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nĂşmero 186
enero-marzo en ner ero marz rzo 2019
Editorial
Intenciones del mes de la Conferencia Episcopal Española
Sumario Editorial: 3 El sínodo ha terminado Catequesis Paulina: Año nuevo: una página... 4 Como lo hizo san Pablo: "Mi vivir es Cristo" (Flp 1,21) 6 Ins tuto San Gabriel: Las etapas forma vas en el Ins tuto San Gabriel... 8 Ins tuto Virgen de la Anunciación: Donación y apostolado 10 Ins tuto Santa Familia: Familia: Dedicar más empo a estar juntos 12 Ins tuto Jesús Sacerdote: El sacerdote no es un funcionario 14 Calendario litúrgico propio 17 Páginas Marianas: Pablo VI la Virgen María 18 El Evangelio vivido: Ac tudes fundamentales... 20 Carta a los jóvenes 22 Vida Paulina 24 Calendario 27
Julio Enero Por la unidad de todos los creyentes en Cristo, para que pronto llegue el día en que las iglesias y comunidades eclesiales seamos uno como lo quiere el Señor.
Julio Febrero Por quienes sufren hambre y cualquier forma de pobreza, para que reciban la ayuda que necesitan y la riqueza sea justamente distribuida en el mundo.
Julio Marzo Por los jóvenes, para que escuchen la voz de Dios que les llama a una vocación a la vida consagrada o al sacerdocio y la Iglesia se vea enriquecida con abundantes ministros y testigos del Evangelio.
EL SÍNODO HA TERMINADO: SU FRUTO DEPENDE DE NOSOTROS
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l Después de casi un mes de debates, en los que participaron más de 300 cardenales, prelados, sacerdotes, religiosos, expertos y jóvenes, el 28 de octubre concluyó el Sínodo de los Obispos sobre la juventud con la Misa que ofició el papa Francisco en la Basílica de San Pedro del Vaticano. El Documento final, que votaron y aprobaron los 249 obispos, bastante denso, pero de rico contenido, tiene tres partes, doce capítulos, 167 párrafos y 60 páginas. Es muy probable que en un próximo futuro sirva de documento base al Santo Padre para una Exhortación sobre los jóvenes. Entre los muchos aspectos que se podrían subrayar, cabe destacar los siguientes: En primer lugar, el Documento examina el contexto en que viven los jóvenes, destacando sus puntos fuertes y sus desafíos. Los jóvenes quieren ser “escuchados, reconocidos, acompañados” y desean que su voz sea “considerada interesante y útil en el campo social y eclesial”. La Iglesia no siempre ha tenido esta actitud, reconoce el Sínodo: a menudo los sacerdotes y los obispos, sobrecargados de trabajos y compromisos, tienen dificultad para encontrar tiempo de escucha. De ahí la necesidad de preparar, juntamente con ellos, a laicos, hombres y mujeres, que sean capaces de acompañar a las jóvenes generaciones. Además, ante fenómenos como la globalización y la secularización, los jóvenes se encaminan hacia un descubrimiento de Dios y de la espiritualidad, y esto debe ser un estímulo para que la Iglesia recupere la importancia del dinamismo de la fe. El Sínodo ha concluido, muy bien aceptado por la mayoría, pero con dudas y recelos por parte de otros. Lo que realmente hace falta ahora, después de tanto trabajo realizado en las fases previas y en el aula sinodal, es que llegue a producir los frutos que todos deseamos, sobre todo los jóvenes, que son el presente y el futuro de la Iglesia. Como se puede decir, de otras realidades, el Sínodo ha terminado, pero en realidad empieza ahora. Los frutos que pueda producir dependen en gran parte de nosotros. ANTONIO MAROÑO PENA, SSP
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Catequesis paulina
AÑO NUEVO: UNA PÁGINA EN BLANCO QUE DIOS NOS OFRECE
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l día 1 de enero comienza el nuevo año civil (litúrgicamente ya lo hizo el primer Domingo de Adviento). Como todo comienzo, sugiere en nuestra mente una página en blanco que se nos ofrece para: “olvidando lo que queda atrás, lanzarnos hacia adelante” (Flp 3,13). Es el momento de corregir los errores (en lo posible) e imbuirnos de nuevas ilusiones para que nuestra vida sea más acorde con lo que creemos y deseamos ser. Y no se trata aquí de proyectos humanos (que puede haberlos, siempre que no estorben lo fundamental de nuestra vida: el espíritu), sino de plantearnos seriamente si estamos actuando en coherencia con nuestra vida trascendental. Y al hacernos este planteamiento de comienzo de año, vienen a nuestra mente, como un buen programa, las palabras de la primera Encíclica del papa Be4 Alégrate
nedicto XVI, para ahondar más en el conocimiento y seguimiento de Cristo: Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano –y más el consagrado-, la opción fundamental de su vida. “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (Benedicto XVI. “Deus Caritas est”, intr.1). ¿Conocemos de verdad a Cristo? ¿Tratamos de profundizar en ese conocimiento? ¿Es Cristo para nosotros el eje y sentido de nuestra vida? La respuesta a estas preguntas está en la línea de la que planteó el mismo Jesús a sus apóstoles: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mt 16,15).
