ARTESCÉNICAS REBOLLAR PRESENTA
De la Costa de La Luz a la Costa del Sol
Clase interactiva de flamenco DIrección: D. Eduardo Rebollar
Eduardo Rebollar Guitarrista Sevillano formado en la Academia de Matilde Coral y antiguo componente de “La Cuadra de Sevilla” de Salvador Távora, con la que recorrió los teatros más importantes de medio mundo durante los años que perteneció a su elenco. año 1985 que iniciara su carrera artística, Eduardo ha destacado por su toque comprometido, innovador y tradicional, atributos que han disfrutado bailaores y cantaores destacando las figuras de José de la Tomasa Enrique de Melchor, José Menese, Manuel Mairena, Chocolate, Fernanda de Utrera, Calixto Sánchez, Curro de Utrera, Matilde Coral, Farruco, Manuela Vargas, Nano de Jerez, Yolanda Lorenzo y un larguísimo etcétera. Reseñable es su puesto como finalista el año 1990 del concurso Jóvenes Interpretes de la Bienal de Sevilla, así como su destacada actuación diez años después junto a Laura Vital
quien, a posteriori, se alzaría con el máximo galardón que otorgaba la Bienal de Flamenco de Sevilla. Guitarrista ineludible del organigrama flamenco ha participado en espectáculos de gran importancia como “A mis Soledades voy, de mis Soledades vengo De la tradición oral y el flamenco”, “Cruce de Caminos, Alreó de la Fragua”, “Pastora Eterna” o “Flamenco School Musical”, donde ha dejado su virtuosismo. Rebollar es además un consumado especialista en la pedagogía como demuestra su cátedra en el Conservatorio Profesional de Música de Córdoba, su actual puesto como director en la destacada Fundación Cristina Heeren o sus trabajos para la Diputación de Huelva o en la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía donde ha ejercido de conferenciante y guitarrista dentro de unas clases interactivas de creación
propia. Si pareciera poco Eduardo es director artístico en la empresa Artes Escénicas Rebollar donde ha producido trabajos discográficos como “Retablo de la vida y pasión de Jesús” o “Jóvenes flamencos de la fundación Cristina Heeren” así como la producción artística y técnica de las galas flamencas de la Fundación Antares donde han participado de su mano artistas como José de la Tomasa, Arcángel, Gema Jiménez, Chano Lobato, Nano de Jerez, Romerito de Jerez, Laura Vital o Yolanda Lorenzo. Gracias a todo esto y mucho más hacen de Eduardo Rebollar un guitarrista admirado y respetado ya no solo por sus propios compañeros sino también por artistas de otras disciplinas como Monserrat Caballe, Joan Albert Amargós, Sting o Jose Luis Ortiz Nuevo.
Este espectáculo está pensado en un novedoso formato en el que reúne la conferencia, la participación del público y el espectáculo al mismo tiempo.
Clase Interactiva de Flamenco
La conferencia tratada con una gran pedagogía, con un lenguaje coloquial y ameno, apto para el entendimiento de todos los públicos donde se explican los compases de los palos flamencos rítmicos, y además se habla de ellos aportando un conocimiento básico, uniéndolos a nuestra historia andaluza. El público disfruta y se divierte participando en él con el aprendizaje y ejecución de las palmas de algunos de los ritmos, obteniendo una noción de cómo se desarrolla esta tarea. Además de esta línea didáctica se complementa el espectáculo con la interpretación de algunos estilos a manos de un Guitarrista, un Cantaor y una Bailaora. Los intérpretes son de una alta cualificación y son artistas con una gran trayectoria y reconocimiento. La duración del espectáculo es de alrededor de una hora en la que el público tiene la oportunidad de experimentar un acercamiento y entendimiento del Flamenco de nuestra tierra Andaluza.
Colombianas Este cante de la Colombiana no pertenece a la ruta de los cantes que abarcan desde la Mezquita a la Alhambra, pero se ha elegido este cante por su letra para hacer un pequeño homenaje a Andalucía. Cante aflamencado con giros procedentes del folklore hispanoamericano, pero no identificado con ninguna canción concreta en todo su contexto, con copla de seis versos octosílabos, de los que el cantaor suele repetir los dos primeros, a modo de estribillo. Don José Tejada Martin Niño de Marchena, junto a don Hilario Montes, crearon la Colombiana tomando como base, entre otras formas musicales, la rumba española.
