CONTENIDO
“Los viajes son como pequeñas vidas”
– Doménico Cieri Estrada, (1954- ), Escritor mexicano.
14 CARTA EDITORIAL
16
26
FRAMES
Rostros de Afganistán
LUXURY PORTFOLIO CENTURION
TWO ROADS HOSPITALITY
Una colección de lujosas propiedades, internacionalmente reconocidas por su excelencia.
28 TERRANEA RESORT, RANCHO PALOS VERDES, CALIFORNIA
En un enclave costero próximo a Los Ángeles, ofrece la experiencia de un resort ecológico.
30
32
LA CANTERA RESORT & SPA, HILL COUNTRY, SAN ANTONIO, TEXAS
Refinado oasis en las colinas tejanas, es un lugar de relajación ideal para estancias de negocios o placer.
L’AUBERGE DEL MAR, DEL MAR, CALIFORNIA
Ampliamente premiado por sus instalaciones e impecable servicio, surge en las afueras de San Diego.
34 ALILA VILLAS, ULUWATU, BALI El resort brinda una gran dosis de exotismo y un auténtico descubrimiento de lo más relevante del destino.
BÁSICOS
38 SANTO DOMINGO - HOTEL REAL INTERCONTINENTAL
En la capital de la República Dominicana, el nuevo 5 estrellas de clase mundial es perfecto para toda ocasión.
42 ASADOR ETXEBARRI-CHEF VÍCTOR ARGUINZONIZ
En el País Vasco, el gran maestro de las brasas lleva 27 años trabajando apasionadamente con tierra, mar y fuego.
MODA
46
CARTIER - OBJETS DU DÉSIR
DEPARTAMENTOS
56 BURNING MAN, NEVADA
Foto Ensayo del festival anual en el desierto Black Rock, donde se queman dos gigantescas esculturas de madera, una con forma de hombre y otra de templo.
76 CABARET TROPICANA
Desde 1939, el mítico cabaret es un género artístico imperdible de las fabulosas noches habaneras.
88 BOSTON
Vuelo directo por Aeroméxico y hospedaje en el Hotel Four Seasons: las mejores elecciones para viajar a Boston.
ATLAS
96 BOGOTÁ - UNA LECTURA A TRAVÉS DE SUS PAREDES
Visión peculiar creada por el siempre nuevo street art, más allá de los tradicionales sitios de interés.
118 FRANCIACORTA
Recorrido por empresas vinícolas italianas, especializadas en la producción de vinos espumosos.
138 MAURICIO
Una isla llena de sorpresas, con playas de ensueño y excelente oferta hotelera en medio de la naturaleza.
Fundadora Josefa Martín Montero
Presidente José Natividad Sandoval Zepeda
LUXURY TRAVEL
Director Editorial Valerio Negri Previo vnegri@editorialorange.com
Editora General Elena Negri enegri@editorialorange.com
Diseño Gráfico
Cynthia Márquez Benítez
Asistente de la Dirección Editorial Nelly Bravo nbravo@editorialorange.com
Colaboradores
Vice Presidente y Director General Renato Sandoval Martín Director Editorial Valerio Negri Previo
magazine
Journeys of a lifetime
Orange Grupo Editorial
Director Comercial Fernando Becerril fbecerril@editorialorange.com
Alianzas Corporativas Bárbara Montiel barbmontiel@gmail.com
Gerente de Ventas Javier Orozco jorozco@editorialorange.com
Vivian Bibliowicz, Jürgen Echeverri Stechauner, Julián Varsavsky, Carlos García Mora, Barbara Ainis, Ángel Martínez Bermejo, Sergi Reboredo, Sebastián Suki Beláustegui, Eric Lafforgue.
Ilustración
Minerva García Niño de Rivera
Retoque Fotográfico Guacamole Project carlosgm@guacamoleproject.com
Consejo Editorial
Marco Aguilar (Travelpie)
Melinda Anderson-de Regil (Taj Resorts)
Diego Arvizu (Arvizu Corporate Communication)
Ricardo Benet (Cineasta)
Mauricio Berber (Cartier)
Sergio Berger (Berger Joyeros)
Roberto Calasso (Adelphi Edizioni, Italia)
Carlos Césarman (Economista, escritor y CFO de Pinfra)
Adriana de la Torre (Adnova)
Cesáreo Fernández
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¡LO SORPRENDERÁ!
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Promociones válidas para nuevas reservaciones hechas antes del 30 de septiembre, 2017, para viajar antes del 20 de diciembre de 2018. Los descuentos varian dependiendo de la fecha de viaje seleccionada. La promocion puede ser modificada o cancelada en cualquier momento sin previo aviso. Aplican restricciones. Pregunte términos y condiciones. Las marcas Hyatt Zilara™ y Hyatt Ziva™ y las marcas relacionadas son marcas registradas de Hyatt Corporation. ©2017 Hyatt Corporation. ©Playa Hotels & Resorts es el operador exclusivo para los resorts Hyatt Zilara™ y Hyatt Ziva™ resorts en Jamaica y México. Todos los derechos reservados.
BAR PUNTA VISTA TURQUOIZE SKY MÁSTER KING FRENTE AL MAR PISCINA TIPO INFINITYCarta Editorial
En la presente edición, una vez más nos complace compartir con nuestros lectores varias experiencias, que marcan la pau ta de la originalidad que rige nuestras propuestas de viaje.
Los Tarjetahabientes The Centurion Card® de American Express podrán analizar atractivas opciones de Two Roads Hospitality, una colección de lujosas propiedades para quie nes buscan los caminos menos recorridos: Terranea Resort en la península californiana de Palos Verdes; La Cantera Resort & Spa entre las colinas tejanas; L’Auberge Del Mar en el condado de San Diego y Alila Villas, situado en la isla indo nesia de Bali. Las cuatro alternativas le ofrecerán unas vivencias de gran clase en cada uno de los destinos.
En la capital colombiana, más allá de los tradicionales sitios de interés, se encontrará con el street art, una expre sión artística en constante movimiento. Logrará una visión peculiar del color, la magia y la mística de este país sudame ricano, a través de un proyecto inspirado en el crisol cultural, que permite hacer una lectura de sus muros.
Si viaja a Milán por negocios o placer, le recomendamos una escapada a Franciacorta, a una hora de la ciudad italiana de la moda. Este pequeño territorio entre bosques, colinas, viñedos, burgos, abadías, antiguos monasterios, castillos y villas atesora las 116 empresas del refinado vino espumoso Franciacorta, una mezcla entre solera e innovación. Hay un profundo vínculo que une a los productores con su tierra y muchos de ellos apoyan importantes proyectos de arte, jus to en medio de los viñedos. Si le agradan las ciudades con múltiples facetas, Boston armoniza historia, cultura, depor tes, restaurantes de primer nivel y, si el clima lo permite, podrá realizar también un tour en velero por la bahía.
Sin embargo, si busca unas vacaciones exóticas, Mauricio es una isla acariciada por los vientos alisios que soplan en el océano Índico, donde encontrará playas de ensueño y con viven en armonía diversas razas, culturas y religiones.
Con la esperanza de ser una fuente de inspiración para su próximo viaje, le deseamos una lectura agradable.
Valerio Negri Director EditorialROSTROS DE AFGANISTÁN
Fotografía: Eric LafforgueTerranea Resort
RANCHO PALOS VERDES, CALIFORNIASituado en una finca de 41 hectáreas en la península californiana de Palos Verdes, Terranea Resort ofrece vistas panorámicas al océano Pacífico y a la isla Santa Catalina desde su acantilado. Palos Verdes es un enclave costero integrado por pequeñas y prósperas localidades entre las que destaca Rancho Palos Verdes, donde se ubica la elegante propiedad. Este destino se encuentra a menos de una hora del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, a una hora en coche de las atracciones de Beverly Hills, Rodeo Drive y Hollywood Boulevard y a 20 min de Redondo Beach, la playa de arena más cercana para natación y surf. Además la propiedad ofrece a sus huéspedes el servicio de transporte sin costo a varios centros comerciales de la zona, dentro de un área de 8 km de radio y a la reserva ecológica Abalone Cove. Inaugurado en 2009 como el único lujoso resort en la costa de Los Ángeles, encarna un estilo de vida relajado. De diseño mediterráneo, ofrece una experiencia de lujo aunada a un servicio personalizado y es un resort verde, enfocado en una filosofía ecológica de respeto al ambiente. Recomendable para negocios, parejas y familias, es reconocido entre las mejores propiedades de California aptas para niños y cuenta con un club infantil, para la diversión de los pequeños huéspedes.
Los 582 alojamientos, con WiFi sin costo, incluyen amplias habitaciones, suites, casitas, bungalows y villas. Se ofrece una elegancia informal en todas las instalaciones, entre las que destaca el spa de 15,240 m2, que dispone de 25 salas de tratamientos y cuenta con un gimnasio de última generación. Además de su piscina, hay otras 3 albercas en el complejo y diversos restaurantes, como Mar’sel, para una cena formal; Nelson, de platillos casuales; Catalina Kitchen, excelente para desayuno buffet y comidas informales en el interior o en la terraza panorámica y Bashi con gastronomía de fusión asiática, junto a la alberca. Cuatro restaurantes y bares constituyen otras opciones igualmente atractivas.
El club de golf del resort, situado frente al Pacífico, alberga un campo par 3 de 9 hoyos y hay otros dos de 18 hoyos en las cercanías. Para eventos y conferencias, la propiedad tiene más de 9,000 m2 con vistas panorámicas al mar. Se pueden realizar diversas actividades en los alrededores, como tenis, buceo, kayak, equitación, ciclismo de montaña, paseos en velero, ski acuático, windsurf y senderismo. Además, es posible admirar la exótica Mariposa Palos Verdes Azul, gracias a un programa exitoso que permite la reproducción de este símbolo de belleza y libertad, y se recomienda visitar Point Vicente Park, que ofrece oportunidades de avistamiento de la migración de las ballenas grises hacia su laguna de cría en Baja California, uno de los acontecimientos naturales más importantes.
La Cantera Resort & Spa
HILL COUNTRY, SAN ANTONIO, TEXAS
Este oasis de lujo en las colinas tejanas es un lugar de relajación, ya sea que vaya por negocios o de vacaciones. Perfecto para familias y golfistas, cuenta con 2 campos de golf de campeonato (36 hoyos), un club infantil y 5 piscinas, incluidas una de hidromasaje y otra infinity sólo para adultos, además de tobogán acuático y cabañas privadas. Completamente renovado en 2016, el exclusivo resort de 7 niveles, con vistas al Texas Hill Country, está a media hora del corazón de San Antonio, a 2 km de los centros comerciales The Shops at La Cantera y The Rim y a 3 del parque temático Six Flags Fiesta Texas. Las atracciones de la zona se pueden descubrir utilizando el cómodo servicio de transporte sin costo, proporcionado por la propiedad. San Antonio es una ciudad rica de tradiciones, actividades culturales y opciones musicales. Six Flags Fiesta Texas cuenta con juegos mecánicos, montaña rusa y mucho entretenimiento. La Plaza San Saba es la zona central de este resort con plantas, flores y un tapete de pasto ideal para eventos o bodas. Los 496 alojamientos, con WiFi sin costo, incluyen habitaciones y suites con balcón y bañera de hidromasaje, sillones y cabeceras de cuero inspirados en el patrimonio de los ranchos locales y las 34 villas son ideales para grupos corporativos, familias o invitados a bodas. SEVEN es el último piso exclusivo para adultos, con 46 habitaciones, entrada privada, valet, concierge personal y acceso a la alberca para huéspedes mayores de 21 años. El centro de negocios está abierto las 24 hrs y el Spa Loma de Vida ocupa 7,620 m2 y dispone de 15 salas de tratamientos, además de un gimnasio de última generación. Entre los 9 restaurantes, bares y cafeterías destaca el galardonado Signature, con interpretación contemporánea de platillos clásicos inspirada por el reconocido chef Andrew Weissman. Cuenta también con el chef ejecutivo Laurent Rea y el general manager Patrick Bean. Otras opciones son SweetFire Kitchen que tiene horno de leña; Primero Cantina con ricos platillos y cocteles de la casa; Sire Bar, Bocado, Topaz y Vista Grill, que sirven copas y bocadillos; Henrietta’s Market para café y helado y, en el Clubhouse, se encuentran La Cantera Grille y Palmer Grille.
En la cercana área comercial The Shops at La Cantera se puede comprar en una variedad de tiendas entre las que destaca Neiman Marcus, comer, pasar un buen rato y ver el panorama. Cuenta con pequeñas áreas de juegos para niños y tiene buenos restaurantes y cafés. En los alrededores hay varios parques para disfrutar. En Natural Bridge Caverns podrá explorar rutas y apreciar las figuras caprichosas que forman estalactitas y estalagmitas. Si prefiere algo más audaz, recorra en canoa las aguas de los ríos de Texas Hill Country, entre magníficos escenarios naturales.
L’ Auberge Del Mar
DEL MAR, CALIFORNIA
La lujosa propiedad, ampliamente premiada y reconocida por sus instalaciones y servicio, surge en Del Mar, una pintoresca localidad del condado de San Diego y ocupa 2.1 hectáreas, con un sendero privado que lleva a una de las mejores playas de la costa sur californiana. Se encuentra a 20 min del Aeropuerto Internacional de San Diego y cuenta con numerosas atracciones en el área y actividades cercanas, desde varios campos de golf de campeonato, canchas de tenis, pistas de carrera y polo, hasta excursiones en globo aerostático, navegación y avistamiento de ballenas.
