PAULINO COOPERADOR
Revista cuatrimestral de la Familia Paulina
Presidente:
Miguel Carmen
Director y Redactor-jefe:
Antonio Maroño Pena
Consejo de Redacción:
Antonio Maroño
Miguel Carmen
José Ignacio Pedregosa
Saveria Antonietti
Isabel García
Pierina Becerra
Concepción González
Colaboradores:
Mons. Raúl Berzosa
Lino Emilio Díez Valladares
Victoria Luque
Felicidad Izaguirre
José Antonio Varela Vidal
Alejandro Fernández Barrajón
Pedro Moreno
Jorge Núñez de Padro
Diseño y maquetación:
Susana Rosendo
Fotografía e imágenes:
Equipo San Pablo
Equipo Cooperador Paulino https://www.pexels.com
Asesoría informática:
Tomás Pastor
Imprime:
EnBobina
Depósito legal: Bl.1872-1960
Edita:
SOCIEDAD DE SAN PABLO
NIF: R 2800254 A
Dirección:
Protasio Gómez, 15 28027 Madrid
Teléfono: 917 425 113
Fax: 917 425 723
E-mail: cooperador@sanpablo.es
Web:
www.cooperadorpaulino.es www.sanpablo.es
El mensaje del Santo Padre para la Jornada de este año tiene como lema: «Hablar con el corazón, en la verdad y en el amor». El arma de un «corazón que ve» es la escucha, «hasta el punto de que se llega a sentir el propio corazón en el latido del otro». De este modo, prosigue el Papa, «se hace posible el milagro del encuentro, que nos permite mirarnos los unos a los otros con compasión, acogiendo con respeto las fragilidades de cada uno, en lugar de juzgar de oídas y sembrar discordia y divisiones».
Como modelo ejemplar del «hablar con el corazón», el Papa propone a san Francisco de Sales, doctor de la Iglesia, obispo de Ginebra, en una época de fuertes disputas con los calvinistas, y proclamado por Pío XI patrono de los periodistas católicos. Lo hace con estas palabras: «Su actitud apacible, su humanidad, su disposición a dialogar pacientemente con todos, especialmente con quien lo contradecía, lo convirtieron en un
testigo extraordinario del amor misericordioso a Dios».
En cuanto a la comunicación social en la Iglesia, Francisco tiene un sueño que expresa bellamente así: «Sueño una comunicación eclesial que sepa dejarse guiar por el Espíritu Santo, amable y, al mismo tiempo, profética; que sepa encontrar nuevas formas y modalidades para el maravilloso anuncio que está llamada a dar en el tercer milenio. Una comunicación que ponga en el centro la relación con Dios y con el prójimo, especialmente con el más necesitado, y que sepa encender el sueño de la fe en vez de preservar las cenizas de una identidad autorreferencial».
El domingo 21 de mayo, solemnidad de la Ascensión del Señor, celebraremos la LVII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, tan eclesial y tan paulina.P. Antonio Maroño Pena, SSP
Benedicto XVI: santo, doctor y mártir de la verdad
Mons. Raúl Berzosa
Contemplar la belleza y la verdad
Lino Emilio Díez Valladares, SSS
Encuentro de Experiencia de Dios
Felicidad Izaguirre
Carlo Acutis: un milenial santo
José Antonio Varela Vidal
Vida consagrada 10
Alejandro Fernández Barrajón
Propuesta de la Iglesia española: El evangelio de la familia
Victoria Luque
Centro Bíblico San Pablo
J. A. V. V.
Páginas evangélicas: la Luz y la fuerza de la fe
Pedro Moreno
Jesús, Divino Maestro
02002 ALBACETE. Concepción, 13
08003 BARCELONA. Via Laietana, 46 A
08010 BARCELONA. Ronda S. Pedro, 19-21
48001 BILBAO. Alameda Mazarredo, 3
48001 BILBAO. Colón de Larreátegui, 17
18010 GRANADA. Cárcel Baja, 14
22002 HUESCA. Santiago, 5
28012 MADRID. Pl. Jacinto Benavente, 2 28015 MADRID. San Bernardo, 114
28013 MADRID. Bordadores, 11
28021 MADRID. Resina, 1
28027 MADRID. Alcalá, 387
28027 MADRID. Protasio Gómez, 11-15
30001 MURCIA. Apóstoles, 6
07002 PALMA DE MALLORCA. Sant Miguel, 66
31003 PAMPLONA. Pl. de las Merindades, 3
33009 OVIEDO. Magdalena, 15
15705 SANTIAGO DE C. Rúa do Vilar, 37
41004 SEVILLA. Sierpes, 57
45005 TOLEDO. Rda. Buenavista, 37, 10-1º
46003 VALENCIA. Pl. de la Reina, 2 47003 VALLADOLID. Angustias, 5
50003 ZARAGOZA. Avda. Cesar Augusto, 105
Bto. Santiago Alberione
Jesucristo se autodefinió en el evangelio de san Juan: «Yo soy el camino, la verdad y la vida». Y cuando los discípulos lo reco nocen como «Maestro», él lo confirma: «Vosotros me llamáis el Maestro…, y decís bien, porque lo soy». El P. Santiago Alberione, Fundador de la Familia Paulina, quiso que sus hijos e hijas se injertaran en Cristo, tal como el evangelio lo presenta, de manera integral: como «Maestro, camino, verdad y vida». Él nos ha pedido que vayamos diariamente a su escuela: que seamos dóciles a la escucha de su Palabra; que estemos dispuestos a configurarnos con él, obediente al Padre, y que deseemos recibir de él fuerza y vitalidad. Por eso, además de los tiempos habituales de oración comunitaria, cada uno de los Paulinos sabemos encontrar diariamente, al menos, una hora para estar a los pies de Jesús en adoración eucarística.
«La devoción al Maestro Divino no es una devoción accesoria: por el contrario, envuelve toda nuestra vida espiritual, todos nuestros estudios, todo nuestro apostolado: todo».
COOPERADOR
PAULINO
La revista Cooperador Paulino se envía de manera gratuita a todos los miembros de la Asociación de Cooperadores Paulinos en España, a los clientes de nuestros Centros de Difusión y a quienes expresamente la solicitan.
¡MUCHAS
GRACIAS POR LOS DONATIVOS RECIBIDOS!
Quienes deseen aportar algún donativo en apoyo de la labor evangelizadora que la Familia Paulina en España está haciendo a través de la revista Cooperador Paulino, y otras formas de apostolado editorial, pueden hacerlo a través de cualquiera de las siguientes modalidades:
Por giro postal o talón a: SOCIEDAD DE SAN PABLO
Calle Protasio Gómez, 15 - 28027 MADRID
Concepto: Cooperador Paulino
Por transferencia bancaria a: BANCO SANTANDER CENTRAL HISPANO
Calle Alcalá, 445 – 28027 MADRID
Cuenta: IBAN ES71 0049 5134 3721 1691 5646
BIC BSCHESMMXXX
Concepto: Cooperador Paulino - 28027 Madrid
Encuéntranos en: www.cooperadorpaulino.es
Le recordamos que en cualquier momento podrá darse de baja, así como ejercer sus derechos ARCO y demás derechos reconocidos en el citado Reglamento cuando resulten de aplicación. Dichas acciones podrán ejercerse enviando la solicitud por correo electrónico a: protecciondedatos@sanpablo.es, por correo postal a: SOCIEDAD DE SAN PABLO / COOPERADOR PAULINO, C/ Protasio Gómez 15 - 28027
MADRID, o por fax al 91 742 57 23. Para saber más sobre nuestra política de privacidad puede acceder a http://www.sanpablo.es/política_privacidad.
Benedicto XVI: santo pastor, doctor y mártir de la verdad
En el último día del año 2022, muy de madrugada, nos llegaba la noticia: ha subido al cielo el papa
Benedicto XVI. El Señor eligió para él esta fecha como si quisiera alargar el tiempo cronológico hasta convertirlo en tiempo de gracia, de kairós y de resurrección: fin de un año viejo y vísperas de uno nuevo.
Benedicto XVI, providencialmente, marcó nuestras vidas. Utilizando la imagen que siempre me agrada y orienta, si tuviéramos que, a modo de brújula, destacar bre vemente cuatro puntos cardinales de su rica y fecunda herencia y magisterio, lo haría con es tas cuatro claves: Jesucristo, comunión, arte y diálogo.
mítico de los orígenes judeocristianos. Sin embargo, nada responde al relato de Génesis 2–3. Hacer justicia a Eva, resaltar su tremenda importancia, es hacernos justicia a todas las mujeres que históricamente sufrimos las consecuencias de las interpretaciones machistas y sexistas sobre ella.