Campos del sur Con su gente y su luz, con su pena y su alegría se abren los campos del sur entre montes y bahías, el horizonte Andaluz desde Huelva hasta Almería. Trigos, viñas y olivares; bello sol de amanecía. Más hermosura no cabe en tu suelo, tierra mía. Por algo tiene dos mares a tus pies, Andalucía. Clavel o jazmín, mar y casas blancas; yo canto por ti, llanura o montaña; novia del Guadalquivir, es por tu mi colombiana.
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Autor: José Luis Rodríguez Ojeda
Cantes de Trilla
Cuando la faena de la siega ha sido ya cumplida, al término de la jornada, surge el cante, el antiguo, sencillo y claro cante de trilla. El cante de trilla, que melódicamente tiene una sorprendente semejanza con la nana, no es un cante exclusivamente andaluz. En la misma Castilla, existen cantes de trilla genuinos. La conformación melódica de la trilla andaluza, más lineal que melismática, es de pura creación hispana. El cante de trilla no tiene apoyo de compás con la guitarra y su ritmo se sostiene con el solo acompañamiento de los agudos y claros cascabeles prendidos en los arreos de las caballerías y de las voces arrieras con que se anima y estimula el trabajo de las bestias.
Con mi albarda y mi burro No envidio nada Que son coche de pobre Burro y albarda. Tan gustoso yo bengo De ve lo toro Que apena se me quita De entre los ojos. Citio dichoso citio dichoso Si el ventero es cristiano Y el vino es moro..
Fandangos de Huelva El Fandango es una forma musical característica del folklore español. El Fandango de Huelva es un cante que ha sufrido un proceso de aflamencamiento al aclimatarse a una zona concreta, la que corresponde a la provincia de Huelva. Aunque existen otras modalidades de Fandangos en distintas comarcas de Andalucía, los de Huelva tienen características especiales que los configuran como un grupo propio. El COMPÁS de los Fandangos de Huelva es de 3/4. En el compás, el tiempo 1 es FUERTE y los tiempos 2 y 3 son FLOJOS.
Estudios recientes hablan de 32 estilos de Fandangos de Huelva repartidos en 9 localidades: Almonaster la Real, Alosno, Cabezas Rubias, Calañas, Encinasola, El Cerro del Andévalo, Huelva, Santa Bárbara de Casas, Valverde del Camino. Además, hay autores que citan los Fandangos de Cumbres Mayores, Paymogo, Puebla de Guzmán, Villanueva, Cortegana y El Almendro. La distribución geográfica de las 9 localidades fandangueras antes citadas atiende al siguiente criterio: LA SIERRA: Almonaster la Real (5 formas) Encinasola
Los temas más corrientes son los referidos a:
EL ANDÉVALO: Alosno El Cerro del Andévalo Santa Bárbara de Casas Cabezas Rubias Valverde del Camino Calañas
La mujer y el amor La caza y el campo
LA COSTA: Huelva
Los Fandangos de Huelva se presentan en estrofas de CINCO versos octosílabos (8 sílabas), de los que uno se repite.
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Por no tener adonde sentarme yo me senté en una piedra... La piedra al verme tan pobre, se rompió por no aguantarme Qué pena el hombre que es pobre... Para andar entre los pinos tengo unos botos camperos... de puntera y tacón fino, séña de buen zapatero de Valverde del Camino. Después de haberte querío después de haberte olvidao.. pasaste por el lao mio, y lo que había terminao volvio después con más brío.
La Cana y El Polo La caña es históricamente el primer cante inequívocamente flamenco que aparece reflejado en las crónicas. El modelo que fijaría Don Antonio Chacón será el que finalmente haga fortuna en el siglo XX, con la copla tantas veces escuchada: “A mí me pueden mandar / a servir a Dios y al Rey / pero dejar a tu personal eso no lo manda la ley”. La caña y la soleá suenan al oído muy semejantes entre sí, aunque se distinguen con absoluta facilidad, puesto que incluyen un repetido motivo, una antífona que al parecer se realizaba antiguamente a coro. Nos referimos a los paseíllos de ayes que se repiten, y que se interpretan en perfecta concordancia con los acordes correspondientes de guitarra. Por su parte el polo es un cruce de la caña con la rondeña. Hoy
se conservan dos polos, el natural y el de Tobalo. Frente al polo natural el polo de Tobalo se distingue por unas cadencias más cercanas a la caña, lo que ha llevado a diferentes investigadores a afirmar que Tobalo lo que hizo fue una caña a su manera, dando por entendido que la caña es previa al polo. Tonalidad En el plano tonal la caña y el polo son dos estilos diferenciados. La caña se rige por la escala andaluza, con un carácter más cercano a la soleá, acentuando el carácter modal y apoyando todo el peso sobre el primer grado modal, el Mi, mientras que polo reposa más sobre el cuarto grado modal, el La menor, lo que lo acerca más al modo menor que al modal andaluz propiamente dicho. Aunque todo esto no se
aprecia fácilmente, ya que el sentido modal de estos cantes los emparenta de tal forma que a veces, por cuestiones de tonalidad, parecen casi idénticos. Compás Para ambos estilos el compás es el mismo que el de la soleá. Estrofa Tanto el polo como la caña se cantan básicamente sobre estrofas de soleá grande. De todas formas, y al ser estilos antiguos, se pueden identificar algunos vestigios de romances primitivos. Así en la letra con que se suele interpretar el polo de Tobalo, “Tú eres el diablo, romera, / que me vienes a tentar”, no es otra cosa que un fragmento del Romance del Conde Sol.
