COLABORACIÓN
Tras la máscara, economía Al otro lado de la fiesta, están los empresarios de la ciudad, quienes aprovechan las oportunidades que ofrece febrero
Las Iguales en concurso.
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Obviamente no pasa a ser un fin de semana cualquiera, y nosotros, vemos un incremento en nuestras ventas, que año tras año va en aumento». Son palabras de Beatriz, responsable de Volterra, uno de los céntricos bares de la capital extremeña que cada año organiza actuaciones carnavaleras en los días más destacados de la fiesta. Asegura también que, tras la barra de su establecimiento, han visto la evolución del carnaval en los últimos años, más gente involucrada y disfrazada, con ganas de recorrer las calles y disfrutar de la programación organizada por el ayuntamiento. Pero el Carnaval Romano no sólo beneficia al sector de la hostele-
ría, también ferreterías, bazares asiáticos, almacenes de pinturas o mercerías. Precisamente esta última juega un papel importante en la fiesta, como es el caso de Mercería Milagros, en la Avenida Juan Carlos I. «Hay algunas agrupaciones grandes que hacen sus encargos. Pero es con el carnaval de a pie, con el que se hace una gran aportación. Las mamás y abuelas se encargan de preparar a las niñas y niños los disfraces y eso hace que las ventas sean mejores en estos días, previos al carnaval», dice Milagros, su responsable. Aunque las ventas online sigan siendo el caballo de batalla del pequeño comercio, me contaba Milagros que hay gente muy fiel que sigue comprando en el barrio, donde pueden tocar texturas, ver
colores y modelos y lo más importante, charlar. El sector de la publicidad, diseño y rótulos es otro de los grandes aliados de esta fiesta. En los últimos años, las agrupaciones carnavaleras invierten una buena parte de su presupuesto en puestas en escena, trajes y panfletos. Fermín Álvarez, además de carnavalero, es responsable de Maná Publi y ha vivido la evolución de la festividad desde ambos prismas: «El carnaval siempre ha sido una fuente de ingresos para algunos negocios, recuerdo el movimiento multitudinario que había al principio con el entierro de la sardina, beneficiaba a muchos negocios hosteleros, pero en la actualidad es cuantioso el gasto que hacen las
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