En Estados Unidos hay dos partidos políticos que tradicionalmente se disputan el poder cada cuatro años: El Partido Republicano, que es conservador, y el Partido Demócrata, que es más liberal.
El hoy presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, pertenece al primero, y muchos de los que se sorprendieron con su victoria electoral, aún no han entendido las causas de ello.
Una de las cosas que lo favoreció fue su promesa de mejorar la economía del país, ya de por sí mal encaminada durante los últimos ocho años. Además, no olvidemos que durante la campaña electoral, Trump se proyectó, ante la opinión pública, como un hombre común que se había comprometido con la nación a rescatar la supremacía de Estados Unidos ante el mundo frente a una China que en el aspecto económico parece llevarle la delantera.