Todos nosotros tenemos, en mayor o en menor medida, un conocimiento de Cristo. Este conocimiento a algunos nos ha llevado a dar un paso más y aceptarle como Señor de nuestras vidas. Ahora bien, en cuanto a nosotros como consagrados, los que hemos llegado a ese conocimiento, que nos ha llevado a aceptarle, ¿cuál es realmente el grado de conocimiento que tenemos de Él en nuestra vida? ¿Estamos seguros de que verdaderamente hemos crecido en su conocimiento? Es más, ¿seguimos creciendo? ¿O tal vez nos hemos quedado a medias, nos hemos acomodado y estamos viviendo nuestra vida consagrada con un conocimiento parcial e incompleto, de Cristo? Sólo hay una forma de agradarle y es creciendo en este conocimiento. Creciendo, en primer lugar, para llegar a saber cómo era Él; cuál era su carácter, sus sentimientos. No se puede imitar lo que no se conoce y no podremos identificarnos con quien no conocemos en profundidad. En segundo lugar: creciendo para que podamos saber qué es lo que Él quiere de nosotros y como nosotros podemos, no sólo alcanzarlo sino también mantenerlo, desarrollarlo. Y en tercer lugar creciendo para que podamos vivir la vida digna y gloriosa que Dios quiere para nosotros. Muchas veces sólo nos acordamos de que en Cristo tenemos
vida eterna, y nos olvidamos de que no sólo promete vida eterna, sino también vida abundante; no en el sentido material, sino en el sentido de nuestra realización plena, realización que se consigue cuando nuestro gozo es permanente a pesar de que las circunstancias no nos sean siempre favorables: - cuando nuestra paz interior no depende de lo que ocurre en nuestro exterior, - cuando nuestra paciencia es capaz de perdonar hasta setenta veces siete, cuando nuestra bondad nos lleva incluso a negarnos a nosotros mismos por amor a los demás, -cuando nuestra benignidad es capaz de renunciar a lo que en derecho nos corresponde, por amor a Dios; cuando nuestra fe sigue anclada en la Roca -que es Cristo-, a pesar de todas las turbulencias de la vida, - y cuando nuestro amor todo lo sigue sufriendo, todo lo sigue soportando y todo lo sigue esperando. Esta es la vida en abundancia, que se desborda a raudales inundando todas las áreas de nuestra vida; la que Dios nos ofrece y que sólo iremos experimentando en la medida en que vayamos creciendo en el conocimiento de Cristo.
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Como lo hizo san Pablo
“MI VIVIR ES CRISTO” (Flp 1,21)
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ada vez que leo el encabezamiento de este artículo, me repito, una y otra vez: como lo hizo San Pablo… y siento que nuestra responsabilidad y meta como miembros de la Familia Paulina, como discípulos del gran Apóstol, es muy elevada y comprometida: como lo hizo San Pablo. En Pablo no hay retrocesos, ni cobardías, ni medias tintas. Cuando Pablo se entrega a Cristo lo hace en totalidad. Esa es la meta que se nos plantea, a la que aspiramos y a la que nos hemos comprometido. Pablo no pone como prioridad la acción, sino el llegar a que Cristo viva en él; cuando logre esto, todo su apostolado será eficaz y productivo porque será Cristo quien actuará en Pablo, y cuanto realice 6 Alégrate
el Apóstol será en comunión con Cristo. Esto es lo que a veces olvidamos. Tenemos grandes proyectos, ideales; pensamos que podemos y hemos de hacer grandes cosas en servicio de Cristo; pero olvidamos lo esencial, lo primordial: “es Cristo quien vive en mí” (Gal 2,20). Que mi vivir y actuar sea en Cristo y con Cristo. Para ello necesitamos una vida de intensa y constante oración; una comunicación íntima, confiada y oyente con el Señor. Necesitamos, más que hablar, escuchar. Vamos ante el Señor y le contamos nuestras ideas; pero acaso le preguntamos: ¿qué es lo que tú quieres, Señor? Porque, haciéndolo así, le daremos a Cristo el papel que le corresponde
en nuestra vida, le dejaremos que sea en realidad: nuestro Camino, nuestra Verdad y nuestra Vida; y entonces, sí que será nuestro vivir Cristo. Sí que será eficaz toda nuestra acción. En la carta a los Efesios, Pablo escribe: “el designio de Dios es recapitular todas las cosas en Cristo” (Ef 1,10). Este «designio de benevolencia» no ha quedado, por decirlo así, en el silencio de Dios, en la altura de su Cielo, sino que Él lo ha dado a conocer entrando en relación con el hombre a quien no sólo ha revelado algo, sino a Sí mismo a través de su Hijo divino. Esta comunión en Cristo por obra del Espíritu Santo, ofrecida por Dios a todos los hombres, es la realización de las aspiraciones más profundas del ser humano, de aquel deseo de infinito y de plenitud que alberga en lo íntimo de cada uno, y que nos abre a una felicidad, no momentánea y limitada, sino eterna. Por eso, cuando Pablo llegue al final de su vida, cuando Cristo ya será en él TODO, podrá decir: “Para mí, la vida es Cristo” (Flp 1,21), al punto que se siente apremiado por estar definitivamente con Cristo; porque todo lo demás lo considera sin valor en comparación de tener a Cristo. "Lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo. Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo
por basura para ganar a Cristo" (Flp 3,7-8). Admiramos el ardor apostólico y evangelizador de San Pablo, siempre movido por el Señor y ponién-dolo como punto central de toda su actuación apostólica. Pero todo ello nacía de esa identificación profunda con Jesucristo. No podemos dar lo que no tenemos; si queremos dar a Cristo, tenemos que estar inmersos en Él; pensar, sentir y amar como Cristo. Como sarmientos unidos a la vid, sabemos que solo a partir de esta unión con Cristo es posible recibir la vida que Él nos comunica, y así tam-bién darla. Así es como quiere Jesús que le sigamos: EN TOTALIDAD, EN IDENTIFICACIÓN CON ÉL. Quiere un se-guimiento radical, nunca a medias, a temporadas o como las circunstancias me sugieran. Pablo ex-plica de esta forma su proceso de conversión, en cuyo centro está el encuentro con el Señor que ha transformado radicalmente su vida. ¿Y nosotros?... COMO LO HIZO SAN PABLO. Y ¿qué mejor identificación con Cristo que la que nos ofrece la Eucaristía? ¡Comulgar su Cuer-po y su Sangre, y llegar a ser una sola cosa con Él!
