Revista del Colegio de Arquitectos de Valladolid
Nº 12 | Edición semestral gratuita
Revista del Colegio de Arquitectos de Valladolid
Nº 12 | Edición semestral gratuita
DE ARQUITECTURA
6. La enajenación de la plaza
12. La Torre de la Iglesia de Matapozuelos
22. La Muralla de Almazán y su entorno
28. La iniciativa Duero Douro
32. Restitución de la iglesia de San Ginés de Villabrágima
38. Javi y teofilo, de la voluntad al colapso
44. San Andrés de Arroyo
52. Las ermitas en la huerta 60. Analizando nuestro Patrimonio
65. Intervenciones urbanas
72. Arquitectos de la Modernidad. Fernando Cobos
82. Nuestro Colegio en 2018
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Estimados compañeros:
¡Feliz año! Y de verdad que os lo digo de corazón. Así empecé en la revista número 6. No es que lo recuerde, es que lo he mirado (hago trampas). Pero la felicitación es sincera y os deseo la mejor de las épocas de vuestra vida.
En este número de nuestra revista, se van a plantear diversas intervenciones en el Patrimonio. En esta amalgama de palabras que, a veces, nuestra sociedad confunde e incluso nosotros confundimos (‘Restauración’, ‘Reforma’, ‘Rehabilitación’, ‘Arreglo’, ‘Intervención patrimonial’, ‘Ampliación’, ‘Ampliación y reforma’,’ Cambio de uso’,…).
Pero antes deberíamos preguntarnos ¿Por qué siempre que se habla de Patrimonio nos viene a la cabeza (la nuestra o la de cualquiera) aquel edificio de no menos de 300 años? ¿Acaso no son Patrimonio de todos, aquellos edificios del Movimiento Moderno, Contemporáneo, o cualquier otro edificio sea de la época que sea, pero que tenga un interés arquitectónico especial?
Y ¿Qué es tener un interés arquitectónico? ¿Qué hace que un edificio sea merecedor de ser conservado en el tiempo y merecedor de nuestro reconocimiento?
Revista del Colegio de Arquitectos de Valladolid. Nº12 | Edición semestral gratuita. Edita: Colegio de arquitectos de Valladolid (Tel.: 983 344 244. www. coavalladolid.com) y Editorial MIC (Tel.:902 251 902/983 456 518. www.editorialmic.com). Diseño:
Cristina Aparicio Castaño Maquetación: Editorial MIC. Imagen de portada: restauración de la cilla, atrio y salón norte de la Real Abadía de San Andrés de Arrollo, Santibáñez de Ecla, Palencia, obra de los arquitectos Enrique Villar Pagola y Francisco J. González Pérez Depósito Legal: VA-389-2013.
Le preguntaba a un vecino por qué no cambiaba de coche y su respuesta fue, porque este coche pertenece a mi vida y desprenderme de él resulta doloroso. Su coche es su ‘Patrimonio’. Y no lo considera Patrimonio por sus años, ni por
su precio económico, ni por sus prestaciones actuales, sino por su vinculación sentimental. ¿Existen entonces vinculaciones sentimentales que nos hacen identificar a ciertos edificios como ‘Patrimonio’ nuestro? Y ¿Pudiera ser que carecieran de interés cultural o artístico algunos determinados edificios que nos siguen vinculando sentimentalmente con ellos? Creo que sí. Lo lamento, pero sí. Y resulta que cuando la vinculación sentimental es colectiva, se debe entender que se mantenga y proteja con el esfuerzo de todos. Pero cuando ese sentimiento no alcanza a la colectividad, la protección y el destino de recursos públicos a su mantenimiento es, cuando menos, discutible.
Esto abre un gran debate, lo sé. Pero en este debate, debemos estar presentes los arquitectos como profesionales expertos e implicados directamente en la materia. ¡Lucharemos porque en ningún caso se nos excluya!
Sin embargo, sí quiero recalcar y mantenerme en la afirmación de que no se ha de considerar de forma exclusiva ni excluyente que sean bienes de nuestro ‘Patrimonio arquitectónico’, tan solo aquellos edificios de algunos siglos atrás, despreciando aquellas auténticas obras magistrales y de gran valor arquitectónico y artístico que por su proximidad en el tiempo pareciera que carecen de cualquier interés social que desemboque en su protección, reconocimiento, respeto, mantenimiento y conservación.
Este número de nuestra revista contiene ejemplos maravillosos de intervenciones en el ‘Patrimonio Arquitectónico’, donde el diálogo entre aquellas formas y elementos del pasado y los nuevos materiales o tecnologías, está presente. Donde la confluencia de elementos arquitectónicos del ayer y del hoy, es capaz de llegar a un resultado fa-
buloso. Y no solo se trata de añadir formas o elementos de la arquitectura contemporánea a un edificio en muchas ocasiones ruinoso, sino que se recupera ese edificio y se le pone en auténtico valor, dando usos a veces diversos de los originales, pero no menos necesarios o atrayentes para nuestra Sociedad.
Con frecuencia nos encontramos con intervenciones muy costosas, pero es el precio lógico de mantener nuestro patrimonio. Sin ese respeto entraríamos en el olvido de nuestro pasado y no voy a entrar en lo que ello significaría, sino que me limitaré a apuntar que el gasto de las intervenciones es pequeño si valoramos lo que ganamos.
Quiero dar muchísimas gracias a todos los que han colaborado en esta revista, como siempre de forma desinteresada, para conseguir de nuevo un resultado meritorio.
Sigamos luchando por mantener ese Patrimonio de interés para todos y sigamos mostrando esa capacidad que tenemos los arquitectos para conjugar formas concluyendo en una realidad asombrosa.
Un cordial saludo a todos
Alo largo de los años que trabajé como arquitecta en la Universidad de Valladolid, entre 2004 y 2018, pude analizar el fenómeno de enajenación referido en el título, como resultado de la relación entre el patrimonio arquitectónico y el espacio público que preside.
Esta enajenación de la plaza, tanto como espacio vivencial como de observación, disfrute o valoración del monumento y su significado, se produce como consecuencia de la respuesta que la sociedad y el urbanismo han ido dando a la persistencia de los monumentos.
Un estudio más detenido nos lleva a encontrar como condicionante de esta respuesta, la evolución de la idea de universidad a lo largo de la historia, es decir, la evolución de la idea de cómo la institución ha de relacionarse con la sociedad. Dilema este en alternancia permanente entre la inserción en la sociedad o el recogimiento en un espacio más exclusivo y silencioso.
En el caso de la Universidad de Valladolid, el fenómeno de enajenación del espacio público se observa en diversos edificios como son la antigua cárcel de la Real Chancillería, donde la desafección con el entorno es paralela la silenciación de los hechos de represión que acontecieron en el edificio durante la guerra civil; o en el Palacio de Santa Cruz, donde sí se conserva la plaza, pero no en diálogo con el monumento; y en el propio edificio histórico de la Universidad donde la plaza homónima queda dividida por un vial rodado que apenas permite a la fachada barroca presidir su entorno más inmediato, precisamente ocupa-
do por el atrio de los leones del que ahora hablamos.
Con la restauración de los leones de atrio llevada a cabo en 2016 ha quedado reforzada la enajenación no sólo de la plaza, sino del propio recinto delimitado como fuero universitario, ganado por la ciudad como espacio peatonal. También aquí se pone en riesgo la enajenación del significado histórico y social del lugar, apenas diferenciado por el pavimento, por lo que hemos de recordar que “los leones” son algo más que mobiliario urbano.
El espacio comprendido entre la fachada de la Universidad y las dieciocho columnas define el recinto que quedaba exento de la legislación ordinaria y se sometía a un fuero jurisdiccional propio durante la Edad Media. Los pilares tenían como función soportar cadenas de grandes eslabones que delimitaban este perímetro, desaparecidas en el caso de la Universidad.
Este significado ha estado presente en la sociedad hasta la transición democrática del siglo XX, cuando profesores y estudiantes invocaron el amparo del fuero universitario para evitar la entrada de la policía durante las reivindicaciones antifranquistas. Aún hoy, se tiene la creencia de que la policía sólo puede entrar al recinto universitario con la autorización del Rector. Por su parte, las movilizaciones sociales siguen escogiendo este lugar como símbolo de la autonomía política o del poder institucional de la universidad.
A principios del XVIII, cuando se levantó la fachada barroca, el conjunto de las columnas fue trasladado desde la primitiva fachada de la calle Librería a su actual emplazamiento. Las figuras de leones que coronan las columnas se labraron en 1724 por los canteros José de la Portilla y Santiago González a quienes ayudaron Antonio de la Cabada y Antonio de Bedia. El trasiego de las columnas de una fachada a otra, unido a diversos altercados sufridos por los leones, es posiblemente la razón de la falta de correspondencia del conjunto con el eje de simetría de la fachada y de que la combinación de secciones de pilastra y semicolumnas no siga una lógica compositiva arquitectónica.
Cabe recordar que una mañana de 1989 aparecieron dos de los leones rotos en el suelo, lo que llevó a variar su ubicación y a sustituirlos por las réplicas que actualmente se adosan a la fachada. Hemos sabido que la caída se produjo al intentar colocar una pancarta durante las manifestaciones pacifistas del momento. Menos justificación tiene que en 1995, según recoge la prensa, otra figura resultara fracturada durante las novatadas estudiantiles. En cualquier caso, los daños antrópicos han sido y siguen siendo la causa de los principales daños que sufren los leones.
El estudio previo realizado por PETRA, S. COOP en 2015 no reveló mayores patologías que las ya diagnosticadas en la piedra caliza de la fachada debidas principalmente a acciones atmosféricas. En general se
“También aquí se pone en riesgo la enajenación del significado histórico y social del lugar, apenas diferenciado por el pavimento, por lo que hemos de recordar que “los leones” son algo más que mobiliario urbano”
concluía un buen estado de conservación a excepción del León denominado L03, donde se identificaban partes disgregadas con riesgo de desprendimiento debido a la acción de los anclajes metálicos interiores; Sin embargo, una da las causas más importantes de los deterioros de las columnas, en concreto de sus basamentos, es el efecto de los orines de los perros. Puede que esta agresión al patrimonio no sea tan llamativa como otras que rápidamente se califican de vandalismo, pero pone en evidencia la falta de sensibilización del ciudadano respecto al patrimonio, y la necesidad de establecer mecanismos de convivencia y de respeto.
No será hasta 1996 cuando el atrio se declare BIC en categoría de Monumento vinculado a la fachada histórica. La primera restauración ya se había llevado a cabo en 1989 de acuerdo con el proyecto de Pío García Escudero. Bajo la administración de la Universidad, en 2014, se acometió una segunda restauración, según proyecto de Juan Carlos Arnuncio Pastor, pero, esta vez, prescindiendo de actuar en las columnas del atrio.
Esta circunstancia me llevó a aceptar la redacción del proyecto y dirección de la “Restauración de los Leones del Atrio”. En el mes de septiembre de 2016 comenzaban las obras.
La intervención se desarrolló según lo previsto en el proyecto, organizándose en dos fases y cuidando la imagen del vallado mediante la colocación de fotografías de leones que realicé en el P. N. del Serengueti, consiguiendo interactuar con el ciudadano, a falta de un proyecto divulgativo.
Uno de los mayores condicionantes de la actuación era el carácter escultórico del conjunto formado por dieciocho columnas coronadas por esculturas de leones que portan escu-
dos; La imposibilidad de interpretar el volumen escultórico, me llevó a focalizar la atención sobre “la columna” como elemento esencial arquitectónico.
Como sabemos, cada elemento queda definido por su basa, fuste y capitel. Mientras las basas y los capiteles son iguales en las dieciocho columnas, los fustes presentan una sección rectangular a la que, según los casos, se adosan una o dos semicolumnas con éntasis. Las esquinas son dobles y se coronan con una pareja de leones. La documentación gráfica del proyecto recogió la geometría con la mayor exactitud posible.
La intervención comenzó con la eliminación de los elementos perjudiciales para el soporte. Así como en la restauración de la fachada el debate giró entorno a hasta qué punto eliminar las reposiciones volumétricas del 89 cuya estabilidad se ponía en duda, en el caso de los leones sólo encontramos resinas en la basa de la columna L04. Lo que sí hubo que eliminar fueron chicles, papeles, plásticos, colillas, etc. incrustadas en las coqueras de la piedra. También se eliminaron numerosos tacos coloca-
“La imposibilidad de interpretar el volumen escultórico, me llevó a focalizar la atención sobre “la columna” como elemento esencial arquitectónico”
dos con su correspondiente taladro para sujeción de algo, y restos de mangueras eléctricas que alegremente se habían recibido con mortero de cemento a las basas ocasionando el consiguiente daño a la piedra.
La colonización biológica, que se localizaba fundamentalmente en la parte superior de los leones, se fue reduciendo mediante la aplicación de distintas manos de cloruro de benzalconio. Enseguida se dejaron ver las zonas menos cohesionadas sobre las que hubo que aplicar ciclodecano y silicato de etilo para consolidar y permitir continuar con la actuación. Este tratamiento se aplicó sobre el león L03 y sobre los escudos de la esquina L15. El resto de elementos sólo requirieron microsellados con mortero de cal hidráulica.
La limpieza se realizó mediante microproyección de silicato y óxido de aluminio variando la presión en función de las zonas. El silicato se empleó sobre las basas al ser las partes más afectadas por la costra negra generada por la constante agresión de los orines.
La limpieza de los fustes de las columnas sacó a la luz las vetas grisáceas de la piedra de Campaspero, disimuladas en el entonado final. Y en la talla de los leones se evidencian los restos de pátinas históricas, que, al igual que en las esculturas de la fachada, presentan tonos rojizos y pretenden enfatizar los volúmenes.
Las reintegraciones volumétricas, ejecutadas con varillas de acero inoxidable o fibra de vidrio y mortero de cal, se ciñeron a los elementos arquitectónicos. La actuación se guió por el criterio de facilitar el desagüe del plano de asiento de los leones sobre el capitel y recuperar las aristas principales de arranque y coronación de los fustes, pero evitando la reconstrucción de formas curvas. La reconstrucción se aplicó sobre fracturas pero no sobre formas erosionadas.
Finalmente se hidrofugó y se entonó la superficie con cal hidráulica y tierras naturales consiguiendo muy satisfactoriamente la unidad cromática con la fachada.
La restauración de un conjunto tan accesible y delimitado, ha supuesto que cada uno de los leones, con su columna, fuera diferenciándose de los demás durante el proceso adquiriendo su propia identidad. Así por ejemplo, el león L02 se asentaba sobre un capitel inclinado y acuñado que así se mantuvo, inyectándole lechada de cal; en su boca entreabierta se aprecian restos de la lengua ejecutada en plomo; El león L05 resultó el de mayor tamaño de forma que sobresalía del capitel, y sobre el L06 se comprobó la existencia de un bulón metálico de unión con la columna; Los dados de arranque de las basas del L07 y del L08 se reconstruyeron con hormigón de cal proporcionando asiento a las basas que quedaban descalzada; Y el L013 destaca por haber perdido casi por completo la definición escultórica que sin embargo, no afecta al entendimiento del conjunto.
Sobre el León L16 se realizó una actuación distinta ya que el dado de arranque basculaba sobre el terreno. Con seguimiento arqueológico, se ejecutó una zapata de hormigón de cal NHL5 armada con varilla de acero inoxidable. La escultura se apeó para extraer lo que he llamado una “réplica de garantía” mediante la obtención previa de un molde de silicona.
El trece de diciembre de 2016 se firmó la recepción de la obra. Los leones volvieron a pertenecer a la fachada barroca, y el atrio a la ciudad.
*Imágenes del artículo.
01 Fachada histórica y atrio de la Universidad de Valladolid declarados BIC en 1996.
02 Vallado interactivo de obra con imágenes del Serengueti. 03 Definición geométrica de la columna. Opción de cartel para vallado.
04 Tratamiento de la colonización biológica. 05 Aplicación de consolidante sobre L03.
06 Pruebas de microproyección de áridos para limpieza de la costra negra. 07 Restos de pátinas históricas rojizas en L06. 08 Reconstrucción de capitel L05 con mortero de cal. 09 Ejecución de zapata de cimentación en el L16. 10 Extracción de réplica de garantía con molde de silicona.
“Los leones volvieron a pertenecer a la fachada barroca, y el atrio a la ciudad.”
Los problemas de deterioro de la iglesia de Sta. Mª Magdalena, y sobre todo de su torre, eran apreciables por los habitantes del pueblo, aunque sin llegar a imaginar su verdadera gravedad.
El desprendimiento de la cornisa del coro de la iglesia, en la fachada oeste, fue el primer aviso serio de que la iglesia no era un ente eterno. También fue otro aviso el desprendimiento de elementos del remate de la torre y de la balaustrada, ocasionados por el anidamiento masivo de cigüeñas (se llegaron a contabilizar 26 nidos).
En septiembre de 2007, el Ayuntamiento de Matapozuelos, como representación de la voluntad de los habitantes del pueblo y principales usuarios de la iglesia, toma la iniciativa de promover acciones destinadas a conseguir su restauración y mejora, con el fin de que el edificio tenga una más satisfactoria y amplia utilización.
labores necesarias de reconstrucción, reforma, consolidación y mejora de los diversos sistemas constructivos.
Pero la Restauración no sólo tiene que atender adecuadamente a cuestiones de técnica arquitectónica. La Restauración tiene también que ser capaz de dotar a los monumentos de otro elemento de vida, de manera que le ayuden a pervivir.
El aspecto más novedoso y que supone el aporte arquitectónico más significativo a la situación previa, es la instalación de una escalera fija para acceder a los últimos niveles de la torre, permitiendo así el acceso controlado ocasional de visitantes y facilitando las labores de limpieza y el mantenimiento.
PEDRO RODRÍGUEZ CANTALAPIEDRA
El proyecto, acometió partes muy concretas de la iglesia, dejando pendiente en aquel momento otras también necesarias: cubiertas, fachadas sur, este y oeste, presbiterio, atrio y entorno, el interior…; algunas de ellas actualmente ejecutadas.
La intervención pretende conseguir un estado óptimo a la parte de la Iglesia de Santa María Magdalena afectada por este proyecto (cuyo ámbito era la torre, la fachada norte y las zonas inmediatas del atrio), y su puesta en valor, acorde a su condición de monumento. Para ello se realizarían las
Respondemos de esta manera a un pensamiento de la restauración, para lo que me permito utilizar una cita de Carlo Scarpa: restaurar no significa tan solo reparar los viejos edificios, consiste en darles otro elemento de vida, de manera que puedan vivir hoy y mañana. Los accesos controlados y ser un punto de atracción de visitantes como sala de exposiciones vertical y mirador son este nuevo elemento de vida.
