Revista Alégrate Nº 181

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AlĂŠgrate

nĂşmero 181

octubre-diciembre 2017


Intenciones de oración

Sumario

(Propuestas por la Conferencia Episcopal Española)

Julio Octubre Editorial: Cooperadores Paulinos: ¡Feliz Por la Iglesia en España, para centenario 3 que siga viviendo la inquietud Catequesis Paulina: misionera y alentando a quienes Lo que importa es tener el amor vivo 4 entregan su vida a la difusión del Evangelio. Como lo hizo san Pablo: «Sin mí no podéis hacer nada» 6 Julio Noviembre Instituto Virgen de la Anunciación: La profesión de los consejos Para que el Señor conceda la evangélicos 8 verdadera paz y concordia entre Instituto San Gabriel: los pueblos, y nunca se invoLa vida espiritual del gabrielino 10 que el nombre santo de Dios Instituto Jesús Sacerdote: para justificar la violencia y la El sacerdote, llamado a la santidad / 2 12 muerte. Instituto Santa Familia: Descubrir en familia las parábolas Julio Diciembre de Jesús 14 Por todos los fieles cristianos, El Evangelio vivido: para que al celebrar el nacimienEl estudio del Evangelio y los Ejercicios Espirituales / 3 16 to del Hijo de Dios, experimenPáginas marianas: ten fortaleza en la fe, aprecio El rezo del Santo Rosario 18 por los no nacidos, y la armonía Noticias: 22 en la familia y en la comunidad La palabra del Papa cristiana. El Papa a los jóvenes en Bogotá: «No tengan miedo al futuro» 24 Calendario: 27 2 Alégrate

COOPERADORES PAULINOS: ¡FELIZ CENTENARIO! Después de haber fundado en Alba (Cúneo / Italia) las congregaciones religiosas de la Sociedad de San Pablo (1914) y la de la Hijas de San Pablo (1915), el 30 de junio de 1917 el P. Alberione funda la Unión de Cooperadores para la Buena Prensa, llamada después Cooperadores Paulinos. El resto de las Instituciones que, en su conjunto, constituyen el gran árbol de la Familia Paulina iría apareciendo en años sucesivos hasta completarse en 1960. Viviendo en medio del mundo, como fermento en la masa, estos apóstoles laicos saben captar las necesidades de las personas y su hambre de Dios. Y lejos de dejarse llevar por los mensajes pesimistas de los profetas de desventuras de ayer y de hoy, están siempre disponibles para aportar su granito de arena en la evangelización del mundo con los medios de comunicación social, al lado de las demás ramas de la Familia Paulina. Cien años después de su fundación, estas hermanas y hermanos nuestros -que en la actualidad rondan los 4.000 en el mundo-, sienten la necesidad y el deseo de renovarse, conjugando el carisma recibido con las necesidades y urgencias misioneras del hombre de hoy a la luz de los signos de los tiempos. En las mentes y en los corazones de muchos de ellos resuenan este año con fuerza las palabras que les dirigió el Fundador en el año 1953: “El Cooperador Paulino tiene los mismos ideales que Jesús: encender el fuego del amor de Dios en todas las almas y en todo el mundo. Colabora con todas sus fuerzas y posibilidades en llevar el Evangelio hasta los lugares más remotos de la tierra y, así, encender en las mentes de los hombres la luz de la fe y el fuego del amor”. Antonio Maroño Pena, SSP

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Catequesis paulina

Sumario

LO QUE IMPORTA ES TENER EL AMOR VIVO

El Evangelio nos habla de diez jóvenes invitadas a una fiesta de bodas, símbolo del Reino de los cielos, de la vida eterna. Cuántas veces decimos: cómo pasa el tiempo… En realidad, somos nosotros los que pasamos. Y he aquí que ya nos encontramos ante los últimos tres meses del año 2017. Pero lo que cuenta no es el paso del tiempo, sino cómo hemos empleado ese tiempo que Dios nos ha concedido. Jesús nos avisa: “velad y orad, porque no sabéis el día ni la hora” (Mt 26,41). Estas palabras de Jesús y la conclusión del año nos sugieren traer a la reflexión la parábola de las diez vírgenes, muy adecuada también a nuestra condición de “consagrados”. El Evangelio nos habla de diez jóvenes invitadas a una fiesta de bodas, símbolo del Reino

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de los cielos, de la vida eterna. Es una imagen feliz, con la que sin embargo Jesús enseña una verdad que nos hace cuestionarnos; de hecho, de aquellas diez jóvenes, cinco entran en la fiesta, porque a la llegada del esposo tienen aceite para encender sus lámparas; mientras que las otras cinco se quedan fuera porque, descuidadas ellas, no han llevado aceite. ¿Qué representa este ´aceite´, indispensable para ser admitidos al banquete nupcial? San Agustín y otros autores antiguos leen en él un símbolo del amor, que no se puede comprar, pero que se recibe como regalo, se conserva en la intimidad y se practica en las obras.

Verdadera sabiduría es aprovechar la vida mortal para realizar obras de misericordia, porque, tras la muerte, eso ya no será posible. Cuando nos despierten para el juicio final, este se basará en el amor practicado en la vida terrena: “al atardecer de la vida, se nos examinará en el amor”. Y este amor es don de Cristo, infundido en nosotros por el Espíritu Santo. Quien cree en Dios-Amor lleva en sí una esperanza invencible, como una lámpara con la que atravesar la noche de la muerte, y llegar a la gran fiesta de la vida. Como cuando un escalador se detiene para ver el camino recorrido y para contemplar la cima deseada y anhelada, así también Dios nos concede, a veces, momentos que son como esas paradas, “Si hoy escucháis la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón” (Heb 3,15). Y, en la parada, vemos lo recorrido hasta ese momento en nuestra vida y contemplamos la cima deseada y anhelada: la eternidad. Entonces entendemos el sentido de la vida, e incluso se nos hacen amargos todos los consuelos de la Tierra. En esta situación estaban aquellas muchachas del Evangelio: iba a llegar el Esposo deseado… ¡Qué gozo!, ¡Qué alegría vivir así, esperando al Esposo! ¡Como si ya tuvieran ganada la cima! ¡Cómo les rebotaría el corazón a aquellas jóvenes! Pero,

