AlĂŠgrate nĂşmero 175
abril-junio 2016
Intenciones del mes
Julio Abril
Sumario Editorial: 3 Solemnidad... Catequesis Paulina: «Esto os mando...» 4 Como lo hizo san Pablo: «Dios es rico en misericordia...» (Ef 1,8) 6 Instituto Jesús Sacerdote: ¿No es suficiente con los votos privados? 8 Instituto Santa Familia: Qué ofrece el instituto 10 Instituto Virgen de la Anunciación: Santificar el tiempo 12 Instituto San Gabriel: ¡Descanse en paz el Gabrielino Odo Nicoletti! 14 El Evangelio Vivido: El estudio del evangelio requiere tiempo 16 Papa Francisco: El Papa Francisco a los institutos seculares 18 Madrid: Anunciatinas: Profesión de Teresa Álvarez 22 En oración con el Papa: 26 Calendario: 27 2 Alégrate
Para que los padres, educadores y sacerdotes, utilizando los medios espirituales y materiales, orienten cada vez mejor a los llamados.
Julio Mayo Para que los escritores, técnicos y difusores estén llenos de sabiduría y de espíritu evangélico, y sean auténticos testigos de vida cristiana en el campo de la comunicación social.
Julio Junio Para que todos los pastores y sus colaboradores, especialmente los padres y maestros, sean santos, y estén llenos de sabiduría y de celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas.
SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR
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ste año celebraremos la solemnidad de la Anunciación del Señor, Titular del Instituto “Virgen de la Anunciación”, el día 4 de abril. No pudo ser el 25 de marzo, tal como le está asignado en el calendario litúrgico, por coincidir este año con el Viernes Santo. Esta fiesta, que siempre nos llena de alegría, la celebraremos este año con énfasis especial por coincidir con el Jubileo Extraordinario de la Misericordia. El Hijo de Dios, que tomó carne humana en el seno inmaculado de María, es el mismo que nos ha revelado el rostro misericordioso del Padre, y él mismo se ha presentado como el Buen Pastor, que sale en busca de la oveja perdida y la devuelve con inmenso cariño al redil. Es como el padre bondadoso que acoge al hijo pródigo. Es como la mujer que se alegra por haber encontrado la moneda perdida… Sí, en esta fiesta, por una parte, nos llena de alegría la gran noticia de que nuestro Dios no es un Dios lejano, sino “un Dios con nosotros”, un Dios que ha querido hacerse hombre para que nosotros podamos unirnos a su vida divina. Y, por otra, nos sentimos animados, por el ejemplo de María, a contestar con nuestro “sí” personal, vital, desde nuestra historia concreta, a ese acercamiento de Dios, superando así los planteamientos más superficiales de la vida a la que podría invitarnos nuestra comodidad o el clima dominante de nuestra sociedad materializada y hedonista. El mundo en que vivimos tiene hambre y sed de Dios; necesita el anuncio de la Buena Noticia y de la gracia de la salvación. Y si nosotros respondemos a Dios con el “hágase en mí según tu Palabra”, como hizo Cristo desde el primer momento de su existencia, y como hizo María de Nazaret en el diálogo con el Arcángel Gabriel, se volverá a dar, en nuestro mundo, una nueva encarnación de Cristo Jesús. Y por obra del Espíritu Santo seguirá brotando la salvación y la gracia y la alegría de la Buena Noticia.
ANTONIO MAROÑO
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Catequesis paulina
«ESTO OS MANDO: QUE OS AMÉIS….» (Jn 15,17) No podemos engañarnos, nos hace falta una constante conversión, sobre todo en esto del amor.
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o podemos engañarnos, nos hace falta una constante conversión, sobre todo en esto del amor. Llama la atención esta expresión que Jesús emplea al decir de forma explícita: “esto os mando….” En ningún momento de su enseñanza usa Jesús el mandato. El invita, insinúa, aconseja. Pero en el tema de amarnos unos a otros, Jesús lo manda. No podía ser de otra manera cuando nos estaba dando el ejem4 Alégrate
plo más palpable y generoso de su amor. Reparemos en el momento en que pronuncia estas palabras: a punto de entregar su vida por nosotros, de darnos la prueba más rotunda de su amor. Pudo Jesús redimirnos de muchas formas menos dolorosas y cruentas; pero quería mostrarnos que su amor por nosotros era realmente infinito, inmenso, total. Desde que nace en la más absoluta pobreza, toda la trayectoria de su vida, sus obras y enseñanzas buscan, sólo, mostrarnos su amor.
