AlĂŠgrate
nĂşmero 187
abril-junio a ab abri bri rill jju uni nio 2019
Editorial
Intenciones del mes de la Conferencia Episcopal Española
Sumario Editorial: Año vocacional de la Familia... 3 Catequesis Paulina: Hacer la voluntad del Padre 4 Como lo hizo san Pablo: El mejor servicio... 6 Ins tuto San Gabriel: La profesión temporal 8 Ins tuto Virgen de la Anunciación: Dolores Báez: en memoria 10 Ins tuto Santa Familia: Matrimonio y familia: an doto de la soledad 12 Ins tuto Jesús Sacerdote: El sacerdote secular: sacramento... 14 Ejercicios espirituales... 17 El Evangelio vivido: El Evangelio del Domingo 18 Centenario del "Pacto" 20 El logo del año vocacional: 22 En la Casa del Padre 24 Calendario 27
AÑO VOCACIONAL DE LA FAMILIA PAULINA
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Julio Abril Por los niños y adultos que reciben los sacramentos de la Iniciación cristiana, para que sean miembros vivos de la Iglesia y colaboradores activos de su misión.
Julio Mayo Por las familias cristianas, para que sean auténticas Iglesias domésticas donde se viva y transmita el Evangelio de Jesucristo, y por los Laicos, para que santifiquen fielmente el orden temporal.
Julio Junio
l pasado 20 de agosto, memoria de san Bernardo, que marca el germinar de la primera rama de la Familia Paulina, nuestros Superiores Generales proclamaban el Año Vocacional de la Familia Paulina, que nos llega como un regalo del cielo. Unos meses más tarde, el 26 de noviembre, fiesta del beato Santiago Alberione, los Consejeros Generales de la Formación hacían público el Logo del citado Año Vocacional, explicando, a la vez, su profundo significado, compartido por su mismo autor, el paulino de Filipinas Padre Ulysses Navarro. Y el 25 de enero inaugurábamos oficialmente el Año Vocacional en España, poniéndolo bajo la protección y la mirada del apóstol san Pablo, cuya fiesta de la Conversión celebraba ese día la Iglesia. Desde entonces han pasado ya más de dos meses y es bueno que nos detengamos por unos instantes a pensar en lo que ya hemos hecho y en lo que estamos haciendo. La carta de convocatoria, firmada por los Superiores Generales, lleva por slogan “Reaviva el don de Dios” (2Tim 1,6), como una fuerte invitación a que cada uno de nosotros, de nosotras, avivemos el fuego de nuestra propia llamada vocacional, que puede estar apagándose o perdiendo vitalidad. Y se auguraban también los firmantes de la carta que: “cada Congregación e Instituto de la Familia Paulina, sabrán discurrir las modalidades más oportunas para que el año 2019, en el que hacemos memoria del “Pacto”, … marque para nuestra Familia una nueva apertura eclesial, un renovado ardor vocacional, una más intensa comunión y colaboración”. No esperemos que llegue el 24 de enero de 2020 para hacer este necesario examen de conciencia.
Por las personas consagradas a vivir en pobreza, castidad y obediencia, para que sus vidas sean testimonio del Reino de Dios. ANTONIO MAROÑO PENA, SSP
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Catequesis paulina
HACER LA VOLUNTAD DEL PADRE
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i nos preguntaran: ¿qué es lo fundamental para alcanzar la vida eterna, aún más: para llegar a ser santo? ¿Qué responderíamos? Acaso: ¿una fe firme?, ¿una esperanza sin fisuras?, ¿una caridad entregada?... Me atrevería a decir que todo se reduce a lo que fue la esencia en la vida de Jesús: HACER LA VOLUNTAD DEL PADRE, vivir la voluntad de Dios. Ahí radica toda la fe, porque hacer la voluntad de Dios es creer realmente en Dios. Hacer la voluntad de Dios es tener toda la esperanza puesta en Él. Y no hay mayor prueba de amor que fiarse plenamente, totalmente de Aquél al que se ama. Lo que contemplamos constantemente en la vida de Jesús es la voluntad firme de actuar y hablar según es la voluntad de su Padre: 4 Alégrate
“Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra” (Jn 4,34). “No busco mi voluntad, sino la voluntad del Padre” (Jn 5,30). Llenaríamos hojas enteras con las afirmaciones que Jesús hace sobre el motivo de su venida al mundo; de su Encarnación, Vida, Pasión, Muerte y Resurrección; siempre es la misma: hacer la voluntad del Padre. Sería un ejercicio interesante que extrajéramos de la Sagrada Escritura cuanto está escrito sobre hacer la voluntad de Dios, comenzando por las propias palabras de Jesús sobre este tema. Recordemos que cuando Jesús enseña a orar a sus discípulos pone esta súplica: “Padre…hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo”. La felicidad de todos los bienaventurados es tener una misma voluntad en Dios y con Dios; por eso Jesús nos indica que pidamos hacer eso mismo ya en la tierra. Y es que tan central aparece en la vida de Jesús el tema de la voluntad de Dios que cualquier intento de minimizarlo o prescindir de él sería un fraude cristológico. No hay conocimiento del Jesús histórico que no incluya el ahondamiento en esa relación; ni seguimiento de Jesús que no beba en esa fuente. El autor de la Carta a los Hebreos vinculó el poder salvador de Jesús con su capacidad de obediencia al plan de Dios. Y el Evangelio de san Juan -interesado como ninguno en explorar el mundo interior de Jesús, las fuentes ocultas de su acción y de su entrega-, lo repetirá de mil formas distintas como hemos indicado anteriormente: «Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre y llevar a cabo su obra” (Jn 4,34); «Yo no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado» (Jn 5,30). Pero no sólo en Juan encontramos este vivir de Jesús plenamente y constantemente unido a la voluntad del Padre, también los sinópticos captaron la centralidad de este tema en la vida de Jesús: «Estar en las cosas del Padre» (Lc 2,49) aparece como el santo y seña en el programa del Jesús. Por ello, cuál fuera el deseo de Dios sobre el mundo, su voluntad, no ofreció para Jesús ningún géne-
