
9 minute read
Procesamiento de muestras sanguíneas
from Ateuves 92
by Grupo Asís
Procesamiento de
muestras sanguíneas
La toma de muestras de sangre es un procedimiento muy habitual en la clínica, por lo que es fundamental que el ATV conozca el manejo adecuado que requiere cada una en función del tipo de prueba que se desee realizar.
Irene Martínez
Técnica Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico y ATV en Gattos Centro Clínico Felino (@enfermeraveterinaria) Imágenes cedidas por la autora La sangre es un tejido líquido que circula por los vasos sanguíneos distribuyendo nutrientes, gases y sustancias de desecho. Se trata de la muestra biológica más frecuente en los laboratorios de clínicas veterinarias.
Procesamiento preanalítico
Un procesamiento preanalítico adecuado es aquel que consigue mantener la muestra en las mejores condiciones posibles, sin que se produzcan grandes alteraciones que difieran del estado basal en el que se encontraba esa muestra dentro del paciente, para poder obtener los resultados más fiables. Para cumplir este objetivo, se deben realizar ciertos procedimientos destinados a evitar la hemólisis y la coagulación, que son los principales inconvenientes a la hora del tratamiento de muestras sanguíneas.
Extracción
La extracción de la sangre debe hacerse siempre siguiendo el mismo protocolo. Se utilizan agujas de un calibre adecuado, ya que cuanto más fina sea la aguja, mayor probabilidad de hemólisis hay. Es interesante, a la hora de la succión con la jeringuilla, no provocar turbulencias que pueden hemolizar y desencadenar la coagulación,
Composición de la sangre
La sangre está compuesta por dos fracciones: • Fracción líquida: suero o plasma (55 %): prácticamente todo es agua, aunque hay otros solutos como proteínas, hidratos de carbono, lípidos, hormonas, etc. • Fracción forme: • Capa leucocítica (<1 %): también llamada buffy coat, está compuesta por plaquetas y leucocitos. • Eritrocitos (45 %): el volumen que ocupan, en relación con el volumen de sangre total, se denomina hematocrito. así como evitar extraer sangre de una vena tras varios intentos o con compresión prolongada.
Rotulado
El primer paso tras la extracción es el rotulado de los recipientes. Siempre se deben escribir los datos de identificación del paciente para que no haya errores posteriores.
Trasvase a los envases adecuados
Tras esto, se trasvasa lo antes posible a los envases adecuados para los estudios que se realizarán posteriormente. En el caso de los tubos, se debe dejar caer la sangre por las paredes suavemente para evitar la hemólisis y después, tan solo los que contengan anticoagulante, invertirlos despacio para homogeneizar la muestra con el aditivo (figura 1). A la hora del llenado de los tubos con anticoagulantes, es importante fijarse en la línea de enrase marcada en las etiquetas, así como en la fecha de caducidad. Todos los tubos con aditivos llevan una determinada cantidad de anticoagulante para una cantidad determinada de sangre: • Si se rebasa el límite, habrá más cantidad de sangre que de anticoagulante, por lo que la muestra se coagulará. • Si no se llega al límite, habrá un exceso de anticoagulante que provocará artefactos.
En la tabla 1 se resumen los aditivos habituales junto a los análisis más frecuentes. El color del tapón es orientativo ya que depende del fabricante, por lo que se debe conocer el aditivo antes de trasvasar la sangre.
Orden de llenado
El orden de llenado es una estrategia para reducir al mínimo la posibilidad de contaminación con los anticoagulantes, ya que se pueden alterar los parámetros llegando a invalidar el resultado final. Por este motivo, la boquilla de la jeringa nunca puede tocar los tubos. El orden varía dependiendo del sistema de extracción; el más habitual en veterinaria es el sistema abierto: jeringuilla, aguja y tubos sin vacío. Un ejemplo es el siguiente (figura 2): sin anticoagulante, citrato sódico, heparina y EDTA. Si se extrae sangre para hemocultivo, se hará siempre primero; y si se necesita para gasometría, será lo último. Los análisis que se realizan en sangre son múltiples y se tienen que conocer para poder preparar la muestra, porque dependiendo del tipo de estudio se requerirán unas u otras condiciones.
Hematología
El hemograma es el recuento de los eritrocitos, leucocitos y plaquetas y la evaluación de algunas
A B
C

Figura 1. A: Rotulación del tubo; B: Trasvase de la muestra a un tubo de heparina; C: Homogeneización de la muestra con el anticoagulante.

Tabla 1. Relación de aditivos con los análisis que se realizan y el color del tapón que lo identifica.
Con anticoagulante
Sin anticoagulante
Aditivo
EDTA Heparina de litio Citrato de sodio Activador de la coagulación Sin aditivo
Análisis
Hemograma, frotis, PCR… Bioquímica Estudios de coagulación
Bioquímica especial, serología
Color del tapón
Morado o rosa Verde o naranja Azul claro Rojo Blanco