Y, ahora nos preguntamos: ¿no tenía derecho a exigirnos un amor semejante?.... “¡AMAOS COMO YO OS HE AMADO!” (Jn 13,34). ¡Dios mío! Que insondable e inmenso es este mandato tuyo. Amar al enemigo, al que no me cae bien, al que me fastidia o insulta, al que me traiciona y ofende…amarle como tú me amas a mi…. Aquí está la base y el núcleo del Año de la Misericordia que el Señor nos ha concedido. Pero, no sólo para este año, no; es para que este año nos concienciemos, al fin, de la necesidad del amor mutuo y nuestra vida cambie totalmente de ahora en adelante. Eso, creo, pretende la convocatoria de este año jubilar extraordinario de la misericordia. Ya lo indica el hecho de que sea extraordinario; porque sale de lo habitual, de lo establecido, de la costumbre de otros Jubileos. Y es que realmente: ¡necesitamos abrir el corazón y amar, amar más y a todos! Pero, ¿cómo lograr esto?... Jesús nos sale al paso con una meta y un modelo: “SED MISERICORDIOSOS COMO VUESTRO PADRE CELESTIAL ES MISERICORDIOSO” (Lc 6,36). “EL HACE SALIR EL SOL SOBRE BUENOS Y MALOS, Y MANDA LA LLUVIA SOBRE JUSTOS Y PECADORES” (Mt 5,45). El contexto completo en el que se insertan estas palabras: Lucas 6, 27-36. Mateo 5,4348 y 7,2-12 es muy digno de ser
releído, meditado y aplicado a la propia vida. En esto, y ya que la presente Revista Alégrate llegará al lector en pleno tiempo de CuaresmaSemana Santa, vienen a la mente las palabras de nuestro Padre Fundador: “Vivid en continúa conversión”. No podemos engañarnos, nos hace falta una constante conversión, sobre todo en esto del amor. Para cerciorarnos de ello, sólo habría que preguntarse delante del Señor: ¿amo a todos, como tú, Jesús, me amas a mí? ¿Perdono, acojo, olvido las ofensas, como tú, Jesús, haces conmigo? ¿Pongo por delante de mis intereses, caprichos y conveniencias lo que es bueno, provechoso o necesario para mi hermano/a? Jesús no sólo nos muestra que el amor al prójimo es muy importante, sino que nos señala que todos los hombres deben ser prójimos nuestros. “Así, se universaliza el concepto de prójimo, pero permaneciendo concreto” (Benedicto XVI). El mismo Jesús en la cruz abre su corazón “desentrañándose” por la humanidad. Desde entonces, se hacen hijos y discípulos suyos los que asumiendo sus mismos sentimientos, su mismo Espíritu, se mueven y actúan por su ejemplo (Flp 2,5). M. DE J. ISF
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Como lo hizo san Pablo
“DIOS, QUE ES RICO EN MISERICORDIA…” (Ef 2,4)
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l capítulo en el que se incluyen las palabras que preceden lleva este significativo título: Salvados gratuitamente en Cristo. Porque la misericordia divina no es algo que ganamos por nuestros méritos, sino que se nos otorga de manera gratuita, esplendida y generosa. Lo expresa bien el Apóstol en los primeros versículos del capítulo 2º a los Efesios. Pecadores, 6 Alégrate
alejados de Dios, contrarios a su Ley y rebeldes… “Pero Dios, que es rico en misericordia y nos tiene inmenso amor, aunque estábamos muertos por nuestros pecados, nos volvió a la vida junto con Cristo -¡Por pura gracia habéis sido salvados!- “(Ef 2,4-5). Nuestra fe, nuestra conversión y nuestra salvación eterna, vienen por la gracia de Dios, por su fuerza y ayuda. Claro está, que no nos
excluye por razón de nuestra libertad, que él respeta, de ser cooperadores a esa gracia; de manera que nadie se gloríe. Sin la gracia divina: ¡nada podemos hacer!, por lo tanto, toda jactancia queda excluida. La iniciativa ha procedido de Dios, que es “rico en misericordia” (v.4): en esto consiste la riqueza de su misericordia, en darla a los que no se la piden. Y tal es el amor de Dios para con nosotros que, pues-to que nos creó, no o quiere que perez-camos, pues ama a su obra. En la carta a loss Romanos, san Pablo o había enseñado,, frente a los judíoss que buscaban la sal-vación en las obrass prescritas por la Leyy de Moisés, que la justificación es un don gratuito de Dios. Ahora, en un contexto distinto, ante los cristianos procedentes del mundo helénico, donde se extendían grupos que buscaban la salvación mediante una iniciación al conocimiento de los misterios. En esta Carta a los Efesios, Pablo proclama de nuevo: que la salvación no procede el hombre, sino que es un don gratuito que Dios otorga gratuitamente mediante la fe en Jesucristo. (desarrollado este pensamiento en el cap. 1º de la Carta). Y se afirma con fuerza, esta gratuidad de la salvación, para
evitar que a escondidas se cuele otro pensamiento; y así dice san Jerónimo: “si no nos salvan nuestras propias obras, lo cierto es que al menos nuestra fe nos salva; pero, tampoco la fe proviene de nuestra voluntad, sino que es un don de Dios; no porque se le quite al hombre su propia libertad, sino que indudablemente esa misma libertad tiene a Dios por autor, y todo debe atribuirse a un fa favor suyo, incluso cuando Él mism mo nos permite q querer el bien” (C (Comentario a los Efesios 1,2,8,9). Ef Llegados a eeste punto en el que hemos capq tado y asimilado ta perfectamente la p ggrandiosidad de la misericordia divina; nos sentimos impulsados, no sólo a agradecerla perpetuamente, sino a tratar de imitarla como la forma mejor de manifestar que ese agradecimiento es sincero. El Señor nos conceda ¡¡NO DESCONFIAR NUNCA DE SU INFINITA MISERICORDIA!! El Papa Francisco nos dice en este sentido: “la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor”.
