Boletín Página al viento-N°9 by Editorial UNAH

Boletín informativo de la Editorial Universitaria

José Trinidad Reyes: mentor de generaciones

ació en Tegucigalpa el 11 de junio de 1797. Aprendió las primeras letras en una escuela privada, también latín y música. A la edad de 18 años pasó a León, Nicaragua, donde continuó sus estudios universitarios, allí se graduó de bachiller en filosofía, teología y derecho canónico. Se ordenó como sacerdote en el año de 1822. En 1830, incursionó en la política, en función de proteger los intereses de la iglesia.

En el campo literario, José Trinidad Reyes escribió una gran cantidad de obras, 16 en total, siendo las piezas más famosas Olimpia (1855) y Elisa (1851). La crítica, en decisión unánime, lo considera el iniciador de la poesía hondureña. Cultivó la composición de breves obras teatrales, a las que él llamó pastorelas, y composiciones poéticas cortas sobre temas rurales y sobre la navidad.

En este número: La revolución del saber / 2 Juventud y educación ante las nuevas sociedades tecnológicas del siglo XXI / 4 Tríptico estudiantil al padre Reyes / 6 Retrato del padre José Trinidad Reyes, obra, óleo sobre tela de Teresita Fortín, 1955. Colección Universidad Nacional Autónoma de Honduras

Forjadores de la patria

Boletín informativo de la Editorial Universitaria Año II, Nº. 9 / junio de 2013 Universidad Nacional Autónoma de Honduras Ciudad Universitaria, Edificio Juan Ramón Molina Tel.: (504) 2232-4772 / 2232-2109, ext.: 208 editorial.univ@unah.edu.hn editorialunah

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La revolución del saber

n el campo cultural, fundó un centro de estudios superiores al que llamó “La Sociedad del Genio Emprendedor y del Buen Gusto”, el 14 de diciembre de 1845, que posteriormente pasó a convertirse en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. En 1847, fue nombrado rector de ese centro educativo. Fundó también la biblioteca de la misma universidad, la cual lleva su nombre. Falleció el 20 de septiembre de 1855.

de Honduras y en la consecución de concesiones mineras. -

Luchó toda su vida por la prosperidad de la patria, y por ilustrar y educar al pueblo.

- Sostuvo que la educación es el más grande legado de los siglos. - Fomentó la ejecución de una educación democrática, dándole oportunidad a la gente de escasos recursos económicos.

El padre “Trino” y su relación con el pueblo

Cuestionó la educación como patrimonio de ciertas clases o ciertas familias.

- La poesía política del padre Reyes demuestra que no tenía nada de reaccionario, puesto que criticó severamente a casi todos los gobernantes del país.

- Reformó el sistema educativo de monacal y memorístico, a laico y reflexivo.

Apoyó indirectamente al pueblo en su lucha contra la tiranía de Francisco Ferrera.

Inició una labor cultural encausada hacia la senda democrática.

Se opuso a los excesos del norteamericano William W. Wells, en la intromisión de los asuntos internos

Como filósofo, su principal preocupación consistió en formar, por medio de la disciplina del espíritu

Colocando la primera piedra para la construcción de la Ciudad Universitaria, en junio de 1965.

Vista panorámica de la escultura del padre Trino, al fondo el Paraninfo de la UNAH.

y el desarrollo de las facultades intelectuales, a jóvenes de carácter virtuoso, y espíritu entusiasta y dinámico.

Bibliografía consultada

- Enseñó a sus educandos a manejar el entendimiento, a tener un espíritu crítico, a dudar sanamente.

Paz, Pedro; Darío Rubén (2003) Estudios sociales y su metodología. Tegucigalpa: UPNFM Editores.

- Enseñó a formar, en lugar de cabezas bien llenas, cabezas bien hechas. Enseñó, en lugar de aprisionar el cuerpo, a conquistar su corazón.

Reina Idiáquez, Jorge Arturo (1999) Historia de la UNAH en su época autónoma. Tomos I y II. Tegucigalpa: Editorial Universitaria.

- Fue un elocuente orador. Su más famoso discurso es el que pronunció en ocasión de celebrarse en Tegucigalpa el Congreso Centroamericano de 1852. Sus piezas oratorias eran preparadas con anticipación o improvisadas, en este último caso se destacó como maestro.

Rivera y Murillo, Humberto (1997) José Trinidad Reyes Sevilla. Tegucigalpa: Editorial Universitaria.

- En honor a su figura y por ser el más ilustre iniciador de la instrucción pública en Honduras, se decretó el 11 de junio como “Día de Fiesta Nacional Escolar”.