Jesucristo. Benedicto, ante todo y sobre todo, fue un creyente y un testigo de la fe en Jesucristo, Vivo y Viviente. En la entrega del premio Carlomagno exclamó: «Solo los hombres y mujeres tocados por Dios serán capaces de abrir las mentes y los corazones de sus contemporáneos a los misterios del mismo Dios». Nos deja, como herencia perenne, tres volúmenes magistrales sobre la vida y palabra de nuestro Señor, y otros tres documentos que nos ayudan a vivir el estilo del cristianismo; son dos encíclicas y una carta apostólica que lo concretan, desarrollando las virtudes teologales: Deus caritas est (Caridad), Spes salvi (Esperanza) y Porta fidei (Fe).
Comunión. En cuanto a la comunión, quiso y supo girar el derrotero del postconcilio Vaticano II de una «hermenéutica de la ruptura y de la discontinuidad, hacia otra de la continuidad y del desarrollo homogéneo, de los dogmas y de la moral». Uniendo fidelidad y creatividad. Y, siempre como servicio a la Verdad. La fe y la verdad no se negocian. La revista Communio, de la que fue fundador, es un testimonio fecundo. En la misma línea, ya en ámbito de la vida consagrada, no nos cansaremos de darle las gracias por la fundación de Iesu Communio, un instituto pontificio que hace vida su teología más profunda, anclada y radicada en el Evangelio y en la más pura tradición patrística.
Arte. En cuanto al arte, además de ser él mismo un artista en el mundo de la música y de la literatura, supo expresar lo central de nuestro ser cristianos, en una sugerente y actual conferencia impartida a los catequistas y profesores de Religión de Roma, en el año 2001: «Evan-
Mujeres Bíblicas
El personaje mítico de Eva, tradicionalmente interpretado como la portadora del mal, es reivindicado como referente fundamental de la humanidad.
Las grandes historias comienzan siempre con algo aparentemente pequeño. También el cristianismo se inicia con tres mujeres, llamadas por su nombre, que fueron en busca de un cadáver y se encontraron con que Jesús había resucitado. El anuncio del Resucitado, que Marcos presenta como frustrado por el miedo, es el punto de arranque de nuestra fe. Esta, en su grandeza, se sostiene sobre la fragilidad del mensaje pascual que María Magdalena, María la de Santiago y Salomé fueron llamadas a proclamar.
Sobre la experiencia de las mujeres que acudieron al sepulcro se sostiene la fragilidad del mensaje pascual que fueron llamadas a proclamar.
Obras que destacan el protagonismo de la mujer en la Historia de la Salvación.
Benedicto, ante todo y sobre todo, fue un creyente y un testigo de la fe en Jesucristo, Vivo y Viviente.
mujer bíblica ha gozado de tan mala fama como Eva, el personaje
gelizar es un arte; es mostrar el arte de vivir de forma auténtica, que no es otro que llevarnos a Jesucristo… Si se desconoce este arte de vivir, todo lo demás ya no funciona en nuestra vida». Las claves de este arte de vivir en el Señor las centró en cuatro: primero, la conversión sincera como encuentro con el Resucitado y su Evangelio; segundo, vivir el teocentrismo, experimentando que el reino de Dios es Dios mismo, que Dios existe y está presente y actúa en el mundo; tercero, vivir a Jesucristo como el Enmanuel, el Dios con nosotros, alguien muy real y presente en nuestra vida, y, cuarto, creer en la vida eterna, lo cual conlleva experimentar que Dios hará justicia a los más pobres y que todo en nuestra vida es importante y tiene valor de eternidad.
Diálogo. Finalmente, el diálogo. En varios niveles: «hacia fuera de la Iglesia», diálogo y encuentro sincero con la cultura, en el llamado «atrio de los gentiles», practicando el arte de la complementariedad entre fe y razón en todos los campos del saber y del vivir humanos. Diálogo
ecuménico con protestantes, judíos, musulmanes y otras religiones. Insistiendo en la centralidad de Jesucristo, como la revelación plena, y en que Dios y la religión nunca son enemigos del hombre. Diálogo, también, «hacia dentro de la Iglesia», potenciando la verdadera teología, como servidora de la Verdad y evitando los dos extremos: una ortodoxia extremista y mal entendida, o un liberalismo-laicismo que ideologiza y manipula políticamente la teología. De ahí, su feliz iniciativa de incentivar, premiar y reconocer a los más valiosos y fieles teólogos.
En todo este diálogo, hacia el exterior e interior de la Iglesia, ponía en práctica lo aprendido de san Buenaventura e incluso del artista Miguel Ángel, practicando un triple método: inmersión total en la realidad a dialogar (assumptio), poda de todo aquello que dañara lo divino (la Verdad) o lo humano (abblatio), para hacer resaltar, finalmente, lo más bello y verdadero (elevatio). En J. Ratzinger, la defensa de la fe y de la razón eran, al mismo tiempo, la defensa de la auténtica libertad humana. Por eso, en él, la verdad siempre va unida a la caridad: la verdad, sin caridad, no es verdad completa; pero la caridad sin verdad está vacía.
Tenemos un santo intercesor más en el cielo; un sabio pastor y un mártir de la verdad. Supo pilotar el timón eclesial del postvaticano con las claves que, en su día, acertó a sintetizar el cardenal Danielou: Vuelta a las fuentes genuinas de la revelación de Dios, diálogo con la cultura de su tiempo y pasión por la pastoralidad. Todo ello siendo maestros de oración, profetas de esperanza, vínculos de comunión y agentes decididos de evangelización.
Si tuviéramos que, a modo de brújula, destacar brevemente cuatro puntos cardinales de su rica y fecunda herencia y magisterio, lo haría con estas cuatro claves: Jesucristo, comunión, arte y diálogo.
CONTEMPLAR LA BELLEZA Y LA VERDAD DE LA CELEBRACIÓN CRISTIANA
Continúa la reflexión del papa Francisco sobre la aplicación de la reforma litúrgica. Después de Traditionis custodes, en la nueva carta apostólica Desiderio desideravi, entrega a la Iglesia un texto sobre la formación del pueblo de Dios.
Es una invitación a redescubrir, custodiar y vivir la verdad y la fuerza del rito. El encuentro con Dios no es fruto de una búsqueda interior individual de Cristo, sino que es un acontecimiento donado, que pertenece e implica a la totalidad de los fieles reunidos en él. La comunidad eclesial entra en el Cenáculo atraída por el deseo de Jesús de comer la Pascua con nosotros (Lc 22,15).
El texto y su rico contenido
El documento, dividido en sesenta y cinco párrafos, propone una serie de aportaciones sobre la teología de la liturgia como fundamento del itinerario formativo. La celebración, explica el Papa, no puede reducirse a la asimilación mental de una idea, sino que es una implicación existencial real con la persona de Cristo Jesús. Francisco no
se sitúa en la necesaria dimensión jurídica de la celebración, pero tampoco en la didáctica propia de un directorio, sino que adopta una postura contemplativa más acorde con la naturaleza de la liturgia.
«Contemplar la belleza y la verdad de la celebración» (n. 1) significa, en efecto, meditar el Misterio de Dios en Jesucristo a través de los modos mismos en que este Misterio se revela y se comunica: mediante las palabras y los signos de la celebración. Se trata, pues, más bien de un texto de meditación, con una viva impronta bíblica, patrística y litúrgica, que ofrece muchas motivaciones para comprender la belleza de la verdad de la celebración litúrgica. De ella nace y se fortalece la comunión vivida en la caridad fraterna, que es el primer y más eficaz testimonio del Evangelio.
Aunque, en varias ocasiones, el Santo Padre afirma que no pretende tratar exhaustivamente los temas abordados, se ofrecen muchas intuiciones sobre el significado teológico de la liturgia, la necesidad de una formación litúrgica seria y vital de todo el pueblo de Dios y la importancia formativa de un arte de celebrar que concierne no solo a quienes la presiden.
Los ministros ordenados están llamados a tomar de la mano a los fieles bautizados e iniciarlos en la experiencia repetida de la Pascua. El presbítero es una presencia particular del Señor resucitado, que es el único protagonista de la acción celebrativa, y no «ciertamente nuestra inmadurez, que busca asumir un papel, una actitud y un modo de presentarse, que no le corresponden» (n. 57). Es la celebración misma, junto con el ejercicio del ministerio, la que educa a los sacerdotes en la calidad de presidentes, los forma con las palabras y los gestos que la liturgia pone en sus labios y en sus manos.
