Los votos de pobreza y obediencia en la vida consagrada by Editorial San Pablo

Los votos de pobreza y obediencia en la vida consagrada

Rafael Gómez Manzano CMF María Cruz Bermejo Polo OSC (ed)

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Introducción

e voy a centrar solamente en dos votos, el de pobreza y obediencia. Pero no voy a hablar de la teología de los votos, pues, sobre la teología de los mismos, ya habéis oído hablar mucho en clases, sermones, consideraciones piadosas, ejercicios espirituales, etc. Y de esto sabéis muchísimo. De vez en cuando, se me escapará algo de la teología, pero, yo de lo que trataré durante el cursillo, será de la base humana, tanto antropológica, como psicológica de los votos. Base humana, para hacer ver y caer en la cuenta de cómo los consejos evangélicos, de ninguna manera, son algo antinatural. Nosotros los hacemos antinaturales, eso sí, porque ponemos la pobreza en cuatro bobadas y la obediencia en bobadas, y las bobadas las hacen «los bobos». Yo recuerdo a mi formador, que era un santo, que me echó una bronca porque hice un acto de propiedad dando un caramelo. Para dar una estampa, 7

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tenías que tener permiso, de lo contrario hacías un acto de propiedad. Es una solemne bobada. ¡La pobreza es otra cosa! ¡Ni que fuéramos niños chicos! Tenemos que aﬁrmar que los consejos evangélicos o son un camino de madurez humana, ¡o no sirven para nada! San Juan Pablo II dice lo siguiente: «Los consejos evangélicos son una invitación constante a la transformación de todo el cosmos, a través del corazón del hombre, desde dentro». Si la pobreza no sirve para hacer un nuevo cielo y una nueva tierra, un orden nuevo, ¡es una tontería! Me hace gracia cuando dicen: «Es que los religiosos somos pobres y no debemos tener»; pues, seremos una manada de vagos, si tanta gente junta trabajando no son capaces de tener (por lo menos para la manduca). Entre los vagos que hay en los conventos, ¡que los hay, eh!, hay gente que nació con una viga atravesada en la columna vertebral y, claro, no hay forma de hacérsela doblar. Esos son casos concretos, o sea, que los hay; y los hay, como ya sabéis, a la hora de maitines y a la hora de completas (que se rezan quitándose las calcetas); cuando son muy mayores, son vagos, pero son vagos en completas, porque, ya de jóvenes, en maitines también fueron vagos. Son como aquel amigo mío que, aunque le gustaba mucho el fútbol, no se molestaba 8

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Introducción

en darle una patada al balón, ya que decía que él había nacido para mayores cosas. Pues, algunas, como parece ser que han nacido para «mayores cosas», están tan enamoradas del divino esposo, que no hacen ni caso a las cuñadas, y ¡hay que pringarse un poco! Si la pobreza no es capaz de crear un orden nuevo, no sirve para nada, ¡para nada! Ya lo iremos viendo despacio. Por tanto, ¿cómo vamos a estar trabajando y no vamos a tener? Era como para colgarnos el título de «vagancia nacional». Lo mismo que si uno se acostumbra a tener casa organizada, si encima de haber tanta gente, estuviera la casa sucia y mal organizada… otra cosa es que, a veces, esté «tan limpia», que va uno por los pasillos y parece el pasillo de la pulmonía, porque, con todas las ventanas abiertas, está tan limpio que allí no para ni una pelusa, y sobre todo «ventilado»; por allí, si uno se descuida, sale volando. Esto ya es otra cuestión un tanto exagerada. Así que, según san Juan Pablo II: «Los consejos evangélicos son una invitación constante a la transformación de todo el cosmos, a través del corazón del hombre, desde dentro». Añade en otro lugar: «Los consejos evangélicos son el medio más radical para cambiar en el corazón de los hombres la relación del mundo». 9