Umaña, Helen (2006) La palabra iluminada. El discurso poético en Honduras. Ciudad de Guatemala: Letra Negra. Valle, Elisa (1999) José Trinidad Reyes. Tegucigalpa: Editorial Universitaria.

Juventud y educación ante las nuevas sociedades tecnológicas del siglo XXI *

a emergencia de un escenario en el que coinciden, por un lado, exigencias precisas de mejorar los niveles de calidad y de ajuste funcional de nuestros sistemas educativos a los requerimientos de una época de grandes cambios y potencialidades, y por otro lado, importantes tendencias de transformación en las mentalidades y los patrones culturales de la juventud, plantean la necesidad de realizar estudios prospectivos rigurosos que permitan identificar y calibrar las principales tendencias en curso, anticipando eventuales conflictos, desacoples y riesgos de disfuncionalidad en los enfoques educativos. Los cambios de nuestra época están teniendo lugar con tal

rapidez, y con tanta intensidad, que muchas veces los sistemas educativos no pueden anticipar con suficiente agilidad y precisión cuáles van a ser los requerimientos de las sociedades en las que las y los jóvenes de hoy van a tener que desempeñar sus papeles sociales y desarrollar sus competencias laborales, económicas y profesionales. Por lo que existe el riesgo de que los enfoques y contenidos educativos se queden “viejos” y desfasados en poco tiempo. A su vez, los cambios que están teniendo lugar en las mentalidades, las actitudes y los patrones culturales de la juventud son tan rápidos que, a veces, van más allá de los contenidos que les proporcionan los sistemas educativos, abriendo la posibilidad de desfases y desacoples entre unos y otros ámbitos, incluso en aspectos tan significativos como los lenguajes formales, y las jergas y paralenguajes. Por no mencionar las capacidades en la adquisición de nuevas competencias y la propia estructura de motivaciones y demandas. En esta perspectiva tan dinámica, el riesgo es que maestros y alumnos acaben teniendo estructuras de motivaciones y concepciones culturales diferentes y hablen lenguajes diferentes. En las sociedades de hace solo unas pocas décadas las instituciones sociales básicas (la familia, la escuela y las entidades de impregnación ideológica) cumplían

Vista de una de las principales plazas de la UNAH, destaca al lado izquierdo el mural del artísta Isaías Crow. * Publicación del Instituto de la Juventud y el Observatorio de la Juventud en España, en el año 2012. El trabajo completo puede consultarse en línea: http://www.injuve.es/sites/default/files/2012/40/publicaciones/Juventud%20Educacion.pdf

perfectamente su función socializadora, al tiempo que las estructuras de identidad y adscripción estaban perfiladas con bastante claridad. Sin embargo, los estudios sociológicos venían detectando una incidencia creciente de la influencia de los pares (amigos, compañeros, colegas, etc.). Ahora todo se está transformando de manera más sustancial y a una velocidad vertiginosa. Las identidades y las adscripciones básicas están cambiando y nuevas agencias de socialización y culturalización están compitiendo de manera destacada con las instituciones socializadoras básicas de las sociedades clásicas. Con el factor añadido de que en estos momentos los jóvenes son mucho más influenciables y permeables, encarnando en mayor grado las potencialidades y características de la nueva época. Y, sobre todo, lo están haciendo a una mayor velocidad que otros sectores e instituciones de la sociedad. Los cambios en curso están dando lugar a que la juventud desarrolle competencias propias de las nuevas sociedades tecnológicas del siglo XXI con mayor facilidad e intensidad que otros grupos de edad – incluyendo a veces a sus propios profesores –. Se suscita de esta forma una paradoja que hasta ahora era inédita en nuestras sociedades, como es el hecho de que los jóvenes enseñen a los mayores. Hasta ahora, en las sociedades conocidas, lo habitual era que los mayores enseñaran a los jóvenes en muchos aspectos que iban más allá del propio sistema educativo. En cambio, en estos momentos muchos mayores son enseñados por los jóvenes en el manejo de nuevas tecnologías que cada vez son más imprescindibles en nuestras sociedades.

Alumnos en la biblioteca de la UNAH. Foto: El Heraldo.