El centro comercial Del Mar Plaza, ubicado frente al resort, ofrece tiendas de nivel, galerías de arte, restaurantes y entretenimiento para todas las edades.
Las 121 habitaciones incluyen 7 elegantes suites y cuentan con WiFi sin costo y hermosas vistas a la ciudad, al jardín o hacia la costa. Muchas tienen chimeneas, patios privados y balcones. La perrita residente Sofie da la bienvenida a perros pequeños como huéspedes, para que se alojen con sus dueños y puedan convivir.
En cuanto a la gastronomía, el restaurante emblemático es el galardonado Kitchen 1540 de comida orgánica y diseño moderno, obra de Andre Kokoski Architect, con cocina abierta y un cielorraso blanco abovedado, que se abre a una serie de comedores y áreas de estar al aire libre. Como alternativa, el Coastline Restaurant es un espacio informal al fresco con vista hacia el océano, para disfrutar desde el desayuno hasta la cena, admirando la naturaleza.
El bar del lobby es un lugar de encuentro con música en vivo de jueves a domingo y el Bleu Bar, junto a la piscina, ofrece un ambiente relajado de día o de noche, alrededor del fogón. El Spa de 464 m2 incluye 10 salas de masajes y tratamientos faciales y corporales. Utiliza unas líneas exclusivas de productos orgánicos, además de su propia variedad personalizada.
Más de 1,114 m2 están reservados para eventos corporativos, reuniones y celebraciones bajo techo o al fresco, con 185 m2 adicionales de espacio al aire libre con vista al océano. La capacidad es de hasta 200 personas y ofrece salones de baile y salas de reuniones con terrazas, instalaciones para bodas y acceso a dos parques costeros adyacentes, para eventos temáticos que se diseñan a la medida.
Villas
ULUWATU, BALILos hoteles y resorts de Two Roads Hospitality son una puerta abierta a nuevas culturas y ofrecen un auténtico descubrimiento de lo mejor del destino, en armonía con su entorno, donde los huéspedes pueden ampliar constantemente su mundo a través de experiencias muy peculiares y genuinas, que nunca olvidarán.
El resort Alila Villas está situado en Uluwatu, una localidad de la isla indonesia de Bali. En su escarpada costa se practica el mejor surf, que atrae a apasionados de todo el mundo y, desde las prístinas playas de arena blanca hasta un majestuoso templo en la punta del acantilado, este destino ofrece una gran dosis de exotismo, aunado a belleza natural y delicadas artes locales. Abierta en 2009, la propiedad surge en una meseta de 14.4 hectáreas y se halla a media hora del Aeropuerto Internacional Ngurah Rai. Rodeadas de impresionantes vistas del océano Índico y con un cielo sin fin, las 65 villas, decoradas con toques locales, ofrecen un escape perfecto. Diseñadas por la reconocida firma de arquitectos de Singapur WOHA, se integran al entorno y disponen de uno a tres dormitorios, piscina, cabaña, mayordomo, WiFi sin costo y amenidades de alta calidad. Tienen además un comedor exterior y un pabellón elevado al aire libre, con vistas al océano. La propiedad cuenta con una alberca exterior de 50 m; un gimnasio abierto las 24 hrs; el spa que armoniza tratamientos asiáticos y occidentales y una galería donde se exponen obras de arte moderno indonesio.
Ideal para reuniones corporativas, eventos, aniversarios, ceremonias de compromiso y bodas exóticas está disponible también una plataforma colgante para una celebración inolvidable. Los huéspedes aprecian la amabilidad del personal y elogian a los empleados de la recepción y conciergerie por su profesionalismo.
La oferta gastronómica es igualmente atractiva. En la cocina abierta del restaurante The Warung se preparan especialidades locales; CIRE ofrece comida internacional y en Quila, a cargo del chef Marc Lorés Panadés, el menú se renueva a diario.
Otros imanes en las cercanías son el New Kuta Golf; el Club de Golf Nacional de Bali de 18 hoyos diseñado por Nelson Wright y la Bali Collection, que es uno de los lugares de entretenimiento, con boutiques, restaurantes, música y danzas. A sólo 15 min de distancia es imperdible el templo Uluwatu, que se levanta a 76 m de altura en un acantilado abrupto, donde rompe con fuerza el mar. El templo hinduista del s. XI, habitado por cientos de macacos traviesos, tiene una fuerte energía espiritual. Se recomienda su visita a la puesta del sol, cuando también se puede asistir a diferentes danzas rituales del fuego, que son muy sugestivas y merecen ser vistas.
Propiedad sostenible, comprometida con las responsabilidades medioambientales, Alila Villas respeta y preserva el modo de vida y las tradiciones de las comunidades locales y minimiza el impacto mediante la adhesión a una política de sostenibilidad ambiental, al tiempo que brinda serenidad.
Como Tarjetahabiente de The Centurion Card® American Express usted podrá disfrutar durante su estancia en los hoteles de Two Roads Hospitality de los beneficios del programa FINE HOTELS & RESORTS1. como:
• Registro de entrada temprano a las 12:00 horas (sujeto a disponibilidad al momento del registro).
•Desayuno diario para dos personas en cortesía (el tipo de desayuno varía por propiedad y será como mínimo continental).
•Registro de salida tarde a las 16:00 horas (sujeto a disponibilidad).
•Crédito de $100.00 USD o su equivalente en Moneda Nacional para utilizar en servicios de spa durante su estancia.
• WiFi sin costo.
Para mayor información, reservas, Términos y Condiciones llame a la Unidad Centurion Member Services al 01 800 BLACK (25 225) opción 1 las 24 horas, los 365 días del año.
Términos y Condiciones
1. Vigencia para reservar y viajar al 31 de diciembre de 2017. Válido para reservaciones nuevas de FINE HOTELS & RESORTS realizadas a través de la Unidad Centurion Member Services. El pago debe realizarse con The Centurion Card® de American Express a nombre del Titular de La Tarjeta. Aplica únicamente para The Centurion Card. El Titular de La Tarjeta debe viajar sobre el itinerario reservado para recibir los beneficios descritos en cada propiedad. El registro (check-in) a mediodía y ascenso de categoría (upgrade) se proporcionan al momento del registro y están sujetos a disponibilidad. Ciertas categorías de habitaciones no son elegibles para ascenso de categoría (upgrade). Llame a la Unidad Centurion Member Services para mayores detalles y consulta de temporadas de embargo. Los créditos varían por hotel y no pueden ser canjeados por efectivo, no son combinables con otras ofertas y no son reembolsables, salvo que se indique lo contrario, asimismo no aplica para pago de estancia. Los beneficios y promociones se aplican al momento del registro (check-in) y vencen a la salida (check-out). Se limita a un paquete de beneficio por habitación, por estadía, con un límite de tres habitaciones por Titular de La Tarjeta, por estadía. Estadías “back-to back” (sin interrupción) dentro de un periodo de 24 horas en la misma propiedad se consideran como una sola estadía y no aplican nuevamente los beneficios. Los servicios son proporcionados por los hoteles, por lo que American Express no asume ninguna responsabilidad de éstos. Oferta no válida para grupos. No aplica para las Tarjetas emitidas en el extranjero.
SANTO DOMINGO
Experiencia IHG en la Ciudad Primada de América
Texto: Valerio Negri Fotos: Cortesía del Hotel y Destino
Un vuelo directo de Aeroméxico conecta a la Ciu dad de México con Santo Domingo, la capital de la República Dominicana. Este país caribeño ocupa la mayor parte de la isla La Española, que com parte con Haití, en el archipiélago de las Antillas.
Nuestra cena de bienvenida se celebró en Pat’e Palo, una brasserie europea cuyo local original data de 1505 y se ubica en la casa donde se construyó la primera taberna en el Nuevo Mun do, con vista a la que fue la residencia de Cristó bal Colón. Este restaurante, inaugurado en 1998, conserva la estructura original y está adornado con antigüedades, mapas y cuadros de la épo ca. Disfrutamos de la ambientación colonial y de una deliciosa experiencia culinaria preparada por el chef ejecutivo Saverio Stassi, que provie ne de una familia con viejas tradiciones en el arte gastronómico. Estudió cocina con los mejores chefs de Francia, Nueva York e Italia y domina los secretos gastronómicos vietnamitas, tailan deses, españoles y latinoamericanos, además de ser considerado un maestro del foie gras.
Santo Domingo
Santo Domingo, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conserva todo el esplendor de su época colonial. Conocida como Ciudad Primada del Nuevo Mundo por ser el lugar del primer asentamiento europeo en América, es una metrópoli llena de encantos, en cuyas calles se mezclan las huellas monumentales de cinco siglos con su rostro de urbe moderna: un interesante contraste que durante nuestra estadía exploramos y disfrutamos.
Uno de los lugares de mayor atractivo es la Ciu dad Colonial, con sus reliquias monumentales entre las que destacan la Catedral Primada de América, primera construida en el nuevo con tinente, con una mezcla de los estilos románi co, gótico y renacentista; la Fortaleza Ozama, la primera construcción militar de América; el Panteón Nacional, que inicialmente fue un monasterio jesuita y hoy es un mausoleo don de descansan los restos de importantes héroes nacionales; el Museo de las Casas Reales, que fue sede del Palacio de la Real Audiencia y de las primeras instituciones creadas en el Nue vo Mundo; el Alcázar de Colón, construido en 1515 por órdenes de Diego Colón, hijo de Cris tóbal Colón y gobernador de las Indias, que se convirtió en su residencia y es el primer casti llo de América; y el Altar de la Patria, un sobrio mausoleo donde descansan los restos de los 3 Padres de la Patria: Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella.
En el sector Los Altos del Galá fuimos al Jardín Botánico Nacional, un área urbana protegida con un tren que permite desplazarse por gran parte de sus espacios, donde se conserva una repre sentación importante de la flora y la fauna de la isla La Española. Aquí admiramos su plazoleta central, el reloj de las flores y el jardín japonés.
Real InterContinental Santo Domingo
Nuestro hospedaje fue en el hotel 5 estrellas Real InterContinental Santo Domingo, una pro piedad de clase mundial situada en el corazón de la capital, estratégicamente localizada y próxima a los principales centros comerciales.
Ideal para un viaje de negocios, una escapada o una celebración familiar es perfecta para toda ocasión y cuenta con una estructura de 21 pisos, 227 acogedoras habitaciones con WiFi, un cen tro gastronómico conformado por 2 bares y 3 restaurantes, un Club InterContinental en el piso 20, 8 salones equipados con la última tecnolo gía para eventos, bodas y reuniones sociales o corporativas, gimnasio, piscina exterior de bor de infinito con vista a la ciudad, Spa, salón de belleza, sauna y vapor entre otras amenidades y servicios. Además el hotel está interconectado al centro corporativo más moderno de la urbe, el Roble Corporate Center, adyacente al hotel.
En el restaurante Factory Steak & Lobster deléi tese con su variedad de finos cortes de carne cocinados a la vista en una parrilla al carbón, junto a una variedad de langostas, pescados y mariscos, maridados con vinos de la cava.
The Market es un novedoso concepto donde el comensal podrá ser el chef de su propio plati llo casual, al poder seleccionar ingredientes en el marco de una cocina abierta. Puede diseñar su pizza al horno de piedra, pastas, ceviches y mucho más. Es una experiencia única.
Nau Sushi Lounge es para quienes prediligen la cocina japonesa en un ambiente agradable, con una selección de cocteles y música en vivo.
Van Gogh, ubicado en el lobby, ofrece un ambiente para conversar mientras se saborea un coctel exótico y en Blu, junto a la piscina, podrá degustar bocadillos y bebidas.
Para relajar y renovar sus sentidos, el Spa cuen ta con salas de tratamiento individuales y de pareja, baños de vapor, sauna, jacuzzi y una pis cina privada. Un equipo de profesionales brinda terapias de masaje y cuidados faciales.
La Ruta de Ron No podíamos dejar de visitar la renombrada planta de Ron Barceló en San Pedro de Macorís, donde conocimos mucho sobre los procesos de elaboración de esta bebida obtenida del destila do de la caña de azúcar y, por supuesto, también tuvimos la oportunidad de degustarla.
La empresa Ron Barceló, SRL nació en 2002 por obra de algunos visionarios empresarios españoles de larga y reconocida trayectoria en el área de producción y venta de bebidas espiri tuosas y de la familia Barceló Díaz, descendien te de los fundadores de la marca, junto con los García, socios fundadores de dicha firma.
Realizamos un paseo por las bodegas de añe jamiento y observamos el funcionamiento de la fábrica, al tiempo que admiramos una amplia colección de artefactos antiguos como trapi ches, alambiques y barriles.
Nuestro recorrido fue un viaje al pasado y al pre sente del mejor ron dominicano de nacimiento e internacional por su esencia y proyección, que ocupa el cuarto lugar de ventas en el mundo.
VÍCTOR ARGUINZONIZ
Asador Etxebarri
Texto: Vivian Bibliowicz Fotos: Cortesía del Restaurante
Víctor Arguinzoniz está catalogado como el gran maestro de las brasas. Lleva 27 años trabajando con el asador y se ha convertido en un exper to. Ocupa el sexto lugar en The World 50 Best Restaurants 2017 y representa con altura al País Vasco donde nació. Conoce su geografía y la gran despensa que le permite ejecutar una gastrono mía ilimitada, que ocupa un lugar destacado.
