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una tradición secular en la historia de nuestra villa
Bandas de Música en Mazarrón
Una tradición secular en la historia de nuestra villa
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La primera noticia sobre la existencia de una banda de música en el Mazarrón Contemporáneo data del año 1876, cuando una desconocida agrupación musical amenizaría los festejos que se llevaron a cabo para celebrar la victoria de Alfonso XII sobre las huestes carlistas. Dos años después, en concreto a comienzos de 1878, tendrían lugar los esponsales del mencionado rey Alfonso XII con doña María de Las Mercedes; otra buena nueva, que obligó a las autoridades a ordenar festejos públicos. Como en ocasiones parecidas, destacará el solemne cántico del Te Deum en la iglesia de San Andrés, las iluminaciones generales y las colgaduras en los balcones, si bien, todos los actos culminaban con un concierto de la banda de música en la plaza de La Libertad. Por los mismos acuerdos sabemos que la Corporación abonaba a José María Bonmatí, director de la banda de música municipal, 125 pesetas como subvención anual para renovación de su instrumental y demás gastos. También nos ha extrañado constatar que Mazarrón ya contaba en el año 1880 con dos bandas de música; una que dirigía el propio José María Bonmatí y Sanz, y otra, Francisco Martínez Cabeza de Vaca. En esta misma época hubo un incremento de las celebraciones en Semana Santa y, por ende, de las actuaciones musicales, todo ello motivado por el desarrollo de la industria minero-metalúrgica. A partir de entonces, el Ayuntamiento sufragaría regularmente parte de los gastos que generaba la formación de una banda de música local; así, sabemos que Vicente Tormo Avilés fue nombrado en 1891 director de la banda de música municipal; a éste le siguió Antonio Bonmatí Sáez en 1893; Manuel García Ferrer en 1896; y Vicente Pastor Romeo en 1899. Y entre todos, quizá destaque la figura de Manuel García Ferrer, afamado pianista que dirigirá la agrupación musical “Santa Cecilia”, que prodigará sus actuaciones de manera ininterrumpida en conciertos, pasacalles, bailes de carnaval, mítines políticos y desfiles procesionales
Durante las dos primeras décadas del siglo XX los conciertos en la calle alcanzaron gran éxito. Según la tradición oral, era frecuente que las dos bandas de música de Mazarrón pugnasen por acaparar, cada una de ellas, el mayor favor del público. Con ese pretexto, los domingos se organizaban veladas musicales simultáneas, ubicándose cada banda en un extremo de la plaza de La Libertad para interpretar por riguroso turno sus mejores piezas. Por último, consignar el nacimiento de una tercera banda en 1916, ésta vez en el Puerto de Mazarrón y bajo la batuta de Ginés González, ex director de la banda de Lorca. Tal vez éste sea el punto de inflexión de un momento pletórico en la historia de la villa, una etapa donde se construyeron dos teatros, hubo una plaza de toros, abundaron los cafés cantantes y proliferaron las actuaciones musicales. Sin embargo, la crisis del periodo de entreguerras marcó el inicio de la decadencia dejando terribles secuelas en el pueblo de Mazarrón, cuyo censo de habitantes disminuyó de manera drástica como consecuencia de la paralización de su industria minera. Aun así, el amor a la música sobrevivió; y buena prueba de ello es que, a pesar de todo, surgieron dos nuevas agrupaciones musicales: el “Centro Filarmónico” y “Los Sinfónicos Josefina”, ésta última regida por el maestro Eugenio Calderón, quien también impartiría enseñanza musical. En 1926 la Corporación designó a Félix de la Cruz Martínez como director de la banda de música municipal con unos haberes anuales de 16.000 pesetas. El recién nombrado debería llevar tanto los trabajos propios de la dirección, como los de preparación de educandos que asegurasen la continuidad de la agrupación musical. A partir de 1939, concluida la Guerra Civil, figura como director de la banda municipal Ginés Martínez Cabeza de Vaca, quien conjuntaría un grupo de niños, a los que educará en diversos instrumentos. Le siguen Antonio Ramiro Soto a partir de 1955 y Segismundo Deltell Carbonell que, si bien dirigía la banda interinamente desde 1958, tomó posesión oficial en diciembre de 1961, concluyendo su labor en 1965. A partir de aquel año se producirá un vacío de dos décadas, pues Mazarrón no volverá a contar con una banda de música hasta el año 1985. Esta época se inicia con la creación en 1983 de la “Asociación Musical Maestro Eugenio Calderón”; dicha iniciativa estuvo a cargo de un grupo de mazarroneros que, lamentando la ausencia de una banda de música en nuestra villa, decidieron organizarla impulsando al mismo tiempo una escuela de solfeo e instrumentación. La asociación tomó el nombre del recordado maestro Eugenio Calderón, porque aún latía el reconocimiento de la población a este meritorio personaje que durante varias generaciones se dedicó a la enseñanza de la música. Al frente de la asociación estuvo en sus primeros años José Guillermo Campillo, ejerciendo el cargo de presidente hasta enero de 1993; con él colaborarían, entre otros, Juan Ponce. La banda de música de la “Asociación Musical Maestro Eugenio Calderón” debutó oficialmente el día 24 de noviembre de 1985 en la Plaza del Ayuntamiento. Las últimas tres décadas de música en Mazarrón, son ejemplo vivo de la trayectoria impecable de una asociación musical que pugna por mantener viva esta esencia cultural que nos cultiva el cuerpo y nos eleva el espíritu. El año 2015, la Banda de Música Maestro Eugenio Calderón celebró su 30 aniversario con una completa agenda de actuaciones que tuvieron un feliz broche de oro en un memorable concierto de Santa Cecilia el 14 de noviembre. Un concierto que reunió a músicos y directores de estos últimos 30 años, y donde la música nos contó la historia de su banda desde 1985 hasta nuestros días.
Mariano C. Guillén Riquelme
Cronista Oficial de la Villa de Mazarrón