Harinama Cintamani

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Harinama Cintamani

El Santo Nombre

SRILA BHAKTIVINODA THAKUR


Srila Bhaktivinoda Thakur © Servicio Editorial de los Vaisnavas Acaryas (SEVA), 2008 Av. Calle 3 No. 25A-61, Bogotá, Colombia Teléfonos: 277 7794, 277 0042 www.sevaeditorial.com - E-mail: info@sevaeditorial.com Comité Editorial SEVA Bogotá Director: Swami B.A. Paramadvaiti Revisión de textos: Prem Kishor d., Sankarsana d., Jayananda d., Vaikuntha d. Diseño de cubierta: Ananda Gram d., Bhagavata d. y Damodara Astaka d.d. Diagramación: Damodara Astaka d.d. y Jayananda d. Este libro se compuso en caracteres Souv2 Impreso por Z-G Impresores Ltda. Impreso en Colombia - Printed in Colombia Primera edición, octubre 2006 ISBN 978-958-98349-8-5 Está permitida la reproducción total o parcial de la presente obra, siempre y cuando se cite la fuente.


Contenido 9

Nota del editor

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Capítulo 1

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Capítulo 2

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Capítulo 3

Las glorias del Santo Nombre Kèëòa y sus energías Cid-vaibhava Acid-vaibhava Jaiva-Vaibhava El Sendero Supremo, Bhakti y el Santo Nombre

La aceptación del Nombre

La sombra del Santo Nombre (Nâmâbhâsa)

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Capítulo 4 La blasfemia contra los Vaiëòavas (Satâm-nindâ)

47

Capítulo 5

55

Capítulo 6

61

Capítulo 7

Adorar a los Semidioses como independientes de Kèëòa ([ivasya {rî-vi}òor ya iha guòa-nâmâdi-sakalam)

Desatender al Guru (Guror-avajñâ)

Crítica a la Escritura ([ruti-äâstra nindânam)


67

Capítulo 8

71

Capítulo 9

75

Capítulo 10

79

Capítulo 11

83

Capítulo 12

87

Capítulo 13

91

Capítulo 14

95

Capítulo 15

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Glosario

Interpretar el Santo Nombre y no reconocer las glorias del Santo Nombre como verdaderas (Tathârtha-vâdaì y Hari-nâmi kalpanam)

Cometer pecados al amparo del Santo Nombre (Nâmno balâd yasya hi pâpa-buddhir)

Entregar el Nombre a los infieles (A{raddhadhâne vimukhe’py a{èòvati)

Considerar que el Nombre es equivalente a las actividades piadosas materialistas (Drama-vrata-tyâga-hutâdi-sarva-{ubha-kriyâsâmyam api pramâdaì)

Falta de atención durante el canto (Pramâda)

“El apego al yo y mío” (ahaê mameti)

Ofensas al servir a la Deidad (sevâ aparâdha)

(bhajan pranâli)


Nota acerca de las palabras sánscritas transliteradas Las vocales se pronuncian aproximadamente como en español, excepto que hay vocales cortas y vocales largas. Estas últimas llevan una raya encima. Las vocales cortas son más breves que en español. Las vocales largas tienen el doble de duración que las vocales cortas, y son como las vocales acentuadas en español. Las consonantes se pronuncian casi todas como en español, con estas excepciones: cuando van seguidas de una h (kh, gh, ch, jh, th, dh, yh, bh) son aspiradas, es decir, se pronuncian emitiendo con cierta fuerza el aire de la garganta. La g se pronuncia como la g de goma. La c se pronuncia como la ch de chino. La j se pronuncia como una ll fuerte. La y se pronuncia como la i de ionósfera. La ll se pronuncia como la l en sol. La { y la } se pronuncian como una sh suave, así como en la palabra sha. La h es aspirada. La consonante è se pronuncia ri.



Nota del editor Todas las Glorias a Sri Guru y Gouranga Dedicado a la eterna memoria de mi maestro espiritual: Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Srila Prabhupada, quien dio iluminación al mundo.

Queridos amigos: Sobre el tema de los valores escriben muchos, con fin de evaluar una sociedad civilizada. No obstante, el hombre moderno nunca se pone de acuerdo sobre los valores inventados por su mente dual y egoísta. Sin embargo, existen valores absolutos que vienen de la trascendencia de este mundo y tienen relevancia y alternativas para nuestra vida conflictiva. Esto lo comprobó mi Maestro Espiritual [rîla Prabhupâda. Sus libros (más de ochenta) y sus conferencias, aceptados como documentos extraordinarios por las mejores universidades y por eminentes profesores de nuestra época, son una muestra de la exposición de tales valores. [rîla Prabhupâda encargó a sus discípulos que dieran a conocer al mundo entero las maravillas de la ciencia del yoga (la ciencia del alma), de la reencarnación y del karma. Él vino de Goloka Vrindavan, el hogar de las almas perfectas, para mostrar la meta de nuestra vida y un camino de iluminación y alegría. [rîla Prabhupâda quiso además que el mundo conociera a todos los Vaiëòavas que inspiraron este mensaje: Sanâtana Gosvâmî, [rîla Bhaktivinoda Thâkura, [rîla Bhaktisiddhânta Sarasvatî, [rîla 9


[ridhâr Mahârâja y muchos otros. Estos Vaiëòavas llevaron al mundo entero el conocimiento védico de forma activa y con un valor educativo. Tenemos que agradecer la labor minuciosa que han llevado a cabo las grandes personalidades, quienes cuidadosamente trajeron el conocimiento védico, transmitido hace miles de años, a nuestra era moderna, con permanentes revelaciones de sus profundos mensajes. El Instituto Superior de Estudios Védicos (ISEV) está dedicado a su eterna memoria. El ISEV ofrece libros, material para niños, conferencias, etc., para que las personas puedan tener acceso a la sabiduría védica a través de archivos exclusivos. Nuestras publicaciones y cursos están siempre a su servicio. Agradecemos infinitamente la inspiración de los máximos exponentes contemporáneos de la ciencia del yoga: su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami [rîla Prabhupâda y su Divina Gracia Bhakti Rak}aka Sridhar Mahârâja, quienes nos iluminaron con sus instrucciones. También, agradecemos a todos los devotos que han dedicado sus vidas a hacer posible que estos servicios lleguen al público. Les deseo el mejor éxito en la comprensión de las enseñanzas esenciales de nuestros maestros. Ayúdenos a llevar este conocimiento trascendental-revolucionario a las partes más recónditas del planeta. Su servidor, Swami B.A. Paramadvaiti

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Capítulo 1

Las glorias del Santo Nombre Todas las glorias a Gadâdhara y Gaurâôga, a la vida de Jâhnavâ, Nityânanda Prabhu. Todas las glorias a Sîtâ y Advaita, a Ärivâsa y a todos los devotos.

E

n la orilla del océano de Nîlâcala, en el templo de Jagannâtha, reside Dâru-Brahman, la Suprema Personalidad de Dios en su forma de madera. Habiendo descendido misericordiosamente en esta adorable forma para liberar a las entidades vivientes del mundo material, Él concede el disfrute material y la liberación. En este mismo dhâma, a fin de entregar la buena fortuna a la humanidad y dar a conocer el dharma de Kali yuga, Ärî Caitanya, la Suprema Personalidad de Dios en la forma de un sannyâsî, vino y estableció residencia en la casa de Kâäi Miära. Allí, junto con sus devotos, divulgó el amor de Dios a todos, justamente como un árbol de deseos da libremente los tesoros. Allí, el Señor tuvo gran cuidado de presentar las propias enseñanzas espirituales a las entidades vivientes. Lo hizo de modo que varios devotos explicaran los diferentes aspectos del servicio devocional, mientras Él se sentaba y escuchaba con gran regocijo. De esta manera, a través de la boca de Râmânanda Râya, Él enseñó el concepto de râsa, a través de la boca de Sârvabhauma, enseñó el principio real de la liberación, a través de Rûpa Gosvâmî, en Vèndâvana, enseñó los detalles del râsa, y por boca de Hari Dâs, enseñó las glorias absolutas del Santo Nombre. Un día, después de haberse bañado en el océano, el Señor se encontró con Hari Dâs Ùhâkura, junto al árbol de siddha bakula 11


y con mente bienaventurada, inquirió a Hari Dâs sobre cómo las jîvas podrían liberarse fácilmente del mundo material. Aferrándose a los pies del Señor, mientras su cuerpo se estremecía y las lágrimas vertían de sus ojos, Hari Dâs Ùhâkura habló con gran humildad: “-¡Oh, Señor! Tu lîlâ es muy intenso, nada tengo. Tus pies de loto son mi única posesión. Por ninguna buena razón Tú hiciste esta pregunta a una persona tan inepta como yo. ¿Cuál puede ser el resultado? ¡Oh Señor!, Tú eres Kèëòa mismo que ha descendido esta vez en Navadvîpa dhâma para liberar a las jîvas de Kali yuga. Allí esparces misericordiosamente, Tus pasatiempos. Si Tú amablemente sitúas esos pasatiempos en mi corazón, seré feliz. Es por Tu gran misericordia que has revelado Tus ilimitados Nombres, cualidades, forma y pasatiempos en el mundo material, para que aun los pícaros ruines como yo puedan saborearlos. Tú eres el Sol espiritual, y yo soy la partícula de esa luz; Tú eres el Señor, y yo soy tu eterno sirviente. El néctar de Tus pies de loto es mi fuente de felicidad; mi esperanza reside en el néctar de Tú Nombre. Si soy una persona tan baja, ¿cómo sabré qué decir?, ¡oh Señor y maestro! Pero, debo obedecer Tu orden. Lo que salga de mi boca te lo presentaré alegremente, sin considerar las faltas”. Kèëòa y sus energías La Persona Suprema, absolutamente independiente, libre para actuar según su deseo, es Ärî Kèëòa. Él existe como la Suprema Verdad, el uno sin segundo; pero, inconcebiblemente, está siempre acompañado de sus eternas energías. Estas energías nunca son independientes de Kèëòa, sino que más bien están íntimamente relacionadas con Él. 12


Esto se encuentra establecido en los mantras védicos: Kèëòa es la principal entidad consciente, y las energías son sus atributos; nunca pueden ser independientes. Kèëòa puede ser llamado Vibhu, el omnisciente, omnipresente, omnipotente Maestro; y las manifestaciones de sus energías -todos los demás fenómenos existentes- pueden ser llamadas vaibhava, las opulentas expresiones de su existencia de hecho. Pero aun en medio de las ilimitadas, incontables energías expandidas a través del tiempo sin fin, Kèëòa permanece separado e independiente en su forma original. Es a través de estas energías (vaibhava del Vibhu) como se puede percibir la presencia del Señor. Las manifestaciones de las energías de Kèëòa son de tres clases: cid-vaibhava, o manifestaciones espirituales que proceden de la energía espiritual de Kèëòa; acid-vaibhava, o el burdo o inconsciente mundo material; y jîva, o incontables almas, pequeñas partículas de espíritu. Así lo establece la Escritura. Cid-vaibhava Se compone de las moradas de Kèëòa, tales como el ilimitado número de planetas Vaikuòùha; los ilimitados Nombres de Kèëòa, tales como Govinda, Hari, etc.; las ilimitadas formas de Kèëòa, tales como la forma de dos manos que toca la flauta; las extraordinarias cualidades de Kèëòa, tales como darles afectuosamente la bienaventuranza a sus devotos; los pasatiempos de Kèëòa, tales como el râsa lîlâ de Vraja y las actividades de saôkîrtana de Navadvîpa. Aunque estas actividades espirituales pueden descender al mundo material y ser visibles o perceptibles para las entidades vivientes, permanecen espiritualmente intactas a la influencia material. Todos estos elementos íntimamente relacionados con Viëòu o Kèëòa son llamados viëòupâda a lo largo de los Vedas. La palabra denota que los cid-vaibhava son inseparables del Señor Mismo. Los fenómenos espirituales son inseparables de la entidad espiritual primordial. Por lo tanto, en el reino espiritual viëòupada, los cambios que ocurren debido a las influencias de la energía material, Mâyâ, no 13


están presentes. Ese reino es trascendental al cambio material y, como Viëòu, el Señor mismo, es bondad pura, sin la más mínima mezcla de pasión o ignorancia, distinto a la condición del mundo material, Kèëòa y las expansiones plenarias de Viëòu son todas de bondad pura. Así, ya sea en Goloka, Vaikuòùha, en el océano causal o en el mundo material, estas personalidades permanecen sin ser afectadas, como el Señor de todos los semidioses y el Señor de Mâyâ. Las formas de Viëòu son los señores de Mâyâ en la bondad pura, y Brahmâ, Äiva, etc., poseen bondad mezclada. Acid-vaibhava A través del río Virajâ, el límite de separación, opuesto a las formas de Viëòu, los reinos espirituales, los pasatiempos espirituales y todas las otras manifestaciones espirituales, yace el reino, que no es espiritual, compuesto de los universos de catorce sistemas planetarios. Este reino, bajo el control de la energía ilusoria del Señor, es llamado Devî dhâma, la morada de mâyâ. Está compuesto de los cinco elementos materiales (tierra, agua, fuego, aire, éter), mente, inteligencia y ego falso, los cuales forman los cuerpos densos y sutiles de las entidades vivientes. Los siete sistemas planetarios superiores y los siete inferiores están todos contenidos dentro del acid-vaibhava, la manifestación no-espiritual de una de las energías del Señor. Jîva-Vaibhava Mientras la manifestación espiritual, cid-vaibhava, es el principio espiritual absoluto, y el acid-vaibhava o mundo material ilusorio es su sombra, las jîvas son partículas atómicas del elemento espiritual. Porque las jîvas son espirituales en su carácter, también tienen algún grado de independencia y tienen la potencialidad de ilimitada bienaventuranza, que es natural al reino espiritual. Aquellas jîvas que se refugian en Kèëòa para alcanzar esa bienaventuranza, permanecen como almas liberadas eternamente asociadas 14


con Kèëòa; pero cualquiera que, pensando en su propia felicidad egoístamente, desee entrar en la morada de la vecindad de mâyâ, se aparta de Kèëòa y toma un cuerpo material en el universo material. Habiendo caído en la rueda de fe de las actividades continuas, buenas o malas, con sus resultados, la jîva va errante a través de todo el universo, a veces en svarga, a veces en el infierno, tomando nacimiento con un cuerpo material para disfrutar de la vida en todas las ocho millones cuatrocientas mil especies de seres. Pero como Tú eres el Señor, el controlador de todas las jîvas, y como las jîvas son Tus energías, Tú estás siempre pensando en su bienestar. Cualquier felicidad que una jîva pueda buscar, Tú amablemente la concedes. Por lo tanto, alguien que desea la felicidad transitoria en el mundo material, la logra sin dificultad por la misericordia del Señor. Todos los procesos para alcanzar esta felicidad de gratificación sensual, tales como las normas de varòa y âärama, yajña, yoga, homa y vrata, llamados {ubha karma, actividades piadosas, son simplemente materiales, sin naturaleza trascendental espiritual en absoluto. Los resultados de estas prácticas, como la elevación a los planetas superiores y el goce sensual, son materiales y temporales. Así, en tales actividades, para satisfacer los sentidos temporales, el alma, la jîva, permanece insatisfecha. El intento de realizar la felicidad ganando una situación temporal en un planeta superior es un grave error de la jîva. Similarmente, el jñânî, por la misericordia de los devotos, puede desarrollar actividades de bhakti. El jñâna, mezclado con las actividades devocionales, también está clasificado como un sendero secundario del bhakti. Tal jñâni llega fácilmente al estado de fe en Kèëòa, y rápidamente puede proceder al servicio devocional absoluto. Las jîvas sirvientes, deseando los perturbadores frutos del infierno del mundo material, rechazan a su maestro; pero Kèëòa, sabiendo lo que es mejor para su bienestar, los fuerza a dejar el disfrute (bhukti), de las actividades de karma, y la liberación (mukti), de las actividades del conocimiento (jñâna), y finalmente les con15


cede el dulce fruto del bhakti, la devoción a Kèëòa. Es solamente la misericordia del Señor, Quien está hecho de misericordia pura, lo que coloca a las jîvas en un sendero secundario que permite a la jîva llenar su deseo material durante algún tiempo, pero simultáneamente le da la fe en el proceso del bhakti. Si no fuera por la misericordia del Señor, ¿cómo podrían las entidades vivientes llegar alguna vez a ser puras y entrar a su posición de felicidad en el reino espiritual? En el Satya yuga el Señor entregó el proceso de meditación mediante el cual los èëis se purificaron. Al lograr la purificación, el Señor les otorgó el tesoro del bhakti. Similarmente, en Tetrâ yuga, el Señor dispuso la purificación mediante la realización de sacrificios, y en Dvâpara yuga el Señor otorgó la adoración del templo para purificación, como senderos conducentes al bhakti. Pero, al ver el lastimoso estado de las jîvas en Kali yuga, el Señor suspendió la esperanza en los procesos de karma, jñâna y yoga. En Kali yuga, problemas como la corta vida, las muchas enfermedades, la inteligencia y fortaleza menguadas, afligen a las jîvas; por lo tanto, los senderos secundarios de karma y jñâna (prácticas de varòâärama, sâôkhya, yoga y jñâna), mezclados con algunas actividades devocionales, son demasiado estrechos y obstructivos. El único resultado de estos senderos en Kali yuga es la desviación de la senda del bhakti. Entonces, si se siguen estas sendas con la esperanza de éxito en Kali yuga, la vida simplemente resultará difícil para las jîvas. El sendero Supremo: Bhakti y el Santo Nombre El Señor, pensando en el bienestar de las jîvas en Kali yuga, descendió con su Santo Nombre y predicó el sendero para Kali yuga: el proceso de Nâma saôkîrtana; mediante el cual, la jîva puede realizar directamente el Supremo tesoro de Kèëòa prema, la felicidad real, que es llamado el sendero superior o mayor, en distinción de los senderos secundarios de karma y jñâna. Este proceso consiste en que la jîva cante y recuerde el Nombre del Señor constantemente. Cuando la jîva impura sigue el proceso de bhakti 16


para su purificación, está desarrollando sâdhana bhakti, servicio devocional en práctica. En el momento en que su práctica alcanza la pureza y la perfección (sâdhya), en otras palabras, cuando la jîva realiza prema bhakti, las actividades de sâdhana bhakti (escuchar y cantar los nombres del Señor, etc.) permanecen como las actividades de prema bhakti. Las principales actividades del servicio devocional son eternas y en el estado perfecto de prema, el medio (sâdhana) y el fin (sâdhya), o el método (upâya) y lo que se ha de obtener por el método (upeya), no se diferencian. Así, no hay barreras u obstáculos entre la vida y las actividades durante el entrenamiento y el estado perfecto. El Santo Nombre permanece constante en ambos casos, permitiéndole a la jîva alcanzar fácilmente la trascendencia del mundo material. Hari Dâs Ùhâkura continuó: “Soy tan sólo una persona caída y vil, tan absorta en los objetos de los sentidos. Al ser tan tonto, ni siquiera seguí Tu Nombre. ¡Oh Señor!” Con lágrimas que fluían incesantemente de sus ojos, Hari Dâs Ùhâkura, la encarnación de Brahmâ, cayó sin aliento a los pies del Señor. Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkur predica que quienquiera que pueda refugiarse en el Señor, en los devotos del Señor y en el servicio devocional, recibe los efectos totales del Santo Nombre, la piedra de toque que satisface todos los deseos. En ese momento, el Nombre se convierte en el centro de su existencia.

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Capítulo 2

La aceptación del Nombre gadâi gaurâôga jaya jâhnavâ jîvana ärî advaita jaya ärîvâsâdi bhakta-gaòa

E

n el éxtasis de prema, Hari Dâs Ùhâkura lloró, y en prema, Gaurâôga lo abrazó.

