3 minute read
FUTBOLERO YO SOY
La ley del Silencio
Carlos Pérez
Advertisement
Colaborador de ‘El Norte de Castilla’
Decía Octavio Paz que “las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo, del miedo al cambio”. Eso parece que ha pasado en los dirigentes de nuestro deporte, que se han conformado con ser un nombrados al principio de los programas deportivos de los domingos. Pero creo que la gran mayoría de los seguidores del rugby creemos que este deporte se merece algo más que sesenta segundos en la radio a las cuatro y diez de la tarde de un domingo. Ahora cito a Víctor Hugo que decía que “el futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”. Y de esto va el tema, de oportunidades perdidas. Hemos perdido una oportunidad con este mundial que se ha jugado en Japón de “dar a conocer” el rugby a mucho aficionado cautivo. Sí, cautivo en el fútbol aunque quizá moleste que piense que el futuro del rugby pasa por arañar aficionados en el deporte rey. El caso es que no hemos perdido una oportunidad, sino que hemos perdido dos. La primera con la no clasificación al mundial. La segunda ocultando el mundial. Sé que es una decisión empresarial comprar los derechos de esta competición y que no poco se puede hacer al respecto, pero esto es un “entre todos la mataron y ella solo se murió”. No termino de entender por qué se rompe un acuerdo con todos y cada uno de los operadores que han tenido los derechos para emitir la liga. Creo que Feijoo tiene un ataque de cuernos porque quiere pasar a la posteridad como el hombre que salvó al rugby. Es verdad que su gestión económica es buena, los resultados están ahí, pero el rugby no ha avanzado y lo ha tenido en sus manos. Quiere ser él el héroe y no admite que los clubes aparezcan en la foto. Es muy difícil crecer cuando estás en una cueva y nadie te ve. Yo puedo invitar a todo el mundo desde estas líneas a que vayan al rugby y decir que en la tele es un deporte bonito, pero en el campo es espectacular. El caso es que mi alcance es mínimo porque la tirada de la revista es la que es. Si esto se repite en la tele cada fin de semana poco a poco empezarán a crecer las audiencias y las asistencias al campo. La profesionalización requiere dinero y éste sólo viene de las audiencias. Nadie invierte si no existe un retorno de la inversión. Hemos dejado pasar una oportunidad (o dos), pero tenemos otra oportunidad cada año con la competición local. No sé si es el miedo que decía Octavio Paz o una malentendida ambición de querer pasar a la posteridad, pero el caso es que no creo que el Sr. Feijoo tenga su nombre en un campo de rugby por haber sido el que relanzó este deporte en España.
CÁMARA OVAL
JL Useros
Tirando de archivo he encontrado esta foto. Probablemente una de las últimas que hice en el patio del colegio. Ahí están Iván y Cesar posando con sus chavales uniformados con los colores del Chami. Y he pensado que hace ya tiempo que no veo el blanco y negro a rayas en los campos, en las camisetas de los jugadores. Decisiones que hay que llevar a cabo por diferentes causas, incluido el merchandising. Así que aprovecho este hueco en Rugby en Blanco y Negro para manifestar cómo me gustaría las franjas blanquinegras en las camisetas de los equipos de El Salvador. Es probable que algún día vuelvan a ser así, como eran. In contraria Ducet.