es eres somos
14#
salud
UN AÑO DE COVID El 6 de marzo de 2020 se detectaba el primer caso de COVID19 en Torrelodones. A partir de ese momento, los acontecimientos se precipitaron. Pocos días después, la Comunidad decretó el cierre de los colegios y el 14 de marzo el Gobierno decretaba el Estado de Alarma. Se cumple por tanto un año del inicio del periodo de confinamiento domiciliario, que se extendería hasta el mes de mayo. Desde entonces, hemos vivido sujetos a diferentes normas de convivencia y actuación, con una importante variabilidad en nuestra libertad de movimiento en función del marco local y temporal. Un año, por tanto, de cambios e incertidumbre y un escaso control del entorno que nos rodea. Un año que incluyó una segunda ola y que finalizó con los deseos de cambio para 2021 que precedieron a la tercera ola. Ahora, cuando los datos comienzan a descender, hay que recordar más que nunca que no hay que bajar la guardia. No hay que repetir los errores de meses previos y —a pesar de que ahora, con la vacunación ya iniciada, la esperanza se abre paso— tenemos que seguir siendo cautelosos y precavidos El COVID19 ha marcado un hito que cabría calificar de histórico por el cambio radical que ha supuesto en nuestro día a día, desde cualquier perspectiva: personal, social o profesional, todas las esferas de la vida, se han visto en mayor o menor medida, afectadas. Cuando se detectaron los primeros casos de covid-19, Sars-CoV-2, sus efectos aún eran en
gran parte misteriosos para pacientes, académicos y médicos. Después de un año, la pandemia ha dejado más de 2,5 millones de muertos y 113 millones de casos de covid-19 en el mundo. En nuestro pueblo también hemos sufrido y estamos sufriendo los efectos de una crisis sin precedentes. Pero las crisis son también momentos de oportunidades. Indudablemente, el mayor reto que afrontamos es superar médica, social y económicamente esta situación de pandemia, pero es indudable que algunos de los efectos que esta ha tenido, han venido para quedase, como por ejemplo los sistemas de trabajo a distancia. Todo parece indicar que las estructuras de trabajo a distancia vayan ganando terreno progresivamente. Debemos al futuro con esperanza. Tendremos que adaptarnos a nuevas circunstancias, en muchos casos reinventarnos, pero con el apoyo de las administraciones —nacional, autonómica y local— y el concurso de empresarios, emprendedores y trabajadores, la crisis se convertirá en oportunidades.