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Instituto San Gabriel Arcángel
LAS ETAPAS FORMATIVAS EN EL INSTITUTO SAN GABRIEL ARCÁNGEL / 1
EL NOVICIADO El noviciado es indudablemente fundamental en el íter formativo del novicio: está destinado a conseguir que el novicio tome mejor conciencia de la vocación con la que el Señor le llama a seguirlo, y pueda experimentar personalmente el estilo de la vida propia del Instituto.
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a hemos dicho que puede ser miembro del Instituto San Gabriel Arcángel el joven que tenga vocación para tal Instituto, sintiéndose movido por una recta intención, el deseo sincero de alcanzar la santidad mediante la práctica de los consejos evangé-
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licos y la entrega a las obras apostólicas específicas. Después de un período de al menos un año en el que el joven y los responsables del Instituto tengan el modo de conocerse recíprocamente para verificar las intenciones vocacionales, la vida en
el Instituto comienza con el noviciado (cf CDC 646). El noviciado es indudablemente fundamental en el íter formativo: está destinado a conseguir que el novicio tome mejor conciencia de la vocación con la que el Señor le llama a seguirlo, y pueda experimentar personalmente el estilo de la vida propia del Instituto. Al mismo tiempo, los responsables de la formación pueden verificar su idoneidad y sus reales intenciones. Responsable de la formación de los novicios es un sacerdote de la Sociedad de San Pablo, nombrado como Delegado Provincial. El joven entra en el noviciado después de haber hecho el curso de Ejercicios Espirituales organizado por el Instituto: en tal ocasión, recibe un ejemplar del Estatuto y el libro del Evangelio, para que conforme su vida con la Palabra de Jesús Maestro. El tiempo del noviciado, que empieza en el momento de la inscripción de los novicios en el Libro del noviciado, es de dos años. En caso de que el joven no se vea suficientemente preparado para emitir la primera profesión, el noviciado se puede prolongar, por no más de un año, por el Delegado Provincial. Durante el noviciado, el candidato se empeña cada día en participar en la celebración eucarística; dedica un tiempo a la meditación de la Palabra de Dios y de los escritos del Fundador; se une a la ora-
ción de la Iglesia con la Liturgia de las Horas, especialmente Laudes y Vísperas; cultiva la relación con la Santísima Virgen mediante el rezo del Santo Rosario; y busca el modo de recortar una parte de su tiempo para dedicarlo a la adoración eucarística. Además, en el curso del mes deberá acercarse al Sacramento de la Reconciliación, y participará en el retiro espiritual de su grupo, ocupándose también del estudio propuesto para tal ocasión. Todas estas expresiones de oración y de estudio están orientadas a ayudar al joven a entrar mejor en una relación viva con la Persona de Jesús Maestro. En otras palabras, es necesario que el novicio no se sienta satisfecho con la sola fidelidad a los compromisos expresados: ¡es la Persona del Maestro la que deberá ocupar y llenar cada vez más su mente, su corazón y su voluntad! El novicio, finalmente, no dejará de presentar periódicamente al Delegado Provincial una relación (oral o escrita) sobre la marcha de su camino formativo.
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Instituto Virgen de la Anunciación
Donación y apostolado
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s un momento preciosísimo, el momento que sigue a la comunión, cuando Jesús está en lo íntimo de nuestro ser. Entonces hacerle nuestras confidencias a Él; escuchar, abrir siempre en oído del corazón para oír sus inspiraciones y para ofrecer a él nuestro corazón, los propósitos de estos días santos. Ciertamente las horas mejores de la jornada son las primeras de la mañana. “Deus, Deus meus es: te sitit anima mea”: Señor, Señor mi Dios, el dueño de mi corazón; mi alma tiene sed de ti (Salmo 63,2). Uno de los muchos signos evidentes es el de organizar por la ma10 Alégrate
ñana la propia jornada; y esto es levantarse pronto por la mañana, acostarse pronto en la noche para reposar cuanto es necesario, pero levantarse pronto por la mañana para dedicar nuestros pensamientos, nuestros propósitos en la jornada por transcurrir. Amar al Señor con toda la mente; obtener este gran amor que ya han deseado estos días. Así es, que la mente no tenga frivolidades por pensamientos; que el corazón no sea un errante en la vida, sino orientado, sea de Dios, de su Paraíso; que la voluntad sea conforme a la de Dios: se haga la voluntad de Dios así en el cielo como
en la tierra, por mí; esto es, que yo haga tu voluntad, oh Señor, así de bien como la hacen los Ángeles en el cielo. El amor con toda la mente, con todo el corazón, con todas las fuerzas, con toda el alma, como ha dicho Jesús. Y si quieren ser enteramente de Jesús, siempre de Jesús, es necesario purificar su ser y orientar la vida totalmente hacia Dios y no sólo en general, sino en particular, esto es por este año. Cuando regresen a los ejercicios, revisarán si el corazón, en el transcurso del año, ha estado siempre más orientado no hacia el yo, o sea el egoísmo, sino hacia Dios; si Dios, es decir, si nos sustituye y se convierte en nuestro amor. Pero además de este gran amor hacia Dios está el segundo mandamiento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Esto quiere decir: hacer a los otros lo que razonablemente quisiéramos que nos fuera hecho a nosotros, y no hacer a los otros lo que razonablemente no quisiéramos que nos fuera hecho a nosotros. Este amor al prójimo puede ser al mínimo, o sea no ofender al prójimo ni con los pensamientos, ni con sentimientos de envidia u otro, ni con las palabras, ni con las obras. No hacer el mal es lo mínimo. Hacer el bien es el aspecto positivo, es decir hacer apostolado. Cuando hay amor hacia el prójimo, se desea hacer al prójimo el bien que el Señor nos ha dado a nosotros, se desea para todos el Paraíso como los espera-
mos para nosotros sinceramente, es decir, la vida eterna. Y como somos ayudados desde niños para tener la gracia de Dios, así ayudar a las almas. La mujer está asociada al celo sacerdotal. El sacerdote es para las almas, la mujer está asociada al celo sacerdotal. En este libro abarqué el hablar de las almas consagradas a Dios, que están asociadas al celo sacerdotal. Si en este momento tienen mucha luz, puedo decir también estas palabras, o sea: María Virgen, lo dijo el Ángel, es madre, se arriesgó a ser la madre de Dios: virgen y madre de las almas. ¿Se sienten (capaces) de llegar a este apostolado? ¿Es decir conservar la pureza del corazón, la virginidad, en los pensamientos, en los sentimientos, en las acciones, en las palabras, y ser madres de almas? La mujer nunca perderá el espíritu de maternidad si no es corrompida desde el interior, desde el más pequeño grado. La mujer tiene espíritu maternal como quiera que sea, incluso si consagra totalmente a Dios su ser. El espíritu maternal es elevado con la consagración. Se deja una familia, es para tener una familia más grande de almas. Y este es el apostolado de la mujer, ser madre de almas.