Víctor es un hombre retraído y con un gran mundo interior. Reflexiona constantemente y vive enamorado de su tierra, que trata con honestidad y respeto. Le encanta caminar por el bosque y oler el aire fresco. Es algo esencial en su vida, pues ahí es donde logra inspirarse. La montaña lo relaja y se siente en completa libertad para pensar cómo llevar un ingrediente a su máxima expresión en sus recetas.
Trae en su sangre el amor por la gastronomía, pues en su casa se cocinaba a diario en hor no de leña. Recuerda que el acto de comer era sagrado. Siempre se cenaba a la misma hora y su familia se sentaba alrededor del cocido del día e intercambiaba sus historias. Víctor apren dió sobre agricultura, ganadería y a entender el campo con naturalidad. Vive entre el mar Can tábrico y la montaña con grandes pastos, en un país acostumbrado a la abundancia de buenos productos, como son los pimientos de Gernika, las alubias de Tolosa y el queso de Idiazábal.
Arguinzoniz le tenía el ojo puesto al viejo bar de su pueblo, que llevaba once años cerrado, hasta que tuvo la oportunidad y lo adquirió en 1989. Escogió el municipio de Axpe para abrir Asador Etxebarri, porque se encuentra en el Valle de Atxondo, en las faldas del monte Anboto, muy lejos del bullicio de las grandes ciudades.
Es por esta razón que se siente una gran paz al entrar a su restaurante. Uno sabe que la úni ca opción es entregarse completamente a la experiencia, vivirla y disfrutarla.
Así fue el periplo, que inició con la renta de un coche para emprender el camino por las monta ñas, hasta llegar a la plaza del centro del pueblo, donde se encuentra este hermoso caserío reformado del s. XVII que se integra a su cora zón, junto a la iglesia y al ayuntamiento.
Víctor se levanta temprano y selecciona los pro ductos con los que cocinará el menú del día. “Lo único que yo he hecho es mejorar las técnicas de mi madre y abuela y llevarlas a un nivel de alta gastronomía a las brasas. Mi cocina es sen cilla y hacemos platillos de temporada”.
El secreto de los sabores de unos ingredientes tan peculiares se debe, en gran parte, al tipo de leña que escoge para cada producto. Transmite una sabiduría ancestral en sus platos y utiliza distintas clases de maderas aromáticas en la parrilla: encina para los pescados y olivos para las carnes. Es un maestro en la utilización de parrillas de doble brasa, donde maneja el fue go y controla la temperatura a la perfección. Inclusive usa roble de barricas que han conte nido vino, pues le encanta el alcohol dulce que despiden cuando se ponen al fuego. También escoge las estepas de vid con aromas poten tes, ideales para las carnes. Otro secreto de su cocina reside en el empleo de poleas que regulan las alturas de la parrilla para controlar las distancias con el fuego y lograr los distintos puntos de cocción de los productos. Además, Arguinzoniz es muy preciso al elegir sus uten silios. Tiene uno especial para el caviar a las brasas, cacerolas para cocciones al vapor que ayudan a conservar el jugo de los mejillones y también utiliza sartenes agujereadas con láser.
El humo en sí, es algo que no le interesa en lo más mínimo. Encuentra que el hecho de ahumar
no es relevante y debe quedar completamente en un segundo plano. Sólo lo considera impor tante cuando necesita ahumar un pescado específico, para lograr su punto .
Este entorno privilegiado logra potenciar los sabores de todo lo que se degusta: la mozzarella de búfala es deliciosa y la espardeña emociona. La llevan entera a la mesa, con todo y cabeza para que con las manos se abra y se disfrute del jugo que sale; el chipirón lo sirven sobre su tinta y parece una obra de arte. El pimiento choricero se deja madurar hasta que esté completamente rojo y luego lo recolectan, atan y cuelgan para dejarlo secar durante el invierno. Éste es uno de los ingredientes que usarán para los chorizos del año siguiente. Cuando llega el momento de probar el chuletón, producto esencial del País Vasco, se percibe inmediatamente que en la cocina hay un chef que vigila cada instante del proceso de cocción, para que quede en su punto ideal. Por eso el Asador Etxebarri es el preferi do de muchos chefs internacionales. Conocen el perfeccionismo de Víctor y saben que cada día él aprende algo nuevo para mejorar. El gran maestro nunca deja de experimentar.
OBJETS DU DÉSIR
Fotografía: Rubén de Leòn Concepto y estilismo: Juan Pablo Santoyo y Luis Enrique Bolívar | Le Style Maison Maquillaje: Édgar Guareño Peinado: Alejandro L’Occoco Modelo: Lulu Honeywild | @luluhoneywild
Collar Trinity en oro rosa, amarillo y blanco de 18 quilates, perlas y diamantes. Aretes Trinity en oro rosa, amarillo y blanco de 18 quilates. CARTIER en EL PALACIO DE HIERRO.
Anillo Trinity en oro rosa, amarillo y blanco de 18 quilates. / Collar Panthère en oro amarillo de 18 quilates, laca negra, engastado con 3 diamantes talla brillante para un total de 0,16 quilates, granate tsavorita y ónix. Aretes en oro amarillo de 18 quilates, laca negra. CARTIER en EL PALACIO DE HIERRO.
Brazalete, aretes, anillos en oro amarillo de 18 quilates y diamantes. CARTIER en EL PALACIO DE HIERRO.
Aretes Trinity en oro rosa, amarillo y blanco de 18 quilates. Reloj Ballon Blanc en oro rosa de 18 quilates, diamante talla brillante a las 4 horas, esfera flinqué de nácar. / Aretes Trinity en oro rosa, amarillo y blanco de 18 quilates. CARTIER en EL PALACIO DE HIERRO.
Aretes Trinity en oro rosa, amarillo y blanco de 18 quilates. / Aretes Diamants Légers en oro rosa de 18 quilates, cada uno engastado con 30 diamantes talla brillante para un total de 1,12 quilates. Anillo Trinity en oro rosa, amarillo y blanco de 18 quilates y diamantes. CARTIER en EL PALACIO DE HIERRO.
BURNING MAN
Un Carnaval Cósmico Foto: Sebastián Suki Beláustegui
Burning Man es uno de los festivales más importantes del mundo. 50,000 personas construyen innumerables instalaciones artísticas, creando una sorprendente realidad de luces e incendios. Como fotógrafo de tradiciones tribales, quería documentar esta tribu contemporánea, experimentando en el desierto de Nevada un auténtico éxtasis existencial, durante siete días y siete noches.
Páginas anteriores. La mayor explosión de fuego que haya vivido.
En esta página. Incendio del templo.
Página opuesta. Observando con nostalgia la quema del templo.
Página opuesta. Danza en el polvo.
En esta página. Diablo sintonizado en frecuencias de otros mundos.
Página opuesta. Mujer azul con tranvía.
En esta página. Artista de la performance entre luces del atardecer.
Páginas Anteriores.
Izquierda arriba. Instalación en la playa mágica.
Izquierda abajo. Movimientos de una performance en zancos.
Derecha arriba. Retrato durante una fiesta.
Derecha abajo. Siluetas en pleno desierto al atardecer.
Página opuesta. Danza del fuego antes de la quema del hombre. En esta página. Autorretrato.
Página opuesta. Mujer entre instalaciones.
En esta página. Amazona del desierto.
En esta página. Mujeres antes de la gran celebración de la quema del hombre.
Página opuesta. Hombre serpiente.
Página opuesta. Danza trance.
En esta página. Instalación en las noches del desierto.
En esta página. Amanecer en el desierto. Página opuesta. Quema de instalación creada con 400 mil palos.
CABARET TROPICANA
La sensualidad tiene color chocolate
Texto y fotos: Julián Varsavsky
E n las noches de un rincón cubano robado al tiempo, sen suales “Venus de chocolate” y “Adonis tallados en ébano” bajan de la copa de los árboles al ritmo salvaje de la rumba, el mambo, el chachachá y el son, convirtiendo al cabaret en un género artístico con refinados pasos de baile y sofis ticación musical, para revivir el ambiente de los años 50.
Me paro en la muy habanera esquina de Prado y Neptuno; un auto Buick azul marino de los 50 da vuelta y se detiene junto a la acera. Una puerta se abre y por un instante creo que tres mafiosos con sombrero Borsalino y sobretodo negro bajarán a la carrera para ametrallar a algún traidor de apellido Costello, Luciano o Gambino. Pero es un simple taxi colectivo del que sale una esbelta mulata color azabache con dos largas trenzas, que parece tallada por Miguel Ángel en un solo bloque de chocolate. Lleva medias de red –que son furor en la isla- pero lo más curioso es su uniforme color beige que incluye minifalda: no es una bailarina del refinado
cabaret Tropicana, sino una mujer policía, a quien veo ale jarse con un cadencioso andar de pavo real, dejando una estela de suspiros y comentarios por la colorida calle.
Camino hasta el Malecón para tomar un taxi que me lleve al legendario cabaret Tropicana, famoso por sus escultura les Venus y Adonis, que en última instancia no son sino esos mismos que se ven deambular por La Habana, con el agre gado de un vestuario y dotes artísticas de muy alto vuelo.
Extiendo un brazo y se detiene un insigne Chevrolet Impala descapotable del 58 color rojiblanco. “Suba pol favol”, me dice con acento popular Yoel Padura, el joven mulato dueño del auto por cuarta generación dentro de su familia: “Estos carros son casi tan bellos –y a esta altu ra tan cubanos- como las mulatas del Tropicana al que lo estoy llevando; éste lo compró mi bisabuelo y cuesta 35 mil dólares, pero yo no lo vendo por nada del mundo”, dice el cochero con mucho orgullo y un palpable dejo de nostalgia.
Página anterior. La voluptuosa sensualidad cubana convertida en arte.
Izquierda. Bajo las estrellas y el bosque, un escenario de tres pisos.
Este auto a destiempo, que combina tan bien con el ambiente del Tropicana, debe de haber hecho este recorrido ya cente nares de veces en sus 61 años de vida. A la altura de Marianao doblamos a la izquierda alejándonos del mar y un angosto camino que viborea en la exuberante vegetación entra al ansiado cabaret, conocido como “Paraíso bajo las estrellas”.
Al atravesar el espejado salón de ingreso, dos esbeltas “diosas de ébano” salen al paso vistiendo un moderno y colorido traje de fiesta: en la cabeza llevan un sombrero con manzanas, uvas, papayas, bananas, duraznos, piñas, hojas de anturio y flores azules y violetas: una frondosidad de la que podría salir volando un pájaro. Una de ellas entrega un haba no a los caballeros y la otra una rosa a las damas.
La introducción musical, a pura fanfarria, crea un clima de tensión en la penumbra: un percusionista aprisiona entre sus rodillas un tambor de la liturgia africana llamado batá. Su vecino —en un costado del escenario— da precisos mano tazos a los parches de cuero de buey de las tumbadoras. Un trompetista sopla inflando sus mofletes a lo Dizzy Gillespie. El set de vientos completo irrumpe con la contundencia de un huracán del Caribe: la energía demoledora del grupo se completa con las congas, los bucúes y el requinto. “Música de cuero, huesos y metal; ¡música de materias elementa les!”, la llamó el escritor cubano Alejo Carpentier.
APOTEOSIS INICIAL
Silencio de corchea y se encienden los reflectores que develan a las rumberas sobre unos altares a 15 m de altu ra entre la copa de los árboles, cuales Amazonas caribeñas encendidas de ritmo. O parecen ninfas salvajes bajando por las pasarelas camufladas entre el follaje, hasta un escena rio semicircular que el público encierra enmudecido por la sorpresa: son “las diosas de la carne” en acción, como se les llama en Cuba. Abajo las esperan otros “dioses” negros y mulatos, que equilibran un espectáculo donde no hay desnudos sino insinuante erotismo irradiado por bailarines formados en la confluencia del rigor académico de ballet clásico con la espontánea tradición popular caribeña.
De pronto una fuerte descarga de tambores excita las vibrantes caderas de las desenfrenadas mulatas que, con sumo refinamiento, parecen rozar la silueta invisible de ima ginarios amantes, sacudiéndose como endiabladas.
Más tarde la música nos lleva a África, de donde viene todo esto en última instancia. Una bailarina —presa en un triángulo amoroso— se arroja al vacío para suicidarse desde 15 m de
altura, pero cinco fibrosos mulatos la atajan con asombrosa precisión. En el momento menos pensado, las divas aparecen por detrás de los espectadores y los sorprenden luciendo como sombrero una gran lámpara de cristal encendida.
La orquesta frasea arreglos de viento a lo big band de latin jazz, introduciendo solos improvisados de piano y saxo que se combinan con pinceladas de ballet clásico. Músicos y can tantes galopan sobre el patrimonio sonoro completo de Cuba: rumba, son, mambo, chachachá, guaracha y trepidantes con gas de carnaval. Luego sobreviene la calma con un romántico bolero. Este año se incorporó una enérgica coreografía del Pri mer Movimiento de la 5ta. Sinfonía de Beethoven al ritmo de salsa y una versión clásica de O Sole Mio, la canción napolitana de finales del siglo XIX, llevada alrededor del mundo por famo sos tenores y artistas. También hay escenas de pura acrobacia y una referencia a la zarzuela española en un espectáculo que se renueva cada año —en música, baile y vestuario— mante niendo su raíz con medio centenar de bailarines, 40 modelos, una orquesta de 25 músicos y 11 cantantes solistas.
01.
Barroquismo escénico al son de un trueno de tambores.