JOSÉ LOZANO, ISF
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Instituto Jesús Sacerdote
¿NO ES SUFICIENTE CON LOS VOTOS PRIVADOS? La profesión pública de los consejos evangélicos, es decir, la profesión hecha en los institutos aprobados por la Iglesia, es una cosa mejor, más ventajosa para la persona y para las almas que la profesión privada
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dmitido que la profesión de los votos evangélicos sea un gran bien para el sacerdote y para la Iglesia, ¿no es suficiente hacerla en el secreto de la propia alma con la aprobación del confesor? ¿Por qué es mejor profesar en institutos aprobados por la Iglesia? No cabe duda de que también la profesión privada de los consejos evangélicos de la castidad consagrada a Dios, de la pobreza y de la obediencia, hecha en el secreto de la propia conciencia, tiene un gran valor a los ojos de Dios. Pero la profesión pública, es decir, la profesión hecha en los 8 Alégrate
institutos aprobados por la Iglesia, es una cosa mejor, más ventajosa para la persona y para las almas. 1) Porque la consagración a Dios es tanto más perfecta cuanto más sólidos y estables son los vínculos que le unen a él. Quien hace los votos privados no entra en un «estado»; quien hace los votos en un instituto entra en un «estado de vida», por estar fundado en un acto público y reconocido por la legítima autoridad. 2) Porque en la profesión pública «la Iglesia misma con la autoridad que Dios le ha confiado recibe los votos». 3) «Porque toda la Iglesia, cuerpo místico de Cristo, impetra de Dios con su oración pública las ayudas y las gracias para quienes hacen la profesión». 4) «Porque la Iglesia recomienda a Dios a los que emiten los votos y les da su bendición espiritual asociando su oblación al sacrificio eucarístico». 5) Además, es mejor profesar en un instituto para participar en una «comunión de bienes» más amplia, que se expresa en una íntima fraternidad y se manifiesta en la ayuda mutua espiritual y material. «El hombre, recuerda el Concilio, es por naturaleza propia social. La vida asociada corresponde felizmente a las exigencias como signo de la comunión y de la unidad de la Iglesia en Cristo, que dice: “Donde hay dos o tres
reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos”» (Mt 18,20). 6) El instituto confiere una seguridad mayor de continuidad, de estabilidad, de progreso, de asistencia. Finalmente, pertenecer a un instituto mediante la profesión de los votos garantiza dos grandes bienes: a) Llegados a una edad avanzada, o impedidos para el ministerio por razones de enfermedad, existiría la posibilidad de retirarse a una casa que para ese fin adquiriera el Instituto, una vez que éste haya alcanzado suficiente desarrollo en nuestro país. b) Se les aseguran para después de la muerte abundantes sufragios de parte de los hermanos. Si recordamos cuán fácilmente los sacerdotes son olvidados después de la muerte, esta caridad del sufragio, asegurada con espíritu de fraternidad, es un gran consuelo. Y finalmente, hay que decir que con la profesión de los consejos evangélicos todos los maestros de almas se ven más ayudados en el plano espiritual, apostólico y humano-social; tienen más gracia para su propia santificación y para su ministerio; se aseguran una asistencia fraterna en la vida y mayores méritos para la eternidad.
DE «SACERDOTES NUEVOS PARA TIEMPOS NUEVOS»
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Instituto Santa Familia
QUÉ OFRECE EL INSTITUTO
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sencialmente, el Instituto ofrece a los matrimonios la posibilidad de una vida de plena consagración al ideal evangélico, sin necesidad de abandonar el mundo, ni renunciar al estado matrimonial, ni la ocupación o profesión secular de cada uno, mediante la cual están integrados en el mundo. Esta es la novedad y la gran propuesta: consagrarse plena10 Alégrate
mente a Dios sin cambios externos de ninguna clase, sin más cambios que la decisión personal y conyugal de vivir con plenitud la entrega espiritual y vocacional, sin dejar nunca el mundo ni la vida familiar, sino desde la familia y desde el mundo, para el bien del mundo. ¡Cuántos matrimonios pueden encontrar en este género de vida y entrega la manera de col-
mar sus inquietudes apostólicas y evangelizadoras, su especial manera de santificarse sin dejar de ser lo que son, sin renunciar a nada que no sea humanamente prescindible, «para la gloria de Dios y la paz de los hombres»! Por otro lado, los miembros fraternizan entre sí, ayudándose a ser cónyuges fieles, padres ejemplares y educadores cristianos de los hijos. El Instituto les ofrece ayuda humana, espiritual, doctrinal y sobrenatural para la santificación personal y para el cumplimiento gozoso de sus deberes. Los miembros se comprometen también, según sus posibilidades, a una colaboración apostólica cada vez más amplia y actualizada en la misión de la
Iglesia, especialmente dentro de la cultura de comunicación. Por la especial agregación a la Sociedad de San Pablo, los miembros del Instituto participan del mismo patrimonio de gracia, oraciones y obras buenas de toda la Familia Paulina. Su vida se enriquece y los horizontes de su familia se hacen tan amplios como el mundo, porque en todos los continentes hay algún paulino o paulina que ora también por ellos. El vínculo de unidad que los une en la vida, se perfecciona y perpetúa después de la muerte en el intercambio de sufragios de los miembros del Instituto y de la Familia Paulina, y en la intercesión ante Dios de los hermanos que están ya en la eternidad.
ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO POR LA FAMILIA Jesús, José y María, en vosotros contemplamos el esplendor del verdadero amor. Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias un lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas Iglesias domésticas. Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios de violencia, de cerrazón y división; que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado. Santa Familia de Nazaret…, Jesús, María y José, escuchad, acoged nuestra súplica.
REDACCIÓN
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Instituto Virgen de la Anunciación
SANTIFICAR EL TIEMPO
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l primer pensamiento que viene a la mente es éste: “Te doy gracias, Señor, por haberme creado, por haberme hecho cristiano, por haberme protegido hasta el día de hoy”. Después, el agradecimiento se extiende a nuestra vocación consagrada, a nuestro apostolado… ¡Siempre tenemos motivos para estar agradecidos a Dios! En la categoría del tiempo se encuentran todos los bienes. A propósito, debemos considerar cuatro expresiones de la Biblia: “el tiempo se escapa irremediablemente”, no podemos volver atrás; “hagamos el bien mientras tenemos tiempo” (Gal 6,10);
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“hijo, vigila el tiempo”; procura estar atento para que no se te vayan los momentos más preciosos, “ya no habrá más tiempo” (Ap 10,6). El Señor ha establecido para cada uno de nosotros el tiempo justo. Por consiguiente, el tiempo no se puede recuperar en un sentido total. A veces miramos atrás y nos lamentamos: ¡si tuviese más tiempo! ¡me faltó el tiempo! ¡si hubiese hecho esto o aquello! Pero el tiempo ya no vuelve. Es como el agua que desciende de la gran montaña: ya no puede volver atrás. Por tanto, nos conviene aprovechar bien el tiempo, mientras lo tenemos. Nos
ayudará a ello un buen examen de conciencia, diario, semanal, para darnos cuenta de lo que vamos progresando. Entre las desgracias de algunas personas, se encuentra entre las primeras ésta: perder el tiempo. Debemos aprender a valorar el tiempo, durante las 24 horas del día para que no haya ni un solo momento inútil, perdido. “Ya comáis, ya bebáis, cualquier cosa que hiciereis, hacedlo todo para mayor gloria de Dios”, dice san Pablo (1Cor 10,31). Dormir, comer, jugar, estudiar, orar, trabajar, ¡hacedlo todo para mayor gloria de Dios y provecho de los hombres! La mejor consolación, al final de nuestros días, será precisamente la de haber ofrecido todo el tiempo al Señor, y haber hecho fructificar los talentos que Dios nos ha dado. Vayamos formando en nosotros la persuasión de san Pablo: “he combatido el buen combate” (2Tm 4,7). ¿Qué significa esto? Que Pablo combatió el paganismo, el mal, el error, todo aquello que impedía la verdad de Jesucristo. Debemos tener un corazón magnánimo, universal, para intentar llegar a todos con el apostolado y con la oración. El corazón de Pablo era el corazón de Cristo. Y, ¿cómo era el corazón de Cristo? “Venite ad me omnes”: Venid a mí todos, los que queréis la salvación. Otra expresión de san Pa-
blo, por entonces ya cercano a la muerte, nos sitúa en el tiempo: “he consumado mi carrera”. ¿Cuándo progresamos nosotros? Siempre que buscamos y cumplimos la voluntad de Dios, según la vocación que hemos recibido, y según las circunstancias que se presentan. Y concluye san Pablo: “he conservado la fe; ahora no me queda más que recibir la corona prometida”. El premio del siervo fiel que se sienta con los justos al lado de Dios. ¿Qué tenemos que hacer, entonces? Progresar un poco cada día, un poco cada año. Ir subiendo los escalones que nos conducirán al Reino de Dios. El propósito que os propongo lo formulo así: fidelidad en el servicio de Dios y en el apostolado. Y como nuestro apostolado se extiende, también ha de ensancharse nuestro corazón hasta los confines del mundo. San Pablo también quería llegar a todos, abrazar a todos en la fe; pues bien, allí donde no lleguen nuestros pies habrá de llegar nuestra oración. El Señor no permitirá que nos falten sus gracias, pero quiere que nosotros sepamos aprovecharlas, quiere que no las malgastemos, es el mayor tesoro que poseemos.