¡ah!, ¿estaban las lámparas provistas de aceite?... ¿está nuestra vida colmada de amor?... Santa Teresita del Niño Jesús escribe en el libro de su vida, cuando descubrió los primeros síntomas de su enfermedad que la llevaría a la muerte: “¡Ah!, mi alma se sintió henchida de gran consuelo! Estaba íntimamente persuadida de que Jesús…. quería hacerme oír una primera llamada. Era como un dulce y lejano murmullo que me anunciaba la llegada del Esposo. Gozaba por entonces de una fe tan viva, tan clara, que el pensamiento del cielo constituía toda mi felicidad” (Manuscrito C, F. 5r-5v). Pero, así como las vírgenes se durmieron y el caminante sigue caminando, a nosotros nos envuelve el remolino de la vida, y también a Teresita se le durmió la fe. (cfr Manuscrito C, 5v). Entonces, ¿qué es, pues, lo que importa si hasta los prudentes también se durmieron? Lo que importa es tener el amor vivo y así poder alimentar constantemente nuestra vida. Digamos que la lámpara es la vida, la luz es la Vida de Gracia y el aceite es el Amor. Para que nunca se apague la lámpara necesitamos alimentarla con obras de caridad.

Maite Ballesteros , ISF

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Como lo hizo san Pablo

«SIN MÍ NO PODÉIS HACER NADA» «Por la gracia de Dios soy lo que soy; su gracia no ha sido vana en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos (los apóstoles); pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo» (1Cor 15,10)

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stamos celebrando el Centenario de la fundación que hizo nuestro Padre Santiago Alberione de los Cooperadores Paulinos. De hecho, así comenzó la Familia Paulina, por un Grupo de Cooperadores, aunque esta rama sea la única que ha permanecido con carácter totalmente laico. Es esta efeméride la que nos lleva a reflexionar sobre las palabras del Apóstol san Pablo, que nos hacen ver cómo toda vocación viene gratuitamente de Dios y sólo por su gracia se sostiene y persevera. ¿Qué seríamos o haríamos sin la gracia de Dios? Su gracia es la que nos sostiene y nos guarda día a día. Es solo la inmensa gracia de Dios en nuestras vidas la que hace posible que continuemos 6 Alégrate

adelante. Ella nos hace ser creyentes convencidos y competentes para ser aptos en la difusión del Reino de Dios y para mantenernos nosotros mismos fieles en el camino emprendido en pos de Cristo. ¡Nada se compara a esta gracia! Cuando dependemos de ella somos personas fuertes y con un espíritu ferviente para servir y hacer la obra de Dios. Su gracia nos infunde el poder y las fuerzas para afrontar toda oposición que venga a nuestras vidas. Creo que de esto hablaba el Apóstol Pablo cuando escribía la frase que encabeza esta reflexión. Si alguien trabajaba arduamente para el Señor, ese alguien era Pablo. Como siervo de Dios, san Pablo pasó por mucho agota-

miento y cansancio en la obra del apostolado. ¡Él se desgastaba haciendo el ministerio al que Dios le había llamado! En 2ª Carta a los Corintios (11,23) se hace esta pregunta: «¿Son ellos ministros de Cristo? Empiezo a hablar como un loco: Yo soy más que ellos; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces más». Imaginemos por ello la clase de vida tan entregada que Pablo vivía, un compromiso total. Pero, en todo ello veamos que Pablo siempre acreditaba y le debía todo a la gracia de Dios. ¡Nada era por El mismo, sino solo la gracia de Dios! También nosotros hemos de sentir que el agotamiento y el cansancio vendrán a nuestras vidas, especialmente cuando servimos al Señor. Momentos que sentiremos el gran peso de la vocación, de la misión sobre nuestros hombros, y la carga que llevamos se sentirá gravosa y abrumadora. Es una realidad que sin duda habrá días en que la obra que tenemos encomendada por el Señor se hará pesada y aun quizás vendrán ocasiones en que deseemos darnos por vencidos. ¡Especialmente cuando no vemos el fruto de nuestra labor! Pero es, en momentos así, cuando Dios desea fortalecernos y darnos nuevas fuerzas por medio de su gracia. Porque todos los sufrimientos asociados a la misión son corona-

dos por la alegría de ser portadores de la bendición de Dios y de la gracia del Evangelio. Esta fue la certeza, la alegría profunda que guiaba al apóstol Pablo en todas las vicisitudes: que nada puede separarnos del amor de Dios. Y este amor es la verdadera riqueza de la vida humana. En esos momentos debemos recordar lo que nos dice el Apóstol en su segunda carta a los Corintios (3,4-6): «Así pues, andamos muy confiados, pero ante Dios y la gracia de Cristo. En ningún momento pensamos que ello se deba a algún mérito nuestro; al contrario, nuestra competencia proviene de Dios que nos capacitó». Reconozcamos también nosotros que su gracia es la que hará efectivo cuanto trabajemos para el Señor. Imploremos constantemente esa gracia para seguir adelante. El Señor nos lo recuerda de manera clara: «Sin mí no podéis hacer nada» (Jn 15,5). Fijémonos bien que no dice Jesús: sin mí haréis poco, sino: ¡nada! Porque es su gracia la que actúa en todo y en todos; aunque ello no significa cruzarse de brazos¸ sino que respondamos a las palabras de Jesús, con estas del Apóstol: «Pero todo lo puedo en Aquél que me conforta» (Flp 4,13).