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Instituto Santa Familia
FAMILIA: DEDICAR MÁS TIEMPO A ESTAR JUNTOS
“Cuando las redes sociales entran en órbita, cuando en la mesa en vez de hablar en familia, cada uno está con el teléfono”, la situación se vuelve peligrosa, “porque te saca de lo concreto de la familia y te lleva a una vida gaseosa, abstracta, sin consistencia”, dijo el Papa.
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urante la Fiesta de las Familias en Dublín (Irlanda) y tras escuchar el testimonio de una familia proveniente de la India, el Papa Francisco pidió a padres e hijos de12 Alégrate
dicar más tiempo a estar juntos y menos al uso de la tecnología. “Quizás la historia de Ted y Nisha puede ayudar a todas las familias a que se pregunten sobre
la necesidad de reducir el tiempo que se dedica a estos medios tecnológicos, y de pasar más tiempo de calidad entre ellos y con Dios”, dijo el Papa. En el evento, realizado en el marco del Encuentro Mundial de las Familias, la familia de Nisha y Ted, procedente de Mumbai (India), presentó su testimonio para animar a padres e hijos a reflexionar sobre el tiempo que invierten en usar los aparatos tecnológicos, para que no afecten al encuentro y comunicación necesario entre los miembros del hogar. En su discurso, el Santo Padre advirtió que “cuando las redes sociales entran en órbita, cuando en la mesa en vez de hablar en familia, cada uno está con el teléfono”, la situación se vuelve peligrosa, “porque te saca de lo concreto de la familia y te lleva a una vida gaseosa, abstracta, sin consistencia”. “Estén atentos a esto. Recuerden la historia de Ted y Nisha que nos enseñan a usar bien las redes sociales”, agregó. Por otro lado, el Pontífice dijo que esta familia ha ayudado a comprender “que las redes sociales no son necesariamente un problema para las familias, sino que pueden ayudar a construir una ‘red’ de amistades, solidaridad y apoyo mutuo”. “Las familias pueden conectarse a través de Internet y beneficiarse de ello. Las redes sociales
pueden ser beneficiosas si se usan con moderación y prudencia. Por ejemplo, vosotros, que participáis en este Encuentro Mundial de las Familias, formáis una ‘red’ espiritual y de amistad, y las redes sociales os pueden ayudar a mantener este vínculo y extenderlo a otras familias en muchas partes del mundo”, añadió. El Papa Francisco afirmó que la tecnología es importante, pero pidió “que estos medios no se conviertan en una amenaza para la verdadera red de relaciones de carne y hueso, aprisionándonos en una realidad virtual y aislándonos de las relaciones auténticas que nos estimulan a dar lo mejor de nosotros mismos en comunión con los demás”. En la “Fiesta de las Familias”, que también tuvo lugar en Dublín, el Papa aseguró que “el Evangelio de la familia es verdaderamente alegría para el mundo”, pues en la familia “siempre se puede encontrar a Jesús. Él vive allí, en simplicidad y pobreza, como lo hizo en la casa de la Sagrada Familia de Nazaret”.
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Instituto Jesús Sacerdote
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EL SACERDOTE NO ES UN FUNCIONARIO El sacerdote secular no es un funcionario en la Iglesia. Toda su vida experimenta un incurable anhelo con Dios, de Dios y por Dios.
