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Saluda del arzobispo de Valencia
Queridos hijos e hijas de Sueca:
Agradezco de corazón la petición que me habéis enviado desde la Junta Mayor de Cofradías de Semana Santa de Sueca, para dirigiros unas palabras en el libro que anuncia estas celebraciones tan entrañables.
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La Iglesia ofrece a todos los cristianos, a través de la liturgia de estos días –y durante todo el tiempo de Cuaresma–, una oportunidad para contemplar la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo; nos invita también a la escucha asidua de la Palabra de Dios, a dedicarnos con mayor ahínco a la oración, la penitencia y el ayuno, a entregarnos a las obras que manifiestan la caridad. El amor de Dios y del prójimo es el primer y más importante mandamiento de la ley de Dios y el compendio del Evangelio. “Sed misericordiosos como vuestro Padre celestial es misericordioso”, nos dice Jesús.
Por la Cruz resplandece la victoria y la luz del Amor de Dios, más fuerte que el pecado y la muerte. “¿Quién nos separará del amor de Cristo?... Ni muerte, ni vida, ni ángeles… ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Rom 8, 35-39).
Vivir en profundidad la Semana Santa es descubrir la entrega y el amor de Jesucristo por cada uno de nosotros. En la Cruz, Jesús “me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gal 2, 20). Deseo para todos cuantos preparáis y celebráis esta Semana Santa, que nuestro Señor os fortalezca con su Espíritu, que es de vida. Avivad vuestra esperanza. La resurrección de Jesús ilumina toda la vida, toda la historia, y da sentido definitivo al mundo.
La Virgen María nos acompaña en este camino de fe; permanezcamos como Ella al pie de la cruz de nuestros hermanos, golpeados con tantas carencias y sufrimientos; que nos sintamos y seamos cercanos a todos ellos. •••
Sueca
+ Antonio, Card. Cañizares
Arzobispo de Valencia