P AÑO 1- NÚMERO 1 / COSTO S/.15.00
BOMBEROS SIN AUXILIO
NO TIENEN AGUA NI PARA VACIAR LOS RETRETES
SANTA BRUJERÍA
MAGIA NUESTRA DE CADA DÍA
NEGOCIOS DE LAS MOTOS
¿QUIÉNES GANAN, QUIÉNES PIERDEN?
RUBY RODRÍGUEZ
LA ALCALDESA DE LOS SILENCIOSY LAS SOMBRAS
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CRÉDITOS
DIRECTOR EDITORIAL Huberth Jara hj@publico.com.pe
EDITOR
José Alejandro Castaño jcastano@publico.com.pe
EDITORA ADJUNTA María Antonia Pardo
REDACTORES
Joan Flores Stephany Rodriguez Marlon Morales Edenilson Román Luis Paucar Amet Aguirre Fiorella Gómez
ASISTENTES
Carlos Franco Fernández Daniel Robles Chian Renzo Palacios Medina
FOTÓGRAFO Luis Luna
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Estefani Campana Escala Renato Rodríguez Rueda Roger Ramirez Miranda Alex Espinoza Ramos
ARTE FINAL E ILUSTRACIÓN
Héctor Huamán Escate
CORRECCIÓN DE ESTILO José De la Cruz
DIRECTOR COMERCIAL Gerson Jara gj@epublico.com.pe
GERENTE DE VENTAS Henry Jara hjara@publico.com.pe
COLABORADORES
Jaime Lértora Miguel Godos Lucía Robles Luján Nelson Peñaherrera C.
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MARKETING
Huberth Jara Trujillo marketing@publico.com.pe
PREPRENSA E IMPRESIÓN
Iso Print (+511) 441-3693 / 440-1404 / 998-441268 Marcas & Patentes 332-2211 / 431-5698 Es una publicación de Pool Editores SAC Federico Villarreal 581, San Isidro, Lima 27, Perú Teléfono: (511) 440-1404/441-3693 Hecho en el Perú Público no se responsabiliza por el contenido de los textos que son de entera responsabilidad de sus autores.
Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni en parte, ni registrada, ni transmitida en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, electrónico, magnético, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo y por escrito de los editores.
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ÍNDICE
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MEDELLÍN DE LA MÁS VIOLENTA A LA MÁS INNOVADORA
SANTA BRUJERÍA: MAGIA NUESTRA DE CADA DÍA
54 REYNALDO HILBCK
EL AGRICULTOR QUE ASPIRA AL GOBIERNO REGIONAL
28 MÁNCORA TRAGADA POCO A POCO
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LA ALCALDESA
DE LOS SILENCIOS Y LAS SOMBRAS 6
PÚBLICO
¿QUIENES GANAN, QUIENES PIERDEN CON LAS MOTOS?
BOMBEROS SIN AUXILIO NO TIENEN AGUA NI PARA VACIAR RETRETES
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EDITORIAL
La verdad se dice en Público
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e cree que lo público es gratuito porque no es de nadie. En realidad es lo contrario: su valor consiste en que es de todos. Lo público suele asociarse con lo que se puede estropear sin que los demás digan nada. Y tal vez por eso los políticos creen que les pertenece. Algunos se atragantan y lo muerden como si fuera un postre irresistible, de apariencia exquisita, ellos siempre glotones. Las barrigas enormes de congresistas, alcaldes, ministros, ex presidentes feroces, quizás no sea solo culpa de que permanecen sentados tanto tiempo. Áristóteles, ese filósofo de barbas de mármol, decía que la ética es una especie de lo público, es decir que sin resguardo de los principios de la moral, la virtud y el deber, la empresa social es tarea imposible. Nudo ciego. Se calcula que la malversación de lo público quizás le cueste a nuestro país el 50% de sus recursos, una montaña de riqueza dilapidada que explicaría por qué, a pesar de las oleadas de progreso, de cifras económicas en azul —ya no más en rojo—, los índices de pobreza no se reduzcan lo suficiente y, en general, persistan los mismos dramas sociales. Público se propone contribuir en la construcción de una agenda sobre asuntos de interés común. Su énfasis editorial se centra en el norte del país, justo en momentos en que nuestra región experimenta un progreso económico histórico que debe atesorarse con cuidado, con suma eficacia, con sentido común, es decir: orientado al beneficio de todos. Queremos que lo más importante ocurra sobre la mesa, no más debajo de ella. Un principio de obligatorio cumplimiento para los servidores públicos sería este: no proponer en privado lo que no sean capaces de proponer en público. El alcalde de la ciudad que fue la más violenta del planeta, con 650 asesinatos al mes, 162 cada semana —las mismas víctimas de un avión de pasajeros siniestrado—, propuso una nueva ecuación de la administración pública. Él es doctor en matemáticas y sentenció: “sobre el dinero de todos muy pocas manos ordenando su gasto y en cambio muchos ojos vigilando su uso”. Aquí pereciera lo contrario. Los escándalos por dineros evaporados en mitad del desierto, en medio de tantas manos y tan pocos ojos, son lluvia frecuente en el norte del país, en una de las zonas más áridas de América Latina. Mientras tanto, a esa ciudad terrible, apenas 20 años después, se le considera la más innovadora del mundo. ¿Cómo hace una sociedad con semejante lastre de miedo y horror para superar sus fantasmas más azarosos? Los proyectos ambiciosos son tarea pendiente en nuestra región, empequeñecida con plazos apurados y breves, de intenciones diminutas y miradas enfermas de presbicia, esa condición del ojo que no le permite enfocarse. Público propone una agenda de temas que rescaten el valor de lo común a todos, a casi todos, no solo en la política, también en la economía y en los más diversos asuntos de actualidad, sin importar lo difícil que eso parezca y lo mucho que exija. Creemos, esto también, que la verdad se dice en público.
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Hemos visto PIZARRO, ABANDONO ESCULTURAL
Una de las 16 esculturas de la ciudad es la de Francisco Pizarro, fundador de Piura. Se trata de una de las piezas más antiguas de la región, obra del escultor catalán Pío Mollar, erigida en la Plaza de las Tres Culturas en 1925. Hoy, la estatua de bronce luce rayada, sucia, maltrecha. Su base amenaza ruina y ninguna autoridad municipal o regional parece enterada. No es el único monumento en mal estado. Este Pizarro de espada enfundada huele a orines y sin embargo señala lo que, se supone, es el porvenir, un lugar en todo caso allá, no aquí.
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¿TE QUITA LA SED UNA BEBIDA PARA BAJAR DE PESO? En pleno centro de Piura, bajo el verano ardiente, posa Cristiano Ronaldo con un envase de Herbalife, la boca impecable, como si nada hubiera comido. El astro del Real Madrid es uno de los más de cien atletas élite que visten la camiseta de esa compañía, creada por Mark R. Hughes, un experto en nutrición muerto en 2000 por culpa de una combinación de alcohol y antidepresivos. Pero nadie podría ser más feliz: Herbalife acaba de facturar 6.700 millones de dólares en 2013 y por eso puede darse el lujo de contratar a mega estrellas de la vanidad de Ronaldo o de la estatura Messi. La empresa, que tiene su sede en Los Ángeles, California, emplea a 4.000 personas en todo el mundo y sus productos se distribuyen en 86 países a través de una red de más de dos millones de vendedores. Sin embargo, en Piura, nadie contesta el teléfono. Tampoco en Lima. Por tres semanas llamamos y escribimos a sus representantes en Perú para preguntarles por la facturación de la bebida en nuestro país. Nadie contestó.
LOS POSTES NO SON MUROS Pese a que una norma lo prohíbe, se siguen utilizando los postes del alumbrado público para fijar anuncios publicitarios. Brujos que prometen espantar la mala suerte y empresas de vigilancia privada que ofrecen seguimientos a esposas infieles se sirven de lo que no les pertenece. Llama la atención que algunos de los que más ensucian los postes con propagandas son los centros de educación, que ofrecen cursos acelerados de inglés, mecatrónica, cocina, contabilidad, secretariado, mantenimiento de computadores, enfermería, belleza y modelaje. Se trata de un abuso por el que, en teoría, las autoridades municipales deberían imponer sanciones y multas, pero ninguna ha sido puesta en Piura jamás, eso admiten los funcionarios encargados. Los postes, que son de todos, parecen de nadie.
Hemos visto EL PUENTE, AL FIN, TOMA FORMA Luego de meses de dudas, de trabajos sin mayor avance, de cuestionamientos por los dineros invertidos, al fin va tomando forma el nuevo puente de la avenida Bolognesi, que une a Piura con Castilla. La estructura, derribada por una creciente de río Piura en marzo de 1998, ya no irá fijada al lecho del cauce, que permanece sin corriente durante los meses secos. La nueva estructura es tipo arco atirantado, con una luz de 130 metros. Primero se dijo que los trabajos serían entregados en diciembre, después se anunció que sería en febrero próximo, ahora los cálculos dicen que las obras solo se terminarán en abril. ¿De cuánto son los sobrecostos por culpa de las tardanzas?, ¿quién los asumirá?, ¿quién responde?
¡Hasta cuándo!
De cada 100 mujeres en el Perú, entre 15 y 49 años, 37 han sufrido de violencia física, sexual y psicológica. Según las autoridades, las mujeres son sometidas a todo tipo de castigo, desde insultos y amenazas hasta lesiones con armas de fuego. Entre enero y octubre del 2013 se reportaron 612 denuncias de casos en Piura y Castilla, pero en el Centro de Emergencia Mujer saben que el subregistro alcanza el 70%. Según su directora, la psicóloga Carmen Ramos, el 15% de las 612 mujeres abandonaron el proceso judicial. La pena de cárcel por violencia contra la mujer va desde 15 años hasta cadena perpetua. El teléfono del Centro de Emergencia Mujer en Piura es: 341702. Su página en Facebook se denomina: Centro Emergencia Mujer Piura. 11
Hemos oído
las frases del 2013 “Cuando un medio de comunicación fue a Stanford a entrevistarme sobre una noticia que salió explosivamente dije que probablemente esa era una inversión hecha por mi suegra, la mamá de mi madre... de mi esposa” Alejandro Toledo
“Gana el rebote. Ofrécete, regálate… Vende tu cuerpo”. Natalia Málaga 12
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“Un buen pisco Presidente, un buen pisco para digerir las encuestas. Se lo digo yo, que me he vuelto experta”. Susana Villarán
“Voy hacer lo posible para que este árbitro no vaya al Mundial” Sergio Markarián
“Así trabajamos nosotros, trabajamos de la mano con Nadine”. Ollanta Humala
“Estos muchachos juegan al fútbol y no tiran pelotazos como Garcilaso. (…) Un día se van a bajar un avión de tanto pelotazo.”
“Me aburrí que no me legalice.” Tilsa Lozano
Ángel Comizzo
“Quienes piensan que la educación debe centrarse fundamentalmente en lo científico y en lo técnico “No me interesa (...) creo que están tener bienes trabajando por que se materiales sino vuelva realidad esa pesadilla pasar a la historia” orwelliana de una sociedad Alan García modernísima, de autómatas, sin espíritu crítico y totalmente subordinados y "¡Cómo me gustaría conformistas a una realidad una Iglesia pobre totalitaria.” y para los pobres!” Vargas Llosa Papa Francisco 13
EN LAS AULAS
Susana y David, una clase de excelencia
¿Qué significa que dos jóvenes piuranos, en un país con uno de los desempeños escolares más pobres del mundo, obtengan las calificaciones más altas? ¿Sus números deberían alegrarnos o entristecernos por su excepcionalidad? Ellos mismos responden. TEXTO: Joan Flores y Fiorella Gómez / FOTOS: David Grau
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usana Montalbán Quispe y David Arechaga Florián, ambos alumnos del programa de Estadística de la Universidad Nacional de Piura, son dos de los mejores alumnos de Beca 18 y su promedio de calificaciones está justo por encima de esa cifra, tan cerca del 20 estratosférico. Cuando estaban en el colegio y les preguntaban qué querían ser, ¿ustedes qué respondían? Susana: Yo soy del campo, de la sierra de Piura, un lugar verde, lleno de naturaleza, agua y animalitos. En el colegio siempre quise estudiar algo relacionado con el turismo, con la promoción de esa riqueza. David: Quería ser médico, investigador médico. ¿Cuál era su programa favorito de la televisión? Susana: No veía televisión. Era una vida muy sencilla la del campo. Mis recuerdos de niña son contemplando la naturaleza. Allá lejos en la sierra se mira más la vida. David: Dragón Ball Z. Quería ser Gokú.
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¿Cuál ha sido su mayor dolor, el mordisco de la vida que más les ha dolido hasta ahora? Susana: No tener lo necesario. En mi casa a veces faltaban muchas cosas, y eso era duro, aunque por otro lado eso también marca un poco el carácter. La escasez ha sido el mordisco más duro, hasta ahora. David: La muerte de mi padre por leucemia. Alguna vez las cosas han llegado a ponerse tan difíciles para ustedes dos que les ha faltado lo básico: comida, por ejemplo, pasajes, textos de estudio... Susana: Cuando llegué a Piura, en los primeros meses que viví acá, tenía que caminar desde el mercado hasta la universidad. Eso es fácil decirlo, pero bajo el sol es difícil hacerlo. Para mí todo era desconocido, y en esos días todavía no tenía la beca, entonces hacía fila en el comedor de la universidad con los chicos que no tienen dinero para comprar su comida. A los que comen ahí los llaman carroñeros, que es una expresión muy dura, muy fuerte. David: He tenido momentos difíciles, claro, sobre todo a partir de la enfermedad y muerte de mi papá. Una vez
nos cortaron el agua en la casa, por ejemplo, pero entonces te haces tu hueco y sobrevives. No hay que lamentarse, hay que seguir. Hay quienes creen que los juguetes de la infancia marcan no solo el carácter sino, además, el desarrollo cognitivo. ¿Cuál era su juguete favorito cuando eran niños? Susana: Yo jugaba con hojitas y ramas, con agua. David: Mi juguete favorito era una consola de videojuego. ¿Qué es lo más sorprendente que han visto hasta ahora? Susana: Lo más sorprendente aún estoy por verlo. David: Las estrellas fugaces. Y cuando las veía pedía como deseo poder estudiar mi carrera universitaria. ¿Creen en Dios?, ¿los ayuda en los exámenes? Susana: Sí, soy devota del Señor Cautivo. Le rezo y me encomiendo antes de los exámenes y las pruebas más difíciles. David: Yo creo en Dios, pero no tengo religión.
Beca 18 es un programa del Estado peruano que busca que los jóvenes, con alto rendimiento escolar y bajos recursos económicos, puedan acceder a formación académica superior. A los beneficiados les otorga un subsidio que cubre los gastos básicos de matrícula, seguro médico, tutorías, alojamiento y alimentación. 35 universidades y 75 institutos tecnológicos hacen parte de la iniciativa.
Destacarse en un país de promedios académicos mediocres parece cosa fácil, como ganar el primer puesto en una carrera de cojos. ¿Qué los ha hecho distinguirse de los demás?, ¿ha funcionado con ustedes toda esa perorata de las mamás sobre el valor del esfuerzo y las benditas oportunidades? Susana: En mi caso sí me ha servido entender que la educación es la única forma de salir adelante. Haber carecido de tantas cosas me ha motivado para aprovechar esta bendición de la beca. Lo que yo entendí es que esta es mi llave para abrir una puerta que, de otra forma, nunca iba a abrir. David: Aparte de las motivaciones económicas, de saber que si aprovecho el estudio podré obtener lo que quiero, me gusta hacer lo que hago, y además ya sé lo que quiero. La cosa es llegar. ¿Qué quieren ser cuando sean grandes? Susana: Quisiera estudiar Estadística Ambiental, es decir, la aplicación de mi carrera al desarrollo de los recursos naturales. Es un camino largo, pero es emocionante, y espero recorrerlo. David: Yo ya soy grande. Cuando sea mayor quiero ser padre de ocho hijos, y quiero ser criminalista, e inventar fórmulas estadísticas para diagnosticar enfermedades y epidemias, y para descubrir criminales. ¿Por qué hay alumnos tan vagos en la universidad? No entienden lo que se están jugando o sí lo entienden pero simplemente no les importa... Susana: Son como niños y no tienen idea del valor que representa una buena educación, entonces se dejan llevar por los amigos, el ambiente los absorbe y los distrae, se pierden. La mayoría se acomoda, renuncian a la exigencia.
David: Algunos se distraen por culpa de los profesores, que son muy mediocres y dormidos. Y hay carreras en las que no hay exigencia, por ejemplo en el programa de educación, en el que los alumnos saben que de todas maneras recibirán su título, sean buenos o malos, entonces no se esfuerzan. Ustedes son dos de los mejores estudiantes del país, ¿les interesa la situación del Perú, viven enterados?, o ese no es su problema... Susana: A mí sí me interesan lo temas políticos, y trato de estar informada. Un profesional competente no puede estar de espaldas a la realidad de su país. David: La verdad es que yo me mantengo informado por fuerza mayor, por un curso en el que el profesor pide que estemos enterados, pero de otra manera no sabría mucho. La corrupción es quizás nuestra peste mayor, y al parecer involucra por igual a congresistas, policías, periodistas y honorables presidentes, ¿qué hacer para acabar con ese cáncer? Susana: Aplicar la ley por igual para todos. Los corruptos se multiplican porque no hay ley para ellos. Cuando veo tantos casos de corrupción me indigno. Yo vengo de un lugar donde hay carencias, mucha pobreza, y los que están en el poder se valen de ese estado de cosas para beneficiarse como candidatos, pero después no hacen nada como funcionarios. La gente sigue igual, y peor. David: Aplicarse la ley. Una persona que ha robado, sin importar su condición, debería ir a la cárcel. Cuando un presidente vaya a la cárcel por quedarse con lo que no es suyo habremos dado un paso importante. 15
EN LA CALLE
YO SOY MIGUEL GRAU En la ciudad del héroe nacional, un joven va disfrazado con sus barbas, recordando las lecciones del pasado. ¿Qué puede enseñarnos un estudiante de Historia y Gestión Cultural que empezó a vestirse como Grau para un proyecto universitario?
