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El Rincón de la Huerta ¿Yahora qué?
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es eres somos huerta
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¿Y ahora qué?
¿Qué hago con las tomateras cuando ya sólo quedan tomates eternamente verdes? ¿Y con las enormes plantas de calabacín?
Una vez más, la respuesta está en la naturaleza. En otoño el suelo se cubre de material vegetal que las lluvias humedecen y los microorganismos ayudan a descomponer. Gracias a este proceso, una gran cantidad de material vegetal se incorpora anualmente a los suelos y se consiguen enormes beneficios, como la mejora de la estructura del suelo, la mayor retención de agua y la liberación lenta de nutrientes. Imitando este proceso natural, podemos quitar las plantas que ya no sirvan y dejarlas sobre el suelo. Yo prefiero cortar la planta dejando las raíces en el suelo, porque tienen muchos microorganismos asociados a ellas. Lo mejor de este método es su comodidad y que ayuda a proteger el suelo. Es especialmente adecuado si tenemos un acolchado en el huerto y abonamos con estiércol. Como inconveniente, dificulta el trabajo en el huerto al encontrarnos a menudo ramitas.
Otra opción es utilizar el material vegetal para hacer compost en una pila, compostera o incluso en algún bancal que esté en barbecho. En este caso, lo ideal es que el material vegetal esté lo más pequeño posible, ya que de lo contrario puede tardar más tiempo en descomponerse que otros. Cuanto más pequeño, más superficie de contacto hay con los microorganismos. La mayor ventaja de este método es que, si hacemos bien el compostaje, el proceso de descomposición se acelera y además, las semillas, hongos dañinos y plagas se inactivan gracias a la temperatura. Por último, también se pueden quemar estos restos vegetales. De esta manera se aprovechan parte de los nutrientes gracias a las cenizas y nos aseguramos de acabar con plagas que haya podido haber. O, ¿acaso sería mejor tirarlo a un cubo de basura y que lo transporte un camión para finalmente terminar no sé dónde? Es importante que entendamos que los restos vegetales, ya sean del huerto, de la cocina o del jardín, no son residuos, sino un recurso.