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El Sentir de una Feria
Cuando llega el mes de mayo, en voz bajita yo ensayo, cantando mis sevillanas, con arte y con muchas ganas. Por Mani o por Manuel Orta, por cualquiera de los grandes, mi vergüenza no se corta, te canto por quien tú mandes. Ya faltan muy pocos días, vamos sacando los trajes, no nos quedemos dormías, que hay que planchar sus encajes. Cuando me veas en feria, un vinito tomaremos, y porque no haya miseria, luego juntos brindaremos. Hoy ya toca el pescaíto en todas nuestras casetas, qué riquísimo está frito, como es gratis vaya jetas. Ya está la inauguración, se encienden los alumbrados, son dignos de admiración, nos quedamos asombrados. Cuando entro por mi portada, en mi cuerpo entra alegría, de alegre soy afamada, bailo hasta por bulería. Qué bonitas mis casetas, cargadas de farolillos, y esas gitanas inquietas, cómo tocan sus palillos. Sus trajes con sus lunares, sus mantones y peinetas, sus zarcillos y collares, lucen mis queridas nietas.
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Si algo no me dejo atrás, es mi parque de atracciones, ahí montada me verás, aunque a veces me acojone.
Cómo bailan mis caballos, desfilan como modelos, mis gitanos y mis payos, les han trenzados sus pelos. Y cómo me voy a olvidar de mis corridas de toros, seguro van a brillar, como si fueran tesoros. Puestos de cocos, turrones, chupes, dulces algodones... ¿Quién no pasa buenos ratos cuando está pescando patos? Tómbolas, puestos de tiros... Sí, claro, ustedes reíros, que sin un euro nos dejan, cuando todos se festejan. Aunque por mí pasen años, yo no me voy a cambiar, cuando te vas yo te extraño, me dan ganas de llorar. Adiós mi querida feria, ¡ay! Hasta el año que viene, que Dios no me ponga seria, contigo no me conviene.
Manoli Santillana
(Dedicado al grupo “De Osuna al Cielo”)Poesía