TEXTO: Joan Flores / FOTO: David Grau
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arlos Reyes hace de Miguel Grau y a veces le pagan por eso, entonces camina las calles del centro de Piura repitiendo la vida, las obras, las frases célebres del héroe de la patria. El sol es el enemigo opresor que lanza manotazos furiosos y hiere la piel descubierta. Reyes no pierde la compostura. Él posa para las fotos de la gente como si estuviera a la sombra, y levanta la mano para saludar a quienes lo llaman desde buses y mototaxis. Reyes es estudiante de Historia y Gestión Cultural, y empezó a vestirse
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como Grau para un proyecto universitario hace cuatro años. Esa vez se disfrazó de cura, bajo más hábitos y más sol que ahora, pero el actor que encarnó al héroe de los mares no llegó a tiempo y la casualidad le impuso a Carlos cambiar de disfraz y ponerse barba y patillas de lana sintética, aun ahora que cumplirá 26 años y sigue tan lampiño como entonces. Y aunque le gusta vestirse de Miguel Grau, el personaje preferido del estudiante de historia es Carlo Magno, caballero rey de los lombardos. Pero si pudiera escoger de quién dis-
frazarse, él escogería el traje de Gokú, ese personaje con cola de mono de la serie Dragon Ball, cuyas batallas duraban capítulos enteros. Matilde, la mamá de Reyes, lo ayuda a vertirse de héroe y admite que prefiere no verlo actuar. Ella recuerda que cuando era niño, él abandonó una presentación en el colegio por ir a saludarla; desde entonces ella teme ponerlo nervioso y distraerlo. Pero quizás eso sea lo que anhele la madre, no lo que realmente pasaría. Carlos admite que quisiera tener novia e irse de paseo alguna vez, con el mar tan cer-
Cuando Carlos está de suerte y lo contratan para que encarne al héroe de la patria le pagan 70 soles por presentación.
ca, pero es su madre la que parece que no se lo permite hasta que termine sus estudios. Ahora, en días en que parece que las lecciones de la historia son cosa del pasado, Carlos Reyes declama las vicisitudes del almirante y la gente apenas logra oírlo. Él sube la voz e intenta ganar al ruido de automóviles y mototaxis, a los pitos rabiosos alrededor del óvalo Grau, justo a los pies de una estatua del héroe que posa mirando el horizonte de una Piura insospechada, dueña de cinco centros comerciales y una dinámica económica millonaria que, sin embargo, no alcanza a miles
de personas en la pobreza más injusta, sin agua siquiera, sin comida. ¿Puede ser el glorioso pasado anticipo de un futuro sin presente? Carlos Reyes no tiene una respuesta para el juego de palabras, entonces guarda las barbas de lana en el bolsillo de su disfraz. Aun lampiño y delgado, tan joven, la gente lo llama Grau. Él devuelve el gesto con un saludo de la mano y busca la sombra de los techos para caminar de regreso a su casa. A su mamá no le gusta que llegue tarde, que se ausente de sus deberes. El presente -le ha dicho ella-, es el futuro. 17
EN LA IGLESIA
MONEDAS FALSAS HASTA EN LAS ALCANCÍAS Un seminarista de la Catedral de Piura encuentra monedas y billetes ‘truchos’ en las colectas de las misas. ¿A quién se tima cuando se pagan los favores divinos con dinero falso?, ¿a Dios, a la Iglesia, a uno mismo? TEXTO: Carlos Franco / FOTO: Luis Luna
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l Señor Cautivo de Ayabaca nada dice y permanece con los ojos cerrados, como si no viera. Algunos de quienes le rezan se aprovechan y después de rezarle, de pedirle con santa devoción, le ofrendan billetes y monedas falsas. Como la fe se supone ciega, ¿creen los fieles que los sacerdotes de la catedral de Piura también lo son? Lo mismo pasa con las ofrendas de las misas dominicales. Mientras cuentan el dinero que la gente entrega para Dios, los encargados de las limosnas encuentran monedas de dos, de cinco, de diez soles falsas, y billetes de veinte también, y de cien. Todo trucho, como las malas obras disfrazadas de buenas. A monseñor no le queda más remedio que desechar el dinero, ponerlo por ahí, sin posibilidades de ningún milagro. “Yo también he visto monedas y billetes de dólar que resultaron falsos, y dinero de otros países: bolívares, sucres, hasta pedazos de periódico y hojas en blanco en las colectas de las misas”, cuenta Carlos Rocillo, un seminarista de la catedral de Piura peinado como algunas imágenes de Semana Santa, de lado, sin ningún cabello despeinado. Pero no solo ocurre en la catedral de Piura, o solo en las iglesias del Perú. En Colombia, Brasil, Argentina y Ecuador, las autoridades religiosas denuncian fraudes constantes en sus alcancías, incluso en las que corresponden a algunos de los santos más poderosos, como si los abusivos no les temieran y los creyeran de yeso. El negocio de la falsificación de billetes y monedas falsas es multimillonario.
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Una de las imágenes más veneradas en la catedral de Piura es el Señor Cautivo de Ayabaca, uno de los que más ofrendas recibe.
El Servicio Secreto de Estados Unidos confirma que el Perú se ha convertido en el primer productor de moneda falsa del mundo, incluso de dólares con una calidad que supera la de los colombianos, cuyas reproducciones eran hasta hace poco las mejores y más famosas. De acuerdo con las autoridades norteamericanas, en la última década se han incautado 103 millones de dólares falsos provenientes de nuestro país. La Policía peruana, solo en los últimos dos años, ha decomisado más de 20 millones de dólares y cerca de 7 millones de euros falsificados. Los soles truchos también suman una fortuna. Pero por cada billete falso que decomisan las autoridades, al menos tres siguen circulando de mano en mano, de bolsillo en bolsillo. Ante semejante multiplicación terrenal de billetes fraudulentos, cabe la po-
sibilidad de que algunos fieles de los que pagan un favor celestial con un billete falso en realidad solo sean víctimas de un timador, entonces depositan sin culpa su ofrenda por la ranura de las alcancías. “Mi tía Consuelo no metía dinero falso. Ella, cuando la bolsa de la colecta pasaba por sus manos, hacía un puño y lo metía dentro para que nadie viera cuánto donaba. Pero en realidad no dejaba ni un centavo”, cuenta Rosa Vargas, una feligresa en la catedral de Piura. ¿Dar sin dar también es una forma de engaño? Carlos Rocillo cree que, sin importar si el billete que se ofrenda es falso o no, Dios concede los favores que se le piden, siempre que la oración se haga con fe, con verdadera devoción. “Su amor no se paga. Es gratis”, cree el seminarista.
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EN EL CONSULTORIO
El recuperadoR DE VAGINAS El procedimiento es ambulatorio y solo necesita anestesia local. Tarda 30 minutos.
Se trata de un secreto a voces: que la distensión vaginal puede terminar afectando las relaciones de pareja. Un ginecólogo ofrece un procedimiento quirúrgico ambulatorio con un láser que, además, cura el ronquido.
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esulta que la flacidez vaginal provocada por el paso del tiempo, la obesidad, la mala calidad del tejido y los partos pueden terminar siendo causa de separación matrimonial. Lo sabe Daniel Valera Arrunátegui, ginecólogo con 17 años de experiencia, el primer médico que realiza el tensado vaginal en Piura, un procedimiento quirúrgico ambulatorio que atiranta la musculatura de la pelvis y reduce el diámetro de la vagina. Valera dice que las piuranas se ruborizan al conversar sobre el asunto y evitan tratarlo abiertamente con sus parejas: “Entonces se resignan, como si estuvieran condenadas a sufrir la
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flacidez vaginal y todas sus consecuencias”. Dos sesiones de 30 minutos y 600 soles bastan para que la musculatura de la pelvis vuelva a su lugar. El ginecólogo Valera, que tiene la virtud de ser ambidiestro, asegura que el principal beneficio de su trabajo es que mejora la vida íntima de las parejas, algo que se puede comprobar una semana después del tensado, que se hace con láser y anestesia local. Valera, sin embargo, suele advertir a sus pacientes que no hay que tener expectativas excesivas. “Algunas mujeres a punto de separarse de sus esposos creen que con el solo procedimiento se van a reconciliar, que eso bastará para que sus problemas se solucionen de una vez, como por arte de magia”.
El láser, claro, no tiene semejante poder. Una cosa es la tensión vaginal y otra las tensiones de pareja. “Hay que ser realistas: el procedimiento ayuda a resolver un problema, pero no todos los problemas”, dice el especialista, y agita la mano en el aire. La otra idea equivocada es que el tensado se hace una vez, y eso basta para siempre, como respingarse la nariz o reducirse las orejas. “Eso tampoco es verdad porque el organismo y la piel siguen envejeciendo”, advierte el ginecólogo. Cosa cierta: el médico Valera también usa su láser para acabar con el ronquido de los esposos. Es decir, la suya es una máquina para dormir mejor.
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EN LA PRISIÓN
TE LLAMO DESDE LA PRISIÓN
A pesar de los controles, los presos del penal Río Seco siguen llamando por celular para extorsionar y ordenar crímenes. Al final, ¿serán capaces las autoridades de callar esas voces que nadie quiere oír al otro lado del teléfono? TEXTO: Edenilson Román / FOTO: Luis Luna
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n el penal Río Seco de Piura los celulares son parte de la indumentaria habitual de los internos. Pese a los controles policiales, los aparatos se pasan de mano en mano, de oreja en oreja. ‘Galo’, un interno condenado por tentativa de extorsión, pagó 150 soles por su teléfono móvil. El sujeto que se lo vendió le dio a escoger entre varios modelos: había -recuerda él- los que sirven para hacer solo llamadas y los más sofisticados, con servicio de datos, cámara y grabadora de voz. También en prisión, lo mismo que en cualquier centro comercial, mientras más funciones y aplicaciones, más sube el precio de los celulares. ‘Galo’ solo quería hacer una cosa tan pronto pusieron sus pies en el penal: conversar con su familia y con sus amigos de afuera. Él dice que no podía pensar en otra cosa, que no tenía otra urgencia. Y sabía que debía buscar una oportunidad para ganarse la confianza de un ‘taita’. ¿Quiénes son esos? En los primeros días, mientras dormía en el piso de una celda junto con otros seis hombres, ‘Galo’ escuchó hablar sobre los ‘taitas’ y su autoridad absoluta, capaz de lograr casi cualquier cosa, un celular, por ejemplo. También oyó que los ‘taitas’ a veces facilitaban sus teléfonos a
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cambio de que un preso prestara la voz para extorsionar a algún empresario de la zona. ‘Galo’, no importaba cómo, tenía que adquirir su dispositivo móvil. Y finalmente lo hizo. Ese gesto fue suficiente para que se ganara el respeto de los demás. Tener celular propio en la cárcel se entiende como una especie de diploma, un arma que gradúa a los reclusos de delincuentes profesionales.
La disputa Cuando ‘Galo’ obtuvo su teléfono, el ‘taita’ que se lo vendió le advirtió que el aparato le traería más de un problema en el pabellón. Fue un consejo gratis. El juego en la cárcel no solo consiste en conseguir sino, sobre todo, en conservar. Conectados con el mundo de afuera, los presos con celular despiertan envidia y recelo. Una tarde luego de recibir su visita, ‘Galo’ fue derribado por ‘Pucho’, un interno condenado por homicidio. Mientras forcejearon, ‘Galo’ logró ver el verduguillo con que pretendían asesinarlo. Pero ¿por qué? Al parecer, al otro interno le habían dicho que su rival le hacía llamadas a su mujer, lo que en la cárcel significa una sentencia de muerte sin derecho a apelación. Por suerte, algunos internos intervinieron en la disputa y lograron detener la ejecución. Luego se supo que lo de las llamadas no era cierto, número equivocado.
Cuando la calma reinó en el pabellón, ya tarde en la noche, ‘Galo’ buscó su celular y se comunicó con uno de sus familiares para contarle lo sucedido. Necesitaba hablar con alguien de confianza, y pudo hacerlo porque tenía su propio teléfono móvil, él, inmóvil en su celda, tras barrotes de acero que casi nada dejan salir y casi todo dejan entrar.
Requisas a medias A mediados del 2013, la Policía hizo un operativo en el penal Río Seco. En la requisa, que duró más de cuatro horas, se incautaron 32 celulares, 28 chips y 34 baterías. Según la Policía, se intervino a unos 800 internos de los pabellones C y D, considerados de alta peligrosidad, la casa de los ‘taitas’ más poderosos, las voces que nadie quisiera oír al otro lado del teléfono. “Lo incautado es una muestra de que nuestra seguridad es baja. Y esto se debe principalmente al reducido personal con el que contamos. Aproximadamente 40 servidores para supervisar a 2.375”, admitió Jaime Alarcón Montilla, subdirector del penal con la voz resignada, sin inflexiones de duda. Muchos celulares, nadie sabría decir cuántos, siguieron escondidos en Río Seco, en sus muchos agujeros, en el caudal de su geografía inmensa. Los internos lo saben de sobra y ocultan celulares, ar-
Desde el penal Río Seco se extorsionan a empresarios de Chiclayo, Piura y Talara
mas y droga lejos del alcance de las manos policiales. A esos espacios los denominan “caletas“ y algunos están justo en los desagües de las alcantarillas. Otros presos recurren a los llamados ‘burritos’, que son drogadictos que esconden sus celulares en el ano a cambio de tres soles. Les dicen “alcancías”. En las cárceles siempre hay posibilidades, y algunos reos logran comprar a los policías para que, si hallan un teléfono, no los delaten. Los reclusos cuentan que ese gesto de encubrimiento cuesta entre 300 y 500 soles. El pago incluye, además de la devolución del aparato, un silencio protector. Cuando las requisas son externas y vienen policías de la capital no es posible evitar los hallazgos, o es más di-
fícil. Los operativos tienen una dinámica: los agentes forman a los reos fuera de sus celdas, los desnudan y ponen en cuclillas para asegurarse de que nada escondan en el recto. Incluso, si lo consideran necesario, pueden inducirles el vómito. Se sabe que los reclusos se tragan los chips de sus celulares para conservar el rastro de sus llamadas y contactos. Cuando los oficiales encuentran algún objeto extraño en las entrañas de Río Seco abren un proceso disciplinario contra los reclusos involucrados. Según las autoridades, algunos familiares de los presos suelen ser cómplices del ingreso de teléfonos, droga y armas. Madres y esposas enamoradas. Y las maneras de ingresarlos al penal son diversas. Algunas mujeres, por ejemplo, envuelven un teléfono móvil
en un preservativo y se lo introducen en la vagina. De esta manera es difícil que las autoridades penitenciarias puedan detectarlo. Lo que otras hacen es simplemente esconderlo en alguna envoltura, tal y como hizo Ana María de Jesús Cárdenas Manchego, la mujer que fue noticia en los tabloides limeños por intentar ingresar un celular en una envoltura para el ex presidente Alberto Fujimori, preso en el penal Barbadillo. ‘Galo’ es ahora un hombre libre. Ya no tiene que esconder su celular. A veces, en la pantalla, aparece un número que no conoce. Él se pregunta si es quizás uno de sus ex compañeros de celda que lo llaman para saludarlo. Pero no contesta. Él teme que lo extorsionen. 23
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SANTA BRUJERÍA: MAGIA NUESTRA DE CADA DÍA vÍctima de hechicero intentó demandarlo, pero coser sapos con fotos dentro no es delito TEXTO: Luis Páucar / FOTOS: Luis Luna
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uillermo Rivas, un periodista testigo de lo que ocurrió aquella noche, jura que la escena daba miedo. Allí en la gruta soplaba el viento del invierno más frío que se recuerda en Piura. Casi no había estrellas en el cielo ennegrecido de Querecotillo, la zona bananera de Sullana. Dos hombres y una mujer estaban sentados, las manos en posición de rezo, y junto a sus pies, desparramadas, doce velas negras con los nombres de una pareja de esposos. Seis con el nombre de él. Seis con el de ella. Habían cavado tres hoyos con una pala. Todo era oscuridad hasta que los serenos y Guillermo Ruiz sacaron sus celulares. Lo que encontraron los dejó en silencio. En un recipiente, embalado con cinta negra, había dos sapos con la boca y la panza cosidas con hilos, el cuerpo salpicado de sangre. Dentro, dobladas en cuatro partes, encontraron las fotos de Flor de María Alama Sandoval y Leandro Zapata Córdova, los mismos esposos cuyos nombres estaban escritos en las velas negras. Lo sapos seguían vivos y lo siguieron estando después de que les sacaron las dos fotografías en las que el hombre y la mujer posaban enamorados. “Había más sapos, quizá cinco, pero se fueron saltando”, recuerda Rivas en el lugar donde todo sucedió, en la gruta de Segundo Ruperto Silupú Delgado, bajo un letrero que prohíbe arrojar basura. El cubículo está pintado de verde, con rejas a los costados, y una imagen del Señor de la Divina Misericordia. Hay también una tumba de cemento negra y flores secas bajo el sol sin sombras. Una camioneta que solía recorrer la carretera hacia Sullana mató a Segundo Silupú el 14 de junio de 1995, justo en ese lugar. La 26
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gruta se levantó en su nombre. Quienes lo conocieron recuerdan que era una buena persona y que jugaba en el equipo de fútbol del pueblo. Su familia, tantos años después, todavía le manda celebrar misas dominicales, por eso nadie entiende por qué habrían utilizado la gruta para hacer magia negra. “Lo que pasa es que acá la gente es cochina. Y en Sullana hablan de apariciones misteriosas, incluso de gente que se convierte en animales”, jura el periodista Guillermo Ruiz, camarógrafo de la Municipalidad de Querecotillo, distrito en la margen derecha del río Chira que venera al Señor de la Buena Muerte de Chocán, un Cristo de madera con los ojos entreabiertos. La noche en que fueron sorprendidos los dos hombres y la mujer en pleno rito de brujería, un familiar llegó hasta la gruta de Segundo Silupú y exigió ver a los detenidos. “Esto no se puede permitir; esta gente viene a ser cochinadas con esta alma; la están maleando. Todos acá sabemos que esta alma es gallina: ni se metía con nadie”, fue lo que dijo cuando los alegatos se desplazaron hasta la sala de la comisaría. Los detenidos dijeron que Segundo Silupú ya les había hecho un milagro y que por eso habían llegado esa noche a ofrecerle una oración, no un rito de magia negra. Pero una oración -les dijeron los serenos armados con pistolas- no se hace con velas ni sapos ni polvos blancos. “Vayan a la iglesia, escuchen la misa y no hagan estas cojudeces a medianoche”, les dijeron en tono molesto. A los sapos -explica Adelaida- una de tantas mujeres que ofrece sus servicios de brujería en Sullana, se les mete una fotografía con el nombre de la supuesta víctima, entonces se les cose la panza con hilos negros. Pero también se les puede coser los ojos; todo depende del fin que se bus-
que. Dice la bruja de alquiler que si el propósito es que una persona muera poco a poco, también se le cose la boca al pobre sapo. Otra Adelaida de la ficción es una bruja a la cual Felícito Yanaqué, uno de los personajes de la última novela de Vargas Llosa, consulta sobre su futuro. La Adelaida de carne y hueso dice que también tiene poderes semejantes, y que es famosa entre sus clientes, personas devotas que le pagan agradecidos, billete sobre billete, moneda tras moneda. El familiar de Segundo Silupú quiso saber qué cosas se escondían tras las velas, los sapos, todo lo que encontra-
TESTIMONIOS
LUISA CÉSPEDES CHUNGA. Contadora. 49 años
TURISMO POR ARTE DE MAGIA Huancabamba es el foco del curanderismo en el Perú. Allí conservan el arte ancestral de la chamanería y llegan personas del Perú y de Europa y Norteamérica para someterse a las prácticas y rituales de los llamados maestros. La oficina de turismo IPerú ha recogido una base de datos conformada por cien maestros huancabambinos dentro de los cuales los más visitados por los turistas extranjeros son los hermanos Agustín y Roman Chasquero, Juan y José Melendrez y Cipriano Zurita. Algunas agencias de viaje de Piura, como Canechi Tours, por ejemplo, ofrecen una modalidad turística llamada “Paquete Esotérico”, de 4 días y 3 noches, que incluye la visita a las lagunas La Negra y La Shimbe, y una sesión mística. A la región llegan rusos, italianos, españoles, japones, argentinos, canadienses, gentes de medio mundo, como por arte de magia.
El mercado de Piura es centro de la oferta esotérica de la región. Este es uno de sus brujos.
ron los serenos en la gruta. “Dime para qué es todo eso”, le increpó el hombre a la mujer sorprendida. “No sé, nada es nuestro, hemos estado en la moto nomás, no sabemos”, dijo ella entre dientes. El familiar de Segundo Silupú se animó a descoser los animales. Primero liberó sus patas, luego les abrió la boca y extrajo las fotos. “Falta que hayan puesto el nombre del capitán Correa ahí”, bromeó un policía. El capitán Correa soltó una risa sin gracia. Hasta ese momento, nadie en la estación parecía saber la única verdad de todo el episodio: que la brujería no está tipificada como
delito y cualquiera puede escupir maldiciones contra quien quiera. Ni siquiera los esposos en las entrañas de los animales pudieron adelantar alguna acción legal. De manera que los detenidos se fueron de la estación caminando, libres, sin antecedente alguno. “¿Quién abrió los sapos?”, pregunta ahora la bruja Adelaida. Cuando se entera de que fue un familiar de Segundo Silupú hace una mueca enfadada. “Que se cuide. Todo ha rebotado para él”, jura ella mientras se fuma un cigarrillo y el humo la borra de la escena.