Se presenta con el nuevo aporte de uso, un nuevo punto de vista. Si bien es el exterior de la torre el que tradicionalmente ha sido el observado y admirado, ahora también va a ser objeto de observación y disfrute el interior, descuidado, maltrecho y sin atractivo aparente hasta ahora.
La restauración como disciplina arquitectónica y motor de un nuevo elemento de vida
La progresión ascendente es también un recorrido a la luz, pasando de la oscura planta baja hasta la claridad de los niveles superiores con mayor número de huecos.
Este ascenso por el fuste de la torre se realiza con pausas en las dos plantas intermedias y se remata con dos estaciones finales: la primera, interior, en el espacio de las campanas; y la segunda, exterior, en la galería perimetral.
El desembarco en la planta de campanas, como espacio interior más abierto y luminoso, necesitaba ser culminado con un elemento singular, que manifieste la novedad tanto en la intervención como en el uso. Es, además, el espacio que da el sentido funcional a la torre como instrumento musical con su caja de resonancia: el toque y sonido de las campanas tiene que llegar lo más lejos posible. El aporte arquitec-
tónico se hace intencionadamente presente, evitando ligerezas asociadas únicamente a elementos de diseño banal y soluciones propias de mantenimiento. El espacio cambia al darle un nuevo sentido, y merece la pena cualificarlo con la imagen de la nueva escalera, simple y rotunda como las fábricas de ladrillo, las bóvedas y forjados que la envuelven.
La salida a la galería, prácticamente imposible hasta ahora, posibilita que el público pueda disfrutar de una visión privilegiada del paisaje. Cuando antes solo se observaba
desde fuera la torre, ahora también se va a poder mirar desde la torre afuera.
Si bien los datos de los estudios previos históricos, arqueológicos, petrológicos y fotogramétricos tuvieron gran desarrollo, y avanzaban justificaciones de actuación, la inspección visual y no destructiva no pudo alcanzar ciertos puntos inaccesibles.
La torre es la parte más perjudicada por el paso del tiempo y por la falta de mantenimiento. Los mayores perjuicios estaban en los cuerpos ochavados, y cornisa del suelo de la primera terraza. El agua de lluvia y las inclemencias del tiempo habían perjudicado de gran manera las fábricas de ladrillo, mientras que la acción de
“Los accesos controlados y ser un punto de atracción de visitantes como sala de exposiciones vertical y mirador son este nuevo elemento de vida.”
las aves arruinaba más las de piedra y los elementos ornamentales.
El vertido libre del agua por encima de las basas de piedra de las balaustradas, hacía que todas las juntas del voladizo de piedra se lavaran, amenazando su estabilidad.
El problema principal era la falta de función de desagüe localizada (vuelos, impostas y botaguas) cuya finalidad debía ser evitar la escorrentía. La desfiguración de huecos era otra acción del agua.
El resto de fábrica de ladrillo, presenta un mejor aspecto, únicamente perjudicado por manchas, de tipo biogénico principalmente.
Estas afecciones exteriores se complementan en el interior por la pérdida de materiales leñosos y el cúmulo de guano de ave, que acelera el proceso de pérdida: el estado de entablados, forjados y vigas afectadas son un ejemplo de ello.
Las labores de mantenimiento y reparación se suponen prácticamente heroicas, y por lo tanto la proliferación de nidos y el acceso de aves, así como
la existencia de filtraciones, eran cada vez más numerosas.
El nuevo uso debe suponer un cambio compatible con el monumento. El espacio cambia, se transforma con la instalación de la nueva escalera sin perder la permeabilidad propia de los campanarios, liberando el centro de la estancia de la ocupación por la nueva escalera, que hubiera sido la solución más fácil, protagonista y “visual” de la escalera.
La contemplación de los paisajes de Tierras de Medina y Tierras de Pinares premia el ascenso del visitante a la primera galería. Envuelven la vista el Cerro de San Cristóbal, las terrazas de Rueda y la Seca, y los páramos de Torozos, Montemayor y Cogeces. Más allá, limita el horizonte hacia el sur las sierras de Segovia, como se puede ver en días claros. Y al oeste, hay
quien asegura haber visto los montes de León.
Los criterios generales de intervención que dirigieron el proyecto fueron:
1º. Restauración mimética, para las obras con materiales tradicionales no singulares.
2º. Soluciones constructivas y estructurales que mejoran el funcionamiento de sistemas antiguos.
3º. Propuestas de actualización de uso y nuevos elementos.
Las tarimas y carpinterías de madera de olmo, los revocos de las bóvedas, y sobre todo, los paños de revoco de cal de los paramentos con el alabastro son anécdotas pretendidas en la omnipresente fábrica de ladrillo, a la que se le descubren gran parte de los mechinales cegados como mecanismo estético de orden repetitivo reticular extraído de su propia construcción y
“Si bien es el exterior de la torre el que tradicionalmente ha sido el observado y admirado, ahora también va a ser objeto de observación y disfrute el interior.”
que contribuyen a una mejor ventilación de la torre.
Las fábricas de ladrillo de tejar (muros, cornisas, impostas, alféizares, botaguas, cubiertas), los morteros de cal y, sobre todo, la madera de olmo asientan con singular presencia la actuación en la tradición constructiva de este ámbito geográfico. Y la utilización del alabastro se relacionan simbólicamente con la copa de la Santa a la que está dedicada la iglesia. El plomo, el cobre y el alabastro, son materiales inherentes a la historia de la Restauración.
Para conseguir los objetivos expuestos, y teniendo en cuenta los criterios de intervención, las actuaciones que se adoptan van encaminadas a conseguir principalmente lo siguiente:
- Recuperación de las fábricas, ornamentos y líneas de arquitectura
- Protección contra los agentes que degradan la torre
- Facilitar el acceso de visitantes y el mantenimiento
Con el fin de respetar su condición de monumento, se analizó en el proyecto
cada parte de la intervención clasificándose como reparación, reposición o adición, para dejar constancia de cada aporte constructivo al monumento en esta obra.
La obra comienza con la instalación del andamio y medios auxiliares que posibilitaban el acceso y visualización de todos los puntos de la torre.
Se aumentaba de esta manera, como si de un zoom fotográfico se tratara, la visión inicial con la que se había redactado el proyecto, y se comprobó la gravedad de las patologías vistas hasta entonces desde lejos, e incluso otras
nuevas, que por la inaccesibilidad de los puntos no se podían apreciar antes. También se comprobaron que ciertos elementos no cumplían las funciones que se esperaba.
En el primer grupo tenemos que los problemas de pérdida de material de fábricas, rotura y falta de estabilidad de elementos pétreos, y de presencia y acceso de agua, eran mayores que los esperados.
El mayor de los nuevos problemas que se encontraron fue la rotura del cupulín de la linterna y la copa del pináculo de piedra del remate donde se sitúa la veleta. Para conseguir éxito en su reparación, se analizó el origen
de la rotura, diagnosticando que la causa era el azote del viento en la veleta y en el cable del pararrayos que, de manera tensa, descendía por el cupulín y la linterna, transmitiendo movimientos horizontales al pináculo.
Una vez concluido esto, la solución debería pasar por soportar estos movimientos previamente a su contacto con la cúpula, y evitar su rotura, de tal forma que esta nunca fuera alcanzada por los esfuerzos horizontales del mástil que sostiene veleta, cruz y pararrayos. Se reconstruyó el cupulín con la incorporación de un armado de varilla de fibra de vidrio, se limitó el movimiento de la veleta triangulando su base con una estructura de acero inoxidable mateado y reconectando el cable del pararrayos en una situación no tirante, se repusieron las tejas cerámicas en escama, y se recolocó una nueva pieza de piedra en copa, en la base del pináculo de remate, albergando en su interior una camisa de neopreno que envolvía el mástil y un sellado de plomo. Todo ello sin desmontar el mástil, cruz ni veleta.
El anillo histórico se ha mantenido siendo reforzado por otro de acero inoxidable mateado, según se había proyectado, más entonado con la piedra caliza a la que abraza.
El resto de pérdida de material se centraba en cornisas, impostas, botaguas, balaustrada y pináculos, y era muy acentuada esta pérdida, sobre todo, en el remate ochavado, y en la cornisa del nivel de la terraza.
El proceso de restauración se abordó, primero, con la limpieza selectiva de las fábricas, el saneado de las juntas deterioradas, y más adelante con el rejuntado particularizado según planos de fachada, la reposición de las piezas cerámicas perdidas (piezas nuevas realizadas a mano y según medida), y la recolocación y reintegración de todas las balaustradas, pináculos y remates.
En la cubierta de la cúpula, se retiran los restos orgánicos de aves y se realiza una limpieza, saneado y consolidación de la superficie de las tejas de escama, de los elementos pétreos de vierteaguas de cor-
nisa y de los adornos piramidales con una mediana o pequeña degradación. Se pican y retiran todos los materiales añadidos, como los morteros Portland o los elementos metálicos deteriorados. Es de destacar que en su cúspide, se descubrieron dos piezas cerámicas con singulares marcas: una con el nombre completo de Machuca, y otra con la huella de una mano, como firmas del autor o autores de la obra.
Después de realizar estos trabajos de limpieza se repondrán los elementos ornamentales de linterna deteriorados y las piezas cerámicas perdidas en cubierta de cúpula. Se fijaron las piezas de piedra internamente mediante llaves de acero inoxidable.
En el interior de la torre, los problemas eran similares pero de menor envergadura, también haciéndose de mayor importancia cuando se accedía al remate ochavado
cerámicas con singulares marcas: una con el nombre completo de Machuca, y otra con la huella de una mano”
y a la cúpula, pues el acceso de agua era también relevante. Sin embargo había otro factor agresivo, que era la intervención humana: rozas y picados en campanario, de importante calado.
Respecto al segundo grupo, el de elementos que no cumplían las funciones que se esperaba, lo más destacable fue comprobar que las gárgolas de la terraza eran únicamente decorativas, pues no contaban con ningún conducto interior: nunca fueron pensadas para expulsar el agua, sino sólo como elementos decorativos.
Este hecho hizo cambiar las condiciones de desagüe de la terraza. Se replanteó el sistema de pendientes y desagüe para asumir la evacuación perimetral, implementando los elementos de goterón, pues la evacuación libre era la nueva (y previa) solución a adoptar.
“Se descubrieron dos piezas
Después de apenas cuatro años y medio de su finalización, el proyecto parece que alcanza los resultados esperados:
En cuanto a lo material, las patologías no han vuelto a hacerse visibles, ni se han reproducido las lesiones.
En cuanto a lo funcional, el mantenimiento es más fácil y cómodo, sin riesgo, y evitando que aparezcan los nidos de aves, que pueden hacer peligrar la pervivencia del monumento, simplemente con el acceso personal a los puntos de anidamiento, y evitando la entrada de las palomas. Un fácil mantenimiento garantiza la preservación del monumento.
Respecto al nuevo uso, cabe decir, que según las estadísticas de los servicios municipales, la atracción de visitantes a la iglesia se ha incrementado a un máximo, hasta el mes de octubre, de 1.700 visitantes en este año de 2018, de los que una media de 450 visitantes/año han remontado los 161 peldaños que ascienden al nivel accesible al público, situado a la cota de 32’60m. de los 52’57 m que tiene de altura máxima la torre.
Y respecto al aporte estético de la nueva obra, puedo decir que el proyecto ha tenido la voluntad de atender al edificio, al lugar y a la disciplina de la Restauración, que se hace presente al tomar decisiones de carácter espacial, estructural, constructivo, de durabilidad y conservación, y en la elección de
los materiales empleados. Será el observador avezado quién evalúe si estas decisiones han sido acertadas.
*Imágenes del artículo.
01 Escalera interior en el campanario. Nivel 3. 02 La torre con la portada de la iglesia. 03 Algunas imágenes de estado previo. 04 La parte superior de la torre fue la más intervenida en la restauración. 05 Detalle de reconstrucción de botaaguas y cornisas. Líneas de arquitectura. 06 Fabrica de ladrillo y bóveda vista desde el acceso. 07 Disposición de paños de estuco de soporte para exposiciones. Nivel 2. 08 Pavimento de tarima de olmo en la planta del campanas. Nivel 3. 09 Arranque nueva escalera. 10 Plataforma del nivel 4, desde escalera de mantenimiento a nivel 5. 11 plataforma y estructura nivel 4, visto desde planta de campanas. 12 Vista superior de la escalera nueva y vista inferior del encuentro esviado. 13 Sección torre.
*Creditos del artículo.
Situación: Matapozuelos, Valladolid. Intervinientes: Autor del proyecto y director de obra Pedro Rodríguez Cantalapiedra, Arquitecto. Director de ejecución material de obra y coordinador de seguridad y salud: Alfonso Burgueño Rioja, Arquitecto Técnico. Arqueología: 1ª Campaña: Memoria Técnica Investigación Arqueológica previa y Estudio Histórico: AICARA, Arqueología Y Patrimonio Cultural, S. L. Dirección Técnica: Pedro Javier Cruz Sánchez y José Luis Díez Juste.
2ª Campaña: Seguimiento de Obra y zanjas: Pedro Javier Cruz Sánchez Arqueología y Patrimonio Cultural. Estudio Materiales Inorgánicos. Tecnum consulting de ingenieria, S.L. (“TECNUM”).
Representante: José Miguel Useros Martín. GEA Asesoría Geológica (GEA). Representante: Luis Valdeón Menéndez. Levantamiento topográfico y fotogramétrico. Topografía Castilla y León S.L. (“TOPOCAL”). Ingeniero técnico: Roberto Tomillo Alonso .Arqueólogo: Roberto Macho
Ibáñez. Contratistas. Desde el acta de inicio de obra, con fecha 16 de julio de 2012, hasta el 17 de septiembre de 2013:. Magistro S.L., C.I.F. nº B-47300181. Represente: Luis Enrique Plo García.. Desde el 25 de octubre de 2014, hasta la finalización (10 de julio de 2014): Técnicas para la restauración y construcciones S.A. (TRYCSA). Representante: Vidal Sánchez Gutiérrez. Financiación. Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, Ayuntamiento de Matapozuelos, Arzobispado de Valladolid y parroquia de Santa María Magdalena, GAL “Ruta Mudéjar”. Fotografías. Pedro Rodríguez Cantalapiedra
Un problema muy común hoy en día en la construcción y rehabilitación de edificios es la falta de espacio para poder instalar un ascensor o sustituir uno pequeño por otro más grande.
La accesibilidad en edificios antiguos se ha convertido en una necesidad, en muchos casos vital, debido al aumento en la media de edad de la población de nuestro país, especialmente en inmuebles residenciales construidos en los años 60 o 70.
Muchos de estos edificios, de tres o cuatro alturas, se construyeron sin ascensor y ahora sus inquilinos son susceptibles de tener dificultades de movilidad, lo que afecta de forma muy directa y negativa a su calidad de vida. Pero incluso en aquellos casos en los que los edificios cuentan con ascensor, éste suele tener unas medidas más reducidas de lo deseable por las necesidades que pudieran tener sus habitantes (personas con discapacidad o en silla de ruedas).
Con esta situación, muchas veces no era posible instalar un ascensor con una cabina de mayor tamaño debido a las limitaciones del hueco existente o al escaso espacio disponible en el hueco de escalera o patio de luces, en el caso de edificios que no contaban con ascensor.
Para solucionar este problema Otis ha diseñado el ascensor Gen2 Flex, un modelo cuya configuración permite instalar una cabina con capacidad para seis personas en el mismo hueco en el que antes cabía una sólo de cuatro.
Esta tecnología permite, entre otras muchas cosas, una nueva configuración de todos los elementos que conforman el ascensor. Desaparece la necesidad de un cuarto de máquinas, lo que redunda en un nuevo espacio disponible para la comunidad de propietarios, o, en caso de que el edificio no contase con ascensor, facilita la instalación del mismo. Además, se eliminan las guías de uno de los lados, ganando anchura en la cabina. El contrapeso va colocado en un lateral junto con las guías, en lugar de al fondo, con lo que se consigue ganar aún más espacio al incrementar la profundidad de cabina.
Con esta disposición, y con las mismas condiciones de hueco, el Otis Gen2 Flex es capaz de proporcionar casi 20 centímetros más de ancho de cabina que otros modelos.
Pero además de permitir un aprovechamiento más eficiente de las dimensiones del hueco existente en el caso de que se trate de una sustitución, también se logra que la exigencia de hueco en un edificio sin ascensor sea menor, facilitando así su instalación. Y si se hace mediante estructuras auto-portantes modulares (por ejemplo en huecos de escaleras o en patios, evitando los huecos de ladrillo u hormigón), las molestias derivadas de las obras que hay que acometer son mucho menores.
Otra de las ventajas de este modelo es que facilita el acceso a plantas con distinta orientación, ya que el ascensor cuenta con la opción de embarque simple y doble embarque, tanto a 90º, como a 180º. Esto es especialmente relevante en el caso de edificios en los que se necesita que el ascensor llegue hasta el mismo nivel de calle. De este modo el arquitecto puede considerar más alternativas en el diseño de la instalación y obtener más superficie útil de cabina con menos hueco o mayor espacio disponible en el portal del edificio.
Este ascensor, por ser un producto de la familia Gen2, logra un consumo mínimo gracias a su tecnología de cintas planas de tracción y motor de imanes permanentes. Las cintas son más ligeras y flexibles que los tradicionales cables de acero, con lo que permiten la utilización de una máquina más compacta en tamaño y proporcionan un funcionamiento más suave y silencioso. Ni las cintas, ni la máquina precisan ser lubricadas, con lo que se evita la generación de residuos contaminantes y se contribuye a la protección del medio ambiente.
El Otis Gen2 Flex combina el máximo aprovechamiento de las dimensiones del hueco, posibilidades de acceso a plantas con distinta orientación y un consumo mínimo.