Gaurâôga dijo: “-¿Dónde existe tal devoto como tú, Hari Das? Tú conoces todas las verdades espirituales y eres en todo tiempo trascendental a la naturaleza material. El obtener a Kèëòa no depende de tomar nacimiento en una humilde familia, ni de la riqueza, el honor, el refinamiento, sino que depende de la fe. Quienquiera que tenga fe en el proceso de la adoración pura es más grande que los semidioses. Tú has comprendido que el Nombre es la verdad Suprema, el medio y el fin; tú conoces las glorias absolutas del Nombre; tú eres ideal en la conducta de actividades devocionales (âcâra); y tú eres instruido y capacitado en la prédica. Hari Dâs Ùhâkura, te pido que describas las ilimitadas glorias del Nombre, porque me hace muy feliz escuchar esas glorias de tu boca. Cualquiera que mencione el Santo Nombre una sola vez es considerado un vaiëòava, y el amo de casa deberá ser atento para respetar a tal persona. Pero alguien que constantemente está cantando el Santo Nombre de Kèëòa, es aún un mejor vaiëòava, y está dotado de todas las buenas cualidades. Y alguien que, por su 19


sola presencia, pueda hacer que otros canten el Nombre con devoción, es el vaiëòava supremo. Ahora descríbeme exactamente todos los modos como las entidades vivientes siguen este nombre de Kèëòa”. Juntando sus manos con respeto, con la garganta estrangulada y con lágrimas en los ojos, Hari Dâs Ùhâkura comenzó a hablar, dando primero una descripción del Nombre. “El Santo Nombre es cintâmaòi, el objeto que concede todo lo que se desea. A los materialistas les concede dharma, kâma, artha y mokëa; a los devotos, que no son fruitivos, les da el amor de Kèëòa puro y sin mezcla. El Nombre es ilimitado, sin principio y absolutamente consciente, inseparable de la conciencia superior, Kèëòa. Todo lo que esté en Kèëòa está en el Santo Nombre, porque los dos no son diferentes. El Nombre está situado espiritualmente, eternamente libre de la contaminación material, en un estado de bondad pura (äuddha sattva), como Kèëòa. Aunque descienda al mundo material, el Nombre permanece puro y eterno; es la personificación de la Suprema Dulzura (râsa). Como cualquier objeto, Kèëòa, la Realidad Absoluta, es conocido por cuatro características: Nombre, forma, cualidades y actividades. Pero en el caso de Kèëòa, estos elementos son ilimitados. La Suprema Personalidad de Dios se expresa mediante estos cuatro elementos, que toman su existencia espiritual a través de la energía sandhinî del Señor. Mediante estos elementos, Kèëòa atrae a todas las personas del universo y, como su Nombre no es diferente, sirve al mismo propósito. Kèëòa y su Nombre no son diferentes, por lo que su Nombre y su forma tampoco se pueden separar. Si recordamos el Nombre de Kèëòa, también recibiremos la forma de Kèëòa. En cuanto a las cualidades, Kèëòa tiene sesenta y cuatro cualidades en plenitud, las cuales están parcialmente repartidas entre sus avatâras, en sus guòa-avatâras, Brahmâ y Äiva; y hasta en 20


número de sesenta, en Nârâyaòa. Pero el Nombre de Kèëòa tiene todas las cualidades eternas en absoluto, que se expanden en incontables números. Los pasatiempos del Señor tienen lugar en las olas de estas cualidades en los dhâmas del Señor, en Goloka, Vaikuòùha y Vraja, siendo éstos absolutamente espirituales. En la existencia espiritual, el Nombre, la forma, la actividad y la cualidad no son diferenciadas de la identidad real de la persona; pero por combinación con los elementos burdos, que no son conscientes, la entidad viviente cubierta (por dichos elementos burdos) conoce solamente los nombres, las cualidades, las formas y las actividades que están separadas unas de otras y de su ser real. Para las entidades vivientes puras, el Nombre, la forma, las cualidades y las actividades son una cosa, pero al tomar refugio en un cuerpo material, la jîva distingue las diferencias. Puesto que Kèëòa siempre está más allá del matiz material, todos estos elementos son eternamente partes de un inseparable principio. Sin embargo, entre estos cuatro elementos, mediante los cuales podemos conocer el Objeto (Kèëòa), nâma es el elemento primario, porque es mediante el Nombre como todas las características se pueden percibir plenamente. Cuando entendemos la forma, las cualidades y las actividades del Señor refugiándonos en el Nombre, el Nombre es, entonces, aceptado como el vaiëòava-dharma. El mismo Señor Caitanya admitió el hecho que mediante el canto del Nombre se pueden revelar todos los pasatiempos del Señor”. Luego, Hari Dâs Ùhâkura consideró quién es un vaiëòava: “Se llama vaiëòava a aquella persona que sigue el Santo Nombre con fe e intención pura; y es llamada semi-vaiëòava aquella persona que toma el Nombre, pero con la impureza de nâmâbhâsa. Sin embargo, el semi-vaiëòava, por la misericordia de Kèëòa se purifica gradualmente y, siguiendo el canto del Nombre puro, se convierte en un vaiëòava puro. 21


En cualquier caso, la jîva debe seguir el Nombre, porque en el mundo material no hay nada comparable a ello. Es el tesoro último en el almacén de Kèëòa, puesto que contiene dentro de sí todo el reino espiritual. Las jîvas, partículas de espíritu, partes de Kèëòa, han entrado en ilusión en este mundo de la materia burda; y el Santo Nombre, que contiene todos los aspectos de Kèëòa, que contiene el absoluto poder de Kèëòa, ha entrado en el mundo, precisamente para liberar a las almas espirituales. Es necesario saber que, en el mundo, cualquier cosa diferente de la jîva y del Nombre es insustancial. Los Nombres de Kèëòa son de dos clases: primario y secundario. Al tomar refugio en los nombres primarios, la entidad viviente recibe el supremo beneficio. Aquellos nombres que son partes del lîlâ trascendental del Señor se consideran nombres primarios. Nombres tales como Govinda, Gopâla, Râma, Râdhânâtha, Hari, revelan los eternos lîlâs del Señor y al cantarlos, la entidad viviente logra la entrada en el mundo espiritual. Los nombres secundarios son aquellos que describen las funciones del Señor. El creador, Paramâtmâ, Brahmân, son nombres de uso en karma y jñâna-kânda y dan elevación material y liberación. Puesto que tan sólo los principales nombres otorgan el amor por Dios, los devotos acogen solamente los principales nombres. Así como hay diferentes tipos de nombres en tipos de efectos, así mismo hay diferentes maneras de cantar los Nombres con diferentes efectos. Por supuesto, las Escrituras declaran que si canta el nombre de Kèëòa una vez o escucha el nombre de Kèëòa una vez, bien sea de manera pura o impura, aún así, la jîva es liberada de las garras de la energía material. Sin embargo, se deben destacar los tipos de liberación y la velocidad de liberación. Si se canta el Nombre en nâmâbhâsa (impuramente) el beneficio vendrá lenta22


mente, porque con el tiempo, se alcanzará el amor puro por Dios. El Nombre en âbhâsa es considerado todo auspicioso. Mediante el proceso de cantar nâmâbhâsa, los pecados son destruidos gradualmente, hasta que el Nombre se escucha con pureza. En el estado de canto puro, el devoto realiza rápidamente el objetivo, el amor puro por Dios. Existe también el caso de cantar o escuchar el Santo Nombre con más impureza que en nâmâbhâsa, situado a mayor distancia del Nombre puro. A mayor distancia, menor efecto del Nombre. Tal obstrucción o distancia del Nombre, donde el cantar produce poco o ningún efecto, se denomina aparâdha u ofensa. La obstrucción de vyavadhâna (separación) es una idea errónea, donde Kèëòa y Su Nombre son diferentes o separados. En otras palabras, la creencia de que la Verdad Absoluta no reside en el Nombre y que, por lo tanto, el canto del Nombre no puede llevarlo a uno a la suprema comprensión de la verdad, se denomina vyavadhâna o separación. Mientras persista esta creencia, el amor por Dios es imposible de alcanzar. Además de la separación basada en los principios filosóficos, hay otro tipo de separación al cantar. Esta es la separación silábica de los Nombres de Kèëòa. Por ejemplo, si las sílabas ‘Ha’ y ‘ri’ se separan la una de la otra, mediante algunas otras sílabas, por esta separación silábica los efectos del Santo Nombre se eclipsan intensamente. Esto es diferente de la pronunciación sin intención de la palabra ‘hârâm’ por el yavana, cuando se está muriendo, pues no hay separación de sílabas en esa expresión; por lo tanto se clasifica como nâmâbhâsa. ‘Ha’ y ‘ri’ separados por sílabas tienen mucho menor efecto. Entre los dos tipos de separación, la separación filosófica de los mâyâvâdîs es mucho más perjudicial para el progreso espiritual. 23


La creencia de que el Nombre no es todopoderoso y Absoluto es una gran perturbación para Kali yuga, y está en discordancia con la Escritura. Por estas consideraciones podemos entender la naturaleza real del Santo Nombre, es decir, cantar y escuchar un Nombre principal de Kèëòa, desprovisto de nâmâbhâsa, aparâdha o de vyavadhâna (separación). Ese es el Nombre puro, äuddha-nâma. Quienquiera que acepte y esté cantando ese Nombre puro es conocido como un vaiëòava genuino, que puede estar en cualquiera de las tres categorías mencionadas al comienzo del capítulo. Debemos servir siempre a tal vaiëòava con alegría. A fin de vencer el nâmâbhâsa y recibir el Nombre puro, la jîva debe servir al guru fidedigno con gran atención. Al hacer esto, los anarthas desaparecerán y el Nombre puro, dotado de toda la potencia espiritual, bailará en la lengua del devoto, quien entonces nunca dejará la corriente del dulce néctar que emana del Santo Nombre. La jîva cantará constantemente, enloquecida por la dulzura del Santo Nombre. Con gozo el Nombre bailará, la jîva bailará y el tesoro del amor por Dios bailará; el universo entero danzará y Mâyâ huirá. Se han discutido los diferentes tipos de Nombres Santos. Ahora consideraremos quién tiene el derecho o adhikâri del Santo Nombre. Cualquier ser humano, sin miras de consideraciones materiales, tales como clase, varòa, nacimiento, sexo, edad o educación, tiene derecho a seguir el Santo Nombre, porque el Señor ha investido el Nombre con un poder trascendental, que sobrepasa todas las distinciones. Pero aunque todos tienen el derecho al Nombre, solamente los que han desarrollado fe en Kèëòa y en el Nombre, recibirán realmente abrigo del Nombre y lo cantarán seriamente. Por consiguiente, cualquier ser humano tiene derecho al Nombre, y quién tenga fe se convierte en el practicante del Nombre. En otras prácticas espirituales hay restricciones en el desarrollo, de acuerdo al momento, el lugar, la limpieza o el desaseo; pero 24


al seguir el Nombre esto no se tiene en cuenta, porque el Nombre vence todas estas restricciones por la investidura de su poder. Mientras que en los actos de caridad, sacrificio, baño, japa, etc., siempre hay consideraciones de tiempo, lugar o limpieza, al cantar el Santo Nombre de Kèëòa tan sólo se necesita la fe; y quién se refugia en el Santo Nombre, en Kali yuga, alcanza la suprema perfección de la vida. La conclusión es que la entidad viviente de Kali yuga, situada en medio de mâyâ, debe seguir el Santo Nombre. El practicante, el que acepta el Nombre, aunque desarrolle su práctica con las mínimas restricciones, debe aún ser cuidadoso para ejecutar todas las acciones favorables para el incremento de la devoción a Kèëòa, rechazar todas las acciones que obstaculizan la devoción a Kèëòa y sencillamente recordar el Nombre de Kèëòa constantemente, mientras pasa su vida en el mundo material. Nunca deberá desviarse a las sendas de las acciones fruitivas, ni adorar a los semidioses; en cambio, deberá cantar el Nombre y servir a los devotos para alcanzar la meta de la vida, Kèëòa prema”. Así, al concluir su explicación de cómo las jîvas deberán aceptar el Santo Nombre, Hari Dâs Ùhâkur comenzó a llorar. Cayendo a los pies del Señor, los tomó y suplicó atracción por el Santo Nombre. Para una persona que hace servicio devocional a los pies del uttama vaiëòava, Hari Dâs Thâkura, el Santo Nombre, la trascendental piedra de toque que satisface todos los deseos, se convertirá en el centro de su vida.

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Capítulo 3

La sombra del Santo Nombre (Nâmâbhâsa) Todas las glorias a Gadai y Gaurâôga, y a Nityânanda, la vida de Jâhnavâ. Todas las glorias a Sîtâ y a Advaita, y a Ärîvasa y a todos los devotos.

Ä

rî Caitanya Mahâprabhu, en su misericordia, levantó a Hari Dâs en sus propias manos y dijo:

“Escucha Hari Dâs mis palabras: Explica ahora en detalle el significado de namâbhasa. Si entendemos completamente el nâmâbhâsa, el canto del Santo Nombre se hará puro y, por el poder de ese canto puro, terminará esta existencia material. El Santo Nombre, como el sol, extingue la oscuridad de mâyâ o ilusión. No obstante, a veces, las nubes o la niebla le tapan el sol al observador, de modo que sólo pasa una parte de la luz. De la misma manera, cuando los anarthas y la ignorancia predominan, el sol del Santo Nombre se eclipsa y solamente se percibe una porción del efecto total del Santo Nombre; por lo tanto, en algunos casos, el Santo Nombre aparecerá con toda la fuerza en el corazón del cantor, pero en otros casos, las nubes de ignorancia y los anarthas minimizarán el efecto del Nombre en el cantor. ¿Qué es la ignorancia? La ignorancia es de tres tipos: primero está la ignorancia del Nombre, cuando la jîva no conoce la naturaleza 27


espiritual del Santo Nombre que ha aceptado; esta ignorancia, como la niebla, conduce a la oscuridad. En segundo lugar, una persona que ignora que Kèëòa es el Señor Supremo, seguirá la adoración de los semidioses y el sendero de la piedad material. En tercer lugar, el que es ignorante de la naturaleza trascendental de su propio ser, jîvâtma, una parte infinitesimal de Kèëòa y su mundo; se refugia en el mundo temporal y de la ilusión. Así permanecerá eternamente en la ignorancia”. Cuando el Señor hubo terminado, Hari Dâs dijo: “Hoy soy muy afortunado porque el mismo Señor Supremo, Ärî Caitanya, escuchará acerca del Santo Nombre”. Hari Dâs explicó primero acerca de la ignorancia: “Tener conocimiento significa saber que Kèëòa es el Señor, que las entidades vivientes son sus sirvientes y que el mundo material es una manifestación densa, inconsciente o un subproducto del Señor. La persona que no conoce claramente la naturaleza de estos principios y sus relaciones, vive bajo la sombra de la ignorancia. Esta es una causa de nâmâbhâsa o el cubrimiento de sol del Santo Nombre puro, por lo cual no se pueden sentir todos sus efectos. En realidad, la niebla de la ignorancia simplemente cubre el ojo de la entidad viviente individual en una posición localizada; tal como el sol se hace visible solamente desde la posición relativa del individuo bajo la nube, pero realmente nunca está cubierto. Así, el Santo Nombre nunca está cubierto, porque no es diferente de Kèëòa y es eternamente trascendental y puro. Los efectos totales están disminuidos para la gente que tiene sobre sus ojos la nube de los anarthas y la niebla de la ignorancia. ¿Qué son los anarthas? Estos son calificados como la sed por los objetos materiales (asat tèëòâ), miseria del corazón (hèdaya-daurbalya) y ofensas (aparâdha). La categoría de la sed por los objetos materiales está dividida así: codicia por los objetos materiales en este mundo, codicia por los 28


placeres sensuales celestiales en la próxima vida, codicia por los poderes místicos del yoga y el deseo de liberación en el brahman. La debilidad del corazón se puede analizar como un apego a las cosas efímeras no relacionadas con Kèëòa: el engaño, la envidia por el progreso de alguien, y el deseo de prestigio y fama. La ofensa o aparâdha se puede dividir en: ofensa al Santo Nombre, ofensas a Kèëòa mismo (sevâ aparâdha), ofensas a los devotos de Kèëòa y ofensas a las otras entidades vivientes. Por estas ofensas, la influencia del Santo Nombre llega a obstruirse y la naturaleza trascendental del Santo Nombre no se manifiesta. La entidad viviente continuará bajo la sombra de nâmâbhâsa, tanto tiempo como permanezca ignorante del sambandha tattva, los aspectos básicos concernientes a la jîva, a Dios y a la naturaleza material y su relación mutua. Sin embargo, cuando el estudiante se refugia en un guru fidedigno, por la fuerza de su eficaz práctica espiritual, él puede quitar las obstrucciones que bloquean el sol del Santo Nombre. Cuando las nubes y la niebla se disipan, el brillante sol del Santo Nombre se hace visible y confiere al devoto el tesoro del amor de Dios. Después de que el guru fidedigno entrega el sambandha jñâna, instruye al discípulo en la práctica de cultivar el Santo Nombre (sâdhana bhakti). Esto se llama abhidheya o proceso. Mediante este proceso específico el Nombre mostrará su influencia y desterrará los anarthas. Finalmente, la jîva realiza la meta de la vida, el amor por Dios, y en esa posición continúa su función de cantar el Santo Nombre en absoluta bienaventuranza espiritual (prema). La ignorancia del conocimiento correcto se explica como sigue: la entidad viviente se refugia en el guru fidedigno, y con genuina fe recibe el conocimiento correcto acerca de Kèëòa, el alma espiritual, la naturaleza material y la relación de los tres, de acuerdo a las escrituras. Kèëòa es el Señor eterno y las entidades vivientes son sus eternos sirvientes, unidos al Señor por el lazo de prema o amor. Esta relación de la jîva con Dios en prema bhakti, también es eterna. Esta es la naturaleza constitutiva de la entidad vi29


viente, la cual solamente tiene que ser descubierta. No obstante, cuando la jîva olvida que es la eterna sirviente de Kèëòa, entra en el mundo material buscando la felicidad. Pero este universo de ilusión es la casa de prisión para las jîvas, que actúa como el proceso curativo o reformador que castiga a las jîvas por apartarse de Kèëòa. El mundo material tiene como propósito ser un lugar de purificación. Mediante la misericordia de los devotos vaiëòavas puros del Señor, si la jîva acoge el Kèëòa nâma con el conocimiento correcto de sambandha, entonces alcanzará ciertamente el gran tesoro de prema, la actividad perfecta de la entidad viviente. En ese momento, incluso hasta la liberación de emerger dentro de la refulgencia del Señor se hace detestable. Pero mientras el conocimiento trascendental de sambandha no sea aceptado, permanecen los anarthas y la ignorancia, y la persona continuará en la plataforma de nâmâbhâsa. Aunque la persona cante, el efecto es limitado. A pesar de ello, aun el cantar en el estado de nâmâbhâsa es considerado muy auspicioso. Se considera que es la actividad piadosa superior, ya que, mediante la acumulación de actividad nâmâbhâsa se gana, con el tiempo, la fe para aceptar el servicio devocional apropiadamente. Se considera que nâmâbhâsa es superior a las actividades del yoga, el sacrificio, las normas de varòâärama, las austeridades etc., porque conduce a la senda del bhakti puro. Los procesos de yoga, las austeridades, etc., a menos que se combinen con algunas actividades del bhakti, nunca conducirán a éste. ¿Cuáles son los efectos de cantar en nâmâbhâsa? Al cantar en nâmâbhâsa, todos los efectos pecaminosos son destruidos y se puede lograr la liberación del mundo material. Todos los efectos de Kali yuga son vencidos. Al cantar en este estado, todas las ansiedades se alejarán y se podrá obtener paz. Aun las influencias de los fantasmas, demonios, espíritus y planetas desfavorables se anulan también. Incluso los habitantes de los planetas inferna30


les pueden alcanzar liberación al cantar en nâmâbhâsa, porque nâmâbhâsa destruye los efectos de las actividades pecaminosas ya cometidas (prârabdha karma). Por esta razón, nâmâbhâsa es aún más poderoso que los Vedas y los lugares sagrados, pues supera todas las actividades piadosas materialistas de karma-kanda. Debido a que el Santo Nombre está investido con todas las energías trascendentales de Kèëòa, al cantar, aun en nâmâbhâsa, se pueden alcanzar las metas de dharma, artha, kama y mokëa, los deseados objetivos del varòâärama. Este cantar puede entregar la posición de felicidad en el universo material. Es el único refugio de los desamparados. Se puede llegar a los límites del planeta Vaikuòùha mediante este canto, y las escrituras recomiendan el Nombre como el proceso para Kali yuga en particular. Nâmâbhâsa como actividad piadosa sin intención, se puede clasificar en cuatro especies: sâôketyaê, pârihâsyaê, stobhaê y hela. Cantar en sâôketyaê, o indirectamente, significa cantar el nombre Viëòu o Kèëòa con una concepción materialista específica, o cantar el Santo Nombre sin intención, mientras se piensa en algún otro objeto con el mismo sonido. Un ejemplo de la primera clase es Ajamîla, quien pronunciaba el nombre de su hijo, que por coincidencia se llamaba Nârâyaòa. Él cantó el nombre de Viëòu, pero con la intención de llamar a su hijo; sin embargo, fue salvado de los yamadûtas y alcanzó el planeta Vaikuòùha. Un ejemplo de la segunda clase de sâôketyaê, es el yavana que canta ‘hârâm’ cuando se está muriendo, porque las sílabas ‘hâ’ y ‘râm’ están presentes formando un nombre de Viëòu accidentalmente. Esta persona alcanza la liberación porque este tipo de nâmâbhâsa es el menos ofensivo, y el poder del Santo Nombre permanece intacto en alto grado. Alguien que pronuncia el nombre del Señor en pârihâsyaê, una modalidad en chiste, como lo hizo Jarâsandha, también cruza sobre el mundo material. Pronunciar el Nombre en pârihâsyaê o en mofa, como lo hizo Äiäupâla, puede también cortar las cadenas de la existencia material. Pronunciar el Nombre en hela o desaten31


