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PEDRO RODRÍGUEZ PALMA

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JULIA AROCA CABEZA

JULIA AROCA CABEZA

Texto: Pedro Rodríguez Palma

LA MAGNITUD TIEMPO EN LA FERIA DE SAN AGUSTÍN

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Nuestra antigua y Real Feria de San Agustín ha ido evolucionando lentamente desde sus orígenes hasta la actualidad.

Decimos antigua porque data del año 1710, anterior en mucho a otras ferias tan afamadas como la de Abril de Sevilla, que se inició el domingo día 18 de abril de 1847, es decir, 123 años y varios meses más después que la nuestra; y decimos Real porque fue concedida por el rey Felipe V de Borbón (1688-1746).

La evolución ha tenido lugar, en nuestro caso, a través de dos magnitudes fundamentales, que han determinado el devenir histórico de la misma. Estas dos magnitudes son el tiempo y el espacio, magnitudes distintas pero inseparables entre sí. Sin embargo en nuestra feria también han influido determinados misterios y variadas anécdotas. No obstante, aquí y ahora, nos vamos a ocupar solamente de una de las dos citadas magnitudes, concretamente del tiempo.

EL CONCEPTO DE MAGNITUD

Cuestión previa al tiempo y al espacio es precisar, aunque sea brevemente, el término magnitud.

Para el diccionario académico magnitud es una voz que tiene varias acepciones o significados. En el sentido que nos interesa magnitud es “toda propiedad de los cuerpos que puede ser medida”.

En relación con la feria, magnitud es lo que se puede medir, contar, precisar o determinar de alguna manera concreta. De aquí que consideremos al tiempo y también al espacio como magnitudes.

Por encontrarse el rey Felipe V ocupado en la Guerra de Sucesión española, su esposa María Luisa Gabriela de Saboya (1688-1714) firmó el 24 de mayo de 1710, el Real Decreto concediendo la Feria de San Agustín a Olvera.

Felipe V de Borbón fue el rey que concedió a Olvera la Feria de San Agustín, el año 1710.

Olvera no tenía, en aquella época, ninguna vinculación con el citado santo. Se trata, pues, de un enigma

LA MAGNITUD TIEMPO

Curiosamente nuestra feria no ha nacido bajo ninguna fecha concreta. Nació y tiene su origen en una festividad, la de San Agustín. Esto es así porque de tal manera fue solicitada por el Cabildo olvereño y así fue concedida por el rey. El hecho está documentado.

En el Cabildo del día 8 de marzo del año 1710 se solicita “la concesión de una feria para el día de San Agustín”. Como merced el corregidor de Olvera Juan Francisco Carvajal y Delgado la pide al rey Felipe V en compensación a la entrega de ocho caballos donados para la Remonta. Se dice en el texto citado para el día de San Agustín y no para el 28 de agosto. Olvera no tenía, en aquella época, ninguna vinculación con el citado santo. Se trata, pues, de un enigma. (Hasta los años 60 del siglo XX no aparece una barriada olvereña con el nombre de San Agustín).

La petición del Cabildo olvereño fue atendida por el monarca Felipe V, quien por Real Decreto de 24 de mayo de 1710 concedió la feria “para el día de San Agustín de cada año”. De nuevo se vuelve a decir el nombre del santo y no el día. No se habla, por tanto de la fecha del 28 de agosto, sino de la festividad de San Agustín.

Hasta hoy nadie ha podido explicar este misterio: día de San Agustín y no día 28 de Agosto. El misterio del nombre nació con la feria y con ella continúa.

Llegados a este punto es necesario hacer dos precisiones históricas. Primera.- El mencionado Real Decreto de concesión de la feria, ya citado, fue firmado por María Luisa Gabriela de Saboya (16881714), primera esposa del rey Felipe V, el cual se encontraba ocupado en la Guerra de Sucesión Española (1701-1713). El mismo monarca lo atestigua con estas palabras: “vi en mi albalá firmado de la reina doña María Luisa Gabriela de Saboya, diciendo que he venido a conceder a la villa de Olvera una feria el día de San Agustín de cada un año”.

Segunda.- La fiesta religiosa de San Agustín, entonces como hoy, se ha celebrado el 28 de agosto. Ha sido una festividad inamovible en el tiempo.

La primera Feria de San Agustín se celebró el jueves 28 de agosto de 1.710 y ante el éxito de público y económico, el Cabildo solicitó la ampliación en el tiempo, en dos días más.