“Mi abuela vivía en Las Lomas, en Sullana. Se llamaba Cruz y tenía algunos negocios en los que le iba bien, esto atrajo la envidia de una de sus vecinas. Mi abuela presintió que aquella vecina tramaba algo, y sus sospechas se concretaron una vez que le envió unos tamales. Mi abuela, guiada por su presentimiento, no se los comió y los guardó para ver qué pasaba con ellos. Al día siguiente, el platillo estaba lleno de unos gusanos blancos, los tamales estaban completamente podridos a menos de doce horas de haberlos guardado. Definitivamente era un daño calculado contra ella. ¡Ay, Diosito!”.
José Manuel Aguirre ARRUNÁTEGUI Educador. 49 años “Yo soy de Catacaos. Allí un tío tenía un horno de ladrillos. Todo marchaba de maravilla con la producción, pero en un determinado momento los ladrillos dejaron de cocinarse del todo, se pegaban, salían aguados. Mi tío creía en el daño que se hace con brujería, así que se fue a Huancabamba en busca de ayuda. Nadie sabe qué pasó allá. Al regresar trajo un par de espadas. Durante cuatro noches fue al horno a la medianoche acompañado por sus cuatro hermanos varones y de mí, entonces un niño de once años, que en cada rito sostenía las espadas. Todos rezaban, las espadas tronaban, y decenas de lechuzas se acercaban. Al cuarto día, del horno salieron dos grandes bloques de sal y los ladrillos volvieron a ser tan duros como siempre”.
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EN EL DESIERTO
piura, a lomo de su historia
En sus primeros días, Piura caminó por el desierto, y lo hizo en compañía de los altos algarrobos, que sus fundadores fueron sembrando para detener los manotazos de la aridez, su aliento de arena. TEXTO: Miguel Godos Curay / ILUSTRACIÓN: Héctor Huamán
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an Miguel de Tangarara, Tangarará o Tangaralá, según las crónicas, fue fundada por Francisco Pizarro en 1532. En 1534, Diego de Almagro, a consecuencia de la insalubridad, dispuso su traslado a Monte de los Padres en el poblado indio de Piura. San Miguel de Piura fue el inicio de la colonización española. Ahí se instalaron los primeros trigales y cañaverales. Sin embargo, la prosperidad fue efímera. Una plaga de ratones acabó con los cultivos y los esfuerzos colonizadores. De esta primera Piura la ‘Vieja’ quedó el antiguo trazo frente a las estribaciones del cerro Pilán. León Pinelo, en sus Noticias de América Meridional, refiere que el licenciado Pedro Bravo de Verdasco, el cura del lugar, pidió al obispo de Lima la excomunión de las alimañas, las que desamparadas por la autoridad eclesiástica se arrojaron a la anchurosa quebrada de Las Damas y no retornaron jamás. El rito de excomunión, según la noticia, se cumplió con cruz alta y campanilla en los cuatro extremos del poblado, y los roedores en 28
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procesión se marcharon para siempre. Aquí en Piura la ‘Vieja’ los vecinos se mantuvieron hasta 1570, en que en pos de aires sanos y frescos se marcharon hasta Paita, bautizado con el nombre de San Francisco de la Buena Esperanza. En Paita la vida no era fácil, pues el agua se traía en balsa desde Colán y el acoso de piratas y corsarios diezmó la trashumante población. Por este motivo pidieron al Virrey don Fernando Torres de Portugal, Conde del Villar, que autorizara un nuevo traslado en las inmediaciones del sitio del Chilcal que hoy ocupa, donde se refundó el 15 de agosto de 1588 como San Miguel del Villar de Piura. Los trajines de Piura, sin embargo, no acabaron. Según Mateo Alayza y Paz Soldán, las arenas amenazaban con sepultar la ciudad, por lo que había que plantar algarrobos en los cuatro puntos cardinales de esa extensa región. Los algarrobos detienen el avance incontenible del desierto. El algarrobo no solo es la especie vegetal abundante, sino también una leguminosa de la que las familias campesinas elaboran una sopa nutritiva
llamada yupizín y una jalea dulzona llamada algarrobina. El algarrobo le ha dado su fisonomía a Piura, pues las antiguas casonas fueron elaboradas con horcones fornidos de algarrobo. Los hornos alfares utilizaban sus leños. Las hojas secas forman el ‘puño’, que es un poderoso fertilizante. Para los piuranos, los algarrobos desnudan las deficiencias de las obras públicas, pues sus raíces evidencian la mala calidad de la mezcla y la desproporción de la arena. Algarrobina, pisco y canela dan vida a la algarrobina, un trago nutritivo con el que brindan los piuranos. Desde la llegada de los españoles, el desierto piurano estuvo poblado de cabras y asnos. Las cabras, llamadas en Piura la vaca del pobre, encontraron en los algarrobales forraje delicioso. Igual sucedió con los asnos, llamados piajenos por ‘el pie ajeno’ o ‘el pie del otro’. Estos animales formaban recuas que transportaban el agua a la ciudad. También había el burro del panadero, del lechero, de la verdulera y la florera. El poeta Teodoro Garcés Negrón señala que el escudo republicano
de Piura tiene tres flancos definidos: un algarrobo, un burro y un montonero del linaje de los Seminario. Seminario es el apellido de mayor resonancia en Piura. Si eres piurano y Seminario, doblemente piurano. El piurano de mayor resonancia histórica, don Miguel Grau Seminario, fue hijo de Juan Manuel Grau y Berrio y de la piurana doña Luisa Seminario del Castillo, hija de don Fernando Seminario y Jaime, regidor perpetuo y alcalde ordinario del ilustre Cabildo de San Miguel de Piura. Los Seminario estaban vinculados a estirpes tan famosas como los Colonna en su rama de Córcega y los Gonzaga del Ducado de Mantua.
El teniente coronel Miguel Gerónimo Seminario y Jaime, que juró la independencia de Piura, era tío carnal de la madre de Miguel Grau. Juan Seminario fue también un extraordinario crack de fútbol de hazañas memorables. La prole de los Seminario en Piura es numerosa. La declaratoria de herederos de Vicente Seminario Reto reunió a sus sesenta vástagos. Y antes de que apareciera la leche evaporada y la leche en polvo, en tiempos de la International Petroleum Company, en Piura se consumían hasta 12.000 litros de leche de cabra. Con ella se elaboraban quesos, quesillos y natillas. En todos los hogares incluso los más pobres no faltaba la leche del animalito. Resulta que la leche de cabra es uno de los productos lácteos de mayor poder nutritivo, y en su composición química es solo comparable con la leche materna. En muchos zoológicos, por ejemplo, a las crías huérfanas de otros animales se les nutre con esta leche por ser hipoalergénica. Por eso los ‘churres’ crecían fuertes y podían jugar fútbol en los arenales del desierto como si aquello fuera pasto suave y verde. Hoy no. El fulbito en cancha sintética no demanda mayor esfuerzo. Correr sobre la arena deja extenuados a los hijos de la modernidad. Las majadas de cabras y chivos recorren el desierto. Este ejercicio cotidiano escurre la grasa. Con la carne del cabrito se preparan los deliciosos ‘secos’ para chuparse los dedos. Durante la Colonia y albores de la república un negocio próspero en Piura fue el comercio de los cueros de chivo “cordobanes” y sebos para las jabone-
rías. Antes en cada casa no faltaban los chivos y las cabritas alimentados con algarroba. La seguridad alimentaria era práctica cotidiana. Era un milagro corriente que hacían posible las mujeres. Las piuranas son de armas tomar. Entre las bellezas piuranas que han marcado el firmamento mundial destacan Madeleine Hartog Bel Miss Universo, las Miss Perú María Elena Rossel Zapata y Karen Lindenman. Las piuranas tienen su antecedente histórico en las antiguas capullanas de los matriarcados tallanes. En la Piura pre-hispánica las mujeres tenían poder efectivo sobre sus maridos. Las señoras gobernaban amplios territorios en Sechura, La Punta, Catacaos, Colán y Paita. Según refiere el cronista de Indias Fray Reynaldo de Lizárraga a estas señoras se le llamaba capullanas por el traje que llevaban similar al albornoz o capuz. Cuando mayor era la autoridad de la señora más largo era. Estas señoras elegían el marido que querían y se matrimoniaban cuando se les antojaba haciendo grandes fiesta de borrachera. Entonces hacían burla y escarnio del marido desventurado. Estas señoras tenían embrujo seductor efectivo encontrándose en Tumbes los carabelines de Pizarro en 1528. La cacica del lugar a bordo de una balsa lo visitó causando pasmo entre la tripulación. Pedro de Candia, el griego, que recorrió las playas del litoral tumbesino en compañía de la marinería quedó deslumbrado al extremo que el marinero Juan de Cabezas no quiso retornar a bordo. Diego de Almagro hizo de Piura el escenario de su trajinado amor con una negra traída de Nicaragua de nombre Margarita. Margarita era un bocado apetecible para la hueste perulera. Pero le fue fiel en todos los extremos. De eso dejó testimonio de gratitud Almagro en su testamento. Piura bendita. 29
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REYNALDO HILBCK
EL AGRICULTOR QUE ASPIRA AL GOBIERNO REGIONAL Heredero de una tradición que creció en el campo, dice que renunciará a intereses personales en beneficio de los intereses de la región. ¿Por qué creerle? TEXTO: Irina Mauricio FOTOS: Luis Luna
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Dice Hilbck que ser candidato le impone esfuerzos mayores, como tener que ausentarse de su casa. Los caballos son su otra pasión.
eynaldo Hilbck desaparece objetos con la facilidad de un mago involuntario. Documentos, agendas, relojes, lo que quepa en sus manos: libros, llaves, lentes. Desde hace años, sin embargo, contra semejante talento al revés, lleva un lapicero negro y dorado en el bolsillo de sus camisas, casi todas a rayas o a cuadros, la estampa de los olvidadizos. Fue un regalo de cumpleaños de su esposa, y él cree que el día que al fin lo desaparezca será una mala señal, la firma segura de una tristeza. Hilbck evita decir la marca porque no quiere
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que se diga que hasta el lapicero que usa es pituco, tampoco accede a posar dentro de la piscina de su casa en Los Ejidos, al norte de Piura. Cree que ese gesto podría equipararlo con Lourdes Flores Nano, que salió en un periódico metida en una piscina y ahogó su candidatura a la Municipalidad de Lima, porque ya todos la llamaron la candidata de los ricos. Al parecer, sin los votos de los más pobres, que son mayoría, nadie ganaría unas elecciones. Reynaldo Hilbck prefiere que lo fotografíen en su sillón de cuero favorito, en un salón con paredes de piedra y madera. Casi todo lo que hay ahí es color tierra, excepto los portarretratos plateados que lo muestran el día que se casó con Rosario Arámbulo Gordi-
llo, una comunicadora que después de veinte años de trabajar como jefa de publicidad en un diario regional decidió renunciar para acompañarlo en su aventura política como candidato a la presidencia regional de Piura. En las fotos también se ve a sus tres hijos: Reynaldo, de 20 años; Estefanía, de 18; y Josefina, de 10. ¿Usted sí es piurano? Sí. Mis tatarabuelos llegaron de Alemania a Piura desde hace más de un siglo. ¿La suya es una familia de empresarios? De una familia de agricultores dedicados a la siembra del algodón. Mi bisabuelo, Emilio Hilbck Seminario fue el que trajo el algodón pima a Piura
desde Arizona, en 1922. Ese dato es importante porque Piura se comenzó a diferenciar de los otros valles del país porque, mientras otros cultivaban caña, acá se sembraba algodón, y eso generó una riqueza económica en las décadas del cuarenta al cincuenta. Y antes del algodón, ¿a qué se dedicaba su familia? Mi tatarabuelo, Fiedrich Carl Clemens Hilbck Schwemann fue comerciante de algodón. Compraba algodón y lo exportaba a Europa. Él vino a Piura de Alemania porque acá había un algodón nativo muy bueno. Vino y se quedó. Con mi bisabuelo, Emilio Hilbck Seminario la cosa cambia porque comienzan a sembrar, a nivelar tierras, a pensar y mejorar canales, y lo hacen a través de una empresa que se llamaba Irrigadora Piura.
“MI FAMILIA, ANTES DE QUE SE DIFUNDIERA ESO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL, YA LA APLICABA, DESDE MIS ANCESTROS. MI FAMILIA APOYÓ ESCUELAS Y PROPÓSITOS SOCIALES, Y FORMACIÓN DE AGRICULTORES”.
¿Y de ahí viene la fortuna familiar? No. Al final la riqueza se repartió porque eran los alemanes los que sembraban y los ingleses eran los comerciantes. Es la época en la que grandes empresas, como la Duncan Fox, generan un gran movimiento comercial junto con una serie de desmotadoras. Este movimiento permanece hasta que llega la reforma agraria de Juan Velasco Alvarado, que quebró y paralizó ese movimiento económico. ¿Perdieron tierras con la reforma agraria? Mi familia en esa época ya no tenía grandes extensiones de tierras, pero igual se paralizó la economía familiar. Fue entonces cuando mi padre, Emilio Hilbck Eguiguren, quien ya trabajaba para Romero, tuvo la idea de fundar la fábrica Textil Piura. Era usar los bonos de la reforma agraria que le habían dado al grupo Los Romero. Entonces la fábrica Textil Piura nace por 1973 o 1976. Esto es importante porque es la primera fábrica que produce hilados de algodón para exportar. Dan
trabajo a setecientas personas. En ese momento, la economía se movía por producción de aceite de algodón y la desmotadora, pero no por producción de hilados. Mi padre tiene otro hermano, Francisco Hilbck, el ex alcalde de Piura por dos periodos. De los dos, mi padre trabajaba para el Grupo Romero y mi tío Pancho siguió en su parcela sembrando algodón como agricultor independiente. Y las siguientes generaciones, ¿de qué han vivido? Nosotros crecimos en el campo. En familia solo somos dos hermanos: Emilio y yo. Los dos somos agricultores. Empezamos con el algodón como nuestro padre, mi abuelo y mi bisabuelo. Dejamos este rubro porque la falta de investigación ha hecho que se pierda competitividad. Pasamos del algodón a los frutales. ¿Usted estudió Agronomía? La secundaria la estudié en el colegio San Ignacio y estudié en la Universidad de Piura en la Facultad de Ingeniería Industrial. Hice un posgrado en Economía y Dirección de Empresas en la Universidad de Navarra, en España. Regresé a Piura en 1990, y comencé a cultivar mango durante diez años. Esa fue una época difícil, de incertidumbre, plena época del terrorismo… Sí. El Perú quebró por la inflación y el terrorismo, y Fujimori asumió el poder. Las empresas que nacieron entre 1990 y 2000 lo hicieron vacunadas contra cualquier crisis. ¿Y qué lo motivó a arriesgarse a formar empresa en semejantes años? Era una época muy difícil, pero al mismo tiempo un reto, un gran reto. Basta recordar que no había préstamos bancarios, el largo plazo era de dos meses y la inflación te hacía perder valor de tus bienes muy rápido. 33
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¿Y por esa época, justo, usted se casó? Sí. En el año 1992 y con Charo [Rosario Arámbulo Gordillo] nos fuimos a vivir al campo, al costado de nuestras parcelas en Cieneguillo, en Sullana. Allá hice mi casa, allá vivieron mis hijos y viajábamos con frecuencia a Piura. Mi hermano Emilio también se fue a vivir al campo en Carrasquillo, en el Alto Piura, porque allá están sus tierras. ¿Por qué crear una empresa en semejante época de crisis y, encima, llevarse a su familia a vivir al campo? Quería trabajar independientemente, y no quería trabajar en una empresa. Tenía un conocimiento de agricultura y me gustaba. Alcancé a ver que era una oportunidad para exportar los productos buenos que tenía Piura. Localicé esa ventaja y la tomé. Los noventa fueron años básicamente para desarrollar la agricultura. Fue un tiempo de mucho trabajo, esfuerzo, de un gran derroche de energía. Era el tiempo para sacar adelante una empresa y una familia.
¿Logró comunión con los agricultores de la zona? Sí. Siempre lo hemos hecho porque también somos agricultores, somos gente sencilla en el trato y en la manera de vivir. Tengo varios ahijados, soy compadre de mucha gente. Dimos trabajo y comenzamos a formar un equipo de asistentes que son oriundos de la zona. Además, mi familia, antes de que se difundiera eso de la responsabilidad social, ya la aplicaba, desde mis ancestros. Mi familia apoyó escuelas y propósitos sociales, y formación de agricultores que hasta ahora trabajan con nosotros. A ellos luego se sumó otra gente cuando compramos Empafrut, una empresa empacadora que nos permitió dar el giro agroindustrial, porque hasta entonces nosotros sembrábamos y vendíamos a exportadores, pero desde el 2000 la cosa cambió: sembramos, seleccionamos, empaquetamos y exportamos.
¿Y la familia también compartía ese entusiasmo? Sí. Mi esposa y luego mis hijos vivieron tranquillos en Cieneguillo. Mi hermano hacía lo mismo que yo. Además venimos de una familia en la que se asumen retos, se generan cambios, en la que somos pioneros.
¿Qué características debe tener un asistente de Reynaldo Hilbck? Los conocimientos de una persona se pueden adquirir. De hecho uno puede salir de la universidad muy bien preparado, pero se adquieren conocimientos reales cuando comienzas a trabajar. Ahí es cuando te especializas. Creo que es más importante que la persona sea honesta, dedicada, que acepte retos, que sea tenaz y constante en su trabajo. Más importante que el conocimiento, importa el carácter.
Claro, pero hablamos de la época en la que no había seguridad económica ni política y estaba el terrorismo, era peligroso, incierto como una moneda al aire…Era peligroso y había que tomar precauciones, pero la verdad es que la he pasado tranquilo. A pesar de la crisis y los peligros, la década del noventa fue muy bonita para desarrollar la agricultura. Y la desarrollé de tal manera que siempre me sentí protegido y ayudado por los agricultores de la zona.
¿Y cómo forjó su carácter para emprender retos? Creo que uno nace así. En el mundo empresarial hay dos tipos de personas. Unas personas llamadas emprendedoras y que toman riesgos, que piensan poco las cosas pero tienen muy buenas ideas, que se toman los riesgos y hacen las cosas rápidas. Estas emprendedoras tienen su lado negativo porque son desordenadas o no se logran orga-
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nizar del todo bien porque todo lo hacen rápido: pensar, evaluar, decidir, hacer. En el otro lado están las administradoras o ejecutivas. Ellas son más ordenadas, pero se toman sus tiempos para decidir, tienen más cautela para actuar. En las empresas debes tener un emprendedor y un ejecutivo. Si tienes solo uno de los dos, la empresa no funciona. ¿En qué grupo está usted? Creo que soy un emprendedor, tomo riesgos, tengo ideas, hago cosas, pero soy muy desordenado, se me confunden los papeles. Por eso siempre necesito una persona que ordene, que haga las contabilidades, que administre y que vaya ordenando. ¿Y ahora es dueño o forma parte de cuántas empresas? Formo parte, pero no soy dueño exclusivo, de empresas como Empafrut, Agrícola Tungasuca, Frutas Piuranas, Norvit y Nor Fruit, todas empresas de producción, empaque y comercialización. En todas ellas habrá un total de mil personas a las que les damos trabajo. Desde los noventa hasta esta fecha, ¿cuál fue el peor riesgo que tomó? He tenido golpes en la parte agrícola. No puedo referirme a uno, he tenido varios desastres, pero los he superado, he aprendido de los errores. Es bueno experimentar y corregir. ¿Y su mayor acierto en el mundo empresarial? Hay una cosa que me hace sentir feliz, contento y realizado: el haberme quedado en Piura y desarrollar una empresa aquí. Me da mucho orgullo porque, cuando salimos de la universidad, todos buscábamos empleo fuera de Piura. Acá no había mucha oportunidad o se creía que no la había. Tomar la decisión de quedarme para hacer
Hilbck se considera un emprendedor y un hombre despistado. Cree que no se puede alcanzar el éxito sin asumir riesgos.
empresa fue un gran riesgo, pero no me arrepiento, y creo que fue la mejor idea que he tenido. El haberme quedado a vivir en mi ciudad es una gran ventaja para mí y para mi familia. Me quedé cuando todos se iban. Usted produce, empaca y exporta. ¿Hace todo eso para diversificar su actividad económica y obtener más beneficio? Mi producto no lo compro, no lo acopio. Siembro, empaco y exporto solo lo que produzco. Lo hago porque es más seguro y porque domino el tema. En el producto agrícola existen muchas variedades y calidad, la única manera de tener seguridad es que tú controles todas las variables de producción: agua, riego, fertilizantes, cuidado de hongos e insectos.