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A mime pueden mandar a servir a Dios y al rey pero dejar a tu persona eso no lo manda la ley Arza y viva Ronda, Reina de los cielos, y eso no lo manda la ley. Carmona tiene una fuente con catorce o quince caños con un letrero que dice: Viva el polo de Tobalo Toítos le piden a Dios la salud y la libertá y yo le pido la muerte y no me la quiere mandá.
Variaciones rítmicas sobre el compás de la soleá.
Ejercicio nº 1: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Ejercicio nº 2: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 mute
Ejercicio nº 3: / / 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 mute
La Serrana Debido a la temática de sus coplas con acentos rurales, las serranas se suelen emparentar con las seguidillas manchegas y sevillanas. Junto a la caña y el polo, es un cante que a mediados del siglo pasado gozó de gran popularidad y hoy se canta cada vez menos debido probablemente al encorsetamiento que impone su estructura melódica. La serrana tuvo su época de auge mediado el XIX, muy presente en el repertorio de cantaores que subían a las tablas de los teatros de Cádiz. Estaba en el repertorio de Silverio Franconetti, quien seguramente le impuso la estructura musical de la versión flamenca copla de cambio o macho, y la similitud entre los dos tercios definitiva. Sus coincidencias de cambio de la serrana con los de la caña y el polo, si bien con la caña y el polo son tantas estos adoptaron el compás de soleá y la serrana se adaptó al que se puede decir que se ritmo de la seguiriya. Sus tercios (versos melódicos) son largos trata de una caña o un polo y melodiosos. Se acompaña en tono de Mi mayor (por arriba) por seguiriyas. Comparte con diferenciándose así del resto de seguiriyas que se suelen la caña el sistema tonal, la acompañar en la posición de La (por medio). En realidad la partición en dos de la copla, la serrana o, mejor dicho, el concepto global de liviana, serrana y macho como un único cante, es creación de Silverio. La liviana, al contrario que las otras seguiriyas, se canta sobre una copla completa de seguidilla, formada por un copla de cuatro versos de rima par, 1 y 3 heptasílabos, 2 y 4 pentasílabos, a la que se le añade un terceto (macho) 1 y 3 pentasílabos y 2 heptasílabos. Además del compás por seguiriya en la serrana suele tratarse temas serranos: de contrabandistas, pastores o bandoleros. Aunque se trata de dos estilos que, por lo demás, en nada se diferenciarían en el toque, en la serrana hay una tendencia a tañer a un paso más calmo con respecto a las seguiriyas.
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Yo crié en mi rebaño una cordera. De tanto acariciarla se volvió fiera. Y las mujeres Cuando más se acarician fieras se vuelven.
Fandango de Juan Breva “Es activa la vida en Vélez-Málaga. Transitan sus calles carros y coches tirados por borricos y caballos, y es frecuente el paso de vendedores con productos naturales de la tierra. Entusiasmadas las vecinas por oírle, esperan el paso de un chavalillo que, con voz prodigiosa, canta un sonoro pregón: “¡Brevas de los montes, de Vélez-Málaga, son las más dulces. Las doy pa probarlas!” Antonio Ortega Escalona, más conocido como Juan Breva. En Vélez-Málaga, a mediados del siglo XIX, nace otro genio del cante, Antonio Ortega, a quien la afición conocería con el apodo de Juan Breva.