ro de duda. Él sabía que Dios desea un mundo de paz, felicidad, fraternidad, amor. Jesús vio con claridad que el sueño de Dios no era esa «realidad», por ello entendió que era necesario un Reino de inclusión de todos los excluidos de la vida: cojos, ciegos, lisiados, muertos; y del amor: publicanos, prostitutas, gentes de mal vivir. Por eso se le conmovían las entrañas a Jesús cada vez que veía a alguna de esas pobres gentes; y así vinculó totalmente la voluntad de Dios sobre su vida a la implicación de todas sus energías en el anuncio y la llegada de ese Reino para todos. ¿Cuál es para nosotros el camino de identificación con Jesús -nuestro hermano y modelo-, para que nuestra voluntad sea la de Dios? La voluntad de Dios es que lo conozcamos mejor, que seamos sus amigos y que lo amemos y le sirvamos con todo el corazón (Mt 22,37-38; Santiago 4:8). Por ello, podemos aprender cómo hacer la voluntad divina si estudiamos la vida y las enseñanzas de Jesús, quien no solo habló de dicha voluntad, sino que también la cumplió (Jn 7:16,17). De hecho, respecto a su propósito en la vida, él mismo declaró: “He bajado [...] para hacer, no la voluntad mía, sino la voluntad del que me ha enviado” (Jn 6,38).
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Como lo hizo san Pablo
EL MEJOR SERVICIO QUE PODEMOS PRESTAR A DIOS
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Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.» (Col 3,23). Un párrafo tan corto y sencillo de entender, pero ¡con un mensaje tan profundo! Nacemos con un instinto de preocuparnos sobre lo que los demás piensan de nosotros. San Pablo conocía a las personas, y era consciente de esta debilidad. Sobre ello trata muy acertadamente en varias de sus cartas. En la Carta a los Efesios escribe claramente sobre cómo nosotros, como discípulos de Jesús estamos llamados a servir y trabajar: “Actuad, no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres.» (Ef 6,6-7). 6 Alégrate
Cuando hago todo de corazón para el Señor, entonces esto anula todas las ambiciones de impresionar a los demás. ¡Todo lo que hago para el Señor! Una vida cristiana superficial y que actúa solo de cara a los demás, no es la meta para quien quiere seguir a Jesús. Si estoy tan ocupado de lo que creen y piensan los demás y me estreso para agradar a los demás todo el tiempo, entonces mis sentidos no captan lo que Dios me quiere decir en cada situación. Él me ha puesto allí donde estoy por una razón, y me ha encargado unas tareas que tengo que hacer; necesito desprenderme de la vanidad y de la apariencia, para levantar mis ojos y poder ver las expectativas de Dios para mí. Pongamos ahora la atención
en estas palabras del Apóstol: «Sino como siervos de Cristo…» Cuando soy consciente de la presencia constante de Dios en mí y vivo para ser agradable a los ojos de Dios, los acontecimientos y las decisiones que tomo se vuelven también mucho más claras para mí. Ante cada situación debo preguntarme: ¿qué piensa Dios sobre esto? De ese modo, puedo siempre purificar mis pensamientos, y recibir esa paz en mi interior, y en toda mi vida, que sólo llegan a conocer los que viven para Dios. Y hay algo muy cierto, como es esto: que cuando dejo que Dios me guíe, y no las personas, entonces puedo ser un ejemplo atractivo para los que me rodean; me vuelvo una luz para los demás, una muestra de que la vida de Jesús puede salir de mí. La vida se vuelve notablemente mucho más fácil cuando lo hago todo como para el Señor, y el amor de Cristo se convierte en la fuerza motriz en mi vida. Este espíritu de servicio al Señor que se refleja en el servicio a los demás, no se improvisa, hay que irlo madurando en el corazón a través del ejercicio diario, de una vida de intensa oración, de una unión con Cristo tan profunda y despegada de uno mismo que podamos llegar a decir con verdad: “ y ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí” (Ga 2,20). Ello es posible con la gracia de Dios, como lo han vivido tantos y tantos santos siguiendo a Cristo. No puedo evitar que venga a la
memoria un ejemplo reciente que todos hemos conocido: la vida, aceptación y renuncia de Benedicto XVI. Siempre discreto y humilde, emocionan sus primeras palabras, recién elegido Papa: “….me han elegido a mí, un sencillo y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sabe actuar con instrumentos insuficientes”. ¿Cabe mayor humildad y disponibilidad, confiándose totalmente al actuar de Dios? Ocho años después sabrá pasar a un discreto lugar, cuando comprendió que así lo quería el Señor: he decidido renunciar al ministerio que el Señor me ha confiado, con plena libertad por el bien de la Iglesia, tras haber orado durante mucho tiempo y haber examinado mi conciencia ante Dios; muy consciente de no estar ya en condiciones de desempeñar el ministerio petrino con la fuerza que éste requiere. Me sostiene y me ilumina la certeza de que la Iglesia es de Cristo, que no dejará de guiarla y cuidarla”. Estas palabras las pronunciaba Benedicto XVI un Miércoles de Ceniza, al inicio de la Cuaresma, cuando el alma se sumerge en la humildad y anonadamiento del mismo Cristo, que dijo: “no he venido para ser servido, sino para servir y dar mi vida” (Mt 20,28).