¿Pero eso significa muchos ojos y energía? Sí, pero no lo hago solo. Tengo hasta ahora un equipo de trabajo muy bueno con profesionales, con gente del campo que siempre nos ayuda. Mi equipo está formado por gente de la misma zona de Cieneguillo que se ha formado como nosotros, que ha crecido, que se ha preparado y que siempre nos ha ayudado. Su abuelo introdujo la variedad del algodón pima, su padre fue pionero en la Textil Piura, ¿y usted? Suena a muy vanidoso todo eso. No creo que se haya hecho todo por el simple objetivo de ser los primeros sino porque alcanzaron a ver oportunidades y tomaron riesgos. Con
mis socios desarrollamos productos y mercados nuevos, por ejemplo sembramos palta en el 2000 para exportar, pero no encontramos una buena variedad y hemos dejado el asunto pendiente. Con lo que sí nos fue muy bien, y creo que fuimos de los primeros, fue con la uva. La sembramos en 1996 y 1997, pero en 1998 el fenómeno de El Niño mató nuestra producción y nos quedamos con la duda de si debíamos retomar o no ese producto. En el 2004 lo retomamos con Mario Mustafá. Sembramos siete hectáreas. En el 2007 salieron los primeros contenedores de Piura con uva a través de nuestra empresa Consorcio Norvid. Ahí empezó la exportación de uva. Sacamos 17 contenedores, y en el año 2012 se han sacado casi cuatro mil. 35
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¿Qué consejo le daría a un joven que quiere ser empresario, que quiere tener éxito? Si le gusta el negocio, eso será lo suyo. Si le gusta debe dedicarse, ser constante, arriesgado y muy creativo. En el Perú se necesita hacer empresa. Hay que ayudar a que los emprendimiento se conviertan en empresas, en negocios. La naturaleza del peruano es emprendedora y empresarial, y eso es lo que nos ha ayudado en los momentos de crisis: el emprendimiento, la creatividad, el tomar riesgos.
La pólitica Usted ya tiene 50 años, tiene empresas, una familia bien constituida, dos de sus tres hijos ya están en la universidad, ya fue presidente de la Cámara de Comercio, titular del directorio del Alto Piura, ¿cómo se ve en los años siguientes? He decidido entrar en política. No sé si la población me respalde, pero siento que ese es un compromiso que debo asumir. ¿Compromiso? He trabajado toda mi vida en el campo, en la zona rural con las personas más pobres de la región. Lo que veo ahora es que la economía de Piura avanza, crece, pero la brecha social no se acorta, que faltan cosas fundamentales como el agua, el alcantarillado, la luz, las carreteras, el acceso a buenos colegios y a centros de salud. No podemos ser empresarios que damos la espalda a esa realidad, no nos podemos sentir plenamente satisfechos por un crecimiento que se reduce a lo nuestro y a lo de nuestro entorno inmediato, eso no es de cristianos. Un grupo de profesionales y empresarios hemos decidido lanzarnos a la política para ayudar, para hacer, para gestionar. Claro, pero se tiene la idea de que si un empresario asume un reto político no es porque entiende las necesidades 36
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Hilbck insiste en que su decisión de hacerse candidato le impone trabajar menos en su finca.
del pueblo sino la de sus amigos empresarios, y que son ellos los primeros beneficiados. Es difícil creer que alguien asume un reto para ayudar. Se cree que es para beneficio propio. Y se espera mucho o se tienen expectativas desmedidas, y siempre habrá descontento aunque se trabaje. Hay empresarios, profesionales y gente del pueblo que en verdad tiene deseos de ayudar, que quieren devolver parte de su éxito a la sociedad, pero no saben cómo hacerlo, o esperan que algún conocido, de confianza, entre en la política porque a ellos les da temor ser los primeros en lanzarse. Yo asumo el riesgo y ya he recibido llamadas de mucha gente que me dice:
‘Bien, Reynaldo. En lo que quieras yo te apoyo, y lo hacen porque tienen confianza en mí’. ¿Pero son sus amigos empresarios? No solo ellos, también agricultores y profesionales experimentados. A mis amigos empresarios desde el lugar que estoy ahora puedo ayudarlos más que desde el puesto de autoridad regional. Yo no voy a lucrar porque ya tengo de qué vivir, tengo mis empresas, sé cómo ganarme la vida con decencia. Si logro ocupar un puesto político significará un sacrificio: voy a ver menos por mis empresas, voy a estar menos tiempo con mi familia. A pesar de eso, lo veo como otro reto, como una responsabilidad cristiana y moral.
vida personal para llegar al lugar donde están, ¿usted qué ha sacrificado para ser exitoso? [Risas] No siento que haya sacrificado cosas. Creo que he tenido mucha suerte porque lo que hago lo hago con gusto. Para ser exitoso hay que descubrir en qué es bueno uno. Diosito no te manda al mundo sin tener alguna habilidad. El asunto para tener éxito es saber qué habilidad es la que tienes. Creo que Gastón Acurio se divierte cocinando, y el éxito que tiene es espectacular y él no ha sacrificado muchas cosas, es feliz.
“He trabajado toda mi vida en el campo, en la zona rural con las personas más pobres de la región. Lo que veo ahora es que la economía de Piura avanza, crece, pero la brecha social no se acorta”.
¿Y otra vez la familia lo acompaña en este reto? Algunos no lo entienden, pero ya verán que tengo razón, que es lo que toca hacer. Ya estoy sacrificando a mi familia porque ya estamos en campaña. Somos una familia muy reservada en sus actividades y compartimos un tiempo importante. Todo eso está cambiando, lo están sintiendo. Pasamos de una vida muy reservada a otra más pública, pero creo que si gano y hago lo que me he propuesto, ellos y yo dormiremos tranquilos. Una investigación de Ipsos Perú encontró que el 83% de los profesionales exitosos del Perú ha sacrificado algo de su
Incluso compatibiliza ese éxito con los gustos de su esposa Claro. El tema de ser exitoso es saber qué te gusta, en qué eres bueno. A mí me gusta la agricultura, me gusta sembrar el campo, me gusta hablar con la gente, ver cómo crecen las plantas, encontrar productos y desarrollarlos y trabajar hasta tarde. Sí es cierto que he sacrificado dinero. Si hubiera tomado un puesto de trabajo, seguro que habría hecho una carrera con más dinero, pero quedarse en Piura en 1990 era un sacrificio porque no había nada, no había mucha oportunidad y yo asumí ese reto porque me gusta Piura, me gusta el campo. ¿En qué momento apaga el teléfono? El teléfono no se apaga por el trabajo, pero sí tengo claro que debo dedicarme con esa misma energía y gusto a mi familia. Tengo claro que debo almorzar todos los días con mi familia, trato todas las noches de llegar temprano a la casa. Trato de pasar los fines de semana en la casa con mi esposa, mis hijos, mi hermano, mi madre, pero ahora eso sí se complicará con la política. En mi trabajo en el campo sí lo podía hacer, pero ahora es más difícil, ahora sí creo que me alejaré un poco de la familia, y eso es un problema. 37
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¿Y su familia y la de su hermano viven a escasos metros de distancia? Sí. Somos dos hermanos casados con dos hermanas. Mi hermano Emilio está casado con Fabiola, que es hermana de Charo, mi esposa. ¡Todo queda en familia! Y siempre son ellos y nosotros, ellos y sus cinco hijos y nosotros con nuestros tres hijos y nuestras madres. Es muy bonita nuestra vida familiar, en verdad es lo más bonito que tenemos. ¿En qué lugar se siente mejor? En mi hogar. Yo abro la puerta de mi casa y me siento un rey. Mi hogar es muy bonito. Otro lugar muy bonito es mi parcela en Cieneguillo. ¿Cuánta extensión tiene su parcela? 120 hectáreas. ¿Y su casa queda en la mejor zona residencial de Piura? Aprovecho la pregunta para contar que el terreno lo compré en el noventa y algo. Fui comprando poco a poco. En esa época no se sabía que Los Ejidos sería lo que es hoy. Hace 10 años hicimos nuestra casa y para hacerla tuvimos que vender un terreno que teníamos. Nos vinimos a vivir a Los Ejidos y no había nadie. Lo único cercano que teníamos era un criadero de caballos de paso que es de un vecino y nada más. No había luz, ni camino [ahora no hay tampoco solo la pista principal]. Cuando compré este terreno lo hice porque me recordaba al campo. Tiene vista al río, hay plantas, el espacio es apropiado para que mis hijos no pierdan ese gusto por la naturaleza. ¿Su casa no tiene agua potable ni desagüe? Así es. Al inicio clorábamos el agua del río, pero ahora con tres familias nos hemos juntado para tener un pozo, ya es un avance, pero de lo otro nada. Nuestro transformador permitió que algu38
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nas personas de la zona tuvieran luz, en la época en la que eso ni se conocía por acá. La vivimos y la sufrimos como todos acá, y eso lo sabe la gente, que por cierto es muy buena con nosotros, y con varios de ellos somos compadres. La gente pobre, en este clima, vive realmente mal. La brecha social es enorme… Una región no puede ser desarrollada cuando su gente no tiene agua ni desagüe, cuando las escuelas son una calamidad y el servicio de salud no es eficiente. Somos una economía que crece, que da empleo, que paga un sueldo, vacaciones y compensación por tiempo de servicio a trabajadores que viven en casas sin agua potable, sin desagüe, que no tienen acceso a la salud de manera oportuna, y cuyo dinero se va en comida y en curar a sus enfermos. No, pues, no podemos avanzar y darles la espalda a todas estas personas. Esos problemas no me los han contado, yo los veo desde niño porque me he criado en el campo y trabajo en el campo. En la época en que fue presidente de la Cámara de Comercio, en el directorio del Alto Piura y en el comité multisectorial para obras de prevención del FEN, usted siempre estuvo cerca del presidente regional, de tal manera que se decía que el presidente se iba a la reelección y usted sería el candidato para la alcaldía de Piura, ¿qué pasó, por qué ya no se les ve tan cercanos? Era una cercanía de trabajo con el afán que tenía de trabajar por Piura. Efectivamente he participado en algunas cosas en las que me pidieron hacerlo. Lo hice por mi vocación de ayuda, pero definitivamente mi camino político es diferente. ¿Y cuál es la gran diferencia entre la forma de hacer política del presidente regional de Piura, Javier Atkins, y usted? Yo haría todo más participativo, más en conjunto, más en alianza con otras
personas. Uno no sabe todo y tiene que ayudarse y complementarse con bastante gente. Lo importante es trabajar en equipo. Creo que el actual presidente es una persona que tiene bastantes capacidades, pero su estilo es no trabajar mucho en equipo sino más dirección de personal. Creo que esa es una diferencia importante porque yo creo que se necesitan alianzas. Dígame una frase que usted nunca diría en el mundo empresarial ni en la política… No atacaría con insultos a nadie. No lo haría porque yo creo que todos tenemos algo bueno. Mi palabra favorita no es el ‘yo’ sino el ‘nosotros’. Insultar y ser personalista denotan una cosa: soberbia, que es uno de los peores pecados capitales porque anula a la persona, evita que la persona salga adelante. La soberbia afecta el trabajo de equipo y anula el liderazgo. ¿Cuándo se lanza oficialmente en política? Estamos en la fase final de recopilación de firmas para inscribir al movimiento Unión Democrática del Norte. Y cuando lo haga, le recordarán que usted, frente a la Cámara de Comercio, en la etapa de concesión del Puerto de Paita, estuvo contra los que alertaban de un mal proceso que encarecería la actividad exportadora. Esas advertencias se convirtieron en realidad y usted no ha reconocido que se equivocó, que los otros sí tenían la razón. Sigo pensando que la concesión era necesaria. Somos un país que no tiene los recursos ni la experiencia para mejorar infraestructura que permite mover la economía nacional. El problema es que las concesiones no se hicieron bien. El Estado les dijo a las empresas: cobra primero y luego haz las obras, cuando debía ser al revés. En el puerto nos han cobrado primero y luego han hecho las obras; en
Su esposa es comunicadora y acaba de renunciar a su cargo en un periódico regional para acompañarlo en su campaña.
las carreteras también. Primero nos cobraron peaje y luego recién hicieron las obras. Esa parte es la que a mí no me gustó, por la que reclamé en su momento.
las cosas y evitar la corrupción. La ideología la podemos postergar porque hay algo más importante que trasciende nuestra esfera personal e ideológica.
¿Usted está más cerca de la derecha o del centro? Ah, eso es interesante. Algunos me dicen derechista. Creo que en una región en la que existe mucho atraso de infraestructura, faltan hospitales, colegios, vías integradoras, agua y desagüe no se debe ser de derecha, o de izquierda, o del centro. Ni verde, rojo o azul. Aquí en Piura necesitamos capacidad de ejecución, profesionalismo, hacer
¿Cómo ha cambiado su rutina ahora que está en campaña? Antes me levantaba a las cinco de la mañana, corría ocho kilómetros, desayunaba en casa y me iba al campo todo el día. Ahora me quedo en el campo solo hasta las 11.00 a.m., y algunas veces ni voy y dedico todo ese tiempo a formar comités distritales. Estoy fuera de casa hasta muy tarde, ya no llego temprano.
¿Corre con su esposa? Algunas veces. Fue ella la que me enseñó a correr porque íbamos a viajar al Cusco, y quería tener buen estado físico. Le encontré el gusto, y ahora corro cinco de los siete días de la semana. Además participo en la maratón de Piura de fin de año. He corrido en la maratón de Open Plaza y en la del centro comercial Plaza de La Luna. Eso sí, lo máximo que corro son 10 kilómetros. Algunas veces he corrido en Lima en maratones, pero no más de diez kilómetros. 39
EN LA PLAYA
MÁNCORA TRAGADA POCO A POCO LA PLAYA MÁS CÉLEBRE DEL PAÍS PIERDE METROS DE COSTA CADA AÑO. AHORA EL AGUA SALPICA CONSTRUCCIONES DESDE LAS CUALES SE DIVISABA EL MAR A LO LEJOS. TEXTO: Esthefany Rodríguez / FOTOS: Luis Luna
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l pequeño municipio talareño de Máncora se ganó el premio mayor de la lotería sin haber comprado el boleto, pero luego no supo qué hacer con semejante tesoro caído del cielo. Esa es la sensación que queda luego de observar lo que ha ocurrido en los últimos años con sus famosas playas. El balneario ha perdido parte de su brillo por culpa del manejo negligente de las autoridades y la ausencia de un Estado cuya principal carta parece ser la improvisación, o la desidia. Máncora no era destino turístico hace treinta años. El ancho de su playa no superaba los 15 metros. Donde hoy se broncean turistas y nadan los amantes de los deportes náuticos había una caleta donde los pescadores de la zona fondeaban sus botes. Rafael Nizama Regalado, un talareño que vive del mar desde 1953, recuerda que entonces la población era tan pequeña que hubo que traer a personas de otros lugares para las faenas de pesca, la mayoría de ellas del campo norteño. Ahora que el pueblo vive del turismo y no de la pesca, las familias Alvarado, Pasos y Romero abandonaron Máncora. Los mismos que vinieron se fueron yendo. El paisaje de esa área de la costa piurana se transformó por completo luego de diciembre de 1982. Ese año la presencia de aguas cálidas en dirección contraria a las corrientes del Perú elevó tanto la temperatura de las aguas superficiales del mar que ocasionó la mayor precipitación pluvial de la que tenga recuerdos el norte del país. En 1983 esta zona sufrió los embates del más agresivo fenómeno de El Niño que haya padecido el Perú en los últimos 450 años. Un niño agigantado y feroz.
Luego de la tempestad llegó la playa Máncora era un humilde pueblo de pescadores. Fue levantado a orillas del mar, 42
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Máncora no era un destino turístico hace treinta años. El ancho de su playa no superaba los quince metros.
al sur del abanico aluvial. Está formado por las quebradas Seca, Fernández y Pozo de Cabo Blanco. Ni hoteles ni restaurantes ni malecones formaban parte del panorama mancoreño. Sus pobladores, sencillos pescadores qué iban a imaginar que un fenómeno que los mantuvo aislados e incomunicados por meses, y que casi logra borrarlos del mapa, terminaría por cambiarles tanto su estilo de vida. De las tres quebradas, la única que de vez en cuando lleva aguas estacionales
al mar de Máncora es la Fernández. Las otras dos se secan mucho antes de llegar a su desembocadura, se hacen polvo. La de Pozo, por ejemplo, no bajaba hasta el mar desde 1925. De hecho, los propietarios de las edificaciones construidas en su desembocadura y arrasadas por completo durante el diluvio de 1983 desconocían que sus casas estuvieran en medio de un río. Las fuertes lluvias que duraron seis meses cayeron sin pausa sobre la zona norte peruana y representaron precipi-
EL BALNEARIO DE MÁNCORA: UN PARAÍSO GOLPEADO POR LA EROSIÓN “Máncora es el paraíso. Me enamoré de esta caleta la primera vez que la vi, hace décadas, cuando acompañé a mi padre Roger Schuler. Entonces decidí quedarme a vivir y morir aquí. Soy comunero honorario y propietario de 59 hectáreas en las que planeo construir una ciudad frente al mar”, dijo Harry Schuler al diario La República en el 2008. Schuler fue el primer colono limeño de este balneario. Él nunca imaginó que una mafia de traficantes invadiría uno de sus terrenos al año siguiente de su muerte, ni que la erosión dejaría sin arena a su amado balneario. Este problema en particular no ocurre por causas naturales, sino por acción del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, que ordenó que se construyera, a través del Plan Copesco, un malecón valorizado en más de 3 millones de soles sin tomar en cuenta la línea de alta marea y sin pedir una opinión técnica a la Marina de Guerra, responsable del área. Esto ha hecho que la situación actual de la playa de Máncora sea crítica. No hay educación ambiental que la pueda salvar por sí sola. El tiempo para eso ya se agotó. Ahora la fuerza del oleaje, que se acentúa en cada noviembre, seguirá comiendo terreno playa adentro, inundando y socavando los cimientos de los predios alzados cerca de la línea de alta marea.
taciones equivalentes a más de 3.500 milímetros. Eso despertó de su letargo a los tres riachuelos moribundos. Sus cauces desbordados arrasaron lo que hallaron a su paso: carreteras, puentes, casas, alcantarillados, animales, personas. Pero la embestida poderosa del repentino caudal no solo arrastró agua dulce al mar sino que también llevó consigo toneladas de piedras y arena que se fueron acumulando en forma de abanico en las cercanías de cada desembocadura. Según el Programa de Forta-
lecimiento de Capacidades Nacionales para Manejar el Impacto del Cambio Climático y la Contaminación del Aire (Proclim), el elevado registro pluviométrico que trajo consigo El Niño de 1983 produjo un incremento del nivel del mar de 40 centímetros, 39 veces más de lo que anualmente registra esta zona. Cuando las lluvias cesaron, las aguas empozadas comenzaron a evaporarse y el mar crecido a replegarse, lo mismo que un animal en retirada. La erosión arrastrada por las quebradas no solo dejó a su paso
desolación y destrucción, también corrió la línea de playa y ganó 200 metros al mar, con lo que se ganó un nuevo cordón litoral. Con la calma, los lugareños descubrieron el milagro sucedido, el regalo que la naturaleza terminó por ofrendar a la costa piurana: la hermosa playa de Máncora.
