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JOSÉ MEDINA CABEZA
Texto: José Medina Cabeza Dibujos: Ana Márquez Cabeza
RECORDANDO LA INFANCIA DE LOS AÑOS CINCUENTA-SESENTA
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(EL HOMBRE ES SU INFANCIA X)
A Antonio Medina e Isabel Cabeza, sus hijos José, Juana y Rosa, en agradecimiento, por el amor, la educación y el ejemplo de vida que de ellos recibieron.
Es una tarea más ardua honrar la memoria de los seres anónimos que la de las personas célebres. (Walter Benjamín)
Como ya dijimos, nuestra calle Pilar Era muy particular, como las demás. Nuestro don Antonio aseveraría Con su filosófica y sabia poesía …………………………………………… Son buenas gentes que viven, Laboran, pasan y sueñan, Y en un día como tantos, Descansan bajo la tierra1 ……………………………………………
¡Ay! Nuestra calle Pilar Escuela inclusiva, Sencilla y participativa. Maestra atenta y generosa, Afectuosa y hermosa. A veces, madrastra recelosa.
La enseñanza amorosa de las madres La educación rigurosa de los padres Las indicaciones de la vecindad Las observaciones de la realidad A veces, coscorrones por necesidad, (Más vale que llore el hijo A que llore el padre)
Nos hicieron, pronto y bien, aprender: A ser respetuoso con los mayores, Con educación no habría coscorrones, Y como normal general A tener cortesía y urbanidad.
Nos hicieron, pronto y bien, comprender Que el camino era bronco. Que estaba antes la obligación Que la impuesta, devoción. Que nadie regalaba nada Que una cosa era predicar Y otra muy distinta dar trigo. Que todos teníamos que dar el callo. Que si no trabajabas Tampoco yantabas. Y Que todo costaba mucho esfuerzo; ¡A cuidar las cosas con esmero! No había más remedio, Remedios. Ecologistas por necesidad En las casas, no se tiraba “na”. Las más delicadas al chinero (Cuidado con el silloncito del bisabuelo) Que tendríamos que trabajar, Aprender a leer y escribir, Las cuatro reglas y poco más. Y si era posible estudiar (Era muy difícil el encargo Si no eras adinerado O estabas en el ajo. Difícil lo ponías, don Paco.) Para hacerse una persona de provecho. Y siempre honrado y honesto Tratando a las personas con respeto ……………………………………….……… Vecinas y vecinos, Gracias.
TERESA 2 A la memoria de Paco Medina Lovillo.
Era un niño que soñaba un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y el caballito no vio. Con un caballito blanco el niño volvió a soñar; y por la crin lo cogía... ¡Ahora no te escaparás! ………………………. Antonio Machado
Teresa, nuestra vecina de abajo, Tras el ventanuco, espejo claro, En su obeso cuerpo apresada, En su camareta enclaustrada Nos daba mucho acharo.
No comprendíamos esta agonía. ¿Quién castigaba a Teresa, Siendo tan buena vecina? Nos echaba caramelos Que traía su ”marío” Diego, Que estaba como un fideo. ¡Dios! Vaya reparto más feo ¿Qué es ateo o chocheo?
Tras el ventanuco, vive Teresa. Pañuelo negro cubre su cabeza. Las golondrinas Van, vienen Vuelan, vuelan aletean Sus chirríos llenan la tarde. Hacen soñar a Teresa ¿ Dónde aquella primavera?.
Tras el ventanuco, Teresa Nos habla con su mirada, Nos pide nuestras risas, Nos atrapa nuestras prisas, Nos lanza su soledad Pidiendo nuestra complicidad.
Al frente, su vista brinca. Brinca contenta, Teresa, Por el corral de Anita3 , A la par de sus amigas. Al compás de sus inquilinas. Y sabiendo de su soledad Y para animarle el día, Las comprensivas gallinas Saltan, corren, revolotean. Y Piando, piando, danzando, Danzando, pasan el rato. Para Teresa, ¡un encanto!
Mi amigo, el gallo peleón, (Recuerda, Anita, ¡ Cómo no!) Se endereza bravucón, Alardea de quiquiriquí y espolón, Con fuerza y porte, aletea Mostrando su hermosa gallardía A las licenciosas pías-pías Y de paso a Teresa contenta Ahuyentando la tristeza.
Tras el ventanuco, luce, Teresa, Su cara redonda y bondadosa, Ojos lleno de melancolía. A veces, nos manda una sonrisa Otras, incluso unas risas.
Tras su torre de cristal, Teresa, Al vecinito con el cesto, espera. Con frío o calor, Con lluvia o sol, Acaricia la calle.
Teresa, Reina Maga, Me trajo un caballo de cartón Tordo era, el caballo. Caballo de la ilusión. Luchábamos por montarlo Mi primo Paco y yo. – Ahora, me toca a mí. – No, ahora, voy yo. Al final, ninguno de los dos.
Mi padrino4, con resignación, Viendo el conflicto, Cogía el caballito, Y a la cuadra derechito. Lo quitaba de la circulación. Evitaba la confrontación.
Un mal día, mi primo no apareció. Triste día, triste sol. Paco tenía cuatro años, Cuatro años tenía yo.
Temprano levantó la muerte el vuelo Temprano madrugó la madrugada Temprano estás rodando por el suelo
No perdono a la muerte enamorada No perdono a la vida desatenta, No perdono a la tierra ni a la nada (Miguel Hernández)
¿Quién se equivocó? ¡Otro reparto sin Dios!
– Papá que venga el primo Paco – Tu primo se ha ido al cielo – ¿Por qué se ha ido tan lejos? – ¿Estará enfadado conmigo? – Le dejaré mi caballo. – O nos montamos los dos Lo esperamos mucho tiempo, Mi primo no volvió.
El caballito pegaseo Voló, voló, voló, Fue inútil el paseo A mi primo no encontró.
Echábamos de menos, El caballito y yo, Nuestra alegre amistad, Nuestras carreras y caídas, Nuestros juegos en hermandad, Nuestros saltos y cabalgadas Nuestras risas y carcajadas. ¡Nuestra infancia vital!
Paco, primo hermano, Acuérdate de nuestro desparpajo En la salita de estar Cuando atentos escuchábamos A nuestro abuelo, Pepe, charlar, Con su compañeros de cofradía, La cofradía del vaso: Pedro, Bartolo, Paco, Y otros cuantos amigos de Baco. Y bailábamos en la mesa al son De Cachispo lo divisó…
Paco, primo, hermano, compañero Pronto, muy pronto te fuiste. ¿Tendremos de nuevo ocasión De encontramos y seguir la infancia Que el silencio nos cortó?
1.- Versos del poema El Viajero (He andado muchos caminos) de Soledades de Don Antonio Machado. 2.- Teresa Morón Grande (La Guareña) casada con Diego Rey Barroso (El Guareño). Su pequeña vivienda (camareta) estaba en el número 34. (Informe dado por Irene Olid Albarrán. Archivo Municipal de Olvera). Desde hace bastantes años, la camareta se unió a la casa número 42 (actual) con la que formó una única unidad. 3.- Corral de Anita (Ana Verdugo Cabrera).- Corral de la casa número 41(actual). Era la última edificación del lateral derecho. El corral era un vallado, con una pared a la calle a la que se abría por una pequeña puerta. 4.- Mi Padrino. José Medina Medina casado con Salvadora Lovillo Giráldez. Padres de Rosa y de Paco.