El proyecto fue encargado a Fernando Cobos Estudio Arquitectura SLP por el Ayuntamiento de Almazán (Soria) y fue redactado en 2015 por los arquitectos Fernando Cobos, Ricardo Martín y Rodrigo Canal. La obra fue ejecutada en 2016 y 2017 por la empresa TRYCSA con una ayuda del 1.5% Cultural del Ministerio de Fomento bajo la dirección del arquitecto Fernando Cobos, el aparejador Valentín Cobo y los arqueólogos Manuel Retuerce y Diego Lucendo. El presupuesto final fue de 997.999 Euros. En noviembre de 2018 fue reconocida con el Premio internacional AR&PA de intervención en el Patrimonio Cultural. El Jurado, presidido por la arquitecta y directora de los Premios Pritzker, Martha Thorne, valoró «la consolidación del conjunto de la muralla y la puesta en marcha de espacios ciudadanos cerrados anteriormente y ahora dispuestos para su utilización»
A diferencia de otros tipos de monumentos, una muralla no se sitúa en una ciudad sino que es la propia ciudad, en alguna medida no tiene un entorno urbano sino que es ella misma el entorno urbano. Es cierto que se puede actuar sobre una puerta monumental o sobre un sector muy pequeño como si fuera un monumento aislado y tratar su entorno como una glorieta ajardinada, convirtiendo la puerta en
un objeto que no sirve ni siquiera para entrar a la villa. No es el caso de la propuesta de Almazán cuyos planteamientos nacen de un completo análisis del conjunto amurallado y su entorno. En el proyecto, la regeneración urbana de este tramo de muralla es uno de los dos objetivos básicos de la propuesta (el otro es la restauración de los muros, pues si se caen o se desprenden piedras no hay tampoco posibilidad de regenerar y usar su entorno).
Además de una necesidad acuciante de reparar la muralla y evitar los riesgos que la ruina de las edificaciones adosadas puede generar, la obra ha resuelto las necesidades y aspiraciones de una mejora notable en las condiciones del uso urbano y de la calidad del entorno de la muralla y del conjunto histórico en su conjunto. La suciedad y la ruina de las fincas colindantes, la escasa permeabilidad del paso por el postigo respecto a los flujos entre la ciudad nueva (donde vive la mayoría de la gente) y la ciudad amurallada habían convertido esta zona en un espacio casi marginal con problemas de botellón y sensación de inseguridad. En este sentido la solución de abrir las vistas y la imagen de la muralla ha conseguido también abrir esta zona al uso ciudadano ya que objetivamente es el acceso más directo al casco histórico para una gran parte de la población.
“A diferencia de otros tipos de monumentos, una muralla no se sitúa en una ciudad sino que es la propia ciudad”
De esta manera, el objetivo de la regeneración del entorno de la muralla conseguido por el proyecto ha sido triple:
- Hacer visible la muralla, y con ello la condición de villa amurallada, al visitante (y a la propia población) haciendo visible al tiempo el postigo ahora oculto, lo que elimina la sensación de recorrido recóndito y peligroso e invita al acceso.
- Facilitar el propio acceso al postigo, y por él a la villa, en el camino más corto entre la ciudad nueva y la plaza mayor. A ello contribuye lógicamente el paseo peatonal ajardinado al borde del foso con sus pendientes accesibles y sin escaleras.
- Hacer que el recorrido sirva para comprender mejor la naturaleza del recinto amurallado y del conjunto histórico no sólo recorriendo el pie de uno de sus mejores tramos sino también con la maqueta del pasaje accesible en rampa con el que se mejoran las condiciones de acceso al recinto amurallado. En este sentido no es sólo un punto expositivo para turistas (aunque al situarse entre la pla-
za mayor y la iglesia de santa María cumple sobradamente esa función); también es una forma de concienciar a la población de la importancia de su propia muralla ya que el recorrido urbano ahora ejecutado sirve fundamentalmente para la conexión de la parte nueva y la parte vieja de la ciudad y sus usuarios principales van a ser los propios vecinos.
Sabíamos, es cierto, que la arquitectura no siempre genera de forma inmediata cambios en los comportamientos y en las rutinas de la gente pero en este caso la acogida por la población ha sido inmediata y ya se ha convertido en el acceso preferido de los vecinos al casco histórico. En estas condiciones el alcance de la nueva visibilidad y accesibilidad de la muralla es ya mayor y ya está cambiando la actitud de los habitantes de la villa hacia su muralla.
El Plan Director contemplaba eliminar naves y casas en ruinas al exterior de la muralla, aunque no de forma
general y sólo para habilitar vistas y recorridos. Al interior se planteaba también acciones de pequeña cirugía que incluía derribos de ruinas y cierres de butrones y de otras cavidades excavadas en la muralla que ponían su estabilidad en riesgo. La filosofía del Plan buscaba una compatibilidad entre caserío y muralla antes que desnudar la misma completamente de casas que pudieran aportar otros valores de trama urbana enriquecedores del conjunto.
Al exterior de la villa, los sondeos arqueológicos establecieron el perfil original de la escarpa. En algunos casos la muralla estaba oculta por escombros pero en otros los cortes de las nivelaciones de los edificios
adosados habían roto el perfil en muchos casos. El proyecto ha recuperado el perfil original en la zona más cercana a la muralla. Aplicando la solución planteada de recuperar la escarpa hasta donde se pueda y plantear una contrapendiente “ de acuerdo” hasta el nivel de uso exterior tratada con otro material (césped frente a arbustíferas). Esta estrategia definía un criterio que se adaptaba a la pendiente original de la escarpa del foso con independencia de que esta pudiera variar de unas zonas a otras.
Este final de contrapendiente lo ocupa un paseo peatonal que va cambiando de cota al estrecharse y ascender al postigo de Santa María. En la zona más estrecha la contraescarpa se apoya sobre en un muro vertical de altura variable para respetar al tiempo la rasante de la muralla, la cota que permite mantener las pendientes accesibles y la rasante del edificio de enfrente. Esto obligó a plantear el
“La filosofía del Plan buscaba una compatibilidad entre caserío y muralla antes que desnudar la misma completamente”
acceso al postigo con una pasarela, lo que además de completar la imagen de foso original, permite resolver la accesibilidad de una entrada a la villa que antes no lo era por tener escalones. Esto ha sido posible porque se han conseguido mantener las rampas de acceso en su paseo perimetral inferiores al 6% y porque la recuperación del edificio triangular junto al postigo permite un acceso que cumple también con los requerimientos de un recorrido accesible.. La justificación del acceso peatonal paralelo a la muralla reside en que éste arranca justo en el punto donde se incorpora la ciudad nueva a la vieja y la operación libera la vista de la muralla y del postigo justo ahí e invita a acceder al recinto amurallado desde este punto.
Igual ocurre con la recuperación del edificio pasaje de propiedad municipal que era al mismo tiempo un problema y una oportunidad… Es obvio que molesta para leer la continuidad de la muralla y oculta el postigo, pero es parte indispensable del pasaje de acceso cubierto al postigo que tiene cierto encanto. Además fue hace años vaciado por dentro (para hacer un bar, antes de su compra por el Ayto.) conservando sólo el cascarón exterior sin forjados ni distribución y en una situación de precariedad estructural preocupante, a lo que se añadía el gran roto generado en la muralla para hacer una ventana y todos los destrozos del apoyo de los antiguos forjados. La obra ejecutada lo ha conservado para albergar una zona de exposición de la muralla haciéndolo todo lo permeable posible a nivel visual y de recorridos para que la continuidad de la muralla y el postigo no quedasen tan ocultos, por esta razón se ha sustituido la cubierta y se ha construido una nueva con la misma inclinación, pero que no apoya en la muralla, reparándose la herida que la estructura ha dejado en las fábricas, pero utilizándose dicha herida para los leves elementos de impermeabilización del apoyo del lucernario de cristal que sustituye a esa área de cubierta. Así mismo, se abre el paramento de la fachada de la casa en su planta baja
para facilitar la lectura de la continuidad de la muralla, pero para conservar la apariencia del volumen original en cuña contra la muralla, equivalente al que cierra el tramo de calle al otro cabo, se mantiene la parte superior de la fachada, aunque en vuelo para no apoyar sobre las fábricas históricas. La obra ha resuelto una entrada desde el postigo y una salida desde la calle de ronda con un recorrido en rampa que rodea un núcleo donde estará la maqueta interactiva con orientación real y un espacio para una proyección que explique a demanda el casco histórico y el monumento. Este núcleo es también la estructura que sujeta los ahora inestables muros perimetrales y liberará la muralla del apoyo estructural de la cubierta sustituyéndola en su límite con el muro por una banda de cristal.
La obra de la muralla del postigo de Santa María y su entorno se corresponde con La fase 1 del Área nº 1 del Plan Director y era la actuación prioritaria definida en el Plan como más urgente.
El Plan Director de las murallas de Almazán se había redactado durante el año 2014 por un equipo multidisciplinar dirigido por el arquitecto Fernando Cobos e integrado por el arqueólogo Manuel Retuerce, el arquitecto paisajista Antonio Hoyuela y otros arquitectos y especialistas en Historia y topografía. Fue aprobado por el Ayto. el 19 de diciembre tras el informe favorable
preceptivo de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de 18 de diciembre de 2014 en cuyo acuerdo “se felicita al Ayuntamiento y a los Técnicos Redactores por su trabajo”.
El plan incluye un estudio de la evolución histórica de todos los tramos apoyándose en los documentos de archivo y en la planimetría y fotografía histórica encontrada, incluyendo el análisis estratigráfico de los sectores más complejos y la valoración de los resultados de todas las excavaciones arqueológicas realizadas en la villa. También se compilan los documentos encontrados en los diferentes archivos históricos así como la reproducción de algunas de las fotografías y documentos de los que se tiene conocimiento y que ha sido cruciales para analizar la historia de la muralla y su patología y degradación actuales. En un segundo grupo de estudios se incluye una ficha para todas y cada una de las parcelas que están colindantes a la Cerca, donde se explica la propiedad, el estado legal de la misma y su relación con la muralla, afecciones, servidumbres y usos no deseables y se clarifican responsabilidades y se planifican acciones de adecuación jurídica y catastral de los distintos predios. Por último se redacta un diagnóstico del estado de la fábrica histórica.
Finalmente se plantea la propuesta de intervención que incluye un plan de estudios arqueológicos que contempla la realización de sondeos previos y estudios diferidos y otros estudios previos. Se plantean igualmente acciones de protección mediante la definición de criterios y entornos pormenorizados atendiendo a valores arqueológicos, de entorno próximo y de paisaje.Para la restauración de la muralla y la adecuación de su entorno se ha dividido el conjunto en 6 áreas de intervención que incluyen a su vez fases y obras urgentes.También se plantea un proyecto de ordenación del paisaje con el fin de proteger y valorar las vistas de la muralla desde los puntos más sensibles del entorno, como es la parte de la ribera del Duero y el acceso por la puerta del Mercado
El Plan incluye acciones de difusión y puesta en valor y mecanismos de gestión con prioridades de desarrollo y valoración en una programación para los próximos 3 cuatrienios y una inversión sin IVA de 5.500.000 Euros.
*Imágenes del artículo. 01 visión de la muralla desde el inicio de la nueva rampa de acceso al postigo tras la intervención y estado inicial (figura 1b). 02 edificio preexistente que conforma el pasaje del postigo y aloja la última rampa y la maqueta explicativa del recinto tras la intervención. 03 Planimetría descriptiva de la intervención. 04 muralla y rampa con la iluminación de uso. 05 rampa de acceso al portillo de santa María. 06 Pasaje del portillo de Santa maría y acceso al edificio que aloja la ultima rampa y la maqueta explicativa del recinto tras la intervención. 07 rampa en el interior del edificio preexistente. 08 interior del edificio preexistente que aloja la última rampa y la maqueta explicativa del recinto tras la intervención y es su estado inicial (figura 8b)
“Haciéndolo todo lo permeable posible a nivel visual y de recorridos para que la continuidad de la muralla y el postigo no quedasen tan ocultos”
“Duero Douro Patrimonio para el desarrollo” es una iniciativa de colaboración público-privada liderada por el sector privado que nace en el año 2014 en el seno del Grupo de Patrimonio del Clúster del Hábitat y la Construcción Eficiente de Castilla y León (AEICE). Las entidades promotoras de este proyecto (Fundación Santa María la Real y Patrimonio Inteligente CyL) e impulsoras del mismo (Decolesa, Coca Restauraciones y Urbyplan) afrontamos la introducción de una visión integrada en las acciones que desarrollemos sobre el ámbito Duero-Douro; un territorio emblemático, cargado de simbolismo y de recursos, con un valor patrimonial excepcional. Cuenta con el respaldo de la Junta de CyL y la Asociación de Entidades del Patrimonio Cultural (AEPC) y está además apoyado por 25 entidades: empresas, entidades de conocimiento, universidades y fundaciones.
Este proyecto pretende promover la colaboración entre los agentes públicos, privados y la sociedad con el objetivo de conseguir un eje activo dinamizador y generador de desarrollo socioeconómico para el territorio, basado en la puesta en valor de su patrimonio cultural de manera sostenible e inteligente y en la integración de su patrimonio natural, enogastronómico y social, en una acción conjunta que aporte valor a este territorio y contribuya a un posicionamiento de liderazgo mundial.
La articulación de una gran red de los elementos del patrimonio, tanto culturales como naturales, en torno al Duero y al Douro, desde Soria hasta
Oporto, se ha convertido en el soporte de este proyecto innovador, que lo utiliza como palanca, más que como fin y con una nueva visión que vincula el territorio con la recuperación del patrimonio a través de una revalorización integrada que propicie nuevas sinergias y oportunidades. El liderazgo privado de la iniciativa es un punto clave para su desarrollo porque aporta flexibilidad y capacidad de actuación sobre todo el territorio, lo que permite
superar las barreras de competencias administrativas, todo ello en clave de compromisos con las personas y con el territorio y que crece con la suma de múltiples actores público-privados. En definitiva, una reinvención del sector de la restauración para su adaptación a una economía basada en el conocimiento territorial.
Los proyectos del patrimonio cultural han seguido durante décadas modelos de intervención unitarios cuyos objetivos empezaban y terminaban en ellos mismos. Hoy todos los profesionales reconocemos un nuevo escenario global orientado a conseguir mejoras para el futuro de las personas y sus entornos, donde la revalorización del patrimonio
“Con el objetivo de conseguir un eje activo dinamizador y generador de desarrollo socioeconómico para el territorio, basado en la puesta en valor de su patrimonio”
constituye uno de los principales activos de las regiones que urge dinamizar. Los profesionales necesitamos gestionar y poner en valor estos recursos de forma coordinada y eficaz.
El Duero constituye un potentísimo eje cultural, un referente en volumen de recursos, en calidad de los mismos y en excelencia de empresas especializadas. Sobre un territorio de 31.753 km2 que se extiende entre dos países y donde residen 2,6 millones de personas en 596 municipios y 31 concellos, el Plan Estratégico de la iniciativa Duero Douro articula once líneas de actuación y una serie de programas que se despliegan en torno a un elenco patrimonial amplísimo y diverso, cuyo entramado constituye uno de los inventarios de mayor valor de Europa. La gestión de esta ambiciosa propuesta exige fórmulas de colaboración entre los agentes privados y públicos, nuevas fórmulas de entendimiento que a partir de las actuaciones locales involucran incluso la cooperación internacional.
El Patrimonio Cultural está ya reconocido como un activo económico
alternativo capaz de crear empleo de calidad especializado y no deslocalizable, un sector impulsor de I+D+i y de especialización inteligente, un elemento revitalizador de ciudades y territorios capaz de mejorar la calidad de vida de los habitantes, de catalizar inversiones y de crear marcas territorio. El objetivo es hacer del Territorio Duero Douro un referente mundial, provocar un retorno de las inversiones a la cadena de valor (por cada euro que se invierte en Patrimonio Cultural, se genera un retorno económico, directo, indirecto o inducido estimado de hasta 26 euros) e implementar una cultura de intervención y cooperación entre actores, que permita impulsar el crecimiento económico y proyecte el territorio
y sus agentes hacia el exterior para configurar su competitividad territorial en un escenario global.
Las posibilidades que ofrece este importante legado, unido al resto de expresiones del patrimonio, al territorio y a modelos de gestión innovadores, es lo que llevó a plantear Duero Douro Patrimonio para el desarrollo, una iniciativa ilusionante y ambiciosa que puede transformar el territorio e impulsar los esfuerzos de todos en torno a una visión compartida de futuro.
Duero Douro cuenta con una oficina técnica de gestión que asume las tareas de coordinación de procesos y acciones, de seguimiento del desarrollo del Plan Estratégico y de los proyectos DD, de generación de alianzas entre actores y de captación de recursos y oportunidades. Además, esta Oficina desarrolla la coordinación y ejecución de los programas vinculados con la capacitación y formación del sector empresarial, la innovación social, la proyección exterior y la marca territorio. También lleva a cabo el asesoramiento a los agentes que quieran incorporarse a la iniciativa como
“El Patrimonio Cultural está ya reconocido como un activo económico alternativo capaz de crear empleo de calidad especializado y no deslocalizable”
patrocinadores, colaboradores y/o ejecutores de proyectos.
Somos muchos los perfiles profesionales y empresas que debemos contribuir para conseguir todos estos retos: arquitectos, arqueólogos, profesionales de la construcción, de la rehabilitación-restauración, del paisaje, de la regeneración-renovación, de la gestión del patrimonio, del territorio social, cultural, entre otros muchos que podremos esperar un retorno claro de esta forma de intervenciones. Los proyectos Duero Douro (DD) desde su concepción analizan qué actuaciones complementarias de planificación y gestión pueden ser necesarias a sus fines y cómo se deben articular en los procedimientos del propio Proyecto. Hablamos de actuaciones urbanísticas, de ordenación territorial o de inserción en otros Planes Estratégicos. Muchos de nuestros elementos patri-
moniales necesitan establecer el marco legal que coordine las intervenciones sobre ellos con figuras como Planes Especiales de Protección, Planes Especiales de Reforma Interior, Planes Directores, o PERI para planificar las Actuaciones de Rehabilitación, Renovación o Regeneración, actuaciones para mejorar la accesibilidad, diseñar las intervenciones sobre el paisaje urbano, urbanización u otras que respalden las intervenciones más integrales.