02. La mulata cubana mezcla genes americanos, europeos y africanos.
01. Fiereza de panteras y delicadeza de sílfides.
02. Rumbas, sones, guarachas y chachachá: el patrimonio sonoro de la isla.
LA HISTORIA DEL BAILE
El Tropicana es una especie de suma de la cubanía: la volup tuosidad electrificante de las siluetas negras, la complejidad rítmica, el tabaco, el ron y la exuberancia de la naturaleza tro pical. El arte de este show acumula 78 años de historia. “El cabaret más famoso del mundo” se le llamaba en los 50, exa gerando apenas: El Lido y El Moulin Rouge podrían ganarle en fama y tecnología por estar en París, pero quizás no en arte. Las comparaciones siguen hasta hoy de manera subjetiva. Su origen se remonta al 30 de diciembre de 1939, cuan do el empresario Víctor de Correa le alquiló una mansión con exuberantes jardines a la terrateniente Mina Pérez Chau mont. El show en un escenario al aire libre entre palmas rea les, mangos, cedros y mamoncillos —al igual que hoy— era una revista musical llamada Congo Pantera protagonizada por Tania Leskova, formada en el Ballet Ruso de Montecarlo al igual que el director musical. La rusa era la propia pantera que descendía de un árbol y debía ser cazada.
El Tropicana crecía en fama de la mano de su casino, mane jado por la mafia italo-norteamericana: Santo Trafficante y Meyer Lansky iban a Cuba no sólo en son de jolgorio sino también a lavar dinero. Lo curioso es que en ese mundo sór dido y prostibulario se daba un show de alto vuelo artístico que se nutría del ballet clásico, el circo, el carnaval, el mambo y el jazz. Además se contrataban estrellas internacionales como Nat “King” Cole, Rita Montaner, Carmen Miranda, Omara
Portuondo, Celia Cruz, Ignacio Villa “Bola de Nieve”, Pedro Vargas y Josephine Baker, la célebre “Platanitos”, que bailaba semidesnuda cubierta por manojos de bananas. Víctor de Correa se asoció con Martín Fox, un inescrupu loso hombre de la noche quien terminó desplazándolo. Fox tenía un extraordinario olfato para los negocios e ideó un minicabaret aéreo dentro de un avión para traer norteame ricanos desde Miami cada jueves a las 8:00 pm. Una vez en La Habana, llevaban a los pasajeros al señorial Hotel Nacio nal, donde se engalanaban para ir directo al cabaret hasta la madrugada. Luego dormían unas horas en el hotel y regre saban a Miami a primera hora. El paquete costaba 68.80 USD.
Al avión le habían quitado las butacas delanteras para ins talar un escenario con luces, telón dorado y banda musical con batería, trompeta, guitarra, maracas y un pequeño piano al que le recortaron 18 teclas para que cupiera en el estrecho espacio. Después del despegue las azafatas repartían dai quiris, las luces se apagaban y aparecía la orquesta al ritmo del mambo. Los bailarines Gloria y Rolando salían a esce na con su ropa muy pegada al cuerpo para no engancharse en los asientos. La mujer iba por las butacas tentando a los hombres y se sentaba en las rodillas de alguno, al que saca ba a bailar. Luego llegaba el canto con Gloria interpretando la canción Siboney mientras el público hacía coro leyendo la letra en castellano que les daban en una hoja de papel.
01. El encanto y la dulzura de la mujer cubana.
02. La cercanía entre el escenario y las mesas permite captar los gestos de la cara.
El éxito impulsó las remodelaciones en el cabaret y se cons truyó el salón techado Arcos de Cristal para las presenta ciones en días de lluvia: una joya arquitectónica con arcadas parabólicas de hormigón y modernos cristales. Pero la innovación más acertada fue ese exquisito ámbito a cielo abierto con capacidad para 1,000 personas, que conquistó para el cabaret el sobrenombre que ya mencionamos de “un paraíso bajo las estrellas”. En el casino aparecieron los “palas”, elegantes hombres y mujeres con aparente buen manejo del dinero, que eran un señuelo para incitar al juego. Con el triunfo de la Revolución Cubana, la situación en la isla cambió. El Tropicana siguió funcionando un tiempo en manos de sus dueños, hasta que el nuevo presidente Manuel Urrutia Lleó puso fin a los casinos y nacionalizó los hoteles. Martín Fox se mudó a Miami en 1962 y el mafioso Meyer Lansky, ya sin sus negocios, también se fue del país.
Muchos pensaron que la prohibición del juego marcaría el final del legendario Tropicana. En 1968 todos los cabarets de Cuba fueron cerrados, pero Tropicana reabrió en 1970, orien tado al público cubano. Se le agregó una reconocida escuela de alta cocina, cuyas artes culinarias resultaron en el res taurante Los Jardines —la ex sala de juegos— hoy uno de los mejores de La Habana. El cabaret se convirtió en una respeta da academia de ritmos caribeños, donde se estudia también baile contemporáneo, expresión corporal y maquillaje.
UN CIERRE A TODO FULGOR
Dentro de los sutiles cambios del show, el final se mantiene de manera similar con un grupo de mulatas de antología —esa explosi va mezcla de impronta africana con finos rasgos latinos— que bajan a bailar entre las mesas como en las auténticas “descargas” calleje ras de la isla, al ritmo de una trepidante conga de carnaval. El público, si quiere, baila también. Al salir vemos una fila de taxis modernos y sin gracia, todos con techo. Hasta que reaparece Yoel condu ciendo con hidalguía su lustroso Chevrolet. No podíamos irnos de otra forma del Tropicana: el sentido lúdico del viaje a los 50 estaría incompleto. Encendemos un habano Cohiba Siglo IV cada uno para sumergimos en la noche habanera, disfrutando el frescor del mar en la cara: nos vamos “a caballo” de uno de esos milagros de la mecáni ca popular cubana, que contra viento y marea siguen rodando victo riosos e implacables, sobrevivientes de mil batallas, ya sin gangsters al volante, de esos que iban todas las noches al Tropicana.
COSTO
La entrada cuesta $75 USD e incluye un cuarto de botella de Ron Havana Club Añejo Especial con dos canapés ($95 USD en mesa preferencial). El show con cena cuesta $95 USD ($110 USD en mesa preferencial). En la página web oficial se hacen reservaciones online. cabaret-tropicana.com
BOSTON
A primera vista
E l otoño ha llegado y, con él, las ganas de relajarse dejan do a un lado la rutina. Así, con esta actitud, organizamos una escapada de fin de semana a Boston, la ciudad de los prime ros, llamada así por los 700 colonos puritanos ingleses que en 1630 fundaron Newtowne, la Nueva Inglaterra.
El cómodo vuelo de cinco horas y media estuvo a car go de Aeroméxico, la única aerolínea mexicana que hasta el momento ofrece 6 vuelos directos semanales a Boston desde la Ciudad de México, en equipos Boeing 737-700 y 800 con 12 y 16 asientos en Clase Premier respectivamente.
Desde un principio sabíamos que tres días no serían sufi cientes para explorar esta urbe de extenso bagaje histórico y cultural, por lo que necesitábamos un hospedaje estra tégico que nos permitiera el espontáneo desplazamiento.
No pudimos hacer mejor elección que el Hotel Four Seasons, ubicado en el número 200 de Boylston Street en Back Bay, un vecindario de diseño urbano del s. XIX considerado uno de los mejor conservados en los Estados Unidos, con vis tas al histórico Jardín Público en pleno downtown y de fácil acceso a los principales sitios de interés, sin dejar de men cionar la extraordinaria atención que brinda su personal.
En esta zona también se encuentra Copley Square, un pequeño espacio verde rodeado de tesoros arquitectónicos como la Biblioteca Pública (construida en 1895, fue la pri mera del país) o la moderna Torre John Hancock (el edificio más alto de la ciudad con 60 pisos). Es el lugar perfecto para tomar un descanso sobre el césped o para deambular entre las más de 70 tiendas de su elegante centro comercial.
01. 02.
Página anterior. Old South Meeting House, lugar clave de la historia americana.
01. Burying Ground, el primer cementerio de Boston. 02. Estatua ecuestre de George Washington en The Public Garden.
03. Vista panorámica desde el Sky Walk Observatory.
EL SENDERO DE LA LIBERTAD
Cuando el tiempo apremia y la curiosidad crece, lo más reco mendable es recorrer a pie, con guía o por cuenta propia, The Freedom Trail, un trayecto de 4 km que, como su nombre lo indica, lleva por 16 de los sitios más importantes de la ciudad, para entender la travesía que emprendieron los estadouni denses hacia su libertad e independencia de la Gran Bretaña.
Este imperdible recorrido pasa por los sitios, barrios y distritos más importantes de la ciudad, incluido Back Bay. Sólo hay que seguir el camino de ladrillos rojos desde el Centro de Información para Visitantes en el Boston Common Park, que se ubica justo enfrente del Four Seasons.
Además, vale la pena darse una vuelta por ciertos lugares que resultan especialmente atractivos del mismo Boston Common, el jardín público más antiguo de EUA. Aquí, bosto nianos y turistas juegan, pasean y disfrutan de expresiones artísticas. Se pueden ver tantos deportistas como ardillas. Al otro lado del parque está el barrio Beacon Hill. Las callejue las bucólicas y las clásicas casas de ladrillo rojo lo definen.
Su principal zona comercial se encuentra a lo largo de Charles Street con eclécticas boutiques, tiendas de antigüedades, restaurantes y bares como el famoso Cheers, icónico bar de la conocida serie de TV “donde todo el mundo sabe tu nombre”. Sobre la misma ruta, a una cuadra del hotel está el Theatre District, con gran variedad de musicales, óperas, produccio nes de danza, conciertos y otros espectáculos. Nosotros optamos por asistir a Riverdance, el fenómeno internacional de danza irlandesa que este año festejó su 21 aniversario.
Si el clima lo permite, se puede disfrutar de un placentero tour en velero por la bahía en busca de la puesta del sol o de las impresionantes vistas de la ciudad, que por otra vía no hay manera de apreciar. Classic Harbor Line es una de las empresas que opera los tours privados o grupales y se ubi ca en el lado del puerto del Boston Harbor Hotel. Una buena alternativa para entretenerse por el río Charles es a bordo de los divertidos vehículos anfibios de Boston Duck Tours, que ofrecen los recorridos combinando tierra y agua.
DELICIAS EXÓTICAS
Durante el viaje tuvimos la oportunidad de comer en tres restaurantes que encontramos en la lista de los 10 mejores según su zona y que detallamos a continuación.
El Row 34 en Fort Point Channel, dentro del Distrito Sea port, es un lugar de ambiente casual que por su cocina creativa se ha posicionado rápidamente entre los mejores restaurantes de pescados, mariscos, ostras y langostas.
El Boston Chops es una magnífica opción steak bistro de toque refinado, casual y urbano. Se encuentra en el cora zón del histórico barrio South End y está liderado por el chef mexicano Juan Sandoval. La experiencia de comer en este lugar es de primera categoría y desde el inicio el ser vicio es impecable. Los platillos, de porciones generosas, están preparados con sobresaliente esmero, que se aprecia al degustar cada bocado. Definitivamente, Boston Chops es más que un típico steakhouse. ¡Pruebe el bollo hueco!
En el piso 52 de la Prudential Tower se encuentra el res taurant lounge Top of the Hub, que combina en sus menús platillos de Nueva Inglaterra con cocina contemporánea, influenciada por estilos de Asia y California. Presume servi cio de expertos, mantelería de lino y las mejores vistas de la ciudad. Por si fuera poco, la música de jazz que se toca en vivo matiza el entorno con elegancia. Es también famoso por la cantidad de propuestas románticas que se confabulan aquí.
Por supuesto, con la tertulia viajera y una buena copa de vino concluíamos cada día cenando en The Bristol, el confor table y también concurrido restaurant bar del Four Seasons.
02. 03.
01. Restaurante Top of the Hub. Camarón jumbo dorado, arroz bambú, espárragos, coulis con azafrán cítrico y ensalada de berros petite
02. Colegio de Graduados de la Universidad de Harvard. 03. “Riverdance” en Wang Theatre / Citi Performing Arts Center.
PASIÓN DEPORTIVA
En Boston, el peso de la historia también se extiende al depor te, en donde las pasiones, literalmente, entran en juego. Uno de los tantos eventos con más prestigio es el Maratón, no sólo por ser el más antiguo del mundo entre los que se disputan actualmente - se ha celebrado cada año desde 1897 - sino también porque es de los más exigentes y con mayor par ticipación. Además, fue el primero que permitió correr a las mujeres. El orgullo irlandés brota como tréboles con los Cel tics, el equipo de básquetbol de la NBA que más campeonatos ha conseguido: 17 con el último logrado en 2008. El equipo de futbol americano de la NFL, los Patriotas de Nueva Inglaterra, calientan los ánimos justo en temporada invernal.
Para adentrarse en la idiosincrasia de los bostonianos, es imprescindible asistir a un juego de béisbol de los héroes locales, los Red Sox, que juegan en Fenway Park, el esta dio más antiguo del país, que todavía cambia la pizarra manualmente. Inaugurado en 1912, es más conocido como El Monstruo Verde por su tradicional color y la icónica pared de 11.32 m de alto. Hay que imaginar cómo es la pasión de los aficionados si el equipo tardó 95 años para conquistar en 2013 su primera Serie Mundial y siguen al pie del cañón.
