SÁBADO SANTO 31 DE MARZO 2018
EL DÍA DEL DOLOR La Vida ha dado paso al Silencio del sepulcro. Llora el pueblo llano y sencillo, y suena de pronto la trompeta con fondo de tambor, que anuncia la presencia de la Madre. Palencia glorifica a la Virgen escogida entre todas las mujeres para dar al mundo un Salvador. La fe y el amor resplandecen ante la Madre buena del triste y del que llora; del habriento, del desesperanzado, y del que sufre. De ti. De mí. “Si siempre ha sido el amor la medida del dolor, di, pecador, ¿dónde has visto duelo de madre mayor, que el de la Madre de Cristo?”
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