P. ALBERIONE, DE MCS
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Instituto San Gabriel Arcángel
¡DESCANSE EN PAZ EL GABRIELINO ODO NICOLETTI!
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n la tarde del lunes, día 4 de enero, ha fallecido nuestro muy querido Gabrielino Odo Nicoletti, internado desde hacía algunos días en el Hopsital Civil de Rímini. Había nacido en esta ciudad el 15 de marzo de 1928 y se había diplomado como perito agrícola en junio de 1948 en Cesena. Desde el 1 de noviembre de 1950 al 8 de octubre de 1951 cumplió el servicio militar en la Artillería de Campaña, consiguiendo la graduación de “Caporale Marconista”. Ha sido miembro de la Acción Católica parroquial como Presidente de los jóvenes, Delegado Diocesano para los militares y Terciario Franciscano. “Llegado a la edad de 27 años, sin lograr decidirme entre el estado de vida matrimonial, presbiteral o religiosa –testimo14 Alégrate
nia Odo–, por pura disposición providencial, totalmente gratuita e inmerecida, en la tarde del 5 de septiembre de 1955, me encuentro por primera vez con Don Alberione, Fundador de la Familia Paulina, que me confiesa que está a punto de poner en marcha un Instituto formado por laicos”. De este gran maestro espiritual leerá en 1960 cómo poder acceder en detalle al compromiso que Dios nos asigna: “Descubrir la voluntad de Dios es cosa sencilla y complicada –escribe Don Alberione–, luminosa y oscura, dolorosa y suave, natural y maravillosa según los casos. Por lo tanto, nada de facilonería, ni exasperante, tormentosa incertidumbre, sino prudencia, examen, oración, consejo y decisión iluminada por la fe”.
En los tres años 1955-58 Nicoletti ha mantenido otros contactos con el Fundador, obteniendo gran provecho espiritual de los coloquios y correspondencia mantenida con él. El 12 de agosto de 1958 Alberione le escribe invitándolo al curso de Ejercicios Espirituales, que comenzará la tarde del 8 de septiembre siguiente y terminará el día 12. Entre los jóvenes que participan están Francesco Leonardi, Odo Nicoletti, Luigi Patat y Daniele Pennati que serán los primeros del Instituto “San Gabriel” en emitir, el 8 de agosto de 1960, la profesión, por un año, de los consejos de pobreza, castidad y obediencia, y la profesión perpetua el 11 de agosto de 1965. Nicoletti ha sido Consejero del Instituto durante muchos años y ha participado con fidelidad y de manera decisiva en todos los Encuentros de los Gabrielinos. Además de contribuir con sus escritos, su generosidad lo ha llevado a dar notables contributos humanos, espiritiales y financieros al Instituto y a la Sociedad de San Pablo. A partir de 1995 se dedicó,
aun de manera más intensa como jubilado, a dar a conocer a tres jóvenes laicos: al beato Piergiorgio Frassati y a los venerables Alberto Marvelli y Carla Ronci. Ha colaborado en Rímini con el Centro de Documentación “Alberto Marvelli” para la promoción de la espiritualidad laical, fundado y dirigido por el sacerdote de Rímini Mons. Fausto Lanfranchi. Ha participado en la reuniones de la “Renovación del Espíritu”. Se interesó por el Meeting veraniego de Rímini: manifestación de alto valor cultural y eclesial. Se apagó a la vida corporal, pero sigue viviendo igual que siempre como alma combativa, generosa y transparente. Los Gabrielinos y los Superiores Mayores lo han apreciado mucho por su fidelidad a la vocación elegida, por sus virtudes personales y por su capacitación profesional. Le dan las gracias y rezan por él para que descanse eternamente cara a cara con el Señor, el beato Santiago Alberione, los Gabrielinos y sus queridos familiares que ya están en el cielo. GIAN FRANCO BELANDI
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El Evangelio Vivido
El Estudio del Evangelio requiere tiempo
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o normal es que comencemos por leer el texto. Nos encontremos con la aridez de aquello que hemos leído y escuchado muchas veces. Teniendo en cuenta que el Estudio del Evangelio es también oración basada en una espera, cuya duración no se puede fijar. Al principio podemos empezar con quince minutos. Después, ampliar lo que se vaya necesitando y según las circunstancias personales. La Lectio Divina es un buen instrumento para ayudar a hacer el Estudio del Evangelio. Si la lectura se nos hace cuesta arriba, ante el texto nos quedamos en actitud de acogida y adoración 16 Alégrate
de la Palabra de Dios. Estamos en oración todo el tiempo que veamos conveniente, leemos y releemos y pedimos al Espíritu Santo nos ilumine para descubrir lo que Dios quiere revelarnos en esa ocasión, en posición humilde, sabiendo que por nosotros no podemos nada. En ese tiempo nos dejamos conducir por este mismo Espíritu, releyendo, meditando, orando, y contemplando, que son los cuatro pasos de que consta la Lectio Divina. Si dedicamos tiempo, sin prisas, el Espíritu nunca deja de mostrarnos algo. Puede ser en una palabra, donde nos aparezca un sentido nuevo que nunca