ción, también trae beneficio. Los mlecchas alcanzan la liberación mediante todos los tipos de nâmâbhâsa. Estos tipos de nâmâbhâsa: coincidencia, broma, mofa y desatención, por carecer de fe real en Kèëòa, están situados en los sistemas inferiores de nâmâbhâsa. Por otra parte, si uno tiene genuina fe en Kèëòa y sigue el Santo Nombre mientras los anarthas están aún presentes, ese estado es llamado äraddhâ-nâmâbhâsa. Si aún cantando en nâmâbhâsa, sin devoción, se puede alcanzar la liberación, ¿cómo describir los resultados de cantar en nâmâbhâsa con fe? Al cantar en nâmâbhâsa se puede lograr todo, excepto prema. Si se llega al punto de äraddhâ-nâmâbhâsa, los anarthas se irán rápidamente y el Nombre puro será revelado. Cantando el Nombre puro, äuddha-nâma, ciertamente, la jîva alcanzará prema muy pronto. Se puede concluir por lo tanto, que el nâmâbhâsa mismo no puede dar Kèëòa prema; pero mediante el progreso de este estado al estado de äuddha-nâma, mediante el seguimiento de las reglas de sâdhana, como sean establecidas por el guru, se puede lograr amor por Dios. Al no cometer nâma-aparâdha, nâmâbhâsa es digno de alabanza y es considerado, incalculable número de veces, mejor que karma o jñâna, porque una persona con tal nâmâbhâsa eventualmente obtendrá fe y esa semilla de fe se desarrollará entonces en atracción y gusto por Kèëòa, lo cual conducirá al estado de äuddhanâma y luego a prema. Âbhâsa significa una luz lánguida, una imagen indirecta. Es de dos clases: luz reflejada y luz obstruida. Similarmente hay dos tipos de fe lánguida: fe reflejada o distorsionada y sombra o fe parcial. De la fe parcial llega el nublado nâmâbhâsa, que se desarrolla en el Nombre puro y amor por Dios, con el tiempo. Esto está clasificado como nâmâbhâsa real. Así como las nubes obstruyen la plena brillantez del sol, así las nubes de los anarthas y la niebla de la 32


ignorancia en el corazón de la jîva, sólo permiten que entre una difusa luz del Nombre. Aun teniendo la oportunidad de seguir la fe pura, otras entidades vivientes siguen una fe distorsionada, la cual se compara con la luz reflejada del agua. La luz es rota y la imagen no queda intacta. Cuando la gente de fe distorsionada recibe el Santo Nombre, el Nombre que ellos siguen también es distorsionado; tal gente se caracteriza por el deseo profundamente arraigado de disfrute y liberación y se esfuerzan día y noche por satisfacer sus deseos. Como tal gente usa el Nombre, puede parecer que tiene fe en él, pero esto no es fe real. Si la jîva sigue el Nombre con esa fe, no importa cuanto tiempo continúe, no podrá alcanzar la purificación, sino que permanecerá continuamente en ese mismo estado pervertido. En cambio, tal práctica generalmente conduce a la mentalidad mâyâvâda y finalmente el sujeto se vuelve engañador. Dicha persona piensa que el Santo Nombre es solamente un medio para un fin más elevado, y por tal mentalidad se pierde el poder del Nombre y su gloria. El único resultado es la ofensa o aparâdha. Aquí está la diferencia real entre nâmâbhâsa, en donde los efectos del Nombre se sienten, pero en forma difusa, debido a la obstrucción, y el nâmâbhâsa distorsionado. En el nâmâbhâsa real, se pueden generar muchos anarthas de la ignorancia y la debilidad del corazón, pero todos estos efectos pueden ser disipados mediante el continuo cantar del Nombre. Sin embargo, en el nâmâbhâsa distorsionado, que nace del conocimiento engañador, las ofensas simplemente aumentan. Esto no se llama nâmâbhâsa, sino nâmaaparâdha. Los mâyâvâdîs consideran que Kèëòa, su Nombre, su forma, su lîlâ y cualidades, son falsos y perecederos. En esta tierra, ellos nunca recibirán el amor por Dios, porque tal sendero conduce en la dirección opuesta de la senda del servicio devocional o bhakti. Así no puede haber compromiso real entre los dos senderos. La filosofía mâyâvâda es considerada como el enemigo del bhakti y sus seguidores son considerados los más grandes ofensores. Real33


mente el Santo Nombre del Señor, con toda su potencia, nunca sale de la boca de esta gente porque aunque se escuchen muchas sílabas, el Santo Nombre del Señor trascendental no reside allí. El mâyâvâdî que canta el Nombre de esta manera, simplemente va al infierno, porque él piensa que el Nombre es material y temporal. Mientras canta el Nombre, el mâyâvâdî está deseando disfrute y liberación, y al estar tan decepcionado y cantar por un motivo, sólo recibe dolor para todos sus problemas. Si por la misericordia de los devotos, él puede abandonar la aspiración de bhukti y mukti y aceptar su posición como sirviente de Kèëòa, estando arrepentido y obediente, puede recibir el Nombre real y realizar el verdadero sambandha-jñâna. Entonces, por el constante cantar del Nombre, vendrán lágrimas a sus ojos, llegará la misericordia inherente al Nombre y su verdadera naturaleza, prema-bhakti, se hará manifiesta. Pero el mâyâvâdî, que sostiene que Kèëòa y la posición de la jîva como sirviente de Kèëòa son temporales e imaginarios, es un ofensor del Nombre y habita en el profundo agujero del infortunio. Puesto que el Nombre es un árbol de deseos, le concede al mâyâvâdî su deseo de emerger en la refulgencia del Señor: entre los cinco tipos de liberación, sâyujya o el emerger, concede el alivio de los dolores del océano material, pero también extingue la identidad propia. Los hombres ilusionados, pensando que habrá felicidad en ese estado, reciben solamente esta sombra de felicidad; porque en ese estado, al olvidar completamente a Kèëòa, no pueden obtener servicio en la bienaventuranza y el conocimiento eternos, la perfección de la vida. Si la jîva no tiene bhakti ni amor por Kèëòa, ni constante fe y convicción en Kèëòa, ¿cómo puede lograr felicidad real y eterna? En resumen, alguien que se halla en el estado de nâmâbhâsa no acepta la filosofía mâyâvâdî ni tiene su corazón debilitado o contaminado por su influencia. La gloria plena del sol no es visible 34


cuando está cubierto por las nubes, pero cuando las nubes se retiran, el sol brilla en toda su gloria. Así, cuando una persona recibe el conocimiento de la naturaleza real del Nombre, por la misericordia del guru, cuando la ignorancia y los anarthas que causan la pena se disipan mediante el sambhanda-jñâna y sâdhana del canto propio, ese nâmâbhâsa se puede transformar en suddhanâma, en cuyo estado se recibirá la plena brillantez del Nombre en la forma de prema. Por lo tanto, quien cuidadosamente evita la compañía e influencia de los mâyâvâdîs, se refugia en el Nombre puro y sirve con amor, llegará a estar plenamente satisfecho en total perfección. Esa es la instrucción del Señor. Quien acepte esta instrucción es un alma afortunada y quien la rechace es un pícaro que no será liberado durante cien millones de nacimientos. Para establecerlo de otra manera, la jîva simplemente deberá dejar la mala asociación y refugiarse a los pies de loto del Señor Caitanya. Fuera de los pies de Mahâprabhu, fuera de su misericordia, no hay otra manera”. Así concluyó Hari Dâs Ùhâkur su explicación de nâmâbhâsa: Alguien que tome refugio a los dos pies de Hari Dâs, cantará incesantemente su glorificación del Nombre: Hari-nâma-cintâmani.

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Capítulo 4

La blasfemia contra los Vaiëòavas (Satâm-nindâ) Todas las glorias a Ärî Caitanya, la vida y alma de Gadâdhara. Todas las glorias a Ärî Nityânanda, la vida y alma de Jâhnavâ.

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rî Caitanya dijo: “¡Oh Hari Dâs!, describe ahora en detalle las ofensas al Santo Nombre”.

Hari Dâs replicó: “Por Tu poder diré lo que Tú me haces decir. “Las ofensas al Santo Nombre son analizadas como diez, según las Escrituras. Se deberá ser temeroso de cometer las siguientes ofensas: 1. Blasfemar o criticar a los vaiëòavas. 2. Considerar que las demás entidades vivientes, tales como los semidioses, son independientes de Kèëòa. 3. Desobedecer o irrespetar al guru. 4. Irrespetar la autoridad de las Escrituras. 5. Interpretar el significado del Nombre y pensar que las glorias del Santo Nombre son imaginarias. 6. Cometer actividades pecaminosas, confiando en la protección del Santo Nombre. 7. Entregar el Santo Nombre a los infieles que no están listos para aceptarlo. 8. Considerar el Santo Nombre como karma y actividad piadosa. 9. Estar distraído mientras se canta el Santo Nombre. 10. Después de haber recibido el conocimiento perfecto y es37


tando enterado de las glorias del Nombre, permanecer ligado al mundo material de ‘yo’ y ‘mío’ y, por último, rechazar el Nombre. Estas serán descritas una tras otra. La primera ofensa, conocida como sâdhu-nindâ, crítica a los vaiëòavas. Es muy perjudicial para aquellos que desean progresar en la vida espiritual. Primero, el sâdhu o vaiëòava debe definirse: en el undécimo canto del Ärîmad Bhâgavatam, Kèëòa, hablando con Uddhava, enumera las características del sâdhu. dayâlu- misericordia sahiëòu- tolerancia sama- igual droha-äûnya-vrata- penitencia sin castigo para el cuerpo satya sâra- veracidad viäuddhâtmâ -purificado parahita rata- dedicado al bienestar de la humanidad kâme akëubhita buddhi- inteligencia libre de lujuria danta- restringido akiñcana- desprovisto del concepto de propiedad mèdu- gentil äuci- limpio parimita-bhojî- comida y hábitos moderados äântamân- pacífico anîha- apatía por el materialismo dhèmân- paciencia sthira- austeridad apramatta- atento, alerta sugambhira- muy grave vijita-ëaàguòa- conquistador de las seis gunas (hambre, sed, lamentación, envidia, vejez y muerte) amânî- que no espera honores de los demás mânada- que da respeto a los demás dakëa- hábil 38


avâñcaka- no hipócrita jñânî- conocedor de las escrituras Por estas características, se puede saber quién es un sâdhu. No obstante, hay dos clases de características: principales y marginales. La característica principal es la entrega exclusiva a Kèëòa, mientras todas las demás son dependientes de ésta. Por alguna buena fortuna, la jîva puede lograr la asociación de los vaiëòavas y, entonces, saborear el Nombre, cantar el Nombre y refugiarse en los pies de loto de Kèëòa. Esta llega a ser la principal característica, y, al continuar cantando el Nombre, todas las demás características hacen su aparición; por lo que son llamadas marginales o acompañantes y, aunque secundarias a la característica principal, ciertamente aparecerán en el cuerpo de un verdadero vaiëòava o sâdhu, como un efecto del canto propio del Santo Nombre. Por otra parte, la condición de brahmacârî, gèhastha, vânaprastha y sannyâsî; äûdra, vaiäya, käatrya y brâhmâòa del sistema varòâärama, y sus respectivos hábitos y cualidades son distinciones externas que de ningún modo determinan quién es un sâdhu. La principal característica de un sâdhu es su completa entrega a Kèëòa, que no depende de un cierto varòa o âärama. Mediante el ejemplo de Raghunâtha Dâs, Ärî Caitanya enseñó cómo deberá actuar el gèhastha vaiëòava. El hombre casado deberá entrar a la vida de jefe de casa con la mente estrictamente fija en el servicio a Kèëòa, no enamorado de la gratificación de los sentidos. De esta manera el amo de casa puede gradualmente cruzar el océano de la existencia material. En vez de jugar como un falso renunciante (markaùa vairâgî), disfrutando con los sentidos en los ropajes de un sannyâsî, es mejor tomar esas cosas necesarias para la existencia en el mundo material mientras se cultiva el desapego. La jîva deberá estar internamente fija en Kèëòa siempre, aunque externamente pueda actuar según sus costumbres sociales en varòa y âärama. Rápidamente Kèëòa libera a tales gèhasthas vaiëòavas. 39


Cuando Raghunâtha Dâs dejó la vida de amo de casa, el Señor le dio instrucciones sobre la vida de renunciación; donde no se debe escuchar conversaciones materialistas, ni hablar de temas materialistas con los demás. Ni comer alimentos a capricho o usar ropa caprichosa. Se debe cantar siempre el Santo Nombre, respetando a todos sin esperar honores y meditar en el eterno servicio a Râdhâ y a Kèëòa en Vraja en la mente. La principal meta es una, es decir, entregarse al Nombre de Kèëòa, lo cual prevalecerá en todos los sâdhus, sin importar qué varòa o âärama tengan, ya sea gèhastha o sannyâsî. No obstante, según el âärama o varòa, las características secundarias diferirán en algún grado; y aunque aparezca algún elemento malo o falla en una persona, si tiene la característica principal, la entrega a Kèëòa, se le debe considerar como un sâdhu y ha de ser respetado y servido por todos. Esta es la aseveración de Kèëòa en el Bhagavad gîtâ. Cuando la jîva ha desarrollado un sabor por cantar el Nombre puro, se dice que al cantarlo una sola vez, destruirá todos los pecados pasados, pudiendo quedar algunos remanentes de esos pecados, los cuales se desvanecerán completamente por la influencia del Santo Nombre. Puesto que esos vestigios de pecado se irán rápidamente, esa persona es conocida como la persona más correcta. Por supuesto, si el materialista ve aquellas trazas de pecado en un vaiëòava-sâdhu, puede considerar que el sâdhu es exactamente como un pecador materialista. Si él critica al sâdhu porque el sâdhu tiene un vestigio de pecado proveniente de sus actividades pecaminosas anteriores, está cometiendo sâdhu-ninda. Ha de considerársele un pícaro por criticar a un vaiëòava, y por este nâma-aparâdha (ofensa contra alguien que se ha entregado al Nombre) cae directamente bajo la ira de Kèëòa. Se concluye que alguien que está únicamente dedicado a Kèëòa y canta su Nombre es un sâdhu. A nadie más que a los devotos de Kèëòa se les considera sâdhus. Alguien que se cree a sí mismo un sâdhu está lleno de orgullo material. Pero alguien que se siente 40


el pícaro más ruin, que se refugie humildemente en Kèëòa y cante sumisamente el Nombre de Kèëòa, es el sâdhu real. Creyéndose menos que una hoja de hierba, considerándose a sí mismo tolerante como un árbol, sin esperar honor para sí mismo y honrando a todas las demás entidades vivientes, él canta el Nombre y es atraído por Kèëòa. Si una persona de las cualidades anteriores canta el Nombre, siquiera una vez, es considerada un vaiëòava y deberá ser respetada. El vaiëòava es el amigo y líder espiritual del universo, es un océano de misericordia para todas las entidades vivientes. Quien critique a tal vaiëòava irá al infierno, nacimiento tras nacimiento, porque no hay otro sendero más que el bhakti para la liberación real, y el bhakti se obtiene solamente por la misericordia del vaiëòava. En el vaiëòava puro residen las energías del bhakti de Kèëòa, hlâdinî y samvit. Así, por el contacto con un vaiëòava, también se puede recibir Kèëòa bhakti. Por esta razón, también los remanentes de comida, el agua de los pies y el polvo de los pies de los vaiëòavas puros son tres poderosos artículos para crear bhakti. Si la jîva permanece cerca de un vaiëòava puro durante algún tiempo, puede recibir la energía que emana de su cuerpo; si puede ligar esa energía dentro de su corazón, después de haber desarrollado una fuerte fe, se desarrollará el bhakti y el propio cuerpo comenzará a temblar en éxtasis. Así, por vivir junto a un vaiëòava, pronto la devoción aparecerá en nuestro corazón. Primero, tal persona comenzará a cantar el Santo Nombre y luego, por el poder del Nombre, recibirá todas las buenas cualidades. Este es el poder del uttama adhikârî. Un vaiëòava puede ser criticado por cuatro causas: su casta por nacimiento, sus pecados o fallas anteriores en esta vida, un acto pecaminoso accidental impremeditado y por residuos actuales de actividad pecaminosa anterior. Aunque todas estas condiciones puedan estar presentes en un vaiëòava, son antecedentes insustan41


ciales para la crítica de un vaiëòava. Alguien que blasfeme contra un vaiëòava será castigado por Yamarâja. Como el vaiëòava está diseminando las glorias del Nombre del Señor, el Señor no tolera tal crítica contra un vaiëòava. Al renunciar al dharma, al yoga, a los sacrificios y al jñâna, por el Nombre de Kèëòa, el vaiëòava es la persona más elevada. La crítica es una grave ofensa. Además, él no critica las escrituras o a los semidioses, sino que simplemente se refugia en el Nombre. La jîva debe ansiosamente tomar el polvo de los pies de un vaiëòava, independientemente de si él es un gèhastha o un sannyâsî, y tratarlo solamente según el avance que él tenga como vaiëòava, lo cual se determina a partir del grado de atracción hacia el Santo Nombre. Cosas tales como casta o âärama, riqueza, instrucción, juventud, belleza, fortaleza o número de seguidores, no son factores considerables. Falta decir que alguien que se ha refugiado en el Nombre, no se permitirá cometer sâdhu nindâ. Quien critique a un sâdhu no está en bhakti, sino en aparâdha, en contra del bhakti. Una persona, por lo tanto, no se entregará a la crítica, sino que se asociará, escuchará y servirá al sâdhu. Como la asociación con aquellos que no son devotos está ligada a producir irrespeto por los devotos (sâdhu ninda), el devoto se cuida de evitar tal asociación. La asociación materialista o asatsanga es de dos clases: asociación con las mujeres y asociación con aquellos desprovistos de devoción al Señor. La asociación con mujeres significa asociarse con ellas alejándose de la tradición védica. Esta asociación, que no está autorizada por la escritura, se divide en: asociación fuera del matrimonio para propósitos de vida sexual y asociación dentro del matrimonio en donde el hombre es controlado por su esposa. Así, solamente si se está casado según las reglas prescritas y se siguen las reglas para la vida de casado, en la cual la esposa es sumisa al marido y el esposo actúa como un sâdhu, es la asociación considerada fidedigna. Otros tipos de asociación son considerados ‘asat’. 42


El segundo tipo de asociación asat (asociación con los no devotos) es de tres clases: asociación con los mâyâvâdîs, asociación con ‘hipócritas’ y asociación con ateos. Los mâyâvâdîs creen que tanto el Señor como las jîvas son entidades temporales, y que la murti (forma) del Señor es material. Los hipócritas (o falsos), aunque sin genuina devoción o renunciación, fingen ser devotos para hacer su vida. Por último, los ateos, que no creen en ninguna forma de Dios. Ahora, esta gente puede proclamar ser devota y ser aceptada como tal por el público, pero si la jîva rechaza a tales personas, no se considera sâdhu-ninda. Además, alguien que critique a una persona que abandona a esta gente asat, también deberá ser rechazado y evitado. Por lo tanto, el devoto serio, al abandonar el asat saôga, que le causará sâdhu-ninda, y al refugiarse exclusivamente en el Nombre, recibirá seguramente el tesoro de prema. Se puede observar que a fin de proceder adecuadamente hacia prema, se debe distinguir al devoto del no devoto, porque la jîva debe evitar aparâdha o crítica del devoto y buscar su asociación y, simultáneamente, rechazar de plano al no devoto. Debe, además, ser capaz de distinguir las clases de vaiëòavas según su avance espiritual. Dichos vaiëòavas son de tres clases. El vaiëòava materialista o vaiëòava-praya es quien tiene una fe mediocre en Kèëòa, pero no tiene una actitud de servicio hacia los sâdhus. Tal persona realmente no es un vaiëòava, sino la vaga imagen de un vaiëòava, vaiëòava-âbhâsa. Sin embargo, si él no es un vaiëòava, ¿cómo se le permitirá asociarse con los vaiëòavas que no se asocian con los no-vaiëòavas? Por lo tanto, se considera que esta persona se halla en el estado inicial de un vaiëòava, kaniëùha-vaiëòava, a quien los vaiëòavas reales determinados concederán misericordia para que llegue a ser purificado. El siguiente estado superior de un vaiëòava es el madhyamabhakta, quien puede reconocer la importante posición de los devotos del Señor, permaneciendo asociado con ellos. Con fe, él está convencido de la posición de Kèëòa como el Señor, las jîvas 43


como sus eternos sirvientes, el proceso como bhakti y la meta como prema. Él muestra misericordia a los inocentes, aquellos que tienen poca fe, los kaniëùha-bhaktas, dándoles el sambhanda-jñâna y evitando los enemigos al comprender los efectos de los diferentes tipos de asociación. Aun en este estado de madhyama-bhakta, alguien es considerado un devoto puro, con la calificación de tomar el Santo Nombre real, no el nâmâbhâsa. Como un verdadero vaiëòava, él es capaz de distinguir un vaiëòava de un no-vaiëòava, de modo que puede evitar asat-saôga y sâdhu-nindâ y sirve a los devotos avanzados. Realmente, él debe hacer esto para su propio avance. Quien experimenta a Kèëòa como la vida y alma de todo, y asimismo lo ve en todo, y, consecuentemente, no hace distinción entre un vaiëòava y un no-vaiëòava, sino que simplemente se dedica a saborear el néctar del Santo Nombre, es llamado el uttama vaiëòava, el devoto más avanzado. El kaniëùha-bhakta desempeña su servicio devocional en el estado de nâmâbhâsa, mientras que el madhyama-vaiëòava está realmente calificado para el Santo Nombre real, y puede entender y discernir las diversas ofensas en el cantar del Santo Nombre. El uttama-adhikârî está por encima de cometer ofensas porque ve a Kèëòa expandido en todas partes. Se puede ver que es importante para los practicantes de bhakti, ya sea un kaniëùha o un madhyama-bhakta, comprender, en este desempeño del sâdhana, que su propia posición en el servicio devocional está determinada por su nivel de pureza interna. Haciendo esto, la jîva puede evitar sâdhu-ninda, se asocia con los vaiëòavas superiores y evita a los no-devotos (asat-saôga). Por esto avanza más. Por lo tanto, es importante que la jîva llegue a la posición de madhyama-bhakta, alguien que está calificado para hacer estas distinciones. Las actividades típicas de un verdadero devoto madhyama bhakta, son: evitar sâdhu-ninda y hacer asociación con los sâdhus y ser44


vir a los sâdhus y dar conocimiento espiritual a las jîvas ingenuas (inocentes), mientras efectúan el nâma-saôkîrtana. Al ser vencido por las modalidades materiales, si la jîva comete la ofensa de blasfemar a un devoto, deberá sentirse sinceramente arrepentida y llorar a los pies de ese devoto por misericordia y perdón. El devoto, que es por naturaleza muy misericordioso, perdonará al ofensor”. Hari Dâs concluyó: “De acuerdo con Tu orden, Señor, he discutido la primera ofensa. Esto ofrezco a Tus pies de loto”. Aquella persona que, como un abejorro, languidece a los pies de loto de Hari Dâs, recibirá la piedra de toque del Santo Nombre, como vida y alma suyas.