DATOS INTERESANTES
La ciudad de Boston fue la primera en casi todo. Desde los escalones de la Iglesia de Park Street se cantó por primera vez el primer himno del país (todavía con la música del británico God save the Queen). En sus calles están la primera biblioteca y la primera escuela pública de EUA; bajo ellas, el metro más antiguo. Aquí se prohibió por primera vez fumar en público y se construyó el primer faro. Además, se ubica a 50 km de donde llegó el Mayflower con los primeros colonos británicos.
aeromexico.com fourseasons.com
BOGOTÁ
Bakatá: una lectura a través de sus paredes
Texto y Fotos: Jürgen Echeverri Stechauner
Páginas anteriores. Gustavo Vejarano y Flavia Rosales. “Ondas de color. Mural en Las Aguas”.
En estas páginas. Zurik, Erap, Paxaljha, Efe. “La guerra puede tener otros colores”. Proyecto ganador del concurso Memorias del Futuro.
C omo en cualquier ciudad contemporánea, es fácil encontrar en Bogotá una amplia oferta de restaurantes, bares, comercios, parques, teatros, galerías de arte y museos, capaces de satisfacer los más variados y exigen tes, así como los más exóticos gustos de los visitantes y habitantes de la polifacética capital.
Más allá de estos tradicionales sitios de interés, fáciles de ubicar en cualquier otra urbe cosmopolita, nos encon tramos con una serie de lugares que ofrecen espectacu lares vistas panorámicas a la capital colombiana, desde los cuales se pueden disfrutar los más bellos amaneceres y atardeceres, paisajes diurnos o románticas cenas con la vista de las oscilantes luces nocturnas, que encienden las noches de la ciudad y la convierten en algo único.
El más famoso de estos puntos de observación tal vez sea el cerro tutelar de la ciudad, Monserrate, desde el cual, con sus casi 3,200 m, se alcanza a ver una hermosa panorámica de la región natural llamada Sabana de Bogo tá, el territorio conocido con el nombre de Bakatá, antes de la llegada de los colonizadores. Asimismo, de forma casi imperceptible, se vislumbran distintas zonas de la ciudad que esconden cientos de historias en sus paredes, pero una vez que se recorran las calles de esos barrios, las historias se revelan ante los ojos de los transeúntes.
Con el nombre de Bakatá nos referimos también a una visión peculiar de Colombia, a su color, su magia, su mística: un proyecto inspirado en el crisol cultural. Uno de estos espacios, que permite hacer una lectura de sus muros, se encuentra a escasos minutos de Monserrate y se trata del centro histórico de Bogotá, el barrio La Cande laria considerado su corazón, que no sólo nos ofrece una contextualización histórica sobre el surgimiento y desarro llo de la ciudad, sino que nos permite ser testigos del alto nivel de contraste encontrado en la capital colombiana. Dicha antítesis se hace evidente, en primera instancia, en el recurso humano que se encuentra en la zona, integrado por personas que provienen de diversas regiones del país y del mundo. Alejada de los centros más modernos y desa rrollados, nos brinda una diversidad arquitectónica entre las antiguas casas coloniales y republicanas —algunas de las cuales cuentan aún con gruesas paredes de barro, paja y otros materiales de pintorescas procedencias—, y la arquitectura moderna de mediados del s. XX.
En esta página. Bonie & Teck 24.
Ilustración: “Cualquier sueño puede ser habitable”.
Página opuesta.
Izquierda. Colectivo Visaje. Fachada de un hostal.
Derecha. Artista anónimo. Fachada de una tienda de artesanías.
Este es uno de los diferentes sectores de la ciudad donde las calles, las fachadas y paredes de las casas y otros esta blecimientos se cubren de color. Algunas tienen superfi cies planas monocromáticas y otras, con vívidos murales, se integran en el contexto de la enorme ciudad que crece por fuera de los límites del pequeño barrio Candelaria. Nos encontramos así con un arte al cual se le han acuñado diversos títulos, como grafiti, mural, arte urbano o street art, entre otros, y que por lo mismo resulta tan difícil de etiquetar. Si bien podría escribir incontables páginas sobre las distintas categorizaciones —y las disertaciones esté ticas, éticas, técnicas y filosóficas que giran en torno a estos—, no es la finalidad del presente escrito y es por ello que he decidido optar por los términos grafiti y street art, haciendo referencia así a todo lo que encontramos pintado o pegado en los espacios públicos de la ciudad.
Para muchos esta práctica es algo reciente, fruto de las nue vas dinámicas que las costumbres urbanas actuales propo nen. Sin embargo, los orígenes modernos del grafiti —para no remontarnos a la prehistoria— suponen una ubicación a finales de los años 50 y comienzos de los 60, lo que nos da una tradición que cuenta con por lo menos medio siglo. No es poco para una expresión artística que se mantiene vigen te y es una de las más importantes de la ciudad contempo ránea. En Bogotá, el último capítulo del street art se empezó a escribir a finales de 2011. A raíz de algunos casos de abu so policial que formaban parte del pasado más cercano de la capital, los artistas y el IDARTES (Instituto Distrital para las Artes) crearon las bases y normas para el desarrollo de una ley de grafiti. El resultado es que el Instituto presta atención a este fenómeno y ha empezado a aportar con proyectos de pintar edificios, puentes y demás espacios públicos.
VISIÓN DE LOS ARTISTAS
Actualmente en Bogotá se encuentran registrados alrede dor de 150 pintores de grafiti o street art y se cuenta con la presencia de decenas de artistas internacionales, que muchas veces llegan a pasar largos periodos y, en algu nos casos, cambian su domicilio de forma permanente a Colombia. Esto demuestra que la práctica del street art en la ciudad se mantiene en constante movimiento. Con un abanico tan amplio de autores que conviven en un mismo espacio, es fácil encontrar una gran varie dad de diferencias técnicas, estéticas y de aproximación ética e ideológica al momento de dibujar en las calles. Al salir a caminar, se topa uno con un sinnúmero de muros pintados, que van desde algunos ocupados por tags (o firmas) hasta piezas que completan el costado de edi ficios enteros. Así empieza esta discusión tácita entre los conceptos que tienen los distintos artistas sobre el street art, que percibimos como la tensión entre estética y rebelión. Algunos de ellos dicen que no se trata de dejar un mensaje, ni un elemento artístico, sino que es por el hecho de imprimir su huella en un bien público. Otros simplemente se dedican al grafiti para el embelle cimiento del espacio y manifiestan su compromiso con la ciudad, el país, la humanidad y su contexto en gene ral y es así como tropezamos con variados temas, entre los cuales predominan las denuncias sociales, políticas, ambientales, la lucha contra la explotación de recursos y el rescate de la memoria ancestral nativa americana.
En esta página. Small - SM1, Cruz, 7MP. Retrato de la violencia y tags.
Página opuesta.
Izquierda. Sako Asko. Barrio La Candelaria.
Derecha. DJ LU. Serie Juegasiempre. “Más no es mejor”.
Abajo. Nómada y Malegría. Fachada de un Centro Cultural.
Existe un gran número de artistas dedicados a denunciar hechos, acontecimientos y cifras de los eventos relacio nados con más de medio siglo de conflicto interno que ha vivido Colombia y que, por fin, está empezando a apaciguarse. Todo eso se ve reflejado en nuevos grafi tis más esperanzadores. De esta misma forma, es impo sible que pase inadvertida la gran cantidad de paredes que han sido dedicadas a los pueblos indígenas, ya sea con el fin de denunciar las desigualdades sociales y políticas a las que han sido sometidos, o bien para ape lar por el rescate de su memoria, costumbres, prácticas y conocimientos, que en un mundo con el ritmo acele rado serían de gran ayuda para la armonización de sus dinámicas. Con la evolución de estos dos ejemplos, nos damos cuenta de cómo una gran parte del street art, que antes estaba enfocado en la protesta, ahora está más dirigido a construir. En todo caso resulta fácil encontrar también muchos ejes de articulación entre las opiniones y percepciones de quienes están pintando en las calles.
Por lo general, notamos que estos artistas usan pseu dónimo, pues aseguran que la gente no tiene por qué conocerlos a ellos, sino a su trabajo y que eso es lo que realmente importa. Coinciden también en que hay muchos espacios por ocupar, no sólo las paredes: están los botes de basura, los semáforos, paradas de autobús, señales de tránsito y el mismo suelo. De esta forma logran darle nueva vida a un sitio “viejo” que en térmi nos generales nadie realmente mira. De este modo lo sacan de la invisibilidad y así llenan la ciudad de lugares que renacen. Es vida la que el grafiti infunde a la urbe. Estas obras no son eternas y cuando quieres enseñar a alguien una en particular, te encuentras con otra nueva en su lugar: esta sorpresa da la sensación de que la ciu dad respira. Muchos tratan de realizar estas creaciones de día, no sólo para ver bien lo que pintan, sino para dia logar con los transeúntes y así dejarse permear por sus sensaciones y percepciones. Detrás de estas imágenes, se sitúan las diversas culturas que ahí se reúnen.
Páginas anteriores. Astus (Suiza). “Representación de las dinámicas de la ciudad”.
En esta página. Guache y colectivo Visaje. Rescate de la memoria indígena y naturaleza.
Página opuesta. Carlos Trilleras. Retrato de una anciana Guna.
Páginas anteriores.
Nepo, colaboración entre Colombia y Puerto Rico.
”Nuestros rostros”.
Página opuesta.
Arriba: Toxicómano. Grafiti social.
Abajo: Roberto Mamani (Bolivia).
Rescate de la memoria Indígena.
En esta página. BLN Bike (Perú). Calles del barrio La Candelaria.
DE LO PÚBLICO A LO PRIVADO
El grafiti como movimiento artístico está sujeto a una incesante disputa entre público y privado. Aun cuan do su origen se da en las calles —espacio público por excelencia— los artistas consagrados a esta práctica son llamados a realizar trabajos por comisión en estableci mientos privados como restaurantes, cafés, bares, hote les y hostales, tiendas de diversas especialidades, teatros, colegios, museos, bibliotecas e incluso casas particulares.
Ésta es una de las formas que tienen algunos para ganar dinero y hacer su vida a partir de esta práctica. Ahora damos un primer paso hacia la privatización del presente arte, pues muchas de las piezas se encuentran en interiores y se comienza a limitar el público que pue de tener acceso a ellas. De esta manera, hay un gran número de galerías de arte urbano contemporáneo, don de podemos encontrar el trabajo de quienes pintan en las calles. Se trata de un amplio espectro de artículos que van desde lienzos hasta pequeños botones para ropa y calcomanías, además de una gran cantidad de obje tos muy variados y extravagantes. Así se asciende a otro nivel hacia la privatización del artista mismo y su obra se convierte en un artículo único para el deleite de unos cuantos afortunados: lo que la ciudad jamás verá.
LA PERCEPCIÓN DE LA CIUDADANÍA
Las opiniones del público son muy variadas. Afortuna damente, con el rápido crecimiento que ha tenido en los últimos años el street art en Bogotá, una de las capitales del grafiti, y gracias a diversas publicaciones que han demostrado su interés en el tema, cada vez hay mejo res oportunidades para informarnos al respecto y poco a poco ir cambiando nuestra percepción. Incluso se ha modificado la concepción por parte de la policía en tér minos de daño al bien ajeno, debido a movimientos juve niles en conjunto con el distrito capitalino.
En todo caso no debemos olvidar que el grafiti busca incentivar el diálogo entre su autor y el dueño del espa cio, es decir la ciudadanía misma, que define si se trata de arte o no. Se ha buscado generar un vínculo entre los territorios inseguros de la ciudad y el street art. Es un hecho que el grafiti no trae inseguridad. Lo que sucede es que esta práctica incluye pintar los guetos o zonas peligrosas.
El grafiti en sí no causa el crimen y simplemente éste le propone un contexto geográfico o narrativo. Es un reto. Muchas veces el street art es el que transforma ciertas zonas en nuevos atractivos de la ciudad. El arte y las imágenes pueden estar sujetas a múltiples interpretaciones y, por eso, se debe hacer un acercamiento basado en las sensaciones. Dejarse conmover y ser sensible es la mejor forma de apren der a ver. Basta con intercambiar una “razonable” canti dad de información con cualquier tipo de persona, para provocar un cambio de perspectiva frente a esta práctica. La transformación no necesariamente se presenta en tér minos estéticos o de gustos, sino más bien en la oportuni dad de reconocer la importancia de las reivindicaciones en la construcción visual y gráfica de la urbe. Es de esta forma que nos damos cuenta de que la ciudad no está construida por sus paredes, sino por la lectura que sus habitantes y visitantes hacen de ellas.
Páginas anteriores. Toxicómano. Crítica social y política. “Retratos múltiples”.
En esta página. Artista anónimo. Plaza Chorro de Quevedo. “Libera tu mente”.
Página opuesta. Dabuten Tronko (España). ”Memorias de viajes”.
FOUR SEASONS HOTEL CASA MEDINA, BOGOTÁ
Con su apertura en 2015 ha renacido una leyenda y esta propiedad combina el fasto con las modernas comodidades y tecnologías. La restauración y remodelación del inmueble con 62 habitaciones y suites marcan el inicio de una nueva era de la hospitalidad de lujo colombiana. La mansión luce sus finos detalles originales que conviven con un concepto que evoca la cocina mediterránea, a través del restaurante y bar con tapas Castanyoles, a cargo del chef Carmine Esposito. El nuevo itinerario mundial 2018 del Jet privado Four Seasons incluirá una escala en esta propiedad. fourseasons.com
FOUR SEASONS HOTELS AND RESORTS, BOGOTÁ
Tradición de excelencia en dos propiedades emblemáticas de la prestigiosa cadena hotelera, líder en el segmento de lujo de la hospitalidad.
