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Principales enfermedades
Unidad de Oftalmología
Dr. Miguel Ángel Calle Fernández
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oculares relacionadas con la edad
Afortunadamente vivimos en uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo. El grupo de población mayor de 60 años es el que presenta más problemas de salud ocular. Las principales enfermedades oculares que pueden amenazar la visión son:
· Cataratas · Glaucoma · Degeneración macular asociada a la edad (DMAE) · Retinopatía diabética
Algunas de éstas pueden conducir a la ceguera si no se diagnostican y tratan a tiempo.
CATARATAS
Son opacidades del cristalino. Con la edad el cristalino pierde transparencia y elasticidad. En algunos casos existe predisposición familiar, antecedentes de traumatismos o ciertas enfermedades que se asocian a una mayor incidencia. Todavía constituyen la primera causa de ceguera en el mundo. El síntoma más conocido es la visión borrosa, pero también pueden producir fotofobia, deslumbramiento o cambios en la graduación. Afortunadamente la pérdida de visión es reversible con la cirugía, que es la única forma de eliminar el problema. Es la intervención quirúrgica ocular más frecuente en los países desarrollados. La técnica más extendida es la facoemulsificación con implante de una lente intraocular (LIO), la cual elimina el contenido del cristalino a través de una pequeña incisión y se implanta una LIO artificial en su lugar. En la inmensa mayoría de los casos se requiere sólo anestesia con gotas (tópica) y la recuperación es rápida.
GLAUCOMA
En el glaucoma lo que se afecta es el nervio óptico y el factor de riesgo principal es la presión intraocular. Es la segunda causa de ceguera ocular en el mundo. La prevalencia en nuestro entorno se sitúa alrededor del 1% de la población, pero en mayores de 60 años alcanza el 3%. En la mayoría de los casos no se producen síntomas evidentes hasta etapas avanzadas de la enfermedad. Habitualmente se va produciendo una lenta, progresiva e irreversible disminución de la visión periférica que reduce su campo visual. Esto se traduce en una mayor dificultad para salir a la calle, ver escalones o cruzar la calle. El tratamiento tiene como objetivo disminuir la presión intraocular y en la mayor parte de los casos se consigue controlar con colirios. En algunos se requiere terapia con láser o cirugía. Teniendo en cuenta que el tratamiento puede detener el avance de la enfermedad pero no recuperar la visión perdida es fundamental el diagnóstico y tratamiento precoz. Por ello, son importantes las revisiones periódicas, especialmente si existen antecedentes familiares.
DEGENERACIÓN MACULAR ASOCIADA A LA EDAD (DMAE)
En la DMAE se afecta la zona central de la retina, la mácula. La mayoría de los pacientes, más del 80%, sufren la forma seca, más benigna. El resto sufre la forma húmeda, capaz de producir un rápido deterioro de la visión. En los países desarrollados es la primera causa de ceguera en las personas mayores. La prevalencia aumenta mucho con la edad, de un 0,5% a los 60 años a casi un 10% a los 80. La edad es el principal factor de riesgo pero también influyen otros factores como la dieta, el tabaco, la exposición solar y la predisposición genética. Los pacientes pierden progresivamente agudeza visual, lo que perciben como dificultades para leer, escribir o conducir o como una mancha o escotoma central que les impide reconocer las caras. Sin embargo, conservan la visión periférica que les puede permitir caminar sin aparente dificultad. Para la forma seca no existe aún ningún tratamiento eficaz. Se intenta frenar con complementos dietéticos. Para la DMAE húmeda el tratamiento se ha revolucionado con la aparición de un grupo de fármacos conocidos como antiangiogénicos, que se administran mediante una inyección directa en el ojo, y habitualmente se requieren varias inyecciones para intentar frenar e incluso recuperar parcialmente visión. Para prevenirla se recomienda dieta sana, evitar el tabaco, utilizar gafas de sol y realizar revisiones periódicas oculares. El autocontrol con una cuadrícula o rejilla de Amsler es otra medida aconsejable para un diagnóstico precoz.
RETINOPATÍA DIABÉTICA
La afectación de los vasos sanguíneos en las personas diabéticas puede dañar también su retina. El mal control metabólico de la diabetes favorece su aparición. Es la primera causa de pérdida severa de
visión en pacientes en edad laboral en
países desarrollados. Con frecuencia el paciente no nota síntomas (visión borrosa y/o manchas móviles -miodesopsias- o fijas -escotomas-) hasta que la afectación es severa. Los tratamientos más habituales actualmente son la fotocoagulación con láser, inyecciones intravítreas y una cirugía conocida como vitrectomía. La prevención es muy importante. El buen control metabólico de la diabetes y las revisiones periódicas de la retina son fundamentales para el diagnóstico y tratamiento precoz.
En conclusión, la visión es fundamental para disfrutar de una buena calidad de vida. Actividades cotidianas como leer, escribir, salir a la calle o conducir pueden verse limitadas en estas enfermedades oculares. Las revisiones periódicas oculares y los hábitos de vida saludables son la mejor forma de evitar que estas enfermedades amenacen nuestra visión.