habíamos descubierto en esa alegría, porque si tenemos fe y lectura. Como ejemplo, expon- confianza sabemos que no vago un Estudio de Evangelio que mos a quedar defraudados. Y en hice el año pasado sobre un texto esta forma de dependencia vaque no me decía nada nuevo en mos a encontrar precisamente la una primera lectura, hasta que libertad que anhelamos y, sobre me impresionó la palabra com- todo, la verdad que buscamos. prender. En torno a ella giró mi Es una forma nueva de vivir, reflexión. El texto era el siguiente: de pensar: ¿qué voy a descubrir Jesús les dijo: “Estáis muy equi- hoy de nuevo en Nuestro Señor? Es el Espíritu Sanvocados porque to el encargado no comprendéis de darnos este las Escrituras El Estudio del conocimiento al ni el poder de Evangelio es pedírselo al Padre Dios. Cuando también oración como rezamos en resuciten de el Padrenuestro: entre los muerbasada en una “danos hoy nuestos, ni ellos ni espera, cuya tro pan de cada ellas se casarán, duración no se día”, el pan matesino que serán rial y el espiritual. como ángeles puede fijar. No lo coen los Cielos” nocemos todo, (Mc. 12, 24-25). y en cualquier momento pueJesús nos podría decir hoy que de cambiar aquello que pentampoco a Él lo comprendemos. Nos hemos hecho una idea basa- sábamos, para abrirse a una da en las Escrituras mal interpre- realidad superior, vivir en este tadas, y con esa idea o ideas ca- talante de apertura, a un conominamos tan ufanos y tranquilos, cimiento que nos sobrepasa. Esto, en cuanto a las Escrituras. creyendo que estamos en lo cierto. Pero en cuanto al poder de Dios Hemos de partir del Misterio podríamos decir lo mismo: saberque envuelve a la persona de Jenos ignorantes en lo que consiste sús y del Misterio que también este poder, que no es como lo a nosotros nos envuelve, y ser imaginamos, y abrirnos cada insconscientes de que no se nos tante al mismo, ya que “en Él viviva a revelar todo de una vez. mos, nos movemos y existimos”. Por eso, hemos de pedir al Padre cada día de este Pan, el Pan que Él se digne darnos. Esto nos MARI MUÑOZ, ISVA lleva a vivir en pobreza y humildad, pero también en una gran
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Papa Francisco
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unque se trate de un documento de hace casi dos años, por su interés para todos los miembros de los Institutos Seculares, recogemos en estas páginas el interesante discurso del Papa, dirigido a la Conferencia Italiana de los Institutos Seculares, en la Sala del Consistorio, el 10 de mayo de 2014. Dice así el Papa Francisco:
El Papa Francisco a los institutos seculares 18 Alégrate
obras específicas. Sois ricos sólo de la experiencia totalizadora del amor de Dios y por eso sois capaces de conocer y compartir la fatiga de la vida en sus múltiples expresiones, fermentándolas con la luz y la fuerza del Evangelio. Sois signo de esa Iglesia dialogante de la que habla Pablo VI en la encíclica Ecclesiam suam: «Desde fuera no se salva al mundo. Como el Verbo de Dios que “Queridos hermanos y her- se ha hecho hombre, hace falmanas: ta hasta cierto punto hacerEstáis en el mundo Os acojo se una misma pero no sois del con ocasión cosa con las mundo, llevando de vuestra formas de vida Asamblea y os dentro de vosotros lo de aquellos saludo diciéna quienes se esencial del mensaje quiere llevar doos: conozco y aprecio vues- cristiano: el amor del el mensaje de tra vocación. Padre que salva. Estáis Cristo; hace Ella es una de falta compartir en el corazón del las formas más —sin que merecientes de mundo con el corazón die distancia vida consagrade privilegios de Dios da reconocio diafragma de das y aprobadas por la Iglesia, lenguaje incomprensible— las y tal vez por eso no es todavía costumbres comunes, con tal que comprendida plenamente. No sean humanas y honestas, sobre os desalentéis: vosotros formáis todo las de los más pequeños, parte de esa Iglesia pobre y en si queremos ser escuchados y salida que yo sueño. comprendidos. Hace falta, aun Por vocación sois laicos y sa- antes de hablar, escuchar la voz, cerdotes como los demás y en más aún, el corazón del hombre, medio de los demás, lleváis una comprenderlo y respetarlo en la vida ordinaria, sin signos exte- medida de lo posible y, donde lo riores, sin el apoyo de una vida merezca, secundarlo. Hace falta comunitaria, sin la visibilidad de hacerse hermanos de los homun apostolado organizado o de bres en el mismo hecho con el
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Papa Francisco
que queremos ser sus pastores, padres y maestros. El clima del diálogo es la amistad. Más todavía, el servicio». (n. 33). El tema de vuestra Asamblea, «En el corazón de los acontecimientos humanos: los desafíos de una sociedad compleja», indica el campo de vuestra misión y de vuestra profecía. Estáis en el mundo pero no sois del mundo, llevando dentro de vosotros lo esencial del mensaje cristiano: el amor del Padre que salva. Estáis en el corazón del mundo con el corazón de Dios. Vuestra vocación os hace interesados en cada hombre y en sus necesidades más profundas, que a menudo quedan inexpresadas o disfrazadas. En virtud del amor de Dios que habéis encontrado y conocido, sois capaces de cercanía y ternura. De este modo sois tan cercanos que tocáis al otro, sus heridas y expectativas, sus preguntas y necesidades, con esa ternura que es expresión de un cuidado que elimina toda distancia. Como el Samaritano que pasó a 20 Alégrate