Tan pronto tuvo en su mano una guitarra la hizo inseparable compañera de su voz para cantar como nadie los fandangos verdiales de su tierra, a los que, pausando el ritmo, les imprimió sello propio con el nombre de “fandango abandolao de Juan Breva”. No hubo en toda Andalucía tablao flamenco, café cantante o fiesta flamenca donde los públicos más diversos no gozaran del placer de escuchar su bien timbrada voz laína, con asombro de ver salir una voz tan cultivada y fina de su corpulenta figura. Vivió la brillante época de los cafés de cante, siendo su nombre tan popular que era requerido por los principales cafés de Málaga, Cádiz, Jerez, Sevilla y Madrid. Con sus excelentes condiciones de voz creó el fandango abandolao, expresándose con una delicadeza poco común y con una voz niña como de él dijo García Lorca, aunque era un hombre de gran corpulencia y fuerza varonil. Juan Breva, niño de diez años, recorre así las calles de su pueblo vendiendo las frutas que va pregonando. Fandango abandolao de Juan Breva: cante propio del cantaor al que representa. El adjetivo “abandolao” tal vez procede con algún fundamento de “bandola”, y este término del
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latín pandura, que era una guitarra pequeña con la que el maestro se acompañaba en el inicio de sus actuaciones artísticas. Y de ahí surgiría el “fandango al aire de su bandola”, que terminaría por llamarse “fandango abandolao”. Quintilla octosilábica. El carácter sentencioso, tan presente en las letras de muchos cantes flamencos, no necesariamente va cargado siempre de talante vengativo, pues muchas veces se expresa como mero avisador con el noble intento de evitarle a la persona querida un traspiés del que pueda salir mal parado y con difícil vuelta atrás en el amor perdido.
Ni la fuente más risueña, ni el canario más sonoro, ni la tórtola en la breña, han de llorar como lloro gotas de sangre por ella
Malaguenas Las malagueñas han dado lugar a un frondoso árbol de variantes dentro del flamenco, funcionando como prototipo de la mayoría de los cantes derivados del fandango andaluz que se cultivan en las provincias orientales de Andalucía, como las rondeñas, las tarantas, tarantos, cartageneras y granaínas, tienen en la malagueña flamenca el eslabón intermedio entre el fandango local y el cante flamenco propiamente dicho. Fue Hipólito Rossy quien diferenció tres tipos fundamentales de malagueñas: la corrida o verdial (también conocida como bandolá), la de cante (sin un ritmo fijo y que es la considerada flamenca) y la instrumental (para guitarra, orquesta...). Las malagueñas han dado lugar a un frondoso árbol de variantes dentro del flamenco, funcionando como prototipo de la mayoría de los cantes derivados del fandango andaluz que se cultivan en las provincias orientales de Andalucía, como las rondeñas, las tarantas, tarantos, cartageneras y granaínas, tienen en la malagueña flamenca el eslabón intermedio entre el fandango local y el cante flamenco propiamente dicho. Fue Hipólito Rossy quien diferenció tres tipos fundamentales de malagueñas: la corrida o verdial (también conocida como bandolá), la de cante (sin un ritmo fijo y que es la considerada flamenca) y la instrumental (para guitarra, orquesta...).
MALAGUEÑA DE CHACÓN
MALAGUEÑA DEL CANARIO
Con D. Antonio Chacón ascendemos a la cumbre de la malagueña. Su fertilidad dio origen a seis tipos distintos. El cantaor consigue hacer cristalizar en su estilo todo el acervo melódico de la malagueña que se encontraba disperso en las creaciones de El Mellizo, EI Canario, El Caribe, El Perote, La Trini, basándose en tonadas propias de los fandangos malagueños, bebiendo en el variado repertorio de malagueñas existentes, imponiendo su estilo y otorgándole definitivamente el rango de cante grande, con tercios de gran extensión melódica. Ésta nos trae ecos de El Canario.
La primera figura que triunfa en los escenarios con un cante por malagueñas fue Manuel Reyes, El Canario, que conjugó en su estilo las valientes formas autóctonas malacitanas con las almerienses; estas últimas se observan, de momento, en la costumbre de arrancar el cante por el final del segundo verso: “Y echó”, en este caso. En la extensa introducción de la guitarra también se aprecia el carácter de estos estilos malagueños.
En la tumba de mi madre a dar voces me ponía escuché el eco del viento no la llames, me decía que no responden los muertos
Queó la sangre en el suelo de las calles de Triana, una voz perdió su vuelo con redobles de campana y vistió el cante de duelo.
MALAGUEÑA DE LA TRINI
MALAGUEÑA DEL MELLIZO
La más grande en el mundo de la malagueña, de eso no cabe duda, fue Trinidad Navarro Carrillo, La Trini, cuya trágica vida trasfirió a las variantes de malagueña que de ella se conocen. Carmen Linares dice con la solvencia que le caracteriza las malagueñas corta y larga de la creadora malacitana.