PRIMERA AMPLIACIÓN

La primera feria de San Agustín se celebró en un solo día, el jueves 28 de agosto de 1710, festividad del varias veces citado santo. Ante el éxito alcanzado, tanto de asistencia de público, como económicamente, el Cabildo olvereño decidió solicitar la ampliación de los días feriados. El rey Felipe V, por Real Cédula la amplía en dos días más, en el año 1715.

Así pues, la feria desde el año citado de 1715 se empezó a celebrar los días 28, 29 y 30 del mes de agosto. No ha sido posible localizar ni la fecha de petición hecha por el Cabildo para esta primera ampliación de feria, ni tampoco la fecha de la Real Cédula de ampliación de la misma. Ello es sin duda debido a la falta de algunos libros de actas capitulares.

SEGUNDA AMPLIACIÓN

Lo cierto es que con los citados tres días de feria llegamos al año 1904, año en el cual tiene lugar la segunda y última ampliación ferial en el tiempo.

La feria se amplía al día 31 de agosto, por acuerdo del Ayuntamiento, con lo que la misma tiene lugar los días 28, 29, 30 y 31, llegando así hasta la actualidad. El motivo de esta última ampliación es la implantación del alumbrado público en nuestra ciudad. Recordemos que el alumbrado eléctrico se inauguró en Olvera el día 9 de agosto de 1904, si bien sólo fue en el centro de la ciudad.

NATURALEZA DE LOS DÍAS FERIADOS

Como se puede observar los cuatro días de feria tienen naturaleza distinta. El día 28 es de origen real, de nacimiento de la feria (1710). Los días 29 y 30 son de ampliación de la feria y tienen naturaleza real (1715). De forma que los días 28, 29 y 30 fueron concedidos por el mismo monarca, por el primero de los Borbones, por Felipe V. En cambio, el día 31 es de carácter municipal, por haberlo concedido el Ayuntamiento de Olvera. Por ello, el Ayuntamiento lo hizo así porque ya tenía competencia (1904).

En efecto, por Real Decreto de 28 de septiembre de 1853 se concede libertad a los Ayuntamientos para establecer, suprimir, ampliar o reducir los días de feria, sin precisar para ello autorización del gobierno. Decir día de San Agustín y no 28 de agosto pudo tener graves consecuencias en el supuesto de que la Iglesia hubiese variado de fecha la festividad del santo. En este hipotético caso ¿a qué se hubiera atenido el Ayuntamiento para celebrar la feria? ¿Debía seguir la antigua festividad o la fecha de la nueva fiesta religiosa? Dicho en otros términos: ¿Debía el Ayuntamiento seguir el día 28 de agosto o al nuevo día del santo?

Hay que distinguir dos supuestos, dependiendo del año del cambio según lo hiciera la Iglesia con anterioridad al citado Real Decreto de 28 de septiembre de 1853 o con posterioridad al mismo.

A) Si se cambia la fecha del santo antes de 1853, el Ayuntamiento venía obligado a cambiar la feria de fecha y a celebrarla en la nueva, tal y como ordenaba el rey: “he venido a conceder a la villa de Olvera una feria el día de San Agustín de cada un año” (Real Decreto de 22 de mayo de 1710).

B) Si se cambia la fecha del santo después de 1853, el Ayuntamiento queda en libertad de celebrar la feria en la fecha que le convenga, según el ya citado Real Decreto de 28 de septiembre de 1853. Desde esta fecha en adelante se ha mantenido la libertad por parte de todas las disposiciones legales que se han publicado.

Pedro Rodríguez Palma Cronista Oficial de la Ciudad de Olvera. De la Real Academia Jerezana San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras. Secretario de Administración Local de 1ª Categoría (jubilado).

FUENTES:

Archivo municipal Ayuntamiento de Olvera. • Libros de actas capitulares, años 1704 a 1712 • Gaceta de Madrid nº 29 de 22 de julio de 1710 • Libro de Actas, año 1715 • Carta de Privilegio de concesión de la Feria, 1715

Archivo privado del autor. • Sobrequés Vidal, Santiago

Historia de España Moderna y Contemporánea.

Barcelona 1966 • Rodríguez Palma, Pedro

Historias de Olvera. Olvera 2000

FOTOGRAFÍAS:

Internet (https://es.wikipedia.org) Manuel Cubiles Álvarez.

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