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Escuolimpiadas 30 aniversario: de lo que tiene el corazón habla la boca

Resonaban aún los ecos en la capital de nuestra provincia de una Exposición Universal que puso a Sevilla en el mundo como espejo de modernidad, acogimiento y demostración de que estamos preparados para grandes retos. Metas que cambian la fisonomía y las estructuras para asentar las bases de grandes cosas, de enormes ideas y aventuras que nos hacían sentir parte de una sociedad que caminaba a pasos agigantados con la vista puesta en el futuro.

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Por entonces, en nuestro pueblo, en absoluto ajenos a estos cambios y queriendo soñar “a lo grande” se reunían por primera vez los responsables de los centros docentes, pre- sididos, en un toreo al alimón por la autoría intelectual de la idea, los que a la sazón eran responsables de la política deportiva y técnica de nuestro municipio, Juan Antonio Jiménez Pinto y Marco Antonio Maldonado Ferrete. De esa y de futuras citas nacían las Escuolimpiadas como punto de encuentro anual de nuestro futuro, de nuestros alumnos, de los chicos y chicas sobre los que caerá la responsabilidad de guiar a futuras generaciones.

Fue una idea “tocada con varita mágica”, capaz de acortar y anular ideas que separan y agrandar lo que nos une para lle- gar, al mes de mayo de 1993, a la celebración de las primeras Escuolimpiadas. Unas remozadas instalaciones y unos políticos y docentes volcados con la nueva manifestación deportiva hicieron posible, y lo sigue siendo, que los valores más universales se plasmaran en unas jornadas de fuertes sensaciones: colorido, música, ambiente de fiesta y el deporte, el deporte como ungüento y bálsamo para una sociedad ávida de valores que la reafirmen.

Si en los Juegos de Barcelona 92 Freddy Mercuri y Monserrat Caballé pusieson la voz de los sueños olímpicos, a nosotros esos sonidos nos llevaron a ilusionarnos despiertos, a sentirnos partícipes entrelazados en sus aros olímpicos y “saber que se puede, querer que se pueda” … Y se pudo. A la vuelta de los años tuvimos unas Escuolimpiadas consolidadas y un atleta olímpico de nuestro pueblo, el paisano Antonio Manuel Reina Ballesteros. Honor y Gloria Olímpica para nuestro deportista, orgullo de un pueblo que se puede sentir tocado por los dioses del Olimpo al ser de los pocos en el mundo en tener un de portista en tres Juegos Olímpicos dis tintos, desde Atenas 2004 a Londres 2012, pasando por Pekín 2008. Casi

Es de justicia reconocer la implicación de todos los gobier nos de nuestro pueblo, de todas las tendencias políticas, alcaldes, alcaldesa, delegados, concejales, así como los diferentes directores, directoras, profesores, profesoras y todos los técnicos deportivos que han pasado por la historia de las Escuolimpiadas en estos 30 años de vida. Personas que han dejado su impronta personal y que sería imposible nombrarlos a todos por lo injusto que sería olvidar a algunos. Algunos se nos fueron, pero desde la llama que encendemos todos los años están presentes y en nuestros corazones.

En este ambiente de navegar con viento a favor, las Escuolimpiadas crecieron cual bebé que nace fuerte y sano. Si en un principio eran los alumnos y alumnas de Primaria los participantes, al paso de los años se les unirían el alumnado de Secundaria para terminar abrazando al resto de alumnos y alumnas de Osuna: los pequeñines de Infantil y nuestros bienqueridos de Educación Especial. Hemos pasado de un sueño a una realidad, 1500 alumnos y alumna han sido partícipes en esta presente edición, que ha sido la 29 por aquello de la pandemia, que trastocó vidas y planes. No importa, todo crecimiento tiene su pequeño parón, pero seguimos a más. Los técnicos de nuestros días, los padres de nuestros días, los profesionales, los abuelos, los tíos, son los alumnos de las primeras Escuolimpiadas. Crecemos, personal y socialmente, Osuna crece.

Nos congratulamos de la última incorporación a nuestra fiesta, el alumnado de la Escuela Universitaria de Osuna que ha participado como docente con nuestros pequeños de Infantil, bienvenidos sean y que los años venideros vean la participación de nuestra Universidad en sana competencia con los “bachilleres de Osuna”.

Estamos cerrando el círculo mágico de nuestros sueños, desde los tres años a la Universidad, alfa y omega de la formación de una persona, lo estamos consiguiendo, de lo que soñaron aquellos a lo que vivimos ahora, de lo que tenía nuestro corazón habla nuestra boca.

Enormes gracias al Deporte y la Educación con los valores que nos hacen mejores: La Excelencia, La Amistad y El Respeto.

Delegación Municipal de Deportes Ayuntamiento de Osuna

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