5 minute read
Ganador del Premio de Cuentos
Ganador del certamente de cuentos villa de mazarrón
La obra con la que he ganado este prestigioso certamen lleva por título “La vida a ciegas” y es un relato sobre la importancia de la belleza y del recuerdo para la supervivencia humana y para el sentido mismo de la existencia. Es un texto muy lírico, muy lleno de poesía y de esos detalles pequeños, especiales y preciosos que ayudan a amar más a fondo la vida, toda la vida entera. También hay en el cuento una presencia de personajes singulares y mágicos: Un taxidermista ciego que embalsama recuerdos, un padre que salva su decepción del mundo a través de Arte y un muchacho depresivo y bipolar que cruza por la vida deslumbrado por una especie de luz suburbial que le va llenando y salvando el alma. Es un texto con mensaje, un texto sobre cómo salvarse de la falta de sustancia o la falta de expectativas vitales, y una profunda reflexión a la vez sobre el hecho de estar vivos y encontrarle a eso un sentido. Tiene mucho que ver con esos versos de Olvido García Valdés que dicen: «La vida es terrible, pero el mundo es hermosísimo». Pero lo mejor es que cada uno lea el relato y encuentre sus propias claves y lecturas. Cada lector de alguna manera reinventa o refunda el libro que lee. Desde estas líneas invito a quienes no lo han hecho aún que lo hagan, creo que no les dejará indiferentes su lectura.
Otro de los aspectos más destacados de este certamen es la publicación del relato premiado, tanto en soporte impreso como en soporte informático en la red. Estar publicado en Internet hace posible que sea leído por miles de personas de cualquier parte del mundo. Gracias a eso he tenido la posibilidad de ser leído y felicitado a través de mi blog, donde tengo colgado el enlace, por muchas personas de España y de distintas partes del mundo, Estados Unidos, Alemania, Italia, Méjico, Argentina... Eso le da también una proyección internacional tanto al relato como al premio mismo.
Tengo también que decir que la enorme participación en este certamen con casi mil obras presentadas desde un ámbito internacional supone para mí un añadido importante a la obtención del galardón. Es una manera de proyectar literatura de creación y de generar ilusión en las personas que escriben, escribimos, al margen de lo puramente comercial. Gracias a la existencia y el buen hacer de numerosas instituciones públicas y privadas, como el Ayuntamiento y la Universidad Popular de Mazarrón en este caso, que patrocinan y organizan el certamen la llama de la verdadera creación artística y literaria puede seguir viva en un mundo cada vez más dominado por el pensamiento único y los preceptos del mercado y en tantas y tantas personas que hacen de la escritura la pasión de su vida. Un mundo sin literatura, sin esas personas que crean, sin esas obras que nos ayudan a asombrarnos de algo todavía, sin esas instituciones que alientan y fomentan la Literatura misma, sería un mundo mucho más triste y asfixiante.
También quiero expresar mi gratitud al jurado que valoró este texto y lo premió. Un jurado tan especial como este, presidido por Fernando Sánchez Dragó e integrado por relevantes editores, profesores universitarios y escritores de la Región de Murcia.
El Premio “Antonio Segado del Olmo” es un premio que tiene mucho prestigio precisamente por eso: porque es un premio limpio, honesto, al que se presentan muchísimos autores a nivel internacional y que cuenta en su haber con grandes obras premiadas de las cuales se facilita y fomenta su divulgación y lectura. Se lleva a cabo también a través de un exhaustivo proceso de selección abierto del que se va dando información a lo largo del mismo en la página web de la Universidad Popular de Mazarrón y culmina con la entrega del cuaderno con los relatos ganadores en el mismo acto de entrega del premio.
Personalmente me siento muy agradecido a este certamen y guardo en el corazón, como el protagonista ciego de mi cuento lleva en su memoria intacta e infalible, el agradecimiento y la atención recibida por los organizadores del certamen. Fue un honor asistir a la entrega de premios en el hotel Playa Grande. Me sorprendió la gran cantidad de público que había en el salón, así como el despliegue de medios y las sucesivas intervenciones que se llevaron a cabo. Incluso quiero destacar aquí la atención recibida a mis palabras por parte de público y jurado. Me emocionó poder leer allí un poema que escribí de manera simultánea a la creación del cuento porque en cierta medida ambos textos estaban muy relacionados. El cóctel en la piscina fue también otra grata sorpresa llena de esa atmósfera de verano infinito que tienen las noches del mes de julio en los lugares situados frente al Mediterráneo. Fue uno de esos momentos en los que de pronto uno ama mucho la vida y se siente feliz y lleno de emoción y belleza al mismo tiempo.
Agradezco pues a los organizadores la generosidad y el primor con el que llevan a cabo todo el acto de entrega de premios. El hecho mismo de estar presentes todos los miembros del jurado y poder departir unas palabras con ellos. Pero sobre todo algo que me resultó sumamente gratificante fue la gente que asistió y que después del cóctel me pidió dedicatorias en el cuaderno del relato. Me pareció infrecuente esa veneración por la Literatura que vi en muchas personas a las que les dediqué unas palabras escritas y sinceras. Ello me hizo pensar en que el prestigio de la palabra escrita es algo que seguirá vivo en el futuro, y que leer cuentos seguirá siendo una actividad hermosa por mucho que la técnica avance o el mundo cambie.
Finalmente quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la municipio de Mazarrón por haberme dado la oportunidad de ver premiado y editado este relato en el que tantas esperanzas puse desde el primer día en que decidí escribir la historia que en él se cuenta y el honor de unir mi nombre al de este honesto y prestigioso certamen literario como escritor y murciano.
Gracias.