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Instituto San Gabriel Arcángel
LA PROFESIÓN TEMPORAL Los novicios considerados idóneos por el Delegado Provincial con su Consejo, al terminar el noviciado, son admitidos a la profesión de los consejos evangélicos
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omo se ha dicho ya, con la profesión pública de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, los miembros son consagrados más íntimamente al “servicio de Dios y de la Iglesia” -como subraya el Concilio Vaticano II-, son incorporados al Instituto y contraen los vínculos jurídicos precisados en el Estatuto. Los novicios presentarán la petición por escrito de puño y letra, petición que será examinada 8 Alégrate
en primer lugar por el Delegado y su Consejo; después, si es aprobada, se presentará al Superior Provincial de la Sociedad de San Pablo, para recibir la admisión a la primera profesión. Inmediatamente, ante de la Profesión, los novicios participarán en un curso de Ejercicios Espirituales convocado a tal efecto por el Instituto. Es importante saber que, antes de la Profesión, los novicios
que tengan un patrimonio propio y distinto tendrán que declarar por escrito cómo van a disponer de su uso (cf CDC 68,1). Este período que, en las congregaciones religiosas se denomina juniorado, es un tiempo particularmente importante y delicado para la madurez vocacional y para una gradual preparación a la profesión perpetua. Este período tiene la finalidad de ofrecer al joven profeso la posibilidad de verificar y profundizar en la vida concreta la propia opción vocacional para convertirla en irreversible: potenciar la unión con Dios en la experiencia de donación apostólica continua; completar la específica preparación profesional; permitir al Instituto verificar la idoneidad del profeso a emitir los sucesivos votos temporales y, de manera particular, la profesión perpetua. En el Instituto San Gabriel Arcángel, en los primeros tres años la profesión de los consejos evangélicos es anual. Terminados los tres años, se emite la profesión por un bienio. Al terminar el bienio, con la suma de cinco años de profesión temporal, es posible emitir la profesión para siempre; o sea, hacer la profesión perpetua. El joven profeso, llegado al momento en que puede emitir la profesión perpetua, en caso de que tuviera alguna duda, o pareciese a los superiores que aún no está bien preparado para la consagración para siempre, puede prolongar el
período de la profesión temporal por otros dos años. Tal indulto está reservado al Superior General de la Sociedad de San Pablo. Los miembros que han emitido la profesión de los consejos evangélicos de manera temporal, a su conclusión son libres de renovarla o no renovarla. En el caso de que, por motivos diversos y siempre contrastados con el Director Espiritual, decidiesen no renovarla y, por consiguiente, pensaran abandonar el Instituto, deberán a expresar por escrito su intención al Delegado Provincial, al menos dos meses antes del vencimiento del compromiso asumido. Puede darse que, por justas razones, un joven consagrado no sea admitido por el Superior Provincial de la Sociedad de San Pablo a la renovación de la profesión temporal o por el Superior General de la Sociedad de San Pablo a la profesión perpetua. En tal caso, el consagrado, legítimamente despedido, a norma de los relativos artículos del Estatuto, queda por ello mismo libre de los votos religiosos y de las obligaciones de su profesión. ¡Afortunadamente, tales casos son muy raros y, en cuanto a los Gabrielinos, la casi totalidad son fieles y perseverantes en su respuesta vocacional!
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Instituto Virgen de la Anunciación
DOLORES BÁEZ: EN MEMORIA
Nuestra querida hermana Dolorcitas nos contempla ya desde el cielo. El Padre la ha llamado por su nombre el pasado 11 de enero para darle el premio merecido.