En los propios ámbitos educativos se consignan casos de profesores que se ven desbordados y superados por las capacidades y conocimientos adquiridos por sus alumnos fuera de la escuela – y también por sus nuevos lenguajes – en una forma que puede llegar a traducirse en problemas de funcionalidad, de ajuste y hasta de autoridad académica. Lo cual plantea nuevas exigencias de adaptabilidad, mentalización y refuerzo en el desarrollo de destrezas y capacidades técnicas entre los profesores, al ritmo que exigen los nuevos tiempos. Mención aparte merece la problemática de la estructura de motivaciones y demandas educativas, lo que puede dar lugar a riesgos de dualización, distanciamientos críticos, falta de interés, desmotivaciones y, en general, eventuales crisis de adaptación; con el corolario de las posibles reacciones que puedan acompañarlas, desde el pasotismo y el retraimiento, hasta la arrogancia y la violencia, que tiende a hacer presente en forma creciente en los centros escolares, pasando por diversos problemas de rendimiento. Se impone un mejor conocimiento de las principales tendencias que van a afectar a los sistemas educativos, tanto desde la perspectiva de los nuevos escenarios societarios en que la juventud va a vivir su condición de adultos, como desde la óptica de las transformaciones que están dándose en las mentalidades, los objetivos y los patrones culturales de los jóvenes, entendidos éstos en el sentido preciso con el que son definidos por las ciencias sociales. En conclusión, ante tales cambios y mutaciones es obvio que los sistemas educativos tienen que poder adaptarse y desarrollarse, para proporcionar las capacidades básicas y las competencias que cada uno necesita en la nueva sociedad del conocimiento.

Tríptico estudiantil al padre Reyes Óscar Acosta

I Lo miré sobre el parque: acuarela en granito. Con su cabello blanco: estanque de palomas. Su palabra fue seda y para ser un grito, modeló en pastorelas los senos del idioma. Sus cejas fueron bosques de pétalos nocturnos. Sus ojos, marineros amarrando horizontes. Su timbre fue sonoro y a veces taciturno para subir al sol por el brazo del monte. Fue luz humanizada, fue campánula nueva, estructuró cerebros y el pensamiento lleva a mirarlo de nuevo tocando la campana. Está sobre las frentes: iglesias juveniles, en la música errante, en los largos abriles y arropando la noche con su larga sotana.

II Padre Reyes: nosotros, conductores de barcas, te estrechamos la mano en suprema alborada. Jardinero de amor, romántico monarca de las tardes hurañas y blancas madrugadas. Capitán de las letras. Soldado de la ciencia. Tu voz sube al espacio y taladra la bruma. Hortelano de amor, fuiste la quinta esencia de la verdad desnuda que creaste con tu pluma. Jinete de palabras. Te envolverá la historia para guardar en tules tu infinita memoria y sacarla al sublime color de la mañana. Estarás en el plinto singular del ensueño, auscultando el vacío con tus dedos trigueños y entregándole llamas a las lumbres lejanas.

III Tórtola el corazón en azul de pradera pudo andar con Bolívar deshojando los Andes. Fue emoción de cordajes sobre la primavera, sobre el rayo fecundo y la neblina grande. Piloto de ansiedades, sublime visionario, guiando en bajeles claros sonatinas doradas. Pradera de canciones, sembrador temerario que sepultó en su huerto estrellas descarriadas. Creó la Universidad: su poema de piedra, su romance de antorchas que envuelve como hiedras su nombre para unirlo a la inmortalidad… Padre Reyes: tu día nos halló con la azada, haciéndonos más nobles, mientras tu azul mirada empapaba esta tierra de trino y claridad.

¡Disponibles en la editorial! José Trinidad Reyes Sevilla por Humberto Rivera y Murillo Nos ofrece una visión dicotómica de lo que fue la vida del padre Trino, quien no sólo destacó en asuntos de la fe, sino también en temas más mundanos como la cultura y las ciencias, ayudando a los pobres e insistiendo en su derecho a la educación. La obra, como tal, es un punto de referencia obligado para la comunidad universitaria, además de ser una contribución al entendimiento de nuestra memoria histórica. José Trinidad Reyes por Elisa Valle De manera muy concisa expone una reseña biográfica y destaca la labor de José Trinidad Reyes, como patriarca de la educación, y su legado para la cultura hondureña.

Para mayor información: Tel.: (504) 2232-4772 / 2232-2109, ext.: 208 editorial.univ@unah.edu.hn

esde 1923, el calendario cívico hondureño registra el 11 de junio de cada año como el día del estudiante, fecha que coincide con el nacimiento del ilustre sacerdote José Trinidad Reyes Sevilla. El padre Reyes fue un virtuoso docente, gestor cultural, músico, orador y escritor de obras de teatro, se formó en León, Nicaragua, y su vida aconteció y trascendió en Tegucigalpa, población en la que junto a otros intelectuales organizó “La Sociedad del Genio Emprendedor y del Buen Gusto”, que posteriormente se convirtió en Universidad de la cual, en 1847, se convirtió en el primer rector.

La editorial universitaria se complace en saludar a todo el estudiantado en su día.

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