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Saluda de los Curas Párrocos de Mazarrón

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Aproama

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Saluda Sacerdotes

Estimados feligreses de Mazarrón y vecinos todos:

“Hermanos: con los actos religiosos de estos días debemos prepararnos para la gran fi esta de la Purísima Concepción. Situada la gran solemnidad de nuestra Madre en el Adviento, Ella nos llevará de la mano además para prepararnos a celebrar santamente la Navidad de nuestro Señor y vivir santamente todo el año litúrgico. Y siendo nuestra Madre y Patrona amantísima espera en estos días la oración de sus hijos y el homenaje de los que le aman. Reunidos como una gran familia, obsequiemos a la Madre que está en los cielos con nuestra fervorosa oración, nuestro amor de cristianos y nuestra vida ejemplar”.

Con estas palabras comenzaba el Ejercicio diario de la Novena a nuestra Madre y Patrona, La Purísima Concepción, aquel año 1969. Y es que tenía toda la razón del mundo quien escribiera esta introducción: ¿qué mejor manera de prepararnos y celebrar las fi estas Patronales que con los actos religiosos de estos días? El centro y el fi n de toda la fi esta debe ser Ella, la Madre de Mazarrón. Todos debemos reunirnos en torno a Ella porque nos convoca, nos muestra el camino a Cristo, nos enseña como volver a hacernos hijos, y nos pide abrir el corazón a Ella, para que por Ella lleguemos a Dios.

Y esa espera pausada y tranquila desde su camarín a que nosotros acudamos es una de las virtudes que siempre nos muestra y enseña. En un mundo en que, cada día, vamos acelerados, atropellados por el tiempo, La Purísima nos muestra y enseña cómo ser pacientes, cómo vivir cada día con sosiego y calma. Contempla nuestras idas y venidas, nuestras carreras, nuestras intranquilidades y zozobras, y sin embargo… sigue ahí tranquila y esperanzada, invitándonos a descansar en Ella. Estos días de Novena de preparación para la fi esta, quizá sea el momento del año de aprender a parar, a saber esperar, a saber permanecer quietos, porque de lo contrario estamos perdiendo muchos momentos bellos e importantes de nuestra vida, y sobre todo, los mejores cuidados y consejos de María para alcanzar la vida eterna.

Estos días hagámosle un hueco en nuestras apretadas agendas. Estos días que La Purísima Concepción sea sólo el centro de nuestra vida, porque quien se deja amar por María, sabrá cumplir perfectamente el mandamiento nuevo del amor. Obsequiémosla con nuestras fervorosas oraciones. Dejemos todos los problemas ante su altar, para que Ella sepa aliviarnos y darnos fuerzas como hizo con su hijo Jesucristo camino del Calvario. Y si le entregamos nuestros doloridos corazones, nuestra Madre celestial hará las maravillas que el Poderoso hizo en Ella.

No tengáis miedo. No tengáis pereza. No la dejéis sola.

Mazarroneros y visitantes: que vuestro corazón se vea henchido de estar con la Madre y Patrona de Mazarrón, y así el corazón colmado de La Purísima Concepción sabrá agradecer nuestro amor por Ella.

Vuestros Sacerdotes Antonio y David

Así pAsó

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