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l vive apasionadamente lo que expresaba san Agustín: “Nos hiciste para ti, Señor, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en ti”. Todo esto es lo más opuesto al funcionariado. Hay que prestar especial atención a un cierto anhelo o añoranza que surge cuando desaparecen las primeras gracias sensibles, y que no es tanto la añoranza de Dios como la nostalgia de dichas gracias; lo cual puede hacernos pensar equivocadamente que Dios se ha alejado de nosotros por el mero hecho de que hayamos perdido aquel sentimiento de su cercanía que tuvimos en otro momento, constituyendo así un elemento de distorsión que puede impedir la respuesta generosa a la acción de Dios. Esto nos permite realizar un importante discernimiento que consiste en comprobar si realmente buscamos de verdad a Dios, y no solamente los afectos sensibles o el impulso apostólico. Es necesario que la búsqueda de Dios, solo y por encima de todo, sea el deseo exclusivo que fundamenta la vida del sacerdote; un deseo activo que exige responder con todo el corazón a una llamada en la que Dios ha puesto todo el corazón. Este anhelo produce una sorprendente lejanía y distancia respecto de las preocupaciones y de los valores por los que la mayoría de la gente se afana. Es un ansia
de Dios que hace que uno se sienta extraño a los hombres, como expresaba gráficamente Moisés en el desierto: «Soy peregrino en tierra extraña» (Ex 2,22). No se trata de un distanciamiento deliberado y egoísta del mundo y del prójimo, sino la consecuencia natural de la irrupción de Dios en nuestra vida, que hace que todo lo que no es él quede relativizado. Es una gracia por la que Dios nos impulsa con fuerza a la entrega de amor al prójimo, pero sin ninguna necesidad egocéntrica de compensación. Esto se experimenta como una gozosa libertad frente a todo lo humano, aunque, a la vez, se vive con el paradójico dolor que supone la permanente tensión creada por la necesidad de entregarse a los demás y la constatación de que ni esa entrega ni nada, fuera de Dios, podrá llenar el alma plenamente. Esta experiencia es reflejo de la luz interior que transforma el alma y realiza un cambio interior de mirada y de actitudes, llevándonos a la verdadera libertad la del amor divino que nos hace amar a todo y a todos sin estar apegados a nada ni a nadie. Se trata de un cambio que se produce sin ningún esfuerzo por nuestra parte y que nos llena de admiración, alegría y paz, signos claros de la autenticidad de la transformación realizada por Dios; aunque el asombro inicial irá desapareciendo a medi-
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da que se acepte el proceso espiritual y se avance en él. Todo esto suscita en el sacerdote un deseo constante de soledad y de oración que le hace sentirse permanentemente insatisfecho con el tiempo dedicado a Dios, aunque su oración sea árida o dolorosa. Este deseo es uno de los frutos de la gracia que corresponde al llamamiento del Señor a “orar siempre, sin desfallecer” (Lc 18,1). Se trata de un anhelo que mueve a la oración y lleva a aceptarla incondicionalmente, abrazando un modo de orar que se va haciendo cada vez más silencioso y «pasivo», pero al mismo tiempo resulta más irrenunciable, porque constituye el momento en el que uno se siente más uno mismo, más vivo y verdadero. Con esta llamada o vocación contemplativa surge desde lo más profundo del corazón un deseo intenso de amor a Jesucristo, que mueve a buscar una plena identificación con él, con su misión y con los valores que él vive. Se trata de un amor apasionado e incondicional, que va de la mano del descubrimiento de Cristo como persona, como un Tú, como alguien vivo que está dentro de uno mismo y es más real que todo lo real. Es un verdadero enamoramiento de Jesucristo, que lo coloca en el centro de la propia vida, como expresa san Pablo: “Todo eso que para mí era ganancia, lo consideré pérdida a causa de Cristo. Más aún: todo lo 16 Alégrate
considero pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo” (Flp 3,78). Este amor apasionado a Jesucristo, que lleva a la plena identificación con él, es el fundamento y la meta de toda vida contemplativa; por lo cual nunca hemos de consentir que se convierta en un medio para ninguna otra cosa, aunque sea un fin tan santo como vivir evangélicamente o dar testimonio cristiano, puesto que es un fin en sí mismo. A Jesucristo hay que amarle en sí mismo, por lo que es; nunca como medio para algo, por bueno que sea. Es más, todo lo que se haga tiene que ser medio para crecer en la relación personal de amor con él. Frente al enamoramiento de Cristo está lo más opuesto: la funcionalidad. Seamos enamorados de Cristo no funcionarios.
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CALENDARIO LITÚRGICO PROPIO de la Familia Paulina / 2019 25 de marzo Anunciación del Señor. Titular del Instituto Virgen de la Anunciación. Solemnidad. 12 de mayo Jesús Buen Pastor. Titular de las Hermanas de Jesús Buen Pastor (Pastorcitas). Fiesta. 8 de junio Reina de los Apóstoles. Titular de la Congregación Reina de los Apóstoles para las vocaciones (Apos tolinas) y del Santuario/Basílica de la Reina de losApóstoles en Roma. Solemnidad en el Santuario y para las Apostolinas. 30 de junio San Pablo Apóstol. Patrono de la Familia Paulina. Titular de la Sociedad de San Pablo y de las Hijas de San Pablo. Solemnidad. 3 de sept. Virgen María, Madre del Buen Pastor. Fiesta para las hermanas de Jesús Buen Pastor. Memoria para los demás Institutos. 4 de sept. San Gregorio Magno, papa y doctor de la Iglesia. Memoria (del día 3 de septiembre). 29 de sept. Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Titular del Instituto San Gabriel Arcángel (Gabrielinos). Fiesta. 19 de oct. Beato Timoteo Giaccardo. Primer sacerdote Paulino. Memoria. 27 de oct. Nuestro Señor Jesucristo Divino Maestro. Titular de las Hnas. Pías Discípulas del Divino Maestro y del Instituto Jesús Sacerdote. Solemnidad. 31 de oct. Dedicación de la Iglesia de Jesús Divino Maestro en Roma. Solemnidad en la misma. 25 de nov. Dedicación de la Iglesia de San Pablo en Alba. Solemnidad en la misma. 26 de nov. Beato Santiago Alberione, sacerdote, fundador de la Familia Paulina. Fiesta. 20 de nov. Dedicación del Santuario/Basílica Reina de los Apóstoles en Roma. Solemnidad en el Santuario. 29 de dic. Sagrada Familia de Jesús María y José. Titular del Instituto Santa Familia. Fiesta. Alégrate 17
