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CUANDO TODO PARECÍA PERDIDO…
Por: Alejandro
Director de Producción en Jukebox y vicepresidente de Comunicación
Para los planners que nos dedicamos a esto, sabemos que todos los días son una experiencia nueva.
En nuestra profesión, encontramos amigos en cada evento, igual aprendemos, pero sobre todo tenemos retos que superar, cada vez más complicados.
Recuerdo que hace unos 6 años viví una de las experiencias más estresantes en este negocio; era un evento de una farmacéutica conocida y llevaría al límite nuestra capacidad de resolución para mostrarle al cliente que no sólo nos alquilamos por buena gente sino porque sabemos resolver muchas cosas “imposibles”, superando cualquier reto que se nos presenta.
Era una fiesta de fin de año, había unos mil invitados, traíamos a un grupazo que me emocionaba producir: la banda reconocida “Intocable”. Iniciábamos a las 11:00 am. Recuerdo bien que un día anterior llevábamos cerca de 22 horas de montaje, cansados, 10 de la noche. Estaba con nuestro cliente directo que era Comitiva, específicamente con su director general Gerardo Matienzo, cuando recibimos una llamada del manager de la banda. Intocable no se iba a presentar en el evento. ¡Imagínense el momento!
Todos brincamos como cuando no suena tu alarma de la mañana y tienes junta con tu jefe. Empezamos a correr sin sentido hasta que nos detuvimos y revisamos cuáles eran las opciones. Gerardo pidió una llamada con el encargado del grupo y encontramos que, en el contrato, el cantante debía postear públicamente que estaba enfermo. Lo logramos y también que la agencia de talentos supliera con una opción similar a lo ofrecido, por lo que la agencia propuso a Grupo Pesado para compensar. Pero no olvidemos que eran las 10 de la noche de un día antes. ¿Dónde estarán los cantantes de Grupo Pesado? ¿Podrán? ¿Servirá el mismo rider? ¿Le gustará al público que ya sabe a quién va a presentarse? ¿Qué nos va a decir el cliente?, nos preguntábamos.
La clienta final de Comitiva, aunque sorprendida, lo tomó con mucho profesionalismo, respondiendo: “resuélvanlo”, dándonos el voto de confianza. Pero Gerardo, el director general de la compañía, no estaba tan tranquilo. Simplemente era un hombre de negocios y no se podía permitir un fracaso en un evento de fin de año. Estaba preocupado, como cualquiera en esa situación.
Uno de los cantantes estaba fuera de la ciudad, por lo que hubo que volarlo en avión privado por la madrugada, otros, igual en transporte privado, y prácticamente la mayoría llegó por aquello de las 9 am (arrancábamos a las 11). Pero el cantante principal venía apenas llegando al aeropuerto y tenía que recorrer toda la ciudad para llegar al evento, pues nos encontrábamos en Expo Santa Fe. A las 11:01, llegó el artista, nadie lo creía, festejábamos de la emoción, pero nerviosos porque no hubo ensayo, todo se quedó en line check y estábamos trabajando con los instrumentos y rider de Intocable (que son parecidos).
El cliente final estaba feliz con el resultado y se acercó para felicitarnos. Había tenido confianza en nosotros y esa noche demostramos que la merecíamos. Fue un gran alivio cuando logramos que el evento fuera un éxito.
Al final, lo que importa es cómo manejamos las situaciones difíciles y el resultado que obtenemos de ellas. Aprendemos de cada experiencia, tanto de lo bueno como de lo malo, y eso es lo que nos hace crecer y mejorar en nuestra profesión. Como planners, debemos estar siempre preparados para enfrentar cualquier situación y encontrar soluciones creativas y efectivas. Esa es nuestra responsabilidad, y es lo que hace que nuestro trabajo sea emocionante y desafiante al mismo tiempo.
Esta experiencia demostró que, con el talento y la preparación adecuados, podemos superar cualquier reto que se nos presente.