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Salud La lactancia

He aquí un titular amarillista: un hombre (sorpresa número uno) presenta una exposición de fotografías de mujeres dando teta a sus bebés (sorpresa dos) en lugares públicos (qué barbaridad). No debería ser noticia... Pero lo es. Por eso Ismael Suárez, hombre, padre y fotógrafo -por ese orden-, sintió que debía afrontar este proyecto fotográfico del que pueden verse 30 instantáneas este mes en la Biblioteca Pública de Palencia, en la muestra ‘Lactancia Social’.

«Es entendible que llame la atención que sea un hombre quien busque la difusión de un tema así, aunque no debería serlo», coincide este amante de la fotografía, miembro de las asociaciones Contraluz e Hiperfocal (de la que es fundador, en Villaumbrales) y colaborador de Pallantia Photo. Que un bebé tome leche materna es tan natural como que su padre se involucre en la crianza. Suárez es uno de esos papás del siglo XXI que acompañan a sus parejas en la tarea, a veces ardua, de la lactancia a demanda. Tras el nacimiento de su hijo Héctor, tomó contacto con colectivos de apoyo (Hermanas de Leche y el grupo

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Beatriz y Héctor comparten un ratito de lactancia en el Bar Baobab de Palencia, uno de los locales que colaboraron en el proyecto. / Ismael Suárez

del Centro de Salud Eras del Bosque) y advirtió la realidad difícil de las madres lactantes, «en la que, si quieres llevar una vida fuera de la reclusión del hogar y mantener una lactancia a demanda, debe ser a costa de alimentar a tu bebé en cualquier lugar y momento».

Fue tristemente fácil escuchar a muchas madres contar cómo en alguna ocasión habían sido “invitadas” a salir de algún lugar o recriminadas por amamantar a sus críos sin esconderse. «A priori creemos que la lactancia está muy normalizada en nuestra sociedad, pero lo está menos de lo que parece y debería». Con espíritu mitad divulgativo y mitad reivindicativo, se planteó crear un reportaje de su mujer Beatriz dándole el pecho al pequeño Héctor, pero los dos grupos de lactancia mostraron un apoyo e interés enorme, de manera que la idea adquirió la dimensión de proyecto colectivo con la participación de varias familias. «Decidí darle el máximo de difusión que estuviese en mis manos, porque creo que lo merece».

Las fotografías están tomadas en espacios públicos de la provincia para «reivindicar la normalización de la lactancia como un acto natural». Hacer el reportaje fue un reto para su autor, pues los horarios se topaban con unos retratados de impredecibles costumbres: «¡ya sabemos que los hijos o hijas marcan mucho nuestras agendas!». La composición de las escenas busca el coprotagonismo entre las madres, los bebés y el entorno y han sido retratadas en la calle o en establecimientos que sí permiten dar la teta con tranquilidad, «a los cuales estoy muy agradecido», puntualiza Suárez. El autor prevé que la exposición itinere por varias salas más a lo largo de este año.

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