El texto advierte contra las trampas del individualismo y del subjetivismo (que recuerdan de nuevo al pelagianismo y al gnosticismo), así como del espiritualismo abstracto: estamos llamados a recuperar la capacidad –fundamental en la liturgia– de la acción y de la comprensión simbólicas. Haber perdido la capacidad de comprender el valor simbólico del cuerpo y de toda criatura –aclara el papa Bergoglio– hace que el lenguaje simbólico de la liturgia sea casi inaccesible para la humanidad de este tiempo; existe la tentación de renunciar a él y pretender explicarlo todo.
La carta aclara bien lo que significa la formación litúrgica en la Iglesia de hoy: un estudio de la liturgia que –más allá de un contexto exclusivamente académico– guíe a cada fiel al conoci-
miento del desarrollo de la celebración cristiana, para que todos puedan comprender los textos de las oraciones, los dinamismos rituales y su significado antropológico (n. 35). Todo esto no puede conquistarse de una vez para siempre, sino que requiere una formación permanente, caracterizada por «la humildad de los pequeños, actitud que abre al asombro» (n. 38).
En la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo
Petri beati, Pauli sacratissimi, quos Christus almo consecravit sanguine, Ecclesiarum deputavit principes.
Así canta la Iglesia celebrando a los santos Pedro y Pablo, a quienes Cristo consagró con sangre vivificante y consideró dignos de ser contados como príncipes de los apóstoles. En el día de su fiesta, júbilo de la fecundidad de la Iglesia, el Santo Padre, sucesor de Pedro, nos ofrecía una inesperada carta apostólica «sobre la formación litúrgica del pueblo de Dios».
El título mismo es una obra maestra de condensación poética y la fecha no es casual. Es la de las llamas devoradoras del martirio, la de quienes miran la liturgia como el fuego que habita en el corazón de Jesús, la de quienes ven en su sacrificio, en el de Pedro y Pablo, en el –incruento– de la Eucaristía y de toda acción litúrgica de la Iglesia (cf. SC 7), la acción sacerdotal de Cristo, la ofrenda sacerdotal del Hijo de Dios, el amor que ardientemente deseaba derramar en el mundo. Jesús no es un gnóstico, ama del Amor que es. No hace cálculos, se ofrece. Anhela nuestro amor, como anhelaba el amor de la mujer de Samaria, cuando deseaba con irreprimible anhelo que ella se diera cuenta de que tenía sed de él. Por eso la liturgia es gratuidad y belleza, porque no pesa ni calcula, sino que ofrece y da amor. Por eso esta carta es una sinfonía de belleza, suntuosa y sobria como un crucifijo medieval, orgullosamente empeñada en
La celebración, explica el Papa, no puede reducirse a la asimilación mental de una idea, sino que es una implicación existencial real con la persona de Cristo Jesús.
despertar de nuevo en la percepción intelectual la capacidad de leer los símbolos, es decir, de acoger las realidades cumplidas, superando la angustia de la precariedad.
Desear el deseo de Dios
Deseamos el deseo del Santo Padre Francisco porque apunta al deseo de Dios. «No se entra en el Cenáculo sino por la atracción de su deseo de comer la Pascua con nosotros: “Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer”» (n. 20).
En cambio, el deseo del hombre de hoy parece llevarle muy lejos de Dios. Pretende una libertad absoluta, persigue un placer fácil e inmediato, una satisfacción que llene cada fragmento de su tiempo, cada espacio de su vida. Busca ser reconocido, admirado, aprobado. Quiere el poder como entretenimiento. Eso es lo que apetece el deseo del hombre, mientras solo sea un habitante del siglo y del mundo. Pero si entra en una iglesia donde se celebra la santa liturgia, corre el riesgo de desear algo totalmente distinto. Desea caer de rodillas; aunque el Santo Padre aclara: «la liturgia no tiene nada que ver con el moralismo ascético» (n. 20) y es más bien «un encuentro vivo con él» (n. 10), hasta el vértigo de convertirse en él, «hijos en el Hijo» (n. 15). Desea inclinar la cabeza, poder suplicar, alabar, servir, cantar, pedir la sabiduría, recoger el fruto del amor, verse envuelto en la belleza, tener una promesa de salvación que no falla, saborear, como escribe Guardini, «la grandeza de la oración» (n. 50).
Es inmediato. Es sencillo. Desea a Dios, sin haberlo decidido. Ya está incluido en su gracia, huésped en su ciudad que brilla con zafiros y tiene espléndidas murallas que no se desmoronan, hermano entre hermanos, hijo para siempre, infinitamente amado. Porque todo lo que el rito cristiano dice, hace y no hace y dice callando, es cuanto Dios desea divinamente cuidar a su criatura, amada hasta el punto de crearla. Es una declaración de amor que no puede durar menos de milenios, permaneciendo casi intacta en la forma, porque su significado no cambia, su poderosa verdad solo necesita expandirse, no se contradice. Cambian el tiempo, el mundo, el hombre, dentro de la milagrosa perpetuidad del rito cristiano. Y todo ese buscar y rebuscar en el interior del individuo de hoy se convierte en algo sencillo. Paz. Y toda esa maraña de preguntas que se hace el individuo de hoy se convierte en el sutil
sonido del silencio que devolvió la esperanza al ardiente profeta de fuego, Elías. Y el fuego mismo se convierte en rocío. Y todo es bendición.
Anunciar, celebrándolo, el Misterio de Dios
Esta carta es un vibrante llamamiento a la formación litúrgica de los fieles. Es un verdadero tratado de teología de la liturgia según el papa Francisco. En un momento de gran fragmentación de las formas de celebrar, en el que el choque de sensibilidades puede resultar difícil para muchos, y en el que los documentos que resumen el proceso sinodal ponen de manifiesto las dificultades de los fieles respecto a las instituciones y prácticas actuales, esta carta es un texto de gran importancia: ofrece a la Iglesia latina orientaciones para la regulación de la vida litúrgica que no se basan, como algunos desearían, en un refuerzo del aparato disciplinar, ni por tanto en la reafirmación del necesario respeto de las rúbricas, sino en una formación profundizada basada en una inteligencia de la acción. Desarrolla su concepción de un arte de celebrar cuyo objetivo es ser signo de la alegría del Evangelio. Para el Papa, el verdadero criterio de la vida litúrgica no es la conformidad con las reglas, ni un alarde ceremonial para defender la sacralidad de los ritos, sino la capacidad de anunciar el misterio de un Dios que se ha revelado en Jesucristo como un Dios de ternura y misericordia, un Dios que ama y muestra misericordia.
ENCUENTRO DE EXPERIENCIA DE DIOS
Felicidad Izaguirre
En el Monasterio de San Juan Bautista de Valfermoso de las Monjas, Ledanca-Guadalajara, del 2 al 7 de julio, tendrá lugar un interesante Encuentro de Experiencia de Dios, en silencio y soledad, según el método del P. Ignacio Larrañaga, para volver fuertes y con paz a la vida.
En efecto, el Encuentro de Experiencia de Dios (EED) según el método del padre Ignacio Larrañaga, ofrece una oportunidad única para penetrar en la intimidad profunda con Dios y conocer lo que Él quiere para el momento actual, en las circunstancias personales que se están viviendo.
Está dirigido a quienes deseen tratar con Dios y tener una fuerte experiencia de encuentro con Él, envueltos en una gran paz y descanso.
Es un retiro espiritual de cinco días de duración, vivido en silencio y soledad en un entorno bello y tranquilo como el del Monasterio de las hermanas Benedictinas de Valfermoso de las Monjas, que se hace siguiendo la metodología muy experimentada del padre Ignacio Larrañaga, avalada por cuantiosos testimonios en el mundo de su eficacia y beneficios para el crecimiento de la vida con Dios.
«¡Pidan, llamen, toquen las puertas, insistan de nuevo! Las puertas se abrirán, encontrarán lo que buscan, recibirán lo que necesitan». Con esta expresión de Ignacio Larrañaga, fundamentada en la certeza de la fe –«aquel que se acerca a Dios debe creer que existe y que recompensa a aquellos que le buscan» (Heb 11,6)– se anuncia este Encuentro, del que se ofrece información detallada y para inscribirse al mismo en la web tovpilespaña.es y por correo electrónico a mpgcip54@gmail.com, también en el teléfono 651336990.
Los EED son un método de evangelización, que su fundador Ignacio Larrañaga, sacerdote capuchino español, inició en 1974, tras probar con un grupo de laicos diferentes modalidades de oración y prácticas para la relación con Dios. Tras impartirlos durante más de 30 años por multitud de países, el padre Ignacio Larrañaga los legó en patrimonio a los Talleres de Oración y Vida (TOV), Asociación Internacional de fieles, aprobada y reconocida por la Santa Sede, para ser ofrecidos por miembros de esta Asociación que son Guías Matrimonio Evangelizador, a quienes él mismo empezó a formar para que los aplicaran fielmente, desde el año 1994.
