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Ecosistema en equilibrio
“L as personas a menudo piensan que son gérmenes dañinos, la realidad es que son microorganismos vivos cuyo objetivo es proveer beneficios para la salud y ayudar al cuerpo a funcionar correctamente” así es como describe a los probióticos Christina Lima, fundadora de MedicaLima Wellness Center. Aunque el término se acuñó en 1960, la observación de estos microbios data de 1907, cuando Eli Metchnikoff –Premio Nobel de Fisiología o Medicina– afirmó que la alimentación permitía modificar la flora intestinal para sustituir los patógenos nocivos por unos de mayor utilidad.
Es gracias a esta premisa que durante los últimos 20 años las investigaciones sobre el tema han avanzado considerablemente y se han obtenido resultados favorables, lo que justifica la creencia popular en sus ventajas. En este lapso, los expertos han identificado y clasificado diferentes tipos de cepas microbianas, de igual manera han efectuado un cálculo aproximado y verificaciones de los dones que cada una otorga tras ser digerida.
“Los probióticos tienen una variedad de efectos en el cuerpo, y distintos tipos actúan de diferentes maneras” explica la especialista en nutrición. Trastornos digestivos, alergias, respuesta inmunológica, problemas bucales, enfermedades cardiovasculares e infecciones urinarias son sólo algunos de los estudios que en la actualidad se realizan sobre padecimientos en los que podrían ser de ayuda.
Sin embargo existen ciertas características en común que deben cumplir los cultivos sin importar el espécimen, como ser capaces de colonizar el intestino, seguridad biológica e inocuidad, aunque esta última aún está en desarrollo. “La probabilidad de que los probióticos sean una desventaja para el consumidor depende del estado de su salud” comenta la también coach de nutrición alcalina, respecto a las contraindicaciones que poseen. En personas sanas, los probióticos tienen alto nivel de seguridad, pero ha habido informes de efectos secundarios graves en individuos con serios problemas médicos, sistema inmune muy débil o en bebés muy enfermos.
Si bien es de conocimiento general que los probióticos actúan en favor de quienes los consumen, también es cierto que su popularidad se debe a una cuestión de moda, más que a estudios científicos que los avalen.
ADEMÁS DE BACTERIAS, LOS PROBIÓTICOS SE PRESENTAN EN HONGOS O LEVADURAS
SON RESISTENTES A LOS JUGOS GÁSTRICOS Y A LA DIGESTIÓN AL ADHERIRSE A LA PARED EPITELIAL
ALIMENTOS PROBIÓTICOS
Yogur natural Ayuda a regular la tensión y aumenta la inmunidad intestinal. Si está elaborado a base de leche de cabra sus propiedades aumentan
Kéfir Al ser un fermentado pierde lactosa, por tanto, es apto para personas intolerantes. Es rico en calcio, magnesio y fósforo, que estimula las defensas
Chucrut Uno de los más consumidos por los veganos pues es un vegetal, se cree que contiene propiedades anticancerígenas
Té de kombucha Conocida como la bebida de la inmortalidad, es un diurético que estimula el sistema inmune
Miso Carbohidrato de lenta absorción idóneo para depurar las toxinas del cuerpo
DESDE EL NACIMIENTO, EL BEBÉ ABSORBE BACTERIAS PROVECHOSAS DE SU MADRE A TRAVÉS DEL CANAL DE PARTO
¿NATURAL O SUPLEMENTO? Un factor más que se debe considerar a la hora de ingerir estas sustancias es decidir la administración apropiada, debido a que se encuentran en alimentos como yogur, kéfir, miso, chucrut, entre otros, o en suplementos. Las principales diferencias que existen son el aporte y tiempo de respuesta que brinda cada uno, los comestibles contienen mayor cantidad de bacterias y sus efectos son inmediatos, mientras que los suplementos se adaptan a casi cualquier comida.
Si bien la FAO –Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura– ha implementado estándares regulatorios y pruebas de control que certifiquen la eficacia de los productos creados en un laboratorio, todavía no se ha logrado obtener los mismos resultados. Lo que continúa en investigación en ambos casos es la dosis recomendada para conseguir las bondades esperadas y el hecho de que los efectos son temporales, razón por la cual deben mantenerse regularmente en la dieta.
Una forma de hacer proliferar los organismos positivos para el cuerpo y prolongar sus efectos es el consumo de prebióticos –alimentos no digeribles que estimulan el crecimiento de la flora intestinal–. Estos suministros sirven de sustrato nutritivo a los probióticos del sistema digestivo y al mismo tiempo disminuyen la cantidad de microorganismos potencialmente patógenos y perjudiciales para la salud.
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