Ya están en marcha varias líneas de actuación específica con proyectos diversos en clave Duero Douro, entre ellos: Proyecto Nodus, que se desarrollará en el año 2019 sobre “nodos” concretos en espacios que comparten referencias históricas y geográficas con un referente patrimonial centralizado (núcleo o territorio), pero deficientemente integrado como recurso activo en su estrategia de desarrollo; Proyecto Ruritage (H-2020, Rural Regeneration Through Systemic Heritage-Led Strategies), un proyecto de regeneración rural impulsado por el patrimonio, capaz de convertir las áreas rurales en laboratorios de demostración de desarrollo sostenible, a través de la mejora de su patrimonio cultural y natural; Proyecto Flumen Durius (POCTEC, un proyecto modélico de conservación Duero Douro que refuerza su imagen conjunta y los servicios turísticos en torno al río utilizando las TIC, las redes sociales y promoviendo un turismo sostenible y de calidad basado en el patrimonio cultural y paisajístico de los municipios ribereños; Proyecto Wine & Senses (COSME, An innovative experience to enjoy wine culture and heritage across Europe), que combina la oferta de enoturismo con el patrimonio, un proyecto ligado a cinco sitios Patrimonio Mundial de la UNESCO vinculados a cuatro regiones vitivinícolas: DueroDouro, República Che-
ca- Sur de Moravia, Hungría - Tokaj – Mad y Cinque Terre; Proyecto Historias Inspiradoras by Duero Douro, un premio puesto en marcha con el patrocinio de España Duero para reconocer iniciativas empresariales desarrolladas en el territorio Duero Douro que supongan una apuesta de futuro a partir de los recursos del patrimonio cultural, en sentido amplio, con los que cuenta el territorio.
Todos estos proyectos desde su concepción hasta sus objetivos reconocen la excelencia del patrimonio como garantía ineludible de retorno y sostenibilidad del legado patrimonial.
Cualquier actor que quiera incorporarse a la iniciativa Duero Douro puede hacerlo acogiéndose a alguna de las diferentes modalidades existentes. Así lo están haciendo las entidades que se siguen sumando a ella, como es el caso de JST arquitectura o Pagos del Rey.
De hecho, los proyectos que ya están en marcha están permitiendo crear diferentes redes caracterizadas todas ellas por la confluencia de diferentes perfiles (academia-empresa, administración pública-empresa-tercer sector, etc.) entre los agentes del territorio (turismo, patrimonio, administraciones, empresarios y entidades de conocimiento), en la parte española y portuguesa. Estas redes están generando frutos que van más allá de Duero Douro.
www.urbyplan.es
*Imágenes del artículo.
01 Las Arribes, Fermoselle. 02 Miranda do Douro. 03 Eje Duero Douro como activo dinamizador y generador de desarrollo socioeconómico. 04 Toro. Puente Mayor sobre río Duero. (Foto Benito Arnáiz). 05 Puente Luis I – Oporto. 06 Zamora, ciudad y río Duero. (Foto Benito Arnáiz).
“Una iniciativa ilusionante y ambiciosa que puede transformar el territorio e impulsar los esfuerzos de todos en torno a una visión compartida de futuro”
Como consecuencia del colapso de un pilar del crucero en agosto de 1997, se vinieron abajo gran parte de los arcos, falsas bóvedas y cubiertas de la iglesia de San Ginés en Villabrágima (Valladolid). Por procedimiento de urgencia, se nos encomendaron las obras de consolidación y restitución para asegurar la vuelta al culto de este edificio del siglo XVI reformado en 1798.
ni levantamientos, ni material fotográfico relevante para poder conocer el estado anterior.
La idea de proyecto fue, por tanto, aprovechar la nueva cubierta, no solo para resolver cuestiones funcionales, sino para poner en valor la traza original y aportar sacralidad a través de la luz. Las notas más características a potenciar eran:
AMAS4ARQUITECTURA (JAVIER LÓPEZ DE URIBE Y FERNANDO ZAPARAÍN)
El repentino derrumbamiento se debió a reparaciones de la cubierta, anteriores a nuestra intervención. Como consecuencia de ellas, se sobrecargaron los arcos tendidos de la nave y se aumentó el peso de la ya muy deteriorada linterna. Cuando el retejado no estaba concluído las fuertes lluvias vinieron a agravar la situación y el agua se introdujo por el mencionado pilar, disgregando su núcleo de aglomerado y provocando su estallido con el consiguiente desplome, en varias fases, de casi toda la cubrición de la nave principal y de la linterna.
Para recuperar la funcionalidad del edificio después del derrumbe, era imprescindible reconstruir los elementos estructurales desaparecidos, y construir una nueva cubrición que resolviera tanto el interior como el exterior.
Se descartó la mera reposición mimética de las falsas bóvedas anteriores y de la linterna, porque habían sido añadidas a la iglesia en una época posterior a su inicio y se habían introducido en la solución general de una manera forzada, lo cual había facilitado precisamente su ruina. Además, no existían planos,
- carácter focal, con todos los elementos tensionados hacia el altar mayor y el retablo, que se ubica en un receptáculo propio, realizado con trazas góticas.
- la linterna como mecanismo casi único de entrada de luz y como una alternativa de centralidad frente al carácter lineal de las naves.
- uso de la parte de atrás de las naves como foco secundario frente al altar, en la que se alojan los usos de coro, confesionario y baptisterio.
- la casi inexistencia de espacios anejos a las naves, que ha llevado a colocar los retablos secundarios sobre los muros.
La intervención trataba de resaltar estos rasgos definitorios pero mediante instrumentos contemporáneos, sin réplicas ingenuas. Se procuró reforzar la espacialidad del templo, precisamente como medio de acentuar su uso religioso. Este es un recurso habitual, con el que en tantas épocas se ha conseguido que las iglesias evocasen el Cielo. Por este motivo se insistió, sobre todo, en la puntuación de distintas zonas de los techos interiores y en el uso intencional de la luz. Esta entra básicamente por la linterna del crucero, como lo hizo siempre. Se diseñó una solución a base de tableros ligeros para conformar un casquete
generado mediante un elipsoide de revolución y encajado entre paredes blancas, por las que la luz resbala hacia el interior del templo.
La traza geométrica de la nueva cúpula es similar a la precedente, aunque realizada desde presupuestos formales actuales. Sigue cumpliendo la función simbólica de rememorar la bóveda celeste gracias a su
color añil y unos pequeños focos de luz, naturales y artificiales (con fibra óptica). Recuerda a un firmamento estrellado, del que encontramos ejemplos muy coloristas en el románico. Además, la luz cenital baña la cúpula por todo su perímetro y hace que flote en el espacio. Un óculo por el que también entra la luz, refuerza la centralidad de este espacio y su carácter ideal e inaccesible. Toda la
zona de la linterna se convierte de esta manera en un prólogo del ábside, a modo de baldaquino.
Al pie de la nave principal se clarificó la posición del coro y del baptisterio. Ambos pasaron a ocupar la base de la torre, en cuya planta baja se dispuso la antigua pila bautismal, en un recinto exclusivo, dignificado por un artesonado descubierto allí.
Como consecuencia de la limpieza general y el desescombro, se recuperó un espacio longitudinal paralelo a la nave izquierda, netamente diferenciado de ella por unas arcadas de piedra. Se utilizaron estas como diafragma que siguiera respetando el protagonismo de la nave principal y las laterales, pero que permitiera la conexión visual y espacial con la nueva zona recuperada. De esta forma, se permitieron sugerentes visiones de la iglesia en diagonal, antes imposibles. En la nave auxiliar, así creada, se colocaron buena parte de los retablos e imágenes que antes estaban dispersos por la iglesia. Con
“Se procuró reforzar la espacialidad del templo, precisamente como medio de acentuar su uso religioso”
ello se pretendía mantener la devoción vinculada a ellos (que no conviene suprimir en un pueblo), sin interferir en las funciones litúrgicas propias de la nave central, cuyo foco principal sigue siendo el altar y su retablo.
Desde el punto de vista puramente técnico, la actuación siguió los pasos que se resumen a continuación.
Se picaron todos los paramentos, eliminando el revoco de cal que los cubría, para poder determinar el estado de los muros. Al quitar diversas capas acumuladas de pintura, se descubrió que todas las bóvedas de crucería que había en los ábsides y en el coro eran de piedra labrada y se decidió dejarlas vistas. También aparecieron, un artesonado de dibujos geométricos en madera que colgaba de las vigas del coro, ven-
tanas tapiadas y trazas de arranques de arcos.
Como se ha dicho, el muro que separaba la nave lateral izquierda de una nave añadida a la iglesia estaba construido de tapial muy disgregado, y al retirarlo se comprobó que realmente ese paño estaba formado por dos arcos rebajados, que se dejaron abiertos, para incorporar visualmente esa nave auxiliar al espacio general de la iglesia.
Se procedió a sustituir el núcleo de tierra de los pilares deteriorados por uno de hormigón armado, de forma que el anillo exterior de piedra se convirtiera en un encofrado solidario con el núcleo resistente. Así, los cuatro pilares se encargan ahora de transmitir solo verticalmente el peso de la cubierta y la linterna, recogido por la caja de madera laminada que sustituyó a los arcos y suprimió sus empujes laterales.
“Toda la operación para definir el nuevo interior de la iglesia es reversible y a la hora de elegir los materiales se tuvo en cuenta la necesidad de no aumentar el peso que soportaría la estructura previa”
La nave central se resolvió con pares y vigas vistas de madera laminada, equivalentes a las originales, de las que cuelgan unas pantallas blancas que rememoran los artesonados planos, con los que probablemente estaba acabado el interior de la iglesia antes de que se realizasen las falsas bóvedas que tuvieron tan mal fin.
En la zona del crucero, donde antes había una linterna octogonal con una falsa cúpula, se colocó un lucernario equivalente en posición
y dimensiones. Se trata de una caja ligera apoyada sobre las vigas laterales e iluminada cenitalmente por una linterna de vidrio y unas franjas corridas acristaladas. De la estructura rectangular de esta caja, cuelga una falsa cúpula en tablero de fibras pintado, que se forma a partir de un elipsoide de revolución, similar al que definía la antigua cúpula, ahora recortado ortogonalmente en sus bordes. Así se refuerza la habitual simbología de la bóveda celeste (morada de Dios en el Cielo) a la que siempre se refirieron estos elementos arquitectónicos. Toda la linterna se revistió exteriormente de cobre y cristal, dejando claro cuál era el nuevo elemento introducido, y a la vez buscando la gama cromática de ocres y tierras que ya tenía la iglesia en el exterior.
Toda la operación para definir el nuevo interior de la iglesia es reversible y a la hora de elegir los
materiales se tuvo en cuenta la necesidad de no aumentar el peso que soportaría la estructura previa.
La nueva cubrición, que comprende la nave central y las dos laterales, se elevó sobre la antigua envolvente de la cubierta justo la altura de las nuevas vigas introducidas para soportarla (90 cm). Este escalonamiento se cerró con unas bandas corridas de mármol translúcido, que introducen luz lateral, de la que antes carecía la iglesia.
La intervención incluyó diversas acciones epiteliales para tratar los paramentos interiores, con una lógica desdibujada con el tiempo. Los paños se consolidaron con piedra recuperada en la propia obra. En algunos muros se dejaron los sillares vistos y en otros se volvió a dar un revoco de cal fratasado, con una gama cromática que combinaba el gris azulado de los pilares con el fondo rojo de los paños laterales y el blanco de los ábsides y techos para aumentar la luminosidad.
Esta obra obtuvo un Diploma en la 9ª Trienal Mundial de Arquitectura organizada por la Academia Internacional de Arquitectura celebrada en mayo del año 2000 en Sofía (Bulgaria).
*Imágenes del artículo. 01 Estado previo. 02 Exterior. 03 Nave Eje altar. 04 Nave Eje coro. 05 Nave lateral. 06 Techo. 07 Coro. 08 Imagen detalle.
*Créditos obra. Fotografías: Justino Díez.
Transcurría el mes de junio de 1975 en un pequeño pueblo de Tierra de Campos, Villamuriel, cuando una mañana le piden a dos mozos, que contaban entonces con 16 años, Javi y Teófilo, que suban al bajocubierta del templo, Iglesia de San Pelayo, patrono del municipio, a limpiar la palomina (excremento de paloma) que por aquel entonces se vendía para estercolar las tierras.
Y, efectivamente, la limpiaron. ¡Vaya si la limpiaron! Kilos y kilos sacaron… sobre todo de las pechinas de la flamante cúpula del templo. “Parece que ésta ya estaba algo dañada” -comenta Javi- “alguna grieta sí que tenía, a través de ellas se veía claramente el interior de la iglesia”.
El caso es que a los cuatro días, sin aviso y con nocturnidad manifiesta, esta estructura se vino abajo.
Se hacía necesario recuperar lo antes posible el culto para el pueblo, pero no había posibilidades económicas para rehacerla con su forma original. Se trataba de una cúpula apoyada sobre pechinas, con cuatro arcos torales, cerrada al exterior por una cubierta a cuatro aguas. La solución final adoptada para arreglar el destrozo, con las posibilidades existentes, sería a la larga fatal para la estructura general del templo.
Se decidió sustituir la cúpula preexistente por un forjado plano horizontal. Para su construcción no se optó
por medias tintas. La idea planteada pasaba por apoyar, sobre las calves de los arcos torales perpendiculares a la nave principal de la iglesia, una “H” de acero de 360 mm., posteriormente, y perpendiculares a esta, se colocaron unas viguetas de hormigón autoportantes, que desde las alas de la viga metálica colocada cubrían las dos semicircunferencias que formo la “H” de acero en lo que su día fue la circunferencia de arranque de la cúpula. Entre las viguetas bovedillas y sobre todo ello una capa de hormigón aligerado con lo que parecía un tipo de arlita.
Esta solución causó, con el transcurso del tiempo, problemas en gran parte de la edificación. El empuje vertical de la gran viga metálica sobre la parte superior de los dos arcos torales, creó a su vez unos esfuerzos horizontales de estos hacia los dos laterales de la iglesia que hicieron que con el paso de los años los muros se fueran desplomando hacia afuera, dañando considerablemente los elementos perpendiculares a estos, sobre todo los cerramientos verticales del crucero, haciendo aparecer en ellos grietas de importante consideración.
En el año 2010 muere Dña. Jesusa Ortega Espeso, la que ha sido gran benefactora de esta parroquia y gracias a la cual se decide afrontar las obras de restauración general del templo.
Se acometerá en un principio la restauración de las cubiertas de la nave principal y del crucero, incluida su
Una historia de problemas surgidos por una decisión inapropiada
estructura de madera muy dañada, así como los cerramientos del cimborrio que cierran los cuatro lados de la antigua cúpula, totalmente agrietados.
Cuando damos comienzo a la restauración, en el año 2014, lo primero que hacemos, lógicamente es levantar la teja y la tablazón de la cubierta principal. Al dejar al descubierto la estructura se aprecia claramente que los muros están desplomados, abiertos en su parte superior entre ellos.
Es en ese momento cuando creemos conveniente parar y antes de avanzar en el desmontaje de la estructura principal, pensar en una solución para evitar que los muros, en ese momento trabados por las cerchas de madera, se abran como un libro.
Decidimos entonces taladrarlos en todo su grosor e instalar unos cables de acero perpendiculares a ellos, cinco en concreto, con unos chapones de acero al exterior y que suficientemente tensados los mantuvieran estables en su verticalidad al dejar de estar sujetos por la estructura de madera de la cubierta una vez desmontada esta.
A partir de aquí se comienza también a desmontar teja y tablazón de la cubierta del crucero. Es entonces cuando nos damos cuenta de la existencia de todos los elementos antes descritos con los cuales se había montado el forjado que sustituyó a la cúpula.
Analizada la situación, llegamos a la conclusión de que la carga puntual de
“Parece que ésta ya estaba algo dañada” -comenta Javi- “alguna grieta sí que tenía, a través de ellas se veía claramente el interior de la iglesia”
esa gran viga metálica sobre los arcos torales que soportaban la cúpula era la que estaba aplastándolos y haciendo que los muros se abrieran hacia el exterior con todo lo que ello lleva consigo. Comprobado todo esto se realiza una reunión entre dirección técnica y constructora y se le comenta al arzobispado y al párroco que aunque no esté en el proyecto inicial se hace necesario y se ha decidido desmontar toda la estructura de ese forjado tan dañina.
Para desmontarlo, primero se apean los arcos torales, se instala un gran andamio dentro de la iglesia que ocu-
pe toda la superficie del crucero y se asegura la obra a caída de personas y cascotes al interior. A partir de aquí y con extremo cuidado se comienza a
picar la capa de compresión del forjado. Una vez retirada toda, se levantan las viguetas que estaban apoyadas en la viga metálica y empotradas en los cerramientos exteriores y finalmente retiramos la gran viga de acero.
Si hubiera existido el silencio absoluto habíamos oído suspirar de alivio al edificio, seguro!!!!.
Ya retirado el forjado comenzamos a levantar las viejas estructuras de madera de la nave principal y del crucero, que estaban muy deterioradas, con elementos dañados por la humedad causada por la entrada de agua en al-
“Analizada la situación, llegamos a la conclusión de que la carga puntual de esa gran viga metálica sobre los arcos torales que soportaban la cúpula era la que estaba aplastándolos y haciendo que los muros se abrieran hacia el exterior”
gún momento, con partes del entramado más secundario partidas o caídas, con remiendos de andar por casa en algunos elementos, realizados puntualmente por quién sabe quién y por miedo a que estos fallaran, etc…, Y al acabar de retirar la estructura de la nave central contemplamos las bóvedas de ésta, una tras otra, en armonía perfecta. Hemos de reconocer que nos ofrecieron una de las imágenes más hermosas que a lo largo de nuestra profesión hemos visto.
Muy curiosamente, y ya aligerados los muros por completo, los cables de acero que se habían instalado y que estaban tensos como las cuerdas de una guitarra, comenzaron de un día 06
“Si hubiera existido el silencio absoluto habíamos oído suspirar de alivio al edificio, seguro!!!!”
para otro a adquirir flecha. Se destensaron. Increíblemente y con gran sorpresa por nuestra parte. Esto no podía significar más que: Los muros exteriores de la construcción, de más de 1,20 m. de anchura, parecían haber vuelto a su sitio, a su verticalidad.
A partir de aquí, con todo ya descargado, asegurado y estabilizado se procedió a la reparación de las cabezas de los muros. A continuación fue el momento de la construcción sobre ellos de vigas de hormigón armado, atando todo el contorno superior de los grandes cerramientos, y de la colocación sobre ellos de las piezas metálicas necesarias para la instalación y apoyo de la nueva estructura de madera, literalmente igual a la anterior. A posteriori se realizó la definitiva cubrición de teja.
Evidentemente, nunca pretendimos reconstruir la cúpula, aunque por la cabeza sí nos rondó la idea, pero la hermosa estructura de madera que en su día tuvo por encima, se reprodujo fielmente y quedó a la vista. Una visión imponente desde el interior, con
la gran lámpara de forja realizada por D. Laurentino Pérez, vecino de Villamuriel de Campos y D. Segundo Espeso, anterior alcalde de la Villa, colgando desde el punto más elevado.