su lado, vio y tuvo compasión. Es este el movimiento al que os compromete vuestra vocación: pasar junto a todo hombre y haceros cercanos a cada persona que encontráis; porque vuestro permanecer en el mundo no es sencillamente una condición sociológica, sino una realidad teologal que os llama a estar consciente, atento, que sabe distinguir, ver y tocar la carne del hermano. Si esto no sucede, si os habéis distraído, o peor aún, si no conocéis este mundo contemporáneo, sino que conocéis y frecuentáis sólo el mundo que os es más cómodo o que os fascina más, entonces es urgente una conversión. La vuestra es una vocación, por su naturaleza, en salida, no sólo porque os lleva hacia el otro, sino también y sobre todo porque os exige vivir allí donde vive todo hombre. Italia es la nación con el mayor número de Institutos seculares y de miembros. Sois una levadura que puede producir un pan
bueno para muchos, ese pan del que hay tanta hambre: la escucha de las necesidades, los deseos, las desilusiones, la esperanza. Como quien os ha precedido en vuestra vocación, podéis devolver la esperanza a los jóvenes, ayudar a los ancianos, abrir caminos hacia el futuro, difundir el amor en todo lugar y en toda situación. Si no sucede esto, si a vuestra vida ordinaria le falta el testimonio y la profecía, entonces os repito otra vez, es urgente una conversión. No perdáis jamás el impulso de caminar por los senderos del mundo, la conciencia de que caminar, ir incluso con paso incierto o renqueando, es siempre mejor que estar parados, cerrados en los propios interrogantes o en las propias seguridades. La pasión misionera, la alegría del encuentro con Cristo que os impulsa a compartir con los demás la belleza de la fe, aleja del riesgo de quedar bloqueados en el individualismo. La idea que propone al hombre como artífice de sí mismo, guiado sólo por las propias decisiones y los propios deseos, a menudo revestidos con el hábito aparentemente bello de la libertad y del respeto, corre el riesgo de minar los fundamentos de la vida consagrada, especialmente de la secular. Es urgente revalorizar el sentido de pertenencia a vuestra comunidad vocacional que, precisamente porque no se funda en
una vida común, encuentra sus puntos fuertes en el carisma. Por eso, si cada uno de vosotros es para los demás una posibilidad preciosa de encuentro con Dios, se trata de redescubrir la responsabilidad de ser profecía como comunidad, de buscar juntos, con humildad y con paciencia, una palabra de sentido que puede ser un don para el país y para la Iglesia, y testimoniarla con sencillez. Vosotros sois como antenas dispuestas a acoger los brotes de novedad suscitados por el Espíritu Santo, y podéis ayudar a la comunidad eclesial a asumir esta mirada de bien y encontrar sendas nuevas y valientes para llegar a todos. Pobres entre los pobres, pero con el corazón ardiente. Nunca parados, siempre en camino. Juntos y enviados, incluso cuando estáis solos, porque la consagración hace de vosotros una chispa viva de la Iglesia. Siempre en camino, con esa virtud que es una virtud peregrina: ¡la alegría! Gracias, queridísimos, por lo que sois. Que el Señor os bendiga y la Virgen os proteja. ¡Y rezad por mí!”.
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Madrid: Anunciatinas
Profesión de Teresa Álvarez
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l pasado 27 de febrero, rodeada de un numeroso grupo de hermanos y hermanas de la Familia Paulina (entre los que había Anunciatinas, Paulinos, Hijas de San Pablo, Pías Discípulas del Divino Maestro y otros amigos), Teresa Álvarez Serrano emitió la primera profesión de los Consejos Evangélicos en el Instituto Virgen de la Anunciación. La celebración religiosa, presidida por el P. Antonio Maroño, de la Sociedad de San Pablo, 22 Alégrate
Delegado Provincial de los Institutos Paulinos de Vida Secular Consagrada en España, con el que concelebraron los padres Lázaro García y Pedro Teodosio, también Paulinos, tuvo lugar en la capilla del Monasterio de la Oblatas de Jesucristo Sacerdote, muy próximo a la Sede Provincial de la Sociedad de San Pablo, calle Protasio Gómez, número 15. Después del acto religioso, muy rico de contenido y muy emotivo -dentro de su sencillez
muy característica de este tipo de celebraciones-, la fiesta prosiguió, muy animada, en el ágape fraterno que tuvo lugar en el Salón de Actos de la Sociedad de San Pablo, donde todos y todas hemos podido expresar nuestra felicitación y parabienes, nuestra proximidad, acompañamiento, amistad y promesa de oración a la neoprofesa. Teresa conoció el Instituto Virgen de la Anunciación en el año 2012 por sus frecuentes visi-
tas a la librería San Pablo de la madrileña calle de Alcalá y la participación en cursillos de Formación Permanente de la Familia Paulina en la calle de Protasio Gómez. Comenzó el Postulantado el 8 de marzo de 2013 y el Noviciado el 8 de diciembre del mismo año. Ahora, en la etapa del Juniorado, prosigue su formación y la plena integración en el Instituto del que ya forma con la vista puesta en la Profesión Perpetua, tal como estable el Estatuto.