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n premio que confiamos haya recibido ya, no sólo conforme a la fidelidad con la que ella ha vivido su vocación de consagrada seglar en el Instituto Virgen de la Anunciación, sino conforme a la medida del mismo corazón Dios, que supera con mucho los méri10 Alégrate
tos y posibilidades de cualquier persona. El mejor homenaje que podemos rendir a nuestra hermana desde las páginas de Alégrate, boletín que ella leía con suma atención -página a página, número a número- es publicar aquí su propio
testimonio de vida, escrito por ella misma el año 2012. Dice así: “Mi primer contacto llegó a través de la librería San Pablo de Sevilla, donde mi hermana religiosa y yo íbamos todas las semanas. Estaba al frente de ella el hermano Miguel Alfaro. Allí me encontré también con el P. Ángel Rey. Hicimos buenas migas y supo entenderme muy bien, tanto que no perdió la oportunidad de invitarme a participar en el primer encuentro nacional de Cooperadores Paulinos que se iba a celebrar en Madrid. Allí conocí a Dolores Andréu, Anunciatina. Hicimos buena amistad, aunque las dos hablábamos poco. A mí regreso a Sevilla, me sentí muy contenta de la experiencia vivida. Fue entonces cuando el P. Ángel Rey me habló del Instituto Virgen de la Anunciación, que aún no se había implantado en España. Me animé a pedir el ingreso ya que percibía en mi un vacío que me hacía sentir insatisfecha. Frecuentaba la parroquia, era hija de María, hacia votos privados... pero todo eso me parecía poco. Sentía que tenía que orientar mi vida de otra manera, pero no lograba saber en qué dirección. Y fue entonces cuando volvió a aparecer el P. Ángel Rey como un rayo de luz para mí, que me fue guiando, sin hacer ruido, hasta el día de hoy. Otras dos personas muy significativas en mi caminar fueron el P. José Antonio Pérez, que desde enton-
ces sigue muy cerca de cada una de nosotras, y el P. Jesús Álvarez, entonces Delegado vocacional. Mi contacto con nuestras hermanas Anunciatinas, Guadalupe Lozano y Dolores Andréu, no se dejó esperar. Empezamos el Noviciado con miedo y temblor, pero confiadas en el Señor, sabiendo que si él “empezaba la obra, la llevaría a cabo”. Además de proseguir con mi colaboración en la parroquia y de ocuparme de mi tita-madre en sus últimos años, colaboré con los Paulinos tanto en la Librería como en la residencia. Siempre fui muy bien recibida. Me sentí como una verdadera hermana en una verdadera familia espiritual. Pero no todo fue de color rosa. También aquí hubo alguna espina punzante entre muchas, muchísimas rosas... Hoy vivo cuidando a mi hermano de 81 años, muy enfermo, que está internado en el hospital. Y sigo haciendo y viviendo en la voluntad de Dios sin perder mi vocación de Anunciatina, el cariño por el Padre Alberione y la oración por toda la familia Paulina”.
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Instituto Santa Familia
MATRIMONIO Y FAMILIA: ANTÍDOTO DE LA SOLEDAD La familia de hoy está acosada por numerosos problemas, que le afectan de manera directa desde diversos flancos, entre los que destaca la soledad.
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odos conocemos los grandes peligros que hoy sufren numerosas familias, puestos en evidencia por el sínodo extraordinario de la familia, en octubre de 2014: familias fragmentadas, heridas, rotas, en necesidades de pobreza, de miseria y de angustia; preocupaciones de tipo laboral y
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económico; visiones distintas en la educación de los hijos, provenientes de diferentes modelos educativos de los padres; los reducidos tiempos para el diálogo y el descanso. Hay, además, otros factores disgregadores como la separación y el divorcio, y el preocupante
crecimiento de la práctica abortiva; la violencia dentro y fuera de ámbito familiar; las plagas del alcohol, las drogas, la pornografía y otras formas de dependencia sexual; y también las situaciones pastorales difíciles: las uniones libres o en segundas nupcias sin haber recibido el sacramento del matrimonio. Y, además de todo esto, ahí está el preocupante problema de la soledad, que afecta a muy numerosas personas en nuestro pueblos y ciudades, tanto que, a veces, llega a afectar gravemente a la salud física y mental de muchas personas, como alertan prestigiosos sociólogos. A este último problema se han referido expresamente los obispos de la Subcomisión Episcopal de la Familia, de la Conferencia Episcopal Española, en el mensaje para la fiesta de la Sagrada Familia, que este año se celebró el 30 de diciembre pasado, poniendo precisamente el matrimonio y la familia como el mejor antídoto contra la soledad. He aquí solo algunos párrafos: “La superación de la soledad en su sentido negativo y nocivo (pues hay una soledad beneficiosa y necesaria para que el hombre aprenda a vivir la intimidad) se encuentra en el matrimonio y la familia. En efecto, el matrimonio es la primera forma de comunión entre personas de la que brota la familia” ... “Se trata de un sentimiento
desconsolador de desarraigo y aislamiento producido por el vacío existencial del desamor querido y sufrido. Por otro lado, el hombre siente y vive la llamada de quien viene a sacarle de su soledad, que es Cristo. Cristo y la Iglesia como comunidad que nos lleva a la redención. Cristo es quien santifica a la familia, respuesta a la soledad y fundamento de la sociedad. Quien verdaderamente nos hace vivir es Cristo, y éste nos lleva al ámbito propio de la comunión que es la familia a la que Cristo santifica” ... Cada parroquia como una verdadera familia de familias, está llamada a construir una comunión de personas. De este modo, cada miembro de la comunidad parroquial es invitado a salir al encuentro del que sufre, del enfermo, del necesitado, de los mayores y las personas viudas; en definitiva, de todas y cada una de las personas que sufren la soledad y el desamparo. Una parroquia que viva de modo fervoroso y contagioso el dinamismo del fuego de la caridad que nos conduce a acercarnos a los demás, y a compartir con ellos el don de la cercanía de Dios en Jesucristo, que es fuente de firme esperanza” ...