En el interior se renovó la instalación eléctrica por completo y se modernizó totalmente la iluminación. Todos los paramentos del templo fueron reparados y pintados y se abrieron tres grandes ven-
tanales que estaban parcialmente cegados, uno a los pies de la iglesia y dos en ambos extremos del brazo corto de la cruz latina que conforma el edificio. Han servido para proporcionar a la iglesia la muy agradable luz natural que siempre mereció.
*Imágenes del artículo.
01 Bóvedas de la nave central después de desmontar la cubierta. 02 Estado en que se encontraba la iglesia después de aplicada la solución adoptada tras el colapso de la cúpula. 03 Estado del cimborrio en el que se aprecia el hundimiento central producido por el peso de la viga metálica y las grietas aparecidas por ello.
04 Forjado plano que sustituyó a la cúpula original. En la imagen se aprecia la viga metálica y las viguetas que conformaron la estructura.
05 Nueva estructura sobre el crucero, copia literal de la preexistente. 06 Nueva iluminación y pintura de la nave principal del templo. 07 Crucero de la iglesia después de desmontado el forjado plano por completo. 08 Unión de la bóveda de la nave principal con el crucero de la Iglesia. 09 Muros laterales de la nave principal. En la imagen se aprecia el desplome de estos hacia el exterior.
La abadía femenina de san Andrés de Arroyo es una joya del arte cisterciense en el norte de Palencia que, a nuestro entender, pasa bastante inadvertida pese a la importancia que históricamente tuvo y aún hoy sigue teniendo: fue declarada Monumento Nacional en 1931 y es uno de los pocos cenobios en los que “la desamortización” no obligó a desalojar el inmueble; la misma comunidad religiosa se ha mantenido viva desde su fundación, en el año de 1181.
Mantiene en sus trazas gran parte del trazado genuino de los monasterios femeninos del Cister: iglesia de una sola nave, cabecera con capillas absidiales, librería, sacristía y sala capitular con acceso desde el claustro: un bello ejemplo de la maestría de sus constructores, plasmada de forma excepcional en sus magníficos capiteles.
Desde este estudio, llevamos trabajando en su conservación desde el año 1988, en que saneamos y pavimentamos el compás de acceso. Posteriormente rehabilitamos el entorno de las edificaciones del compás que realzan significativamente las edificaciones históricas.
En 1994, tras un incendio fortuito, tuvimos que restaurar la sillería y el coro de las monjas: entre sus cenizas pudimos rescatar “la cara de la Virgen” perteneciente al sitial de la abadesa, que se había desprendido por el calor y, gracias a ello, reconstruir la talla que hoy preside el coro.
Entre los años 1998 y 2001, por encargo de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, redactamos el “Plan Director” del conjunto monástico realizando un exhaustivo análisis, tanto histórico como documental, de patologías formales y funcionales, para establecer un Plan de Actuaciones, cuya realización dependería de los recursos disponibles tanto particulares como institucionales.
La Comunidad Cisterciense, consciente del valor de su cenobio, ha sabido invertir recursos propios para la adecuación y modernización de las estancias más vivideras: renovación de las instalaciones de calefacción y saneamiento, de las celdas y locales de trabajo, de las cocinas y obrador de pastelería, etc.
También las instituciones, tanto provinciales como regionales, han estado siempre alerta para realizar inversiones, sobre todo en los lugares más significativos del monasterio, para la conservación y puesta en valor del valioso patrimonio que alberga.
Una de las más significativas, por su relevancia pública, ha sido la restauración de la cilla, el vestíbulo de fieles y el salón norte, llevada a cabo por la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, entre los años 2006-2008 y al que ahora nos vamos a referir.
“La abadía fue declarada Monumento Nacional en 1931”
Se trata de estancias que, sin tener una especial importancia dentro del esquema funcional y artístico de los cenobios cistercienses, por su situación estratégica como transición entre el exterior y los espacios interiores de clausura, generan la primera impresión que recibe el visitante al monumento.
Por esta razón entendimos que era importante su restauración, adecuación e incorporación al itinerario de la visita al monumento. Además, durante el desarrollo de la restauración, al abordar las labores de excavación, pudimos descubrir algunos elementos de importancia arqueológica que ahora se muestran también al público.
La cilla, o almacén de grano, es una sólida construcción, de trazas herrerianas, contigua a la panda oeste del claustro. En 1754 se añadió una segunda planta denominada “la panera”, que junto a la cilla, servía de almacén y bodega al estar situadas en la zona externa del cenobio.
El atrio o “vestíbulo de fieles” corresponde a la entrada principal de la iglesia, utilizada por los fieles. Cuenta con una hermosa portada,
típica del estilo lombardo, y conforma un espacio abovedado, de tres tramos, previo al acceso a la iglesia por el brazo norte del crucero.
El salón norte es un cuerpo añadido a los muros exteriores de la nave de la iglesia, sustituyendo, seguramente, a una estructura porticada anterior. Todos los indicios señalan que podría tratarse de un traslado de restos del antiguo refectorio, formado por elegantes estructuras góticas de grandes ventanales entre contrafuertes.
La actuación tuvo como finalidad detener el progresivo deterioro que sufría y poner en valor este espacio haciéndolo accesible al público, tanto por su gran valor intrínseco como por su situación y cercanía al claustro, vinculándolo al acceso del recorrido visitable.
La planta inferior, con una interesante composición de arcos y bóvedas de sillería, albergaría los elementos de piedra que se encontraban dispersos por otras estancias del monasterio y útiles de trabajo vinculados a su uso originario. La
planta alta, con armaduras de cubierta y pilares de madera, alojaría una muestra de bienes muebles propios de la vida monacal.
Una de las principales actuaciones era el saneamiento del subsuelo, ya que por esta zona discurren los conductos de la fuente que abastecía de agua a todo el monasterio, y que ahora puede contemplarse en la esquina noroeste del claustro.
Al abordar estos trabajos se realizó una importante labor arqueológica fruto de la cual salió a la luz un conjunto funerario, con sepulcros antropomorfos, de fecha anterior a la construcción de las estructuras murarias, con algunos de los sepulcros situados debajo de las cimentaciones. Se decidió mantener los enterramientos en su lugar y adecuar los espacios para incorporar este hallazgo a la visita pública. En el resto de la bodega se dispuso una solera ventilada sobre moldes perdidos, tipo “caviti”. La iluminación y las nuevas carpinterías contribuyeron a crear el ambiente pretendido.
En la planta superior se actuó de forma integral, tanto en el espacio interior como en su configuración exter-
na. Los huecos abiertos en el muro oeste, ejecutados en fechas recientes, de escala doméstica y mala factura, se trasformaron en una secuencia de ventanas verticales tipo “saeteras”, abocinadas al interior y con cierre de alabastro, más acordes con el entorno. Se ha mantenido la estructura de madera original convenientemente tratada, y se ha dispuesto un elemento-mueble que ejerce como un filtro para el acceso a la sala.
El objetivo fundamental fue la recuperación tipológica y constructiva del vestíbulo de fieles, que data de siglo XII, y del salón norte, del siglo XIV. Pretendíamos lograr su clarificación espacial potenciando la separación de estos dos ámbitos, que hasta ese momento se encontraban unidos. Para conseguirlo se dispuso una división
vertical formada por una celosía, que se pliega sobre el techo del salón norte formando una envolvente de madera, mientras que hacia el vestíbulo de fieles se ha mantenido el techo abovedado.
Con esta actuación se ha conseguido clarificar las circulaciones y el acceso, y eliminar las barreras arquitectónicas, creando un recorrido accesible. El salón norte se ha trasformado en un espacio multifuncional, en el que pueden desarrollarse diversos eventos culturales, dotando de uso a un espacio hasta ahora desaprovechado y desconectado del esquema monacal. En el atrio se han recolocado de forma ordenada los sepulcros que hasta entonces estaban dispersos por algunas estancias del monasterio.
“Las circulaciones se han clarificado, se eliminaron barreras arquitectónicas y se recuperaron espacios expositivos”
Durante las excavaciones en el recinto del salón norte se encontró, debajo de los niveles cementeriales, restos de lo que fuera un “molde de fundición de campanas” que podría datarse en la época de la construcción de la iglesia (siglo XIII). También aparecieron abundantes restos de la necrópolis en el exterior junto a la puerta de entrada principal.
La restauración del patrimonio es un trabajo noble y hermoso que sitúa al arquitecto frente a su responsabilidad ante el pasado y el futuro. Esto es algo que se percibe aún con mayor nitidez cuando trabajas en un lugar como san Andrés de Arroyo, en el que hoy como ayer, durante más de 800 años, la misma comunidad monacal que dio origen a este monumento sigue habitándolo y conservándolo, perpetuando el fin para el que fue concebido, manteniéndolo
vivo y siendo el alma genuina que da aliento a estos edificios, explicando con su presencia su razón de ser y nuestra historia.
*Imágenes del artículo. 01 Atrio o vestibulo de fieles. 02 Vista general del conjunto. 03 Celosia filtro de acceso a la panera. 04 Salón norte. 05 Celosia y comunicación atrio - salon norte. 06 Necrópolis en la cilla. 07 Bovedas restauradas en la cilla.
*Creditos del artículo.
Arquitectos: Enrique Villar Pagola / Francisco J. González Pérez Colaboradores: Rodrigo Zaparaín Hernández (arquitecto) / José Ramón Otal Ruzafa (arquitecto)
Aparejador: Fernando Martínez Buschek
Promotor: Dirección General de Patrimonio y Bienes Culturales Junta de Castilla y León Constructora: SOPSA Arqueología: Unoveinte S.L. - Arturo Balado Pachón
Fotografías: Enrique Villar Pagola
“Estas joyas perviven cuando son piedras vivas, con alma, con alguien que las habite y les de el sentido para el que fueron construidas”
Al acceder a la Huerta el tiempo se ralentiza, los ruidos de la ciudad desaparecen, una sensación de tranquilidad se apodera de todo; como escribe Javier Burrieza Sánchez en su guía “Tesoros del Silencio” sobre este Convento de la Concepción del Carmen de las Carmelitas Descalzas de la Rondilla de Santa Teresa de Valladolid, “el carácter ermitaño de la Orden se refleja en la huerta de gran tamaño y delimitada por muros de gran altura”. Pero vuelves a la realidad cuando levantas la vista y observas la presión urbanística que desde el exterior de esos muros parece querer acceder sin piedad a este espacio de quietud.
Estamos en la cuarta fundación de Carmelitas Descalzas de Santa Teresa de Jesús, a su llegada a Valladolid en pleno Siglo de Oro, aquel 9 de agosto de 1568.
En el Decreto 107/1993, de 12 de mayo, de la Junta de Castilla y León por el que se declara Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, a favor del Convento de Santa Teresa (M.M. Carmelitas Descalzas), en Valladolid, se describe en su Anexo que…Al fondo se encuentra la huerta con sus rituales ermitas, concebidas para retiro y recreo de las religiosas como “Ermita del Cristo o de la Reina Margarita”, o la “Ermita de Santa Teresa”, y “Ermita de la Virgen del Carmen”.
FERNANDO JOSÉ PÉREZ RUIZ. ARQUITECTO
Es ese orden y unas estrictas reglas que rigen en este convento de clausura lo que le convierten en un pequeño mundo aislado, pero no desconectado del exterior, un espacio de trabajo y oración que vive con alegría el día a día. La Huerta es su lugar de trabajo, de rezo, de meditación, pero también de peregrinación y expansión.
La Huerta Norte es un espacio rectangular de mas de 7.000 m2. en el corazón del barrio de la Rondilla de la ciudad de Valladolid en el que durante muchos siglos la congregación ha labrado la tierra, criado animales de granja y cosechado, y en el que en la actualidad se limita casi exclusivamente al cultivo de flores para su venta en mayo y en vísperas de todos los Santos, con bastantes árboles dispersos al albur del impresionante moral que según la tradición fue plantado por la propia Santa Teresa.
En dos fechas muy señaladas se llevan a cabo dos rehabilitaciones importantes en esta zona de la Huerta. Aprovechando el “V Centenario” del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, el 28 de marzo de 2015, la Junta de Castilla y León financió la restauración de la Ermita de Santa Teresa, la mas importante de las tres que se sitúan en este ámbito de la Huerta, y con motivo del 450 aniversario de la fundación del convento, este año de 2018, la Junta de Castilla y León ha colaborado en la rehabilitación de las otras dos ermitas, la Ermita del Santo Cristo y la Ermita de Nuestra Señora del Carmen. Tres son pues las ermitas, de diferentes épocas, con distintas dimensiones y estructuras.
La de mayor antigüedad es la Ermita de la Virgen del Carmen, del siglo XVI, siendo la única que se
encuentra adosada a los muros del convento, cerca de las cocinas y es la de menor dimensión con apenas 9’86 m2. útiles. Su acceso se produce por el lateral Norte a través de un pequeño porche de apenas 4’10 m2., como prolongación de la cubierta a un agua de la ermita. La impulsora de este espacio fue la hermana lega Estefanía de los Apóstoles, de la que escribe con entusiasmo Santa Teresa en el libro de las Fundaciones, siendo patrocinado por Felipe II a su solicitud “...me gustaría que vuestra reverencia me construyese junto a la cocina una ermita de nuestra Madre del Carmen, para dedicarme en ella a la oración, los ratos que la cocina me dejase libre…” y según cuenta con entusiasmo en la actualidad la hermana María Capilla del Castillo, debido a que conocía las muchas ocupaciones del Monarca continuó diciendo “déjeme vuestra reverencia haga un nudo en el fajín para que se acuerde”.
En el año 1682, en el centenario de la muerte de Santa Teresa, y según reza bajo la imposta que remata inferiormente la cúpula de la ermita, acabose esa obra dedicada a Ntra.
Gloriosa M. Sta. Teresa de Jesús, construida con los dineros de Manuel de Tordesillas y Cepeda, pariente de la Madre y bienhechor de esta casa de Valladolid. Es la Ermita de Santa Teresa la mas importante en calidad y dimensiones, con una superficie útil interior de 28’67 m2., dispone de un pórtico perimetral o deambulatorio de 59’69 m2. que alterna perimetralmente pilares de granito y de madera.
Y por último, edificada también en el siglo XVII la Ermita del Santo Cristo, muy similar en estructura a la Ermita de Santa Teresa, de menor dimensión y altura, con un interior de 19’49 m2. útiles y un deambulatorio perimetral de 48’56 m2. dispone solo de pilares de madera y se sitúa la más alejada, al Este de la Huerta.
La conservación de todo el conjunto conventual, una edificación sencilla y austera, ha corrido a cargo desde el año 1568 de la Comunidad de Carmelitas Descalzas, ayudadas por sus bienhechores, si bien, la magnitud de las edificaciones y pese a sus buenas intenciones hace complicado un mantenimiento del conjunto en perfecto estado, ya que las inclemencias del tiempo y la antigüedad hacen mella en ellos siendo imprescindible actuaciones puntuales de restauración.
En un primer análisis de las tres ermitas se comprobó que el factor determinante que había estado deteriorando los edificios era la humedad, actuando desde dos puntos distintos principalmente, por la cubierta y por la cimentación, provocando daños en la estructura de madera de la primera y en las zonas inferiores de las fábricas sobretodo.
Nos encontramos con tres edificios de mas de 300 años situados en un entorno que a lo largo de su historia ha ido elevando su cota por el aporte de material, lo que ha originado
“La Huerta es su lugar de trabajo, de rezo, de meditación, pero también de peregrinación y expansión.”
que el nivel primitivo de las ermitas se encuentre en la actualidad al menos un peldaño por debajo del de la Huerta. Esta circunstancia ayudada por el hecho de que su entorno dispone de una red de canalizaciones para riego, con las habituales perdidas de agua de estas instalaciones, ha ido provocando una humedad por capilaridad en todos sus paramentos, detectable perfectamente a simple vista y que en general alcanzaba una altura media de mas de un metro.
Cuando se analizan inmuebles como los que nos ocupan no debemos centrarnos en la propia edificación como tal, en el bien inmueble, ya que los bienes muebles que lo integran suelen ser piezas fundamentales por su
indisolublemente relación con el edificio. Las tres ermitas disponen como elementos mas destacables tanto pinturas murales como esculturas.
Por iniciativa de la comunidad ha habido una coordinación en la restauración de los bienes inmuebles y de las piezas escultóricas mas importantes así como de muchas de las pinturas murales, llevándose a cabo las intervenciones paralelamente por restauradores titulados.
Las actuaciones llevadas a cabo en las tres ermitas, el año 2015 en la Ermita de Santa Teresa y el año 2018 en las Ermitas del Santo Cristo y de Ntra. Sra. del Carmen han mantenido un mismo discurso, evitando
“Por iniciativa de la comunidad ha habido una coordinación en la restauración de los bienes inmuebles y de las piezas escultóricas mas importantes así como de muchas de las pinturas murales de las ermitas”
alterar lo existente, modificando mínimamente la estructura general y siendo muy conservacionista. Ha habido un hilo conductor en la decisión de como evitar el deterioro provocado por la humedad y se ha conseguido tomando decisiones que considerábamos no alteraban la imagen general del inmueble.
En los tres edificios hay dos tipos de cubiertas, la situada sobre la pro-
pia capilla y la que se localiza sobre el pórtico. Tan solo en el caso de la ermita mas pequeña hay una continuidad en el faldón de cubierta, en las otras dos existe un salto, siendo las dos zonas independientes estructuralmente. De teja cerámica curva, tipo árabe, en todos los casos las cubiertas apoyaban sobre un entablado de madera que a su vez descansaba sobre una estructura de pares de madera. Las inclemencias del tiempo y las aves provocan movimientos en las piezas de cobertura que hacen que aparez-
can goteras que son las causantes de los daños en la madera por pudrición fundamentalmente. Las reposiciones del material dañado, de la tabla o de los pares de madera, siempre ha sido puntual y con el mismo material y dimensiones del preexistente. Tras los arreglos, sustituciones de las piezas dañadas, nivelación general y del tratamiento antiparásitos, se procede a la colocación de una lámina impermeabilizante transpirable autocicatrizante, sobre la cual se procede a la colocación de la cobertura de teja
curva previamente recuperada. En estos edificios históricos y con el fin de evitar mantenimientos, procedemos a la colocación de la teja curva con ganchos anclados a un fleje continuo que evita sus desplazamientos. Todos los canalones se volvieron a instalar de cinc, de características y desarrollo similar al existente, y sobre los ganchos de forja preexistentes, tras proceder a la pasivación de todos ellos, y ejecutando las salidas a modo de gárgolas del mismo material.
