La realidad incesante Editorial SubpoesĂa
La realidad incesante Le贸n Pereyra Tapa por Aldana Antoni Editorial Subpoes铆a Buenos Aires, Agosto 2013 editorialsubpoesia@gmail.com
La realidad no s贸lo es apasionante, es casi incontable. Rodolfo Walsh
Percepci贸n innombrable En mi sue帽o la nueva tormenta trae la noche al d铆a y cierne sobre la percepci贸n un eco de disparos truncos. Luego, de este lado del vidrio, comprendo que la lluvia es la sangre de mis pensamientos que, dispersos cuando caen, mueren unidos en un charco murmurando un nombre inconfesable.
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Saber vedado En ocasiones me hago preguntas que me llevan al borde de lo que querría comprender. Supongo que el que prende la maquinaria y entiende el rollo completo trasciende una línea. Aquellos que saludan a través del Espejo bailaron siempre en el limo, murieron como extranjeros en el fango. Es el Precio. Yo aún prefiero imaginarme como un letrero de neón titilando intermitente.
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Acróstico Los silencios más abruptos urgen un nuevo presente. Dicen que hoy tu alma vuela y nos cuida montando las raices de toda tu sangre. Invadirás mis sueños ahora y para siempre; la luz dentro de tu cuerpo ha huido a la vida.
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Las manos como figura La ruptura es verse comiendo de la tierra doblegado ante el barro con las manos ajadas de tanto escarbar. Manos las nuestras las Ăşnicas las mĂas siempre atadas al vĂŠrtice donde convergen los tiempos.
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Del existecialismo (Memento mori) He dejado de rezar a los dioses, de mirar a los lados cuando cruzo la calle. No trato de dar sentido a los colores o a la falta de ellos. Las capas de realidad que fui rasgando se acumulan en los rincones de mi pieza haciéndose polvo. He perdido la llave que abría todas las puertas; me consagré a la Oda del Otoño Eterno. Pero nada de eso importa. Las cosas se estan agitando constantes dentro de un cubilete en manos de alguien que nunca se me revela. Cada paso que doy más me acerco al sendero, cada paso que doy más me alejo de lo que no fui. Es por eso que he dejado de evitar lo inevitable: las Palabras no tienen ya un único significado.
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Fotografías I El sexo en las sábanas los ojos del placer bien atentos. II El frío, el calor, el frío la vida arriba de un subibaja en una plaza vacía. III El destello de una mosca verde brillante posada en el mantel de sobremesa un domingo bajo una parra. III bis El silencio de una habitación interrumpido por un mosquito cortando el aire cerca de la oreja.
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IV Viajo en bicicleta y me veo sentado en todos los colectivos como si alguien estuviera tomando mi forma. V La sangre mana; el techo escupe escombros mientras la leche hierve. Es sĂłlo otro de esos sueĂąos apocalĂpticos.
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La hendija en el muro Evitaré las crisis infames; los minutos buscan aplacarme y que los cuerpos que ayer fueron nombres hoy crepiten en la hoguera. Porque me inspiro en el humo de las carnes que desaparece lento... ¡Liberación efímera! Con las manos acalambradas casi al borde del fuego y las luces, las luces que siempre se apagan mostrándome cuál es la verdad. Cuando los galgos empiecen su carrera ¿Dejaré mi huella en este polvo? ¿Lograré ver al fin la pequeña hendidura que atraviesa todos los planos? Lo intentaré porque a eso he venido.
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Mientras escribo I (Cosas felices) Sentado en casa escribo fumo borro leo escribo intento Es lo que hay: el rumor de una tele al fondo y el piso recién barrido. Es lo que queda: las zapatillas abandonadas al paso y los libros ordenados compulsivamente. ¿Cuánta vida pueden sugerir las palabras que bajan desde el puente interior rodeadas de metáforas y disfraces? En ocasiones quisiera poder atar los cables y que se haga la luz para siempre y traiga esas cosas felices la música el amor pero no. Es lo que es: musitar oraciones sueltas como huellas del exilio que ha decidido mi trazo.
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El crisol de la estirpe Inicias la luz, asomas a la vida y enciendes la hojarasca que veníamos barriendo debajo de la alfombra. Eres el primer árbol que echa nuestras venas; frágil y magnánima traes contigo una nueva cosmogonía de vidrio. Mañana serás selva y luna y tus manos crecerán y tus ojos serán los de alguien. Pero desde hoy y para siempre tu nombre será el crisol donde se funde el pasado y el futuro de la estirpe.
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Mis hermosos caballos Que tu recuerdo se ahogue tibio y que el viento se trague tu nombre. Que la aldaba de la casa en que te loan permanezca siempre quieta. Porque has creado el bien pero también el mal. Deberías, como Sade dijo, aparecer glorificado junto al sol para revelar tu existencia intangible y cobarde. Ni siquiera así, brillando en lo más alto, te vendería mis hermosos caballos.
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Amor real ¿Qué puedo hacer si es que no quieres ver que el amor real es todo? Quizá tu cuerpo de papel entienda que se puede incendiar que se puede encender mujer, tu cuerpo de papel.
