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Saluda del Alcalde de Murcia

Alcalde de murcia

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Una vez adentrados en la cuaresma murciana, singular por el resurgir de las tradiciones centenarias, los titulares de nuestras cofradías son ensalzados de una manera especial presidiendo los templos que los guardan durante el año. Doseles, candelería y olor a incienso en una Murcia cofrade que se prepara para la explosión de barroquismo más pretérita, nuestra Semana Santa.

La cuaresma en Murcia es silencio, es oración. Una cuaresma de largas noches, húmedas, en los carriles de la huerta donde los auroros entonan los cantos ancestrales de pasión. Una cuaresma silenciosa, de traslados y cultos, quinarios y besapiés; un tiempo de reencuentro con Dios y de oración.

La cuaresma es la ocasión ideal donde la cultura y la fe se dan la mano para mostrar a nuestra ciudad que las cofradías son algo más que la procesión y que nuestro ánima cultural: Son instrumentos tocados por la mano de Dios para catequizar como ya hicieran nuestros antepasados desde 1411 a partir de las predicaciones de San Vicente Ferrer.

Para un cofrade murciano la cuaresma es la preparación pero se permiten gestos desbordantes de nazarenía que parecen dar comienzo anticipado a la esperada Semana Santa. ¿Quién no se emociona como cada Viernes Santo al quedar atrapado en la mirada de Nuestro Padre Jesús Nazareno de camino a Las Agustinas?.

Encuentros donde saludar como cada año a nuestros hermanos de fe y decir “ya queda poco” con verdadera ilusión. Donde vivir la amistad y la comunión en el traslado de pasos del Perdón, con ese sabor especial que le hace parecer espontáneo. Sobrecogernos con el Cristo de los Toreros que se adentra en Murcia cuando ya estamos oliendo a rosas y claveles ‘sangre de toro’ en San Nicolás. Quinarios concurridos que parecen ser coronados con el besapié del Cristo del Rescate, donde toda Murcia se concentra a su alrededor. Cuantas celebraciones que hacen a Murcia tan especial…

Deseo que vivamos esta Semana Santa como única y especial, que la acojamos con la misma ilusión que cuando éramos pequeños y transmitamos a nuestros sucesores que la Semana Santa es un gesto de amor a Dios y también un canto de amor a nuestra tierra, a Murcia.

José Ballesta Germán Alcalde de Murcia

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