Actuar con soluciones que alarguen la vida de los elementos que componen el edificio y con ello estirar los tiempos de su mantenimiento es imprescindible en edificaciones como las que nos ocupan para conservar el patrimonio en pie.
El paramento Oeste de la ermita de Ntra. Sra. del Carmen, en contacto directo con la Huerta es el mas afectado por la humedad de capilaridad.
Toda la capilla dispone de un zócalo de azulejo a media altura, solución que se pensaba hace años evitaba que subiera la humedad y que lógicamente ha provocado que esta subiera por encima del mismo. Exteriormente también se encontraban los enfoscados abombados y sueltos.
En los paramentos verticales del interior de la capilla de Santa Teresa, se procedió al desmontaje de un zócalo a base de placas de poliestireno colocado en los años 80, con acabado imitación marmóreo de dudoso gusto, con el fin de recuperar las yeserías y su molduraje original. Este zócalo seguramente se instaló en el convencimiento de que evitaba la humedad, si bien se ha demostrado que la hizo subir mas arriba.
En las ermitas de Santa Teresa y del Santo Cristo al disponer de un pórtico perimetral se podía pensar que la humedad quedaría alejada de los cerramientos de las capillas, y no era así ya que interiormente se observaba la humedad por igual en todos los paramentos y a media altura. La Ermita de Santa Teresa dispone de seis pinturas murales, dos en cada uno de los paramentos interiores que estaban dañadas en sus franjas inferiores. En la Ermita del San Cristo la humedad ha afectado a los paramentos y sus molduras y también a los azulejos decorados de los altares.
En cada uno de los laterales del deambulatorio y adosados a la capilla, la comunidad tenía dispuestos bancos corridos de fábrica con la tapa superior de piedra o madera. Además, interpretamos que como solución a la entrada de agua, en las dos ermitas y en todo el borde exterior del deambulatorio y coincidiendo con el eje de las columnas perimetrales se había dispuesto un murete de fábrica de ladrillo. Este murete ocultaba las basas de piedra y granito, y parte de algunos de los fustes de madera y de granito de las columnas que sustentan la cubierta, por lo que se procedió a mantener dicho murete pero recortándolo en el espacio que ocupaban dichas basas, consiguiendo además liberar los fustes de madera de la opresión de una fábrica que tan solo conseguía provocar su pudrición, dejando a la vista unas sencillas pero interesantes basas de piedra y granito.
La solución propuesta en todos los casos para frenar las humedades de capilaridad consistía en actuar desde
el exterior proyectando una cámara de ventilación, la cual iría situada adosada al inmueble y profundizada hasta la cimentación. Estas cámaras deben de estar ventiladas, que realmente es lo que las hace efectivas y para ello se aprovecharían los bancos corridos existentes, que como lógicamente hubo que desmontar para ejecutar la zanja, al rehacerlos se proyectaron huecos con rejillas en sus laterales cortos. Fue conveniente la sustitución del solado del deambulatorio de las
dos ermitas debido al fuerte deterioro por culpa de la humedad de las piezas de ladrillo con el que estaba ejecutado, proyectando una solución muy similar que se colocó en espiga. En el interior de las ermitas tan solo se repuso el solado de la Ermita de Santa Teresa por uno muy similar de baldosas hidráulicas coloreadas.
En ambos laterales de la Ermita del Santo Cristo se localizan en su eje unas hornacinas decoradas con pinturas murales. Durante la excavación perimetral de la cámara de ventilación se pudo comprobar que estas fueron originariamente puertas de paso ya que se conserva incrustado en el muro el peldaño de piedra y la existencia de una junta vertical en la fábrica a cada lado del mismo lo confirma.
En ambas intervenciones se ha contado con restauradores titulados que paralelamente con la empresa
“Actuar con soluciones que alarguen la vida de los elementos que componen el edificio y con ello estirar los tiempos de su mantenimiento es imprescindible en edificaciones como las que nos ocupan para conservar el patrimonio en pie”
constructora encargada de las obras de restauración han colaborado desde la protección de los bienes muebles primero para evitar posibles daños, siguiendo con la consolidación y desinsectación, fijación de las policromías, reintegraciones pictóricas y volumétricas, así como reproducción de molduras. Las actuaciones se han centrado en las decoraciones pictóricas de las hornacinas de las ermitas. En la Ermita de Ntra. Sra. del Carmen la decoración pictórica mural se centra en el frente y en las dos pequeñas hornacinas laterales, mientras que en las otras dos ermitas además del arcosolio del altar principal que se sitúa en ambos casos frente a la puerta de acceso y en los que se sitúan las esculturas de Santa Teresa en un caso y el Cristo Crucificado en el otro, se disponen dos hornacinas laterales, una a cada lado con pinturas murales en todos los casos y muy afectadas por la humedad en sus zonas inferiores con pérdidas de algunas molduras.
Como ejemplo de la intervención en otras piezas, en la ermita de Santa Teresa, se restauraron dos tablas policromadas de 70*50 cm. que según el Catálogo Monumental de Valladolid de Juan José Martín González, son mencionadas como representaciones de San Juan Bautista y Santa Magdalena y atribuidas a Diego Díez Ferreras. Su ejecución, sobre soporte de madera, estucada y policromada con técnica al óleo y se encontraban sujetas a la pared con clavos de forja y alguno moderno. Tras su restauración las tablas volvieron a ser colocadas en su lugar pero esta vez colgadas de unas argollas que quedan ocultas tras las tablas.
En el caso de la Ermita del Santo Cristo se llevó a cabo la restauración de la talla de madera policromada “Cristo Crucificado” y de la pintura mural que decora el arcosolio en el que se sitúa. En la escultura de madera policromada se
procedió a los trabajos de conservación procediendo a su desisección, consolidación de la madera degradada y sentado del color y a los trabajos de restauración procediendo a la limpieza de la policromía, nivelación de lagunas, reintegración cromática y barnizado final. En el caso de las pinturas murales del arcosolio donde se sitúa el Cristo se procedió a la consolidación de la película pictórica de la pintura mural, a la reposición de los morteros perdidos y a la readhesión de la película pictórica, procediendo por último a una nivelación de lagunas y una reintegración cromática.
*Imágenes del artículo.
01 02 Vista general de la entrada principal a la Ermita de Santa Teresa por su lateral Sur con la alberca de riego en el frente. 03 Deambulatorio de la Ermita de Santa Teresa y sus pilares alternos de granito y madera y
con los bancos adosados a los paramentos de la capilla que por sus laterales cortos ventilan la cámara bufa. 04 Fachada Norte de la Ermita del Santo Cristo con los inmuebles al fondo del barrio de la Rondilla sobre los muros de la Huerta. 05 Acceso a la Ermita de Ntra. Sra. Del Carmen adosada al convento, con su zona de estancia previa y las ventanas de las cocinas a su derecha. 06 Detalle del alero de la Ermita de Santa Teresa con los canecillos de madera y el canalón de cinc con sus gárgolas. 07 Frontal de la Ermita de Santo Cristo tras la restauración del altar y de su azulejería decorada, de la escultura que preside la capilla y de la pintura mural del arcosolio 08 Pinturas murales del lateral Este interior de la Ermita de Santa Teresa tras su restauración 09 Vista del moral plantado por Santa Teresa desde el deambulatorio de la Ermita de Santa Teresa, a un nivel inferior de la huerta 10 Comparativa de la planta de las tres ermitas, planta y la sección de la Ermita del Santo Cristo, planta y la sección de la Ermita de Ntra. Sra. del Carmen.
JOSÉ SANTOS TORRES. JST ARQUITECTURA.
Una de las principales actividades que, desde hace ya varios años, desarrollamos en nuestro estudio es la intervención y rehabilitación de edificios pertenecientes al Patrimonio construido, principalmente en lo relativo a los elementos estructurales y la monitorización.
En todos los edificios en los que hemos participado ha sido de vital importancia la colaboración con los diferentes agentes implicados en los procesos, habitualmente de gran complejidad y delicadeza.
El parque edificatorio en España, como en el resto de Europa, se ha desarrollado durante siglos de forma continua dejándonos un patrimonio de una gran riqueza en todos los ámbitos. En las últimas décadas se ha incrementado el interés en el estudio, la recuperación y la rehabilitación de este patrimonio, dando lugar a una gran cantidad de iniciativas para asegurar su mantenimiento y convertirlo en una fuente de conocimiento sobre nuestra historia y de riqueza para nuestro futuro.
La rehabilitación se está convirtiendo en una disciplina propia compuesta a su vez, por su gran complejidad, de una gran variedad de campos profesionales que abarcan todo el abanico de las ciencias y las letras, desde la historiografía a la informática, pasando por la química o la ingeniería.
Desde un punto de vista integral, los estudios previos engloban la utilización de todas las técnicas y dis-
ciplinas que en estos momentos se encuentran al alcance de los técnicos, desde los estudios previos hasta los proyectos de intervención y el desarrollo de las actuaciones en sí mismas. Pero no sólo se trata de realizar un estudio que cubra una necesidad específica, si no que el objetivo es que dicho trabajo sea una aportación más al conocimiento de cada objeto de estudio y al conocimiento general del Patrimonio Construido.
El primer paso para realizar cualquier trabajo sobre una edificación patrimonial es conocer la realidad del mismo. Es importante conocer las circunstancias de la época en que se concibió y se inició su construcción, así como su desarrollo a través de su historia. La realización de un Estudio Histórico tiene dos objetivos principales: Por un lado, el propio trabajo documental tiene como resultado la recopilación y sistematización de un conocimiento sobre el edificio que, en muchos casos, se encontraba disperso e incompleto y, por otro lado, aporta datos sobre la época y los agentes implicados que pueden ser muy útiles a la hora de comprender el funcionamiento del edificio como conjunto.
En paralelo al Estudio Histórico, conviene mencionar una disciplina que, si bien puede entenderse como parte del mismo, se ha desarrollado en los últimos años como un campo especializado muy enfocado al estudio de edificaciones. Se trata de la Arqueología de la Arquitectura, un método de análisis que aporta importante información sobre los materiales utilizados, los elementos constructivos y
las etapas de desarrollo del objeto de estudio, todo ello muy útil para conocer y comprender el mismo, de cara a posteriores intervenciones.
Con el fin de realizar un análisis del estado y del comportamiento de una edificación es imprescindible tener acceso a un levantamiento geométrico lo más exacto posible.
El programa de necesidades del propio Estudio y del cliente determinan a su vez las técnicas a utilizar para realizar el levantamiento. Estas técnicas pueden variar desde un sencillo levantamiento en planta y alzado mediante procedimientos convencionales a un levantamiento fotogramétrico y la digitalización mediante escáner láser.
Es importante comprender que el edificio objeto de cualquier estudio tiene un comportamiento unitario, de forma que no se debe delimitar el tra-
bajo de la definición constructiva a los elementos afectados o a un sistema en particular. Un claro ejemplo de esta afirmación es el siguiente: una estructura abovedada que presenta deformaciones y fisuras en la plementería con pérdida de material de las juntas puede ser síntoma de un problema de funcionamiento de la estructura, pero un estudio que se limitara al análisis estructural obviaría otros problemas, como puede ser una deformación y pérdida de estanqueidad de la cubierta que ha producido la humectación de un relleno y el lavado de mortero
en las juntas. En este caso, una patología estructural tiene su origen en un problema de estanqueidad, probablemente generado por la durabilidad del sistema constructivo, de solución relativamente sencilla.
Relacionado con una correcta definición constructiva es necesario también un correcto análisis estructural. Una modelización exacta del sistema estructural y, por tanto, un análisis veraz depende en gran medida del trabajo previo de definición de las condiciones constructivas.
En paralelo con los trabajos descritos y en relación directa con los mismos, se debe realizar un completo y exhaustivo levantamiento patológico. Esta actividad, adecuadamente sistematizada y analizados sus resultados por técnicos especializados, permitirá alcanzar una aproximación al origen de posibles daños y al com-
“La rehabilitación se está convirtiendo en una disciplina propia compuesta a su vez, por su gran complejidad, de una gran variedad de campos profesionales”
conocer las circunstancias de la
se concibió y se inició su construcción, así como su desarrollo a través de su historia”
portamiento del edificio. Como en el caso de la definición de los detalles constructivos, la inspección patológica debe abarcar todos y cada uno de los daños observables, sin obviar ninguno por su posible origen o por su escasa incidencia. De la misma manera, se debe acometer como un todo, teniendo en cuenta que la aparición de humedades puede deberse a una deformación de origen estructural, o la aparición de fisuras puede deberse a pérdidas de material por escorrentía o a un lavado de finos en cimentación.
Uno de los trabajos más importantes a desarrollar en el marco de cualquier Estudio Integral es el Estudio de Materiales ya que uno de los problemas principales que aparecen en edificación patrimonial es la durabilidad de los mismos, ya sea de forma directa o como causa de otras patologías. Los ensayos de caracterización de materiales deben dotar de toda la información necesaria sobre su estado en el momento del estudio y las causas de los daños observados.
En la línea de los ensayos de materiales y del levantamiento geométrico se encuentran los diferentes métodos de instrumentación, monitorización y auscultación que ofrece el mercado actual. El rango de resultados y precisión que alcanzan los diferentes tipos de instrumentación es muy amplio: abarca desde una instrumentación manual, de características muy sencillas y con una exactitud limitada, a sistemas de alta tecnología, con gran precisión y posibilidad de medición de numerosos parámetros, e incluso seguimiento continuo
“El primer paso para realizar cualquier trabajo sobre una edificación patrimonial es conocer la realidad del mismo. Es importante
época en que
y automatizado. Los parámetros que se pueden estudiar son, así mismo, muy diversos: desde la medida de movimientos y deformaciones al seguimiento de condiciones de humedad y temperatura o procesos químicos. Las mediciones de diferentes tipos realizadas durante un periodo de tiempo deben analizarse en conjunto para dar una imagen general y válida del comportamiento.
Uno de los campos de estudio que interviene en muchos de los casos de aparición de patologías en edificios históricos es el análisis del funcionamiento estructural, ya que muchos de los daños observados tienen su origen en estos elementos. La modelización y el método de análisis para cada tipología estructural es diferente y el uso de las herramientas adecuadas para cada una de ellas revierte en la optimización de los recursos y en la mejora de los resultados. Para elegir el modelo de cálculo adecuado para cada objeto de estudio es necesaria una amplia experiencia del funcionamiento real de las estructuras y un conocimiento importante de los métodos de cálculo disponibles. En las últimas décadas, de la mano del desarrollo de la informática, tanto en lo que se refiere al software como al hardware, se han multiplicado las posibilidades al alcance de los técnicos para el análisis de estructuras. Las herramientas disponibles abarcan un espectro muy amplio y sus prestaciones mejoran día a día.
Como hemos visto, el estudio de cualquier Edificio del Patrimonio
Construido implica la colaboración e interrelación de multitud de disciplinas. La necesidad de adoptar un modelo de integración para acometer cualquier actuación surge de las especiales características de este tipo de edificios, empezando por su importancia y la delicadeza con la
que hay que tratar cada intervención. Como es lógico, el desarrollo de nuevas herramientas que ponen a nuestro servicio grandes avances tecnológicos debe repercutir en la mejora de los procesos y de los resultados.
*Imágenes del artículo. 01 Iglesia del Salvador en Leganés. Levantamiento mediante escáner láser (Laboratorio de Fotogrametría. ETSA Valladolid). 02 Iglesia de Santa María la Mayor, Villamuriel de Cerrato (Palencia). Vista interior del cimborrio. 03 Iglesia de San Pedro ad Víncula en Vallecas (Madrid). Bóveda de terceletes del crucero. 04 Equipos de monitorización estructural. 05 Ermita de Santa María la Antigua. Cementerio de Carabanchel (Madrid). Imagen de la portada. 06 Ermita de Santa María la Antigua. Cementerio de Carabanchel (Madrid). Plano de intervenciones del proyecto de rehabilitación.
“La necesidad de adoptar un modelo de integración para acometer cualquier actuación surge de las especiales características de este tipo de edificios, empezando por su importancia y la delicadeza con la que hay que tratar cada intervención”
Sección permanente de nuestra revista que acoge vuestras ideas sobre intervenciones urbanas en Valladolid.
¿Qué queréis que Valladolid sea? ¿Qué cambiaríais en la ciudad? En esta sección os concedemos una varita mágica que posibilite cualquier propuesta. Vuestros objetivos pueden ser ecológicos, representativos, funcionales, constructivos o demoledores; realistas, utópicos o directamente imposibles. Sólo os pedimos que nos encantéis con vuestra idea y vuestra presentación. Es un concurso sin bases ni condicionantes económicos, y con el único premio de sacar a la luz una idea inspiradora que puede ser brutal o poética.
¡Animaos a participar!. Füller, Archigram, Tatlin, Boullée, Superestudio…, nosotros mismos. Valladolid es nuestro terreno y tenemos cosas que proponer o que imaginar. Coged el lápiz y dejadlo vagar un poco. Ahora zambullíos en esta nueva propuesta:
FEDERICO RODRÍGUEZ CERRO Y Mª JOSÉ SELGAS CÁCERES (MUDA ARQUITECTURA)
Nuestra propuesta para esta sección de intervenciones urbanas de la revista COAVA va a consistir en ceder este espacio a la infancia a lo largo de los próximos tres números. Entendemos este espacio como dos páginas en blanco que podrían transformarse en una puerta mágica a la percepción infantil. Por esto, querríamos aprovechar para mostraros, a través del espejo, al-
gunas visiones y proposiciones que de manera emocionante hemos podido descubrir a lo largo del desarrollo del Proyecto arquitectura minúscula que venimos llevando a cabo desde el año 2012.
Sorprende y gratifica comprobar que las herramientas para mejorar la ciudad en ocasiones pudieran no ser utópicas o inalcanzables. Al contrario, la ciudad anhelada
podría estar tejida mediante estrategias mínimas, casi anónimas; un conjunto de árboles de hoja caduca circundando edificios centenarios, un mercado con gente, un soportal, unos bancos para sentarse, secuencias encadenadas de espacios acogedores…Quizás de esto nos habla la imagen que ilustra este número y que se corresponde con la visión de Jorge (3º de primaria CEIP García Quintana). La imagen muestra
un espacio urbano denso, amable, considerado, creíble y todo ello sin olvidar que tiene ocho años, ¡cómo si no iba un tren a atravesar una iglesia!
Entonces… ¿hasta dónde querríamos profundizar? ¿sería posible cambiar cosas con herramientas sencillas? ¿sería posible que la infancia nos descubra nuevas visiones “reales” de la ciudad?