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Ejercicios Espirituales
Familia Paulina: Ejercicios Espirituales 2016
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or cuarto año consecutivo, la mayor parte de los miembros de la Familia Paulina en España hemos hecho los Ejercicios Espirituales correspondientes al año actual en la Casa de Oración, “Nuestra Señora de los Reyes y San Ignacio”, situada en la urbanización Monte Alina, en las afueras del pueblo madrileño de Pozuelo de Alarcón. Como de costumbre, nos hemos dividido en dos tandas. La primera de ellas tuvo lugar del 27 de enero al 2 de febrero. Ha estado dirigida por el claretiano, P. Luis Alberto Gonzalo Díez, experto en Teología de la vida religiosa y Director de la revista “Vida Religiosa” que edita su congregación. Y la segunda tanda, del 8 al 14 de febrero, corrió a cargo del dominico P. Manuel Santos, también él ampliamente versado en espiritualidad y vida consagrada. Por parte de los Institutos Paulinos, han participado en la primera tanda las Anunciatinas Teresa Álvarez, Loli Andréu, Loli Córdoba, Rosa María Córdoba, Teresa Córdoba, Mari Muñoz y Paquita Rodríguez. Y en la segunda tanda, Don Antonio Díaz Tortajada y Don Francisco Maganto Sastre, del Instituto Jesús Sacerdote. Como no podía ser de otra manera, dado que estamos viviendo con intensidad el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, este tema, además de centrar la atención de los ejercitantes en algunos momentos puntuales, fue como la filigrana que dio color y unidad a todas las meditaciones. AGENCIAS 24 Alégrate
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Calendario
En oración con el Papa
Sumario eñor Jesucristo, tu nos has enseñado a ser misericordiosos
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como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
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Abril 07. 1999, aniversario de la muerte de la Hna. Mari Carmen Cabezas, HSP. 08. 1960. Aprobación Pontificia de los Institutos Agregados a la Sociedad de San Pablo: Jesús Sacerdote, San Gabriel Arcángel y Virgen de la Anunciación. 17. IV Domingo de Pascua. 53 Jornada Mundial de Oración por las vocaciones. 22. 1999, aniversario de la muerte del Hno. Arturo Bolaños, SSP. 26. 1989, aniversario de la muerte de Maite Alcíbar, ISF. 27. 2003, el P. Santiago Alberione es declarado beato.
Mayo 06. 1904, nace el venerable Maggiorino Vigolungo, en Benevello (Italia). 08. Solemnidad de la Ascensión del Señor. 50 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. 14. Fiesta de la Reina de los Apóstoles. Titular de las Apostolinas y del Santuario “Reina de los Apóstoles”. 18. 1996, aniversario de la muerte de la Hna. Rosita Díez, PDDM. 26. 1989, aniversario de la muerte de Maite Alcíbar, ISF.
Junio 01. 2008, aniversario de la muerte del P. Estanislao Conde, SSP. 03. 2012, aniversario de la muerte del Hno. Eusebio Navarro, SSP. 13. 1986, nace el beato Timoteo Giaccardo. 15. 1915, “dies natalis” de las Hijas de San Pablo. 17. 1949, aprobación pontificia de la Sociedad de San Pablo. 27. 2010, aniversario de la muerte de la Hna. Inmaculada García, PDDM.
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Sumario
INSTITUTOS PAULINOS DE VIDA SECULAR CONSAGRADA
El actual progreso de la prensa, del cine, de la radio, de la televisión responde a los designios de Dios. Pero no es conforme a tales designios el abuso que de estos medios se hace al servicio del mal (SP, marzo 1969).
La mala prensa levanta una cátedra de mentira contra la cátedra de Verdad y busca la ruina espiritual del hombre en su raíz, porque envenena el pensamiento humano (El apostolado de la edición, 447).
Debemos contraponer prensa a prensa, radio a radio, cine a cine, televisión a televisión. Pongamos en guardia a las personas de buena fe con todos los medios que tenemos a disposición, para que no se coopere en el mal ni se cometa directamente (UPS, I, 318).
Si cada día abrazamos la cruz, llevándola con Jesús, participando en los méritos que el mismo adquirió llevando aquel duro peso, nos haremos santos (RSP, 261).
Protasio Gómez, 15 28027 MADRID +34 917 425 113 institutos@sanpablo.es