Páginas Marianas
PABLO P ABLO V VII Y L LA A VIRGEN V IRGEN MARÍA MARÍA
n sus documentos siempre ha tenido presente a María, incluso escribió, entre sus Encíclicas, la Christi Matri. En este escrito, el Papa Pablo VI concluye implorando a la Madre de Dios que mire “con maternal clemencia, Beatísima Virgen, a todos tus hijos. Atiende a la ansiedad de los sagrados pastores que temen que la grey a ellos confiada se vea lanzada en la horrible tempestad de los males; atiende a las angustias de tantos hombres, padres y madres de familia que se ven atormentados por acerbos cuidados, solícitos por su suerte y la de los suyos. Mitiga las mentes de los que luchan y dales “pensamientos de paz”; haz que Dios, vengador de las injurias, movido a misericordia, 18 Alégrate
restituya las gentes a la tranquilidad deseada y los conduzca a una verdadera y perdurable prosperidad”. También está la Encíclica Mense Maio, donde invita a rezar a la Virgen María, donde además pide que “no dejéis de inculcar con todo cuidado la práctica del Rosario, la oración tan querida a la Virgen y tan recomendada por los Sumos Pontífices, por medio de la cual los fieles pueden cumplir de la manera más suave y eficaz el mandato del Divino Maestro: “Petite et dabitur vobis, quaerite et invenietis, pulsate et aperietur vobis” (Pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y os abrirán) (Mt.7,7). Incluso en su Encíclica Ecclesiam Suam, donde habla
del mandato de la Iglesia en el mundo contemporáneo, una parte está dedicada al culto a María, y destaca que es Ella “el modelo de la perfección cristiana, el espejo de las virtudes sinceras, la maravilla de la verdadera humanidad”. Dice, además, que “creemos que el culto a María es fuente de enseñanzas evangélicas: en nuestra peregrinación a Tierra Santa, de Ella que es la beatísima, la dulcísima, la humildísima, la inmaculada criatura, a quien cupo el privilegio de ofrecer al Verbo de Dios carne humana en su primigenia e inocente belleza, quisimos derivar la enseñanza de la autenticidad cristiana, y a Ella también ahora volvemos la mirada suplicante, como a amorosa maestra de vida, mientras razonamos con vosotros, Venerables Hermanos, de la regeneración espiritual y moral de la vida de la Iglesia”. En su exhortación apostólica Marialis Cultus, dedicada para la recta ordenación y desarrollo del culto a María, Pablo VI subraya que “la santidad ejemplar de la Virgen mueve a los fieles a levantar "los ojos a María, la cual brilla como modelo de virtud ante toda la comunidad de los elegidos".
Aquí menciona, además, la Virtudes sólidas de María: “evangélicas: la fe y la dócil aceptación de la palabra de Dios, la obediencia generosa (cf. Lc 1, 38); la humildad sencilla (cf. Lc 1, 48); la caridad solícita (cf. Lc 1, 39-56); la sabiduría reflexiva (cf. Lc 1, 29.34; 2, 19. 33. 51); la piedad hacia Dios, pronta al cumplimiento de los deberes religiosos (cf. Lc 2, 21.22-40.41), agradecida por los bienes recibidos (Lc 1, 4649), que ofrecen en el templo (Lc 2, 22-24), que ora en la comunidad apostólica (cf. Act 1, 12-14); la fortaleza en el destierro (cf. Mt 2, 13-23), en el dolor (cf. Lc 2, 34-35.49; Jn 19, 25); la pobreza llevada con dignidad y confianza en el Señor (cf. Lc 1, 48; 2, 24); el vigilante cuidado hacia el Hijo desde la humildad de la cuna hasta la ignominia de la cruz (cf. Lc 2, 1-7; Jn 19, 25-27); la delicadeza provisoria (cf. Jn 2, 1-11); la pureza virginal (cf. Mt 1, 18-25; Lc 1, 26-38); el fuerte y casto amor esponsal. De estas virtudes de la Madre se adornarán los hijos que, con tenaz propósito contemplan sus ejemplos para reproducirlos en la propia vida. ACI PRENSA
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El Evangelio Vivido
ACTITUDES FUNDAMENTALES ANTE EL EVANGELIO
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ace tiempo, en un Estudio del Evangelio con un sacerdote, el Evangelio era el mismo correspondía al Domingo en el que me disponía a realizar este artículo: Marcos 10, 35-40. Y por si encontraba algo que nos ayudase de nuevo, estuve releyendo lo que allí se trató. La última persona que in20 Alégrate
tervino fue el sacerdote, y me sorprende su comentario, ya que no es tanto de la Palabra propuesta, como de la disposición de escucha y acogida cuando vayamos a Ella. Fue una crítica muy buena a las aportaciones del grupo: notas muy concretas, respuestas a lo que se puso en común y que pueden servir siempre:
Leemos el Evangelio en la fe, y desde la fe de una Comunidad, dentro de una Iglesia animada por el Espíritu Santo, que no nos dará fórmulas, sino un sentido profundo a nuestra vida y a nuestra existencia. Se trata de entrar en el Evangelio, en un Evangelio que transforma, sin quedarse sólo en la superficie, en lo que hace Jesús, sino que hay que entrar en las corrientes profundas de su Corazón: en contemplarle largamente, sin prisas, tomando conciencia ante quien estamos. Por eso, en los textos hay que detenerse sobre quién es Jesús, profundizar en su persona. Hay que pararse para poder conocerle, contemplar en el Espíritu Santo, pues se corre el riesgo de convertir el Estudio del Evangelio en una moral o en una ideología. Hay que experimentar la salvación de Jesucristo, su divinidad. No se trata sólo de imitar a Jesucristo. La fe no se puede reducir a imitarle en sus actitudes. Es algo más. Es acoger un don que es Él mismo, y para ello hay que conocerle como persona.