José Lozano, ISF

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Instituto Virgen de la Anunciación

LA PROFESIÓN DE LOS CONSEJOS EVANGÉLICOS “No temáis, yo estos con vosotros. Desde aquí (desde el tabernáculo) quiero iluminar. Vivid en continua conversión”. †

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on la profesión pública de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, los miembros son consagrados más íntimamente «al servicio de Dios y de la Iglesia», quedan incorporados a sus respectivos Institutos y contraen los vínculos jurídicos propios de este Estatuto” (Estatuto, art. 10). La castidad es el amor más grande, la pobreza la mayor riqueza y la obediencia, la mayor libertad. Así presenta los tres votos el beato Santiago Alberione. Atraída por Jesús – casto, pobre y obediente – la Anunciatina consagra su vida a Él a través de los votos para poder seguirlo más de cerca. Con tal elección, la Anunciatina ya no se pertenece a sí misma: mente, voluntad, corazón, todo lo que es, es propiedad exclusiva del Señor. 8 Alégrate

Hay algunos que renuncian al matrimonio por el Reino de los cielos (Cf Mt 19,12). La Anunciatina vive el voto de castidad como don total de sí misma a Dios y a los hermanos. No vive en la soledad el corazón de quien se consagra a Dios; no renuncia al amor, sino que escoge un amor más grande que abraza al mundo entero. “Yo soy para mi amado y mi amado es para mí”. (Ct 6,3). “Jesús de rico se hizo pobre, para enriquecernos por medio de su pobreza (Cf 2Cor 8,9). El pobre es el que cuenta sólo con Dios y no consigo mismo. La Anunciatina vive el voto de pobreza en la separación de los bienes materiales, que sin embargo utiliza y posee, y como confiado abandono en las manos de Dios. “¿Qué te falta, oh pobre, si tienes

“Oh Maestro, haz que ponga en todo momento el pie sobre tus huellas de pobreza, castidad, obediencia” (Beato Alberione). “Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me ha enviado” (Jn 4,34). a Dios contigo? ¿Qué posees, oh rico, si no tienes a Dios contigo?” (S. Agustín). “Oh Maestro, haz que ponga en todo momento el pie sobre tus huellas de pobreza, castidad, obediencia” (Beato Alberione). “Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me ha enviado” (Jn 4,34). El voto de obediencia es adhesión plena a la voluntad de Dios, es entrega libre y total de la propia voluntad al Señor. No es sumisión pasiva, sino donación a Dios de la mente, de la voluntad, del corazón y experiencia de la mayor libertad. “Dado que nunca hice mi voluntad en la tierra, el buen Dios hará toda mi voluntad en el cielo”. (Santa Teresa de Lisieux). Consagrada al Señor por la profesión de los consejos evangélicos

de castidad, pobreza y obediencia, la Anunciatina está llamada a ser señal de la presencia de Dios y de su amor en una sociedad cada vez más indiferente a Jesús y a su Evangelio. Y siguiendo las huellas del beato Alberione, Fundador de su Instituto, apoyada en la Iglesia, escruta los signos de los tiempos, y afronta los desafíos del mundo con confianza y coraje. Anuncia el Evangelio a los hombres de hoy, con los medios de hoy, esmerándose por llevar a Dios a los hombres y los hombres a Dios. Folleto Anunciatinas / Italia

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Instituto San Gabriel Arcángel

LA VIDA ESPIRIRTUAL DEL GABRIELINO

Para comunicar al hombre la plenitud del misterio de Cristo, los miembros del Instituto San gabriel Arcángel viven y actúan en el Cristo integral (Maestro, Camino, Verdad y Vida) tal como lo ha vivido san Pablo, en el clima de la Virgen, Reina de los Apóstoles.

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os miembros del Instituto San Gabriel Arcángel, mediante la profesión de los consejos evangélicos, “con los que Cristo es representado indisolublemente unido a la Iglesia” (LG 44), tratan de responder de manera cada vez más ardiente al amor de Dios, traduciendo en sus vidas el ideal de san Pablo: «Para mí la vida es Cristo» (Gál 2,20). Perteneciendo a la Familia Paulina, fundada por el beato Alberione, tratan de asumir plenamente la orientación dada por 10 Alégrate

el Fundador: «La Familia Paulina tiene una sola espiritualidad: vivir integralmente el evangelio; vivir en el Divino Maestro en cuanto Él es Camino, Verdad y Vida; vivir tal como lo ha expresado su discípulo san Pablo». Para comunicar al hombre la plenitud del misterio de Cristo, los miembros del Instituto San Gabriel Arcángel viven y actúan en el Cristo integral (Maestro, Camino, Verdad y Vida) tal como lo ha vivido san Pablo, en el clima de la Virgen, Reina de los Após-

toles. En él se alimentan mediante la Palabra y la Eucaristía, en él unifican oración, estudio, apostolado, consagración, llevando todo a síntesis vital en el amor. Para actuar en sus vidas este ideal, los miembros cultivan en primer lugar la oración, sacando de las fuentes de la espiritualidad cristiana: la Palabra de Dios, «regla suprema de la fe de la Iglesia» (cfr DV 21), y la liturgia, que da vigor a sus fuerzas» (cfr SC 2). Por este motivo, los miembros, cada día: • Participan en la celebración de la Eucaristía, sacrificio de Cristo y de la Iglesia, y sacramento del Cuerpo y de la Sangre del Señor, en el que Cristo, realmente presente, es recibido y el alma se llena de gracia. • Rezan con la Liturgia de las Horas, sobre todo, Laudes y Vísperas, «para así santificar todo el curso del día» (SC 83). • Se dedican a la meditación, medio indispensable para unirse al misterio de Cristo, celebrado en la liturgia, y a la Biblia, de manera especial al Evangelio. • Se confían a María, Reina de los Apóstoles y Madre de la Iglesia, con el Santo Rosario, que los Romanos Pontífices no dejan de recomendar como una especie de «compendio del Evangelio y, por