Un caso milagroso Como la erosión que le dio vida a la playa más famosa del país no provino de la fuerza del océano, mantener el nivel de sus arenas no puede dejarse en manos de la naturaleza caprichosa e irrefutable casi siempre. Tan llevada de sus propios pareceres. Más aun cuando en esa zona no hay acantilados factibles de erosión, con lo cual no hay sedimentos que alimenten la arena de la playa desgastada con cada nueva marea, con cada ola. Su fuente de vida fue un fenómeno devastador de dimensiones extraordinarias, producto del calentamiento global, no de la erosión marina. Años después lo que está sucediendo salta a la vista: el mar ha lamido tanto la playa que de ella ya se han perdido 60 metros. El océano, que antes se divisaba a los lejos, ahora salpica las ventanas y las puertas de casas que pronto desaparecerán. Todo se agrava por la ambición desmedida de propios y foráneos, otro tipo de marea perniciosa. Cientos han invadido la playa de manera irresponsable hasta el borde mismo de las olas y, para levantar sus construcciones de postal, han destruido las dunas que mantenían el equilibrio de la zona. Es decir, han puesto a correr el reloj en su contra, y en la de todos. Según el Departamento de Oceanografía de la Marina de Guerra del Perú, toda playa debe tener 50 metros libres de construcción contados a partir de la línea de alta marea. En Máncora, sin embargo, esta norma ha sido violada de manera sistemática sin que ninguna autoridad se percate, o diga algo. O haga algo. 43
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Este es el aspecto de numerosas construcciones en el distrito de Máncora, casi desvencijadas por las olas.
De hecho, las mismas autoridades contribuyeron con la debacle al destinar tres millones de soles para la construcción de un malecón de 165 metros de longitud. El resultado era de esperarse: el mar se tragó en menos de dos años sus cimientos y ahora debe ser demolido. Sorprende, sin embargo, que todavía haya personas que no entiendan que esta obra no debió construirse. En el 2011, el entonces ministro de Comercio Exterior y Turismo, Eduardo Ferreyros, se comprometió con ejecutar la segunda etapa del malecón levantando un muro de contención de 200 metros a lo largo de la costa. El objetivo era proteger la absurda inversión del fuerte oleaje. Pero la verdad es que si se mantiene en pie el malecón, muchos propietarios de hoteles, restaurantes y edificaciones que se levantaron de manera irregular muy cerca del mar no aceptarán la demolición de sus negocios y viviendas. El ingeniero Hugo Ruiz Sotodel, vocero del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), afirma que el grave problema de Máncora es que no se defendieron ni preservaron los metros de dominio público que toda playa debería tener. Si esto hubiese ocurrido, las autoridades ambientales habrían tenido un margen amplio de acción en caso de emergencia o desastre ambiental. Ya no hay espacio, y pronto no habrá tiempo. 44
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El auge del turismo que vive este distrito talareño desde hace una década, y que le representa al pueblo el 80% de sus ingresos anuales, despertó la codicia de personas que ven en la invasión y compra irregular de terrenos la mejor forma de hacer dinero. Más todavía en un lugar donde el Estado se ha hecho el ciego ante las reiteradas denuncias de pobladores y empresarios. Arnulfo Vásquez Saavedra, especialista en comercio exterior y turismo del gobierno regional, dice que, dada la situación de peligro en la que se encuentra Máncora, es preciso cambiar la mentalidad de la región. “El problema se solucionaría fortaleciendo la cultura ambiental de los pobladores, que aún no han entendido que para usufructuarse de un lugar con éxito es preciso cambiar las maneras de pensar y de actuar”, dice. La falta de compromiso ambiental es evidente. Solo hay que darle un vistazo a la pésima situación de la albufera de Máncora, un humedal adyacente a la entrada principal del malecón turístico. Este frágil ecosistema, otrora lugar de paso de aves migratorias, ha sido invadido por personas que no alcanzan a comprender su importancia para la vida silvestre y el equilibrio del medio ambiente. Las aves ahora son los turistas y los residentes con música a todo volumen que, en el verano, saltan y ríen y bailan, una alegría costosa, ninguno imagina qué tanto.
¿QUÉ ACCIONES CONCRETAS SE DEBEN TOMAR PARA SALVAGUARDAR LA PLAYA DE MÁNCORA? Los expertos coinciden en tres frentes de acción para salvar la playa de Máncora: 1. Derribar Demoler el malecón y todas las construcciones que se encuentran hasta sesenta metros al norte de él. De esa forma se recuperaría el área de dominio que debe estar despejada de rocas y concreto para poder ser intervenida. 2. Vaciar Rellenar la playa con tanta arena como sea posible para recuperar el nivel de pendiente necesario, lo que permitiría soportar los embates de la erosión marina. Al respecto, la empresa danesa Skagen Innovations Center propone reponer 60.000 metros cúbicos de arena en una franja de 3 kilómetros a lo largo de la costa. 3. Proteger Implementar un sistema que salvaguarde el nivel de arena de la playa de Máncora o, lo que es lo mismo, mantener la altura del terreno por encima del nivel del mar. 4. Cambiar Adoptar un método alternativo a los clásicos espigones rompeolas, que se han desarrollado desde 1940, especialmente en Dinamarca, y que todavía se proponen como métodos de intervención.
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EN LA PLAYA
ELECCIONES:
POLÍTICOS DE BROCHA GORDA
Eso que llaman escenario electoral, a veces se refiere a los muros usados como vallas publicitarias. Se trata de una estrategia barata de propaganda política de la que abusan unos y otros. TEXTO: Joan Flores / FOTOS: Luis Luna
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n el barrio Las Mercedes, en Piura, se riegan jardines imaginarios. Una tubería que sale de la tierra alimenta la arena que la gente baña con la ilusión de que el suelo se haga firme y quizás algún día crezca algo. Cuando terminan, los vecinos cierran el chorro de agua con un trozo de madera. En ese lugar reina el polvo, que está en todas partes: en los rostros de la gente y de los perros, en las fachadas de las casas, en los objetos, en las raciones de comida que se dejan destapadas y terminan un poco así, saladas, secas. Los pájaros entrecierran los ojos cuando sopla una ventisca y el sol, que no da tregua, a veces se desdibuja en la polvareda. Pero la arena que todo lo cubre y ensucia, casi nada les hace a los muros pintados de los políticos que ahí siguen, años después de que esos mismos candidatos dejaron sus cargos. Las pintas políticas, que prometen siempre mejores paisajes, están por todos lados sin que el viento se las lleve. En una esquina, cerca de un pozo de agua, una pared lleva el nombre de Toledo pintado de verde. Otro dice Ollanta en letras rojas. En ambas
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esquinas hay escombros y basuras, los postes del alumbrado tensan cuerdas con zapatos colgados. Nadie recuerda de quién. Hace dos años, María Mercedes Gonzales salió por la mañana a regar su jardín y encontró el muro de su casa pintado con la propaganda de Luis Ramírez, un ingeniero cuyo sueño sigue siendo ser alcalde del distrito de Castilla. Había un texto que rezaba: “Somos el gran cambio. Voluntad Popular”. Ella decidió no reclamar y dejar la cosa así porque, en fin, de todas formas tampoco tenía dinero para pintar otra cosa. Lo cierto es que nada ha cambiado en el barrio, dice María Mercedes, sino solo el color de los muros. Ella cuenta que tiene dos hijos pero se niega a decir sus nombres porque tiene miedo de que algo malo les pase. Su desconfianza con los extraños es culpa de tanta promesa incumplida, de tanta visita de gente que solo pasa a llevar, rara vez a dejar. Un vendedor de pescado corta las vísceras de una cachema y advierte que en el barrio de los muros pintados están prohibidas las fotos. Su tono es molesto y la advertencia, cuchillo en mano, se oye cierta.
En Las Mercedes hay niños que pasan hambre y se enferman por culpa del calor extremo del verano, dice María Mercedes, luego pide medicinas, que alguna autoridad municipal o regional se acuerde de llevarlas hasta el barrio con la misma diligencia con que fueron a pedirles firmas y votos, en ese orden. Por regla general, las pintas duran lo mismo que un periodo de gobierno, hasta la siguiente campaña, cuando los unos y los otros salen a dibujar sus promesas en todas partes, en muros ajenos y propios, contratados o usurpados, grandes o chicos. José Castro, otro vecino de Las Mercedes, cuenta que permitió pintar su pared porque le prometieron trabajo si el candidato ganaba. Su muro es el más fotogénico del recorrido, pues está sembrado de girasoles que plantaron sus hijas. Su esposa Carmen Peña, advierte que no dejará que pinten esa pared otra vez. Ella cree que el nombre de un político, sin importar de quién sea, afeará su jardín de flores tan grandes. A su esposo José, al fin de cuentas, nadie le dio trabajo, de manera que ella ya votó por sus flores y descarta dejarse plantar otra vez alguna otra promesa electoral.
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60 soles cuesta dibujar una pared que, en promedio, dependiendo de su diseño, le toma 4 horas terminar.
En el barrio Las Mercedes, en Piura, se ve ese paisaje de promesas electorales desdibujadas.
Desde un extremo del barrio, en la esquina de otro muro con el nombre del actual Presidente del Perú, mirando al oeste, se puede ver los edificios más grandes del centro de Piura y también el puente Bolognesi, empequeñecido en la distancia. Nadie sabe el número exacto de paredes usadas como pizarrón electoral, pero serán decenas, cientos en la región Piura, miles a lo largo del norte del país, donde, justo ahora, comienzan a dar la cara los
primeros candidatos. ¿Cuántas de esas pintas cuentan con los permisos de ley necesarios?, ¿cuántos consultan la voluntad de sus propietarios? Rodrigo Leal, habitante del corregimiento de Castilla a quien siempre le pintan un muro sin permiso, dice que las autoridades no hacen nada porque son ellas mismas, dirigidas por gobernantes con intereses electorales, las que pintan los primeros muros buscando reelegirse. 47
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DE LOS SILENCIOS Y LAS SOMBRAS TEXTO: Irina Mauricio
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De la alcaldesa de Piura dicen que rara vez habla en público y que, cuando lo hace, sus frases quedan a la mitad. Quienes la cuestionan recuerdan que no terminó sus estudios secundarios y que las uvas del poder político que ahora se come jugosas crecieron bajo la sombra de su marido, José Aguilar Santisteban, árbol recio y robusto, tres veces alcalde de Piura, prefecto y diputado.
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n su primer intento político, Ruby Consuelo Rodríguez se graduó de congresita, y de una categoría especial: parlamentaria tránsfuga, ese nombre que recibieron los legisladores de la nómina personal de Vladimiro Montesinos, capo del Palacio de Gobierno fujimorista aficionado a los yates de lujo, las camisas de seda y las muertes sumariales. En agosto del 2008, recién fallecido su esposo de cáncer de páncreas, la viuda anunció que aspiraraba a la Muncipialidad de Piura. Sus opositores corrieron a llamarla “desocupada sin oficio”. Ella se encogió de hombros. Durante veinte años, dijo, sin que le temblara la voz, que fue ella quien dirigió las manifestaciones de Aguilar Santisteban; de manera que ahora no podían decirle que era una mujer sin carisma, incapaz de movilizar votantes. What do you say? Rodríguez les recordó a todos que tenía un título de secretaría bilingüe, a pesar de no haber terminado la secundaria. A un año de concluir su periodo de gobierno, Ruby Consuelo no halla consuelo. Sus detractores juran que no es ella quien ha gobernado en la Municipalidad de Piura. ¿Es títere de un poder oculto? Rodríguez intenta su respuesta más honesta: “La cara no me ayuda, pero tengo mi genio y no permito que nadie me mande”. 50
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Cuando se refiere a las decisiones municipales, la alcaldesa habla en plural porque -asegura- gobierna con un equipo. “Pero soy yo quien al final decido porque soy la autoridad elegida por el pueblo y porque creo que es una manera de ayudar a las mujeres frente al machismo”. Nueve de cada diez empleados de su gabinete son hombres.
Muda locuaz En su página de Facebook, la alcaldesa de Piura tiene 10.408 seguidores, casi 7.000 más que la página de la Municipalidad de Piura. Sus detractores afirman que detrás de la pantalla del ordenador son otros los que ordenan, que son otros los dedos que teclean los comentarios precisos, las respuestas diplomáticas, las salidas con humor y gracia, con la gracia de una lengua que no es la suya. Ella, en su versión virtual, lo ha negado todo, mientras tanto los periódicos siguen dejando constancia de que “no respondió la pregunta” o “no completó la idea” o siguen dejando tres puntos seguidos en los espacios donde se supone que debe ir una declaración suya. Tanto esfuerzo se ha puesto a la versión de la alcaldesa virtual que los contenidos están segmentados a usuarios piuranos mayores de 18 años. Ya no hay duda de que detrás de semejante puntería hay una campaña de promo-
ción de su imagen y que, además, se gasta dinero para conseguir más seguidores a través de anuncios. Aunque las cifras pueden variar por tipo de público y competencia entre páginas similares, se calcula que lo mínimo que se paga a Facebook por cada clic en un anuncio son 20 céntimos. Se trata de una inversión. Basta analizar la tendencia progresiva del crecimiento de sus seguidores para encontrar que, por ejemplo, entre el 30 de junio y el 2 de julio del 2013, en solo 3 días, la página de Ruby Rodríguez pasó de 5.500 like a 7.000 like. Según este reporte, la estrategia ha hecho que, desde el 21 de diciembre del 2012 hasta el 20 de noviembre del 2013, Ruby la virtual haya pasado de 2.713 seguidores a 10.406, lo mismo que la concursante de un reality televisivo. Pero la simpatía virtual de Ruby Rodríguez contrasta con el 70 de desaprobación que, según la empresa Luna Consultores, alcanza la alcaldesa en su versión de carne y hueso. Alberto Chumacero, abogado y regidor aprista de la oposición, ha presentado ocho denuncias que involucran a la alcaldesa, a su familia y a sus funcionarios. Las denuncias van desde abuso de autoridad hasta colusión desleal. El abogado, el único con esa profesión en el concejo municipal, dice que seguro el asunto le costará caro, y sospecha que los tres robos que ha sufrido en su casa y un ataque con cuchillo, ocurrido el sábado 24 de noviembre pasado, no son cosa del azar.
Antes de acabar el 2013, la alcaldesa visitó Tambogrande, donde los niños la reciben con cartelitos y canciones infantiles.
Además de Chumacero, dos regidores antes aliados de Rodríguez, y ahora en la oposición, han denunciado amenazas por investigar supuestos actos de corrupción en obras municipales. Las investigaciones comprenden a funcionarios, a la alcaldesa y a sus hijos, nietos y sobrinos, así como a empresas y funcionarios de Chimbote, de donde proceden sus tres hijos con Luis Fuentes, su primer esposo.
Chimbotanos y limeños Ruby Rodríguez dice que no hace diferencia entre sus hijos. Ella no, pero los políticos sí. A los hijos de su primer matrimonio se les conoce como los chimbotanos, y a los dos hijos de su segundo matrimonio con el ex alcalde José Aguilar se les conoce como los
limeños, porque es allí donde viven. Los tres hijos Fuentes Rodríguez han tenido problemas con la justicia. Cynthia fue denunciada por su propio papá por realizar compras fraudulentas para la Municipalidad de Piura y fue sentenciada a tres años de pena privativa de la libertad. Los otros dos hijos, Frank y Edwards, fueron capturados por comercialización de insumos químicos para el narcotráfico. Mientras el primero cumplió una condena de tres años, el segundo aún está en la cárcel. Ruby, la alcaldesa madre que habla de los valores en todas sus inauguraciones de pronoeis, comedores y locales escolares, asegura que sus hijos son inocentes. “Son malos entendidos que se tendrán que arreglar”, repite.
Ella cree lo que sus hijos le dijeron: que los insumos no eran para el narcotráfico sino para el procesamiento de aceite de pescado, una actividad a la que se dedicaban en Chimbote. Las denuncias de una supuesta intromisión de los hijos y familiares en los asuntos municipales, y la sospecha de direccionamiento de concursos de obras y venta de agregados, han dado pie a sobrenombres vinculados al mundo del hampa. Ahora se habla de la Súperfamilia Municipal o la Gran Familia Municipal, en clara alusión a la organización criminal que lideraba Román Ángel León Arévalo, alias ‘Viejo Paco’, que se inició en la delincuencia en La Libertad, Chimbote y Piura, zonas en las que extorsionó a propietarios de constructoras, taxistas, transportistas y mineros 51
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“DE UNO A DIEZ ME CALIFICO CON QUINCE” La alcaldesa de Piura parece vestida con ropa impermeable y, contrariamente a lo que sugiere el chaparrón de críticas que recibe a diario por los escándalos y las investigaciones en su contra, ella se declara satisfecha con su gestión. ¿Convicción o cinismo?
Su principal contendor político cree que, entre otras cosas, el no tener educación superior y desconocer el funcionamiento de la administración pública han sido limitaciones para los cuatro últimos alcaldes de Piura, ¿usted qué piensa? No creo que la educación secundaria incompleta o el no tener estudios superiores sean una limitación para ejercer bien como alcalde. No lo es porque todos somos ignorantes de algo, además en el país son muchas las personas que no tienen educación y siempre nos cuestionan o juzgan, pero pocos preguntan por qué circunstancias no accedimos a la educación. La preparación académica sirve, pero no es suficiente. En el municipio tenemos funcionarios con especialidades y maestrías, pero veo que importa más identificarse con las necesidades de la gente y resolverle los problemas. Cuando se sabe qué necesita el pueblo, el político llama a los técnicos. Eso es lo que hago yo. No me siento menos por no tener un título profesional porque sé que, cuando existe interés por aprender, se aprende rápido. ¿Y hasta ahora qué ha aprendido usted? Cuando llegué a la municipalidad no sabía nada del tema de las obras, pero le puse interés y he aprendido. Lo mis-
mo me ocurrió en el Congreso: llegué y no sabía nada, pero me amanecía estudiando y viendo cómo podía plantear proyectos. Pero en el desarrollo de obras es donde usted recibe los mayores cuestionamientos, por ejemplo en la avenida Bolognesi se duda de la transparencia de la licitación y de la calidad de los trabajos, también hay una investigación por una presunta participación de sus familiares en las obras municipales. Sí, pero eso lo tomo como ‘gajes del oficio’. La obra de la avenida Bolognesi nació en un presupuesto participativo, es decir, no es una obra que propuse o que solo a mí me pareció bien. Era una obra necesaria y respondía a una demanda de la población. Podrán decir que no era necesaria, que esa avenida estaba en buen estado, pero no es cierto. Tengo las fotos de la zona de la bajada del óvalo Bolognesi, y eso estaba destruido. El segundo cuestionamiento tiene que ver con la demora en el cumplimiento de los plazos, pero lo que no se ha explicado en los medios es que se trabajó bajo la modalidad de concurso oferta, es decir, la empresa que gana hace el expediente y la obra. Cuando se hizo eso, el Organismo de Supervisión de Contrataciones del Es-
tado (Osce) observó el expediente y exigió que se considerara el cambio de alcantarillado, y se tuvo que desglosar los trabajos y volver a convocar la licitación. Al hacer eso se demoraron los procedimientos, y la otra empresa que ya había ganado reclamó porque perdía dinero con la espera. Esa empresa también cometió el error de romper las veredas, un trabajo que no estaba en el expediente y les hemos pedido que las repongan bajo su responsabilidad y costo. Y eso no lo vamos a pagar. Tampoco se ha dicho que la Dirección de Cultura no nos respondió a tiempo para mejorar la base del monumento a Bolognesi, así que ahí la dejaremos rota porque no podemos esperar más, y ahí habrá un deductivo. Si usted está en proceso de aprendizaje en la cuestión de obras, cómo sabe si los técnicos que son sus asesores no tienen malas intenciones, no la engañan o la incitan al error, por ejemplo… Porque no tomo decisiones con un técnico o un asesor solamente sino con un equipo. En esta gestión, el trabajo lo hacemos en conjunto, pero las decisiones las tomo yo como político, y soy responsable de ello porque fui elegida por el pueblo para solucionarle los problemas. 53
EN LA ALCALDÍA
¿Su mayor mérito electoral es haber recibido los votos de su esposo muerto?, ¿usted es una resucitada política? Hay un buen porcentaje de gente que votó por mí porque recordaba a Pepe [Aguilar], pero hay un buen porcentaje de personas que me respaldaron y me respaldan porque me conocen de años en el trabajo social que hice desde antes de que mi esposo fuera diputado y prefecto. Además, las campañas políticas de mi esposo siempre las hicimos las mujeres, y con ese bastión electoral siempre he trabajado. Cuando usted aparece en la lista de los congresistas tránsfugas que recibieron dinero de Vladimiro Montesinos, ¿imaginó que su vida política acabaría? Nunca pensé en tener una carrera política. Por eso, cuando mi nombre apareció en esa lista, solo pensé en que el momento de la verdad iba a llegar porque las cosas no sucedieron como se decía en aquel entonces. Y cómo sucedieron las cosas, porque la versión de Montesinos y Matilde Pinchi siempre fue que usted recibió 50.000 dólares para cambiarse a Perú 2000. Eso nunca sucedió. En su momento se trató de una desavenencia entre partidos políticos, y ya no viene al caso recordar eso porque el proceso está culminado. [La Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia la absolvió en el 2009].
