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CONTRACOSTUMBRES ¿Sólo las mujeres?
~ Contracostumbres ~
Por Isabel Pavón
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¿Sólo las Mujeres?
Son constantes los anuncios que publicitan productos femeninos, tanto para chicas adolescentes como para mujeres adultas. Inventan problemas donde no los hay. Los motivos son los suculentos ingresos que este argumento aporta a las empresas.
Un ejemplo son los excesivos tratamientos contra la vejez, como si nos amenazaran, como si estuviésemos obligadas a prevenirla, a luchar contra la vida misma. Nos pintan los años como una gran catástrofe. Dan a entender que hacerse mayor está vetado y nos vemos obligadas a disimular para conseguir ser aceptadas socialmente. No hay nada más feo que una mujer mayor queriendo parecer una quinceañera. Se proponen avergonzarnos por pasar de los cincuenta.
¿Es la juventud la edad ideal? ¿Quién tiene poder para decidirlo? Insisten y persisten en hacernos creer que las mujeres no podemos permitirnos envejecer. Las canas están prohibidas. Otro tema candente en la publicidad es el de inculcarnos que las mujeres no podemos cansarnos. Para solucionar esto nos recomiendan un sin fin de pócimas mágicas, bebidas energéticas, complejos vitamínicos para estar siempre activas, siempre con las pilas nuevas y seguir de pie de la mañana a la noche, o sea, toda mujer que se precie ha de morir con las botas puestas y sonriendo, sobre todo sonriendo.
Viejos asuntos ya son los del uso de compresas, ungüentos y tratamientos contra las pérdidas de orina, picores y malos olores vaginales. El problema está en la manera de exponerlos. Se jactan dando por sentado que todas las mujeres los padecemos, cosa incierta. Hacen que nos sintamos mal si en ese momento de la publicidad, digamos, nos hallamos junto a un amigo o junto a un extraño que comienza a mirarnos de reojo con cierto repelús. Es terrible. Todavía no he visto ningún tipo de publicidad que ofrezca la necesidad inmediata y urgente de usar un producto a los chicos adolescentes para evitar la vejez varonil. No, un hombre mayor es un hombre con solera, incluso las canas en ellos resultan interesantes.
Es raro hacer ver que un hombre necesita vitaminas para estar de marcha todo el día, a ellos se les presupone ese estatus tengan la edad que tengan.
Todavía no he visto ni oído nada sobre las pérdidas de orina en los varones, los que tienen problemas de próstata. Tampoco se dice nada de los olores, ni de los picores íntimos, pues haberlos haylos y son muchos.
Concluyo. Los años son galones que la vida nos regala a todos. Añado, además, que no todas las mujeres, jóvenes o mayores, perdemos orina, que no todas las mujeres, jóvenes o mayores, sufrimos picores y desparramamos malos olores por el mundo, y si en un momento puntual aparecen, acudimos al médico para que busque la raíz del problema, lo remedie y punto.