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Instituto Jesús Sacerdote
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EL SACERDOTE SECULAR: SACRAMENTO EN Y PARA EL MUNDO El sacerdote secular tiene que desarrollar y mantener una opción radical a favor de Dios, aunque esté inmerso en las realidades del mundo, que amenazan con dividirlo
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l eje central de la espiritualidad sacerdotal secular es seguir a Jesucristo; vivir la fe centrada en la persona de Cristo Jesús. Este seguimiento se hace desde la referencia a una experiencia de respuesta a la llamada del Señor, que hace concreta esa vocación universal a la santidad de todos los cristianos. Y debe responder al servicio concreto que ese cristiano debe realizar en la comunidad eclesial. La espiritualidad del sacerdote secular es vida contemplativa según el Espíritu, según el cual distribuye a los miembros de la Iglesia sus diversos y complementarios dones para que la “identidad” sacerdotal se encarne en la historia propia de cada sacerdote. La vida sacerdotal secular no es incompatible con el hecho de vivir en el mundo. De hecho, Dios también vive en el mundo. Y precisamente en medio del mundo, entre los hombres, el sacerdote se convierte en testigo vivo del Dios escondido. Por consiguiente, el Señor no dice al sacerdote secular que se retire del mundo, sino que se guarde del Maligno. Lo cual no significa que tenga que diluirse en el mundo; porque si el sacerdote pertenece a Dios, no puede pertenecer al mismo tiempo al mundo, puesto que no puede servir a la vez a dos señores. El sacerdote secular tiene que desarrollar y mantener una
opción radical a favor de Dios, aunque esté inmerso en las realidades del mundo, que amenazan con dividirlo. Y para lograrlo, tendrá que aceptar la contradicción, la incomprensión y el rechazo que comporta ineludiblemente la ruptura con el mundo, tal como nos avisa el mismo Jesús. El sacerdote secular con una espiritualidad que brota de su misma realidad teológica de “ser sacerdote” y, por tanto, de lo que esa realidad significa en la comunidad eclesial, no puede considerar su espiritualidad como prestada, colonizada o un añadido a su realidad personal, sino que nace de una clara conciencia de su propia identidad. El sacerdote secular “configurado con Cristo Sacerdote”, por tanto su identidad se identifica por su relación con Cristo y con su Iglesia está llamado a vivir unido a él en medio del mundo; ha de guardarse del mundo, sin cortar con él, e insertarse en el mundo, sin diluirse en él. Ha de buscar el delicado equilibrio que radica en compaginar la presencia en el mundo y una cierta desvinculación del mismo, siguiendo el ejemplo de Jesús en Nazaret. Es un difícil equilibrio que se manifiesta en una manera de vida peculiar, y que hace que el sacerdote, por su condición de contemplativo, esté siempre próximo, permaneciendo distante, solidario, queriendo estar solitario; pre-
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sente a los demás, pero inquieto únicamente por Dios. Para conseguir vivir esta realidad, debe tener el convencimiento de que lo fundamental no es la mera soledad exterior, sino la búsqueda apasionada de Dios; porque el aislamiento por sí mismo no garantiza el encuentro con Dios. Y para que toda su vida esté centrada en la búsqueda de Dios, tendrá que salvaguardar, a cualquier precio, adaptándolos a la vida en el mundo, el silencio, la oración, la lectio divina, la soledad, etc. Para poder vivir sacerdotalmente de forma contemplativa en medio del mundo es necesario construir una espiritualidad específica, que se apoye en los siguientes medios fundamentales: - Disponer del tiempo y el modo necesarios para la oración personal. - Buscar frecuentemente espacios amplios de tiempo para hacer retiros espirituales. - Vivir las realidades del mundo de forma radicalmente evangélica. - Encontrar el propio ritmo de la fidelidad a Dios permaneciendo en el mundo. - Ordenar el tiempo y las diferentes tareas seculares con criterio evangélico para que no obstaculicen el desarrollo de la vida interior. - Regular adecuadamente el descanso para evitar el embotamiento y la excesiva tensión. 16 Alégrate
- Rehusar en lo posible todo lo que dispersa, como visitas innecesarias, exceso de televisión, cine, etc., pero estando informado de lo sustancial que sucede en el mundo. Todo esto permitirá al contemplativo secular vivir como le pide el Señor: Estando en el mundo, pero sin ser del mundo; sin aislarse del mundo, pero guardándose del Maligno. Porque vivir en el mundo no es sinónimo de dispersarse o diluirse en él, perdiendo la identidad evangélica, sino el modo de armonizar la primacía absoluta de Dios con la misión en el mundo que el mismo Dios le encomienda. De esta forma el sacerdote secular será sacramento de Jesucristo en el mundo y para el mundo.
EJERCICIOS ESPIRITUALES DE LA FAMILIA PAULINA
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n la Casa de Espiritualidad “Las Rosas”, un total de sesenta miembros de las diversas instituciones de la Familia Paulina presentes en España, hemos hecho los Ejercicios Espirituales centrados en la oración alberoniana del Pacto. La temática central de los Ejercicios Espirituales era obligada por cumplirse este año el centenario de la oración que encarna lo más típico y nuclear del carisma paulino: el “Pacto de Alianza con el Señor” o “Secreto del Éxito”. Los participantes, entre los que había miembros de la Sociedad de San Pablo, Hijas de San Pablo, Pías Discípulas del Divino Maestro, Anunciatinas y Jesús Sacerdote nos hemos dividido en dos tandas de 30 ejercitantes cada una. El lugar del encuentro ha sido la Casa de Espiritualidad “LAS ROSAS”, en el típico pueblo madrileño de Collado Villalba. La primera tanda ha estado dirigida por la Pía Discípula del Divino Maestro, Hna. Regina Cesarato, y la segunda por el Paulino P. Guido Gandolfo, ambos animadores muy expertos y hondamente conocedores de la espiritualidad bíblica, del carisma paulino y, muy en concreto, de la riqueza espiritual que encierra la preciosa oración del Pacto.