De los EED nacieron los Talleres de Oración y Vida, servicio para la evangelización con el lema «Aprender a orar para aprender a vivir» y «Del encanto de Dios al encanto de la vida», que hacen una presentación más vibrante y activa de Jesús, con una mayor adaptación a las necesidades de la sociedad actual y a lo que las personas realmente necesitan, basada en el amor y lo que este es capaz de realizar.
Del encanto de Dios al encanto de la vida
La Asociación TOV asegura que, en los EED, «cada día se vive una aventura en el espíritu, porque se va de menos a más en la intimidad de aquel que sabemos que nos ama, y en quien y por quien se comienzan a superar las dificultades y problemas de la vida».
«Se recupera el encanto de la vida a través de sentirnos encantados con Dios. Es tan extraordinaria la vivencia de Dios en cada persona que asiste a estos Encuentros que muchos de ellos tienen la viva impresión de que su vida toma otro rumbo a partir de ellos. Dejan una huella imborrable».
«El Encuentro despierta la sed de Dios y la sacia. Mediante una intensa vivencia del amor de Dios, de la fe y del abandono, se llegan a aceptar las leyes humanas de la limitación y la precariedad, produciéndose una paulatina liberación de las angustias, miedos, tristezas, sentimientos de culpa y ansiedades. El resultado es una gran paz».
«Asimismo –afirma la Asociación TOV–, contemplando la figura de Jesús y pisando sus huellas, se van adquiriendo sus rasgos vitales como paciencia, comprensión, mansedumbre, bondad, fortaleza y amor. Se vigoriza la fe y se van sanando las heridas de la vida. Los asistentes se hacen amigos y discípulos de Jesús, regresando a sus casas como criaturas nuevas, fuertes y alegres».
En la web oficial de TOV: tovpil.org, hay diversos testimonios de participantes en los EED: «Gracias por brindar este espacio de liberación. En mi experiencia fue un trabajo interior, guiado por el matrimonio, paso a paso y con mucho amor».
«Me voy fuerte al combate de la vida, con un Dios muy vivo y muy fuerte en mi corazón». También testimonios de seminaristas: «En la meditación de la carta de Timoteo me quedó sonando solamente una palabra, cuando Pablo le dice a Timoteo: “Ven pronto”, ese ven pronto me cuestionó, porque ahí el Señor me daba un mandato (…). Esta experiencia del EED nos ayuda en nuestro crecimiento y en nuestra historia de vida. Siempre oraré por ustedes».
«En mi experiencia fue un trabajo interior, guiado por el matrimonio, paso a paso y con mucho amor».
CARLO ACUTIS: UN MILENIAL SANTO
En esta breve y cordial entrevista, la madre de Carlo Acutis, Antonia Salzano, nos hace ver que, también hoy, se puede formar a los hijos para que vivan como auténticos cristianos. Ella se empeñó en transmitirle a Carlo los valores y virtudes necesarios, una convicción que le ha llevado a difundir la importancia de la educación cristiana en los hogares modernos.
El poder de atracción de este joven italiano, nacido en 1991 y fallecido en 2006, radica en su testimonio de amor a Cristo, a la Virgen María y a la Eucaristía, desde muy temprana edad. Sumado a esto, es admirado por su empeño en poner las nuevas tecnologías, como era la incipiente internet de entonces, al servicio de la evangelización y el apostolado de la Iglesia, lo que ha llevado a identificarlo como el «apóstol de los milenials» y el «influencer de Dios».
Todos sabemos que los padres de familia influyen de modo favorable en la vida de sus hijos. ¿Cómo cree que ustedes lo hicieron en la vida de Carlo?
Con mi marido teníamos valores de coherencia. Los padres deben tenerlos y ser coherentes con los hijos. Empecé este camino de conversión cuando Carlo tenía 4 años y medio. La fe ha aumentado en nosotros junto a Carlo y hemos hecho este camino de santidad con él, aunque en nuestro hijo se ha realizado, mientras nosotros aún no, puede ser que lo logremos en el purgatorio (risas). Con mi marido, teníamos valores como la amistad, la generosidad, la justicia, la verdad, la caridad... Son valores que todos pueden tener pero, cuando una persona tiene una meta como es el cielo y a Dios en el corazón, llega a vivirlo. Hay algunos que también lo hacen, pero sin culminarlo, son los que no creen.
¿Acaso eso la llevó a escribir este libro, para apoyar a los padres de familia en la educación de sus hijos?
Sí, porque es dificil educarlos, porque ambos padres trabajan, mientras los hijos están frente a la televisión, con internet y los peligros que conlleva, como son la pornografía, el alcohol, las drogas. Hoy les acechan muchos riesgos. La familia tiene problemas hoy en día. Antes, las madres estaban en casa y se ocupaban de los hijos. Y ahora es muy difícil, son tiempos muy difíciles. Pero a grandes males, grandes remedios, y estos son los sacramentos, así como rezar juntos el Rosario, que es contemplar la vida de Jesús con María. Esta es una oración muy fuerte. También la lectura: tenemos la Sagrada Escritura porque es el Espíritu el que nos convierte, nos configura y transforma.
Conviene decirles que hay algo diferente a todo eso, ¿no?
Tenemos que hablar de la vida de Jesús y de los santos a nuestros hijos y no solo ver la televisión y las películas. Debemos hacerles ver a los chicos que hay una vida diferente, que hay personas especiales, que es importante pensar en el prójimo y no solo en nosotros mismos. Carlo decía: «La tristeza es la mirada hacia uno mismo, mientras que la felicidad es la mirada hacia el cielo». Debemos salir de nuestro egoísmo.
Hay mucha vida materialista y el consumismo impera entre los jóvenes, sin embargo, debemos reconocer que los padres de familia no solo lo consienten, sino que a veces lo favorecen...
El materialismo genera una sensación de tener seguri-
dad, porque somos muy inseguros. La marca conocida es la que nos da seguridad, o el Iphone, porque todos lo tienen. Carlo decía: «Todos nacen originales, muchos mueren fotocopias». Es fácil ser una fotocopia... Nosotros tenemos que ser un proyecto especial de Dios, hemos sido creados para una misión especial y no para hacer la mision de otros, ni copiarlos. Cada uno tenemos nuestra personalidad e individualidad y somos amados por Dios, esta es nuestra seguridad. Los padres hacen muchos sacrificios para que el chico tenga el último Iphone y si no lo tiene, se frustran y es una tragedia...
Hay adolescentes que hasta se suicidan por todo lo que usted viene diciendo...
Hay acoso escolar y los niños hasta se suicidan. Resulta que estoy bien si en Face-
book tengo un like y me pongo mal si no lo tengo. Es la inseguridad de hoy. Busco la confirmación del otro, pero lo que debo buscar es que Dios me confirme, no los otros.
¿Qué encontrarán los lectores en este libro?
Lo que transmito en el libro es lo que ha vivido Carlo, su camino espiritual en la vida cotidiana, y demostrar que en el tercer milenio también se puede ser santo. No hace falta hacer solo penitencias, sino que se puede ser santo con los medios tecnológicos, por ejemplo; porque la santidad no tiene tiempo, es para siempre, porque Jesús no tiene tiempo... Lo importante es poner a Dios en el primer puesto de nuestra vida y luego Dios nos ayudará a responder a aquella santidad, a la que Él mismo nos llama.
VIDA CONSAGRADA, una nueva creación
«Y vio Dios que era bueno» (Gén 1).
Alejandro Fernández Barrajón, MercedarioLa vida consagrada ha nacido de un aleteo del Espíritu sobre las aguas. Su origen está en Pentecostés, con la Iglesia, y su Señor es el Espíritu, dador de bienes. No es ella la luz, sino testigo de la luz. Y con ella hubo luz, mucha luz, y vio Dios que la luz estaba bien. Y la vida consagrada no quiso pertenecer al reino de la tiniebla; atardeció y amaneció. Día primero.
La vida consagrada quiere nacer del agua y del Espíritu cada día. Y Dios apartó las aguas de debajo del firmamento de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue. La vida consagrada se siente convocada a ser criatura nueva que nace del agua. Quiere entrar con Jesús en el Jordán para sentirse llamada a reconocer y escuchar al Hijo predilecto. Y llamó Dios al firmamento cielo. Y vio Dios que estaba bien. Atardeció y amaneció. Día segundo.
La vida consagrada se empeñó en ser semilla y grano de mostaza. No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Y por la fuerza creadora de Dios la tierra produjo vegetación: hierbas que dan semilla y árboles que dan fruto con su semilla dentro, y vio Dios que estaba bien, y amaneció. Día tercero.