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Capítulo 5

Adorar a los Semidioses como independientes de Kèëòa ([ivasya {rî-vi}òor ya iha guòa-nâmâdi-sakalam) Todas las glorias a Ärî Caitanya, la vida de Gadâdhara, Todas las glorias a Nityânanda, la vida de Jâhnavâ, Todas las glorias al esposo de Sîtâ, y a los devotos del Señor.

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ari Dâs habló con sus manos unidas: “¡Ahora escucha acerca de la segunda ofensa!, ¡oh Señor del Universo!”.

“Primero, aclaró la posición del Señor Viëòu, quien es el principio supremo no sujeto a la dualidad del mundo material. Él es una forma llena de conciencia y conocimiento, que existe eternamente más allá de las modalidades de la naturaleza material, a pesar de ser el Absoluto controlador del mundo material. Kèëòa en Goloka es la forma original y suprema de Viëòu, estando ornamentado con las sesenta y cuatro cualidades trascendentales para embellecer sus actividades bienaventuradas. Al manifestarse a sí mismo como Nârâyaòa, Él despliega sesenta cualidades por las cuales realiza sus actividades. Los puruëa avatâras y otros avatâras plenarios poseen juntos estas sesenta cualidades a fin de cumplir su función. Kèëòa se expande como dos clases de partículas conscientes: la primera es la jîva ordinaria, que tiene cincuenta cualidades en algún grado y la segunda es los semidioses, quienes tienen las mismas cincuenta cualidades, pero en un grado mayor. Además, el señor Äiva posee cinco cualidades más y el Señor Viëòu tiene todas estas cualidades, además de otras cinco que no se encuentran en las de47


más entidades vivientes. De esta manera, es fácil ver que el Señor Viëòu o Nârâyaòa con las sesenta cualidades es el Señor, mientras que el señor Äiva y los semidioses son sus sirvientes. Mayores que las jîvas ordinarias son los semidioses y el señor Äiva, pero mayor que el señor Äiva es el Señor Viëòu, quien es el Señor de las jîvas y el Señor de los semidioses. Por lo tanto, quien considere al Señor Viëòu en el mismo nivel de los semidioses es muy ignorante. Algunas personas proclaman que el Brahman, el cual carece de cualidades, las adquiere cuando se expande como los señores Brahmâ, Viëòu y Äiva; sin embargo, la conclusión de la escritura es que Nârâyaòa es el Supremo y es la causa de los señores Brahmâ y Äiva. Quienquiera que rechace al Señor Viëòu como el Supremo controlador y se entregue a adorar los semidioses, cae dentro del mundo de la ilusión. Otras personas proclaman que, puesto que el Señor Viëòu es omnipresente a través del universo total y está también presente en los semidioses, se puede adorar al Señor Viëòu al adorar a todos los semidioses. Pero esta no es la formulación de la escritura; más bien está prohibido este tipo de actividad. Al adorar al Señor Viëòu, toda otra adoración está perfeccionada; tal como dándole agua a la raíz de un árbol, las ramas llegan a satisfacerse, de igual manera, al adorar exclusivamente a Kèëòa, el Señor Viëòu se cubre de toda adoración. Ésta es la conclusión védica, pero desafortunadamente los tontos rechazan este precepto. Bajo la influencia de la filosofía mâyâvâdî, las entidades vivientes de Kali yuga ponen al Señor Viëòu en el mismo nivel que los semidioses, quienes, a pesar de ello, dan sólo un resultado limitado; mientras que la adoración del Señor Viëòu produce todos los resultados. Si los materialistas pueden entender esta verdad, se entregarán a adorar al Señor Viëòu y alcanzarán todos los resultados. 48


¿Cómo deberá actuar un amo de casa dentro del sistema Varòâärama? Generalmente, él deberá dejar de preocuparse por las obligaciones inferiores y, sencillamente, adorar a Kèëòa. En otras palabras, en todos los saêskâras, desde la inseminación hasta los ritos funerarios, Kèëòa deberá ser adorado, usando los mantras adecuados de los Vedas. Deberá adorar a los vaiëòavas y al Señor Viëòu directamente y adorar a los antepasados dándoles el prâsada de Viëòu; pues al adorar a los semidioses directamente, como lo hacen los mâyâvâdîs, solamente acortará su vida. Pensar que los semidioses son independientes del Señor Viëòu es una ofensa y, puesto que los semidioses toman su existencia del Señor Viëòu, la jîva no puede hallar en ellos la completa perfección. Hasta los poderes controladores de los señores Brahmâ, Gaòeäa y Sûrya provienen de Kèëòa. Ellos no tienen poder independiente, por lo tanto el gèhastha vaiëòava deberá reconocer al Señor Supremo Viëòu, y ver a los semidioses como sus energías dependientes. Así, el gèhastha aunque siga las reglas y costumbres prescritas en su casta, dejará todas aquellas reglas que incluyen la adoración de los semidioses, dirigidas a la gratificación de los sentidos y se mantendrá firmemente en la senda del bhakti, adorándolo tan sólo a Él en todos los casos donde la adoración esté prescrita. De esta manera, el gèhastha, con su mente fija en la devoción por Kèëòa, efectuará los saêskâras de su casta, satisfará a los ancestros mediante ofrendas del prâsada de Viëòu y ofrecerá oblaciones a los semidioses, reconociéndolos como devotos de Kèëòa y tomando Kèëòa prâsada. Él sabe que adorando a Kèëòa y al vaiëòava se alcanzan todos los resultados; por lo que él siempre canta el Santo Nombre, cuidándose de cometer las ofensas, tales como el segundo aparâdha. Puede surgir la pregunta: ¿por qué se debe seguir en todo el sistema varòâärama? La respuesta es que todos deben seguir este sistema habiendo aceptado el cuerpo humano. Mediante este ordenamiento científico de la sociedad, las masas de gente pue49


den llegar a su plena capacidad según su naturaleza individual y gradualmente alcanzar la devoción por Kèëòa; aquellos que están fuera del sistema varòâärama, deberán estar siempre dispuestos a dejar todos los malos hábitos y comenzar a practicar como sudras. Este debe ser el sendero que la sociedad civilizada emprenda en la vida. La adoración de Kèëòa es una parte esencial del sistema varòâärama. Si los cuatro varòas realizan la vida de acuerdo con las reglas de su casta particular, pero no adoran a Kèëòa, entonces simplemente van al infierno. Particularmente el gèhastha debe seguir las reglas de su varòa para desempeñar sus actividades mundanas de criar la familia y relacionarse con el resto de la sociedad; pero al mismo tiempo, según sus medios, él debe adorar a Kèëòa y debe seguir y respetar esas reglas en tanto él no haya llegado a la plataforma en donde las reglas obstaculicen su progreso de adoración a Kèëòa. Esta es la plataforma técnicamente conocida como bhâva. En ese estado la jîva desarrolla el sâdhana-bhakti, en el cual la inspiración, para cumplir las actividades devocionales, llega directamente del sabor experimentado por la jîva pura. Esta meta será, con el tiempo, cumplida por el gèhastha vaiëòava que acepte a Viëòu como el Supremo. Hay otra ofensa derivada de no aceptar al Señor Viëòu como el Supremo, el uno sin segundo, Advaya tattva. Siendo el Advaya tattva, Viëòu, por sus inconcebibles energías, posee inherentemente nombre, forma y cualidades que no se pueden considerar separadas de Él; pues al considerarlas como diferentes del Señor, es considerar al Señor y al Nombre en un nivel material. Este concepto de dualidad es ofensivo. En el estado de nâmâbhâsa, se sostiene este concepto inconscientemente por la falta de conocimiento o de fe, pero es imposible mantener este concepto en el estado de prema. Este anartha puede ser retirado por la misericordia de un guru fidedigno que guiará al practicante en sâdhana-bhakti para que el äuddha-nâma, el Nombre puro, sea revelado. 50


Mediante la especulación material, la jîva puede generar este concepto de dualidad en el Señor y puede llegar a ser una grave ofensa, difícil de retirar. Así, en el caso de los mâyâvâdîs, sostener este concepto es una aparâdha, pues los mâyâvâdîs proclaman que el brahman es la verdad Suprema sin variedad, carácter o energías, sin forma o belleza, sin cambio o actividad, simplemente existencia pura. Para ellos, el nombre y la forma de Viëòu son creaciones de mâyâ, la energía material de la ilusión. Cuando una persona puede vencer la ilusión, entonces Viëòu simplemente emerge en el brahman, perdiendo la identidad individual. Esto simplemente es lógica errada, basada en el ateísmo. Proclamar que la Verdad Absoluta carece de las inconcebibles energías trascendentales o que es incapaz de poseer características, es una locura. Puede haber una confusión respecto a qué llamar Verdad Absoluta, brahman o Viëòu; pero en cualquier caso, la meta espiritual suprema debe ser Dios con sus energías y personalidad. Esa es la conclusión védica. Realmente Viëòu tiene ambas características en Sí mismo: nirviäeëa y saviäeëa, sin variedad y con variedad; esto es posible por el inconcebible poder de Dios, Él Supremo poderoso. Todos los opuestos son asimilados sin dificultad mediante este inconcebible poder; el Supremo puede existir con variedad, belleza y lîlâ. Por supuesto, la jîva, siendo naturalmente de pequeña inteligencia, como partícula de Dios, no puede entender plenamente la naturaleza del inconcebible poder del Señor. En el intento de establecer un concepto de la Suprema Verdad por su propia inteligencia, la jîva se refugia en la lógica material y acepta la característica secundaria del Señor, el brahman, un estado de unidad y paz, como el supremo. Al rechazar los pies de loto del Señor Viëòu, quien es adorado por los seres superiores, los semidioses, y siendo luego ligado a un estado de brahman, no se puede distinguir lo que es bueno o malo para su propio bienestar. 51


Pero una persona que entiende que la Verdad Absoluta puede existir con forma y variedad en un estado trascendental puro, puede ver propiamente que Viëòu, su Nombre y cualidades son todos uno e inseparables del Señor. Este concepto de Kèëòa con personalidad, es conocimiento real, y con esta comprensión, la jîva puede entregarse a cantar el Santo Nombre, sabiendo que es Kèëòa mismo. Así, debe evitar la ofensa de pensar que Viëòu y su Nombre, su forma, etc., son diferentes, y que las otras entidades vivientes, los semidioses, tienen existencia separada de Viëòu. Para resumir, quien quiera que se dedique solamente a Kèëòa, sencillamente adora a Kèëòa y deja toda otra adoración; no critica a los semidioses o a las escrituras que sustentan la adoración de los semidioses, pero respeta a los semidioses como sirvientes de Kèëòa. Algunas escrituras pueden afirmar que los semidioses son como supremos para establecer la creencia en las diferentes categorías de seres humanos, a fin de elevarlos a través de la regulación, hasta el punto de llegar a la fe en Kèëòa y en el bhakti. El verdadero vaiëòava verá la función de los semidioses y sus respectivas escrituras desde una apropiada perspectiva. La crítica a los sirvientes de Kèëòa, los semidioses, también es ofensiva. Puesto que el amo de casa tiene obligatoria adoración de los semidioses, según su casta él adorará a los semidioses y antepasados ofreciéndoles los remanentes del Señor Kèëòa. Similarmente cuando ese devoto ve el mûrti de un semidiós, él hará respetos al semidiós, viendo al semidiós como un vaiëòava; sin embargo, el devoto no aceptará los remanentes de prasâda de un ofrecimiento que un mâyâvâdî haya hecho a Viëòu: como el canto y la adoración del mâyâvâdî son ofensivos, el Señor nunca acepta su ofrenda. 52


Aceptar las ofrendas hechas directamente a los semidioses, es también una ofensa a Viëòu y obstruye el sendero del servicio devocional puro; pero adorando a Kèëòa, el devoto real dará con respeto a los semidioses el prasâda del Señor. Tal adoración y el recibir tal prasâda, no es ofensivo. De esta manera, el devoto evita la segunda ofensa al cantar el Santo Nombre, y al continuar este proceso correctamente alcanza el amor por Dios. Si por accidente se le ocurriera a una jîva no aceptar a Viëòu como Supremo, debería arrepentirse y refugiarse en Viëòu y cuidarse de no cometer la ofensa otra vez. Recordando a Kèëòa, recordando su Nombre y cantando su Nombre, la ofensa desaparecerá, ya que, según la escritura védica, no hay prâyaäcitta (proceso reformatorio o expiación) más efectivo que este. Esto es debido a que el Señor es un océano de misericordia e indulgencia; así como el devoto también perdona las faltas pasadas”. Hari Dâs concluyó: “Se deberá evitar la asociación con aquellos que adoran a los semidioses como supremos y más bien adorar a los vaiëòavas que tienen a Kèëòa como Supremo. De esta manera, se puede evitar la segunda ofensa”. Para alguien que realice estas devociones a los pies de Hari Dâs, la piedra de toque del Santo Nombre, el Nombre se convierte en su propia vida y alma.

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Capítulo 6

Desatender al Guru (Guror-avajñâ) Todas las glorias al Pañca Tattva y a Ärî Râdhâ Mâdhava. Todas las glorias a Navadvîpa, Vraja, Yamunâ y a los vaiëòavas.

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ari Dâs dijo: ¡Oh Señor!, ahora te diré cómo ocurre la tercera ofensa y, de acuerdo con tu orden, describiré en detalle todas las ofensas que ocurren por desobedecer al guru. “Habiendo estado errante, cuerpo tras cuerpo, en 8’400000 especies de vida, mediante la actividad piadosa no intencional, la jîva obtiene un cuerpo humano; el cuerpo humano es una rara oportunidad, porque solamente en esta forma la entidad viviente puede desarrollar apropiadamente el servicio devocional. Como un semidiós, se tiene la tendencia a disfrutar y como un animal inferior, no hay la capacidad para el conocimiento; pero en la forma humana, la entidad viviente puede progresar de vuelta a su posición constitucional con Kèëòa. Por lo tanto, si no procura alcanzar a Kèëòa en este cuerpo temporal, uno morirá y obtendrá algún otro cuerpo, perdiendo la oportunidad de escapar de la prisión material. La persona inteligente, habiendo tomado nacimiento humano en este mundo, se refugiará en un maestro espiritual, quien actuará como un capitán para guiar la jîva sobre el océano de la naturaleza material con las instrucciones del bhakti yoga. Esta es la importancia del guru. 55


Es necesario aproximarse al guru calificado, quien es un devoto de Kèëòa y ha dominado los sentidos, e inquirir sumisamente de Él. Estando satisfecho con sus respuestas, la jîva recibe iniciación de él y así cruza sobre el océano material. Teniendo la atracción por Kèëòa, dejará la lógica material inútil, se refugiará en el conocimiento superior y recibirá iniciación mántrica del maestro espiritual. El gèhastha debe aceptar al guru, pero permanecerá en sus deberes de varòâärama. Si un brâhmaòa es un devoto de Kèëòa, puede servir como guru para los varòas; pero si no hay una persona de nacimiento brâhmaòa, la jîva puede recibir la iniciación de un guru de otro varòa. Si hay una elección, el gèhastha debe escoger al guru fidedigno de casta superior, pero en cualquier caso, la mejor calificación por la cual juzgar quién es un guru fidedigno conveniente, es cuánto sabe el guru acerca de Kèëòa. Él puede ser brâhmana o äûdra, amo de casa o sannyâsî, pero no hay ninguna diferencia en la capacidad del guru para liberar la jîva. Esta debe ser la principal consideración al escoger al guru, si se desea progresar hacia la pura atracción por Kèëòa. En otras palabras, si hay un guru calificado de casta elevada, no hay necesidad de buscar a un guru de casta inferior; pero si el guru de casta elevada no está calificado como un Kèëòa- bhakta, no se debe recibir dîkëâ de él por sólo considerar su elevada casta. Más bien, se debería seguir a un guru calificado de casta inferior. La calificación de conocer a Kèëòa y ser un devoto de Kèëòa es la consideración importante. En la circunstancia de un amo de casa que no pueda hallar la vida espiritual apropiada en el âärama gèhastha, debe seguir a un guru fidedigno que no sea un amo de casa. Es decir, si el sujeto renuncia a la vida de hogar y está buscando la guía espiritual, deberá refugiarse en un âcârya que haya renunciado con éxito a la vida hogareña, y recibir dîkëâ y äikëâ de Él, a fin de obtener la meta deseada de prema. Pero si el amo de casa tenía antes un guru calificado, ese guru anterior no debe ser irrespetado o rechazado. Debe honrársele siempre. 56


El amo de casa puede seguir a un guru que sea amo de casa o renunciante, cualquiera es conveniente. Aceptando al guru y cumpliendo el sâdhana bhakti, el amo de casa alcanzará, con el tiempo, el estado de bhâva, en donde esta atracción por la vida familiar y la gratificación de los sentidos cesarán. En ese estado, él dejará naturalmente la vida hogareña y entrará en la orden renunciante, debiendo buscar un âcârya en la orden renunciante y seguir su instrucción. Puede haber dos clases de guru: uno que da dîkëâ con mantra y otro que da instrucción espiritual. Deberán ser considerados de igual importancia por alguien que quiera avanzar rápidamente. Una persona puede aceptar solamente un dîkëâ guru, pero puede tener muchos äikëâ gurus que dan el sambandha jñâna. El sambandha jñâna (enseñanzas) es transmitido en un sampradâya del fundador âcârya de la sampradâya. Estas enseñanzas originales deberán ser adoradas junto al fundador âcârya del sampradâya con todos los respetos. Se debe ser leal a estas conclusiones e instrucciones, sin tomar las enseñanzas de otros. Se debe tomar como äikëâ o dîkëâ guru solamente a una persona que esté siguiendo con fe las enseñanzas de ese fundador âcârya. Tomar iniciación o enseñanzas de un mâyâvâdî es inútil. Quienquiera que siga o acepte tales enseñanzas desautorizadas, simplemente va al infierno. El rechazar a Kèëòa y aprender filosofía anti-Kèëòa, solamente puede conducir a la ruina de su vida. ¿Cómo puede una persona ser guru y liberar a otros, no habiendo alcanzado o siendo incapaz de alcanzar él mismo la perfección? El guru sea äikëâ o dîkëâ, debe ser el sirviente de Kèëòa, un asociado eterno del Señor en Vèndâvana, quien ha sido especialmente facultado por Kèëòa. Se debe servir al guru con gran devoción, sabiendo que él es directamente autorizado por Kèëòa, el sirviente más querido de Kèëòa y el propio guía espiritual eterno de la jîva. Mediante tal servicio sincero al guru, se puede cruzar el océano material. 57


