Francisco Benincasa - Fondo negro, placa con letras blancas

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Francisco Benincasa

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Francisco Benincasa

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Fondo negro placa con letras blancas Francisco Benincasa quetepanch@hotmail.com

Tapa por Aldana Antoni Editorial Subpoesia Buenos Aires, Marzo 2013 editorialsubpoesia@gmail.com


no hace falta tanto cacareo CococĂł para darme cuenta que entre estar pistoneando ideas lo segundo despuĂŠs mejor acomodarse en algĂşn lugar fresco sacar pulman y probar donde todos los quiebres posibles del relato nazcan, convivan, rompan, llamame tu trompes



La Siempre Casi (una brutal comedia, primer acto) Piensa tanto nuestro protagonista como ése que en la puerta de la plena posesión, con posibilidad de esto se conmueve profundamente, pero desea aquello y no se asume en ninguno. y al cabo ni ambos le logran secuestrar el ovillo en pérdidas de interminables puntos que nunca revientan en rubises, perleses que al final no regalará ni en el exceso. Y que sin mismísimo fin, acompañado de su moribundo buey, se queda solo. La “curiosa intención” repetida de ir con escafandra al sambódromo. O un conjunto de irregulares probabilidades como comprensiones un poco más simpáticas y alegres. ¿Espanto? 7


En fin. Nuestro hombre carece de articulaciones por lo puesto. Suda por quieto el bocón trabaja adentro y piensa que brilla, pero solo son ceras. El cuerpo no lo pone hace tiempo. Y descarga su ira de juegos macabros. Así lo comprendió Tezudo, el buey rudo de Cococó. Cuando le rozó el tiento seco al anca mustia lo supo. Cococó nunca lastima, sólo abarca y cocomplejiza. Tezudo, el buey frágil de Cococó, tira. Cococó roza, sonríe y acompaña. Compleja fortaleza sádica perfecta. Y que nuestro hombrecillo nunca cocompartirá nada con lo único que tensiona la armadísima escena: un huevo duro. Que por ovoide Sinaristas libera el tiempo del circuito idiota y mudo de nuestrísima avalancha de caca. Otra fortaleza. Simple, sincera. 8


Sinaristas hierve hace 3 horas. Derecho al quiebre. Olvidado al fuego. Por detrás de la escenografía. Ovalando la necedad de tener filo al cuete, fuera de todo ésta mudez de tanto, Sinaristas, sencillo y veraz, se rompe. Así dice no aguanta ni quiere Sucedió así: Entrando Trompes el bandido sólo por dinero. El que jamás, contando vino desde el vestidor (se le nota que perece desde su primer contrato serio) Decíamos, con pulcritud de porte admirable ése día y en su plena frescura supo desgranar un No sé. Reacción miserable del que nunca, de crol entre carencias y angustias no tan serias. Embriagado de sí el rompiente no los deja alcanzar el segundo acto, (tan bien modelado a gusto en su ausencia) 9


“Sabiéndome parte surcadora de éste hecho” dijo Cococó el protagón. “elijo entonces poder cocolocar mi cuerpo de forma tal que se circunscriba a la misma red que los vuestros y a su propia torpeza.” … “Cualquier fantasía merece ser relato, cualquier relato fantasía.” … trágico “Me hago en la lucha y cocorocó” … El tren de Cococó se estrella con Cococó. Otra vez. Monopolizar lo innecesario, coconfiscar el capricho. Su mejor texto al matadero. El inseguro, el improbable pide disculpas y ensaya un mareo “…será ése olor vetusto…” señalando sin delicadeza el rumiante siempre el cuadrúpedo, poca cosa Tezudo “y corococó” Cococó el frágil, Cococó el suicida. 10


Con su tozudez de sordera y automatismo. El buey muge desgarrado una vez y se caga en todos los años, Tozudo el bovino se acepta con los pulmones gastados sin aire. Hubiera sido lo mismo. Los demás estaban hablando de otras personas como ellos pero mucho más audaces.

Muy cerca de ahí, atrás y al costado, un huevo pasado se rompe. Sin más el espumante, Sinaristas el exquisito, la esfera por un pelo, se hace agua boba en dos burbujas. Su innata inmediatez al cambio ora satisfecha para siempre. Una contradicción triste pero íntegra llena de ser único. Derramado condensa, qué mundo. Seguime el holístico, entre la voluntad cojuda y la pura reacción física. 11


Fuga de Trompes el epidérmico el artista hacia atrás. Derecho a demandar sentido. Entre sus manos la prueba. En inaudita soledad la clava, de opio y bajo amenaza desde la oficina. ¿Creatividad o el pragmatismo de no tener escape? Ensaya una probable versión nerviosa. Nuestra promesa Trompes en su rutinaria malicia se ríe. Encierra en un círculo palabras del texto aberrante, insalvable insolvente y al lado de Oceanógrafo escribe Cococó

Oceanógrafo Cococó: -vestido de buzo y antiparras, con un arpón en la mano“… y además por aumentar las probabilidades de que puedan congregarse los individuos de sexos opuestos de la misma especie, las hembras de mu12


chos de éstos peces extraños y monstruosos llevan a los machos sobre sus cuerpos (Endriolychnus). Éstos son de talla mucho menor y en ciertos casos inseparablemente fusionados con los propios tejidos de la hembra. Por otro lado, a pesar de la ausencia o escasez de luz, todos los peces batiales tienen ojos, casi siempre de grandes dimensiones que en ciertos casos están situados en el extremo de pedúnculos dirigidos hacia arriba (Argyropelecus) y que muy probablemente le proporcionan visión telescópica…” Por paliza el vengador Trompes el dictador se mofa de sus instrumentos. Con su perversión los gasta, los viola. Los deja perpendiculares a ellos mismos. Después no encajan. Fidelidad al manoseo, activación por roce, la única y conocida debilidad de Cococó. El ciego, el enamorado, de anteojos y pañuelito cocolorado acata lastimado el cambio. Forever Trompes. Resuelve bucear el conflicto al revés, de memoria emotiva. 13


Jamás pudo con semejante cosa. …y fue un ondulante mareo de artificio… El rococó derrapa de neurosis troncal. Estacó la mirada, el tórax y ese mármol negro en las pupilas. “Para mentir, los mentirosos. Para inventar, los inventores. Para interpretar, los intérpretes. Yo soy Cococó. El protagonista.” Cococó el auténtico y paladín de la contracultura. Tan lleno de aire flameando en el borde sin red. Sin hilo, otra vez.

Tozudo el donadie invade, molesta. El sinsabor con las pezuñas estropea las margaritas de una solapa vieja de corderoy marrón, y encandila al chi. Corrige el hocico en otra dirección, muestra los dientes rotos de óxido y miel y huele el escándalo de haberse sonado. El tapado, el modesto 14


Reconstituye letra por letra el principio. inconm Palabra que un paramecio sin intuici贸n leer铆a terror.

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Este pliego se terminó de armar e imprimir en Taller Subpoesía en Marzo del año MMXIII




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