La vida consagrada no quiso esconderse debajo del celemín; más bien se convirtió en lucero que brilla desde lo alto para alumbrar a todos los de casa y apartar la luz de la oscuridad. Cuando la noche se quiere imponer en for-
Cuando la noche se quiere imponer en forma de laicismo, clericalismo y falta de valores, la vida consagrada sueña con ser luciérnaga apostada en los ribazos de la vida para romper la dictadura de la sombra.
ma de laicismo, clericalismo y falta de valores, la vida consagrada sueña con ser luciérnaga apostada en los ribazos de la vida para romper la dictadura de la sombra. Y vio Dios que estaba bien, y atardeció y amaneció. Día cuarto.
La vida consagrada es patrimonio consagrado de la Iglesia. Nada sin la Iglesia y todo con la Iglesia. Nos anima una comunión serena y fraterna, mística y profética. Y en la Iglesia, la vida consagrada se mueve como pez en el agua y como ave en el azul del cielo. Y Dijo Dios: «Henchid las aguas en los mares y las aves crezcan en la tierra». Y atardeció y amaneció. Día quinto.
La vida consagrada quiere aprender de los lirios del campo y de las aves que no siembran ni cosechan, ni guardan en graneros, pero Dios
las viste y alimenta con primor. La vida consagrada no quiere cosechar para llenar sus graneros, sino para hacer posible la multiplicación de los panes. Sueña con acoger y perdonar, con sumar y abrazar, con reunir y convocar. Sueña con ser árbol frondoso donde acudan los pájaros a posarse en sus ramas. Y Dios creó los animales vivientes de cada especie. Y vio que era bueno. Atardecido y amaneció. Día sexto. La vida consagrada quiso ser para la vida; para que los hombres y las mujeres descubran que son imagen de Dios. Una vida consagrada, cada vez más vida y más consagrada, que apuesta por la paz, la justicia y la integridad de la creación. Y vio Dios que estaba muy bien. Atardeció y amaneció. Día séptimo.
Y la humanidad comenzó su camino de inocencia y de pecado, amada por Dios y expulsada del paraíso. Y la vida consagrada quiso ser de la humanidad sin dejar de ser de Dios, carne de
su carne y hueso de sus huesos. Quiere oír el ruido de los pasos de Dios que se pasea cada tarde por el jardín a la hora de la brisa. Quiere estar muy atenta a esa brisa suave y a la Palabra que se mece sobre los hombros del hombre y de la mujer. Sin privilegios, sin ventajas, sin honores, quiere pasar como uno de tantos, señalando el horizonte de luz que nos regala cada tarde.
Con la Palabra, la vida consagrada quiere ser palabra que anima y convoca a los hombres y mujeres de hoy a ganar el futuro que llega. Si hay esperanza tiene que haberla para todos.
Más allá de las palabras, la vida consagrada es una adhesión personal y comunitaria a Jesucristo mismo, a su Evangelio y a su persona. Una manera especial –no mejor ni peor– de ser cristianos. Un cristianismo que quiere ser apasionado y radical para evitar esa tentación siempre constante de rebajar el vino nuevo, de quedarnos estancados a la orilla del camino o
de mirar atrás con la nostalgia de tiempos pasados. La vida consagrada es apuesta por el presente, por el aquí y el ahora, como referencia permanente de Dios en medio del mundo. Cuando todos se olvidan, la vida consagrada tiene la insustituible misión de ser bandera de Dios en medio del mundo, como una mano que señala al misterio y recuerda a los hombres y mujeres su condición y su dignidad de Hijos de Dios. Como centinelas en las barbacanas de nuestros castillos llenos de seguridades materiales para el invierno.
La vida religiosa y consagrada es experta en navegar en medio de tempestades y vaivenes. No en vano tiene más de diecisiete siglos de historia. Ha pasado tiempos de bonanza y ha superado con éxito tiempos de precariedad. En estos momentos la precariedad vocacional y numérica quiere asomarse a nuestras instancias, pero en ningún caso está afectando a la esperanza. Hay mucho ánimo y santidad en la
La vida consagrada quiso ser para la vida… Para una vida consagrada, cada vez más vida y más consagrada, que apuesta por la paz, la justicia y la integridad de la creación.
vida religiosa de hoy y un deseo creciente de avanzar en fidelidad y en la búsqueda de los valores más fundamentales de nuestro estilo de vida. A pesar de ser menos que hace unos años, seguimos siendo un colectivo muy importante en el seno de la Iglesia. No nos preocupa ser más numerosos, sino más fieles.
El presente de la vida religiosa es esperanzador, aunque no podamos echar las campanas al vuelo.
Tenemos muchos retos y muy importantes. Entre otros podemos destacar: la búsqueda apasionada de Dios en nuestras comunidades, la fraternidad como propuesta evangélica, la
misión carismática, la realidad «inter» que nos rodea: intercultural, interreligiosa, intergenérica, intergeneracional, intercongregacional… el trabajo codo con codo en nuestra realidad laical, la formación permanente, la eclesialidad, el diálogo con todos, el compromiso con los más desfavorecidos, con la paz, la justicia y la integridad de la creación, la pastoral juvenil y vocacional, la solidaridad intercongregacional… No nos sentimos llamados a vivir como un estado de perfección, sino como una imperfección en estado de búsqueda.
La vida es un campo sembrado de gozos y esperanzas, de lágrimas y de fracasos, y en esa vida y desde la Vida, queremos arremangarnos para trabajar, codo a codo, con todos los hombres, un proyecto mejor para todos. Más de Dios y más nuestro. Convencidos de que, si no es de Dios, será cada día menos nuestro.
La vida consagrada es una oferta de oasis en medio de los tsunamis de la calle, del hastío tecnológico e ideológico, que están comenzando a secuestrar las mejores posibilidades de ser hombres en comunicación y encuentro. Nunca fue tan fácil en recursos la vida de la calle y tan difícil la vida del Espíritu, tan necesario para la vida.
Nos ha tocado vivir en un tiempo apasionado, lleno de amarguras y de ventajas, de asombrosa tecnología y de desastrosa gestión de los recursos naturales, el tiempo de las comunica-
La vida consagrada no quiere cosechar para llenar sus graneros, sino para hacer posible la multiplicación de los panes.
ciones y de la soledad, un tiempo tan apasionado como ningún otro en la historia. Y queremos empaparlo de Jesucristo.
La situación caótica de nuestra casa común y la escasez de sensibilidad para afrontar este reto nos está subiendo a la patera de la reflexión compartida. Si esta casa común se está deteriorando por causa del cambio climático que nosotros mismos hemos provocado con nuestra desidia y ya está afectando de manera seria a nuestros hermanos, los consagrados no podemos permanecer indiferentes ante esto. La misma Iglesia nos está poniendo en jaque con sus dos últimas reflexiones llenas de fuerza: La carta encíclica Laudato sì, del papa Francisco y el documento final de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica, Amazonía.
Un nuevo motivo para que la vida consagrada se ponga en camino hacia el horizonte luminoso de la vida compartida de Dios con los hombres. Porque la tierra también es palabra donde Dios se comunica con los hombres y para los consagrados la palabra divina es la clave de bóveda de su consagración. Él nos llamó y, como el profeta Samuel le dijimos: «Habla, Señor, que tu siervo escucha» (1Sam 3, 1-10.19-21).
En cada tiempo, Dios nos ha hablado de maneras distintas y hoy nos sigue hablando con su estilo particular y único. Nunca ha dejado de hablar. Ojalá los consagrados sepamos escuchar su voz en las distintas lenguas, acontecimientos y circunstancias que nos toca atravesar hoy. «Quien tenga oídos para oír que oiga». Oír, o mejor escuchar, se ha convertido en una urgencia inaplazable.
Dios y hombre, tierra y cielo, violencia y ternura, nos acompañan como caminantes de Emaús en busca de su sentido. «Quédate con nosotros que la tarde está cayendo» (Lc 11, 1-13). Así es la vida consagrada, toda de Dios y toda de los hombres. Este es su mástil y su madero, ascuas de Pascua y de vida.
Una propuesta de la Iglesia española ante el globalismo secular
EL EVANGELIO DE LA FAMILIA
Victoria Luquesu conjunto el documento El Dios fiel mantiene su alianza
Dicho instrumento de trabajo pastoral comienza analizando la situación actual de España y del mundo desde una perspectiva cultural, social y política, para realizar posteriormente una propuesta antropológica, de hondo calado, que pretende invitar a la reflexión a toda la sociedad española y aunar voluntades en torno a la necesidad de buscar el bien común desde la defensa de la familia natural. Se afirma que estamos en un cambio de época y que es necesario que los cristianos se planteen las grandes preguntas sobre la vida y su sentido. Igualmente se anima a los cristianos a descubrir su vocación y compromiso hacia la construcción del bien común.