¿Cuál es el procedimiento para adorar al guru? Primero debe adorar al guru (ofreciendo pâdya, arghya, etc.); luego, pidiendo su permiso, adorar al Señor; luego, ofrecer el prâsada de Kèëòa al guru, a los vaiëòavas, a los semidioses y a los antepasados. Con el guru en la mente debe hacer la adoración de Kèëòa y cantar el Nombre de Kèëòa. En consecuencia, si se desobedece o se irrespeta al guru, es ofensivo y se bloqueará el progreso del bhakti. Al mostrar el debido respeto y devoción al sâdhu y a Kèëòa, de igual manera, mediante el adecuado servicio al guru y canto del Santo Nombre, se puede lograr rápidamente el éxito; es decir que, teniendo firme fe en el guru, por la fuerza del Santo Nombre es posible alcanzar la meta de prema. ¿Cuándo debe ser rechazado un guru? Puede ocurrir que a través del asat saôga un guru pierda sus calificaciones. Habiendo comenzado como un gran guru, al cometer nâma aparâdha, decae su conocimiento; al ofender a otros vaiëòavas, desaparece el sabor por el Nombre y gradualmente cae bajo el control de la riqueza y las mujeres. Tal guru debe ser rechazado y, por la misericordia de Kèëòa, el discípulo obtendrá un nuevo guru fidedigno y emprenderá nuevamente el canto del Santo Nombre. Si un guru toma a personas inadecuadas como discípulos, él tendrá que sufrir por eso, y si un discípulo sigue a un guru descalificado, sufrirá en concordancia. Para evitar estas desgracias, se debe ser cauteloso. Por otra parte, mientras el guru y el discípulo estén debidamente calificados, la relación continuará; idealmente esta relación es eterna, pero si el discípulo se vuelve malo, el guru debe rechazarlo, y si el guru se vuelve malo, el discípulo debe rechazarlo o de lo contrario, ambos pueden caer. Mejor uno que ambos. A fin de evitar el dolor de tener que rechazar a su guru, se debe examinar cuidadosamente para ver si él es un devoto puro de Kèëòa. Hasta para recibir un artículo material se le examina por su ca58


lidad. Una vez que se haya aceptado a un guru calificado, si se desobedece su instrucción, se comete una grave ofensa. Por eso hasta los semidioses pueden caer en el infierno. ¿Cómo se debe respetar a un guru? El lecho y la silla del guru, sus zapatos, su carro, el agua que lava sus pies, su imagen, deben ser respetados. El dejar de respetarlos o adorar a alguien más como guru en la presencia del guru, es una mentalidad desviada que trata de minimizar al guru fidedigno. La jîva debe ver al guru como su Señor y Maestro, obedecer sus palabras e instrucciones y al verlo, caer al suelo en reverencia. Debe glorificar en voz alta al guru, obedecer siempre su orden, tomar sus remanentes de prasâda y no discutir nada que le disguste al guru. Al entregarse humildemente a los pies del guru, se debe actuar de modo que él esté complacido. De esta manera se cumple el Kèëòa nâma saôkîrtana, ganando todas las perfecciones. Esta es la afirmación de los Vedas. El guru dará las apropiadas enseñanzas concernientes al Santo Nombre y, después de haber establecido la fe en el Santo Nombre dentro del corazón de una persona, dará formalmente el Nombre de Kèëòa o un mantra que contiene el Nombre de Kèëòa para cantarlo como su sâdhana. Esto es dîkëâ. Si por la mala asociación o contacto con la literatura bhoga se rechaza o se irrespeta a tal nâma-dîkëâ fidedigno, debe dejarse inmediatamente la mala asociación y la literatura y acercarse arrepentido a los pies de su guru. El guru, siendo misericordioso, lo rehabilitará. Al cantar sinceramente se alcanzará prema”. Aquella persona que se considera a sí misma inferior a una hoja de la grama, que aspire el polvo de los pies de loto de Hari Dâs Nâmacarya, estará calificado para cantar siempre la piedra de toque del Santo Nombre.

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Capítulo 7

Crítica a la Escritura ([ruti-äâstra nindânam) Todas las glorias a Gadâdhara Gaurâôga y Nityânanda. Todas las glorias a Advaita y a los devotos de Gaura.

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ari Dâs dijo: la cuarta ofensa es la crítica de la escritura. Esta ofensa también obstruye el bhakti de la jîva.

“Escrituras significa los cuatro Vedas, los Upaniëads y los Puranas, los cuales, habiendo emanado de la respiración de Kèëòa, constituyen el perfecto conocimiento y la autoridad. Particularmente en los asuntos espirituales, son la referencia de prueba final. Como los sentidos materiales del hombre ­caracterizados por las cuatro fallas de karaòa-pâùava (percepción limitada), bhrama (ilusión), vipralîpsa (deseo de informar algo diferente de lo que se percibe) y pramad (desatención de los sentidos)­posiblemente no pueden percibir más allá del plano de la materia, el reino espiritual sería inaccesible sin la ayuda de Kèëòa; por lo tanto, más allá de las cuatro fallas de los sentidos, Kèëòa ha dado los cuatro Vedas y tan sólo por éstos, el hombre puede progresar hacia la meta espiritual. ¿Cuál es el contenido de las Escrituras? El hombre sabio comprende que karma y jñâna son secundarios e indignos y por lo tanto procesos independientes, y que el sendero del bhakti es la esencia. Los Vedas se sustentan como la guía autorizada y referencial 61


(pranâma), y comprueban nueve diferentes temas, que se pueden clasificar en el sambandha, abhideya y prayojana. Por estos diez principios (la autoridad védica y los nueve temas que los Vedas prueban) la ignorancia es destruida y el conocimiento trascendental es revelado. Estos nueve principios pueden ser resumidos como sigue: 1. Hay un Señor Supremo, Viëòu. 2. El Señor es el poseedor de todas las energías. 3. Kèëòa es la fuente de todos los râsas y está situado en su Dhâma eternamente, dando gozo a todas las jîvas. 4. Las jîvas son partículas del Señor, ilimitadas en número, infinitesimales en tamaño pero conscientes. 5. Algunas jîvas están eternamente ligadas a los universos materiales, atraídos por el placer ilusorio. 6. Algunas jîvas están eternamente liberadas y adorando a Kèëòa y residen con Él como asociados en el cielo espiritual, experimentando prema. 7. Kèëòa existe con sus energías, la energía material, la energía de la jîva y la energía espiritual, en un estado de simultánea identidad y diferenciación, permitiendo que todas permanezcan incluso solas, debido a su inconcebible poder (acintya bhedâbheda tattva). 8. El proceso específicamente mencionado (abhideya) en los Vedas para la jîva, es el proceso nónuple (9) del servicio devocional, dividido en vaidhi y râga bhakti. 9. De los nueve procesos, el cantar y el escuchar el Santo Nombre son los principales medios. Por esa razón, el canto de “OM” es glorificado en los Vedas. La meta final, la plataforma constitucional (prayojana) de las jîvas, es la actividad del bhakti puro o prema. Esto es logrado por la misericordia de Kèëòa. Estos son los principios básicos para la guía de las jîvas que son denotadas por los Vedas. Criticar los Vedas es una ofensa al Santo Nombre. La persona que comete tal ofensa, es un ruin pícaro. En la historia de la India hay seis personalidades que inventaron teo62


rías y por sus invenciones atrajeron un mal final. Jaiminî, aunque proclama seguir los Vedas, no reconoce al Señor Supremo y recomienda karma kânda, actividades independientes de la adoración a Dios. Kapila, por confusiones piensa que el Señor es imperfecto y recomienda el proceso de yoga sin entender su meta. Los Jainas, refugiándose en la filosofía de que todo es ilusión, predican contra el Veda. El ateo Carvaka no tenía respeto por el conocimiento védico; y similarmente, el budista Gautama no adora al Señor, sino que en cambio piensa en términos de seres humanos. Todas estas filosofías están contra los vedas, a veces directamente y a veces ocultas. Por lo tanto el hombre sabio, sabiendo que la fe en estas filosofías lo hace a uno ofensor, las evita totalmente. Otra filosofía a ser evitada es la de los mâyâvâdîs. Sus escrituras no son genuinas, sino distorsiones del significado de los Vedas; realmente son Budismo encubierto y su finalidad es desviar a los tontos en Kali yuga. El señor Äiva, por orden del Supremo, apareció en una familia brâhmaòa y se hizo âcârya, y como Jaiminî, tomando la autoridad de los Vedas, tergiversó el significado para ilusionar al mundo. Haciendo esto, siguió la doctrina budista de la ilusión y trató de ilusionar al mundo; encubrió el significado directo de los Vedas y el proceso del bhakti. Si la jîva acepta cualquiera de estas filosofías, no hay lugar para el bhakti real. Si continua el canto del Santo Nombre junto con estas filosofías, se estará cometiendo una grave ofensa contra el Nombre, y simplemente atraerá su propio fin. Si la jîva puede aceptar el significado directo de los Vedas, el sendero del bhakti puro, será recompensada con la dulzura del prema; pero si continua el significado indirecto de las interpretaciones metafóricas como significado real, no podrá llegar a la verdad y morirá por su ofensa a Kèëòa. El principal sonido en los Vedas es “OM”, que es un nombre de Kèëòa y, cantando el Nombre, uno puede alcanzar la meta de la vida. Este nombre es utilizado por los devotos en la Ärî Sampradâya. Los Vedas establecen que el Santo Nombre es la forma espiritual del Señor en el mundo material, y es tan poderoso que hasta la influencia tenue del Nombre puede 63


atraer la perfección. Este es el significado: ya que los Vedas enseñan el canto del Nombre como el principal proceso, criticar los Vedas es criticar el Nombre. Eso es ofensivo. Los devotos, sin embargo, se refugian en los Vedas, y cantando el Santo Nombre alcanzan el néctar del Nombre. Los Vedas dicen: “Sólo canta el Nombre del Señor y por eso recibirás la forma Suprema de amor y bendición. Hasta en el cielo espiritual, las grandes personalidades cantan el Santo Nombre”. Es desafortunado que en Kali yuga, aun las así llamadas grandes personalidades, eviten a la Suprema Personalidad de Kèëòa y su nectáreo Nombre, y en cambio adoren la energía de la ilusión, Mâyâdevi. Por refugiarse en el tantra tamásico, critican la autoridad védica. Ansiosos de carne e intoxicaciones, llevando una vida corrupta contra el dharma, estas personas se matan así mismas. Ellos no siguen el Nombre de Kèëòa ni tampoco logran el eterno dhâma de Vèndâvana. Mâyâdevi da a los ateos la felicidad mundana o el castigo según sus actividades; pero a alguien que sirve a los devotos, ella le da el refugio de los pies de loto de Kèëòa. Siendo sirviente de Kèëòa, Mâyâdevi castiga a las almas equivocadas y les da solamente la felicidad ilusoria a aquellos que la adoran. Pero si el ser humano adora a Kèëòa y su Nombre, ella le ayuda a vencer el océano material. Si por desgracia, la jîva llega a cometer sruti ninda, se debe arrepentir y ofrecer sus respetos a las Escrituras; con atención, se debe ofrecer flores y hojas de Tulasî al Bhâgavatam y a los Vedas. El Ärîmad Bhâgavatam, siendo la esencia de los Vedas y una encarnación de Kèëòa, otorgará una misericordia ilimitada”. Hari Dâs dijo: “Día y noche estoy inmerso en éste océano de néctar del Santo Nombre, habiendo abandonado la ofensa de criticar 64


la Escritura”. Quienquiera que aspire al polvo de los pies de Hari Dâs, está calificado para usar sobre su cuello el rubí de la piedra de toque del Santo Nombre.

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Capítulo 8

Interpretar el Santo Nombre y no reconocer las glorias del Santo Nombre como verdaderas (Tathârtha-vâdaì y Hari-nâmi kalpanam) Todas las glorias a Gaura y Gadâdhara, y a Ärî Râdhâ Mâdhava. Todas las glorias a los lugares de Gaura lîlâ, al Ganga y a los vaiëòavas.

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ari Dâs dijo: “¡Oh hijo de Äacî!, la quinta ofensa es dar interpretaciones al Nombre y a Sus glorias”.

“Los Smètis o Puranas glorifican el Santo Nombre de Kèëòa, estableciendo que si se canta el Nombre con negligencia o con fe, Kèëòa mostrará a esa persona gran misericordia. No hay conocimiento tan puro como el Nombre; no hay voto tan poderoso como el Nombre; no hay meditación más efectiva que el Nombre, ni hay fruto mayor que el alcanzado por el Nombre; no hay mayor renunciación que el Nombre; no hay mayor paz que el Nombre; en este mundo no hay mayor actividad piadosa que seguir el Nombre, ni se progresa más que a través del Nombre. El Nombre es la suprema liberación, la suprema libertad, el destino supremo, la suprema paz, el punto donde no se busca más; el Nombre es la suprema devoción, el Nombre es la más pura inclinación de la jîva, el Nombre es el amor supremo y la remembranza directa del Señor; el Nombre es la causa de todas las causas, el Señor Supremo, el más adorable en la forma de guru, para llevar las jîvas al Señor.

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Está establecido que mil nombres de Viëòu son equivalentes a un nombre de Râma y que tres nombres de Râma son equivalentes a un nombre de Kèëòa. Los Vedas dicen que el Santo Nombre es puramente espiritual, y así ellos lo glorifican constantemente. Alguien que minimice los efectos de cantar el Santo Nombre, como lo manifiestan los Vedas y los Purâòas, es un ofensor extremo. El pícaro que comete arthavâda contra el Nombre está condenado a pudrirse en el infierno. Algunas personas dicen que los resultados del Santo Nombre, establecidos en la Escritura, no son verdaderos, sino que solamente sirven para atraer a las personas hacia el Nombre; pero éstas, debido a la falta de khakti-sukrti, careciendo de fe, no pueden entender el significado real de las Escrituras o el mayor bienestar de la humanidad y en cambio, ellas seguirán la interpretación opuesta. Como la sección karma-kânda de los Vedas sirve para satisfacer el deseo de la identidad por la ganancia material, para la causa de la motivación se ofrecen muchos resultados tentadores; no obstante, en el proceso del bhakti puro, el candidato practica el desinterés porque la meta del bhakti es el servicio desinteresado a Kèëòa. Por lo tanto, aunque las afirmaciones concernientes al Santo Nombre no sean exageraciones para motivar, el devoto no sigue el Santo Nombre para su propio disfrute material; él no pide los frutos mencionados en las escrituras. Si se realizan los sacrificios prescritos en karma-kânda con el deseo de ganancia material, eso se llama engaño; si la jîva desea y tiene fe en la felicidad que brindan los objetos materiales, entonces esperará resultados materiales de un sacrificio; pero si ejecuta sus actividades sin el interés en estos resultados materiales, su corazón se purificará; ése es el propósito real del karma-kânda. Cuando el corazón se purifique, comenzará el interés y gusto por cultivar el bhakti, pues cantando el Santo Nombre, el bhakti se desarrolla y madura. Así puede verse que el resultado final del 68


karma-kânda es llegar a saborear el Santo Nombre, al menos si aquellas actividades se cumplen debidamente. Los resultados que se obtienen al cantar el Santo Nombre están más allá de cualquier cosa que se pueda lograr al errar en cualquiera de los catorce sistemas planetarios. En verdad, los resultados del Santo Nombre son incomparables; pero, ¿cómo hace un karmî o jñânî para obtener estos resultados con su actitud ofensiva? Por el sólo nâmâbhâsa la jîva puede lograr todos los resultados obtenidos por los procesos de karma y jñâna, pero si es probable obtener tales resultados por nâmâbhâsa, ¿hay necesidad de dudar del gran beneficio que se obtendrá cantando el Nombre puro? Todas las glorias de ese Nombre, recitadas en las escrituras, son aceptadas como un hecho por el bhakta sincero. Sin embargo, los hombres de clase inferior no aceptan esto y por dudarlo cometen ofensas, lo cual los conduce a cierta ruina. Desde el comienzo hasta el final de los Vedas, el Râmâyâòa, el Mahâbhârata y los Purâòas, el Nombre es glorificado. Minimizar e interpretar estas glorias, claramente establecidas por la autoridad de los Vedas, no producirá buen resultado. El Señor y los Nombres del Señor son uno, porque el Señor ha investido en el Nombre todas sus energías transcendentales. Así, Él ha hecho del canto del Santo Nombre el proceso supremo. Ya que el Señor es completamente independiente y poseedor de todas las energías, Él ha investido voluntariamente su energía material en las actividades de karma-kânda y en brahma-jñâna, su energía de nirvâòa; pero en el Santo Nombre Él ha investido todas sus energías con todos los resultados. ¿Para qué argüir acerca de cómo y por qué? El Señor puede hacer lo que Él quiera, por lo tanto, el hombre inteligente e instruido no procederá a interpretar el glorioso Nombre. Si la jîva llega a cometer arthavâda, deberá acudir humildemente ante una asamblea de vaiëòavas que se dediquen a las discusio69


nes acerca de Kèëòa y revelar su ofensa a sus pies, rogando sinceramente el perdón. Los devotos del Señor, versados en todas las glorias del Santo Nombre, misericordiosamente lo perdonarán y lo abrazarán. La ofensa de interpretar o mezclar no volverá a ocurrir. Si se llega a hablar con uno de estos ofensores, se debe, inmediatamente, sin despojarse de sus ropas, bañarse en el Ganga para la purificación. Si no hay agua pura disponible, debe purificarse mentalmente. Quien tiene fe en la misericordia de Ärî Râdhâ, la más querida de Kèëòa, lleva este Harinâma Cintâmaòi como un collar”.

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Capítulo 9

Cometer pecados al amparo del Santo Nombre (Nâmno balâd yasya hi pâpa-buddhir) Todas las glorias a Gaura y Gadâdhara, a Jâhnavâ y a Nityânanda. Todas las glorias a Sîtâ y a Advaita y a todos los devotos.

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ari Dâs habló sobre el poder del Nombre para erradicar las actividades pecaminosas.

“Si la jîva se refugia en el Nombre puro, que es el äuddha sattva, trascendental y puro en todos los momentos, rápidamente todos los anarthas, incluyendo la debilidad del corazón, se irán. Cuando el sujeto llega a estar fijo en el Santo Nombre, no pensará más en cometer pecado y los efectos de pasados pecados no lo influirán más. Esto se debe a la purificación del corazón. El pecado puede ser analizado en tres estados. Un acto pecaminoso es el estado final; esto es causado por una semilla de pecado o un deseo de pecado, el cual se origina en la ignorancia, la causa raíz; los tres son considerados como causa del sufrimiento de la jîva. Sin embargo, Kèëòa es misericordioso, siempre velando por el bienestar de sus partes y porciones. No siendo capaz de tolerar los sufrimientos de las jîvas, Él siempre trata de ayudarles. Así, mediante el proceso del bhakti, la sed por el estímulo material, la lujuria de los sentidos, abandona el corazón. La jîva es capaz, entonces, de ver con desprecio el esfuerzo de adquirir una bella mujer o riquezas; el individuo vive satisfecho 71


con su servicio constitucional al Señor. El devoto acepta todo lo favorable al desarrollo del bhakti y rechaza todo lo desfavorable al bhakti; él ve tan sólo a Kèëòa como su protector y mantenedor y abandona todas las ideas de ‘yo’ y ‘mío’ del ser. Creyéndose muy bajo e indigno, el devoto cantará continuamente el Santo Nombre. Quienquiera que se refugie en el Nombre de esta manera, no puede pensar en ninguna actividad pecaminosa ni cometerla. Está garantizado que rápidamente será purificado de toda influencia pecaminosa; no obstante, inevitablemente, hay un estado intermedio entre la vida pecaminosa y el estado puro; en dicho período, puede haber alguna relación con el pecado pasado, alguna traza menguante del pecado. Sin embargo, no se está cometiendo un nuevo pecado, y el pecado se va disipando rápidamente. Mientras más se entregue el devoto al Santo Nombre, más rápidamente se desvanecerá ese olor de pecado. Kèëòa prometió a Arjuna que nunca permitiría que su devoto cayera en problemas; y como el problema es causado por el pecado, Kèëòa misericordiosamente aleja todo pecado del devoto. El jñâni, sólo con gran dificultad, es capaz de controlar el pecado, pero sin el abrigo de Kèëòa, él caerá rápidamente de su posición inmaculada. Por lo tanto, como concluye la Escritura, solamente tomando abrigo del Señor, en el bhakti, está garantizada la seguridad. Aunque un devoto por accidente llegue a cometer una falta, él no apela a prayascitta, karma-kânda, ritos purificatorios; ese pecado es temporal y al cantar será borrado sin dejar influencia. Sin embargo, hay otro tipo de pecado, que ocurre cuando alguien, pensando que el Santo Nombre es muy poderoso para destruir los pecados, intencionalmente comete un nuevo pecado por lujuria, confiando en que no habrá un efecto negativo por el poder del Nombre. Esa persona no es un devoto serio, sino que es 72


conocido como engañador. De esta ofensa contra el Nombre él obtendrá lamentación, temor y muerte. Así se pueden distinguir dos tipos de actividades pecaminosas: un pecado no premeditado y uno premeditado. Existe una diferencia neta entre los dos, según la Escritura. En el caso del pecado ordinario, es posible contrarrestarlo por prâyaäcitta, pero si se piensa aún cometer pecado al amparo del Santo Nombre, no hay medida curativa; tan grave es la ofensa que ni siquiera las incontables torturas de los sirvientes de Yamarâja pueden liberar a la jiva de la ofensa; y si tan sólo pensando en cometer la ofensa al Nombre se atrae tal sufrimiento, ¿cuánto más será el sufrimiento al cometer realmente el acto? Se da un ejemplo: la Escritura dice que el Santo Nombre retira los efectos de más pecados de los que se pueda cometer en diez millones de vidas. En incontables pasajes, las Escrituras establecen que por el canto en nâmâbhâsa, los cinco tipos de pecado, aun el más grande pecado, puede ser borrado; sabiendo esto, una persona de mentalidad engañadora, deseará con motivación insana cantar el Santo Nombre; de igual forma una persona puede abandonar el trabajo regular y tomar la vestidura de un renunciante, pero si continúa asociándose con mujeres y adquiriendo riquezas para la gratificación de los sentidos, no dejará de ser un engañador. Emplear la posición de un renunciante avanzado como medio para disfrutar como un jefe de hogar, es una gran perturbación del orden social y del universo. Bien sea como un líder de hogar o como un renunciante, no hay impedimento para seguir el Santo Nombre y perfeccionar su vida, puesto que la jîva cumple con su devoción según las reglas, sin ofensas; pero tener la idea de cometer pecado bajo el refugio del Nombre es una gran ofensa, lo cual bloqueará el camino del bhakti. Alguien que se halle en el estado de nâmâbhâsa, por la mala asociación, está en peligro de cometer esta ofensa; pero alguien que tenga suddha-nâma no comete este aparâdha. Quienes se han refugiado en el Nombre puro, en ningún momento, en ninguna 73


forma llegan a cometer alguno de los diez aparâdhas; sin embargo, mientras no se tenga el Nombre puro, existe todo peligro de incurrir en ofensas, y por lo tanto, la persona en nâmâbhâsa debe estar informada de aquella mentalidad que lleva a cometer pecado al amparo del Santo Nombre. Quienes tienen el abrigo del Nombre puro siempre viven en asociación de vaiëòavas puros y están vigilantes para evitar las ofensas y tienen su mente determinada a no retirarse de Kèëòa, ni siquiera por un momento; pero alguien fuera de este estado deberá vivir con el temor de las ofensas, especialmente la ofensa de cometer pecado bajo el poder del Nombre. Esta persona debe cantar constantemente el Nombre del Señor, y por la gracia del guru recibir sambandha jñâna, lo cual, a su turno, le dará el Kèëòa-bhakti real y Kèëòa-nâma verdadero. Si por azar, la jîva comete esta ofensa, debe purificarse mediante la asociación con los vaiëòavas puros. Los deseos pecaminosos son como ladrones en el camino del bhakti, y los vaiëòavas puros son los protectores del camino. Cuando se grita fuerte el Nombre del protector, el protector llega y entonces el ladrón huye. Al pronunciar el Nombre con amor, ya no hay que temer, pues se recuerda que el Señor dijo ‘Yo soy tu protector’. Quienquiera que haga el voto de servir a los pies de los vaiëòavas exclusivamente, sintiéndose lo más bajo de lo bajo, llega a cantar la piedra de toque del Santo Nombre”.

