Torrelodones Mpal nº370 ene 2021

QUERIDOS VECINOS, Si recientemente os escribía para cerrar un año que quedará marcado en nuestras vidas por la aparición del coronavirus, ahora nos encontramos inmersos en una tercera ola de la pandemia y acabamos de superar un nuevo reto, también sin precedentes, como ha sido el paso de la borrasca Filomena por nuestro municipio.

Contábamos con los informes meteorológicos y con un Plan de Inclemencias Invernales acorde al alcance de las previsiones. Sin embargo, ni los más pesimistas podían prever una combinación de factores como la que se desató a partir del viernes 8 de enero. Aquel día nos preocupaba Filomena, sí, pero también estábamos pendientes del arranque de los centros escolares, preocupados con el aumento de la incidencia de la tasa COVID en nuestro municipio...

De hecho, ninguno —administraciones públicas, agentes sociales y empresariales, vecinos— anulamos nuestros compromisos profesionales o personales para la siguiente semana. Ha sido una nueva situación de urgencia y emergencia sobrevenida.

Tanto en el caso del COVID-19 como en el de la borrasca Filomena, sólo se puede salir adelante con el concurso de todos. Eso hemos hecho y con ello hemos contado. Y no me refiero sólo al Ayuntamiento; me refiero también al resto de Administraciones —gobiernos central y autonómico, municipios cercanos…— y, sobre todo, a vosotros, los vecinos. Me siento muy orgulloso de los trabajadores de este Ayuntamiento, de las contratas que nos han asistido y de mis vecinos.

Poder tener un municipio como el nuestro (extensión urbana, dispersión demográfica y de servicios, orografía…) con movilidad del 100% de los viales en menos de 7 días, o recuperar gran parte del servicio de recogida de basuras y de los autobuses urbanos en 5, así como haber atendido todos y cada uno de los avisos de índole sanitaria o de necesidad urgente, sólo ha sido posible gracias a TODOS. El Ayuntamiento ha puesto los medios necesarios: su personal, 200 toneladas de sal, 17 palas y retroexcavadoras, hasta 4 quitanieves trabajando simultáneamente en algunos momentos, un dispositivo humano que llegó a superar las 100 personas… Pero nada hubiera sido posible sin los vecinos que colaboraron habilitando sus calles, los que se ofrecieron voluntarios para traslados de urgencia, los que nos alertabais por teléfono o por redes sociales sobre este o aquel problema.

En las catástrofes, todo el mundo es imprescindible. Más allá de exigir a las Administraciones la coordinación, los medios y los recursos —algo que indudablemente ha de hacerse— como sociedad hemos de asumir nuestra responsabilidad.