Figura 2. Ejemplo de orden de llenado (izq. a dcha.: hemocultivos, tubo vacío, acelerador de la coagulación, citrato sódico, heparina, EDTA y jeringa de gasometría).
de sus características. Este estudio se realiza en analizadores automáticos que necesitan que la sangre esté completamente líquida, por lo que no puede formarse ningún grumo. Para evitar la coagulación, se utiliza la sangre tratada con ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) ya que es el anticoagulante de elección porque mantiene la morfología y distribución celular en las mejores condiciones. Es importante hacer el hemograma lo antes posible, si no se puede hacer antes de 3 horas se puede mantener en nevera (4ºC) durante 24 h sin que sufra alteraciones. Para los frotis se utiliza sangre entera con EDTA recién extraída, si no se puede hacer la extensión inmediatamente se puede retrasar hasta un máximo de 2 h sin que sufra alteraciones notables. Una vez realizada la extensión, se deja secar al aire y se procede a la tinción. Si no se puede teñir en ese momento, siempre se debe fijar con metanol para que no se degrade la muestra y, cuando sea posible, se teñirá con los colorantes. El procesamiento de la muestra para los estudios de coagulación es una de las partes más importantes por su gran sensibilidad. Se utilizan tubos de citrato sódico, cuya relación estricta es de una parte de anticoagulante con nueve partes de sangre. Por lo tanto, introducir la cantidad suficiente de muestra en estos estudios es un factor crítico de cara al resultado. Una vez se ha enrasado el tubo, se debe homogeneizar unas 8-10 veces y después dejar reposar unos 5 minutos para que se mezclen completamente ambos líquidos. Tras el reposo, se vuelve a homogeneizar y se procede al análisis. Si se envía esta muestra al laboratorio externo, se dejará reposar igualmente, se centrifugará y se recogerá el plasma citrado en un microtubo para su posterior congelación.
Bioquímica
Los parámetros bioquímicos se pueden obtener con suero o plasma. En clínica se suele utilizar
Tabla 2. Obtención de suero y plasma.
Cómo se obtiene el suero
Se elige un tubo sin anticoagulante. Se introduce la muestra dejándola caer por la pared del tubo. Se deja reposar durante varios minutos, hasta que aparece un coágulo. Se centrifuga 5 minutos a 1.500 rpm.
Se elige el tubo adecuado para el análisis, siempre con anticoagulante. Se introduce la muestra dejándola caer por la pared del tubo. Se invierte 8-10 veces para homogeneizarlo. Se centrifuga 5 minutos a 1.500 rpm.
Cómo se obtiene el plasma
el plasma por su rápida obtención (tabla 2), mientras que el suero se destina a pruebas especiales en laboratorios de referencia. La diferencia entre suero y plasma radica en la presencia de factores de coagulación. En el plasma se encuentran presentes, mientras que en el suero se han consumido dando lugar al coágulo. Los factores de coagulación son proteínas que sí se encuentran en el plasma, por lo que el valor de proteínas totales será menor en suero. La mayoría del resto de parámetros no sufren cambios relevantes. Tras la centrifugación se debe atender al plasma o suero y observar su coloración (figura 3). El color fisiológico es prácticamente transparente (dependiendo de la especie) pero puede mostrar otras tonalidades que provocarán cambios en algunos parámetros: • Hemólisis: tonalidad rojiza por ruptura de hematíes, puede estar provocada por el propio paciente o por una mala extracción y/o procesado preanalítico. • Ictericia: tonalidad amarillenta por aumento de la bilirrubina. No tiene relación con el tratamiento preanalítico. • Lipemia: tonalidad blanquecina y aspecto denso por aumento en los lípidos. No se ve alterado por el procesamiento. Otro estudio bioquímico es la gasometría, que es una técnica de evaluación del estado respiratorio gracias a la medición de gases y otros parámetros, destinado a la evaluación y evolución de pacientes críticos. La muestra de elección es la sangre arterial y se extrae con una jeringa precargada con heparina. El artefacto contaminante más habitual son las burbujas de aire. Se debe realizar el análisis de forma inmediata, ya que el metabolismo celular continúa activo provocando cambios en todos los parámetros; se puede retardar el metabolismo manteniendo la jeringa sobre una placa fría.
Inmunología
En el caso de los test rápidos que se realizan en clínica, se utilizan distintas muestras (plasma, suero, sangre entera) mientras que para las serologías realizadas en laboratorios externos la muestra de elección es el suero mantenido en refrigeración. Los análisis inmunohematológicos necesitan sangre entera con EDTA principalmente, no es necesario que sea sangre recién extraída pero sí refrigerada. Los estudios más frecuentes son aquellos destinados a la compatibilidad para transfusiones sanguíneas.

Figura 3. Distintas tonalidades del plasma/suero (izq. a dcha.: fisiológico, hemolizado, ictérico y lipémico).
Microbiología
Los hemocultivos son el estudio microbiológico que se realiza en sangre para detectar la presencia de microorganismos, principalmente bacterias. Es una técnica poco habitual: se requieren condiciones asépticas para la extracción, un gran volumen de muestra y unos requisitos de conservación y transportes muy específicos, siguiendo siempre las pautas marcadas por el laboratorio.
Biología molecular
La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es la prueba más frecuente a la hora de detectar microorganismos que se encuentran en sangre. Es una técnica en la cual se amplifica el material genético del patógeno para poder confirmar su presencia. Al ser un análisis que se realiza en laboratorios externos, se deberán seguir las condiciones indicadas. La muestra más habitual es sangre entera con EDTA refrigerada.
Bibliografía
• Juste de Santa-Ana, MC., Carretón Gómez E.; Fundamentos de análisis clínicos en animales de compañía; Multimédica Ediciones Veterinarias; 2015; Barcelona. • Engel Manchado J., García Guasch L.; Manual del ATV (2ª edición); Multimédica Ediciones Veterinarias; 2019; Barcelona.