La Salvación viene de fuera, no de nuestras fuerzas y posiciones. Hay que tener en cuenta algo muy importante: nuestra fe es vivir en Jesucristo con nuestra debilidad y la realidad propia. Por tanto, no salir decididos a hacer algo con sólo nuestras fuerzas, pues únicamente de Él viene la fuerza. Hemos de guardar silencio para descubrir la trascendencia, la gratuidad de Dios. No nos encontramos con un hombre, sino con el Hombre-Dios. Él nos acoge en su seno, en cada momento se preocupa como darnos la vida, aunque la forma puede ser distinta para cada uno. Las siguientes preguntas pueden orientar en cualquier estudio del Evangelio: - ¿Qué me revela este texto de Jesucristo en cuanto Hijo de Dios y en cuanto hombre? - Actualidad de Jesucristo hoy en su Iglesia. - ¿Cómo puedo hacerlo realidad hoy en mi vida o cómo quiere Cristo hacerlo realidad hoy? MARI MUÑOZ, ISVA
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Carta a los jóvenes
CARTA A LOS JÓVENES DEL MUNDO
Sinodales escriben así a los jóvenes de todo el munLosdo:NosPadres dirigimos a vosotros, jóvenes del mundo, nosotros como padres sinodales, con una palabra de esperanza, de confianza, de consuelo. En estos días hemos estado reunidos para escuchar la voz de Jesús, “el Cristo eternamente joven” y reconocer en Él vuestras muchas voces, vuestros gritos de alegría, los lamentos, los silencios. Conocemos vuestras búsquedas interiores, vuestras alegrías y esperanzas, los dolores y las angustias que os inquietan. Deseamos que ahora podáis escuchar una palabra nuestra: queremos ayudaros en vuestras alegrías para que vuestras esperanzas se transformen en ideales. Estamos seguro que estáis dispuestos a entregaros con vuestras ganas de vivir para que vuestros sueños se hagan realidad en vuestra existencia y en la historia humana. Que nuestras debilidades no os desanimen, que la fragilidad y los pecados no sean la causa de perder vuestra confianza. La Iglesia es vuestra madre, no os abandona y está dispuesta a acompañaros por caminos nuevos, por las alturas donde el viento del Espíritu sopla con más fuerza, haciendo desaparecer las nieblas de la indiferencia, de la superficialidad, del desánimo. Cuando el mundo, que Dios ha amado tanto hasta darle a su Hijo Jesús, se fija en las cosas, en el éxito inmediato, en el placer y aplasta a los más débiles, vosotros debéis ayudarle a levantar la mirada hacia el amor, la belleza, la verdad, la justicia. Durante un mes hemos caminado juntamente con algunos de vosotros y con muchos otros unidos por la oración y el afecto. 22 Alégrate
Deseamos continuar ahora el camino en cada lugar de la tierra donde el Señor Jesús nos envía como discípulos misioneros. La Iglesia y el mundo tienen necesidad urgente de vuestro entusiasmo. Haceos compañeros de camino de los más débiles, de los pobres, de los heridos por la vida. Sois el presente, sed el futuro más luminoso. VATICANO, SÍNODO DE LOS OBISPOS 2018
Cuando el mundo, que Dios ha amado tanto hasta darle a su Hijo Jesús, se fija en las cosas, en el éxito inmediato, en el placer y aplasta a los más débiles, vosotros debéis ayudarle a levantar la mirada hacia el amor, la belleza, la verdad, la justicia.
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Vida Paulina
FIESTA DEL BEATO ALBERIONE l pasado 26 de noviembre, una amplia representación de E las diversas ramas de la Familia Paulina, con residencia en Madrid, nos hemos dado cita en la Casa Provincial de la So-
l pasado 26 de noviembre, una amplia representación de E las diversas ramas de la Familia Paulina, con residencia en Madrid, nos hemos dado cita en la Casa Provincial de la So-
ciedad de San Pablo para celebrar un año más, con gratitud y alegría, la Fiesta de nuestro Fundador. Ha sido un encuentro muy grato, que a todas y a todos nos ha ayudado a renovar nuestros compromisos apostólicos, espirituales y comunitarios, y a seguir procurando nuevos objetivos. El P. Antonio Maroño, que presidió la Eucaristía, partiendo de los textos bíblicos correspondientes a la Fiesta, subrayó que el beato Santiago Alberione ha sabido colocar a Dios y su Palabra, no solo en el mismo centro de sus inquietudes, de su vida espiritual y apostólica, sino también, y sobre todo, en el mismo centro de su alma y de su corazón. “Lejos de pensar en sí mismo”, dijo el P. Maroño, “de procurarse satisfacciones humanas, incluso legítimas, se volcó en su vocación sacerdotal para entregarse por completo a la causa de Dios y de la Iglesia por la salvación de las almas. Y así, teniendo como base de todo una profunda vida espiritual, sacerdotal y religiosa, se hizo fecundo en obras, entre las que destaca, de manera especial, su obra de Fundador, concretada en la Familia Paulina, con sus diez ramas. Cada una de ellas con algunas características propias, pero todas ellas claramente orientadas a la santificación de sus miembros y al anuncio del Evangelio con todos los medios de comunicación social, utilizando sus propios lenguajes”. De su implicación y de su compromiso, todos tenemos mucho que aprender.