“…Esta ciudad que no se borra de la mente es como un armazón o una retícula en cuyas casillas cada uno puede disponer las cosas que quiere recordar…”
Zora. Las Ciudades Invisibles_ Italo Calvino
En esta sección de entrevistas; gracias al magnífico trabajo del grupo ArquitecturaVA.es formado por los arquitectos Rubén Hernández, Pablo Guillén, Pedro Iván Ramos, José Santos y Kike García; conocemos en cada nuevo número quién está detrás de la destacada arquitectura moderna de Valladolid. ¿Cómo trabajan? ¿Qué piensan de la situación actual? ¿Qué opinan de Valladolid?, etc. Esperamos que la disfrutéis tanto como a nosotros.
“El de los castillos” suele escucharse cuando dices que has estado charlando con Fernando Cobos, él no reniega de ello, al contrario demuestra su orgullo por conocer las estructuras defensivas y saber abordar sus intervenciones.
Y es mucho más que eso, su labor investigadora y restauradora en todos los ámbitos imaginables del patrimonio arquitectónico solo se entiende cuando le escuchas hablar apasionadamente de cada uno de los trabajos que acomete.
El patrimonio es una disciplina de la arquitectura que a veces parece la hermana pequeña del oropel de la obra nueva, quizás al final de estas letras les parecerá más bien la madre de cualquier disciplina.
ENTREVISTA REALIZADA POR ARQUITECTURAVA.ES
ARQUITECTURAVA.ES ESTÁ FORMADA POR LOS ARQUITECTOS RUBÉN HERNÁNDEZ, PABLO GUILLÉN, PEDRO IVÁN RAMOS, JOSÉ SANTOS Y KIKE GARCÍA
¿Quién es Fernando Cobos? Defínete, diferénciate Soy un curioso impenitente, pero también impertinente. Cada vez que veo un agujero, si creo que hay algo interesante en él allí me meto. Un curioso muy disperso, tan pronto abarco muchos campos como me centro exclusivamente en un tema. Siempre muy curioso, desde pequeñito.
¿Qué estilo tiene Fernando Cobos? ¿Con qué claves hablarías de tu obra?
No puedes decir que no tienes estilo, porque si repasas tu trayectoria acabas viendo similitudes en tus obras, en mi caso por ejemplo siempre uso mucho la madera, pero no a la manera de la época del edificio, sino con un lenguaje, uniones… actuales.
Más que de estilo, hablaría de filosofía de proyecto que consiste fundamentalmente en escuchar mucho el edificio donde trabajo, adaptarme a él y seguir sus reglas. Por ejemplo en el Castillo de la Mota, resulta que cada constructor que intervino en él desde Alfonso VIII de Castilla utilizó un ladrillo de formato distinto; esto permite distinguir las distintas etapas en una fábrica que parece toda igual y cuando nos tocó a nosotros intervenir, seguimos el mismo criterio.
No puedes llegar a un lugar con una idea previa, sino con unos principios. Uno que me gusta mucho está recogido en la carta de ICOMOS/ ICOFORT que redactamos en Siena hace un par de años “la intervención que se
haga en un monumento no debe ser disonante con el propio monumento, pero tiene que respetar la lectura histórica del monumento y al mismo tiempo ser legible como una etapa más”.
¿Cómo te iniciaste en el mundo profesional?
Pfff es largo. Cuando acabé el bachillerato tuve una primera crisis entre estudiar arquitectura y arqueología, decidí arquitectura porque descubrí que era más fácil estudiar, publicar y, por supuesto, intervenir en monumentos, siendo arquitecto que siendo arqueólogo.
Durante la tesina hice un estudio sobre jardines renacentistas en Castilla y León que me permitió estudiar jardines italianos con una beca del Politécnico de Milán durante la que me dediqué a observar fortificaciones italianas.
Posteriormente, cuando acabé la carrera estaba estudiando la relación con los diseños italianos con el Castillo de la Mota y al tiempo que surgió la oportunidad de trabajar en allí como arquitecto, por parte de un amigo, tuve la oportunidad de ir a Londres a trabajar en el estudio de Norman Foster. Recuerdo esa semana como la más larga de mi vida, pensando si irme a Londres o quedarme, y al final me quedé.
¿Cuál es tu herramienta principal para proyectar? (Sensaciones, croquis, vistas, maquetas, planta, sección...)
Cualquier cosa, todo vale. Las herramientas son... herramientas y todas me ayudan. Me gusta mucho trabajar con modelos tridimensionales pero sólo como herramienta de proyecto no para mostrar el proyecto ya diseñado; no me gustan las infografías quizá curiosamente porque nunca las he necesitado, de hecho, como anécdota, durante la carrera yo era quien hacía la perspectiva caballera a mis compañeros a cambio de que ellos rotulasen mis láminas.
En parte de ahí me viene la capacidad de trabajar con las tres dimensiones desde un 3D alámbrico en un ordenador hasta pequeños croquis en una servilleta.
¿Cómo se relaciona la actividad de proyecto, de “dar solución” con la de investigación histórica, artística o el paisajística?, ¿qué método sigues?
Realmente es lo mismo: tú no puedes intervenir en un edificio si no lo conoces. Lo tienes que dibujar, lo tienes que estudiar, y ese conocimiento del lugar es el que te va dando las claves. Puedes estar un año o dos estudiando un edificio sin poner un ladrillo. Saber escuchar al lugar, al edificio… es fundamental; en estos encargos mi cliente no es el Ministerio o la Consejería, mi cliente es el monumento y procuro hacerle caso.
De hecho, no te has ceñido al ámbito cercano-provincia, tienes impresionantes actuaciones en la comunidad como el Castillo de Cornatel, el de Ponferrada, e incluso en otras culturas como la islámica tanto en España como a nivel internacional (Arabia Saudí). ¿Cómo abordas un proyecto tan meticuloso y que requiere tanto conocimiento in situ a larga distancia?
Primero muchos viajes y mucho tiempo, luego… yo no trabajo solo, eso implica tener un equipo multidisciplinar de mucha gente con mucha experiencia. Ahora estoy asesorando en Francia, colaborando en Portugal y vengo de Argelia de visitar unas For-
talezas españolas y en general…. lo abordas todo de manera similar, aunque claro que cada lugar es diferente y te condiciona de manera diferente y te da esas claves de las que hablamos antes, incluso el idioma, la cultura…
A veces incluso viene bien no ser del lugar para poder abstraerse mejor, huir de condicionantes culturales… aunque siempre en el equipo debe haber alguien del sitio, que lo conozca bien.
Se podría decir que estás especializado en la restauración y conservación de edificios y conjuntos de índole defensiva. ¿Qué particularidades dirías que tiene esa arquitectura? ¿Destacarías valores en el diseño, en lo funcional más allá de lo histórico-monumental?
En castillos como investigador sí, diría que es mi principal campo; como interviniente mi campo es más amplio, he trabajado en iglesias, palacios, conjuntos históricos… aunque sí que es cierto que la tipología de fortificación es por la que más se me conoce.
Un castillo es muy muy distinto a todo lo demás e intervenir en ellos conlleva un problema añadido: todos los arquitectos salimos de la escuela conociendo cómo es una iglesia románica y no se nos ocurriría hacer la puerta de entrada por el ábside; sin embargo en un castillo hay quien piensa que todo vale.
Son edificios mucho menos estudiados, extraordinariamente más complejos, especialmente en estructura y más aún en cimentación. No hay dos edificios iguales, no hay patrones ni siquiera en fortificaciones abaluartadas pues en todas hay alguna peculiaridad.
Hay unas reglas geométricas y funcionales, unos volúmenes, unas relaciones… que tienes que conocer muy bien.
Nos gustaría, para entrar en tu obra, que nos hablases de, estrate-
gias, incluso de los materiales empleados en restauración?, madera, acero, hormigón, ¿caben nuevos materiales, disonantes, en la recuperación de un bien histórico?
No hay materiales disonantes “per se”, depende de cómo los uses. En Valladolid me viene a la mente los usados en Trigueros (iglesia y castillo), Villafuerte, Iscar La Mota, Montealegre, Fuensaldaña… y prácticamente son todos los posibles, piedra, madera, ladrillo, acero, hormigón, fibra de vidrio, cristal....
Las reglas del juego te las da el cliente, el edificio, y según los materiales que históricamente se han usado y cómo se han usado en sus fases constructivas, te dirá silenciosamente cómo tienes que actuar.
¿A qué proyecto le tienes más cariño?
Es muy complicado. Quizá el Castillo de Ponferrada o el Castillo de la Mota, con los que empecé; la muralla de Ibiza, sobre todo a nivel del reconocimiento de la gente del lugar.
Pero, sobre todo por su dificultad a nivel de solución arquitectónica, estoy orgulloso de dos proyectos que son dos formas muy distintas de intervenir sobre la ruina: uno es el Castillo de Cornatel, que fue finalista del Premio Nacional de
Arquitectura, un sitio tan, tan bonito, aunque a punto de caerse, que la dificultad principal era no estropearlo, y el otro es el Castillo de Montealegre, un edificio medio desmochado que necesitaba cerrarse sin perder ese carácter.
Podría citar otros, como la iglesia de San Miguel en Trigueros del Valle, una iglesia muy románica en un lugar donde supuestamente no hay románico, que es Valladolid. Una obra muy larga, muy delicada, que casi nadie conoce.
Háblanos un poco de la Muralla de Almazán, proyecto por el que has sido recientemente premiado en AR&PA
Es un proyecto en un lugar de esos que al principio parece que no existen, es una muralla fantástica, conserva todas las puertas, pero podías entrar y salir sin ser consciente de ella, siempre se entra por un roto, entre dos naves y una casa adosada que impiden ver el resto de la muralla.
El Almazán nuevo y el casco histórico estaban incomunicados por una barrera de naves adosadas, lo que hemos hecho es recuperar un tramo de muralla que nadie podía ver y que estaba perforado por las habitaciones, bodegas, trasteros, … que se habían hecho en las casas adosadas, estuvimos trabajando con los vecinos, fortaleciendo la muralla, reparando los huecos, y esto pudo hacerse gracias a un estudio jurídico fantástico y a la colaboración del Ayuntamiento y los propios vecinos que fueron conscientes del riesgo.
La otra operación ha sido recuperar una subida al 6% siguiendo el perfil del talud de la muralla, la subida se ha convertido en la relación directa entre el pueblo nuevo y la zona antigua; personas que tenían dificultades físicas para acceder a la zona vieja ahora pueden entrar por el Postigo de Santa María a través de un edificio preexistente que hemos vaciado y separado de la mu-
ralla para alojar el último tramo de la rampa y una maqueta del recinto amurallado que lo explica.
Y el premio nos lo han dado por el componente urbanístico y social del proyecto.
¿Cuéntanos alguna anécdota curiosa que te haya pasado en alguno de tus proyectos u obras?
No sabría cual decir, tengo muchas pero no todas para revelar (se ríe).
Una cosa muy curiosa que nos pasó en uno de nuestros proyectos fue mientras monitorizábamos el castillo de Íscar, con sus 3.000Tn de torre que la muy jodida se mueve desde el siglo XIV. Cuando empezamos a medir con topografía de precisión nos salían cosas inverosímiles, aparentemente nada se movía pero se abrían grietas periódicamente delante de nuestros ojos.
Al final resultó que medio cerro del castillo se mueve 2cm al año hacia un lado y otro por las arcillas expansivas y nuestras bases de medición situadas encima se movían al tiempo. Todos se llevaban las manos a la cabeza con las grietas, pero tras esto entendimos que el edificio se tenía que mover y no había que coser todas las grietas pues son sus juntas de dilatación.
Tapamos solo las necesarias, dejamos juntas en el resto y al final acertamos bastante ( hay un 5% de grietas que se abrieron por donde no debían, sobre todo en los pavimentos); pero aún así hay quien lo ve como un peligro, la gente y los arquitectos cotidianos estamos demasiado educados en el hiperestatismo y resulta que todo se mueve y debemos dejarlo moverse.
Hay que vigilarlo eso sí, es un enfermo crónico desde el siglo XIV, pero actuar poco a poco aunque con continuidad.
Más allá de lo comúnmente entendido por arquitectura, ¿ en
qué campos te mueves?, ¿pintas, escribes, estudias?
Mi profesión y mi pasión es investigar, viajar, hacer fotos.
Soy un gran cinéfilo, leo mucho desde siempre, mucho y de manera muy desordenada, lo que está muy bien. Tengo dos niños, aunque ya están en la Universidad, a los que he intentado hacerles curiosos y abiertos al mundo.
Sigo haciendo fotos, cada vez más de edificios y menos de personas, (nos muestra fotos colgadas en el estudio)
En paralelo al proyecto de restauración, existen muchas disciplinas, de carácter histórico, artístico o técnico, imprescindibles para la conservación de los bienes. Confluyendo en una labor de investigación que muchas veces no se ve. ¿De qué manera abordas esta relación? Es más importante investigar que intervenir, es la base de los proyectos de restauración, es más importante investigar que actuar.
La investigación es un territorio muy abierto, yo le doy a todo lo que puedo, si tengo que montar una exposición, la monto, si tengo que escribir un libro, lo escribo. Igual te diría de hacer una lectura arqueológica de un muro o buscar papeles en un archivo.
La interdisciplinariedad bien entendida empieza por uno mismo y es necesario conocer y compartir el lenguaje de todas las disciplinas. Luego hay que tener colaboradores en esos campos que sepan más que tú y estar preparado para aprender continuamente.
Has hecho muchos estudios sobre conjuntos monumentales. Como lo entiendes respecto a una labor didáctica, divulgativa, investigadora…
No diría que hago divulgación, son publicaciones científicas, sesudas supongo, aunque siempre mi ob-
jetivo es que mis lectores me entiendan con claridad y hacerlas es extraordinariamente divertido.
Por ejemplo, hace nueve años la BNE nos encargó la publicación científica del Códice Madrid II de Leonardo da Vinci; me lo pasé como un enano dos años investigando, me hacía los problemas de geometría descriptiva de Leonardo en la playa durante las vacaciones.
Fueron dos años de locos, para una oposición habría estudiado menos, pero para mí fueron un placer, haces las cosas porque es tu trabajo pero también porque disfrutas.
Con la situación laboral es dura para los arquitectos, ¿qué tal en tu sector?, ¿Tienes trabajo? ¿donde podremos ver a Fernando Cobos en un futuro?
Una de las ventajas de los castillos es que en cualquier lugar del mundo hay un castillo, y los españoles hicimos castillos por todo el planeta.
No creo que el mundo de la arquitectura esté peor de lo que estaba antes, lo que ocurre es que antes no nos dábamos cuenta. Cuando el boom del ladrillo parecía que el ladrillo nos iba a hacer felices a todos, pero realmente el trabajo estaba muy mal repartido y su reparto no dependía del mérito de cada arquitecto.
Los que no estábamos ahí metidos y nos dedicábamos a la poco rentable restauración de patrimonio, lo veíamos igual que ahora, sí es cierto que hay menos inversión pública, la crisis, los concursos cada vez son más complicados, pero es igual; Si trabajas y eres bueno en tu campo y no te importa viajar puedes ganar concursos en casi cualquier parte de España o del mundo.
Los últimos concursos que hemos ganado nos van a llevar a Palma, Huelva y Guipúzcoa. No son todo grandes proyectos pero son muy interesantes y divertidos.
¿Qué le dirías a alguien que se pregunta para qué sirve un arquitecto?
Es difícil, pero no en patrimonio, allí eres el que “sabe de todo”, el que lo va a coordinar, el que toma las decisiones, … en restauración es fácil.
Es más fácil explicarle a cualquiera que una catedral necesita un arquitecto que a un paisano que una casa en su pueblo necesita un arquitecto.
¿Cómo ves la situación actual de la profesión? ¿relación con la sociedad? ¿y su futuro?
Somos los arquitectos los que no hemos sido capaces de generar una expectativa real.
Un ejemplo se me ocurre - y no, no son los cocineros – pensemos en el diseño de moda: los desfiles de moda son espectáculos con unas mujeres que realmente “no existen” con unos vestidos que nadie va a ver por la calle; ¿para qué?, para crear un determinado ambiente, educar el gusto y que luego Zara venda moda con esa tendencia.
¿Dónde están los desfiles de moda de los arquitectos?, el cliente no llega al estudio pensando en la Casa de la Cascada o la Villa Savoya, llegan con otras referencias. Pensemos en los coches, mucha gente paga mil euros más por la forma de un alerón, pero en su casa parece que le da igual el diseño con tal de que los azulejos sean de una determinada marca; no es que no aprecien un buen diseño o una buena distribución, es que nadie les ha enseñado a apreciarlo.
No comunicamos, no transmitimos la importancia de la buena arquitectura
ni ayudamos a reconocerla y deberíamos hacerlo como locos, porque es nuestro mercado,
En patrimonio sin embargo siempre lo hemos tenido claro, estás haciendo una obra pública y tienes que explicar y convencer al público. Nosotros dedicamos mucho tiempo a ello.
¿Qué opinas de la enseñanza de la Arquitectura? ¿Qué cambiarías? Creo que el problema es que seguimos generado demasiado arquitecto generalista, ninguna escuela se especializa. Estaría muy bien tener treinta escuelas de arquitectura con treinta especialidades potentísimas: la mejor del mundo en restauración de patrimonio, la mejor en construir rascacielos …
Pero no debería ser complicado, la arquitectura es un aprendizaje continuo, la gente ahora cuando acaba sabe que debe seguir formándose y es ahí donde la universidad debería orientarse de verdad y no sólo de apariencia.
¿Qué sentido tiene un máster cuyo profesorado es el mismo que el del grado, que el de “plantilla”, por no gastar contratando verdaderos especialistas?
Qué le aconsejas a un estudiante de primer año de Arquitectura o a un recién titulado que se pregunta ¿y ahora qué hago?
Le diría que encuentre su camino, y su camino lo va a encontrar solo él. Tiene que explorar su camino, el día que apruebas el fin de carrera no se abren los cielos y baja una luz que te
ilumina, eres el mismo que el día anterior.
Si lo que quiere es un trabajo y un sueldo fijo, que haga oposiciones, pero si lo que quiere es disfrutar de esto, tendrá que encontrar aquello que verdaderamente le guste.
Hay gente que acaba y tiene muy claro qué le gusta, aunque no siempre acabes haciendo eso, y otra gente sin embargo que no lo tiene en absoluto claro. Que encuentre su camino, el suyo, y que luche por ello.