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Hay un libro que yo les recomiendo, a pesar de que está un poco viejo, es del P. Jesús Álvarez CMF y se titula La vida religiosa ante los retos de la historia (editorial Publicaciones Claretianas). El P. Jesús Álvarez en este libro deﬁende esta tesis: «La vida religiosa ha sido siempre respuesta a los problemas de los hombres desde la fe». Fíjense, llega san Benito, monta el monasterio y este se convierte en la clave de la estructura de Europa, de la ciudad europea: patrón de Europa, aun dedicándose a la vida contemplativa, vida monástica. La estructura monástica de la ciudad se convierte en la estructura de la ciudad. Es curioso, esto dura hasta el siglo XIV al XVI, más o menos. ¿Por qué dice esto el P. Jesús Álvarez? Porque todo acontecimiento humano, todo fenómeno humano tiene tres lecturas: dos humanas y una sobrenatural. Lecturas humanas: 1) lectura de la afectividad = sentimiento; 2) lectura racional = crítica.

Lecturas humanas Sobre la lectura de la afectividad y el sentimiento puedo poner como ejemplo mi reacción: en esta época estoy huyendo de Madrid, porque ahora 10

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precisamente allí se cifran los destinos de religiosos/sas. Paso al noviciado donde se perﬁlan la primeras profesiones, renovación de los votos perpetuos. Y luego hay que informar a las órdenes, a las diócesis… ¡total, que si un informe, que si no sé qué!, y como muchas veces tiene uno que hacer las cosas citando al toro desde lejos... pues, si una persona vale o no vale, se podrá ver, pero si se tiene que ir, ¡que se vaya por la puerta grande, que no deje pelos en la gatera y menos halagando a la comunidad! Que hay gente que no se va porque... ¡no, no, váyase para que el inﬁerno se vaya también con usted y nos deje tranquilos a los demás! Pero que se vaya bien, bien, no mal, bien. Lectura sentimental. Me harta. En la lectura racional, ¿qué hago cuando estoy harto, para que no se me note mucho y actúe bien?, porque no me puedo dejar llevar del sentimiento, del impulso. En el primer impulso, muchas veces cogería a una persona y le haría lo que de pequeños se hacía con los pollos: cogerlos por el pescuezo y «clic». Reacción sentimental. Racional, oye ¿cómo puedo yo hacer «clic», sin que suene clic y parezca clic? Crítico. Es humano y es una lectura humana madura.

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Lectura sobrenatural

Lectura de fe, es decir: «¿qué me está diciendo Dios?, con esa comunidad, con esa hermana, con esa superiora, con esa norma que viene de Roma, ¿qué me están diciendo?». Lectura de fe. Todo religioso, para poder hacer una buena lectura de fe, tiene que hacer las otras dos lecturas anteriores, pues si se pone a hacer solo la lectura de fe, no hace una lectura real, se coloca en la estratosfera, se coloca al margen de la realidad. Un religioso/sa que no es capaz de hacer una lectura afectiva, una lectura racional crítica, nunca podrá hacer una buena lectura de fe. No debe quedarse en la lectura afectiva, sería muy inmaduro, ni en la lectura puramente racional, no sería un buen creyente, ¡pero tiene que hacerla! Porque si me cargo al hombre, no tengo salvación, pues no hay nada que salvar. La vida religiosa es así una lectura crítica de la realidad que ilumina desde el Evangelio. Eso es un fundador, un hombre que ve un problema, ve una situación, ve una realidad y hace lectura de ella y la ilumina desde el Evangelio. El resultado es una nueva orden, una nueva congregación. Por tanto, la vida religiosa ha sido siempre una respuesta a los problemas de los hombres y, cuando la vida religiosa se desencarna, se sale de la realidad, no hace lectura 12