ello, como una forma de piedad propia de la Iglesia». Comenta el beato Alberione: «Con respecto a María tenemos: iluminada e ilimitada confianza y amor; la devoción más cordial, expansiva, tierna; las prácticas más comunes y constantes: el Rosario y el Angelus»; • Finalmente, no olvidan la revisión personal o examen de conciencia que, según el Fundador «ha de ir precedido de oración, seguido del dolor, propósito, satisfacción, a manera de una confesión entre el alma y el Señor». Los miembros, queriendo experimentar en sí mismos la misericordia del Señor, se acercan a menudo al Sacramento de la Reconciliación (cfr Lc 15). Periódicamente, participan con solicitud en una «Jornada de encuentro», promovida por el Instituto, como Retiro Espiritual, de carácter religioso y formativo. Mientras cada año viven intensamente la semana de los Ejercicios Espirituales, considerados como un verdadero don del Señor, para obtener -como sigue recordando el beato Alberione- «los frutos de la purificación y la plena orientación de la vida en Cristo». P. Guido Gandolfo, SSP. Delegado Provincial ISGA Italia

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Instituto Jesús Sacerdote

El sacerdote llamado a la santidad / 2 El sacerdote secular está llamado a vivir como le pide el Señor: estar en el mundo, sin ser del mundo; sin aislarse del mundo, pero guardándose del maligno

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ara poder vivir como sacerdote secular en medio del mundo es necesario construir una espiritualidad específica, que se apoye en los siguientes medios fundamentales: Disponer del tiempo y el modo necesarios para la oración contemplativa. Buscar frecuentemente espacios amplios de tiempo para hacer retiros espirituales. Vivir las realidades del mundo de forma radicalmente evangélica. Encontrar el propio ritmo de la fidelidad a Dios permaneciendo en el mundo. Ordenar el tiempo y las diferentes tareas seculares con criterio evangélico para que no obstaculicen el desarrollo de la vida interior. Regular adecuada12 Alégrate

mente el descanso. Rehusar en lo posible todo lo que dispersa, como visitas innecesarias, televisión, cine, etc., pero estando informado de lo sustancial que sucede en el mundo. Todo esto permitirá al sacerdote secular vivir como le pide el Señor: en el mundo, sin ser del mundo; sin aislarse del mundo, pero guardándose del maligno. Porque estar en el mundo no debe llevarle a dispersarse o diluirse en él, perdiendo así su identidad, sino a armonizar la primacía absoluta de Dios con la misión en el mundo que el mismo Dios le encomienda. Este estilo de vida se suscita y crea a través de un encuentro

personal con Jesucristo y dándole la gracia que potencia el ser bautismal, para impulsarle con fuerza hacia la unión con Él y a la transformación en Cristo. ”Ya no soy yo el que vivo, sino que es Cristo quien vive en mí”. Se trata de algo semejante a lo que sucedió con el llamamiento del pueblo de Israel. Dios quería establecer un pacto con la humanidad entera, de forma que todos llegaran a ser sus hijos; y para ello escogió un pueblo, ciertamente pequeño e insignificante, como prototipo de la relación de amor que quería establecer con todos los pueblos, y como instrumento para hacer posible que el resto de la humanidad llegara a ser el pueblo de Dios. Quizá, de igual modo, él elige a unas pocas personas como signos visibles de la obra que quiere realizar en todos los hombres, y también para convertirlos en instrumentos de esta transformación universal que desea. Dios quiere que a todos los hombres llegue el mensaje del Evangelio, y no lo puede conseguir por las circunstancias de pecado de los pueblos, de las personas y de la misma Iglesia. Y, por medios ordinarios y extraordinarios, se empeña en que algunas personas lo conozcan; no sólo por ellas mismas, sino también para que sean instrumentos eficaces de la propagación del Evangelio. Este evidente empe-

ño que tiene Dios por entregar su gracia a algunas personas, no significa que no quiera que ese proceso se realice en todos. La misma vida de los santos que la Iglesia nos propone como modelos y intercesores tiene, precisamente, esta misma finalidad. El convencimiento de que la santidad es la llamada de Dios para todos, y no para unos pocos privilegiados, forma parte del patrimonio de la Iglesia desde sus primeros momentos. Por eso, aunque la santidad no sea la forma de vida común a la mayoría de los cristianos, la vida de los santos nos muestra el afán de Dios para lograr que ellos alcancen la meta que él desea para todos; de modo que nadie pueda justificarse pensando que los santos son una casta especial de cristianos con una meta diferente a la del resto; y que el común de los cristianos posee una vocación distinta a la santidad. De hecho, los santos no son sino cristianos que se han tomado en serio la gracia bautismal y han realizado en su vida el proyecto de transformación en Cristo que Dios desea para todo ser humano. De este modo se han convertido en modelos universales de santidad; como si Dios nos dijera: Mirad lo que sucede en ellos; pues eso es lo que deseo para todos. Antonio Diaz Tortajada, IJS

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Instituto Santa Familia

DESCUBRIR EN FAMILIA LAS PARÁBOLAS DE JESÚS Se pueden ver las parábolas como la fotografía del ambiente en el que se desarrolla la misión de Jesús y en el que ejerce su predicación.

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o hay peligro de exagerar cuando se afirma que son precisamente las parábolas de Jesús las que hacen más visible y comprensible la encarnación de la Palabra de Dios en un determinado ambiente y en una determinada sociedad, en el contexto de una bien definida cultura y de una particular fe religiosa, en el ámbito de la familia y de su cotidianidad. La familia de Jesús, como ya hemos visto, es semejante a las demás familias de su tiempo. En ella están presentes todas las pequeñas cosas de la vida cotidiana, que Jesús no dudará en colocar en sus parábolas (el vino, el aceite, el fermento, la masa, el pan, la sal, las pequeñas monedas que se pierden en las ranuras del pavimento de la casa). Descubrir estas pequeñas cosas, significa para nosotros rescatar la condición ferial de nuestra vida que transcurre en la mono14 Alégrate