La de El Mellizo es la primera malagueña flamenca que se interpreta libre de ritmo. Se dice que Enrique El Mellizo se inspiró en los cantos gregorianos para crearla, pero es más verdad que sus característicos ayes -que reposan en La menor- se toman del polo Tobalo. Sernita nos ha legado la tal vez más completa versión de esta modalidad de malagueña, de arriba abajo, sin aliviarse en tono alguno. Primero realiza la malagueña corta para, como segunda letra, acometer la malagueña grande, mucho más elaborada en melismas y jondura. De este tipo de malagueña (de verso quebrado) derivan otras muchas.
Hombres más ricos que yo los has tenido tú a millares pero más pacientes no eso es verdad, tú lo sabes no es por alabarme yo
Este querer tuyo y mío dime dónde va a llegar tú tratas de aborrecerme y yo cada vez te quiero más que Dios me mande a mí la muerte
Bulería de los Maestros Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado, en una noche de fiesta.
Es la clase. En un cartel se representa a Caín fugitivo, y muerto Abel, junto a una mancha carmín.
En el aire polvoriento chispeaban las candelas, y la noche azul ardía toda sembrada de estrellas.
Con timbre sonoro y hueco truena el maestro, un anciano mal vestido, enjuto y seco, que lleva un libro en la mano.
¡Alegrías infantiles que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de madera!
Y todo un coro infantil va cantando la lección: “mil veces ciento, cien mil; mil veces mil, un millón”.
Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales.
Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de la lluvia en los cristales.
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Manuel Romero Formado en la Fundación Cristina Heeren, donde actualmente imparte clases, Manuel Representa esa nueva generación de jóvenes flamencos con arraigo y compromiso en la ejecución del cante flamenco. Ganador del concurso Antonio Mairena dela localidad de Mairena del Alcor entre otros muchos Manuel es ya un fijo en los festivales más importantes de toda Andalucía y ha intervenido en la Bienal de Flamenco de Sevilla, en el ciclo “Son de Peñas” o el Circuito de la Diputación de Sevilla donde ha gozado de un a gran acogida tanto de crítica como de público. Manuel ha formado parte de espectáculos destacables como “Entre dos Orillas” o “Clase Interactiva de Eduardo Rebollar” entre otros tantos y ha paseado su arte por infinidad de naciones como Suiza, Lituania, Portugal, Italia, Holanda, Estados Unidos o Trinidad y Tobago. Además ha acompañado a contrastados bailaores como Javier Barón Alberto Sellés o Eli Parrilla. Dada su corta edad y su ya dilatada trayectoria podemos afrimar que Manuel Romero es sin duda una de las figuras más prometedoras del panorama actual del Flamenco.
Yolanda Lorenzo Títulada con sobresaliente en las disciplinas de baile cásico español y Flamenco por el Conservatorio Superior de Danza de Sevilla, comienza su andadura profesional junto a una de sus mentoras, Matilde Coral, y Juan Morilla. Tras una formación apasionada junto a artistas como Mario Maya, Manolo Marín, Farruco, El Mimbre o Milagros Mengibar emprende su carrera como solista allá en el añp 1987 , mismo año que pasa a formar parte de “La Cuadra de Sevilla” de Salvador Távora, con la que recorre medio mundo. Cabe recordar dos destacadas actuaciones como son la Claurusra de los Juegos Paralímpicos de Barcelona 92 o su excelente interpretación solista en la Ópera Carmen en una compañía bulgara dirigida por Borislav Ivanov. Otras actuaciones digna de mención son, entre otras tantas, “Retablo Flamenco” de Calixto Sánchez o el Circuito de la Diputación de Sevilla “Rutas de Flamenco”. Además de bailaora, Yolanda destaca por su gran capacidad pedagógica como demuestra las clases que imparte para la Diputación de Huelva en diferentes organismos de Dinamarca y Alemania o su paso por la Fundación Cristina Heerem. Asidua en los festivales de mayor renombre, Yolanda ;Lorenzo representala escuela más pura y elegante del baile Flamenco.
Ficha artística Eduardo Rebollar: Conferencia y guitarra Yolanda Lorenzo: Baile Manuel Romero: Cantaor
Ficha técnica Eduardo Rebollar: Direccion Artes Escénicas Rebollar: Producción Arturo Benjumeda: Diseño Eduardo Rebollar y Manuel Romero: Documentación