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Todos los senderos En mi sueño amanece en un parque. Dos perros duermen y una hamaca se mece junto al silbido del viento mientras los bebederos hacen su juego de agua infinita. Un ojo avizor vuela sobre los árboles; puede ver las almas invisibles deshaciéndose como bruma idealizada. Los senderos que bajan al río estan desiertos y nadie se pasea por ellos. En mi sueño soy el parque pero también soy los perros, soy la hamaca y soy la piedra pero también agua y viento, soy el parque y el halcón que espía todo sereno pues nunca espera ver nada tras los parpados espejos soy el río, soy las almas y soy todos los senderos.
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Elige tu propia aventura -I Como un moái que mira la eternidad y sólo piensa en moverse. - II Como un niño buscando la perspectiva del Juego Infinito. - III Como un pez despidiendo su último aliento en las tablas de un muelle. - IV Como una elipsis que en su silencio lo dice todo. -VComo un maniquí preso en su inercia de cacería salvaje.
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Mientras escribo II (Intermitencias del río) De noche me siento a escribir y busco la música entre las palabras que yacen en el inconsciente cercano. Me siento frente a mi ordenador solos las letras y yo y nos miramos (ellas me miran acusadoras) y yo intento juntarlas las desordeno, las borro y las tiro al paño de nuevo. Como en un juego de azar, se me revelan catárticas o se guardan en la niebla y no dicen nada. Es la intermitencia del río que fluye desde lo que pienso, esa corriente que lleva peces que a veces consigo atrapar.
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Breviarios y manifestaciones Lejos y desprendidos mis ojos, que no son míos, filtran los resplandores. ¿Debo callar los mantras sabios que se manifiestan velados? Cansado en cámara lenta nombro la trascendencia compartiendo la ambrosía en las tardes de oro. Debo podar la mala hierba y tatuarme en las manos que mi mente es el jardín. La vida como una laja que se desliza tenue en el lecho de un arroyo. ¿Estoy perdiendo la definición o solamente es que todo cambió? Alas para los que las necesiten; libertad para todos.
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Caronte Empieza el día; las cenizas bañan los refugios de mi ciudad. Las máscaras de vidrio despiden sus justas esquirlas de entre la resurrección de imagenes muertas. Fumo y te espero, Caronte. ¿Llegarás para llevarme junto a la raza alada? Fumo y te espero con la moneda bajo la lengua.
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Los muebles de la mente En la mesita de luz un calendario hecho con hojas de calcar; en la tele el dia de la marmota que se repite se repite se repite escupiendo todo su insomnio inútil. Inerte fumo errando mientras trato de sacudir el polvo a los muebles de la mente. ¿Es todo esto una ilusión una isla a mitad de camino? Sin mirar atrás, a tiempo completo sintiendo las arrugas del asfalto muy por debajo de las ruedas.
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El bosque, el ghetto y la sombra de parra Surge el aura de tu ausencia; no estás y el recuerdo inmenso te pertenece. Sos el olor de una tarde, de esa tarde en que cruzamos aquel bosque de arena hermanados sin saber que su fauce ya estaba tragándonos. Pienso en vos y mi memoria llega tan lejos que todavía puedo esconderme bajo la mesa de algarrobo que llenaba la cocina del ghetto familiar tu lienzo. Apretaste tanto la naranja que se te abrió la piel de las manos y bebiste por tus tajos la verdad del futuro. ¡Si pudieses respirar otra vez este aire! Pero no, sólo queda la tierra humeda y tu silencio como sombra de parra.
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Anillos de vidrio I Soy Existo II El monstruo que acecha mi existencia late enjaulado. Sé que puede destruirme pero aún así quiero su aliento en mi cara. III Duermo; en mis sueños está el desierto y una botella y en las peores pesadillas la botella tiene agua. III bis Despierto; en mis pesadillas está el mundo y una botella y en los mejores sueños la botella tiene agua.
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IV Desprendimientos esquizoides cayendo como la caspa. “Un renacer espiritual” me dijeron. V El residuo de un sueño recurrente cada vez que abrazo la seda.
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Mientras escribo III (Mantra simbiótico) En vez de una voz dictadora que recita versos como ideas huérfanas sería más fácil transpirar lo que tenga para decir lo que tenga para decir transpirar Total encubierta en el revival del despojo puede renacer la escritura automática pero con ambición de coherencia escriturautomática maquillaje vanguardista Me conformaría con poder esgrimir dos palabras estilo mantra simbiótico y atárselas a la espalda a las divinidades cotidianas. Lo consideraría un pequeño triunfo.
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Tempus fugit Éste que veo, engaño colorido, trae a resplandecer tu imagen vana, taja el camino de huellas tempranas frente a mi corazón ennegrecido; Ante los rayos de un sol no nacido has llegado y te has ido de mañana porque el recuerdo te nombra lozana pero de sombras te quiso el olvido. Junto a los restos de este invierno cruento vendrán los frutos de semillas vivas. ¿Traerán tu risa las manos del viento? ¿Podrán plasmarte mis manos escribas? Ya ves, desperdiciamos los momentos tempus fugit, erramos perspectivas.
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Conclusión final Me di cuenta que con las letras de la palabra “Hormiga” puedo formar “Una montaña vive tratando de alcanzar el sol”.
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Este pliego se terminó de armar e imprimir en Taller Subpoesía en el año 2013