tonía repetitiva y saberla colocar en el más amplio horizonte de los dones de Dios, que hacen bella y gozosa nuestra existencia de cada día. Como en el Antiguo Testamento Dios educa a su pueblo inspirándose en el ambiente en que vive (el rebaño, la viña, el campo, los pastos, la siembra, la recolección, la guerra, el tribunal) y tomando de ahí las palabras para la alabanza y la oración (el salmo 23: «El Señor es mi pastor»), Jesús también educa con parábolas a sus discípulos, a sus contemporáneos, a la familia de su tiempo y a nosotros, hombres y mujeres de hoy. Cada parábola puede ser leída como un pequeño pero gran ensayo del método pedagógico de Jesús […]. Inspirándose en la vida cotidiana con su trabajo (el del pescador, del pastor, del soldado, del recaudador de impuestos [o

publicano], del administrador, del viñador, del labrador) y con la urdimbre de las muchas relaciones (padres e hijos, reyes y súbditos, deudores y acreedores, pobres y ricos, enfermos y sanos, viudas y niños) Jesús logra recoger todo lo que contribuye a educar, a hacer crecer y modelar, según la voluntad del Padre de la familia, la sociedad y su misma comunidad, que es la Iglesia. Releyendo los textos […] que nos sumergen en estas temáticas, también nosotros nos sentimos llamados e implicados a hacer cada vez más serenas y fraternas las relaciones que nos ligan unos

a otros y a hacer cada vez más pacífica y constructiva nuestra presencia en la familia, en el trabajo y en la sociedad. Redescubrir hoy las parábolas puede contribuir a un acrecentado conocimiento de nuestra familia, de nuestro ambiente y de nuestro tiempo, para saber educar en los comportamientos y actitudes propuestos por Jesús en estos vivos relatos, cuya carga formadora y actualidad nunca agotaremos.

Don Primo Gironi, SSP, en “Gesú e il suo tempo”.

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El Evangelio Vivido

El estudio del Evangelio y los Ejercicios Espirituales / 3 Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Dichosos los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos» (Mt. 5, 2-3).

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erminamos con este artículo los comentarios sobre los Ejercicios Espirituales de este año 2017, donde todos los textos evangélicos están orientados a profundizar el Tema: “En Jesús Verdad, para una mentalidad evangélica” Los recordamos: Día 1º. “Amar al Señor con toda la mente” (Mc. 12, 28-34) Día 2º. “Conocer los pensamientos malos” (Mt. 7, 14-23) Día 3º. “Pensar como Dios” (Mt. 16, 13-23) Día 4º. “El Padre de Jesús es un Dios misericordioso” (Lc. 15, 25-32)” Día 5º. “El Padre de Jesús es providencia” (Mt. 6, 25-34) Día 6º. “Las Bienaventuranzas dan un vuelco al modo de pensar del mundo” (Mt 5, 1-12) Día 7º. “Una mentalidad evangélica para discernir” (Lc. 14, 25-33). 16 Alégrate

Como se puede ver, el Predicador ha realizado un “Estudio de Evangelio” al ir eligiendo los textos referentes al tema elegido, encabezándolos con expresiones que resumen el contenido. Si los profundizamos y oramos, cualquiera de ellos nos puede ayudar a ese cambio de nuestra mente a una mentalidad evangélica en Jesús Verdad, por eso hemos de volver una y otra vez a repasarlos, hasta hacerlos vida en nosotros, con la ayuda del Espíritu Santo. Elijo para terminar la primera Bienaventuranza, modelo de cambio de mentalidad: “Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Dichosos los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos»” (Mt. 5, 2-3). Pobre es el que no tiene lo necesario para vivir. El seguimiento de Jesús, como discípulos suyos,

nos lleva a vivir esa pobreza de espíritu de la que se nos habla empezando porque no sabemos lo que quisiéramos saber y tenemos que vivir en fe la confianza en su Palabra. Nuestra mente, cuando decidimos elegir a Jesucristo como Señor de nuestra vida, se queda humanamente necesitada, le viene a veces un vacío muy grande, en ese camino que lleva el Espíritu Santo a la persona, conduciéndola al Reino de Dios. No se acostumbra a tener inseguridad, y ha de vivir siempre necesitada. La pobreza material ayuda a vivir esta pobreza de espíritu La mente se ha de limpiar de pensamientos inútiles y preocupaciones por bienes superfluos que nos impiden estar con quien deseamos, que es el Señor a quien hemos elegido. En mi caso, cuando avance en la pobreza de espíritu, querrá decir que avanzo en ir colocando a Jesús en el centro de mi corazón. Él, lo primero, lo más importante. Y me daré cuenta de que tendré

que simplificar las cosas que tengo, como, por ejemplo: los bienes que he de cuidar y que me impiden dedicar tiempo al Reino de Dios que es amarle en el prójimo, así como controlar el tiempo dedicado a la TV, música, lecturas, relaciones, etc. Hemos de ser conscientes de nuestra pobreza. De que Jesús nunca podrá ser el centro de nuestra vida si no es por la acción del Espíritu Santo. De ahí que cada día hemos de pedir a Jesús que nos envíe a su Espíritu. Dichosos los que han llegado a esa pobreza de espíritu y de bienes materiales, todos puestos al servicio de los hermanos, pobreza en la que Jesucristo es su riqueza Dichosos los que estamos en ese camino, porque ya Jesús es nuestro Centro, aunque nuestra pobreza nos impida ver esa realidad bendita que empieza a hacernos tan felices. Mari Muñoz, ISVA

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Páginas Marianas

EL REZO DEL SANTO ROSARIO “Comenzar el mes de octubre, de inmediato, con rosarios dichos un poco más pausadamente, reflexionando los misterios” (Beato Santiago Alberione).