FOURS SEASONS HOTEL, BOGOTÁ
En medio de la energía de la Zona T, entre establecimientos gastronómicos y tiendas de grandes marcas, descubra este lujoso refugio inaugurado en 2016, con 64 habitaciones y suites, restaurantes que sirven interpretaciones únicas de platillos tradicionales, acogedor Spa y un gimnasio de última generación. Acentos sofisticados, sobria elegancia y el minucioso cuidado de los detalles se suman a un servicio impecable para viajes de placer o negocios, que logra ir más allá de las expectativas de sus huéspedes, brindándoles una atención personalizada que hace la diferencia. fourseasons.com
FRANCIACORTA
Burbujas a la italiana
Texto y Fotos: Barbara Ainis
Páginas anteriores. El pueblo de Borgonato y sus viñedos.
En estas páginas. La Ruta del Vino Franciacorta se puede recorrer en bicicleta.
D espués de unos cuantos días pasados entre los viñedos y las colinas de Franciacorta, me di cuenta de que me estaba sintiendo cada vez más a gusto en esa región y con sus paisajes. No me sorprendían especialmente la belleza de sus antiguas mansiones, ni el encanto de las bodegas y tampoco la comida deliciosa y los vinos inol vidables. Estaba preparada para eso y lo disfrutaba ple namente. Lo que sí me llamó la atención en este rincón del norte de Italia, a una hora de Milán, fue enterarme de que aquellos caminos entre hileras de vides, glorietas, cruces, señales viales y las mismas caras de la gente me resultaban cada vez más familiares, a pesar de que estuve allí sólo cuatro días. Fue como sentirme por un momento parte de esa tierra, darme cuenta de que la conocía desde sus muchas perspectivas y tener la conciencia de poderla apreciar de una forma que me atrevo a definir íntima. Con tantos viajes por el mundo, esto nunca me había pasado antes, sobre todo en un tiempo tan corto.
Las razones de esta placentera familiaridad supongo que se deben a las características únicas de Franciacorta: un territorio pequeño que se recorre de un extremo a otro en menos de media hora y que atesora, entre bos ques, viñedos, colinas y el hermoso Lago Iseo, decenas de antiguos burgos rocosos, abadías y monasterios con historias milenarias, torres y castillos medievales, villas renacentistas, palacios neoclásicos y hasta 116 empresas vinícolas, productoras del delicioso vino espumoso Fran ciacorta. Todo quedaba cerca y, saliendo en la mañana de mi encantador hotel, un antiguo monasterio de los capuchinos asomado al valle desde el Monte Orfano, dedicaba mis días a recorrer con toda calma la región. En una ocasión visitaba una bodega histórica o una reserva natural y en otra probaba los sabrosos platillos de un restaurante recomendado por los lugareños o admiraba los frescos sorprendentes en el interior de una iglesia. Muchas veces se me ocurrió llegar al mismo lugar por vías distintas y, frente a estos repentinos e inesperados déjà-vu , tenía la sensación auténtica de percibir a la comarca de Franciacorta como mi hogar.
UNA TIERRA ANTIGUA Y UN
VINO RECIENTE
El nombre Franciacorta y las burbujas de sus excelentes botellas, cada día más apreciadas a nivel internacional, parecen sugerir una fuerte relación entre la región ita liana y la cercana Francia. Sin embargo, en ambos casos las coincidencias son inferiores a lo que uno se imagina. La historia del apelativo está envuelta en misterio y si bien una de las hipótesis hable de la supuesta llegada al norte de Italia del rey de los francos Carlomagno y de su permanencia cerca del Lago Iseo a finales del s. VIII, lo más probable es que el nombre Franciacorta tenga su origen en las Curtes Francae, comunidades de monjes benedictinos que durante la Edad Media se establecieron en la región y tuvieron el privilegio de quedar exentos de pagar impuestos a los soberanos. Por estas ricas cortes francas y por sus hermosas colinas morrénicas de origen
glacial, durante los siglos siguientes surgieron iglesias, castillos y nobles villas que son testigos, hasta nuestros días, de la elegancia aristocrática y de la larga historia de esta región campestre. Su riqueza se basaba, al igual que hoy, en los preciosos cultivos y cada monasterio, villa y casa de campo contaba con su propia bodega donde pro ducir y guardar el vino para consumo propio. Ya desde la época de los antiguos romanos, estas colinas y sus valles eran lugares para el cultivo de la vid y la producción vinícola. Sin embargo, hasta hace poco más de cincuen ta años se trataba únicamente de vino tinto tranquilo y la primera botella de vino espumoso Franciacorta se remonta a 1961. La inspiración del método llegó de la gran tradición francesa, pero ésta es una historia total mente italiana en cuanto a gusto, estilo y creatividad.
En esta página. No sólo vino: en el Borgo Antico San Vitale se destila Grappa.
Página opuesta. El Monasterio de San Pietro in Lamosa.
Página opuesta. El antiguo burgo medieval del Maglio.
En esta página. Pia Berlucchi en su preciosa casa, junto a la vinícola Fratelli Berlucchi.
Después de un largo paseo de Nordic Walking entre los viñedos, en compañía de mi guía Andrea Pagliari, quien me enseñó paisajes sugestivos y los beneficios de caminar con la ayuda de bastones, llegamos al burgo de Borgona to. Aquí unas cuantas casonas de piedra, con sus antiguos portones y las altas rejas de hierro forjado hacia las hileras de vides, se asomaban a la calle principal de la minúscu la aldea. Frente al gran letrero Berlucchi se encontraban estacionados muchos elegantes coches de las personas que habían reservado su visita a la bodega más famosa y grande de toda Franciacorta, pionera absoluta de los vinos espumosos de esta región. Unos metros más allá, otra hermosa y antigua mansión lleva el mismo nombre, pero es completamente distinta en cuanto a dimensiones y estilo. Pia Berlucchi me esperaba allí para acompañar me en mi exclusivo recorrido por la antigua bodega de la firma vinícola Fratelli Berlucchi, conocida también como la Etiqueta Negra, gracias a su elegante logotipo dorado sobre fondo negro, diseñado en los años Setenta por el gran editor y gráfico italiano Franco Maria Ricci. Prima hermana de su vecino Guido Berlucchi, la señora Pia, durante años presidente de las Mujeres del Vino italianas, me condujo, bajo bóvedas del s. XIII y frescos del s. XVI, por el corazón productivo de la bodega y me contó la historia, reciente y a la vez antigua, del vino Franciacorta.
Fue justamente Guido Berlucchi, joven dueño de gran des viñedos y heredero de la noble familia de los Lana de’ Terzi, junto con el enólogo Franco Ziliani, quien intuyó los potenciales reales de estas tierras y quiso intentar pro ducir el primer Pinot de Franciacorta espumoso “al estilo francés”, con la segunda fermentación en botella. Durante cinco años sus esfuerzos no lograron tener éxito pero, por fin, al inicio de los Sesenta se dio la primera producción de delicioso vino espumoso. En las antiguas bodegas del s. XVI del palacio Lana Berlucchi, diez metros bajo el suelo, se guarda como una preciosa reliquia la última botella existente del vintage 1961. Con el éxito de la experimen tación de Guido Berlucchi y Franco Ziliani (la empresa Berlucchi hoy cuenta con 4 millones de botellas cada año) muchas importantes familias locales empezaron la pro ducción, con el Método Clásico de las burbujas Francia corta. Entre ellas, la casa vinícola Fratelli Berlucchi, una pequeña joya, con 70 hectáreas de viñedos y una produc ción anual de 400 mil botellas de puros vintage (excelente la Freccianera Collection en sus versiones Brut, Rosé, Satén y Nature), distribuidas exclusivamente a los mejores res taurantes y tiendas de vino del mundo. Todo esto consti tuye la esencia de la calidad tradicional italiana y se suma a los emblemáticos productos con la designación Made in Italy, que gozan de reconocimiento internacional.
LA RUTA DEL VINO FRANCIACORTA
Esta mezcla, entre solera e innovación, le dio a Francia corta su carácter tan original y le permitió, más que a otras regiones vinícolas italianas, orientar su propia ofer ta al turismo enológico. Entre las 116 firmas de la Ruta del Vino Franciacorta —mansiones aristocráticas, anti guas casonas restauradas, espacios futuristas diseñados por arquitectos renombrados o estructuras modernas— hasta 70 son las que ofrecen visitas privadas y grupales a las bodegas (con reservación previa, por la mayoría). Cada una con su estilo e historia, estas compañías viní colas acogen a los huéspedes con un trato muy personal y familiar. Cuando llegué a la casa vinícola Mosnel, pude conocer a otra importante dama del vino de Franciacor ta, Lucia Barzanò quien, junto con su hermano Giulio es dueña de la empresa familiar y presidente de la Ruta del Vino Franciacorta. Mujer fuerte y tenaz, al igual que su madre Emanuela Barboglio que destacó entre los prime ros productores de las burbujas franciacortinas, Lucia me introdujo con orgullo a la elaboración muy especial de sus
excelentes y originales vinos Franciacorta, fruto de técni cas innovadoras y del terroir calcáreo de sus 40 hectáreas de viñedos, que rodean la empresa. Mientras hablába mos de la Ruta del Vino —y catábamos sus tres íconos de añada, Satén, EBB y Parosé— me explicó la fuerte conexión entre el Franciacorta, el territorio, la cultura y el arte de esta región. Me sugirió visitar, a lo largo de la misma ruta y, de preferencia, montada en una moto Vespa para darle al paseo un romántico toque vintage, los claustros renacentistas de la Abadía de San Nicolás en el cercano pueblo de Rodengo Saiano, los frescos del s. XVI de la Villa Orlando, entre las murallas medievales del castillo de Bornato, la joya románica del monaste rio cluniacense de San Pietro in Lamosa y, de frente, la magnífica reserva natural de humedales de las Torbiere del Sebino. Sin olvidar, por supuesto, de disfrutar —se me recomendó— el encantador binomio vino-arte con temporáneo, que se ofrece en algunas de las compañías vinícolas más prestigiosas de Franciacorta.
En esta página. Los humedales de las Torbiere del Sebino.
Página opuesta. Lucia Barzanò, presidente de la Ruta del Vino Franciacorta y dueña de la vinícola Mosnel.
Página opuesta. Cancel Solar, de Arnaldo Pomodoro, en la entrada de la vinícola Ca’ del Bosco.
En esta página. El Método Clásico. Una obra de arte en sí misma.
MODERNOS MECENAS
Una profunda conexión vincula los productores de vino al territorio de esta región. Su búsqueda de excelencia, ínsita en la forma de ser de los lugareños, no es sólo una ambición comercial, sino también una vocación y un acto de amor. Los dueños de las casas vinícolas con más éxito deben toda su fortuna a estas colinas de Franciacorta y, con el fin de pagar al menos en parte su deuda moral, muchos de ellos apoyan, proponen y comparten importantes proyectos de arte justo en medio de los viñedos. Destaca el Parque de las Esculturas de Franciacorta, donde lucen 13 obras de jóve nes y talentosos artistas contemporáneos, que se encuen tra entre el lujoso Resort L’Albereta (el único 5 estrellas de Franciacorta) y las firmas vinícolas Bellavista y Contadi Castaldi. Las 3 propiedades pertenecen al empresario Vit torio Moretti. También sobresale el Museo de Arte Contem poráneo, dedicado al artista Remo Bianco, precursor del Nouveau Realisme, ubicado en la prestigiosa mansión del s. XVII Villa Baiana, de la sociedad vinícola La Montina.
Pero la colección de arte más renombrada y prestigiosa de Franciacorta se encuentra en la empresa vinícola Ca’ del Bosco, una de las mejores de toda la región. Desde la entrada a su propiedad, el encuentro mágico entre arte y vino sorprende al visitante, cuando pasa por la maravillo sa puerta de bronce de Arnaldo Pomodoro (Cancel Solar, 1987). El blanco mármol de Carrara de la gran cabeza fracturada, esculpida por Igor Mitoraj (Héroes de Luz, 1991), domina la colina verde frente a la elegante recep ción. Sin embargo, cuando pude entrar a la parte producti va de la bodega, me quedé totalmente sin palabras: en una arquitectura encantadora y funcional, entre acero, madera y un sinnúmero de geniales maquinarias patentadas del enólogo Stefano Capelli, se encuentran por todos lados increíbles obras de arte, algunas integradas a los espacios de producción, otras suspendidas a unos metros de altura, como el enorme rinoceronte en fibra de vidrio y hormigón de Stefano Bombardieri (El peso del tiempo suspendido, 2003) o la instalación de Zheng Lu, inspirada en el movi miento natural del agua (Water in dripping, 2016).
En este templo de belleza y excelencia, frente a la evi dente prueba de cómo el mejor espíritu empresarial puede combinarse a la perfección con la pasión por el arte, la elegancia y la calidad de vida, me di cuenta una vez más de que Franciacorta era el lugar ideal para mí.
En esta página. La bodega de Ca’ del Bosco
Página opuesta. Barrica en la bodega Mosnel.
Siguientes páginas. El Lago Iseo.