Fortalecer la familia
Los obispos reconocen un hilo conductor para lograr un diálogo fructífero con los distintos grupos, instituciones o movimientos sociales: «El hilo conductor de estas reflexiones viene dado por la íntima unión que descubrimos entre nuestra fe en Dios, la concepción de la persona, la propuesta del matrimonio y la familia y la comprensión de la sociedad en la perspectiva del bien común». En el fondo de esta reflexión está la «entrega sincera de uno mismo a los demás y al bien común». De hecho, «solamente una propuesta de persona y de sociedad que ponga su acento en fortalecer la familia como comunidad que custodia, revela
Hace unos meses, la Conferencia Episcopal Española presentó a la sociedad en general y a la Iglesia en
y comunica el amor y la vida y vincula a las sociedades desde su raíz, logrará revertir parte de esos males que la pandemia del coronavirus no ha hecho sino intensificar, pero que ya estaban presentes en la desvinculación y sus frutos de desconfianza, enfrentamiento y desigualdades varias. Las familias suponen la mayor experiencia de esperanza de la humanidad, implícita en la sucesión de generaciones de las que recibimos la vida y a las que también entregamos tanta vida».
Según el documento que nos ocupa, el apoyo a la familia abierta a la vida es prioritario para generar los vínculos que sostienen la vida social; la transmisión de la vida en este momento de dramático descenso de la natalidad ha de hacerse no solo con «apoyo educativo y cultural sino también económico e institucional».
Este artículo solo pretende dar algunas pinceladas sobre un documento que merece ser leído y meditado con sosiego, pues en sus páginas se abordan por ejemplo las causas que deconstruyen la familia y otros temas cruciales como la crisis de la paternidad y la maternidad; la desvinculación de las personas; la situación de los ancianos, los refugiados e inmigrantes; las legislaciones actuales en relación con el divorcio, el aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario; la ruptura entre amor, sexo y procreación; la reformulación del Estado del bienestar –que habría de hacerse en clave familiar y no individual–; la crisis demográfica; el individualismo; la soledad; el sufrimiento… la cultura de lo provisorio, fruto del emotivismo; el deseo de pertenencia; el riesgo de un totalitarismo difuso o blando; la antropología atea de la ideología de género...
El documento afirma que la misión de la Iglesia es anunciar la verdad de Dios sobre el hombre, «sobre cada mujer y varón que fueron creados por Él». Continúa diciendo que la misión de la Iglesia «no es dictar leyes civiles ni organizar la vida y las relaciones sociales, esto depende del Estado», sino que la Iglesia busca otra cosa: «ofrecer caminos que muestren la verdad de la persona humana». En este sentido, señala que el mejor anuncio ante la ideología de género sigue siendo la encarnación del amor cristiano a través del matrimonio. Señala que hombres y mujeres somos «idénticos en dignidad y diferentes». En relación con la familia se dice, entre otras muchas cosas, que «ha crecido la protección a miembros aislados de la familia, pero se ha deteriorado la defensa de la vida y el cuidado de la institución familiar como tal».
El desarrollo de los derechos y libertades de la mujer es, quizás, el factor que más ha influi-
do sobre la evolución de la vida matrimonial y familiar. Es muy importante que el cuidado de los niños y la promoción de la mujer no se desenfoquen por motivos ideológicos que no atienden a la realidad familiar y su papel para el bien común, sino a otros intereses». Así mismo, los obispos señalan que «la concepción de la persona como individuo autosuficiente e independiente y de la familia como consenso universal modificable, que da pie a una multiplicidad de modelos, todos equivalentes, son un punto crítico y significativo de la desvinculación que surge al prescindir de quien es Creador y Padre».
Familia: seno de vínculos
En la propuesta antropológica que hace la Iglesia española –con el fin de ayudar a la humanidad entera en la situación crítica que está atravesando–, basada en la experiencia de que la persona es amada por Dios y que esto se expresa a través del don de la vida, se hace hincapié en que la familia es el seno de vínculos a través de los cuales la mayoría de la humanidad da lo mejor de sí misma.
Haciéndose eco de la encíclica del papa Francisco Fratelli tutti, en la que se vincula persona, pueblo y bien común, los obispos argumentan: «La caridad social nos hace amar el bien común y nos lleva a buscar efectivamente el bien de todas las personas, consideradas no solo individualmente, sino también en la dimensión social que las une. Cada uno es plenamente persona cuando pertenece a un pueblo y, al mismo tiempo, no hay verdadero pueblo sin respeto al rostro de cada persona. Pueblo y persona son términos correlativos. Sin embargo, hoy se pretende reducir a las personas a individuos, fácilmente dominables por poderes que miran a intereses espurios. La buena política busca caminos de construcción de comunidades en los distintos niveles de la vida social, en orden a reequilibrar y reorientar la globalización para evitar sus efectos disgregantes».
El papa Francisco también se refiere a la fraternidad universal sin fronteras que se deriva de
En el documento se denuncia la globalización sin rumbo y la falta de un concepto de dignidad humana compartido.
la común naturaleza de todos los hombres, así, en la encíclica Fratelli tutti, de la que se hace eco el documento El Dios fiel mantiene su alianza, se denuncia la «globalización sin rumbo, la falta de un concepto de dignidad humana compartido, de unos derechos asimétricamente protegidos y unas desigualdades económicas lacerantes; existe también una comunicación superficial y un exceso de información que confunde y genera miedo y ansiedad».
Para que este bien común global sea una realidad, los obispos sugieren «leyes e instituciones jurídicas a nivel local y global que garanticen el pleno respeto a toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, así como el desarrollo integral de las personas». Citando a Julio L. Martínez en su libro Por una política del bien común, en relación con la política mundial se aboga por la urgente «reforma de la ONU como arquitectura económica y financiera internacional, para que se dé una concreción real al concepto de familia de naciones».
Igualmente se apoyan políticas públicas orientadas al bien común global «frente a la promoción del interés general entendido solo como suma y resta de intereses particulares». Entre otras cosas, en el documento se invita a los cristianos a que se formen adecuadamente y adopten el compromiso de «entregar su vida entera a la promoción de los empobrecidos en el ejercicio de la caridad política». En la misma línea, se anima a los colegios y universidades a generar conocimiento científico y a formar personas «orientadas al bien, la verdad y la belleza».
TALLERES DEL CENTRO BÍBLICO SAN PABLO
EFICACIA DE LA PALABRA DE DIOS
Las actividades del Centro Bíblico San Pablo continúan a buen paso. Son varias las peticiones de las parroquias, en Madrid, que se interesan en acercar la palabra de Dios a los feligreses, más aún cuando estos tienen alguna responsabilidad en la comunidad.
«Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de doble filo: ella penetra hasta la raíz del alma y del espíritu (...) y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón», es la gran definición que encontramos en la Carta a los hebreos (4,12), y que motiva el trabajo del apostolado paulino en la difusión y formación de la palabra de Dios.
Somos conscientes de que la familiaridad con el mensaje contenido en la Biblia es lo que puede avivar el espíritu de quien busca a Dios y, como dice la cita mencionada, consigue dirigir su vida hacia los designios del Altísimo.
Parte de este esfuerzo que realizamos se ve plasmado en los talleres bíblicos y con la edición de la revista trimestral Biblia Viva, que puede adquirirse de manera gratuita en las librerías San Pablo, Paulinas y en nuestros centros del Apostolado Litúrgico en toda España.
Temas actuales
La amplia oferta formativa del Centro Bíblico San Pablo abarca toda temática que interpele el día a día y actualice en cada uno de los participantes la llamada a ser «Luz del mundo y sal de la tierra», allí donde le toque vivir su historia personal y comunitaria.
Con este fin, se han desarrollado cuestiones relacionados con los tiempos fuertes del Adviento y de la Cuaresma, en los cuales nos hemos acercado a los distintos personajes que tienen relación con la vida cristiana en cada caso.
Los participantes recorrieron las vidas –con sus logros y dificultades, pero también con sus opciones y compromisos con el Plan de Dios–, del profeta Isaías, Juan Bautista, la Virgen María y san José, así como de los grandes convertidos de la historia, como han sido Jonás, el rey David, María Magdalena y, por supuesto, san Pablo.