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an hecho su retiro y esto es una garantía de pasar santamente al mes próximo. Es el medio para que el mes próximo sea un mes bendencido por Dios, les rinda mucho contento, puedan progresar. ¿A quién confiarán su propósito esta vez? Al rosario. Todas tienen su rosario y están acostumbradas a rezarlo. He aquí muchos rosarios y buenos rosarios. El primero de octubre comenzarlo de inmediato con rosarios dichos un poco más pausadamente, reflexionando los misterios. Luego, si es posible, en vez de una tercera parte, llegar a dos terceras partes, y ciertamente alguna logrará rezar el rosario completo, es decir, las tres partes. 18 Alégrate

El rosario es un gran medio para ser consoladas en su camino, porque es el camino de consagración a Dios, hay siempre sacrificios y dificultades; por tanto les costará. Luego, casi siempre en el retiro mensual se constata, al menos por parte de las almas que son de vida interior, las dificultades que hay para hacerse santos, y sin embargo hay buena voluntad. “Pero hice tal propósito…”. ¿Saben cual es la tentación del diablo? Actuar en contra del propósito. Una vez que se promete ser más paciente, habrá mil ocasiones para que la paciencia escape. Y así el diablo tienta justo contra lo que uno quisiera hacer

mejor. Por esto la Escritura dice: “Prepara tu alma para la prueba” (Eclo 2,1). Cada una tiene inclinaciones a una especie más intensa de pasiones, porque todos tienen alguna dificultad; pero con el rosario todo se supera. Cuando una persona dice: “Pues yo tengo mucho sentimiento…”. Pues bien, el sentimiento es un don de Dios. “Pero sufro muchas tentaciones…”. Cierto, pero el sentimiento es un don de Dios. Sobre ese punto tentará el demonio, pero es allí donde harán méritos mayores, poniendo freno al sentimiento donde es necesario frenarlo, y luego expandir el gran amor a Jesús. Querer muy bien a Jesús, querer muy bien a la Virgen. Pero “querer muy bien” no sea sólo una frase, una oración recitada, sino sea justo la propia donación total al Señor. El rosario es el gran medio para vencer las dificultades y poner en práctica los propósitos. Misterios gozosos. ¿Qué se aprende especialmente de los misterios gozosos? Ellos nos presentan: la Anunciación a María; la visita de María a Isabel; el nacimiento de Jesús en Belén; la presentación del niño en el Templo; Jesús en el templo a los doce años alejado de José y María. ¿Qué cosa se pide? Como gracia general: amor a la vida común, a la vida privada, a las virtudes escondidas, que son

Santo Rosario siempre la caridad, la humildad, la paciencia; y se pide la santificación de los actos comunes. Santificar incluso la recreación, santificar también el reposo, santificar también la comida, santificar toda la jornada. Como Jesús ha hecho durante treinta años en su vida privada; en esa casa se ejercitaban las más bellas virtudes, las virtudes domésticas, que quiere decir virtudes de la casa, virtudes privadas. Misterios dolorosos. ¿Qué cosa enseñan? La paciencia. Jesús que suda sangre en el Getsemaní; Jesús que es flajelado hasta sangrar; Jesús que es coronado de espinas; Jesús que es crucificado y muere después de tres horas de agonía. ¿Por qué entonces no

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“Quien quiera venir tras de

mí, niéguese a sí mismo y tome su cruz”

amar a Jesús, que tanto nos ha amado, hasta dar su vida por nosotros? Amarlo, amarlo mucho. El alma que se ha consagrado al Señor debe acompañar a Jesús hasta el Calvario. ¿Es necesario hacer pesadas penitencias? No, sino pequeñas virtudes, pequeños actos de paciencia; y luego soportar las dificultades que se interpongan en nuestro camino, soportarnos a nosotros mismos, que es más difícil que soportar a los otros, aceptar los males físicos que hay. En resumen, pedir la paciencia y la gracia de ofrecer nuestra vida por las almas. Hay muchas personas que desean ofrecerse como víctimas. Pero es mejor no pensar en las cosas extraordinarias, sino en los pequeños sufrimientos, en las pequeñas fatigas que se deben 20 Alégrate

(Mt 16,24).

hacer, en los pequeños sacrificios, en negarnos a nosotros mismos. “Quien quiera venir tras de mí, niéguese a sí mismo y tome su cruz” (Mt 16,24). Por tanto, se pida especialmente la paciencia, en estos cinco misterios dolorosos. Misterios gloriosos. ¿Qué cosa nos presentan? A Jesús resucitado; Jesús que sube al cielo; Jesús que manda al Espíritu Santo a los Apóstoles y a María; María que deja la tierra y es asunta al cielo; María que es coronada reina del cielo y de la tierra. Pedir la gracia de desapegar nuestro corazón de tantas cosillas y caminar hacia el Paraíso.; pedir la gracia de llegar al Paraíso. Nosotros, en la Sociedad de San Pablo, rezamos todas las

tardes la jaculatoria, diciendo cincuenta veces: “Virgen María, Madre de Dios, hadnos santos”, mientras nos acostamos. Después de cada decena se recita el Gloria al Padre. ¡Que nos santifiquemos para el Paraíso! Que nos encontremos santos allá arriba, ¡en el Paraíso! Nosotros veneramos a los Santos. ¡Pero ellos nunca hicieron un camino diferente del que debemos hacer nosotros! Pasaron por muchas tentaciones y dificultades y se hicieron santos. Mirar siempre al Paraíso. Hoy este trabajo es para el Paraíso, digamos al despertarnos; y mañana otra vez así. Este mes trabajaré para el Paraíso, y el otro mes de nuevo así. Su trabajo no será inútil, como nos enseña san Pablo, porque el Señor cuenta todo, y todo lo premiará. Entonces, avanzar con fidelidad y desgranar la corona del rosario. ¡Cuántas cosas se vencen y cuántas cosas se hacen mediante el rosario! Si están un poco descorazonadas, recurran al rosario. A veces, en la vida parece que todo es como una noche oscura… Tomemos la corona y recemos bien el rosario. Antes de terminarlo, nos sentiremos ya más iluminados, más consolados, más alentados. Adelante, pues. Esto es todo. Este es el consejo para el mes de octubre: el gran medio del rosario que ha santificado a muchas almas.