Primera tanda dirigida por la Hna. Regina Cesarato, PDDM A
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Segunda tanda dirigida por el P. Guido Gandolfo, SSP
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El Evangelio Vivido
Ell Evangelio E Evangelio del del Domingo Domingo n la Eucaristía del domingo, la Iglesia ofrece unas lecturas que puedan ser alimento espiritual durante toda la semana. Creo que lo hace pensando en aquellos cristianos que, por diversas razones, sólo pueden asistir a Misa este día de la semana. En el domingo, pues, se nos sirve la Palabra como comida, la que nos prepara el Señor. Pero es tan extensa y tan rica que en los breves momentos en que la escuchamos es imposible asimilarla, saborearla y disfrutar de tan buen alimento. Por eso, durante la semana, 18 Alégrate
hay que “comerla” despacio y emplear, para ello, el tiempo que se necesite o del que se disponga En las comidas de fiesta siempre se prepara una mesa en sintonía con el acontecimiento festejado. En nuestro caso, tendremos en cuenta algunos detalles importantes, tales como: El lugar: silencioso y en el que nos podamos encontrar solos. El tiempo: no hay reglas: unos necesitan más que otros. Pero en menos de 20 minutos es muy difícil entrar en esta
relación con la Palabra que, al fin y al cabo, es espiritual. Es normal que a nuestra mente le cuesta. Media hora estaría bien. Ambientación: (Opcional). Una imagen, una estampa, una velita, una flor… Introducción: nos sentamos y preparamos nuestra mente para escuchar la Palabra de Dios. El método más eficaz para silenciar nuestra mente, dejar preocupaciones y pensamientos que nos asalten, es el de la respiración consciente. Se trata de observar cómo respiramos. Darnos cuenta de cuando tomamos aire y de cuando lo expulsamos, sin forzar la respiración. Sólo como si la “mirásemos”: “inspiro”, “expiro”, en muy poco tiempo ella misma se va ralentizando y nosotros tranquilizándonos también. Oración al Espíritu Santo: Él inspiró al escritor Sagrado y Él nos enseña a nosotros cuando nos acercamos a la Palabra. (Es como si nos tradujera lo que allí hay escrito) Leemos el Evangelio correspondiente al domingo en nuestra Biblia y, si podemos, en voz alta, aunque estemos solos. (Leer en voz alta es opcional)
La meditación y oración. Este tiempo es el más importante porque en él esperamos descubrir lo que Dios nos quiere decir en su Palabra. Tenemos que esperarle, pues no se trata de pensar sino de sentirle de una manera que toque nuestro corazón, descubrirle de una forma nueva. Es una experiencia que no sé explicar. Hace que tu vida cambie Hay que esperar a sentir a Dios. No es lo mismo creer que somos hijos de Dios a sentir que somos de verdad hijos de Dios. Llegar a este punto de descubrimiento y sentimiento es a lo tenemos que aspirar. Puedo testimoniar que siempre he descubierto algo nuevo cuando me he acercado a su Palabra con este deseo. Es verdad que lo más frecuente es no llegar en el primer día. Pero a lo largo de la semana se llega siempre. Finalizamos cada día: Alabando, bendiciendo, adorando, glorificando y dando gracias a Dios por todo lo recibido en ese rato de estar con Él, escuchándole en su Palabra.
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Centenario del Pacto
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Centenario del "Pacto" El “Pacto” o “Secreto del éxito” no se puede tratar comuna una fórmula mágica que cambia la realidad a nuestro capricho como si se tratara de pronunciar un encantamiento
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l 7 de enero de 1919, el beato Timoteo Giaccardo, anotaba en su DIARIO: “Ayer tarde, el querido Padre nos ha invitado a todos a hacer un pacto con el Señor. El pacto que había hecho él”. Desde entonces, en nuestra espiritualidad y práctica de vida Paulina ha estado inserido como uno de los dones más preciosos que hemos recibido del beato Santiago Alberione: el “Pacto”, conocido también como “Secreto del éxito”. Desde hace cien años, el Pacto da forma a la fe y al compromiso apostólico de los miembros de la Familia Paulina. ¡Ojalá que esta circunstancia nos anime a descubrir el valor y la eficacia de esta “oración de fe”, definida así también por el mismo Fundador! El “Secreto del éxito” no se puede tratar comuna una fórmula mágica que cambia la realidad a nuestro capricho como si se tratara de pronunciar un encantamiento. El Pacto tampoco está en función de simplificar la vida, no es un modo para conseguir rápidamente las gracias deseadas.
Es más bien una expresión de profunda relación con Dios y una invitación a desarrollarla, que nace de un corazón preocupado por la gloria de Dios y por la salvación de las personas redimidas por la sangre de Cristo. El Pacto es una manifestación de profundo reconocimiento de la propia fragilidad e insuficiencia, pero, al mismo tiempo, es una expresión de fe profunda y de total confianza en la omnipotencia de Dios. Finalmente, es la decisión de implicar todas nuestras fuerzas y medios disponibles, así como las gracias recibidas de Dios, para cumplir el apostolado que se nos ha confiado. Por lo tanto, no se trata de nuestro confort particular o de nuestra satisfacción personal por los éxitos logrados, sino que se trata, más bien, de multiplicar cada vez más la gloria de Dios y el bien de las personas que él ama y a las que Jesús Maestro nos envía.
