trajera a su tierra.

Paqui González

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