Enseñar también a rezar el rosario: es un gran apostolado. El rosario a los pequeños, quizá sólo un misterio; el rosario en familia: cinco misterios; y luego quien está consagrada a Dios, rezará lo que pueda. Por eso, ninguna deje el rosario en el mes de octubre. Pues esto es cosa que ya hacen todas. Por tanto, confiadas a María, concluir siempre: “¡Oh clemente, [oh piadosa], oh dulce Virgen María!”.

Beato Santiago Alberione

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Noticias

ENCUENTRO ANUAL DE LAS ANUNCIATINAS

Las Anunciatinas de España, con la presencia del Delegado Provincial, P. Antonio Maroño, nos hemos reunido en Daimiel (Ciudad Real) del 25 al 28 de septiembre, para nuestro Encuentro Anual. El objetivo de esta cita, similar a la de años anteriores, ha sido, como punto de partida, evaluar las dimensiones básicas de nuestra vida consagrada (espiritualidad, consejos evangélicos, apostolado, formación y la comunicación entre nosotras mismas) y, posteriormente, hemos trazado los rasgos básicos para el Programa correspondiente al año próximo, 2018. Dos de nuestras hermanas (Dolores Báez, de Sevilla, y Dolores Andréu, de Madrid), no han podido participar en el Encuentro. En el primer caso, por razones de salud y, en el segundo, por motivos familiares. Muy alegres y contentas por el trabajo realizado, y por los ratos de convivencia y de oración que hemos tenido, damos gracias a Dios por todos los dones que continuamente estamos recibiendo de sus manos. 22 Alégrate

P. ANDRÉS: ¡DESCANSE EN PAZ! El pasado 26 de junio ha concluido su vida terrena nuestro querido P. Andrés Gainzarain Albaina. Nacido en el pueblo alavés de Lagrán, el 30 de noviembre de 1933, ingresó en la Sociedad de San Pablo en septiembre de 1948, en Zalla (Vizcaya). Se consagró definitivamente al Señor, en Roma, el 8 de septiembre de 1961 y en la misma Ciudad Eterna fue ordenado sacerdote. Era el 1 de julio de 1962. Muy acogedor y muy amable en el trato con las personas, ha destacado por su sentida y profunda vida espiritual, de color netamente paulino. Ejerció su ministerio sacerdotal en diversas direcciones, siempre dispuesto a aceptar la voluntad de Dios que le llegaba a través de sus superiores. Él mismo ejerció el servicio de la autoridad como Superior Local de varias comunidades paulinas. Comenzó dedicándose a las tareas formativas, pero más tarde también se ocupó del apostolado cinematográfico y librero. Uno de los compromisos finales, al que se entregó con toda su persona, fue el de Delegado Provincial de los Institutos Paulinos de Vida Secular Consagrada Agregados a la Sociedad de San Pablo, servicio al que se entregó con todas sus fuerzas. ¡Descanse en paz el bueno del P. Andrés!

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LA PALABRA DEL PAPA

El Papa a los jóvenes en Bogotá:

“NO TENGAN MIEDO AL FUTURO” “¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que se propongan! ¡No le teman al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande! A ese sueño grande los quiero invitar hoy”, dijo el Papa a los jóvenes.

D

esde el balcón del Palacio Cardenalicio de Bogotá, en su reciente viaje a Colombia, el Santo Padre bendijo y dirigió su palabra a más de 22.000 jóvenes llegados a la capital desde todos los rincones del país. He aquí las primeras palabras de su vibrante discurso, interrumpido a menudo por los gritos de alegría y aplausos de aquella entusiasta multitud. He aquí sólo algunas palabras de su apasionado discurso: «Queridos hermanos y hermanas: 24 Alégrate

¡Buenos días! Los saludo con gran alegría y les agradezco la calurosa bienvenida. «Al entrar en una casa, digan primero: “¡Que descienda la paz sobre esta casa!”. Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes» (Lc 10,5-6). Hoy entro a esta casa que es Colombia diciéndoles, ¡La paz con ustedes! (Los jóvenes responden: “¡Y con tu espíritu!”). Así era la expresión de saludo de todo judío y también de Jesús. Porque

quise venir hasta aquí como peregrino de paz y de esperanza, y deseo vivir estos momentos de encuentro con alegría, dando gracias a Dios por todo el bien que ha hecho en esta Nación, en cada una de sus vidas […]. Han vivido momentos difíciles y oscuros, pero el Señor está cerca de ustedes, en el corazón de cada hijo e hija de este País. Él no es selectivo, no excluye a nadie, sino que abraza a todos; y todos, escuchen esto, todos somos importantes y necesarios para Él […] En este día les digo: mantengan viva la alegría, es signo del corazón joven, del corazón que ha encontrado al Señor. Nadie se la podrá quitar (cf. Jn 16,22), ¡Nadie! Les aconsejo: No se la dejen robar, cuiden esa alegría que todo lo unifica en el saberse amados por el Señor. Porque… ¿cómo habíamos dicho al principio? Todos: ¡Dios nos ama con amor de Padre! […] Ustedes, los jóvenes, tienen una sensibilidad especial para reconocer el sufrimiento de otros; los voluntariados del mundo entero se nutren de miles de ustedes que son capaces de resignar tiempos propios, comodidades, proyectos centrados en ustedes mismos, para dejarse conmover por las necesidades de los más frágiles y dedicarse a ellos. Pero también puede suceder que hayan nacido en ambientes don-

de la muerte, el dolor, la división han calado tan hondo que los hayan dejado medio mareados, como anestesiados por el dolor. Por eso yo quiero decirles: Dejen que el sufrimiento de sus hermanos colombianos los abofetee y los movilice. Ayúdennos a nosotros, los mayores, a no acostumbrarnos al dolor y al abandono, los necesitamos. Ayúdennos a esto, a no acostumbrarnos al dolor y al abandono [...]. Ustedes tienen la capacidad no sólo de juzgar, señalar desaciertos, sino también esa otra capacidad hermosa y constructiva: la de comprender. Comprender que incluso detrás de un error –porque hablemos claro, el error es error, y no hay que maquillarlo, ¿eh– y ustedes son capaces de comprender que detrás de un error hay un sinfín de razones, de atenuantes. ¡Cuánto los necesita Colombia para ponerse en los zapatos de aquellos que muchas generaciones anteriores no han podido o no han sabido hacerlo, o no atinaron con el modo adecuado para lograr comprender! A ustedes, jóvenes, a ustedes, jóvenes, les es tan fácil encontrarse. Y les hago una pregunta, aquí se encontraron todos, ¿desde qué hora están acá? ¿Ven que son valientes? (…) Les basta un rico café, un refajo o lo que sea, como excusa para suscitar el encuentro. También vuestra juventud los