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Capítulo 10

Entregar el Nombre a los infieles (A{raddhadhâne vimukhe’py a{èòvati) Todas las glorias a Gadâdhara y Gaurâôga, a Jâhnavâ y Nityânanda. Todas las glorias a Sîtâ y a Advaita, a Ärîvasa y a todos los devotos.

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ari Dâs, con las manos juntas, habló sobre el siguiente aparâdha.

“Como el materialista no ha desarrollado ninguna fe en Kèëòa o en el Nombre, no puede siquiera escuchar el Nombre. Buena casta por el nacimiento, buena familia, conocimiento, influencia social o poder y cualidades educativas, no son las razones de la idoneidad para adoptar el Santo Nombre; la única cualidad es la fe, que significa tener una imperturbable convicción en las glorias y poderes del Nombre. Esa es la afirmación de las Escrituras. Si no se cuenta con esta fe, un vaiëòava real no le dará la instrucción sobre el Nombre. Ése es el comportamiento de un vaiëòava, porque si el hombre incrédulo toma el Nombre, simplemente lo ofenderá. Por ejemplo, si se le arrojan perlas a los cerdos, ellos simplemente las reducirán a polvo, o si se le da ropa a un mono, él la romperá en pedazos. Si los incrédulos toman el Nombre, se matarán a sí mismos por las ofensas y simultáneamente, quien da el Nombre a los incrédulos, perderá todos sus créditos devocionales rápidamente. Algunas veces un hombre incrédulo estando envidioso, implora el Nombre de los vaiëòavas, pero el vaiëòava debe entender que él 75


es un engañador y debe rehusar darle el Nombre. Para tener fe en el Nombre, hay que dejar la mentalidad engañadora y el deseo de posición y de fama. El engañador piensa: ‘Tomando el Nombre ya no tengo más temor a cometer actividades pecaminosas; haciéndome un vaiëòava todos me rendirán dandavats y puedo lograr toda clase de servicios de los demás; cualquier posición que yo haya perdido por mis malas actividades anteriores puedo recuperarla cantando japas; mediante este proceso puedo llegar a ser muy feliz en el mundo’. Esta es la mentalidad del engañador; pero para estar calificado para el Nombre, se debe abandonar esta actitud. Cuando la persona haya llegado a tener fe en el Nombre, sin esfuerzo lo recibirá y por la influencia del Nombre, cruzará el océano de la existencia material; pero mientras no tenga fe, no tiene calificación o capacidad. Se debe dejar entonces el deseo de posición en el mundo material y volverse humilde, escuchando las glorias del Nombre procedentes de la Escritura y de los vaiëòavas. Si el guru da el Nombre a un incrédulo por el deseo de riqueza o posesiones materiales, por esa ofensa al Nombre, el guru irá al infierno. Si por desgracia o por accidente, un guru da el Nombre y las instrucciones a una persona incrédula, debe tener gran temor y confesar ante una asamblea de vaiëòavas y abandonar ese discípulo. Si el guru no hace esto, él mismo, por la ofensa, quedará desprovisto de bhakti, indigno y errante en la ilusión. El Señor Caitanya ordenó dar la instrucción del Nombre en todas partes, pero eso significa a los fieles y, por ello, la perfección será alcanzada. Se puede adquirir la fe con el saôkîrtana en voz alta, y cuando la jîva alcance la fe, buscará un guru fidedigno. Del guru, el fiel tomará el Santo Nombre y luego alcanzará fácilmente prema. Cuando los ladrones, prostitutas y pícaros estén dispuestos a dejar su mentalidad pecaminosa, entonces se cultivará la fe en ellos, y cuando la fe se haga fuerte, se les dará las instrucciones sobre el Santo Nombre. De esta manera el Nombre puede ser difundido por todas partes. Si no se toma estas precauciones, se irá al infierno, culpable de aparâdha. Si el discípulo comete ofensa, el guru tiene que sufrir en 76


su progreso devocional. En estas circunstancias, tanto el guru como el discípulo irán al infierno. El Señor Caitanya, siendo muy misericordioso, les dio primero la fe a Jagâi y Mâdhâi y luego les dio el Nombre. Tan maravillosa es la personalidad del Señor, que creó la fe en todos los hombres. El vaiëòava tratará de seguir sus pasos”.

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Capítulo 11

Considerar que el Nombre es equivalente a las actividades piadosas materialistas (Drama-vrata-tyâga-hutâdi-sarva-{ubha-kriyâsâmyam api pramâdaì) Todas las glorias a Gauracandra y al Avatâra del Santo Nombre. Todas las glorias al Santo Nombre, la Verdad Suprema.

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ari Dâs dijo: “Oh Señor, ten presente que el Santo Nombre no debe ser igualado con las actividades piadosas mencionadas en los Vedas”. Hay que conocer la identidad del Nombre. Kèëòa es el sol espiritual, perfecto, consciente e inconcebiblemente maravilloso; así, todas las diversas formas del Señor pueden ser similares y plenamente espirituales; así como su Nombre, dhâma y lîlâ. A diferencia de los objetos y nombres materiales, los principales Nombres del Señor no son diferentes del Señor. Cuando el devoto canta el Nombre, ese Nombre está llegando directamente desde el nivel espiritual: de Goloka al alma, del alma al cuerpo, en donde baila en la lengua de los devotos, en su mente. Si se toma el Nombre con esta concepción, entonces se tiene el Nombre real del Señor, con todo su poder; pero tomar el Nombre como un objeto material conduce al dolor. Por supuesto, en la Escritura hay varios métodos mencionados, según la cualidad personal para llegar al Señor. Los hombres que sólo piensan en términos materialistas de tiempo limitado y obje79


tos tangibles, por miedo emprenden la actividad religiosa. Realmente el Señor es el único alivio del temor, porque tomando sus pies de loto, se puede cruzar el océano material. Para llegar a aceptar los pies del Señor, el Señor creó diferentes métodos: para alguien que está en la concepción materialista, el método es material. Todas las actividades, tales como sacrificios de fuego, baños, caridad, yoga, deberes de varòâärama, visitar lugares santos, adoración de los antepasados, meditaciones, cultivo del conocimiento, adoración de los semidioses, austeridades, prâyaäcitta, hacen uso de los elementos materiales con objetivos materiales limitados; pero estas actividades piadosas materialistas también son un medio por el cual se puede, eventualmente, llegar al bhakti, y al recibir el bhakti, la jîva rechazará los medios materiales temporales y se dedicará solamente al bhakti. Esto atraerá la plena dicha de prema, la meta de la vida. Aquí se ve la diferencia entre el bhakti y las actividades piadosas. Los objetos materiales y el tiempo no tienen dicha real. Toda la actividad y recompensa de la actividad piadosa es material, y el progreso hacia la meta del prema espiritual es lenta. Hay una gran separación entre los medios y el fin. Por lo tanto, siendo misericordioso, el Señor dio el Santo Nombre, por el cual las jîvas inteligentes pueden alcanzar la perfección. Como el Santo Nombre es también un medio o un método, algunos consideran que es una parte del método de la actividad piadosa, con ninguna otra potencia. De la misma manera, los materialistas piensan que Viëòu es considerado al igual que Brahmâ y Äiva, un semidiós material. Aunque el Nombre es trascendental, sin matiz material, la jîva cubierta por el materialismo, le da al Nombre una posición material, como una actividad piadosa. Esto es ofensivo al Nombre y un obstáculo para el bhakti. En verdad, el Nombre es el fin, la meta llena de dicha espiritual, la perfección; además el apareció en el mundo material como el 80


medio para que la jîva llegue a ese fin. Así, el Nombre es el medio de purificación y el fin, prema. Según la cualidad personal, el Nombre puede estar actuando como un medio o como un fin. En el mundo existen dos medios: los medios secundarios o indirectos de purificación, es decir, las actividades piadosas, y el medio principal, el Santo Nombre. No se debe confundir los dos ni igualarlos. Cantando el Nombre, la dicha trascendental llegará y hará bailar el corazón. Ése es realmente el carácter esencial del Nombre, el cual está pleno de nectáreos pasatiempos. La felicidad lograda por jñâna y yoga, puede parecer grande en comparación con la sombra de la felicidad recibida en el mundo material, pero en comparación a la dicha del Santo Nombre, esa felicidad es escasa. En el estado de sâdhana, estado purificador, el Nombre es el medio; pero en el estado puro, el Nombre es el fin, la Suprema bienaventuranza. Así pues, no puede ser comparado con las actividades piadosas materiales, ya que aun en el estado de sâdhana, el Nombre permanece puro; solamente los anarthas del sâdhaka lo hacen parecer impuro; pero mediante la asociación con los vaiëòavas, la mentalidad material y los anarthas se irán y el Nombre puro se mostrará. Se deben rechazar las actividades piadosas, pero nunca rechazar el Nombre, pues en un estado se halla cubierto y en otro estado es puro. Por la misericordia del guru, el Nombre es revelado. Si falta este conocimiento en el estado de sâdhana, entonces el individuo se vuelve ofensor; pero al tener fe en que el Nombre es Supremo, sin igual, entonces el Nombre Puro será revelado rápidamente junto con la dicha completa y el néctar. Si la jîva cometiera esta ofensa y deseara alivio, debe buscar la buena asociación y purificar su inteligencia. Si un paria se entrega al Nombre Puro, para la propia purificación se debe rociar el polvo de sus pies sobre el cuerpo, comer los remanentes de su comida y beber el agua de sus pies. De esa manera, es factible obtener similarmente el Nombre Puro. Un ejemplo de esto es Hari Dâs. 81


Hari Dâs dijo: “Estoy materialmente mentalizado y sólo canto, pero nunca obtengo la piedra de toque del Nombre. Sé misericordioso, ¡oh Señor!, y baila en mi lengua en la forma del Nombre. Mantenme en el reino material o en el cielo espiritual, pero, donde quiera que me coloques, dame el néctar del Nombre. Tú has aparecido en el mundo para dar el Santo Nombre a la gente del mundo; por favor, acéptame como una de esas personas. En verdad, soy ruin, pero Tú eres el liberador de los caídos. Esta es nuestra relación: los caídos y el liberador; ésta es nuestra inquebrantable relación. Bajo el amparo de esta fuerza estoy implorando el néctar del Nombre. En Kali yuga, ni siquiera es posible ejecutar la senda de las actividades piadosas; por lo tanto, el Nombre apareció como el único proceso para la era”. Quienquiera que sirva con devoción y como un sirviente de Hari Dâs, y se considere a sí mismo sin cualidades, estará calificado para cantar la piedra de toque del Santo Nombre.

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Capítulo 12

Falta de atención durante el Canto (Pramâda) Todas las glorias a Mahâprabhu y a los devotos, por cuya misericordia yo desarrollo el saôkîrtana

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ari Dâs dijo: “Cuando viajaste al sur de la India, les enseñaste a Sanâtana Gosvâmî en Puri y a Gopâla Bhaùùa, la ofensa de ejecutar el canto sin atención. La desatención se cuenta como uno de los aparâdhas, y aunque la jîva venza con éxito todas las demás ofensas al cantar y esté cantando continuamente, el amor por Dios no puede llegar. Hay que saber que la razón de esto es que se está cometiendo la ofensa conocida como ‘pramada’ o desatención. Esta ofensa bloqueará el progreso hacia el prema. ‘Pramada’ puede significar locura, pero aquí el significado es desatención o descuido. A partir de esta ofensa se generan todas las demás ofensas. Los sabios reconocen tres clases de desatención: indiferencia o desatención, pereza y distracción (atracción hacia otros objetos). Por la buena fortuna, una jîva, después de obtener la fe, sigue el Nombre y, por cantar regular y cuidadosamente en el Tulasî mala, desarrolla atracción por el Nombre; sin embargo, mientras la jiva no desarrolle esa atracción realmente, debe cuidar la forma en que canta; porque naturalmente el hombre común, teniendo apego a las cosas materiales, será atraído, aun cuando cante. Aunque cante japa diariamente, si su sabor está en otra parte, él mostrará indiferencia por el Nombre; su corazón no estará absorto en el 83


canto del Nombre, sino en algún objeto material. ¿Cómo puede eso beneficiarlo? Puede cantar sesenta y cuatro rondas contando estrictamente en sus japas, pero él no ha recibido en su corazón una gota del sabor del Nombre. Esta indiferencia o apatía hacia el Nombre es un tipo de desatención. En el corazón de un materialista esto es inevitable. Si está presente la indiferencia o falta de atracción por el Nombre, la jîva debe asociarse con los vaiëòavas que estén cantando apropiadamente en algún sitio resguardado de la influencia material. Cantando en esas condiciones, se reducirá la absorción en los objetos materiales, e inspirado por la conducta de los vaiëòavas, abandonará esa falla. Gradualmente, el corazón se atraerá por el Nombre y estará ansioso por el néctar del Nombre. Los devotos avanzados han recomendado vivir en un lugar donde Kèëòa haya tenido sus pasatiempos, cerca de Tulasî, en compañía de los vaiëòavas, y aumentar gradualmente el período del canto; así rápidamente se irá el sabor de los objetos materiales. Otra opción es cantar solo, con atención en un cuarto con la puerta cerrada, o concentrarse en el Nombre, tapándose los ojos, los oídos y la nariz con un trapo o algo semejante para evitar estímulos del exterior. Cantando cuidadosamente de esta manera, se desarrollará una atracción por el Nombre y la indiferencia será superada. Si la jîva canta con una mentalidad lerda o, después de cantar un poco, necesita detenerse antes de terminar su ronda, incurre en la pereza y por esto no desarrolla su amor por el Nombre. El remedio está en asociarse con los vaiëòavas que no desperdician el tiempo en la actividad material, sino que constantemente cantan y recuerdan el Nombre, estando absortos sólo en el Nombre. Al seguir sus pasos y ver como el verdadero vaiëòava o sâdhu no desperdicia el tiempo en propósitos inútiles, se desarrollará un gusto por hacer otro tanto. Pensará: “Si puedo cantar y recordar el Nombre como ellos, será muy bueno”. Por esto, el entusiasmo vendrá a la mente perezosa, vencerá la ofensa de pereza o inercia 84


y aumentará el canto cada día. Por este anhelo en las rondas y por la misericordia de los devotos, se irá rápidamente la ofensa de la inercia. Debe procurarse eliminar el tercer tipo de desatención: la distracción, de la cual nacen todos los demás tipos de desatención. Esta falla reside en la atracción por las mujeres (o por los hombres en el caso de las mujeres), la riqueza, el éxito material o el triunfo, el deseo de prestigio o la propensión a engañar. Si se tiene atracción en cualquiera de estas categorías, naturalmente se estará desatento del Nombre, ante lo cual se debe procurar erradicar tales fijaciones, siguiendo el apropiado comportamiento vaiëòava. En los días de ekâdaäî y días de apariciones, se debe dejar de pensar en comer y cantar en la compañía de los devotos, todo el día y toda la noche. De esta manera se dedicará gozosamente a las actividades devocionales, escuchando sobre las escrituras del Señor, en compañía de los sirvientes del Señor, en el dhâma del Señor. La porción del bhakti de la mente aumentará gradualmente y la mente se regocijará al escuchar temas acerca de Kèëòa; el sabor más elevado vendrá y se irá el sabor inferior; al escuchar las canciones de Kèëòa de boca de los devotos puros, los oídos y la mente saborearán el néctar real; de esta manera, el deseo por los ruines objetos materiales desaparecerá y el corazón estará constantemente fijo y atraído hacia el cantar del Nombre. Evitando la ofensa de la distracción la jîva podrá gratificarse en el néctar del Nombre. Así, el devoto nunca debe estar desatento a su número de rondas prescrito diariamente; esto se debe notar día a día. Cuando se cantan estas rondas prescritas, deben evitarse los diferentes tipos de desatención y dejar el deseo de aumentar el número de rondas por no estar atento ni concentrarse, primeramente en lo que se puede manejar. Por lo tanto, el devoto comienza por cantar con plena concentración en un lugar pacífico, durante un corto tiempo. Él siempre rogará al Señor poder cantar rondas claras, cuidadosas, con la mente fija en Kèëòa. 85


Ya que por cuenta propia nadie puede realizar nada, la gracia de Kèëòa es necesaria para cruzar el océano de la existencia material; por lo que, con ansiedad en el corazón, se debe implorar la misericordia y Kèëòa, siendo por completo misericordioso, dará ayuda. Quien no se esfuerce por esa misericordia es muy desafortunado. Aquella persona que ha alcanzado el ornamento de la piedra de toque del Santo Nombre, también aspira a los dos pies de Hari Dâs Ùhâkur.

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Capítulo 13

El apego al “yo y mío” (ahaê mameti) Todas las glorias a Gadâdhara y a Gaurâôga, a Jâhnavâ y Nityânanda. Todas las glorias a Sîtâ y a Advaita, y a todos los devotos de Gaura.

