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Anticoagulación: El día a día
from Recoletas Salud nº15
by editorialmic
Unidad de Hematología
Dra. Alejandra Blum Domínguez
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La anticoagulación es el mecanismo farmacológico mediante el cual se evita o disminuye la formación y/o el crecimiento de coágulos (trombos), así como su desprendimiento (embolismo). Su comprensión es de gran importancia dada la elevada frecuencia de pacientes anticoagulados en España, que sobrepasa los 700.000, y sobre todo, si consideramos datos recientes observamos que hasta un 45% de ellos no alcanzan niveles adecuados.
Las indicaciones para anticoagular a un paciente son principalmente:
* Fibrilación auricular permanente y/o asociada a riesgo cardiovascular * Trombosis venosa profunda * Tromboembolismo pulmonar * Prótesis valvulares cardíacas mecánicas * Alteraciones genéticas que favorezcan la trombosis (mutación de F V Leiden, G20210, etc.) * Disminución de los anticoagulantes naturales * De manera preventiva en cirugías traumatológicas * Otras
Disponemos básicamente de 3 tipos dife-
rentes de anticoagulantes:
* Anti-vitamina K: Sintrom ® o coumadin ®. * Heparina (IV o subcutánea): dalteparina, enoxaparina, bemiparina, heparina no fraccionada (sódica), etc. * Anticoagulantes de acción directa: dabigatrán, rivaroxabán, edoxabán, apixabán.
La decisión del uso de uno u otro depende de varios factores: motivo de anticoagulación, duración prevista de la misma, medicación habitual, acceso a los controles, enfermedades asociadas, etc. Es por ello que es conveniente que la decisión sea tomada por un especialista en la materia.
En España el medicamento anticoagulante más utilizado es el sintrom ®, y se monitoriza mediante el INR. Dentro de sus ventajas encontramos: administración oral, antídoto disponible, bajo costo, amplia experiencia en su uso, etc. Sin embargo, también tiene inconvenientes: muchas interacciones con alimentos (sobre todo, los ricos en vitamina K), medicamentos, controles estrechos, etc.
Respecto a los controles, habitualmente se han realizado por extracción de sangre de una vena, precisando tiempo para procesar la muestra y obtener el resultado, y posteriormente otorgar la pauta de tratamiento, lo cual conlleva para el paciente múltiples desplazamientos al hospital o consultorio médico.
Sin embargo, en gran parte de los Hospitales Recoletas contamos con la tecnología más reciente, que nos permite mediante un pinchazo en la yema de un dedo y extracción de una gota de sangre, obtener resultados al momento, y realizar la pauta de tratamiento durante la misma consulta, con lo que además de acortar plazos para el paciente, contribuimos para su mayor comodidad y adherencia al tratamiento. Para esto no se precisa acudir en ayunas.
Los “nuevos anticoagulantes orales” (de acción directa) han supuesto un gran avance en esta área de la Hematología, sin embargo, hemos de considerar que tienen indicación únicamente en algunas enfermedades, por lo que es muy importante seleccionar de manera correcta a los pacientes que puedan beneficiarse de ellos. Se trata de medicamentos tan estables que no precisan monitorización estrecha como en el resto de anticoagulantes, y tienen muy poca interacción con alimentos.
Es necesario mantener bajo vigilancia la función del riñón del paciente, dado que gran parte de su eliminación se realiza por esta vía. No están exentos de interactuar con otros medicamentos, sobre todo, con los fármacos anti hongos y medicamentos para HIV, por lo que se debe revisar la medicación habitual del paciente antes de prescribirlos. Sin embargo, al ser un medicamento que no precisa controles continuos, puede favorecer que no se tome la medicación, ya sea por olvido o porque no presentan síntomas; sin embargo, es acosejable hablar con los pacientes del riesgo de suspenderlo sin indicación médica, así como de la ventaja de
tomar la medicación a la misma hora del
día, de manera que se cree un hábito o costumbre.
Los medicamentos “pinchados” (heparina) los utilizamos en situaciones diversas, y han demostrado un beneficio superior respecto al resto de anticoagulantes en pacientes con cáncer, embarazo, previo a una cirugía, etc. Su principal ventaja es que son muy predecibles. A pesar de tener el inconveniente de ser pinchados pueden ser autoadministrados, lo cual evita desplazamientos para su administración.
Los datos de alerta, en caso de tomar medicación anticoagulante, son:
- Sangrado nasal que no cede - Sangrado en la orina o en las heces - Alteraciones neurológicas (desorientación, desviación de la comisura de la boca, incapacidad para movilizar brazos o piernas, dolor intenso de cabeza que no cede con medicación habitual, etc.).
Considerar estos datos de alerta especialmente en caso de un golpe a nivel abdominal o de cabeza, ya que el riesgo de sangrado interno es mucho mayor respecto a los pacientes que no toman este tipo de medicación.
En resumen, la anticoagulación es una medida necesaria en ciertas enfermedades, que aunque compleja, se puede abordar por diferentes vías, precisando una interacción frecuente entre varios especialistas (hematólogo, cardiólogo, traumatólogo, urgenciólogo, médicos internistas, ginecólogos, etc.) para un manejo integral de nuestros pacientes.