¿Cómo ves a las nuevas generaciones de arquitectos? ¿que pueden aportar a la sociedad y a los arquitectos veteranos?
Es complicado, a ver, yo creo que nuestra generación venía muy baqueteada, salimos “bien zurrados”, nos batimos en muchos campos. Estoy seguro de que éramos bastante más golfos y estudiábamos bastante menos, aunque quizás trabajásemos bastante más, no lo sé, éramos más anárquicos y eso está bien.
No creo que alguien que ha terminado en cinco años arquitectura esté formado realmente y posiblemente le quede aún por descubrir mucho mundo. Hay una frase de Le Corbusier que me marcó, decía algo así como “para ser buen arquitecto tienes que llevar al menos veinte años de profesión”. Todas las “jóvenes promesas” de la arquitectura tienen más de cincuenta años.
¿Qué pueden aportar a la sociedad y a los arquitectos veteranos?
Lo que aportan todas las nuevas generaciones, una nueva visión del mundo totalmente distinta, se supone que la fuerza de la juventud debe ser querer cambiar el mundo
La sociedad reclama, parece, restauraciones historicistas cuando no pintorescas y encaja regular el lenguaje contemporáneo en estas intervenciones. ¿Coincides con esa afirmación?
Complicado, yo creo que la gente entiende lo que le explicas
Hablábamos entre nosotros de polémicas como Matrera o Garcimuñoz ..
Al final me vais a obligar a decir, … Matrera es una intervención restauradora que yo no comparto porque busca precisamente la disonancia, yo no la comparto pero está dentro de lo que entendemos por una intervención restauradora, lo de Garcimuñoz no se puede considerar ni restauración, es aprovechar un castillo, porque “como los castillos admiten todo pues vamos a ver si lo llenamos de trastos.”
Puede haber arquitectura abiertamente disonante con el edificio histórico y ser buena arquitectura, yo no lo comparto pero puede ser buena, yo creo sin embargo que el caso de Garcimuñoz es un ejemplo de muy mala arquitectura, empezando por el hecho de que podría ser y estar igual en cualquier otro sitio que no fuera ese castillo.
la pregunta no era para tirarte de la lengua, era más hacia lo pintoresco…
Si, está el falso histórico que a mí me repulsa igualmente y por otro lado está la disonancia, el “dejo aquí mi cagadita”, el creerse uno por encima del monumento y su trayectoria.
Os pongo un ejemplo muy bonito, la conversión en catedral de la Mezquita de Córdoba en el siglo XVI, que aun hoy hay quien considera que no debería haberse respetado la estructura de la mezquita, que fue una timidez y por ello Hernán Ruiz no pasará a la historia como un gran constructor, y por otro lado están los que preten-
den tirarla para recuperar la idea de la mezquita, y eso hoy en día, cuatro siglos después.
A mí me parece un proyecto fantástico, con las herramientas que tiene en su época, las bóvedas, las estructuras góticas… conserva la permeabilidad del bosque de columnas. Es un ejemplo fantástico de algo que no es ni A ni B y sin embargo es genial, Hernán Ruíz debería estar en los altares de la intervención en monumentos.
Y, ¿respecto a los usos?, ¿por qué casi siempre usos museísticos?, ¿qué tal una fábrica de cerveza, un restaurante, un gimnasio?, ¿caben usos banales en edificios históricos? Cuando estudias un edificio hacemos el “plan de viabilidad” y definimos el concepto de “disfunción”, cuando el uso no se adapta al espacio o viceversa. Cuando analizas viabilidad y disfunción y las juntas descubres que en un monumento determinado hay usos y espacios que son compatibles sin perder su esencia y otros que son incompatibles.
Hay otro factor, que se suele interpretar mal, que es el del valor, el valor real del monumento, si preguntas “¿puede hacerse un bar de copas o una tienda de ropa en una iglesia? ”, depende, hay iglesias barrocas de no demasiado valor que han mejorado convirtiéndose en tiendas de ropa, como en Salamanca, pero si preguntas si puede hacerse en San Baudelio de Berlanga, la respuesta es rotúndamente no, ¿por qué uno sí y otro no?, porque no tienen el mismo valor.
En patrimonio es vital el reconocimiento de valores, reconoces unos valores en un edificio, una ciudad o un paisaje que son los que te hacen reconocerlo como monumento, en función de eso valores, lo estudias, lo dibujas y lo intervienes.
Imaginamos que los promotores con los que trabajas son es mayoritariamente públicos, ¿cómo ves el momento actual de oferta pública, licitaciones, bajas, fragmentación de las etapas del proyecto, ...?
Lo de las bajas es una locura, es un problema grave, somos los propios arquitectos los que lo hemos tirado, en concursos con parte técnica y económica, puedes tener un 10 en la técnica y se lo lleva alguien con un 3 sobre 10 pero una baja del 60%, no entiendes para qué la parte técnica, semanas de trabajo en la memoria …
La nueva Ley de Contratos del Estado dice que las cuestiones de calidad, experiencia y conocimiento deben puntuar al menos el 51% del total, eso está bien, aunque casi nadie lo cumple
¿Crees que la administración cuida bien su patrimonio? ¿recae a veces demasiado peso sobre las asociaciones y poca ayuda? ¿es el caso de la Asociación de Amigos de los Castillos de la que eres vicepresidente de la delegación de Valladolid?
Hay de todo, me parece que, en general, la administración tiene mucha sensibilidad con el patrimonio, otra cosa es que a veces no tienen recursos o no tienen un buen equipo técnico que le asesore.
A veces dudo de las prioridades, no sé si recordáis el Plan E, recursos que podrían haberse dedicado a restaurar patrimonio que tiene un mayor retorno de la inversión que la mayor parte de las obras de aceras y calzadas que se hicieron. En algunas zonas de España nuestro patrimonio es nuestro mayor recurso y hay que cuidarlo.
¿Qué opinas, en general, del repertorio de arquitectura en Valladolid?
En la ciudad de Valladolid no he trabajado nunca,... creo que hay intentos de mucha gente, se nota que hay bastante nivel pero falla la planificación, el concepto global de intervención más que la actitud particular de un arquitecto en un edificio.
Están muy por detrás nuestros planes y nuestra reflexión sobre los conjuntos urbanos de la provincia, hay poco planeamiento de alto nivel y se pierde la oportunidad de intervenir de forma ordenada y coherente.
Más que la ciudad de Valladolid, aunque se estén perdiendo oportunidades, me preocupan los núcleos urbanos pequeños de la provincia, algunos con mucho carácter que se están perdiendo por despoblación, por abandono, por falta de proyectos de futuro y por falta de reflexión acerca de qué es lo importante de este o aquel pueblo, no está ocurriendo ni siquiera en los conjuntos históricos.
Es posible que nos queramos poco, pero independientemente ha faltada pedagogía acerca de la importancia de los núcleos histó -
ricos, la gente no ama lo que no conoce.
¿ Algún edificio que recomiendes de Valladolid?¿ O algún autor? , ¿algún ejemplo que te parezca especialmente acertado?
(piensa) Lo que se intentó con la zona del Patio Herreriano, San Agustín, que partía de una base muy importante, los conventos, y al mismo tiempo tenía edificios
modernos de enorme valor como el Núñez de Arce de Fisac, en general todo eso se encadenó con una secuencia de buenos arquitectos, me parece de las zonas más acertadas.
Hay también una operación más reciente muy inteligente, el medio claustro cortado de San Felipe Neri, en la Calle Regalado, resulta muy didáctica, explica muy bien el crecimiento de la ciudad.
¿Hacia donde debería enfocarse la arquitectura en Valladolid los próximos años...? Conocer bien la ciudad, su historia e intervenir con pulcritud, cirugía arquitectónica que debe hacerse con cariño, conociendo la ciudad.
Valladolid está llena de rincones, en su momento fui de los que insistió en que se tirase la tapia que separaba Filipinos de San Juan de Letrán. Hemos presentado recientemente una propuesta para sustituir una de las tapias del Convento de las Huelgas Reales por una
verja para que se vea el arco mudéjar del palacio de Mº de Molina.
Valladolid tiene muchas de estas cosas, pequeñas cirugías que la harían mejorar, no hacen falta grandes obras.
¿Te atreverías a calificar otro ejemplo como “desafortunado” o una oportunidad perdida?
Sí, sí, sí, lo tengo clarísimo, la arquitectura de las bodegas, especialmente de Ribera, pero también de Rueda. Cada vez que paso frente a Arzuaga lloro, parece mentira que alguien que fabrica un vino tan rico, con una hija diseñadora, haya hecho algo tan espantoso.
Con las bodegas de Castilla y León, especialmente en Valladolid, se ha perdido una oportunidad, hay excepciones notables pero la media general de edificios “de marca”, con dinero, ha sido desastrosa.
¿Qué opinión te merece ArquitecturaVA? Sin tapujos
Me metí hace un par de años, alguien me pasó el enlace, quizás a raíz de los Premios de Arquitectura, me parece interesante. Me parece una buena idea y es bueno que se vaya reflejando esas obras.
Estaría bien que hubiese enlaces directos desde google maps, sin tener que acceder a la web.
¿Alguna sugerencia? ¿Cómo podríamos acercar la arquitectura al público general?
Contrapregunto, ¿qué vais a hacer para que la gente que no es arquitecto entre a la página?
Sucede con las revistas de arquitectura, hay revistas de otros ámbitos, decoración o edificios históricos, que llegan al público general. Hubo un tiempo en el que Arquitectura Viva parecía saltar la barrera, pero no.
Un libro, película, obra... apto para cualquiera (Cuyo tema tenga algún pequeño enlace o lectura aplicable a arquitectura)
Es complicado, yo soy un gran cinéfilo. Tuve la suerte de tener de profesor a Simón Marchán Fiz, y después de que él te explica Metrópolis ves otra película, me gusta la idea de que una película en el fondo cuenta otras cosas aparte de la propia historia que a veces es intrascendente.
Me gusta la comedia comedia, Billy Wilder, To be or not o be de Lubitsch, …
Estoy preparando algo, no sé si será un libro, una conferencia, no sé aun, basada en Le Mepris, de Godard, con Brigitte Bardot (permitan que los entrevistadores nos guardemos esta primicia hasta que se haga pública)
Una cita que te inspire... Antes ya dije una de Le Corbu, recuerdo también una de un profesor mío, José Luis de Miguel, tuve la suerte de que fuese mi profesor de estructuras, un tipo extraordinario, “un arquitecto debe saber las suficientes estructuras para entender en qué jardines no debe meterse sin pedir ayuda” y sirve para las estructuras y para muchos otros campos en los que trabajas.
¿A qué arquitecto nos recomendarías para continuar la sección de entrevistas? ¿Quién no debería faltar?
Es complicado porque me ha dejado helado ser yo el cuarto entrevistado, en Valladolid hay buenos arquitectos, mejores que yo seguro; no deberías perdonar a Primitivo González, por ejemplo, hemos hecho un par de proyectos juntos, un tipo extraordinario y muy buen arquitecto.
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Un año más nuestro Colegio ha promovido, organizado y/o participado en cuan¬tas actividades ha considerado de interés para todos los colegiados poniendo su esfuerzo en mejorar y estar al tanto de las novedades, normativas, concursos, etc. que nos preocupan y mueven a todos los que formamos parte de este colec¬tivo. Por desgracia muchas de ellas pasarán inadvertidas y no se citan aquí ya que, al no alcanzar un nú¬mero mínimo de inscritos, no pu-dieron realizarse. Otras, como las realizadas en el Día de la Arquitec¬tura, fueron todo un éxito y algunas, como el BIMTECNIA 2018, alcanzaron gran renombre un año más. Gracias a todos los que habéis participado y hecho po¬sible que salgan adelante.
JORNADA TÉCNICA “CERRAMIENTOS METÁLICOS”, desarrollada el día 23 de enero de 2018.
JORNADA TÉCNICA “SOLUCIONES ELÉCTRICAS EFAPEL. SEGURIDAD Y RENTABILIDAD”, desarrollada el día 8 de mayo de 2018.
COLEGIO DE ARQUITECTOS DE VALLADOLID (COAVA). WWW.COAVALLADOLID.COM
CURSO “AUTODESK REVIT STRUCTURE 2018”, desarrollado del 6 al 20 de febrero de 2018.
CURSO “SKETCHUP PRO AVANZADO”, desarrollado los días 5, 6, 7 y 9 de marzo de 2018.
JORNADA TÉCNICA
“NZEB-EDIFICIOS DE CONSUMO CASI NULO”, desarrollada el día 8 de marzo de 2018.
CURSOS “AUTODESK REVIT
MEP 2018. Módulo intermedio I y II”, desarrollados los meses abril-mayo de 2018.
EXPOSICIÓN “PROYECTO FIN DE GRADO / PROYECTO FIN DE CARRERA / PROYECTO FIN DE MÁSTER. Selección de trabajos ETSAVa 2014-2018”, desarrollada del 20 de abril al 10 de mayo de 2018.
CURSO “CERTIFICACIÓN ENERGÉTICA DE EDIFICIOS EXISTENTES”, desarrollado del 8 al 21 de mayo de 2018.
I EXPOSICIÓN CICLO MOSTRARQ “RECORRIDOS DE LO TRANSITORIO A LO PERDURABLE”, desarrollada del 24 de mayo al 8 de junio de 2018.
CHARLA CLAUSURA I EXPOSICIÓN CICLO MOSTRARQ
“RECORRIDOS DE LO TRANSITORIO A LO PERDURABLE”, desarrollada el día 8 de junio de 2018.
CURSO “COMPROBACIÓN DE LAS CONDICIONES ACÚSTICAS DE LOS EDIFICIOS”, desarrollado el día 30 de mayo de 2018.
JORNADA “AFTERWORK DE HNA”, desarrollada el día 7 de junio de 2018.
II EXPOSICIÓN CICLO MOSTRARQ “PINTURA Y DIBUJO. HERRAMIENTAS DEL ARQUITECTO Y URBANISTA”, desarrollada del 14 de junio al 13 de julio de 2018.
Roberto Valle, explica de forma amena y cordial, el porqué y el cómo de estos proyectos.
Jesús Carrasco Muñoz Pérez Isla”, con la presencia de autoridades locales (Concejal de Urbanismo del Ayto. de Valladolid), Presidente del Colegio de Arquitectos de Valladolid, Director ETSAVA, arquitectos, ciudadanos, etc…
DÍA MUNDIAL DE LA ARQUITECTURA (1 de octubre de 2018). Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Arquitectura se realizan diferentes actos:
1. Exposición “ROBERTO VALLE. Los recursos del arquitecto”, del arquitecto Roberto Valle, en el Museo Patio Herreriano de Valladolid. Se inaugura el día 14 de septiembre y permanece abierta hasta el 4 de noviembre de 2018.
2. ARQUITECTURA EN RUTA (30 de septiembre): visitas guiadas a edificios proyectados y dirigidos por Roberto Valle en diferentes municipios de Valladolid: Teatro Zorrilla en Valladolid, Posada rural Las Aceñas en Quintanilla de Onésimo y Museo del Vino en Peñafiel. El arquitecto artífice,
3. Descubrimiento de la placa DOCOMOMO (1 de octubre): en las viviendas del “Hogar Nacional Sindicalista (1937) del arquitecto
4. Conferencia “La perfección multisensorial de la arquitectura” (1 de octubre): impartida por el arquitecto Roberto Valle. Se desarrolla en el Museo Patio Herreriano.
5. Presentación del libro “Roberto Valle. Arquitecto” (1 de octubre) en el Museo Patio Herreriano. Libro editado por el Colegio de Arquitectos de Valladolid en colaboración con la Excma. Diputación Provincial de Valladolid.
6. Conferencias en el Museo Patio Herreriano de Valladolid:
• 10 de octubre: “Arquitectura y fotografía. Consideraciones sobre la representación”, impartida por Ricardo González, arquitecto.
• 23 de octubre: “Las Casas de Reclus. Naturaleza, ciudad y arquitectura” impartida por José Luís Oyón, arquitecto urbanista.
JORNADA TÉCNICA “EVACUACIÓN DE AGUAS RESIDUALES EN REHABILITACIÓN”, desarrollada el día 9 de octubre de 2018.
III EXPOSICIÓN CICLO MOSTRARQ “LAS TRIBUS DEL RÍO OMO. UNA EVOCACIÓN DE NUESTROS ORÍGENES”, desarrollada del 18 de octubre al 16 de noviembre de 2018.
EXPOSICIÓN “TERMINUS” –PROYECTOS FIN DE GRADO 2017-2018 DE LA ESCUELA DE ARQUITECTURA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA, a desarrollar del 29 de noviembre al 2 de enero de 2019.
JORNADA “TRAMITACIÓN TÉCNICA ADMINISTRATIVA EN MATERIA DE URBANISMO”, desarrollada el día 15 de noviembre de 2018.
JORNADA “AEROTERMIA. LA NUEVA CALDERA DE ENERGÍA RENOVABLE”, a desarrollar el día 13 de diciembre de 2018.
FORO INTERNACIONAL DE LA CONSTRUCCIÓN INTELIGENTE – BIM TECNIA 2018, desarrollado el día 18 de diciembre de 2018.
En el próximo número de nuestra revista, bajo el título “Ese proyecto que…”, queremos cambiar un poco de enfoque para que nos contéis qué obra, de entre todas las que habéis realizado, ha supuesto un impacto mayor en vuestra trayectoria. Ese proyecto que cambió vuestra forma de proyectar o de tratar con los clientes, ese que os abrió las puertas hacia el éxito, ese que os produjo dolores de cabeza y noches sin dormir durante meses o incluso años, aquel al que tenéis especial cariño, el que supuso un punto de inflexión en vuestra carrera, ese otro del que estáis especialmente orgullosos o aquel del que os avergonzáis por una u otra razón.
Da igual que sea de vivienda, de obra pública o privada, de gran tamaño o una pequeña follie, se trata de que nos contéis esa experiencia con la que seguro muchos nos sentiremos identificados y de la que podremos aprender, inspirarnos, emocionarnos o incluso consolarnos.
Si eres arquitecto, tengas más o menos trayectoria, seguro que ya tienes algún proyecto en mente que cumple con las premisas que te proponemos así que no dudes en mandar tu propuesta para colaborar en este nuevo número de la revista Aa Arquitectura. Ánimate y participa enviando un e-mail al Colegio de Arquitectos de Valladolid (COAVA) a la dirección vocalcomunicacion@coavalladolid. com. También puedes contactar con nosotros para proponer temas de números sucesivos o cualquier sugerencia que nos ayude a mejorar. Contamos contigo.
¡Participa en el próximo número!