Cuestión de promesas Su lista de promesas electorales fue extensa, ¿cuáles eran de su esposo y cuáles eran suyas? La mayoría eran promesas de Pepe [Aguilar], que al fallecer no se cumplieron. En esa lista se destacan las obras de saneamiento y seguridad ciudadana, y eso también es nuestro fuerte. Le hemos puesto agua por primera vez a 25 asentamientos y les estamos cam54
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biando las redes de alcantarillado a varios asentamientos y urbanizaciones. ¿Y cuáles fueron sus ideas? El plan regulador de rutas que ya fueron licitadas, pero quedan algunas pendientes que se irán licitando. La mayoría de las empresas que ganaron ya firmaron contratos, y en enero ya deben entrar unidades nuevas. Este plan ha sido un proceso muy largo, que incluye cosas tan básicas como la semaforización y señalización, hasta la determinación de por dónde deben transitar los vehículos. Aunque no lo quieran reconocer, y aunque enfrentamos muchos problemas, eso ha salido adelante y es muy positivo. ¿Y por qué ofreció cosas que no va a cumplir, como por ejemplo, la limpieza del río Piura? Ese es un proyecto que se trabaja en conjunto con el Gobierno Regional de Piura y la Municipalidad de Castilla. En la actualidad lo maneja el gobierno regional y nosotros estamos comprometidos y dispuestos a ayudar, pero hay proyectos grandes que sí estamos cumpliendo, como la vía de evitamiento, que ya se inició, y trabajamos expedientes de las avenidas Sánchez Cerro, Chulucanas y la Sullana. Todos esos expedientes están listos y nos han prometido el financiamiento y vamos a ver cómo están. Sí hay proyectos grandes para Piura que están saliendo poco a poco. Usted también prometió mejorar el Hospital Cayetano Heredia, y resulta que ese tampoco es un tema de la competencia municipal… Hemos mandado un memorial con los congresistas Marisol Espinoza y Santiago Gastañadui para que se construya un hospital de alta complejidad en Piura. La municipalidad ha donado el terreno para esa obra. Ese es el aporte y seguiremos apoyando todas las gestiones.
También dijo que reubicaría el aeropuerto… Ahí sí hay una promesa pendiente que lo retomaremosatravésdelarquitectoLeopoldo Villacorta,quienesmiasesorenesostemas. Pero ¿qué tanto puede hacer usted en ese asunto, que tampoco es de su competencia? Gestionar y recomendar como ente rector del desarrollo de Piura. Las vías siguen siendo el mayor de los pendientes. La avenida Circunvalación, por ejemplo, ha sido una de las más reclamadas por la población, incluso se cuestionó que se hiciera la Bolognesi y no la Circunvalación, que tenía más problemas… En la Circunvalación hemos trabajado mantenimiento porque ahí el gobierno regional tiene un proyecto de cambio de redes de alcantarillado y sé que ese proyecto ya avanza. A nosotros nos observó la Oficina de Control Interno cuando quisimos invertir en esa vía porque queríamos invertir 1’500.000 de soles en mantenimiento, y nos dijeron que ese monto no podía ser para un mantenimiento, así que ahora el cambio de las redes de agua y alcantarillado lo tienen a cargo el gobierno regional y la EPS Grau. ¿Al final de su gestión qué obras quedarán como las más importantes? Quiero dejar el terminal terrestre, la avenida Sullana, la prolongación Chulucanas-Sánchez Cerro, la avenida Sánchez Cerro con su by pass. También La Vía Integradora por La Legua. ¿Le alcanzará el tiempo? Claro que alcanza el tiempo; los expedientes están listos. Del 1 a 10, ¿cómo califica su gestión? Me pongo 15. Y espero llegar al 20 al final de mi gestión.
Pero el suyo parece un exceso de obtimismo. Siete de cada diez piuranos desaprueban su gestión. Lo sé, y aunque en Piura no me quieran, yo los entiendo. No han visto obras grandes, pero eso no quiere decir que yo no esté trabajando. He realizado gestiones, y mientras las obras grandes para Piura se preparaban, he trabajado en otras zonas. No me podía sentar a esperar. He gestionado la vía de evitamiento, ya está por salir el terminal terrestre, he gestionado la construcción de puentes, hemos trabajado en el plan vial, en la instalación de agua y desagüe en más de 25 asentamientos de Piura. Los piuranos al final de mi gestión tendrán otra idea cuando vean sus obras grandes. Alcaldesa, pero lo poco que se ha hecho en Piura está cuestionado y usted, sus familiares y sus funcionarios están denunciados o investigados por actos de corrupción y negligencia. No me preocupa que me denuncien o que cuestionen las obras. Eso se llama fiscalización, y me parece que está muy bien porque permite que instancias que no son las municipales investiguen y sancionen. Eso me ayuda a mí misma a que mi nombre al final de las investigaciones quede limpio y que la gente diga: ah, la investigaron, pero no se encontró nada o se sancionó a los responsables. La fiscalización en Piura es mayor, y no porque lo poco que hayamos hecho está mal sino porque hay más intereses políticos o más costumbre de fiscalizar, y está bien, no tengo miedo. ¿Cuál ha sido su mayor acierto? Trabajar e invertir para que más de 25 asentamientos y urbanizaciones de Piura tengan servicio de agua y al-
cantarillado. Eso, aunque no se vea como se vería una pista o un puente, a mí me parece básico, es el punto de partida para mejorar las condiciones de vida de mucha gente y para permitir otras obras después”. ¿Y cuál es su mayor desacierto? Pueden ser varios, pero creo que yo misma los escribiré al final de mi gestión y le diré a mi pueblo que me equivoqué en tales cosas. ¿Se va a la reelección? No tengo planificado eso, tengo otras cosas a las que les estoy haciendo seguimiento, aunque es mi movimiento político el que toma decisiones, pero a la fecha no me han dicho nada. ¿Y no le da temor aliarse con Atkins y que le diga al día siguiente de las elecciones que la alianza acabó, tal como dijo a sus aliados en las últimas elecciones? El movimiento lo ha invitado, pero no me han informado aún nada. Lo invitaron a un congreso, pero eso es todo, no hay nada dicho todavía. Nosotros ahora estamos haciendo obras, así que con él o sin él lo seguiríamos haciendo. ¿Su gestión cerró con un déficit de 14’000.000 de soles, ¿cómo se prepara para enfrentar la avalancha de protestas? Haremos maravillas. Nos recortaron el Foncomun y el canon y también el presupuesto para el distrito 26 de Octubre, que son 19’000.000 de soles para el 2014. El gobierno nos ha dicho que nos va a compensar, pero sobre todo porque queremos ver el tema del pago del personal y estamos preparando la venta de unos terrenos para cubrir ese déficit.
DE 1 A 10, ¿CON CUÁNTO CALIFICA LA GESTIÓN DE RODRÍGUEZ? LA CALIFICO CON...
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“Hoy la avenida Bolognesi está más bonita que antes. Otra de las cosas que me parece bien es el cierre de las vías del centro los domingos porque permite a los niños salir a jugar con sus padres. La alcaldesa ha colaborado en algo con el ornato de la ciudad, con acciones como la iluminación de edificios importantes. No obstante, su gestión tiene males: la componenda, la mentira, el aprovechamiento de los recursos públicos, licitaciones amañadas. Lo que es peor es que lo niegan. El cuestionamiento no es solo para la alcaldesa, sino también es para los regidores. Desafortunadamente no todos los medios de comunicación contribuyen al conocimiento de los hechos. Ahí sí creo que la mirada debe ser más constructiva porque nadie quiere que esta gestión fracase porque el mal es para todos los que vivimos en Piura”. MIGUEL MEDINA, SACERDOTE
LA CALIFICO CON...
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“Esta gestión es totalmente cuestionada por la falta de obras y por la corrupción. Por eso me parece bien que sean sus propios regidores, los de su movimiento, los que estén saliendo a denunciar. Los piuranos nos caracterizamos por ser buenas gentes, y a veces creemos que eso significa dejar hacer y dejar pasar. Lo que veo en esta gestión es poca voluntad de servicio. En política hay dos tipos de personas: los que postulan para ganar y los que postulan para gobernar en función del interés común. Nos ha tocado el primer caso. La alcaldesa se la ha pasado diciendo que los corruptos en su gestión deben ser ‘investigados para que les caiga el peso de la ley’ Pero nada hace. Miente.” CARLOS SÁNCHEZ, GERENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE PIURA 55
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MEDELLÍN DE LA MÁS VIOLENTA A LA MÁS INNOVADORA HACE APENAS VEINTE AÑOS, PABLO ESCOBAR ERA EL DUEÑO Y SEÑOR DE SUS CALLES, EN LAS QUE SE COMETÍAN 650 ASESINATOS AL MES. ¿CÓMO HIZO PARA CONVERTIRSE EN LA CIUDAD MODELO QUE ES HOY? TEXTOS: Paula Pérez / FOTOS: Alcaldía de Medellín
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ace veinte años y luego de una cacería de meses, un grupo de élite formado por 17 hombres del Bloque de Búsqueda de la Policía colombiana dio de baja a Pablo Escobar Gaviria, el más grande narcotraficante de todos los tiempos. Siete tiros acabaron con su vida cuando trataba de escapar por el tejado de una casa del barrio Los Olivos, en Medellín, la ciudad que lo vio convertirse en el ‘Patrón’. Para la época, esa ciudad, capital del departamento de Antioquia, había perdido en ríos de sangre hasta su eslogan: “La Ciudad de la Eterna Primavera”, y se había convertido por cuenta de la mafia en “La ciudad de la eterna balacera”. Dos décadas después, el panorama ha cambiado tanto que Medellín ostenta hoy el título de la urbe más innovadora del planeta, tras ganar el prestigioso concurso City of the Year otorgado por The Urban Land Institute, certamen auspiciado por The Wall Street Journal y Citygroup. La pujante ciudad industrial, ubicada a 400 kilómetros al noroeste de Bogotá y a 1.550 metros sobre el nivel del mar, fue postulada en el 2012 junto con otras 199 ciudades destacadas por ser ejemplo de innovación y transformación urbana. Luego de un año de votaciones de internautas y visitas de expertos, la lista se redujo a tres finalistas: Tel Aviv, Nueva York y Medellín. El 14 de julio del 2013, y a pesar de tener un presupuesto quince veces más modesto, Medellín venció a sus ricas y más fotogénicas rivales. Pero las distinciones no pararon allí. La fundación estadounidense Rockefeller acaba de incluir a Medellín dentro del selecto grupo de las 33 ciudades más resilientes del mundo, luego de analizar mil casos en los
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cinco continentes para cumplir con las metas de su proyecto de bandera: “100 Resilient Cities Centennial Challenge”. De Latinoamérica solo fueron seleccionadas cuatro ciudades más: Porto Alegre, Río de Janeiro, Ciudad de México y Quito. Todas ellas serán beneficiarias de una bolsa de cien millones de dólares que repartirá la Fundación Rockefeller entre las cien urbes que más se destaquen por sus avances en el campo de la resiliencia urbana, esa condición para sobreponerse a las mayores adversidades. ¿Cómo pasó Medellín del descrédito mundial a convertirse en tiempo récord en un ejemplo digno de imitar? La respuesta está en la manera cómo la ciudad sorteó los retos impuestos por la violencia y su abrupta topografía.
Ciudad del Diablo En los ochenta, Pablo Escobar, el hombre más rico del mundo según la revista Forbes, tenía allí el centro de operaciones del peligroso y mundialmente temido cartel de Medellín. Cuando Escobar le declaró la guerra al Estado colombiano, la ciudad se convirtió en la sucursal del terror, la guarida desde la cual el Capo de capos manipuló los tentáculos del narcoterrorismo hasta arrodillar la institucional de todo un país. Los siete mil homicidios anuales que registró en promedio la ciudad en aquellos años, la estigmatizaron como la más violenta del planeta, no eran ficción. Ojalá. En esa época, en que la cabeza de cada policía valía dos millones de pesos colombianos, salir a la calle para cumplir con las labores diarias les representaba a los medellinenses exponer su vida. La zozobra y el temor era el pan del desayuno. Así que mientras Nueva York conservaba su epíteto de capital del mundo, Medellín se destacaba por ser la capital del sicariato y la cocaí-
na. En el congreso norteamericano, un senador propuso bombardear la ciudad y a cambio recibió aplausos. Pero el problema social de Medellín no se circunscribía exclusivamente al fenómeno del narcotráfico organizado. Con la desarticulación del cartel de Escobar los problemas no cesaron. La colada se sangre, aunque menor, siguió salpicando las calles. El germen de la violencia ya estaba enraizado en las periferias de la ciudad, aferrado a las laderas escarpadas de esos cerros de la Cordillera Central de los Andes que bordean el estrecho valle llamado Aburrá, en el que se erige Medellín. Allí, en esas cumbres, se fueron levantando de manera desordenada, desde los años sesenta y setenta del siglo XX, asentamientos humanos alimentados por las familias más pobres, también ellas desplazadas por la violencia partidista que sufrió el país a partir de 1949 y que dio origen a los primeros movimientos guerrilleros. La realidad que vivía Medellín a inicios del siglo XXI era azarosa. Se asemejaba mucho a la crítica situación que padeció durante décadas Río de Janeiro por cuenta de la mafia enquistada en las favelas que acordonan la metrópoli más turística de Brasil. Al igual que esa ciudad, Medellín estaba cercada por peligrosos asentamientos improvisados en cerros de difícil acceso, donde la presencia del Estado era inexistente, o casi. Todos los días había balaceras, atentados con granadas, disputas entre las bandas por el control del territorio y, con él, del mercado de la droga. Los habitantes de esos morros marginales sufrían en carne propia el suplicio que implicaba ser pobre en la ciudad más desigual de Colombia. Vivir en esas laderas suponía para la mayoría de esas familias seguir reproduciendo el círculo vicioso de la violencia, pues era muy difícil
Medellín es la ciudad con el mayor desarrollo urbanístico del país. Sus vías son las más modernas de Colombia.
mantener fuera de la delincuencia a niños que no tenían a la mano oportunidades para surgir. En sus barrios no había parques, colegios, hospitales ni bibliotecas. En vez de vías tenían caminos polvorientos que se convertían en lodazales con las lluvias. Entre los jóvenes desempleados de esas comunas que surgieron sin ningún tipo de planeación urbana —y que más que barrios parecían laberintos empinados que desafiaban la gravedad—, el narcotráfico encontró una mano de obra barata y dispuesta a todo. Allí, aprovechando la pobreza, desigualdad y exclusión de sus habitantes, llegaron también guerrilleros y paramilitares a reclutar soldados por cientos, por miles. En la década de los noventa, el control territorial de muchos ba-
rrios estaba en manos de la guerrilla y de los paramilitares, ambas organizaciones criminales millonarias gracias a los dineros del narcotráfico. A inicios del 2000, los grupos paramilitares se propusieron erradicar a sangre y fuego la evidente penetración de la guerrilla en los barrios populares de la ciudad, especialmente en la Comuna 13. El objetivo era apoderarse por completo del lucrativo negocio de cocaína al menudeo en Medellín y retomar el control sobre ese estratégico pasadizo que conecta al sur de Antioquia con el mar Caribe, a 400 kilómetros de distancia. De ese periodo aún retumba en los oídos de los habitantes de la Comuna 13 la célebre Operación Orión, una toma sin precedente en Colombia
adelantada por 3.000 uniformados, entre soldados y policías. La Operación Orión sitió a los residentes de la zona durante cinco días, al tiempo que, desde helicópteros, las autoridades dispararon sobre los tejados de las casas buscando que los guerrilleros se replegaran o se entregaran. El saldo de desaparecidos tras esa ofensiva militar aún se desconoce. Lo que pasó después fue que los ganadores de esa zona, a solo media hora en automóvil del centro de la ciudad, fueron los grupos paramilitares, cuyos líderes mafiosos se habían declarado afines al entonces presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez. Es decir: semejante ofensiva militar terminó sustituyendo la presencia de un grupo terrorista por otro. En medio quedó la gente a su propia suerte. 59
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Era claro que la guerra que décadas atrás se concentraba casi exclusivamente en la selva colombiana estaba atrincherada en las callejuelas y recovecos de los barrios marginales de Medellín. Allí pescaban en río revuelto narcotraficantes, guerrilleros, paramilitares, delincuentes comunes y pandilleros. Ese fue el panorama que encontró Sergio Fajardo Valderrama cuando fue nombrado alcalde de Medellín en el 2003.