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crítica, humana, sino solo de fe, deforma la vida, deforma la realidad. Eso nos ha pasado a nosotros con los consejos evangélicos: yo soy pobre si tengo permiso, y no soy pobre si no lo tengo; sin darme cuenta que muchas veces, el tener permiso, es un problema, no de pobreza, sino de habilidad. Vosotras que sois clarisas, sabéis muy bien que los franciscanos son muy pobres (y las clarisas se pasan de pobres). ¿Sabéis lo que le pasó a un franciscano y a un jesuita con el Papa? Un franciscano estaba muy molesto porque el Papa no le permitió fumar mientras rezaba. Le dice el jesuita: «Tú no sabes pedir». Y fue a hablar con el Papa y en vez de decirle: «Santidad, ¿puedo fumar mientras rezo?», le dijo: «Santidad, ¿puedo rezar mientras fumo?». Y el orden de factores no altera el producto. Lectura de fe sí, pero, primero hay que hacer una lectura racional humana. Un consejo evangélico supone una comprensión del hombre, del instinto de poseer, del sentido de la creación. Pobreza del sentido de las cosas, y ahora las utilizo de acuerdo con ese sentido. Eso leído desde el Evangelio, ¿qué signiﬁca? Compartir, amor, comunión, justicia social, servicio… Y, como consecuencia, desprendimiento; pero, para desprenderme, tengo que tenerlo ¡porque si no lo tengo no puedo dejarlo! Una comunidad que no tiene nada, no se desprende de nada, al revés, 13

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busca tener algo para llenar el estómago, ¡vamos a ser claros! ¿O no? Por eso el Papa lo recalca: «Los consejos evangélicos son el medio más radical para cambiar en el corazón de los hombres la relación con el mundo». La vida religiosa es o tiene un especial signiﬁcado. Significado de la vida religiosa

• Enseña al hombre el sentido de las cosas, el compartir, el sentido de la justicia, la pobreza. • Enseña al hombre el sentido del amor. Virginidad. Ya hablamos en el cursillo de valores humanos sobre afectividad, madurez afectiva, sexualidad. Ahora, por falta de tiempo, no tocaremos estos temas. • Enseña al hombre el sentido de la autoridad, que, como veremos, está al servicio de la dignidad humana. Me hace gracia cuando alguna superiora dice (mejorando lo presente), «he orado y el Señor te pide...». «Oiga usted, madre y, ¿por qué no le dice al Señor que se espere un rato, para que yo eche una parrafadita con Él, a ver si a mí me dice lo mismo? Porque, claro, eso de que sea monotemático, se lo ha dicho nada más que a usted. Pues, mire Madre, yo 14

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Introducción

me lavo las orejas todos los días, no tengo parásitos. No soy como aquella sevillana que se peleaba con la otra, y un día se equivocó, se colgó un clavel en la oreja y ¡le prendió! A mí, no; así que, déjeme hablar con el Señor un rato, ¡a ver si es usted la que tiene el clavel “agarrado” (prendido) y por eso entiende mal!». «He orado». «Pero, usted ¿qué se cree que, cuando yo estoy en la capilla, estoy de vacaciones o qué? ¡Vamos a orar juntas, digo yo!». Recuerdo una vez que di unas charlas a superiores/ ras juntos; me miraban con una cara... que dije: «¡Ay Antoñito el Camborio, digno de una emperatriz, reza todo lo que sepas...!». Y terminé la charla que era sobre el «Sentido sobrenatural de la desobediencia». Es que, a veces, para obedecer, hay que desobedecer, porque, ¿qué es desobedecer? No estar de acuerdo, y vamos a discutir, a dialogar. Después, dígame lo que usted quiera. Teníamos un provincial que era muy mayor y con mentalidad antigua, al que yo le decía: «Padre, antes de empezar (yo voy a hacer lo que usted me mande), déjeme que le diga lo que yo pienso». Y me dijo un día: «Es que, si te dejo decirme lo que tú piensas, ¡me lías!». «Pues no se líe usted, que tiene el Espíritu Santo. Que los discípulos tenemos una pluma, una alita; usted tiene la paloma entera, el Espíritu Santo entero». Esto en cuanto a la obediencia. 15