EL MÉTODO CLÁSICO DE LA DENOMINACIÓN DE ORIGEN
El vino Franciacorta se da a partir de uvas Chardonnay, Pinot Noir y/o Pinot Blanc (máximo 50%). La cosecha, efectuada estrictamente a mano, tiene lugar entre finales de agosto y principios de septiembre. Cada viñedo realiza su vinificación por separado, con un ligero prensado.
Pasan 7 meses de la cosecha al momento de la mezcla de los vinos base (cuvée) y la añadidura de azúcares y levaduras. Desde ese entonces empieza la segunda fermentación en botella.
Las botellas se cierran mediante un tapón metálico con corona y se ponen en posición horizontal durante un tiempo muy largo (de 18 a más de 60 meses) para que se genere el dióxido de carbono (la espuma) y se desprendan los aromas.
Después de este período de exposición a las levaduras, las botellas se ponen en especiales caballetes y se van moviendo (removido o remuage) de 1/8 de vuelta e inclinando gradualmente durante 3-4 semanas, para que los residuos de las levaduras se deslicen hacia el cuello.
Finalmente las botellas se ponen en posición vertical volteadas al revés, con el cuello sumergido en un líquido refrigerante, para que se forme un tapón de hielo con el sedimento. Luego se destapan y la presión interna expulsa las levaduras congeladas.
Para rellenar lo que se perdió del volumen, se añade una pequeña cantidad de vino (para los Nature) o de licor de vino base con diferentes grados de azúcares, según las clasificaciones (Pas dosé, Extra Brut, Brut, Extra Dry, Sec o Demi-sec).
EL PARAÍSO DEL PALADAR
Las burbujas del vino Franciacorta se acompañan a la perfección con la excelente gastronomía local, ya sea tradicional o interpretada con creatividad. Los lugares donde comer son muchos y todos de veras sorprendentes.
DISPENSA PANI E VINI FRANCIACORTA
El joven team de este lugar ecléctico, dirigido por el manager Daniele Merola y el chef Marco Acquaroli, conquista con sus platillos excelentes y muy bien elaborados, por la calidad de los ingredientes y el ambiente informal pero elegante de una taberna slow food, un restaurante gourmet y una tienda de especialidades culinarias. dispensafranciacorta.com
FELICE –RESORT L’ALBERETA
Impecable y elegante al igual que todo el magnífico resort, éste fue, hasta hace unos cuantos años, el templo del amo indiscutible de la cocina italiana, Gualtiero Marchesi. El chef Fabio Abbattista, quien recibió ese legado, añadió su personalidad y el toque mediterráneo a la tradición gastronómica del norte de Italia. albereta.it
TRATTORIA DEL GALLO
Para probar la tradición más auténtica y el mejor Manzo all’Olio de Franciacorta (deliciosa carne de res cocida durante dos horas y media con aceite de oliva, vino blanco, anchoas y alcaparras), no hay como saborear la receta de la señora Giovanna, la cocinera.
trattoriadelgallo.it
RISTORANTE VILLA CALINI
El encuentro con el chef Alessandro Cappotto podrá desvelar un mundo de sorpresas, ya sea a través de sus deliciosos platillos, con base en ingredientes del huerto de la villa del s. XVII y estrictamente estacionales, o bien asistiendo a uno de sus exclusivos cursos de cocina en un lugar de veras inolvidable. villacalini.com
CUCINA SAN FRANCESCO - CAPPUCCINI RESORT
Asomado al claustro de un antiguo convento, convertido por la señora Rosalba Tonelli Pelizzari en un hotel único, este encantador restaurante permite deleitarse con los platillos originales y exquisitos del chef Piercarlo Zanotti, que armoniza los mejores ingredientes locales con sabores sorprendentes y combinaciones inéditas, acompañados por la impecable selección de vinos (tranquilos y espumosos) a cargo del sommelier Marco Pellizzari, hijo de doña Rosalba. cappuccini.it
Cappuccini Resort: un antiguo monasterio, transformado por la señora Rosalba en un hotel totalmente original en cada detalle.
DÓNDE DORMIR
CAPPUCCINI RESORT cappuccini.it RESORT L’ALBERETA albereta.it EMPRESAS
VINÍCOLAS
GUIDO BERLUCCHI berlucchi.it FRATELLI BERLUCCHI fratelliberlucchi.it MOSNEL mosnel.com CA’ DEL BOSCO cadelbosco.com
EXCURSIONES
PERCORSI (alquiler de motos Vespa, autos históricos y recorridos guiados) xpercorsi.com MILLEMONTI OUTDOOR millemonti.it
MAURICIO
Una isla diversa más allá de las playas
Texto: Ángel Martínez Bermejo Fotos: Sergi Reboredo
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Puesta de sol en la playa de Belle Mare, Flacq.
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La Cascada Chamarel cerca de la ciudad de Chamarel, Río Negro.
Acariciada permanentemente por los alisios que soplan en el Índico, Mauricio ofrece una imagen de paraíso tropi cal con playas perfectas y la mejor propuesta hotelera de la región. Más allá de la puerta del hotel, el viajero encuentra un país en el cual conviven todas las razas y religiones.
En Royal Street, en la parte vieja de Port Louis, hay dos “puertas de la amistad”. Son los arcos que marcan, como en muchos otros lugares del mundo, los extremos del barrio chino de la ciudad. En las manzanas que separan uno de otro y en las calles adyacentes cualquiera pue de creerse en China: allí encuentra pagodas, farmacias con pócimas misteriosas servidas por dependientes de gesto inescrutable, tiendas con gran surtido de figuri tas de Confucio, comidas secas igualmente misteriosas y, además, una sorprendente cantidad de quincallerías. Nada que escape a la norma y al tópico. Bueno, sí hay un detalle que llama la atención. Justo al lado de uno de los dos arcos aparece un edificio blanco con adornos verdes. De su puerta no salen personas de rostro redondeado, pelo lacio y ojos rasgados, sino hombres de facciones más angulosas, a veces con barba y gorrito blanco.
El nombre de la calle que cruza Royal sirve de pista para identificarlo: Jummah Mosque Street, la calle de la Mez quita del Viernes. Este edificio blanco de adornos verdes es precisamente la Mezquita del Viernes, la Gran Mezqui ta, construida a mediados del s. XIX y para muchos es el templo más hermoso de la isla. Sin embargo, un poco más allá, lo que se ofrece a la venta en los escaparates de Royal Street son imágenes de Shiva y Ganesh, lo que indica que, sin lugar a dudas, hemos llegado a una zona hindú.
En 1836 Charles Darwin recaló durante unos pocos días en Mauricio. El capitán y la tripulación del Beagle ya habían concluido la parte principal de sus investigaciones y volvían rápidamente a casa, pero el naturalista tuvo oca sión de visitar la ciudad y algo de la isla, dejando escritas algunas de sus impresiones: “Uno de los espectáculos más interesantes que ofrece Port Louis es ver circular por las calles hombres de todas las razas”. Esta afirmación es aún válida en nuestros días y se hace extensible a toda la isla. Pero ¿cómo viven tan apretados, más allá de diferencias teológicas, seres de costumbres y tradiciones tan diferen tes? Con un poco de respeto y organización.
Página opuesta. Un autobús local pasa justo por debajo de un Flamboyant Real, el árbol típico de la isla.
En esta página. Área de Spa y wellness del Hotel Trou aux Biches Beachcomber Golf Resort & Spa.
Port Louis es una pequeña ciudad encajada en tres valles estrechos al pie de algunas de las montañas más puntia gudas de la isla, que proporcionan un pintoresco telón de fondo. Sin embargo, ha entrado de lleno en la moderni dad con los mismos problemas de tráfico que cualquier otra capital. Por eso lo mejor es caminar por sus calles estrechas y descansar, cuando haga falta, a la sombra de los flamboyanes de la place d’Armes o de las higueras de las Indias del Jardin de la Compagnie des Indes. A media mañana habrá que incorporarse en alguna esquina a la cola de los que quieren comer un dholl puri, un tentempié típicamente mauriciano que sirven los vendedores ambu lantes y que consiste en una especie de tortilla (en el senti do mexicano del término) rellena de verduras y salsas más o menos picantes. Algunos dholl puri son casi legendarios y la longitud de la cola de clientes deseosos de saborearlos es el mejor indicativo para encontrar este antojo.
Al pasear por Port Louis se puede ir en pos de algunos lugares que ayudan a situar la isla en un contexto más amplio que la imagen de playas y hoteles de lujo de que goza en el mundo con todo merecimiento. En el museo Blue Penny se hace un repaso de la historia de Mauricio con una buena colección de mapas y obras históricas y artísti cas. Pero la joya del museo son dos de los pedazos de papel
más pequeños y caros del planeta: un sello “One Penny Post Office” bermellón y otro “Two Pence Post Office” azul de 1847. En todo el planeta sólo hay otro ejemplar sin matar del primero y tres del segundo. Hay que tener en cuenta que Mauricio fue el quinto país del mundo en emitir sellos de correos y estos ejemplares, con un error en la impresión, tienen un valor difícilmente calculable, que los hace únicos. El Museo de Historia Natural nos trae otras visiones diferentes de Mauricio, muy peculiares. Aquí encontra mos, en unas salas que parecen haber cambiado poco desde su fundación en el s. XIX, el recuerdo de numero sas especies extinguidas: el solitario de la isla Rodrigues, las tortugas gigantes de las Mascareñas y, sobre todo, el dodo, símbolo de Mauricio pero también de todos los animales que han desaparecido como consecuencia de la actividad humana destructora. El dodo tiene este valor simbólico porque fue la primera especie que se extinguió por influencia directa del hombre. Los cazadores aba tían por miles a estas preciosas aves, codiciadas por su plumaje. En el museo se exponen unos cuantos huesos encontrados recientemente en unas excavaciones y todo tipo de representaciones, muchas de ellas exageradas, de este pájaro de gran pico y alas atrofiadas que se desa rrolló en una isla Mauricio sin depredadores.
Un sitio inesperado en Port Louis es el Champ de Mars, el segundo hipódromo más antiguo del mundo, que los fines de semana de invierno revive la pasión por las carreras de caballos. En este lugar se declaró la independencia del país en 1968 y ahora aquí se nota la pasión que se perdió por el futbol. Hubo un tiempo en que los equipos tenían componentes raciales o culturales y cada grupo étnico apoyaba a un club determinado. Así los franco-mauricia nos seguían al FC Dodo y los criollos al Fire Brigade; por supuesto los hindúes eran hinchas del Hindu Cadets como los musulmanes lo eran del Muslim Scouts. En 1999, a raíz de una serie de enfrentamientos entre criollos e hindúes, el Gobierno decidió terminar con la relación entre equi pos y grupos étnicos y ahora cada equipo, como en casi todo el mundo, representa a una ciudad. Desde entonces el futbol ha perdido casi todo el interés para la población y muy pocos siguen con especial interés los partidos del AS Port Louis o el Curepipe Starlight. Un detalle aparen temente sin importancia, como el de la afición al futból, revela mucho sobre la vida en la isla y la relación entre
los diferentes grupos étnicos que componen esta sociedad tan diversa. Es cierto que el nivel de conflicto es mínimo en comparación con otros países formados por sociedades complejas, pero parece que en realidad cada etnia forma un universo cerrado, con escasa relación con las demás. Basta saber que, aunque en las calles, en las escuelas o en las playas se aprecia una buena, cordial y pacífica convi vencia entre personas de diferentes grupos, apenas hay matrimonios entre diversas etnias o religiones.
Esta separación es la herencia de la sociedad colo nial, fuertemente jerarquizada, que quedó patente en el momento de la independencia y aún perdura.
Muchos de los franco-mauricianos, propietarios de las plantaciones de caña y té, emigraron a Francia, Australia o África del Sur, temerosos ante el previsible acceso al poder de la mayoría hindú, que pronto ocupó los primeros pues tos dentro del funcionariado. Los chino-mauricianos, como es habitual, prefirieron dedicarse al comercio y los criollos, con menor acceso histórico a la educación, pasaron a for mar el grueso de la mano de obra poco calificada.
Página opuesta.
Arriba. Mujer tras una ventana en una típica casa local en el pueblo de Chamarel, Río Negro.
Abajo. Retrato de una adolescente a la puesta de sol en la playa pública de Trou aux Biches.
Página opuesta. Mujer recolectando plantas de té. Plantaciones de té de la empresa Bois Chéri Tea Factory.
En esta página. La casa Eureka del s. XIX se ha convertido en un museo.
¿Cómo es posible que en una isla africana, que ha sido colonia de varias potencias europeas, el principal grupo étnico sea de origen indio? La respuesta a esta cuestión fundamental de la sociedad mauriciana se aprecia per fectamente en el Aapravasi Ghat, que se encuentra en la parte antigua de Port Louis, justo en la orilla del mar. En realidad es poco más que un edificio con unas habitacio nes de paredes grises sin gracia alguna, pero la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 2006. Su inte rés no está, evidentemente, en el plano artístico sino, una vez más, en el simbólico. Es el lugar donde desembarcó, entre 1834 y 1920, casi medio millón de trabajadores for zados de la India para laborar en las plantaciones de caña de azúcar tras la abolición de la esclavitud. Sus descen dientes forman ahora más de la mitad de la población de Mauricio. Este proceso de migración forzosa de mano de obra india se llevó a cabo en muchos otros lugares, como Kenia o Sudáfrica, pero sólo aquí queda un vestigio tangi
ble, lo que le proporciona un valor especial. El Gobierno británico escogió la isla Mauricio para aplicar por primera vez lo que con un eufemismo se llamó “el gran experi mento” y consistió en utilizar trabajadores teóricamente libres en lugar de esclavos, generando uno de los mayores movimientos migratorios de la historia de la humanidad.
