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Saluda Alcalde de Murcia
Alcalde de Murcia
No habrán caído unas lunas cuando la ciudad de Murcia se convierta en el altar ideal donde consagrar una catequesis de fe. Algo que mediante signos y gestos heredados de la Murcia pretérita reproducen el más bello acontecimiento que vive nuestra tierra desde hace 600 años.
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Pero antes de que todo esto suceda debe acontecer la Cuaresma, tiempo de preparación. Con ella, la primavera pedirá a Murcia la venia y comenzará a enseñarnos sus olores y colores. Murcia cumplirá entonces con esa convocatoria natural que nos anuncia que ya es Semana Santa.
Una vez adentrados en la esperada cuaresma murciana, singular por el resurgir de las tradiciones centenarias, los titulares de nuestras cofradías son ensalzados de una manera especial presidiendo los templos que los guardan durante el año. Doseles, candelería y olor a incienso en una Murcia cofrade que se papara para la explosión de barroquismo más pretérita, nuestra Semana Santa.
La cuaresma en Murcia es silencio, es oración. Una cuaresma de largas noches, húmedas, en los carriles de la huerta donde los auroros entonan los cantos ancestrales de pasión. Una cuaresma silenciosa, de traslados y cultos, quinarios y besapiés; un tiempo de reencuentro con Dios y de oración.
Para un cofrade murciano la cuaresma es la preparación pero se permiten gestos desbordantes de nazarenía que parecen dar comienzo anticipado a la esperada Semana Santa. ¿Quién no se emociona como cada Viernes Santo al quedar atrapado en la mirada de Nuestro Padre Jesús Nazareno de camino a Las Agustinas?.
Encuentros donde saludar como cada año a nuestros hermanos de fe y decir “ya queda poco” con verdadera ilusión. Donde vivir la amistad y la comunión en el traslado de pasos del Perdón, con ese sabor especial que le hace parecer espontáneo. Sobrecogernos con el Cristo de los Toreros que se adentra en Murcia cuando ya estamos oliendo a rosas y claveles ‘sangre de toro’ en San Nicolás. Quinarios concurridos que parecen ser coronados con el besapié del Cristo del Rescate, donde toda Murcia se concentra a su alrededor. Cuantas celebraciones que hacen a Murcia tan especial…
Ya queda poco para que sea Semana Santa y entonemos juntos un poema de amor a nuestra tierra, porque hablar de Semana Santa es hablar de Murcia, de nuestra historia y nuestras tradiciones, de la generosidad que nos caracteriza y de nuestra esencia de ser. Es hablar de fe y de cultura, también de devoción y de recuerdo.
Gracias a quienes trabajáis de manera desinteresada para que instrumentos como esta revista y también las redes sociales sirvan de altavoz para que el resto del mundo sepa que en Murcia tenemos una Semana Santa única. •••
José Ballesta Germán
Alcalde de Murcia