¿Por dónde comenzar? La Comuna 13 está ubicada al oeste de Medellín y está compuesta por 22 barrios. Tiene cerca 250.000 habitantes. Esta comuna, escenario de cruentas batallas que han dejado cientos de muertos y desaparecidos en la historia reciente, es precisamente uno de los ejes de intervención urbana que le ha valido a Medellín pasar en tan corto tiempo de ser un destino vetado a convertirse en un ejemplo de planeación y cultura ciudadana. Desde el mirador del barrio Las Independencias, Stefanny Jiménez Restrepo —joven de 15 años—, recuerda que, por donde hoy circula la gente en cómodas escaleras eléctricas cubiertas por techos anaranjados, antes había era un estrecho camino de barro por el que a diario bajaban muertos y heridos. La innovación consistió entonces en actuar de manera contraria a la lógica armamentista de entonces para atacar el problema de la violencia enquistada en las áreas periféricas, todas sumidas en la pobreza. Antes, los planes de intervención se reducían a la militarización de calles, esquinas, atrios de iglesias y parques. Y en realidad aquello no era más que un intento por mantener la pestilencia de los barrios encerrada, sin que su hedor bajara hasta el resto de la ciudad. Las autoridades locales de la Medellín, bajo el liderazgo del matemático Sergio Fajardo, apostaron por invertir en lo que 60
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3.000 millones de dólares es el presupuesto de la Alcaldía de Medellín. 85% de los cuales se destinan a la inversión social históricamente ningún gobierno local había invertido: la inclusión efectiva de la población menos favorecida. Medellín destinó gran parte de su músculo financiero a desarrollar un proyecto de urbanismo social sin antecedentes en Colombia, ni en América Latina, una apuesta de tal magnitud que logró articular a los barrios más deprimidos de Medellín con el resto de la ciudad atacando varios frentes rezagados que mantenían a esas zonas en la precariedad absoluta. Gracias a este cambio de mentalidad, la “Ciudad de la Eterna Primavera” ostenta un moderno e impecable sistema de transporte público que logró conectar a los habitantes de las comunas más pobres y distantes con el Metro de la ciudad, el único en Colombia, mediante un sistema diseñado allí: el Metrocable, un teleférico que, al sortear por el aire empinadas colinas, mejoró la calidad de vida de sus miles de usuarios. Las largas y tortuosas caminatas para llegar a casas en la cima de la montaña son historia. Por su parte, las modernas y cubiertas escaleras eléctricas de la Comuna 13, las mismas que parecen desde el aire toboganes de un parque de diversiones, reemplazaron a 350 escalones o, lo que es lo mismo, un vía crucis cuesta arriba equivalente a un edificio de diez pisos. La Empresa de Desarrollo Urbano de la ciudad, consciente de
que la transformación no podía ser solo urbana sino también cultural, se preocupó por liderar durante cuatro años un proceso de acompañamiento social con los vecinos de la obra para que la valoraran y cuidaran apropiándose de ella desde su inicio. El Proyecto Urbano Integral puesto en marcha por Sergio Fajardo puso a su Administración a trabajar en favor de un territorio articulado, no solo en términos urbanísticos, sino también en áreas sensibles para la población: salud, educación, cultura e innovación tecnológica. Colegios públicos de impecables instalaciones, centros de salud modernos, bibliotecas con tecnología de punta y puestos policiales donde el Estado no tenía presencia, fueron levantados en los cuatro puntos cardinales, en más de una docena de barrios periféricos, justo los más violentos. Los parques bibliotecas diseñados por prestigiosos arquitectos, como los colombianos Rogelio Salmona y Giancarlo Mazzanti o el japonés Hiroshi Naito, son otra de las iniciativas de Fajardo. Allí, fueron erigidas instalaciones equiparables a las de los países más ricos del mundo, todas públicas, sin costo alguno para los usuarios de los barrios. Los escenarios fueron complementados con puentes, piscinas climatizadas, canchas de fútbol y coliseos donde funcionan escuelas deportivas y de música, también gratuitas.
Urbanismo para acerar al excluido En el bajo mundo de las comunas golpeadas por la violencia es común oír el término ‘fronteras invisibles’, al referirse al impedimento que tienen los residentes de un barrio, donde lidera un grupo ilegal, para desplazarse con tranquilidad por las calles de otro barrio, bajo el control de un grupo enemigo. Para los habitantes de esas zonas deprimidas era tan difícil la movilidad por las condiciones topográfi-
EL MATEMÁTIC0 RESPONSABLE Sergio Fajardo Valderrama, de 54 años, es un político sui generis. De profesor universitario de lógica en universidades de EE.UU, Europa y América Latina y columnista de opinión pasó a político exitoso en menos de una década. Nacido en Medellín (1959), llegó a su alcaldía en 2004 como político independiente con el lema “Del miedo a la esperanza”. Estudió Matemáticas en la Universidad de los Andes (Bogotá) y obtuvo su Ph.D en la Universidad de Wisconsin. Y aunque su trabajo como matemático y científico fue arduo no lo aislaba de la realidad de su ciudad ni de su país. Sus logros son los suficientemente sorprendentes como para que ya tenga renombre nacional e internacional.
En sus palabras «Trabajar como matemático y científico no me aislaba de la realidad de la ciudad. Con un grupo de amigos, profesionales de distintas áreas que entendíamos la importancia de lo público, acostumbrábamos a reflexionar sobre cómo dejar atrás la historia de violencia y desigualdad no solo de esta ciudad, sino de toda Colombia. A veces nos sentíamos impotentes al ver el estado de las cosas. Gran parte de los políticos de siempre no estaban más que representando sus propios intereses y no los de la ciudadanía». «Decidimos que como los recursos públicos son sagrados teníamos que definir lo que para nosotros es la transparencia. La transparencia es una forma permanente de rendir cuentas en lo público a través de un plan de desarrollo que ha sido el más discutido en el concejo de la ciudad. Esta actuación está basada en un principio fundamental para nosotros: coherencia. La coherencia se transforma en confianza, de modo que
Buena parte de la transformación de la ciudad la lideró el ex alcalde Sergio Fajardo.
todos los actos y propuestas que hemos hecho públicos los hemos mantenido de manera coherente en el tiempo». «Las intervenciones sociales que nosotros adelantamos van abriendo un espacio para toda la ciudad, pero en especial para las víctimas del conflicto, para que puedan tener acceso a oportunidades que les permitan condiciones de dignidad. Hemos hecho novedosos programas para buscar una reparación a las víctimas, mucha de la cual es afectiva, simbólica, asociada con el proceso de reinserción. Nuestra fórmula ha sido disminuir la violencia, ir recuperando la legitimidad, y cada disminución de violencia la hemos convertido en una intervención social que le da a la gente un mundo de oportunidades ». «Vengo del mundo académico y de los académicos siempre se sospecha de incapacidad para gestionar, porque se supone que hay una gran distancia en-
tre la teoría y la acción. Lo que hemos demostrado es que se puede hacer una buena gestión basada en la capacidad de entender y explicarle a la gente las cosas». «Tengo la convicción de que una de las formas para construir una sociedad más justa, donde las personas independientemente de su condición social se vean representadas y se vean incluidas, es conviertiendo a lo público en un mecanismo de igualdad social. Eso lo creo firmemente. Es la expresión de la sociedad diciéndole a la gente que ahí estamos todos juntos, en lo público. No es cuestión de encargar de la educación pública a un privado que vaya y dicte muy buenas clases en los colegios, sino que es la educación pública la que debe ofrecer la calidad en la educación, porque es la forma de decir que todos hacemos parte de una sociedad que ofrece las oportunidades a todos por igual» 61
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Medellín desarrolló una ambiciosa red de bibliotecas, que está en el Planetario Municipal. El ingreso es gratuito para los habitantes de los sectores más pobres.
cas que algo tan simple como acceder al centro de la ciudad era un tarea de horas. Hoy no es así. Ahora, a cualquier niño de estos barrios periféricos de Medellín le queda fácil desplazarse de forma cómoda, rápida y barata por el sistema público de transporte al museo interactivo Explora, por ejemplo, un complejo de exhibición científica que incluye un acuario de 20.000 metros cuadrados con algunos de los peces más sorprendentes de Colombia. O puede pasar la tarde en el Jardín Botánico o el Museo de Antioquia, sitios en los que su ingreso es gratuito todo el año. Todo ese esfuerzo, hecho con dineros públicos rigurosamente vigilados por las mismas comunidades beneficiadas, ha logrado un milagro. Aníbal Gaviria Correa, actual alcalde de Medellín, expone con orgullo la reducción de muertes violentas en 2013, en especial en la zona de influencia de las escaleras eléctricas de la Comuna 62
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13, donde se pasó de 400 muertes al año a menos de 120 en el último año. Pero la transformación de Medellín se logra apreciar en su real dimensión al contrastar los 6.800 asesinatos cometidos en 1991 con los menos de 1.000 registrados el año que acaba de pasar. Un estudio publicado por la Universidad de Antioquia concluye que la reducción de los índices de criminalidad en una proporción superior al 90%, no solo en la Comuna 13 sino también en las demás zonas de la ciudad donde antes imperaba el hampa, se debe al impacto positivo que han tenido las obras de infraestructura realizadas por la alcaldía. Otros estudiosos del fenómeno de la violencia en la ciudad, como el de Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, creen que la pacificación de Medellín no solo es producto del urbanismo social sino que también obedece a lo que él llama el Pacto
de Fusil, un acuerdo de paz que no es reconocido por las autoridades policiales ni civiles, pero del que se habla en voz baja en las calles. Este acuerdo implicaría un cese de hostilidades entre las bandas más poderosas, Los Urabeños y Los Rastrojos. Con pacto entre los delincuentes o sin él, lo cierto es que hoy día caminar por las calles de Medellín es otra cosa. Ni siquiera se ven basuras en las esquinas, un paisaje común a mediados de los años noventa, cuando preservar la vida era una prioridad mayor que recoger los desperdicios. Tampoco hay huecos en las calles ni grafitis en las paredes de las edificaciones de última generación, y que contrastan con la precariedad de las viviendas vecinas. Es conmovedor, admite Sergio Fajardo, ver las bibliotecas con niños leyendo o investigando sus tareas en modernas computadoras que les pertenecen y que hace solo unos años solo podían ver en los anuncios de la televisión.
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EN EL PAÍS
PERÚ CLASIFICA
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Nuestra selección DE LO S ladrones DEL DINERO verdadero Dream Team público es un , con goleadores de la talla y Falcao. Algunos de sus goles son ejemplo del de Messi, Ronaldo mayor oportunismo.
LA CORRUPCIÓN
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erú, tan mediocre en fútbol, tan incapaz de ganarse un cupo al mundial, sería en cambio un aspirante a campeón en el torneo universal de los políticos corruptos, algo así como la versión de la selección española con su Casillas, Iniesta, Chavy, Piqué, Villa, y aún más sorprendente: con refuerzos de la talla estelar de Ronaldo, Messi y Falcao, todos arropados bajo el mismo uniforme blanco y rojo. Si la corrupción otorgara un trofeo de oro, la selección peruana de los corruptos sería el Dream Team. El riesgo, claro, es que el trofeo ganado con sobrados méritos jamás alcanzaría a llegar al país, perdido quién sabe dónde, entre jugadores de virtudes tan demostradas. Para la selección de nuestro equipo patrio de los más sucios, ladinos, tramposos y mentirosos podría bastar apenas un repaso por nuestro acontecer político de los 13 últimos años, justo tras la caída del astro Fujimori, número diez, goleador y matador en el área contraria en opinión de los jueces que lo sentenciaron por cargos de malversación de fondos públicos y delitos de lesa humanidad. En el Congreso de 2006 al 2011, después de retomada la democracia, de un total de 120 congresistas, 82 habían recibido denuncias por delitos y faltas graves contra su investidura. 27 de ellos habían estado envueltos en escándalos de corrupción, aunque solo cinco fueron desaforados. Gerardo Távara, secretario general de la Asociación Civil Transparencia, viene estudiando el tema del Parlamento peruano, y su conclusión es que los partidos políticos no han sabido ni querido reforzar sus estructuras en aras de la democracia. “Existe un dato muy curioso, según 66
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el cual los congresistas resultan electos por sus provincias y pronto compran propiedades e instalan negocios en Lima, no en sus lugares de origen”, advierte, y se pregunta: ¿Qué lleva a una persona a meterse en la política? la cuestión siguientes es: ¿se trata de un genuino interés por ayudar en la construcción de una mejor sociedad, más justa, equitativa y desarrollada, o se trata apenas de un interés de lucro? Según el informe Barómetro Global de la Corrupción 2013, de la organización Transparencia Internacional, el Poder Judicial es la entidad más corrupta del Perú. Así lo cree un 85% de los ciudadanos. El descrédito de la Policía alcanza el 80% y los partidos políticos el 81%. Es decir, de cada diez peruanos, menos de dos les creen a esas instituciones, justo en la base de la organización social. Para más de ocho de cada diez peruanos, los jueces, los policías y los políticos son corruptos. En ese mismo estudio sobre percepción de la corrupción, el Perú bajó del puesto 78 al 80, lo que significa que la percepción de corrupción aumentó en el país. Eso equivale, ni más ni menos, a ascender en el escalafón de la FIFA, donde nuestra desacreditada selección de fútbol se ubica en el puesto 39. Pero hay que ser justos: el país con la percepción de corrupción más alta de la región es Venezuela, en el puesto 173 de entre 182 países. El sitio de análisis y negocios Maplecroft, con sede en Inglaterra, también publicó este año su lista de los países con mayores índices de corrupción. La lista, conocida como The Corruption Risk Index, ubica a Perú en el rubro de alto riesgo. Es decir, con riesgo de campeonar.
Un poco de historia El miércoles 13 de noviembre, ese número que algunos creen del diablo, hacía metástasis un tumor detectado 21 años atrás, durante el gobierno de Alberto Fujimori. Las células cancerosas
del montesinismo volvieron a aparecer en la política peruana para extenderse por todos los órganos del Estado, desde la Policía Nacional hasta Palacio de Gobierno, donde se suponía que la quimioterapia democrática había erradicado cualquier vestigio de la peste. A la mañana de ese día, los que leían veían o escuchaban noticias sobre el operador montesinista Óscar López Meneses creyeron por un momento estar de vuelta en los noventa, cuando las balas zumbaban las cabezas, los coches bomba estallaban por los aires y el dinero oficial se repartía en fajos dentro de bolsas de papel. Cada hora que pasaba, la trama del resguardo policial del ex yerno del prófugo general Víctor Malca implicaba a las más altas esferas del poder. Adrián Villafuerte, consejero presidencial acusado también de montesinista, esa mañana rompió su silencio y se comunicó con la emisora radial más sintonizada para lavarse las manos al aire. Dos días después renunció casi a la par con el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza. Los comentarios en las redes sociales advertían la similitud con la aparición de los ‘vladivideos’ que destaparon parte de la red de corrupción forjada desde el Estado por el entonces presidente Alberto Fujimori y su consejero presidencial. Las redes recogían también los comentarios de gente que recordaba la historia no oficial del levantamiento de Locumba -gesta del hoy presidente Ollanta Humala- como cortina de humo para la fuga de Montesinos en el velero Karisma. ¿Cuánto ha crecido la corrupción en el Perú? ¿Cuánta fortuna llegan a amasar los corruptos con el dinero que se supone de todos? ¿Se puede hacer algo, algún procedimiento clínicamente pobrado contra ese cáncer?
El inicio y lo heredado La corrupción en el Perú más reciente parece haberse institucionalizado el
“¿Cuánto ha crecido la corrupción en el Perú? ¿Cuánta fortuna llegan a amasar los corruptos con el dinero que se supone de todos? ¿Se puede hacer algo, algún procedimiento clínicamente pobrado contra ese cáncer?”
5 de abril de 1992, con el autogolpe de Alberto Fujimori. Según los estudio académicos más juiciosos, el fujimorismo y sus cuentos chinos, entre 1990 y el 2000, no costaron cerca de 14.000 millones de dólares, lo mismo que costaría comprar una isla en el caribe más radiante. Según el historiador Alfonso Quiroz, las cifras demuestran que el costo promedio anual de la corrupción oficial en la época de Fujimori fue de 1.400 millones de dólares, y que representó alrededor del 35% del gasto presupuestal de un año. “Estos costos institucionales dejan una herencia de mediano y largo plazo difícil de sobrellevar, además de constituir la base para un muy posible resurgimiento de la alta corrupción en el futuro cercano”, advirtió Quiroz en su libro Los costos históricos de la corrupción en el Perú Republicano. A pesar de que este gobierno ha logrado repatriar 185 millones de dó-
lares, aún tenemos como deudores a los más grandes saqueadores: Fujimori hasta el momento no ha cumplido con pagar ni un sol de los 27 millones 400 mil soles de reparación que le impusieron por incurrir en delitos de peculado, cohecho y usurpación de funciones. La deuda de Montesinos es mucho mayor y sobrepasa los 400 millones de soles. En su caso ha pagado solo la mínima cantidad de 1’150.153 soles. En total, los condenados por corrupción del gobierno de Fujimori deben al Estado S/. 1.708 millones de reparación civil. Los corruptos han hecho de esta una manera de inversión segura: saquear recursos públicos y no devolver nada, a pesar de sentencias en su contra. Alberto Kouri —protagonista de un vladivideo que desencadenó el derrumbe del régimen fujimorista — también incumple con el pago de reparación civil al Estado, pues se declara sin recursos, 67
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pero registra un llamativo movimiento migratorio: desde que salió de la cárcel en el 2006 viajó al exterior 22 veces. El primer viaje –por siete días, a Brasil– es del 22 de abril del 2006, dos meses después de cumplir una pena de prisión efectiva por los delitos de enriquecimiento ilícito, cohecho pasivo y tráfico de influencias. Otro que mantiene una deuda impaga es el lugarteniente de Montesinos, Roberto Huamán Azcurra, con 4 millones de soles por concepto de reparación civil. Cosa curiosa: las ex esposas de Azcurra y de Kouri solicitaron la “desafectación” de los bienes embargados por la Procuraduría Anticorrupción. Y, aunque parezca increíble, la justicia falló a favor de ellas en primera instancia y dejó sin piso a la Procuraduría que lidera Julio Arbizu. Es decir, 68
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los corruptos viven en paz, bajo el amparo de sus esposas, solventes, dueñas de sus bienes.