Las plantaciones de caña azucarera todavía se extienden por doquier hasta el horizonte y forman un elemento esen cial del paisaje mauriciano. Los campos son de un verde luminoso y aparecen en la segunda mitad del año corona dos de penachos: es la caña florida. Cerca de los ingenios el aire se vuelve dulce con el aroma del azúcar y todavía hay carreteras flanqueadas por filas de árboles frondosos, cuya finalidad era dar sombra a los trabajadores que lleva ban los cargamentos de caña. Es imposible recorrer la isla sin pasar una y otra vez junto a estas plantaciones, que a veces llegan hasta el borde de la carretera, donde las cañas se mecen con el aire que mueven los autobuses al pasar.
En esta página. Izquierda. Pájaro tejedor enmascarado (Ploceus velatus) localizado en la Île aux Cerfs.
Derecha. Una de las mútiples flores exóticas que se pueden encontrar en el Jardín Botánico Pamplemousses.
Página opuesta. Interior del Jardín Botánico Pamplemousses.
La isla se abre así al visitante que consigue escapar de la tentación de las playas de arena de un blanco cegador, a la del agua transparente y tranquila de la laguna. Pero la recompensa por ponerse en camino es variada y sugesti va. Como el jardín botánico de Pamplemousses, uno de los más espectaculares del mundo, donde se puede vagar durante horas por las avenidas bordeadas de palmeras, identificando por el olor de los frutos o las hojas caídas al canelo o al alcanforero, y por sus flores al flambo yán, la buganvilia y el frangipani. Entre las 95 especies de palmeras —la real, la raphia, la blanca, la botella y muchas más— la preferida de todos es la talipot por sus extraordinarias cualidades: llega a alcanzar los 25 m de altura y sólo florece cuando tiene como mínimo 50 años. Produce millones de flores de una vez, con cientos de kilos de semillas, y entonces muere.
Un recorrido alrededor de la isla tiene etapas de todo tipo: escenas, paisajes, historias, detalles que, al unirlos, forman su imagen compleja. Por ejemplo, el Trou aux
Cerfs, un antiguo cráter que recuerda el origen volcáni co de Mauricio y desde el cual se distinguen algunas de las montañas más espectaculares. El lugar se encuentra en Curepipe, una ciudad que conserva unas pocas casas coloniales y donde abundan los talleres de artesanos que fabrican maquetas de barcos. Curepipe y las poblaciones de los alrededores se desarrollaron en el centro de la isla cuando en 1867 muchos de los habitantes de Port Louis abandonaron la capital en busca de un clima más fresco y saludable durante una epidemia de cólera. La diferen cia de temperatura con respecto a la costa es evidente y en estas tierras altas y empinadas hay plantaciones de té que, vistas de lejos, parecen montañas tapizadas de verde. Cerca de ahí está el Domaine des Aubineaux, con una de las mansiones coloniales mejor conservadas, que permiten descubrir la vida de una sociedad de otro tiempo. Algu nas novelas del escritor francés J.M.G. Le Clézio, premio Nobel de Literatura en 2008, reviven ese mundo porque su familia emigró de Europa a Mauricio en el s. XVIII.
Página opuesta. Festival hindú Ganga Snan (Asnan). Las familias hindúes hacen ofrendas y van vestidas para la ocasión en la playa de Belle Mare.
En esta página. Safari y aventura en cuatrimoto para disfrutar de la fauna y la naturaleza en Casela Park.
Siguiendo hacia el sur, la carretera atraviesa una zona boscosa de camino a Grand Bassin, donde se encuentra el santuario hindú más importante de la isla. La tradición afirma que Shiva dejó caer sin querer unas gotas de agua del Ganges sobre el cráter de un volcán y formó así este lago sagrado. El propio Ganges se entristeció al ver que su agua caía en una isla desierta pero Shiva, adivinando el futuro, le contestó que llegaría el día en que el lugar sería venerado por los descendientes de las gentes que viven a orillas del río. Seewoosagur Ramgoolam, el padre de la independencia mauriciana, retomó el mito original y ver tió dos cuencos de agua del río sagrado que trajo después de viajar a la India. Los hinduistas llaman al lugar Pari Talao, el Lago de las Ninfas, y aquí vienen a realizar sus ritos en un ambiente tranquilo. En los días soleados, la ori lla del lago tiene los aromas del incienso y las guirnaldas de flores de las ofrendas. Cuando cae la tarde y los peregri nos desaparecen, llegan los monos de los bosques cercanos para cenar con los jugosos frutos ofrecidos a los dioses.
Para buscar otras caras de esta isla polifacética habría que vislumbrar las plantaciones de té de Bois-Chéri, que de lejos parecen versiones en miniatura de los campos de caña, de donde se obtiene la bebida que gusta a todos los mauricianos. Otra opción es la de asomarse al mirador sobre la garganta del río Noire, uno de los pocos lugares de la isla cubiertos de bosque que, desde 1974, ha sido el escenario de una de las historias más extraordinarias que se conocen de preservación de especies amenazadas. Este lugar era el refugio de los últimos cuatro ejemplares del cernícalo de Mauricio (Falco punctatus) que vivían en libertad. Había dos más en cautiverio. Los seis conforma ban la especie de ave más rara del mundo, al borde de la extinción y, gracias a un largo y complejo programa de la Mauritian Wildlife Foundation (MWF) y con la ayuda de varios organismos internacionales se ha conseguido que la población supere en la actualidad los 800 ejemplares. Esta fundación independiente se dedica a proteger la flo ra, fauna y vida silvestre de Mauricio.
La carretera nos lleva a otros lugares e historias, como a la Tierra de Siete Colores de Chamarel, un curioso fenó meno natural de origen volcánico por el cual, en una zona muy concreta, el suelo está formado por tierra de diferen tes tonalidades que, por una razón todavía desconocida, nunca se mezclan, ni siquiera después de una tormenta. Tampoco crece la vegetación sobre ella y el suelo tiene unas formas redondeadas surcadas por fisuras que crean, con la ayuda de la luz y las sombras, detalles inesperados. A corta distancia, surge de la orilla del mar la mole de Le Morne Brabant, una montaña de aspecto sólido como un yunque de 555 m de altura. El lugar era completamente inaccesible y durante más de un siglo sirvió de refugio a los esclavos que huían de las plantaciones. Con el tiempo se convirtió en un verdadero símbolo de la lucha por la libertad y su fama se extendió por medio mundo, sobre todo en sus tierras de origen. En 1835, cuando vieron a los soldados ingleses que se acercaban, prefirieron lan zarse al vacío antes de ser hechos prisioneros. Nunca supieron que venían a anunciarles que la esclavitud había sido abolida y que eran hombres libres. En 2008 la UNES CO incluyó este lugar, por su importante carga simbólica, en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Los que tampoco se rinden son los miembros de la MWF que trabajan en la Île aux Aigrettes, la Isla de las Garce tas, un islote a pocos centenares de metros del puerto de Mahébourg donde se intenta reconstruir el bosque costero endémico con la eliminación sistemática de toda planta exótica y se vuelven a plantar las especies locales que crecen en un invernadero. El resultado del trabajo, que se ha alargado más de 30 años, es espectacular y casi el 90% de la isla ya está cubierto por especies autóctonas. Cuando empezaron la tarea no había más del 15%. Ahora es posible caminar entre vegetales que predominaban en Mauricio antes de la llegada de los primeros colonos y que todavía conservan los nombres básicos que les die ron: bois de fer (Sideroxylon boutonianum), bois de chan delle (Dracaena concinna Kunth), bois de boeuf (Gastonia mauritiana), bois d’ébène (Diospyros egrettarum) y bois à poudre (Maytenus pyria), entre muchos otros.
También se tuvieron que eliminar las especies exóticas de animales, lo que ha permitido la reintroducción de aves y reptiles autóctonos como la paloma rosada (Nesoenas mayeri), el anteojitos verde (Zosterops chloronothos), el gecko diurno ornado (Phelsuma ornata) y el murciélago de Mauricio (Pteropus niger), que ha regresado a la isla.
Página opuesta. Tierra colorada en Chamarel, debido a la descomposición del basalto en arcilla.
En esta página. Turistas nadando y haciendo esnórquel con delfines en la Baie de la Grande Rivière Noire, La Preneuse, Río Negro.
Sin embargo, nada es comparable a un encuentro con los grandes habitantes de la Île aux Aigrettes. En Mauricio había dos especies de tortugas gigantes, que por supuesto también desaparecieron devoradas por los colonos y los marinos que llegaban a estas costas. Se tomó la decisión de traer algunos ejemplares de tortugas gigantes de Aldabra (Geochelone gigantea) desde Seychelles. Es difícil explicar la sensación que se siente al caminar por una senda tra zada entre la vegetación y cruzarse con una de ellas. Este animal tiene algo de mineral, mucho de prehistórico y está como fuera de lugar en el mundo actual. Probablemente ya viviera cuando nacieron nuestros abuelos y ahora nos mira con sus ojos acuosos desde el fondo del tiempo.
Charles Darwin no las menciona en la descripción de la etapa mauriciana de su viaje alrededor del mundo. Le habían impresionado las de Galápagos y probablemente ya no hubiera tortugas en ese tiempo en Mauricio. Habla de hombres tranquilos, de jardines, de campos de caña que crecen entre bloques de lava, de colinas escarpadas y alamedas de nogales. Llega a escribir: “a cada instante dan ganas de exclamar ¡qué feliz pasaría aquí la vida!”. Cuando el sol brilla sobre los campos de caña en flor o la espuma de las olas al chocar contra la barrera de coral y se cuela entre las alamedas, es muy fácil estar de acuerdo con él en este entorno idílico.
Páginas anteriores. Vista aérea de la isla Île aux Aigrettes al este de Mauricio.
En esta página. Festival hindú Ganga Snan (Asnan). Ofrenda en la noche de luna llena en la playa de Belle Mare.
Página opuesta. Mercado central de frutas y hortalizas en la capital, Port Louis.
ECONOMÍA
Durante dos siglos Mauricio ha sido una isla-plantación, con toda su economía que giraba exclusivamente alrededor de un producto: el azúcar. Este monocultivo alcanzó su cénit en 1980, cuando el terreno dedicado a campos de caña llegó al 45% de la superficie y esta industria involucraba de una manera u otra al 80% de la población. Pero en 2009 se dio por terminado el llamado Protocolo del Azúcar que mantenía la ACP —Agrupación de países de África, Caribe y Pacífico— con la Unión Europea, gracias al cual ésta compraba el azúcar a sus antiguas colonias por un precio más alto que el que marcaba el mercado mundial. Poco a poco la economía se ha ido diversificando, primero con la industria textil y el té y ahora con el turismo, los servicios tecnológicos y su posicionamiento como centro financiero internacional. Su puerto franco se ha convertido en un importante centro de distribución de mercancías en el Índico. Otro factor decisivo en la economía mauriciana es el papel que juega de puente entre África y los dos gigantes asiáticos: China e India.
MERCADO DE CARNE
Un buen lugar para apreciar la diversidad cultural y religiosa de la isla es el mercado de carne. Todos los puestos están organizados por corredores y especializados en tipos de carne; así los hindúes no pasan por donde se vende vaca y los musulmanes toman el pasillo que conduce directamente a los puestos que ofrecen productos halal. En cambio, los chinos y los cristianos están en todas partes, al tiempo que los hindúes vegetarianos no entran en el edificio. Al lado, en el mercado de frutas y verduras, están todos.
CÓMO LLEGAR Y MOVERSE
La mejor combinación es la que ofrece Air France vía París. Para recorrer la isla es posible alquilar un coche en Avis (se conduce por la izquierda) o contratar excursiones de Mautourco o bien a través del hotel. airfrance.com avismauritius.com mautourco.com
REQUISITOS
Pasaporte con validez de seis meses. No se necesitan vacunas, salvo que se venga de un país que las exija.
IDIOMA
Inglés (oficial), francés y criollo.
CLIMA
Tropical suave, con calor todo el año y las estaciones cambiadas porque está en el hemisferio sur. El invierno, de junio a diciembre, es más fresco y seco y por tanto más agradable, aunque la temporada alta va de noviembre a abril, por la llegada de viajeros europeos que huyen del frío.
MONEDA
Rupia mauriciana (MUR). 1 USD = aprox. 35 MUR. Hay cajeros automáticos por todos lados y la mayor parte de los negocios relacionados con el turismo aceptan pagos con tarjeta de crédito, aunque algunos añaden un suplemento por gastos de gestión.
DÓNDE DORMIR
La oferta hotelera de Mauricio es excepcionalmente buena, con una infinidad de establecimientos de lujo situados directamente en las playas. El hotel The Residence está situado en Belle Mare, en la costa oriental, donde se encuentran las mejores playas de la isla. Ofrece una combinación de servicio refinado, muebles de estilo colonial, una gran piscina subdividida en otras más pequeñas, un Spa espectacular que brinda tratamientos con productos Carita, varios restaurantes y una playa de un km de largo. cenizaro.com/theresidence/ mauritius
MÁS INFORMACIÓN
tourism-mauritius.mu/ islandinfo.mu/
Típica receta mauriciana, compuesta por una mezcla de influencias indias, chinas, europeas y criollas, condimentadas con una maravillosa variedad de especias exóticas. Restaurante Plantation en el Hotel The Residence.