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endido de prema, Hari Dâs recitó la última ofensa en el canto del Santo Nombre:

Esta ofensa es la más ruin de todas. Con esta ofensa no es posible obtener prema; es la actitud exactamente opuesta a la entrega al Señor. Habiendo desechado las primeras nueve ofensas, los devotos deben cultivar la plena entrega al Nombre. Según las escrituras, hay seis tipos de entrega, las cuales son difíciles de explicar en detalle. En resumen, son como sigue: 1. Aceptar todo lo favorable para el servicio al Señor. 2. Rechazar todo lo desfavorable para el servicio al Señor. 3. Tener fe en Kèëòa como nuestro protector. 4. Saber que Kèëòa es nuestro protector y sustentador. 5. Creerse bajo e indigno. 6. Rendirse. Si la jîva no cultiva estas actitudes mientras canta, simplemente acumulará materia en la vida. Debe aceptar, con deleite en la vida, aquellas cosas que siempre ayudan a incrementar la devoción, rechazando con disgusto las cosas que obstaculizan la devoción. 87


Debe creerse que de nadie más sino de Kèëòa se depende, y que sólo Kèëòa es el mantenedor; también, sentirse muy bajo y descalificado, sin posesiones, pues como eterno sirviente de Kèëòa, debe existir el anhelo de hacer cualquier cosa que Kèëòa desee. Creerse el creador, el dador, el protector; poseedor de un cuerpo y una casa, descendencia y esposa; sentirse un brahmâòa o sudra, esposo o esposa, rey o ciudadano, todo esto se ha de rechazar. En cambio centrando sus pensamientos en Kèëòa, la jîva debe pensar en Kèëòa como el hacedor y el controlador, y como el deseo de Kèëòa es primordial, actuar como Kèëòa lo desee, no como se quiera hacerlo independientemente. “Por el deseo de Kèëòa, permaneceré en este mundo y por el deseo de Kèëòa, traspasaré; si hay dolor, si hay regocijo, también soy sirviente de Kèëòa; por su voluntad Kèëòa dará la misericordia a las jîvas; mi disfrute material y renunciación dependen de Kèëòa”. Cuando esta actitud está presente, es llamada âtmânivedana o plena-entrega. Cuando estas seis clases de äaraòâgati (rendición) no están presentes en un individuo, él esta poseído de la ilusión de “yo” y “mío”. Tal persona es considerada un pícaro ruin porque está creyendo que es el creador, que el mundo es suyo, que es el creador de su destino y el disfrutador de los frutos de sus actividades; que es su propio protector y mantenedor; que éstos son su esposa, hermanos, hijo e hijas, y que por su propio esfuerzo podrá alcanzar toda la perfección y gloria. Tal gente está orgullosa del poder de su conocimiento; no considerando el control del Señor, creen que por su propio cerebro pueden aumentar y expandir las artes y la ciencia. Estas personas, si pueden escuchar las glorias del Nombre, no las creen o si cantan el Nombre de Kèëòa, es por costumbre social. Siendo hipócritas y engañadores, pueden cantar el Nombre en helanâmâbhâsa, pero nunca obtendrán prema. Esta ofensa se debe a estar fuertemente ligado a mâyâ, y la liberación es muy difícil. 88


Sin embargo, se aprecia que hay algunas personas que, tomando el Nombre y alcanzando el nivel de suddha bhakti, han dejado el apego material por completo y humildemente adoran los pies de loto de Kèëòa y cantan su Nombre. La jîva debe buscar este tipo de personas, asociarse con ellas y servirles con el deseo de dejar el apego material. Gradualmente, tal jiva llegará a estar fija en el Nombre, y el “yo” y “mío” se irá cuando trascienda el apego a mâyâ. Al abandonar la falsa mentalidad, se cultivará la entrega total, la posición constitucional de la jîva y la naturaleza propia del bhakti. Así, se puede lograr prema. Alguien que abandone las diez ofensas y desempeñe correctamente el servicio devocional, es el más afortunado de los tres mundos, lleno de todas las cualidades y calificado para obtener la misericordia de Kèëòa. Muy pronto esa persona, por el canto del Santo Nombre, llegará al nivel de bhâva y prema, por la misericordia de Kèëòa. El Señor mismo estableció que, quienquiera que siga el Nombre sin ofensas, alcanzará prema; quienquiera que tome el Nombre sin abandonar las ofensas, nunca alcanzará el bhakti puro, a pesar de sus prácticas. La práctica de jñâna da la liberación, la del karma da el disfrute material; pero el Kèëòa bhakti puro y el prema están disponibles solamente mediante la correcta ejecución del sâdhana-bhakti. Como la liberación y el disfrute material son ambos insatisfactorios, y como el bhakti es la única solución (la liberación real, para la gloria de la jîva), la jîva debe obtener bhakti mediante la correcta ejecución del sâdhana-bhakti, libre de ofensas. El rastreador de bhakti producirá rápidamente el fruto del prema. Realizar el sâdhana cuidadosamente significa hacerlo sin ofensas. Por lo tanto, quien esté deseoso de obtener bhakti seguirá el Nombre, estando atento para evitar cada una de las diez ofensas y rogando fervientemente en su corazón, a los pies de loto del Santo Nombre, para que le conceda la misericordia para destruir las ofensas. 89


Nadie puede ser liberado de las ofensas al Nombre mediante prâyaäcita o actividades piadosas, sino refugiándose nuevamente en el Nombre. Al cantar día y noche, sintiéndose arrepentido, las ofensas se irán y el fruto del Nombre llegará: se obtendrá el äuddha-nâma, luego el bhâva-nâma y entonces, el prema-nâma. Finalmente, para evitar que las ofensas entren en el corazón, es necesario orar por la misericordia del Señor Caitanya, quien está absorto en el néctar del Nombre. Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkur, quien se ha convertido en el recipiente de los lîlâs de la devoción, por la gracia de Hari Dâs, canta ansiosamente la piedra de toque del Santo Nombre.

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Capítulo 14

Ofensas al servir a la Deidad (sevâ aparâdha)

M

ahâprabhu dijo: “Escucha Hari Dâs: tú has revelado la verdad acerca de las ofensas al Santo Nombre, por ello las jîvas de Kali yuga llegarán a ser afortunadas; Tú eres el âcârya del Santo Nombre. Cuando te escucho la descripción del Nombre siento gran regocijo. Tú eres el âcârya en conducta, instruido como predicador y tu carácter está decorado por la gema del Nombre. Râmânanda Râya me enseñó acerca del râsa y tú me has enseñado las glorias del Nombre. Discute ahora las diferentes ofensas al servir a la Deidad, sevâ-aparâdha; pues al escuchar esto, la oscuridad del corazón de las jîvas se disipará”. Hari Dâs dijo: “Aquellos que están sirviendo a la Deidad saben acerca de esto; yo simplemente tomé refugio en el Nombre; así que, ¿cómo puedo saberlo? Sin embargo, para no violar tu orden, lo elaboraré”. En la Escritura se especifica una larga lista de ofensas en lo concerniente al servicio al mûrtî del Señor. En un pasaje se enumeran treinta y dos ofensas, y en otro cincuenta. Los eruditos han dividido estas ofensas en cuatro clases: ofensas en el servicio directo de la Deidad, ofensas al establecer una Deidad, ofensas al tomar daräana de la Deidad y ofensas generales cometidas contra la Deidad. Las treinta y dos ofensas en la lista del Bhâgavatam son las siguientes: 91


1. Entrar al templo con los zapatos puestos. 2. Entrar en palanquĂ­n. 3. No observar los festivales. 4. No ofrecer reverencias. 5. Orar estando sucio. 6. Inclinarse en una sola mano. 7. Circunvalar frente a la Deidad. 8. Extender las piernas delante de la Deidad. 9. Dormir delante de la Deidad. 10. Comer delante de la Deidad. 11. Decir mentiras delante de la Deidad. 12. Hablar en voz alta dentro del espacio del templo. 13. Chismorrear. 14. Maldecir o usar palabras burdas. 15. Dar gracias a otros delante de la Deidad. 16. Pelear en el templo. 17. Gritar delante de la Deidad. 18. Criticar a los demĂĄs. 19. Cubrirse con una manta delante de la Deidad. 20. Alabar a otros delante de la Deidad. 21. Utilizar lenguaje obsceno. 22. Eructar o pasar gas. 23. No ofrecer los mejores artĂ­culos posibles. 24. Comer alimento no ofrecido a la Deidad. 25. No ofrecer frutos de la estaciĂłn (cosecha). 26. Ofrecer alimento ya disfrutado. 27. Sentarse de espaldas a la Deidad. 28. Sentarse directamente delante de la Deidad. 29. Reverenciar a otros delante de la Deidad. 30. No glorificar al guru. 31. Auto alabarse. 32. Criticar a las Deidades o a los Semidioses. Otras ofensas son: 1. Comer alimento de un materialista. 2. Tocar a la Deidad en un cuarto oscuro. 92


3. Acercarse a la Deidad sin la etiqueta adecuada, como el estar desaseado. 4. Abrir las puertas de la Deidad sin el sonido de instrumentos musicales. 5. Ofrecer el alimento visto por un perro. 6. Hablar innecesariamente durante la pûjâ. 7. Salir del espacio de la Deidad durante la celebración de la pûjâ. 8. Ofrecer incienso sin una guirnalda fragante. 9. Ofrecer flores inapropiadas durante la pûjâ. 10. Comenzar la pûjâ sin haberse lavado la boca. 11. Practicar sexo antes de la pûjâ. 12. Tocar a una mujer durante su período. 13. Tocar una lámpara. 14. Tocar un cuerpo muerto. 15. Ver un cuerpo muerto. 16. Portar ropa inadecuada. 17. Pasar gas. 18. Disgustarse, enfadarse. 19. Llegar directamente de una cremación. 20. Realizar pûjâ con el alimento aún no digerido en el estómago. 21. Comer cebollas, kusumbhasaka. 22. Masticar nueces (frutos) de areca o bonga (palma de Betel). 23. Tocar la Deidad después de un masaje con aceite o sin haberse bañado. 24. Ofrecer flores de un florero sucio. 25. Realizar pûjâ en un momento no auspicioso. 26. Sentarse directamente en el piso. 27. Tocar la Deidad con la mano izquierda mientras se la baña. 28. Ofrecer fruta pasada. 29. Jactarse o alardear durante la pûjâ. 30. Escupir. 31. Usar tilaka horizontal. 32. No lavarse los pies. 33. Ofrecer alimento cocinado por no vaiëòavas. 34. Permitir que los no vaiëòavas estén presentes durante la pûjâ. 35. No adorar a Viëòu. 93


36. Hablar a un adorador de Äiva o Durga. 37. Bañar la Deidad con agua tocada por las uñas. 38. Hacer adoración mientras se transpira. 39. Hacer juramentos o blasfemias delante de Kèëòa. 40. Pisar artículos de la Deidad. Todas estas ofensas en el servicio a la Deidad obstruirán el bhakti. Cualquiera que adore a la Deidad evitará estas ofensas. Los devotos evitan sevâ y nâma-aparâdhas y así saborean el néctar del servicio devocional. Cuando un devoto comete sevâ-aparâdha, debe rectificarlo inmediatamente. Él debe constantemente mejorarse, rectificarse y evitar los nâma-aparâdhas. Alguien que está en el nivel de bhâva, tan sólo adorando a la Deidad día y noche, no comete ninguna ofensa contra el Nombre, ni sevâ-aparâdha. Ese servicio es predominantemente manasa-sevâ. Por orden de Hari Dâs, los devotos cantan la piedra de toque del Santo Nombre

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Capítulo 15

(bhajan pranâli) Todas las glorias a Gaurâôga y a Gadâdhara, y a Nityânanda. Todas las glorias a Sîtâ y Advaita, y a todos los devotos. Todas las glorias a la afortunada persona que deja todo por el Nombre.

E

l Señor dijo: “Hari Dâs, por tu devoción has recibido todo el conocimiento disponible en el universo. Todos los Vedas están bailando en tu lengua; todas las conclusiones están en tu discurso. Habla con claridad acerca del râsa (sentimiento o dulzura) del Santo Nombre. ¿Cómo obtiene la jîva la calificación para el râsa del Santo Nombre?” Hari Dâs, con gran felicidad, dijo: “A través de tu inspiración los describiré”. Lo Supremo, el estado más puro, la perfección de la Verdad Absoluta, se llama râsa. Este râsa no son las emociones o los sentimientos del mundo material, sino que es la naturaleza inherente al Puro Absoluto; es ilimitado, pleno de bienaventuranza y la más grandiosa gloria. La Verdad Absoluta revela su matizado carácter a través de sus energías, las cuales son inseparables (abhinna) de su propia existencia. Sus energías crean el matizado mundo espiritual que es prerrequisito para râsa. A través de su energía espiritual, Kèëòa revela su forma, nombre, dhâma y actividades; así, la Verdad Suprema es conocida como Kèëòa en la forma de Syâmasundara, que reside en Goloka dhâma y ejecuta dulces pasatiempos con sus devotos. Asimismo, existe la 95


variedad y râsa en el Señor, debido a sus energías espirituales, las cuales no pueden estar separadas o diferenciadas de la sustancia del Señor (abhinna). Por esta razón, la Verdad Absoluta permanece Suprema, íntegra, más allá de la dualidad (akhanda-advaita) y, simultáneamente, se consagra a un mundo trascendental de bellas formas, actividades y emociones. La energía de la sombra de la energía espiritual del Señor se llama mâyâ. Por la voluntad de Kèëòa, ésta energía crea el mundo material afuera de la dimensión espiritual, y a través de su jîva äakti, Él crea innumerables almas situadas entre los mundos materiales y espirituales, semejantes en cualidad a Kèëòa, pero de tamaño infinitesimal. A causa de sus cualidades limitantes, las jîvas son de dos clases: jîvas por entero ligadas y jîvas por entero liberadas. Aquellas que están por entero liberadas son calificadas como eternas sirvientes de Kèëòa en el cielo espiritual, y las que están eternamente ligadas sufren y se dedican a la sombra material, lejos de Kèëòa. Las jîvas que habitan en el mundo material son de dos clases: las que siguen el nombre de Kèëòa y se asocian con los devotos que irán al mundo espiritual de râsa, por el poder del Nombre, y las que ignoran a Kèëòa y se afanan sin esperanza por râsa, en relación con la materia inerte. La gradual comprensión de râsa en el Nombre se compara con la floración de un capullo. El Nombre es comparado con una flor en capullo cuando es esparcido a la gente en el mundo. Se comprende la bella forma de Kèëòa en Goloka Vèndâvana a través del continuo cantar del Nombre, algo comparable con la flor parcialmente abierta. Al proseguir con el sâdhana, el hecho de que las sesenta y cuatro cualidades de Kèëòa sean reveladas en el Nombre, es comparable con la fragancia de la flor medio abierta, y cuando se interiorizan y entienden los eternos pasatiempos de Kèëòa en Goloka Vèndâvana, la flor está en plena florescencia. Entonces, por la misericordia del Nombre, las energías originales de hlâdinî (bienaventuranza) y samvit (conciencia), pertenecientes 96


al mundo espiritual, cuya corporificación primaria es Râdhârâòî, se unen en la forma de Bhakti Devi y descienden sobre la pequeña jîva, que sólo posee una pequeña porción de la energía de hlâdinî y samvit. Bhakti Devi, desde el reino trascendental, revela el pleno râsa del Nombre a la jîva y, por su misericordia, ésta toma su cuerpo espiritual y entra en los pasatiempos y saborea râsa. Hay cuatro ingredientes de râsa: vibhâva, anubhâva, sâttvika-bhâva y vyabhicârî (sañcârî) bhâva. La mezcla de estos ingredientes produce râsa. Vibhâva, la causa general de râsa, está dividida en âlambana y uddîpana. Por una parte está âlambana, que significa la causa raíz, aquella de la cual depende râsa y se divide en âäraya, el recipiente, que es el devoto y viëaya, el objeto, quien es Kèëòa. Por otra parte Uddîpana, la instigación, está compuesta por la forma y las cualidades de Kèëòa, que se entienden mediante el constante cantar. Así pues, en donde haya âlambana (Kèëòa y el devoto) y uddîpana (las cualidades de Kèëòa), se pueden presentar lîlâ y râsa. Cuando las condiciones de vibhâva sean perfeccionadas, anubhâva (síntomas eternos de las emociones internas) aparece. Todos estos síntomas se basan en el amor espiritual y de ningún modo pueden ser comparados a los síntomas de amor en el mundo material. Gradualmente, mientras las emociones se profundizan, aparecen sattvika y vyabhicâri bhâvas (síntomas adicionales); por la combinación de estos ingredientes, el stâyî-bhâva inicial (modalidad primaria) del devoto se transforma en râsa, plenos sabores espirituales. La situación de saborear râsa en el mundo espiritual es la suprema perfección, la meta última de la jîva, según las Escrituras. Hay cuatro objetivos para el hombre, mencionados en los Vedas: artha, dharma, kâma y mokëa. Estos sirven para conducir a la meta suprema (parama puruëârtha) râsa. Alguien que esté verdaderamente liberado está calificado para râsa. El sendero para alcanzar râsa es el siguiente: la jîva que ha desarrollado la fe por el bhakti, recibe un guru vaiëòava puro, quien le da el mahâmantra. La jîva tomará el mantra, sea en la forma de 97


smaraòam (recordando el Nombre) o kîrtana (cantando el Nombre), autorregulándose por el canto en Tulasî mala; gradualmente, mientras su anhelo por el Nombre crece, él aumentará hasta 3 x 64 rondas. Entre las dos formas de seguir el Nombre, kîrtana es la más poderosa, porque en ese proceso se escucha, se canta y se recuerda y, por ello, los sentidos de la jîva danzan con gozo. Tomando refugio en cualquiera de los nueve procesos del bhakti, se progresa en la devoción, pero de los nueve procesos cantar es el mejor. Aquellos que sienten atracción por la adoración de la Deidad, sólo alcanzarán la perfección cuando además se dedican a escuchar y cantar el Nombre. Pero los que tienen una exclusiva atracción por el Nombre, solamente necesitan dedicarse a escuchar, cantar y recordar el Nombre. Si se ejecutan bien estos tres procesos, los siete procesos restantes del bhakti también se cumplen fácilmente1. Con la fe en que el Nombre y Kèëòa no son diferentes, y evitando las diez ofensas, los efectos del Nombre serán percibidos. Cantando y recordando claramente el Nombre, el devoto encontrará atracción y goce en el Nombre. Entonces, la jîva meditará en la forma de Kèëòa o seguirá constantemente el daräana de su mûrtî junto con su canto, profundizando cada vez más en el Nombre. Cuando se haya comprendido la forma de Kèëòa en el Nombre, entonces el devoto meditará en las cualidades de Kèëòa mientras canta. Cuando el Nombre, la forma y las cualidades de Kèëòa se hacen uno en el canto, la jîva meditará en un pasatiempo 1 Los nueve procesos del bhakti son: {ravana (escuchar), kîrtana (cantar), smaraòa (recordar), pûjana (adorar), vandanam (orar), paricaryâ (servir), dâsya (aceptar la posición de sirviente), sakhya (amistad), âtma-nivedanam (entregarse plenamente). (Nota del editor)

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de Kèëòa con ayuda de un mantra específico. Cuando los cuatro elementos se hacen uno, se comienza a percibir râsa en el Nombre. Se perfecciona el râsa al meditar en los óctuples pasatiempos de Râdhâ y Kèëòa en Vèndâvana. Al ganar el cuerpo espiritual, por la misericordia del guru, se participará en los pasatiempos con los asociados de Râdhârâòî y, según las instrucciones de los sakhis, se servirá a Râdhâ y Kèëòa en éxtasis. Este servicio en la modalidad conyugal es lo más brillante en el mundo espiritual, y es alcanzable para la jîva por la práctica del bhakti. Pero hay aun estados superiores a este, siendo imposible describirlos con meras palabras. Estas cosas serán reveladas por la misericordia de Kèëòa. Ahora se describe el proceso específico. Para recibir un cuerpo espiritual en el râsa conyugal, la jîva debe cultivar en su identidad los once artículos específicos: relación, edad, nombre, forma, calidad de miembro en un grupo en particular, vestido, orden, servicio, esperanza de perfección y la gopi protectora a quien la jîva le sirve. Estos artículos se perfeccionan a través de cinco estados: primero, al acercarse a un guru que haya comprendido los eternos pasatiempos de Kèëòa y los once artículos del servicio eterno; al escuchar los óctuples pasatiempos de Râdhâ y Kèëòa, se inquiere acerca de cómo alcanzar ese estado. El guru describe entonces los once artículos por los cuales se puede participar de los pasatiempos. Esto se llama sravanadâsa. El guru escogerá la particular identidad espiritual del discípulo, según la tendencia y atracción del discípulo. Si el discípulo no siente sabor natural de un bhâva, él puede solicitar otro del guru. Cuando finalmente la identificación se acomoda, se hace ante el guru el voto de nunca dejarla. Esto se llama el varâòa-dâsa (aceptar el estado). El discípulo entonces practicará el recuerdo en su corazón de su identidad dada. 99


Este smaraòam dâsa (estado del recuerdo) se divide en cinco niveles: primero, se trata de recordar los pasatiempos óctuples, pero la mente va errante; esto es smaraòam; cuando la práctica se vuelve firme, se llama dhâraòâ; cuando se medita en todos los aspectos del objeto deseado, se llama dhyâna; cuando este dhyâna se vuelve continuo se llama anusmèti y cuando este se vuelve perfecto, se llama samâdhî. Si estos estados son seguidos progresivamente en smaraòam, el devoto llegará rápidamente al estado de âpana (posesión), en donde los once artículos son adquiridos como estado constitucional. Sin embargo, si la jîva está ocupada en hacer una muestra exterior, pero no cultiva la fijación de su identidad en el interior, no perfeccionará este estado. Pero fijar la identidad es natural, puesto que la jîva simplemente olvida su estado natural cuando entra en el reino y cuerpo materiales, deseando su propio placer. Proporcionalmente al incremento de la práctica de recordar el estado natural, la proyección y la identificación material disminuirán. El devoto puede alcanzar âpana dasa a partir de râgânuga sâdhana, en donde las prescripciones de las Escrituras son mínimas, o a través de vaidhi sâdhana, en donde la confianza en las reglas adecuadas de la Escritura es predominante. Si la jîva progresa a través de los estados de fe, práctica, purificación, firmeza, sabor y vinculación, en vaidhi o en râgânuga sâdhana, llega entonces al estado de bhâva, el prema preliminar. Es en este punto donde se alcanza âpana-dasa; y en este estado, más allá de las categorías de sâdhana bhakti, cuando las reglas de las Escrituras serán descartadas como abrumadoras para el servicio, las concepciones de râgânuga y vaidhi serán ambas descartadas. Aquí, se irá la identificación con el cuerpo material y predominará la identificación con el cuerpo espiritual (svarûpa-siddhi), en el cual la jîva siempre verá a Vèndâvana y servirá a Râdhâ y a Kèëòa. Este estado final se llama sampatti daäâ. 100


Por la misericordia de Kèëòa, el cuerpo, mente e inteligencia materiales y el ego falso del devoto, serán desterrados, apareciendo éste en un cuerpo espiritual puro, y sirviendo a Râdhâ y a Kèëòa, junto con sus eternos asociados. La jîva puede alcanzar este quinto estado perfeccionando râsa, y al seguir el Nombre llega a purificarse. Por lo tanto, la jîva creyente deberá emprender con fe el canto del Nombre, así como seria y constantemente y en buena asociación. Tomará la asociación de los vaiëòavas superiores, evitará la asociación materialista y habitará lejos del resplandor materialista. Por la fuerza de estas tres instrucciones, alcanzará su posición de gloria real. Hari Dâs dijo: “Soy bajo, de mente ruin y absorto en el disfrute material, siempre rehusando la buena asociación. Sin embargo, estoy implorando una misericordia sin causa para progresar hacia el estado râsa del bhakti”. Diciendo esto, Hari Dâs cayó inconsciente a los pies de loto de Ärî Caitanya, quien dijo: “Escucha, Hari Dâs: en el futuro, la gente de mente perversa degradará estos íntimos pasatiempos, pero los que son verdaderamente devotos comprenderán la suprema enseñanza que tú has dado. Refugiándose en este conocimiento y refugiándose en el Nombre, ellos cantarán el Nombre y adorarán a Kèëòa alejados de los materialistas; y la jîva alcanzará la fe en el bhakti a través del sukrti acumulado, de la actividad devocional pasada. Es difícil para todas los jîvas obtener bhakti; pero para ayudarles a estas personas a permanecer fijas en el bhakti, condúcelas por un sendero directo a casa. He venido a predicar el yuga dharma del Santo Nombre, y tú estás ayudándome a cumplir esta actividad al describir la plena verdad acerca del Santo Nombre”. Quien alcance el pleno néctar de la piedra de toque del Santo Nombre, adorando a Kèëòa con emoción espontánea, alcanza pleno éxito y dicha. Yo, un pícaro indigno, que llora, tomo los 101


pies de esa persona y ruego que él distribuya la bienaventuranza y me permita beber sólo una partícula del nectáreo râsa.