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Logo año vocacional on fecha del 26 de noviembre, fiesta del beato Santiago AlbeC rione, los Consejeros Generales de la Formación presentaban el Logo para el Año Vocacional y explicaban también el rico sig-
EL LOGO DEL AÑO VOCACIONAL
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nificado del mismo. Lo hacían con las siguientes palabras: “El Logo elegido, de Padre Ulysses Navarro, SSP, expresa muy bien el tema del Año Vocacional de la Familia Paulina: Reaviva el don de Dios (2Tm1,6) El Logo evoca una relación dinámica entre los elementos que lo componen. Si bien cada símbolo sea distinto uno del otro, todos están puestos en un estilo uniforme para significar que cada uno está profundamente conectado con los demás. Examinamos los elementos uno por uno: 1. El símbolo dominante está representado por las manos abiertas. Son vivaces sea en la forma como en los colores, representan tanto el donante como el receptor. La vocación es un don que recibimos de Dios. Cuando hemos reconocido el llamado en nuestra vida, hemos abierto nuestras manos para recibirla. Y mientras maduramos en nuestra respuesta personal, reabrimos nuestras manos para ayudar a los demás a descubrir y responder a su vocación. 2. Al centro del Logo se encuentra la semilla que ha comenzado a crecer: vulnerable pero bella. Representa la vocación que requiere atención y guía. La semilla, por sí sola, con sus solas fuerzas, no puede sobrevivir. Por eso las dos manos abiertas están listas, para sostenerla. 3. Por último, el agua y la tierra son visibles en la parte inferior del Logo. Representan los elementos necesarios para que la semilla (la vocación) crezca. Una auténtica vocación está profundamente radicada y alimentada por la oración y por el buen ejemplo de otros. No puede existir sola por sí misma, sino que necesita del fundamento y de la inspiración, y estos están representados por la tierra y el agua”.
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En la Casa del Padre
+ HNO. AURELIO MARTÍN VARILLAS
de 1936.Tuvo dos hermanos: un hermano y una hermana, con los que se sintió en muy buena sintonía. Su infancia y adolescencia, sin embargo, estuvieron ensombrecidas por la prematura muerte de su madre y los varios años de cárcel de su padre, según ella, “por delitos menores”. Con mucho esfuerzo por su parte, consiguió una buena formación profesional, que le permitió realizarse como cuidadora de niños 26 de noviembre, una amplia representación de enl pasado dependencias municipales, y entregarse al cuidado de las diversas ramas de la Familia Paulina, con residencia en enfermos y necesitados en el equipo de pastoral parroquial. Madrid, nos hemos dado cita en la Casa Provincial de la SoJuntamente con otras dos cohermanas, formó parte del ciedad San Pablo para celebrar año más, con gratitud primerde grupito de Anunciatinas enun España, Instituto al que yse alegría, la Fiesta de nuestro Fundador. entregó con generosidad y entusiasmo desde su ingreun encuentro muy queprofesión a todas y a(1983), todos nos so Ha ensido el noviciado (1981), sugrato, primera su ha ayudado a renovar nuestros compromisos apostólicos, profesión perpetua (1988) hasta sus últimos días vividos en espirituales y comunitarios, y a seguirdeprocurando nuevos el Hospital Quirón Sagrado Corazón, Sevilla. Descanse objetivos. en Paz. El P. Antonio Maroño, que presidió la Eucaristía, partiendo de los textos bíblicos correspondientes a la Fiesta, subrayó que el beato Santiago Alberione ha sabido colocar a Dios y su Palabra, no solo en el mismo centro de sus inquietudes, + HNO. VICENTE HERNÁNDEZ de su vida espiritual y apostólica, sino también, y sobre todo, MUÑOZ, SSP en el mismo centro de su alma y de su corazón. “Lejos de pensar en sí mismo”, dijo el P. Maroño, “de procurarse satisfacciones humanas, incluso legítimas, se volcó en su vocación sacerdotal para entregarse por completo a la causa de Dios y de la Iglesia por la salvación de las almas. Y así, teniendo como base de todo una profunda vida espiritual, sacerdotal y religiosa, se hizo fecundo en obras, entre las que destaca, de manera especial, su obra de Fundador, concretada en la Familia Paulina, con sus diez ramas. Cada una de ellas con algunas características propias, pero todas ellas allecido orientadas el pasado 18 febrero, el de H. sus Vicente nació yelal claramente a lade santifi cación miembros 28 dedel febrero de 1945, en Cabeza de Béjar, provincia de anuncio Evangelio con todos los medios de comunicación Salamanca. Teníasus poco más de 15 años cuando en social, utilizando propios lenguajes”. De su ingresó implicación en Comunidad de Coslada (Madrid), el 17 yladeCongregación, su compromiso, todos tenemos mucho que aprender. de octubre de 1960. Después de cuatro años de formación, comenzó el noviciado, también en Coslada, concluyéndolo el 8 de septiembre de 1966 con la primera profesión religiosa. Se consagró para siempre al Señor el 8 de septiembre de 1971. El apostolado fue el gran atractivo del H. Vicente,
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acido en Casafranca, provincia i i d de Salamanca, el Hno. Aurelio Martín Varillas concluyó su peregrinación terrena, en Madrid, el 20 de diciembre de 2018. Tenía 87 años de edad, 67 de vida paulina y 64 de profesión religiosa. Había ingresado en la Sociedad de San Pablo cumplidos los 20 años, bien curtido en la vida agrícola de su pueblo natal. Todos los que hemos tenido la suerte de vivir a su lado, tanto sus familiares como los miembros de su congregación religiosa, conservamos de él un gratísimo recuerdo. Ha sido un hombre profundamente caracterizado por su amabilidad, sencillez, humildad, espíritu de servicio y acendrada espiritualidad. Se entregó con ejemplar generosidad al apostolado paulino, siempre dispuesto a asumir los más diversos servicios. Y así fue pasando, sucesivamente por la tipografía, la propaganda a domicilio, las librerías San Pablo y, en la última etapa de su vida, su exquisita atención a los cohermanos enfermos. Descanse en paz.