EL DON DE LA ALEGRÍA
En este libro, el autor, que se confiesa un hombre feliz a pesar de que la enfermedad le ha golpeado con dureza, defiende que la alegría es un don al que nunca debemos marginar. Porque la alegría es un síntoma de la felicidad y la felicidad es una cualidad a la que nadie puede renunciar. Tal vez sea porque se trata de poner nuestro horizonte en quien es la alegría verdadera: Jesús y su Evan-
gelio de la vida. En este libro, que se lee con fluidez, aparece lo que es la alegría y lo que solo es un sucedáneo. Hay que distinguir lo que no es felicidad, aunque se le parezca. Estamos aquí para ser felices y la felicidad es algo que puede trabajarse y conquistarse. El padre Alejandro nos da algunas pistas para alcanzar este preciado don, tan escaso en la sociedad y en la Iglesia de hoy.
Otros temas que completaron las actividades fueron: «Una lectura creyente de la palabra de Dios», «Importancia de la Biblia en la vida de la Iglesia» y «Las mujeres en la Biblia», entre otros.
Las parroquias de Santiago el Mayor, San Marcos, Santísimo Cristo de la Esperanza y Beata María Ana de Jesús, en Madrid, han sido aliados nuestros en esta tarea. Para solicitar nuevos talleres parroquiales, el correo del Hermano Pepe Pedregosa, SSP, es: centrobiblico@sanpablo.es.
LA LUZ Y LA FUERZA DE LA FE
Pedro MorenoCaín ayer y «Caín» hoy…
La historia de Caín, que por envidia y soberbia aleja su mirada y su corazón del rostro de su hermano y llega incluso a matarlo, es lamentable y tristemente la historia constante del mundo. La historia también de nuestro mundo y hora. ¡Cuánta división y guerra en la familia humana de todos los tiempos…!
¡Cuánto odio y enfrentamiento entre los hombres y a lo largo de todos los siglos…! ¡Cuánta división y ruptura por todas partes…! ¡Cuánta envidia, guerra y muerte entre hermanos…!
No, no vamos a caer en la tentación de afirmar aquí aquello tan terrible de que «el hom-
bre es un lobo para el hombre» (homo homini lupus). Pero, a veces, esa es la impresión que ofrece el panorama de muchas de las relaciones humanas, tanto a niveles más cercanos como más lejanos. Todos vemos y conocemos muchos casos.
Lo triste, amigos lectores, es que, como decimos, la historia parece imparable. Los aislamientos y los enfrentamientos entre los hombres no se han acabado. El viejo y fatídico «Caín» (dígase comportamientos de «cainísmo») sigue vivo y renace cada día de sus propias cenizas. Renace en las familias y en las comunidades, en los barrios y en los lugares de trabajo, dentro y fuera de la
Iglesia, en ámbitos nacionales y también internacionales.
Solo la fe puede matar a «Caín»
La fe puede matar a «Caín». La fe, por el contrario, nos dice la encíclica Lumen fidei del papa Francisco, se presenta como una edificación, como la preparación de un lugar en el que el hombre pueda convivir con los demás. Una afirmación que viene iluminada por el texto de Hebreos, que dice: «Dios prepara una ciudad para ellos» (Heb 11,16).
La fe no rompe ni aísla, no tiene que ver nada con «Caín»;
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza…» (cf. Mt 17,14-20)
la fe no separa a los hombres unos de otros ni los pone unos contra otros, no los enfrenta. Todo lo contrario. La fe mata a «Caín» y todos sus comportamientos: la envidia…, los celos…, el odio…, los deseos de venganza… La fe mata el mal y la desunión.
La fe y la fraternidad
La fe, si es fe de verdad, crea cimientos sólidos y estables para la unión y la fraternidad entre los hombres; crea los cimientos que brotan del mismo amor de Dios, amor eterno y fiel. «La fe revela hasta qué punto pueden ser sólidos los vínculos humanos cuando Dios se hace presente en medio de ellos» (Lumen fidei 50).
Más todavía, la fe que nace del encuentro con el amor de Dios permite descubrir y valorar la riqueza y grandeza de
«He renunciado a proponer al público una vida de Jesús en el sentido común de la expresión para dejar hablar más a los evangelios [...], porque los evangelios son la única vida de Jesucristo que se puede escribir, siempre que seamos capaces de comprenderlos bien».
las relaciones humanas y su capacidad de enriquecer la vida común. La fe hace posible la alegría de vivir juntos, como hermanos; genera lazos para construir la familia humana.
Desde el comienzo de la obra, el cardenal Gianfranco Ravasi nos hace ver que no es posible componer una biografía de Cristo en un sentido exclusiva y rigurosamente
La fe y el perdón
Gianfranco Ravasi (de la Introducción)
La fe, por tanto, «nos ayuda a edificar nuestras sociedades, para que avancen hacia el futuro con esperanza» (Lumen fidei 51). La fe crea familia, alienta el camino de la fraternidad y la comunión entre los hombres como único e infalible camino de salvación y alegría. En ese sentido, «la fe afirma también la posibilidad del perdón, que muchas veces necesita tiempo, esfuerzo, paciencia y compromiso» (Lumen fidei 55). El perdón: camino de paz y alegría, camino siempre de salud interior. ¡Qué lejos la fe verdadera, la fe que genera perdón, del espíritu de Caín y de todos los que obran como él…! ¡Qué lejos…!
Sin embargo, y a pesar de la dificultad de separar la fe del dato histórico, el autor reconstruye la figura de Jesús desde diferentes ángulos. Además, nos brinda una descripción precisa y muy interesante de la génesis y las características de cada evangelio canónico. Así, La biografía de Jesús es una obra para creyentes y no creyentes; en general, para aquellos que se sienten interpelados por la cuestión de la identidad de Jesús de Nazaret.
de
Oración para pedir la fe
Señor, a ti que eres el amor y quieres la unidad entre los hombres, la fraternidad, te pedimos avanzar en la fe que une y edifica nuestra Iglesia y nuestra sociedad. Que nosotros, los hombres y mujeres de fe, seamos siempre presencia de paz y no de guerra, aliento de unión y no de desunión, semilla de un tiempo nuevo y una familia nueva. Que apostemos por la bondad y belleza de vivir juntos…; que apostemos por la alegría de crecer como hermanos. Que la fe sea nuestra luz y nuestra fuerza para caminar como verdaderos hijos de Dios.
El cardenal Ravasi, partiendo de la historia y la geografía en la que se desarrollan los evangelios, traza un perfil biográfico de Jesús mirando sus gestos y palabras, su vida pública y el acto supremo de su muerte y su resurrección.
Una obra para quienes, con o sin fe, se sienten interpelados por la identidad de Jesús de Nazaret.
PÍAS DISCÍPULAS DEL DIVINO MAESTRO: CIEN AÑOS DE VIDA
Las Pías Discípulas del Divino Maestro, congregación religiosa perteneciente a la Familia Paulina, están celebrando –entre el 21 de noviembre de 2022 y el 10 de febrero de 2024–, su Año Jubilar de fundación.
Es un espacio y un tiempo en el que estas hermanas dirigen sus miradas a aquel 10 de febrero de 1924, cuando el beato Santiago Alberione ponía en marcha esta Congrega-
ción, y se abren a explorar, con gozo y esperanza, caminos de futuro.
La Comisión para el Centenario ha puesto en marcha un amplio abanico de iniciativas y propuestas que exponemos a continuación:
Queridas hermanas y hermanos de la Familia Paulina y amigos: Deseamos compartirles las iniciativas y pro-
puestas preparadas por la Comisión del Centenario para la celebración del Año Jubilar de nuestra Congregación. Todas las propuestas se publicarán en el sitio creado con este propósito: www.pddm. org/100anni.
Agradecemos a todas las hermanas y Circunscripciones que han colaborado y enviado sus aportaciones con los materiales solicitados.
• 100 historias por 100 años. Cien años de vida son un patrimonio de gracia, experiencia, respuesta generosa e impulso misionero. En esta sección proponemos una colección de testimonios sobre algunas Pías Discípulas que han dejado un recuerdo especial por su fe, valentía, amor e iniciativa en la misión y por la vida marcada por la fidelidad en el seguimiento de Jesús Maestro, de quien otros han sido edificados. También hoy transmiten la belleza del encuentro con Jesús Maestro y la alegría de su mandato: «Vayan a mis hermanos y díganles lo que han visto y oído, lo que han experimentado». Son retratos vivos en la historia de nuestra Congregación, compañeras de viaje en la misión que, en solidaridad y amistad, nos ayudan a reavivar el don de Dios y a encontrar respuestas y orientación en el camino. Queremos escuchar con un corazón atento y estar abiertas a la maravilla del encuentro. Enviadas al mundo. Narración visual. Estos son cortome-
trajes que cuentan, de manera sintética y creativa, los inicios de las Hermanas Pías Discípulas en diferentes países del mundo, que tuvieron lugar a lo largo de los cien años de nuestra existencia en la Iglesia. Los vídeos se publicarán semanalmente, siguiendo el orden cronológico de las fundaciones, durante todo el año jubilar.