ciedad de San Pablo para celebrar un año más, con gratitud y alegría, la Fiesta de nuestro Fundador. Ha sido un encuentro muy grato, que a todas y a todos nos ha ayudado a renovar nuestros compromisos apostólicos, espirituales y comunitarios, y a seguir procurando nuevos objetivos. El P. Antonio Maroño, que presidió la Eucaristía, partiendo de los textos bíblicos correspondientes a la Fiesta, subrayó que el beato Santiago Alberione ha sabido colocar a Dios y momentos de lacentro celebración su Palabra, noDos solo en el mismo de sus inquietudes, Eucarística la Fiesta delsino beato Alberione. de su vida espiritualen y apostólica, también, y sobre todo, en el mismo centro de su alma y de su corazón. “Lejos de pensar en sí mismo”, dijo el P. Maroño, “de procurarse satisfacciones humanas, incluso legítimas, se volcó en su vocación sacerdotal para entregarse por completo a la causa de Dios y de la Iglesia por la salvación de las almas. Y así, teniendo como base de todo una profunda vida espiritual, sacerdotal y religiosa, se hizo fecundo en obras, entre las que destaca, de manera especial, su obra de Fundador, concretada en la Familia Paulina, con sus diez ramas. Cada una de ellas con algunas características propias, pero todas ellas claramente orientadas a la santificación de sus miembros y al anuncio del Evangelio con todos los medios de comunicación social, utilizando sus propios lenguajes”. De su implicación y de su compromiso, todos tenemos mucho que aprender.
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Calendario
Vida Paulina
Sumario SOLEMNIDAD DE LA ANUNCICIÓN DEL SEÑOR
l 25 de marzo celebraremos con mucho gozo la solemnidad E de la Anunciación del Señor, Titular del Instituto Virgen de la Anunciación La encarnación del Hijo de Dios es el misterio básico de nuestra fe cristiana. El que profesamos en el Credo diciendo que “por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen y se hizo hombre. Es, para todos nosotros, y de manera especial para las Anunciatinas, una de las páginas más bellas de la Biblia, el lugar donde está escrita nuestra identidad. La total disponibilidad de María a la voluntad de Dios, expresada por el arcángel san Gabriel, ha hecho posible que el Hijo de Dios acampara entre nosotros y nos diera la posibilidad de ser hijos de Dios. Dios dice su “sí” a la humanidad, y la humanidad, en la persona de María, le responde con su “sí” de acogida. Nuestras más cordiales felicitaciones a las Anunciatinas de España y de todo el mundo.
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Enero 01. Solemnidad de Santa María, Madre de Dios. 62ª Jornada Mundial de Oración por la Paz. 06. Solemnidad de la Epifanía del Señor. 07. 1997, aniversario de la muerte de Sor M. Oliva García, HSP. 07. 2017, aniversario de la muerte del H. Manuel Mar nez, SSP. 13. Bau smo del Señor. 16. 2002, aniversario de la muerte de Guadalupe Lozano, ISVA. 18-25. Octavario de Oración por la unidad de los crisanos. 20. 2017, aniversario de la muerte del H. Pablo Uriarte, SSP. 20. 2001, aniversario de la muerte del H. Cirilo Peñas, SSP. 22. 1991, M. Tecla Merlo, HSP, es declarada venerable.
Febrero
Marzo
02. Fiesta de la Presentación del Señor. 23ª Jornada Mundial de la Vida Consagrada. 05. 1964. Aniversario de la muerte de la M. Tecla Merlo, primera Superiora General de la Hijas de San Pablo. 05. 2015, aniversario de la muerte del H. Lucinio López, SSP. 09. 2011, aniversario de la muerte del H. Fco. Javier Mar nez de Antoñana, SSP. 10. 2017, aniversario de la muerte del P. Jesús Álvarez, SSP 10. 1924, en Alba, “díes natalis” de las Pías Discípulas del Divino Maestro. 13. 2011, aniversario de la muerte del P. Miguel Rojo, SSP. 20. 2008, aniversario de la muerte de la Hna. Mª Fidelis Puebla, HSP.
01. 1990, el Hno. Andrés R. Borello es declarado venerable. 03. 2014, aniversario de la muerte del H. Arturo Guinea, SSP 08. 1916, en Mango, Italia, Nace el venerable Andrés R. Borello. 11. 1988, aprobación de la “Asociación de los Cooperadores Paulinos”. 19. Fiesta de San José. – Día y Colecta del Seminario. 19. 1935, llegan a España (Bilbao), las Pías Discípulas del Divino Maestro. 20. 2008, aniversario de la muerte del P. Antonio Díaz. 21. 2013, aniversario de la muerte del P. Antonio Pinedo, SSP. 23. 2008, aniversario de la muerte de Sor Honorina Mussi, HSP.
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Sumario
INSTITUTOS PAULINOS DE VIDA SECULAR CONSAGRADA
Hay gente que, mientras reza, estudia: oye la predicación con los oídos, pero ene la mente lejos, muy lejos (Alberione, Alma y cuerpo para el Evangelio, p. 35).
Hemos de llegar a la gente, pues tal es nuestro deber, tal es nuestra vocación (Alberione, Para una renovación espiritual, 571).
Pensar según Dios, según Jesucristo: es lo que constuye el alma de toda mentalidad (Alberione, Alma y cuerpo para el Evangelio, p. 66).
La san dad es la virtud de alta tensión… que viene de la vida de Jesucristo en nosotros cuando comulgamos bien (Alberione, Para una renovación espiritual, p. 491).
Protasio Gómez, 15 28027 MADRID +34 917 425 113 ins tutos@sanpablo.es