+ DOLORES BÁEZ NIETO, ISVA
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l Señor llamó a nuestra tra he tr h hermana erm man ana D ana Do Dolores ollo o (nuestra “Dolorcitas”) al eterno descanso el pasado día 11 de enero. Había nacido en el pueblo sevillano de Los Palacios, el 9 de abril 24 Alégrate
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Calendario
En la Casa del Padre dedicándose a él siempre con generosidad. Lo vivió con Sumario pasión, a lo largo de los años, ya en la tipografía, ya en las máquinas offset, primero en Coslada (Madrid), después, en Zalla (Vizcaya), y más tarde en Las Rozas (Madrid). Pero donde más huella dejó fue en las Librerías San Pablo de Madrid y Sevilla, donde muchas personas siguen preguntando por él. Fue una persona muy amable, muy accesible y de trato agradable, tanto con los jóvenes como con los adultos. Descanse en paz.
+ HNA. MERCEDES GARCÍA RODRÍGUEZ
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l 15 de marzo, el Padre misericordioso ha llamado a sí, para gozar para siempre de su amor, a la Hermana María de las Mercedes García Rodríguez, perteneciente a la congregación religiosa de las Hijas de San Pablo. Esta Hermana había nacido en el pueblo cántabro de Celada de los Calderones el 24 de agosto de 1932. Con 14 años cumplidos, entraba en la citada congregación religiosa, en la Comunidad de Barcelona, fundada solo un año antes como cuna de la presencia de estas religiosas en España. Hizo la primera profesión de los consejos evangélicos en Roma el 19 de marzo de 1950. Se entregó de lleno al apostolado paulino, ya en la “Agencia San Pablo Films”, ya en las librerías “Paulinas” de Barcelona, Valladolid y Valencia. Ella misma decía que le daba mucha alegría ser religiosa porque esto le permitía hablar a todos del amor infinito de Dios. Toda su vida ha sido una declaración de amor a su Maestro y Señor. Descanse en paz. 26 Alégrate
Abril 02. 1874, nacimiento del venerable Francesco Chiesa, en Montà d’Alba (Italia). 04. 1884. Nacimiento del beato San ago Alberione, en San Lorenzo di Fossano (Italia). 04. 2018. Primer aniversario de la muerte del P. Cecilio Or z. 06. 1967, aniversario de la muerte de la Hna. Francisca Antón, PDDM. 07. 1999, aniversario de la muerte de la Hna. Mari Carmen Cabezas, HSP. 08. 1960. Aprobación Pon ficia de los Ins tutos Agregados a la SSP: Jesús Sacerdote, San Gabriel Arcángel y Virgen de la Anunciación. 15. 1016, aniversario de la muerte del Hno. Simón Ruiz, SSP. 22. 1999, aniversario de la muerte del Hno. Arturo Bolaños, SSP.
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06. 1904, nace el venerable Maggiorino Vigolungo, en Benevello (Italia). 12. IV Domingo de Pascua, del “Buen Pastor”. Titular de las Pastorcitas. Jornada Mundial de Oración por las vocaciones (56ª). 18. 1996, aniversario de la muerte de la Hna. Rosita Díez, PDDM. 26. 1989, aniversario de la muerte de Maite Alcíbar, ISF. 31. Fiesta de la Visitación de la B. V. María
01. 2008, aniversario de la muerte del P. Estanislao Conde, SSP. 02. Solemnidad de la Ascensión del Señor. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (53ª). 03. 2012, aniversario de la muerte del Hno. Eusebio Navarro, SSP. 13. 1986, nace el beato Timoteo Giaccardo. 15. 1915, “dies natalis” de las Hijas de San Pablo. 27. 1949, aprobación pon ficia de la Sociedad de San Pablo. 27. 2010, aniversario de la muerte de la Hna. Inmaculada García, PDDM. 28. Jornada Mundial para la san ficación de los sacerdotes (25ª) 29. 1986, aniversario de la muerte del P. Jesús Fuente, SSP.
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Sumario
INSTITUTOS PAULINOS DE VIDA SECULAR CONSAGRADA
¿Quién será más santo? Quien más ama su vocación y corresponde a ella más generosamente. El camino que supera a los demás caminos es el de la mayor caridad hacia Dios y hacia los hombres (UPS I, 153).
Es muy bueno que todas las noches, cada uno de los sacerdotes, después de haber tratado la propia causa con Dios, bendiga a toda la Familia Paulina. ¡Amémonos en san Pablo! (CISP, p. 16).
Del sagrario ha ido viniendo la luz, la gracia, los llamamientos, la fuerza, las vocaciones, tanto en el comienzo como en el trayecto (UPS I, 374).
Cuando se vive bien la propia vocación, el Señor manda vocaciones, porque la vida religiosa bien vivida… es como un imán que atrae (AP 1958/2, p. 186).
Protasio Gómez, 15 28027 MADRID +34 917 425 113 ins tutos@sanpablo.es