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Calendario hace capaces de algo muy difícil en la vida: perdonar. Perdonar a quienes nos han herido; es notable ver cómo no se dejan enredar por historias viejas, cómo miran con extrañeza cuando los adultos repetimos acontecimientos de división simplemente por estar atados a rencores. Ustedes nos ayudan en este intento de dejar atrás lo que nos ofendió, de mirar adelante sin el lastre del odio, porque nos hacen ver todo el mundo que hay por delante, toda la Colombia que quiere crecer y seguir desarrollándose; esa Colombia que nos necesita a todos y que los mayores le debemos a ustedes. Y precisamente por esto enfrentan el enorme desafío de ayudarnos a sanar nuestro corazón, ¿lo decimos todos juntos? ¡Ayudarnos a sanar nuestro corazón! Es una ayuda que les pido: a contagiarnos la esperanza joven que siempre está dispuesta a darle a los otros una segunda oportunidad. Los ambientes de desazón e incredulidad enferman el alma, ambientes que no encuentran salida a los problemas y boicotean

Octubre

a los que lo intentan, dañan la esperanza que necesita toda comunidad para avanzar. Que sus ilusiones y proyectos oxigenen Colombia y la llenen de utopías saludables. Jóvenes, ¡sueñen! ¡muévanse! ¡arriésguense! miren la vida con una sonrisa nueva. Sólo así se animarán a descubrir el País que se esconde detrás de las montañas; el que trasciende titulares de diarios y no aparece en la preocupación cotidiana por estar tan lejos. Ese País que no se ve y que es parte de este cuerpo social que nos necesita: descubrir la Colombia profunda. Los corazones jóvenes se estimulan ante los desafíos grandes: ¡Cuánta belleza natural para ser contemplada sin necesidad de explotarla! ¡Cuántos jóvenes como ustedes precisan de su mano tendida, de su hombro para vislumbrar un futuro mejor! [...]. Fuente: www.eltiempo.com

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07. Nuestra Señora del Rosario. 08. 2016, muere la Hna. Rafaela Fornas, HSP. 09. 2014, aniversario de la muerte de la Hna. Mercedes Barriuso, HSP. 14. 1960, aprobación pontificia de la Sociedad Bíblica Católica Internacional. 15. 1995, Pías Discípulas del Divino Maestro en Toledo. 16. 2003, aniversario de la muerte de la Hna. Rosa Pivetta, HSP. 19. Memoria del beato Timoteo Giaccardo. 20. 2013, aniversario de la muerte del P. Agapito Aliende, SSP. 22. Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND). 28. 1943, las Pías Discípulas del Divino Maestro en Bilbao. 29. Solemnidad del Divino Maestro, Titular de las PDDM y del Instituto Jesús Sacerdote. 29. 2000, aniversario de la muerte de la Hna. Edita, PDDM. 31. Aniversario de la Dedicación de la Iglesia del Divino Maestro en Roma.

Noviembre

Diciembre

01. Solemnidad de Todos los Santos. 02. Solemnidad de Todos los Fieles Difuntos. 06. 1999, aniversario de la muerte del Hno. Aurelio García, SSP. 10. 2011, aniversario de la muerte de Óscar Prieto, ISF. 15. 2014, aniversario de la muerte del P. Tomás Larrauri, SSP. 25. Aniversario de la Dedicación del Templo de San Pablo en Alba. 26. Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. 26. Fiesta del beato Santiago Alberione, Fundador de la Familia Paulina. 29. Aniversario de la Dedicación del Santuario-Basílica menor Reina de los Apóstoles en Roma. 30. 1996, aniversario de la muerte del Hno. Miguel Alfaro Toledo, SSP.

08. Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. 08. Hijas de San Pablo en Madrid, calle San Bernardo. 11. 1987, el Canónigo Francesco Chiesa es declarado venerable. 13. 1978, aniversario de la muerte de la Hna. Graciela Justo, PDDM. 16. Comienza la Novena de Navidad. 18. 2008, aniversario de la muerte de la Hna. Epifania Bassi, HSP. 23. 1970, aniversario de la muerte de la Hna. Alicia Hierro Ruiz, HSP. 25. Solemnidad del Nacimiento del Señor. 31. Fiesta de la Sagrada Familia, Titular del Instituto Santa Familia.

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INSTITUTOS PAULINOS DE VIDA SECULAR CONSAGRADA

Cuando damos algo al Señor, le dovolvemos lo que Él mismo nos ha dado: energías, fuerza, corazón, la vida (A las Hijas de San Pablo, 48, pág. 571). Trabajar por una vocación quiere decir trabajar por todas las almas a las que hará bien esa determinada vocación que hemos ayudado (A las Apostolinas, 1958/1, pág. 73. La vocación religiosa y sacerdotal necesita especialmente cuidados para crecer y desarrollarse hasta llegar a la completa madurez (Boletín San Paolo, febrero 1961). El amor al apostolado es para todos signo verdadero y necesario de vocación y salvaguardia en el periodo de la juventud (Boletín San Paolo, Rosario 1946). Protasio Gómez, 15 28027 MADRID +34 917 425 113 institutos@sanpablo.es


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