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Glosario A Âbhâsa. Tenue luz o reflejo, indicio o falso parecido que se percibe de un objeto. Abhidheya. Proceso en el que el guru fidedigno, después de entregar el sambandha-jñâna, instruye al discípulo en la práctica de cultivar el Santo Nombre. Actividades de los Sentidos destinadas a satisfacer al Señor. Abhinna. Imperturbable e inseparable de la propia existencia de la Verdad Absoluta. Adhikâri. Derecho que se tiene de obtener el Santo Nombre Akhanda-advaita. No-dualidad ininterrumpida, ilimitada. Anarthas. Las cosas indeseables relacionadas con el disfrute material. Âpana-dasa. Servicio Devocional del cuerpo espiritual de la jîva, relacionada con los lîlâs del Señor. Aparâdha. Ofensas que se deben evitar en el proceso del sâdhana. Arghya. Agua que se recibe de la Deidad. Asat tèëòâ. Sed que se tiene por los objetos materiales. Avatâra. Encarnación de Dios que desciende con el fin de llevar a cabo la manifestación material. B Bhakti. Devoción a Kèëòa. Servicio purificado que se presta a los sentidos del Señor Supremo, mediante los propios sentidos. Bhâva. Emoción. Debido a diversos gustos, el corazón se ablanda, y hay un despertar de la tendencia amorosa a ofrecer servicio espontáneo al Señor.

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Bhrama. Ilusión. Bhukti. Goce o disfrute que se adquiere, por una buena posición; como por ejemplo, vivir con los semidioses en los sistemas planetarios superiores, donde se puede disfrutar de la complacencia material de los sentidos en grado sumo. Brahmacârî. Mónje célibe. Brahman. Aspecto impersonal de la Verdad Absoluta. Brâhmaòa. Clase inteligente de hombres, de acuerdo al sistema de órdenes sociales y espirituales. C Cintâmaòi. (El Santo Nombre). Objeto que concede todo lo que se desea. D Dandavats. Acto de postrarse derecho como una vara ante un superior. Daräana. Encuentro directo con la Deidad o una persona santa. Dâru-Brahman. La Suprema Personalidad de Dios en Su forma de madera. Devî dhâma. Reino controlado por la energía ilusoria del Señor. La morada de mâyâ. Este a su vez, está compuesto de los cinco elementos materiales (tierra, agua, fuego, aire, éter), mente, inteligencia y ego falso, los cuales forman los cuerpos densos y sutiles de las entidades vivientes. Dhâma. Lugar en que habita la Suprema Personalidad de Dios. Todo lugar en que la Suprema Personalidad de Dios esté presente en la forma de Su Nombre, forma, cualidades o enseres, es, por esa sola causa, un dhâma. Dharma. Aquello que no se puede abandonar; lo que no se puede separar de uno. La orden del Señor Supremo. El verdadero dharma consiste en entregarse completamente a Kè}na. Dharma, kâma, artha y mok}a . Avances religiosos, complacencia de los sentidos, crecimiento económico y liberación. Estos cuatro avances reciben el nombre de catar-varga, y pertenecen al sistema de conocimiento material e inferior. 104


Dvâpara yuga. Tercera edad. Precede a la edad actual, dura 864000 años y se caracteriza por un cincuenta por ciento de disminución en piedad y religiosidad, en comparación con la primera edad. E Ekâdaäî. El undécimo día de los cuartos crecientes y de los cuartos menguantes. Día inadecuado para consumir granos. G Gèhastha. Devoto que vive en familia. Guru. Maestro Espiritual que muestra el camino. H Hlâdinî. Una de las tres clases de potencia interna de la Suprema Personalidad de Dios. La potencia de placer o bienaventuranza. Homa. Sacrificio o ceremonia de fuego. Hèdaya-daurbalya. Miseria del corazón que se refleja en anhelar objetos materiales difíciles de alcanzar. J Japa. Canto de los Santos Nombres con cuentas de 108 perlas. Jîva. El alma o la Entidad Viviente Atómica. Jîva äakti. Potencia o energía del Señor que constituye las entidades vivientes. Jñâna. Actividades que pretenden alcanzar la Verdad Absoluta a través del conocimiento; el cual puede ser: Material, que no va más allá del cuerpo material; Trascendental, que discrimina la materia y el espíritu; y el perfecto, por medio del cual se obtiene el conocimiento del cuerpo, del alma y del Señor Supremo. Jñiani. Aquel que se desenvuelve en el jñâna o Conocimiento. 105


K Kali yuga. La edad de riña, la última en el ciclo de cuatro edades. Es la edad actual. Dura 432000 años. En esta era son muchos los principios irreligiosos vigentes; a medida que la era avanza, se introducirán muchos principios pseudo religiosos y la gente olvidará los verdaderos principios de la religión. Karaòa-pâùava. Percepción limitada que caracteriza a las entidades vivientes. Karma. Toda actividad que se realiza y que ata a la entidad viviente a la existencia material. K}atriya. Persona ocupada en tareas de la administración y protección de la sociedad. L Lîlâ. Pasatiempo trascendental del Señor. M Manasa-sevâ. Servicio a la Deidad con la mente absorta. Mantra. (man-mente; tra-liberación) vibración sonora pura que libra a la mente de sus inclinaciones materiales. Markaùa vairâgî. Un falso renunciante. Mâyâ. (mâ-no; yâ-esto) ilusión; energía de Kè}na que engaña a la entidad viviente, haciéndole olvidar al Señor Supremo. Mâyâdevî. Energía de la Suprema Personalidad de Dios. Otro nombre de la Diosa Durgâdevî (personificación de la energía externa del Señor). Mâyâdevî nació como hija de Ya{odâ y después de engañar a Kaêsa, se dispersó por diversos lugares para aceptar la adoración regulada de los hombres comunes. Mâyâvâdis. Los filósofos mâyâvâdis estudian las Escrituras védicas, pero no entienden que la Verdad Absoluta, en la última etapa de comprensión, es la Suprema Personalidad de Dios, Kè}na. Mukti. Deseo de liberación que se tiene, luego de estar hastiado del avance material. Desear ser uno con el Supremo. Mûrti. Deidad. 106


N Nâmâbhâsa. Sombra del Santo Nombre: Canto del Santo Nombre de manera Impura: desatenta, indirecta o inconsciente. Nâma Saôkirtana. Canto congregacional de los Santos Nombres del Señor. Nirvana. Estado en el que se acaba con los sufrimientos de la existencia material. Nirviäeëa y saviäeëa. Sin variedad (impersonal) y con variedad (personal). P Pâdya. Agua para lavar los pies de loto. Pramad. Desatención de los sentidos o incapacidad por controlarlos. Prârabdha karma. Efectos de actividades pecaminosas ya cometidas. Prâyaäcitta. Proceso reformatorio o expiación. Ritos purificatorios. Prayojana. La Necesidad última del ser humano: El logro de amor por la Suprema Personalidad de Dios. Prema. Amor verdadero por Dios, la etapa más perfecta y elevada de la vida. R Râgâ bhakti. Servicio devocional espontáneo, en el cual, el devoto sigue los pasos de uno de los eternos asociados de Kè}òa en Vèndâvana. Râsa. Relación entre el Señor y las entidades vivientes. È}is. Sabios. S Sâdhana. Medio o método (upâya) para alcanzar el estado perfecto de prema o amor puro por Dios. Práctica trascendental del Servicio Devocional. 107


Sâdhana bhakti. Actividades que la jîva impura sigue en el proceso de bhakti para su purificación, es decir, cuando está desarrollando servicio devocional en práctica. Sâdhaka. Practicante del sâdhana, bajo la guía de un Maestro Espiritual genuino. Sâdhu. Persona santa. Sâdhya. Fin último o meta (upeya) que se pretende alcanzar por medio del Sâdhana. Sakhis. Grandes entidades vivientes, conocidas como gopîs, amigas o compañeras de Srîmatî Râdhârâòî, las cuales están constituidas por sustancia Divina, y absortas en actividades que tienen como objetivo servir a Srî Kè}òa. Sambandha. Relación del Alma condicionada con el Señor. Sambandha jñâna. Indica el establecimiento de la propia relación original con la Suprema Personalidad de Dios. Sambandha tattva. Relación o contacto con la Verdad Absoluta. Sampatti daäâ. Estado en el que la jîva siempre ve a Vèndâvana y sirve a Râdhâ y a Kèëòa. Sampradâyas. Sucesiones discipulares. Saêskâras. Procesos purificatorios. Samvit. Una de las tres clases de potencia interna de la Suprema Personalidad de Dios. La potencia cognoscitiva. Sandhini. Una de las tres clases de potencia interna de la Suprema Personalidad de Dios. La potencia existencial. Sannyâsi. Aquel que ha adoptado la forma de vida de renuncia, la cual está libre de relaciones familiares y en la que todas las actividades se dedican completamente a Kè}na. Satya yuga. La primera de las cuatro edades. Se caracteriza por la virtud, la sabiduría y la religión, y dura 1’728000 años. Sâyujya. El fundirse en la refulgencia del Brahman, de la Suprema Personalidad de Dios. Ésta es la aspiración de los impersonalistas. Sevâ aparâdha. Ofensas a Kèëòa mismo, en las que se incurre a través de la adoración a las deidades. Siddhi. Práctica de un riguroso sistema de meditación, como el que siguen los yogîs, para alcanzar algún tipo de perfección. Smètis. Parte de la Literatura védica que constituye los Purâòas, como el Mahâbhârata. 108


Äraddhâ-nâmâbhâsa. Estado en el que se canta el Santo Nombre, mientras los anarthas están aún presentes. Ärî Caitanya. La Suprema Personalidad de Dios en la forma de un sannyâsî. [rutis. Parte de la literatura védica que constituye los cuatro Vedas: Èg, Sâma, Atharva y Yajur y los Upani}ads. [ubha karma. Actividades piadosas. Äuddha-nâma. El Nombre Puro. Äuddha sattva. Estado de bondad pura, en el que se encuentra, situado espiritualmente, el Santo Nombre: eternamente libre de la contaminación material. [udra. Perteneciente a la clase obrera. Sukrti. Actividades piadosas y auspiciosas que acumula la entidad viviente. Svarga. Otro nombre que recibe el planeta celestial de Vaikuòùha. Svarûpa-siddhi. Identificación con el cuerpo espiritual. Äaraòâgati. Rendición. T Tantra. Sistema de práctica de magia negra consistente en adorar a la diosa Bhavâòî en un crematorio, con la intención de comer carne y beber vino. El Señor declara que la persona que realiza ese tipo de ceremonias se ve arrojado rápidamente a una vida infernal. Tetrâ yuga. Segunda de las cuatro edades. Se caracteriza por un veinticinco por ciento de disminución en el nivel de piedad y religiosidad que existe durante la primera edad. Dura 1’296000 años. V Vaibhava. Nombre que reciben las manifestaciones de las energías del Señor (todos los fenómenos existentes), las cuales son expresiones de Su existencia de hecho. Las manifestaciones de las energías de Kèëòa son de tres clases: cid- vaibhava, o manifestaciones espirituales que proceden de la energía espiritual de Kèëòa; acid-vaibhava, o el burdo o inconsciente mundo material; y jîva, o incontables almas, pequeñas partículas de espíritu. 109


Vaidhî. Seguir los principios del servicio devocional regulado por orden del maestro espiritual, o de acuerdo con los mandatos de las escrituras reveladas. Vaikuòùha. (Lit: “Sin Ansiedad”) Los planetas eternos del Cielo Espiritual. Vaiëòava. Aquella persona que sigue el Santo Nombre con fe e intención pura. Devoto del Señor Supremo Vi}òu o Kè}òa. Vai{ya. Agricultor o mercader. Vânaprastha. Aquel que se encuentra en la orden espiritual en la que se retira de la vida familiar para cultivar mayor renunciación. Varòa-â{rama. Institución védica que divide la población humana en cuatro órdenes sociales y cuatro órdenes espirituales. Vibhu. Nombre con el que se puede identificar a Kèëòa como el omnisciente, omnipresente, omnipotente Maestro. Vipralîpsa. Deseo de informar algo diferente de lo que se percibe. Tendencia a engañar. Vrata. Votos que se toman para perfeccionarse en el proceso Espiritual. Vyavadhâna. (Separación). Término usado para referirse a la diferencia entre las cualidades, forma, nombre y pasatiempos del Señor. Y Yajña. Sacrificio; trabajo hecho para la santificación del Señor. Yamadûtas. Guardianes de las personas que se han dedicado intensamente a la complacencia de los sentidos. Se encargan de llevar al moribundo hasta el planeta en que reside Yamarâja, el Señor y Juez de las actividades de la entidad viviene. Yavana y mleccha. Palabras sánscritas que se aplican a aquellos que no siguen los principios védicos. Yoga. Proceso de vincular la conciencia de la entidad viviente infinitesimal, con la Suprema entidad viviente, Kè}na.

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Centros culturales Vrinda India Yoga Monasterio Vrinda Kunja Math, Vrindavana. Dirección: Bhut Galli 169 (cerca a Gopeshwara Mahadeva). Vrindavan, Distrito de Mathura UP-PIN 281121. Teléfonos: 0091/(0)565, 2443623 ó 2442172. Europa Centro de Yoga Kurukshetra Ashram, Berlin (Alemania). Dirección: Invalidenstraße 145. Teléfono: +49 (0)30 28096894. Centro de Yoga Tenerife Mandir, Tenerife (España). Dirección: Calle Moralidad número 9 jardines de Guajara C.P 38205 La Laguna Tenerife Isla Canarias. Teléfonos: 0034922821845 ó 0034667638491 (móvil). Norteamérica Centro de Yoga Miami Mandir, Miami (Florida). Dirección: 4138 N.W. 23rd Ave. FL 33142. Teléfonos: (305) 638 2503 ó (305) 6380357. Centro de Yoga Grihasta Ashram, New York (New York). Dirección: N.Y N.Y 409 west 50th street apartamento 1B. Teléfono: 1917 361 5591. Suramérica Yoga Monasterio Varsana Jardines Ecológicos, Granada-Cundinamarca (Colombia). Dirección: Km. 28 Vía Silvania. Teléfono: (9186) 69028. Página web: http://www.varsana.com. Yoga Monasterio Vrindavanita. Dirección: Vía Arbeláez-Cundinamarca (Colombia) desvío en El Horizonte, hacia el Guavio, Telecóm vereda la Trinidad. Teléfono: 320 202 7369 - 315 302 1537. Centro Editorial Seva, Bogotá (Colombia): Dirección: Av calle 3 No 25a61. (Barrio Santa Isabel). Teléfonos: (1) 2777794 - 2777742. Centro de Yoga Centro Cultural Sri Goura Nitay, Bogotá (Colombia). Dirección: Av. Caracas No. 32-63. Teléfonos: (1) 2885604, 2454524 ó 3232195.


Centro de Yoga Barranquilla Mandir, Barranquilla (Colombia). Dirección: Carrera. 43 No. 41-10. Teléfono: (5) 3513969. Centro de Yoga Bucaramanga Mandir, Bucaramanga (Colombia). Dirección: Carrera. 20 No. 34-65. Teléfono: (7) 6304154, 6802045 ó 312 351 0209 (móvil). Centro de Yoga Cali Mandir, Cali (Colombia). Dirección: Carrera 6 No. 8-48. Plazuela de San Francisco.Teléfono: 8842333 ó 8882064. Centro de Yoga Govindas, Cartagena (Colombia). Dirección: El Santuario Calle 38 No. 5-16. Teléfono móvil: 315 375 5591 - 312 206 1017 Centro de Yoga Cúcuta Mandir, Cúcuta (Colombia). Dirección: Calle 15 No. 3-48 Barrio la Playa. Teléfono: (7) 5719233. Centro de Yoga Ibagué Mandir, Ibagué (Colombia). Dirección: Carrera 3 No. 7-48 Barrio La Pola. Teléfono: (8) 2639214. Móvil: 311 822 1823. Centro de Yoga Manizales Mandir, Manizales (Colombia). Dirección: Carrera 21 No. 16-55. Teléfonos: (6) 8828273. Vishnu Priya Ashram: Carrera 23 No. 25 - 21. Télefono: 8832225 - 310 513 6698 Centro de Yoga Medellín Mandir, Medellín (Colombia). Dirección: Calle 51 No. 52-17. Teléfono: (4) 5129481 ó 5130651. Vrinda Studio: 511 18 03. Academia Vaisnava: 293 20 00. Centro de Yoga Neiva Mandir, Neiva (Colombia). Dirección: Calle 21 No. 5a-23 (barrio Quirinal). Teléfonos: (8) 8741319 ó 318 5336890 (móvil). Centro de Yoga Pasto Mandir, Pasto (Colombia). Dirección: Carrera 24 No. 13-79 (Barrio san felipe). Teléfono Móvil: 313 616 4344 Centro de Yoga Pereira Mandir, Pereira (Colombia). Dirección: Calle 15 No. 6-58 (centro). Teléfono: (6) 3339650. Móvil: 314 796 5469. Visnu Priya Santa Marta Mandir, Santa Marta (Colombia). Dirección: Calle 16 No. 5-67 (centro). Teléfono: (5) 4313596.


Centro de Yoga Valledupar Mandir, Valledupar (Colombia). Dirección: Carrera 19a No. 7-16 (Barrio los músicos). Teléfono: (5) 5838243. Centro de Yoga Villavicencio Mandir, Villavicencio (Colombia). Dirección: Carrera 32 No. 39-42 (centro). Teléfono: (8) 662 25 57. Centro de Yoga Ipiales Mandir, Ipiales (Colombia). Dirección: Carrera 7 No. 9-56 (centro). Teléfono: (2) 7738576. Yoga Monasterio Finca Ecológica Eco Truly Park, Lima (Perú). Playa Chacra y Mar. Km. 19 y medio del Serpentín de Pasamayo. Teléfono: 97495160. Página web: http://www.ecotrulypark.org Para saber la ubicación de los demás centros Vrinda alrededor del mundo, visita la página http://www.vrinda.org (menú direcciones).


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