• Encuentro Mundial de la Juventud en línea. Sentimos la invitación a no tener miedo y a atrevernos a emprender una iniciativa pensada para las y los jóvenes de diferentes naciones y de diferentes experiencias. Esta propuesta está dirigida a nuestras jóvenes en primera formación (desde las prepostulantes hasta las junioras), a los jóvenes de la Familia Paulina y a los que visitan nuestras comunidades. Es una invitación a dar a conocer y compartir la alegría y la belleza de la llamada de Jesús: «¡Ven y verás!».
Un equipo internacional está desarrollando una propuesta para un itinerario que
Vida Paulina
se concluirá con el Encuentro Mundial en línea el 25 de noviembre de 2023, la víspera de la memoria litúrgica de nuestro Fundador, el beato Santiago Alberione. ¡Marquen esta fecha en sus calendarios! Queremos que sea una celebración y un evento festivo. El equipo internacional, a su debido tiempo, dará indicaciones para su participación.
Nos gustaría abrir otras dos iniciativas que requieren de cooperación:
• Una generación narra a la otra (Salmo 145,4): es una invitación dirigida a la generación más joven de la Congregación para realizar entrevistas a las hermanas mayores que conocieron a la Madre Escolástica y/o al P. Alberione. Se trata de hacer grabaciones de vídeo que se publicarán en el sitio en forma de cortometrajes. Aprovechemos este tiempo como una oportunidad para dar voz a estas hermanas nuestras que vivieron la primavera de la Familia Paulina y para escuchar las maravillas que Dios ha realizado en ellas y a través de ellas.
• Dicen de nosotras: es un espacio abierto a amigos, conocidos, Cooperadores Paulinos y todos los miembros de la Familia Paulina. Les pedimos que nos envíen un breve testimonio en formato de audio de 3-4 minutos. Les pedimos que, a la grabación de audio, agreguen una foto suya. Como guía para su testimonio, dos preguntas le pueden orientar: Desde su experiencia, ¿quiénes son las Pías Discípulas del Divino Maestro? ¿Qué espera de su presencia en la Iglesia y en la Familia Paulina en este tiempo sinodal?
Las grabaciones de vídeo y audio pueden enviarse al correo de la Secretaría de Comunicación a comunicazioni@pddm.org.
Deseamos a todas y todos un Año Jubilar lleno de la alegría del Evangelio, esa alegría que es fruto de la justicia y de la paz que tanto necesita nuestro mundo.
Fraternalmente,
† P. JOVEN JOSÉ LAGDAMEN, SSP
El pasado día 3 de marzo, en la enfermería de la comunidad de la Sociedad de San Pablo, de Vía Alessandro Severo 58, en Roma, falleció de modo inesperado por disecación de la aorta, el P. Joven José Lagdamen Jagurin. Nacido en Libon (Albay, Filipinas), cuando el Señor le llamo a la eternidad tenía solo 49 años de edad, 29 de vida Paulina, 24 de profesión religiosa y 16 de sacerdocio. Había sido elegido miembro del Consejo General de la Sociedad de San Pablo hace menos de un año.
«Su bondad era concreta, de veras paulina –escribe el P. Doménico Sóliman, Superior General SSP en la nota necrológica– porque amaba nuestra misión, consagrando a ella, a tiempo completo, las mejores energías. Su apostolado se ha desenvuelto sobre todo en el ámbito de la administración, primero como Ecónomo de la Provincia de Filipinas (Macao, 2006-2011) y luego como Asistente del Ecónomo general (20152022), en Roma, siempre con un estilo inconfundible: la generosidad.
Su vida estaba sostenida por una fe surgida en su familia y madurada después en la vivencia de la vocación paulina. Para conocer bien al P. Joven hay que entrar en su relación con el Divino Maestro, sencilla y concreta a la vez. Prefería
contar hechos, episodios, más que detenerse en consideraciones abstractas. Su fe en Cristo era contagiosa y justamente por ello sabía dar con la palabra apropiada para sostener a los demás, como, por ejemplo, cuando invitaba a confiarse al Señor y daba ánimos a un enfermo, que como él y con él, pero inicialmente indiferente a la fe, estaba afrontando graves problemas de bronquitis en el hospital Spallanzani de Roma a causa del COVID -19». Descanse en paz.
Paulina LA VOZ DE LOS JÓVENES
Club de lectura sinodal
Jorge Núñez de Prado• ¿Qué es?
Es una iniciativa de la librería Paulinas de Madrid, para dar voz a los jóvenes cristianos, como nos pide el Papa Francisco y como nos invita el Sínodo de la Sinodalidad, en el anhelo de que las nuevas generaciones puedan compartir y expresar los retos y oportunidades que surgen de vivir la fe cristiana en el mundo actual.
La idea es que esos jóvenes puedan intercambiar valores y experiencias que les ayuden a comprender mejor qué significa seguir a Jesús en su día a día, al tiempo que invitan a otros a hacer lo mismo.
Un espacio de escucha, por tanto, que ayude a la Iglesia a entender las necesidades de la generación digital, y nos ayude a los libreros paulinos a abrirnos a los signos de los nuevos tiempos, para entender mejor cómo transmitir la Palabra en el mundo de hoy y «con los medios de hoy».
• ¿Cómo funciona?
Se trata de un club de lectura, donde una vez al mes jóvenes, de diferentes partes de España y desde diferentes realidades de la Iglesia, se reúnen para tratar temas de actualidad a partir de la lectura de algún libro, comentando el mismo y dando pie al intercambio de opiniones y testimonios.
Cada encuentro cuenta con jóvenes diferentes, y se repite únicamente la moderadora, Paula Vega, a la que quizá conocéis mejor como @llamameyumi, por su papel activo en redes. De todos modos... ¡no nos cerramos a que haya repeticiones!
Los encuentros se grabarán y emitirán en nuestro canal de YouTube: librería Paulinas de Madrid. Pero también se retransmitirán fragmentos del programa a través de nuestras cuentas de Instagram: @llamameyumi, @librería_paulinas_madrid.
Dependiendo de la ocasión pueden realizarse presencialmente, o de forma on line, a través de una videoconferencia.
• ¿Cómo participar?
Si quieres participar, no dudes en escribirnos a este correo: libreria.madrid@paulinas.es. También puedes seguir a @llamameyumi en Instagram para estar atento a lo que va colgando en su perfil, y así poder dejarnos tu opinión.
Del mismo modo, si como joven cristiano tienes alguna cuestión que te preocupe o que te gustaría que se tratase en el Club, o incluso si quieres proponer algún libro que te gustaría ver en el programa, puedes escribirnos a la siguiente dirección: Calle San Bernardo, 114 (28015 Madrid). Tel.: 914 472 978.
COOPERADORES PAULINOS
• QUIÉNES SOMOS
Somos una asociación laical de hombres y mujeres, jóvenes y adultos, nacidos de la intuición profética del beato Santiago Alberione, Fundador de la Familia Paulina. Esta entidad eclesial –conocida por Familia Paulina– está integrada por cinco congregaciones religiosas, cuatro institutos seculares agregados a la Sociedad de San Pablo y una asociación de laicos, los Cooperadores Paulinos.
• QUÉ HACEMOS
Estamos llamados a vivir el apostolado paulino en todas sus expresiones. Básicamente, estamos en comunión y sintonía apostólica con las diversas ramas de la Familia Paulina por medio de la oración.
Y, además, a modo de ejemplo, ofrecemos colaboraciones para revistas, periódicos y medios audiovisuales; promovemos jornadas sobre el Evangelio y la Biblia, y colaboramos en la difusión de la buena prensa. Además de todo ello, en la medida de nuestras posibilidades, aportamos donativos en favor de la labor evangelizadora de la Familia Paulina, según sus apostolados específicos.
• POR QUÉ LO HACEMOS
Porque creemos en la validez y actualidad del «carisma paulino» para llevar la palabra de Dios a todos los ambientes, sobre todo los alejados. Esto constituye un gran «desafío» para nosotros, pero lo afrontamos porque creemos que es bueno lo que hacemos.
Para más información: ASOCIACIÓN COOPERADORES PAULINOS
C/ Protasio Gómez, 15 - 28027 (Madrid)
Tel. 917 425 113
www.sanpablo.es
SOCIEDAD DE SAN PA BLO
Arriba, el escudo de la Asociación y Familia Paulina. Izquierda, el beato Santiago Alberione y la venerable M. Tecla Merlo con un grupo de Cooperadores Paulinos de la primera hora. Derecha: un grupo de Cooperadores Paulinos de Jaén.