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Respecto a la pobreza, dice alguna: «Nada, como estamos en Navidad y hay mucha gente que no come, nosotras ¡sin turrón!». No, mire usted, vamos a comer un poquito de turrón y después lo compartiremos con los que no tengan ¡pero nosotras también, un poquito menos, pero también! «Nos quedamos sin postre para dárselo a los pobres». No, mire usted, le damos al pobre parte de nuestro postre y, en vez de comernos dos manzanas cada una, nos comeremos una, o si es muy gorda, media cada una, pero déjenos a nosotras algo. ¡Si eso no es la pobreza! La pobreza es compartir y para esto yo también tengo que participar. A ver si participa la otra y no yo. Si no, no es pobreza, es hacer «el mico» (el mico es un mono muy chiquitín y simpático), sobre todo cuando solamente comparten algunas de la comunidad, o cuando comparten, entre el austerismo, entre no sé qué, entre no sé cuánto, siempre comparten las mismas. ¡Vamos a compartir entre todas! Así que la vida religiosa es respuesta. Si no hay respuesta humana, no hay respuesta divina. Si no entiendo al hombre, al mundo y su sentido, no puedo hablar de Dios, por eso: «Cristo es revelación de Dios a los hombres y del hombre a los hombres; si no revelamos al hombre, no revelamos a Dios» (GS 22). 16

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Índice

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Nota ...................................................................... 5 Introducción .......................................................... 7 Lecturas humanas............................................. 10 Lectura sobrenatural ......................................... 12 Signiﬁcado de la vida religiosa.......................... 14

Parte 1: Voto de pobreza

El voto de pobreza ................................................. Contemplación y pobreza .................................. Somos creaturas y criaturas de Dios ................. El ser humano: inteligencia sentiente .................. La pobreza y las tareas de la vida ........................... Ser austero ........................................................ Respeto a ti misma .................................... Respeta las cosas ........................................ Dar cauce auténtico a la libertad ...................... Situarse en el ámbito del sentir......................... Deﬁniendo la pobreza ...................................... Pobreza teológica..............................................

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El «tener»............................................................... 55 Ley de la comunicación .................................... 56 El trabajo es la mejor forma de vivir la pobreza 58 Formas del «tener»............................................ 60 ¿Cuál es la forma constructiva del tener? ... 60 ¿Qué es el trabajo? ..................................... 61 ¿Qué es la producción creativa? ........................ 65 ¿Qué es la propiedad privada? .......................... 69 La pobreza y su contenido ..................................... 73 Contenido de la pobreza................................... 73 Pobreza religiosa ............................................... 75 Pobreza y justicia social ......................................... 79 Reconocimiento de la alteridad ........................ 80 Opción preferencial por los pobres ................... 81 Primera dirección: Entender el sentido de la pobreza ........................................ 82 Segunda dirección: La Iglesia, testigo del valor social ....................................... 87 Psicología y pobreza............................................... 91 Psicología dinámica .......................................... 93 Psicología cognitiva .......................................... 97 Infantilismo ............................................... 100 Claro y maniﬁesto egoísmo ....................... 102 Estrechez de espíritu ................................. 104 Exigencias generales de la pobreza ................... 106 252

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Índice

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Trabajo de grupo y comentario .............................. 109 Claves de la pobreza .................................. 124 Opción fundamental.................................. 128

Parte 2: Voto de obediencia

El voto de obediencia ............................................ 139 La libertad ............................................................. 155 El ser humano es libre ...................................... 156 ¿Por qué el ser humano es libre? ....................... 157 Identidad y libertad como fundamentos de la obediencia ......................................... 160 Obediencia desde la libertad y para la libertad ... 173 Perspectivas y elementos de la obediencia ................................................. 177 Perspectivas ...................................................... 177 Elementos de la obediencia .............................. 182 El papel de los superiores ................................. 185 Tareas de los superiores .................................... 186 Ayudar ....................................................... 186 Cuidar ....................................................... 187 Garantizar ................................................. 188 Animar ...................................................... 189 Motivar ...................................................... 191 253

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Págs.

Velar .......................................................... 191 Escucha y diálogo ...................................... 193 Obediencia y vocación ...................................... 196 Psicología y obediencia .......................................... 199 Psicología dinámica y el voto de obediencia ..... 200 Teoría cognitiva y obediencia ........................... 205 La obediencia bien entendida ................................ 211 Conducta eficaz ................................................ 211 Conducta madura ............................................. 212 Conducta motivada .......................................... 213 Reflexiones finales ................................................. 217 Trabajo de grupo y comentario .............................. 225

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