Negocio rentable “La corrupción en el país es altamente rentable, no tiene costo, ni los corruptos sanción alguna”. Esta fue la introducción del contralor Fuad Khoury durante su presentación en la Comisión de Fiscalización del Congreso. En los últimos años han habido más blindajes que sanciones. El primer salvado del actual gobierno fue Omar Chehade, quien, por un voto, se salvó del desafuero parlamentario tras su reunión en Las Brujas de Cachiche. Al final, su único castigo fue dejar la vicepresidencia de la República, aunque un poco paciente pudo obtener su recompensa cuando, el año pasado, recibió la
presidencia de la Comisión de Constitución, una de las más importantes. Su hermano, Miguel Chehade, quien no cuenta con su inmunidad, recibió una sentencia de cinco años de prisión por los mismos hechos. Otro que se libró fácil de la justicia fue su colega de bancada Emiliano Apaza, quien está en el Congreso pese a haber omitido consignar en su hoja de vida una sentencia vigente por delito de contrabando. En la misma bancada oficialista, Celia Anicama, la popular ‘Revocable’, se salvó del desafuero por asegurar que el delito fue cometido antes de ser legisladora. Igual caso sucedió con Eulogio Amado Romero, el ‘Comeoro’, denunciado por cometer delitos ambientales. Michael Urtecho, de las filas de Solidaridad Nacional, instauró un negocio
sobre ruedas en el Congreso: contratar empleados a los cuales les recortaba el sueldo para desviar porcentajes en favor suyo. Hasta la fecha solo ha recibido una sanción de la Comisión de Ética. Un llamado de atención. En la acera de la oposición, Cecilia Chacón modela sus curvas por el Hall de los Pasos Perdidos pese a tener una sentencia de cuatro años de prisión suspendida. Junto a ella, también modela su colega de bancada Maria López Cordova,pese a que la fiscalía ha pedido diez años de prisión en su contra. Nuestros congresistas son así. Y producen más sentencias que proyectos de ley. El Parlamento no solo les otorga un salario de 15 mil soles mensuales, que asciende a 22 mil soles sumando el bono de representación, sino que también les asegura una capa de
inmunidad, un favor que no tiene precio y que los reviste de un poder casi absoluto, y absolutorio. Si los Padres de la Patria no respetan las leyes, ¿qué se puede esperar de las demás instituciones del país? La encuesta del Barómetro de las Américas, realizada por la Universidad de Vanderbilt, muestra que en algunos países latinoamericanos, como Perú, México y Honduras, el porcentaje de personas que dicen que algún policía o empleado público les ha pedido un soborno es de 28%. La encuesta fue hecha a 40.000 personas en 26 países. ¿Cuánto nos cuesta la corrupción rampante? Entre auditorías realizadas por la Contraloría, entre enero del 2009 y julio del 2011, se detectaron pérdidas por 68 millones de
soles. El consultor internacional y catedrático Robert Klitgaard determinó que el costo de la corrupción en la economía de los países de Latinoamérica puede comprometer el 58% de sus recursos públicos, pues al afectar los sistemas de contrataciones, judicial y financiero, aleja las inversiones, crea un sistema económico paralelo y dilapida los recursos para la inversión social. La Contraloría peruana ha estimado que los primeros indicios del impacto de la corrupción en nuestro país equivale al 13% del presupuesto nacional destinado a compras e inversiones. Es decir, las pérdidas rondarían los 9.000 millones de soles. “Para alcanzar un crecimiento auto sostenido se requiere una tasa anual del PBI de entre 5 a 8 por ciento en el largo plazo, pero debido a la corrupción sistemática y descontrolada, el Perú perdió o distribuyó mal el equivalente de aproximadamente el 50 por ciento de sus posibilidades de desarrollo”, cree el historiador y analista Alfonso Quiroz. El Perú seguirá perdiendo sus recursos más sagrados mientras el Congreso no apruebe herramientas para detectar, cazar y sentenciar a los corruptos. Una de esas herramientas es la imprescriptibilidad de los delitos anticorrupción o la muerte civil. Para aprobar otros temas por unanimidad, por ejemplo el Día de la Marinera o el Día del Ceviche, los congresistas votaron al unísono, sin demoras, y en pleno acuerdo, justo antes de la hora de almuerzo, como un gesto feliz y espontáneo. La pregunta es: ¿Cuál ha sido el gobierno menos corrupto del Perú en los últimos años? “El de Billinghurst, 1914, hace 99 años”, cree Alfonso Quiroz . Es más que solo una metáfora: en el mundial de fútbol de la corrupción, nosotros, los ciudadanos, somos el balón. 69
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ARBIZU: PROCURA PERO NO ALCANZA
El procurador anticorrupción sabe de sus limitaciones y admite que, sin mayores herramientas, la caza de los corruptos es esfuerzo perdido, dentellada sin dientes. Gesto inútil, o casi. ¿Qué fue lo primero que se le vino a la cabeza cuando lo nombraron procurador anticorrupción? Pensé en el trabajo que me esperaba. Mi paso previo por la Procuraduría Ad Hoc ya me había enseñado los sacrificios del cargo. Pensé en mi familia y cómo iba a conciliar la carga con el tiempo para ella. ¿Ha cambiado su pensamiento sobre el cargo desde que lo nombraron hasta la fecha? Siempre supe que no iba a ser fácil. Yo tengo, además, una carga temperamental que no me deja hacer o decir cosas a media voz. Soy frontal siempre que tenga que serlo. De modo que sabía que iba a ganarme muchos enemigos. Lo que no sabía, y no deja de sorprenderme, era la pasión que algunos le iban a poner a sus diferencias. ¿Cómo encontró la oficina de la procuraduría? ¿Cuánta carga ‘laboral’ había? La verdad es que encontramos una oficina muy mal organizada. Sin criterios para la asignación de causas, sin estadísticas de nada. No sabíamos con certeza el número de casos que se veían a nivel nacional, no se sabía la situación jurídica de los investigados o procesados. Por supuesto no se sabía la deuda que los condenados le debían al Estado ni cómo 70
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la iban pagando. Recuerdo que en la entrega de cargo se nos dio información de aproximadamente 5.000 casos. Hoy, sincerada esa carga, tenemos cerca de 20.000 casos a nivel nacional, sin contar los expedientes en ejecución”. A casi ya tres años de labor, ¿tiene las herramientas necesarias para combatir la corrupción en el país? No todas las que quisiera. Un problema gravísimo es, por ejemplo, la lentitud con la que se puede contratar al personal CAS. Si un abogado se va y se convoca a concurso para reemplazarlo, el procedimiento puede tardar hasta un mes y medio, tiempo en el cual no tendremos ese puesto, y los casos de ese abogado saliente deben ser reasignados preventivamente. Falta presupuesto también. Y, por otro lado, como no somos unidad ejecutora, cada pedido que hacemos (para mejorar las oficinas en provincias, por ejemplo) tarda una eternidad. ¿Qué herramientas está necesitando hoy a gritos? Las principales herramientas nos las hemos buscado. Los embargos en forma de secuestro conservativo [los bienes de los condenados], como parte del cobro de las reparaciones civiles, es una excelente herramienta. También
el Decreto Supremo 03-2012-JUS, que sujeta la concesión de beneficios penitenciarios al previo pago del íntegro de la reparación civil. Pero falta mucho. Una herramienta muy poderosa sería la ley de imprescriptibilidad. A nuestra gestión le toca el periodo en que muchos casos de la organización criminal de los noventa empezarán a prescribir por el paso inexorable del tiempo. Necesitamos de una herramienta que no permita que se instale la impunidad. Otra es la muerte civil. Esperemos que ambas iniciativas se aprueben en el Parlamento más temprano que tarde. ¿Ha sentido alguna vez una falta de apoyo desde las más altas esferas a su labor? Ha habido casos como las resoluciones que dieron la razón a Beto Kouri y Huamán Azcurra en contra de lo dispuesto por la Procuraduría. Bueno, esos son casos en los que discrepamos absolutamente de lo resuelto por el Poder Judicial. Y muchas veces nos sorprenden algunas decisiones que parecen no ser analizadas desde la perspectiva del Estado como víctima. Lo lamentamos mucho, pero tampoco creo que sea una actitud institucional. Hay jueces valientes como el doctor Segismundo León, por ejemplo, que declaró fundada la pérdida de dominio
Julio Arbizu admite que él y su familia han sufrido amenazas, pero dice que prefiere hablar de su trabajo, de nada mas.
de una casa que figuraba a nombre de un testaferro de Vladimiro Montesinos. Esta, que es la primera sentencia de pérdida de dominio en la historia judicial peruana, se inició por un pedido nuestro y se resolvió —como digo— con una magnífica sentencia. ¿Cuántas metas se han quedado estancadas en la Procuraduría por la falta de apoyo, ya sea del Gobierno, del Congreso, del Poder Judicial o de la fiscalía? Nosotros tenemos más de cinco pedidos de embargo que no se resuelven en Poder Judicial, y los tenemos pedidos hace varios meses. Como dije antes, creo que esta es una herramienta sumamente valiosa, que lamentablemente no podemos utilizar como quisiéramos. ¿Aún no podemos librarnos de la mafia incrustada en el aparato estatal por Fujimori-Montesinos? El caso López Meneses ha demostrado que aún hay operadores bajo la sombra. Yo creo que si bien ya no existe la organización criminal que asaltó el poder en los noventa, sí ha dejado su hue-
lla en varias instituciones del Estado. Creo que se han formado núcleos de corrupción en algunas instituciones públicas. Esos núcleos se van relacionando entre sí y pueden ser muy vigorosos porque en muchos casos tienen las condiciones (leyes, directivas o diseños administrativos) para seguir alimentándose. Esa herencia de la mafia es mucho más difícil de combatir. ¿Qué siente el procurador cuando ve, por ejemplo, que un congresista incurre en un acto de corrupción? Es lo que te digo: por ejemplo en el Congreso, las normas [o la ausencia de ellas] permiten que un congresista pueda recortar el sueldo de sus trabajadores. Por otro lado, creo que los altos funcionarios que cometen delitos contra la administración pública están violentando un deber de cuidado que tiene estándares más altos que los de cualquier otro funcionario. El reproche es mayor. ¿Y qué siente cuando ve que alguno de ellos —especialmente los fujimoristas— lo atacan desde su tribuna? Incluso hasta
lo han denunciado… Es lo que decía al comienzo. Era perfectamente previsible que aquellos que defienden determinados sucesos del pasado con un entusiasmo digno de mejor causa se sientan amenazados. Cada vez que alguien me denuncia lo recibo con la tranquilidad de estar haciendo bien mi trabajo y a veces también como un premio. A todo eso, ¿cuántas denuncias ha recibido hasta la fecha y de parte de quiénes? Las que recuerdo son una querella de Alejandro Rodríguez Medrano, una denuncia de la esposa de Albero Kouri [que ya está archivada], una denuncia de tres Congresistas (también archivada), una más de un solo congresista, que está en giro, una de Alexis Humala, quien ahora me acaba de enviar otra carta notarial amenazando denunciarme nuevamente. Seguro hay más, pero no las recuerdo. ¿Y cuántas amenazas ha recibido usted o su familia en lo que va de su gestión? Muchas y de diferentes formas, pero prefiero no detenerme en eso. 71
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BOMBEROS SIN AUXILIO NO TIENEN AGUA NI PARA VACIAR RETRETES
Pese a que se trata de un servicio de primera necesidad, uno que solo se usa en emergencias, ellos deben lidiar con equipos obsoletos y vehículos que no funcionan. ¿Quién podrá socorrer a quienes se jugarían la vida por nosotros en un incendio?
TEXTO: Marlon Morales / FOTOS: Luis Luna
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i hubiese un gran incendio en Piura, deberíamos encomendarnos al Señor Cautivo de Ayabaca y no a los bomberos para que apague las llamas. En la Compañía de Bomberos Número 25, ubicada en un edificio de tres pisos en la calle Tacna, no cuentan con recursos suficientes. “Ni siquiera tenemos agua para vaciar los retretes”, admite uno de los diez bomberos que hace guardia junto a la radio de la compañía. Hace ocho meses que la única ambulancia de la estación no funciona. Y la lista de sus males es enorme: la cisterna, que es el camión en el que transportan el agua, no tiene motor. La autobomba, otro de los vehículos especializados, no tiene frenos. Los equipos de protección y de rescate están rotos, las botas descosidas y los cascos abollados. Además hace falta renovar los trajes contra incendios, los cuales tienen ya 10 años de uso. La lista de limitaciones de la Compañía de Bomberos Número 25 es escandalosa, como el ruido de una sirena. Les hace falta arneses, mascarillas, tanques de oxígeno, mangueras y camillas. En un incendio, todo lo que ahora usan podría ser combustible y arder con las llamas.
Red inútil Otra de las dificultades que mantiene en emergencia a los bomberos de Piura son los hidrantes contra incendios. Según la EPS-Grau, empresa privada que presta servicio de producción y distribución de agua, no existe información técnica actualizada sobre la ubicación y estado de la red de hidratantes. Es decir, no se sabe dónde están, ni cómo. 74
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Isaac del Rosario Talledo, vicecomandante departamental del cuerpo de bomberos de Piura, explica que el principal problema con la red de hidratantes es que no tienen buena presión para expulsar agua. Por algunos, abiertos al máximo de su capacidad, solo sale un eco de ruido, como si fuera la boca de un animal que agoniza. Pero ni una gota de más nada. Del Rosario dice que sin los hidrantes como recurso contra incendios, su único recurso es el Señor Cautivo de Ayabaca, a quien ya nombraron bombero vitalacio. La Compañía de Bomberos Número 25 cuenta con 60 miembros, todos voluntarios, pero solo 10 permanecen en la estación. Se trata de hombres obstinados de las más variadas profesiones y trabajos, algunos con apenas los cursos básicos. Jonathan Guaylupo, por ejemplo, es abogado; Henry Salazar, ingeniero mecatrónico; y Julio César Vargas, que trabaja como bombero industrial en una empresa privada. Su único sueldo como rescatistas siempre a la espera es la gratitud de las personas, nada más. Ellos son conscientes, cuando acuden a un llamado de auxilio, que sus trajes son obsoletos y que los tanques de oxígeno no son suficientes. Para combatir un incendio solo tienen tres mascarillas, y los tanques deben recargarse porque no duran más de treinta minutos. La única cisterna tiene capacidad para 800 galones de agua, y se requieren tres minutos para vaciarla. Cuando el agua se agota y el incendio persiste, los bomberos deben pedir auxilio, entonces llaman a la municipalidad para que los respalde con alguno de los camiones cisterna con que se riegan los jardines de la ciudad. El problema es que las cisternas del municipio no llegan a tiempo o se averían en el camino.
EL ESTADO PERUANO DESTINA UN PRESUPUESTO NACIONAL QUE ES ADMINISTRADO POR LA COMANDANCIA NACIONAL DE BOMBEROS. ESTE DINERO ES DESTINADO A COMPRAR EQUIPAMIENTO Y PARA PAGAR A LOS ADMINISTRATIVOS Y CHOFERES RENTADOS. LIMA DESTINA A PIURA PARA SUS 12 COMPAÑÍAS 14 MIL SOLES MENSUALES. 75
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Los trajes, las botas, las llantas de repuesto de los camiones y hasta la mangueras están rotas. Uno de los camiones ni siquiera tiene motor. 76
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No tienen apoyo Hace 20 años que la Compañía de Bomberos Número 25 no recibe el apoyo de la autoridad local. La última donación fue hecha por el gobierno Central en 1992. En aquella ocasión se entregaron dos cisternas y diez trajes de protección personal. Hoy solo funciona una cisterna y los trajes están rotos y gastados. Guillermo Rodríguez Ordinola, teniente brigadier del cuerpo de bomberos, dice que a pesar de las constantes peticiones de ayuda a las autoridades, tanto regionales como municipales, todos se niegan a apoyarlos. “Ni la alcaldesa ni el presidente regional se han acercado a nuestro local”, reclama. La otra compañía de bomberos de la ciudad es Santa Rosa Número 79, ubicada en la urbanización Piura. Sus voluntarios atienden a partir de las tres de la tarde, jamás antes. Los vecinos de la zona aseguran que nunca han sufrido un incendio en el sector, pero piden que si alguno ocurre por la tarde, los bomberos estén de guardia. “Aunque tal vez no podrán hacer mucho porque justo por la tarde, la presión del acueducto es muy baja”, advierte un vecino, y recuerda que por la noche nunca hay servicio y que de los caños no sale nada.
Un pedido justo A fines del 2010, el entonces brigadier y hoy vicecomandante Isaac del Rosario Talledo hizo un requerimiento al gobierno regional: pidió dos autobombas y dos unidades médicas de categoría 3 para las dos compañías de Piura, además de equipos de protección personal, trajes y tanques de aire comprimido. Instrumentos sin los cuales atender un incendio es una temeridad, un
Hace 20 años que la Compañía de Bomberos Número 25 no recibe el apoyo de la autoridad local. La última donación fue hecha por el gobierno Central en 1992. gesto del todo inútil. Sin embargo, el Gobierno Regional cambió el pedido por 11 cisternas, que serían repartidas a cada una de las doce compañías del departamento. Del Rosario asegura que de nada servirán estas cisternas, pues no tienen capacidad para almacenar agua suficiente, tampoco se desplazan a velocidad; no pueden lanzar agua a distancia y son difíciles de maniobrar. Sostiene también que es mejor que se donen autobombas con gran capacidad de almacenamiento de
agua, más salidas para mangueras, pues estas resultan más efectivas. “Piura es una ciudad que está creciendo tanto en población como en infraestructura, lo que aumenta las posibilidades de que ocurran más incendios y emergencias más complejas. Nosotros, los bomberos, debemos estar preparados para actuar, pero no podemos hacerlo solo con el deseo. Hacen falta equipos y vehículos”, dice el vicecomandante y agrega: “Lo que necesitamos son autobombas y no cisternas. Esto es una burla de las autoridades que suelen desatender nuestras peticiones de apoyo y se quedan tan campantes, en sus oficinas, alejados de la realidad”. Todo puede empeorar: antes de finalizar el 2013, se supo que el ofrecimiento de las 11 cisternas se redujo a dos. Es decir, el saldo de los equipos esenciales para los bomberos sigue del mismo color de sus trajes maltrechos. En agosto pasado, la Compañía Número 25 cumplió ochenta años de fundación. En todo este tiempo se ha sostenido gracias a la entrega de sus miembros voluntarios. Pese al buen ánimo y las ganas por ayudar a la gente, el esfuerzo parece ser insuficiente. Ellos creen que ya es momento de que las autoridades se comprometan y atiendan sus reclamos, que alguien los socorra. Como si ya no estuvieran ahogados por la falta de agua, y de equipos, los bomberos deben lidiar con la irresponsabilidad de algunas personas que llaman a los teléfonos de emergencia para crear confusión e insultar a los voluntarios. De las cerca de cien llamadas que se reciben a diario sólo tres son para reportar una emergencia cierta, felizmente. 77
EN SUS PALABRAS
Nelson Peñaherrera C. Sociólogo y experto en desarrollo
DOS DE HIDRÓGENO, UNA DE OXÍGENO Y MUCHA PLATA Exterior, día, grifo. Usted llega con su camioneta. Ya sabe, a ella le gusta la gasolina. “Maestro, ¿le chequeo el aceite?” Claro, a lo mejor necesita cambio. “¿Le limpio las lunitas, maestro?” Sí, ¿por qué no? “¿Le reviso la presión de las llantas?” este… bueno. “¿Le veo el hidrógeno?” El ¿qué? No alucinemos mucho. Si la idea de un grupo de estudiantes de la Universidad de Piura consigue ese bien preciado llamado financiamiento, es posible que pronto esta sea una escena corriente en las estaciones de servicio piuranas. El hidrocar, un aditamento que optimiza el consumo de combustible usando hidrógeno, el primer elemento de la tabla periódica (gas, para más señas), acaba de obtener un Premio Nacional para Quitarse el Sombrero, en la categoría de Ecología. El artefacto, que a decir de sus desarrolladores, no implicará esas tediosas y costosas modificaciones como las de gasolina-a-gas, fue manufacturado en Piura. No es el único hito en la ninguneada historia de la ciencia y la tecnología regionales. En Sullana el ingeniero informático Jonathan Salazar, ejerciendo la docencia en el colegio Santa Rosa, ha conseguido galardones internacionales en España y Estados Unidos, por el desarrollo de proyectos innovadores en tecnologías 78
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de la información aplicadas a contenidos educativos. Dentro de poco, tres alumnos de este plantel viajarán a Yakarta, Indonesia, para representar al Perú en un encuentro internacional sobre robóti-
ca. A propósito, el talareño Pier Guidino y sus amigos nos están vendiendo la idea de que debemos incorporar esa tecnología en nuestra vida diaria. ¿Qué tienen ellos en común? No, no estudiaron en esa universidad, pero ese no es el punto. Si estas iniciativas piuranas están recibiendo reconocimientos donde quiera que se presenten, ¿no será que este es un campo al que le deberíamos tomar mucho interés? Los desarrolladores del hidrocar tienen claro que implementar su aparato requerirá inversión en I+D, investigación y desarrollo.
Ahora bien, ¿de dónde sacamos al padrino mágico o al hada madrina, que quiera ser parte de la aventura, y no busque guardar la patente en el baúl de las envidias? Ok, ¿quién dijo yo? Es necesario diversificar la matriz productiva y de servicios de la región. Esto es, además de la agroexportación, el comercio, la pesquería, la extracción de hidrocarburos y minerales, o el turismo, ¿de qué otra cosa vamos a vivir si acaso esos recursos se acaban? A estas alturas, posponer la inversión en ciencia y tecnología es igual a suicidio, porque equivale a retroceso, a incompetitividad, a seguir siendo meros exportadores de materia prima. O sea, a ser la Piura de la que siempre nos quejamos. Miremos al mundo. Digo, ya basta de usar la red solo para preguntar nombre, edad, ubicación, estado civil y opción, ¿no? (¡Ejem!) Ya no es el futuro. Basándome en los casos de arriba (que son una muestra, apenas), se trata de un clamoroso presente. Si hay el talento y hay las ganas, ¿por qué no aportar el dinero? ¿Por qué no creer en una alternativa a Silicon Valley en esta parte del mundo? ¿Por qué no creer que esa escena del grifo puede ser, en el corto plazo, una pujante realidad? Sí podemos porque sí tenemos el potencial. ¡Aprovechémoslo! Eso sí, cuidado al manipular el hidrógeno: es explosivo.
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EN LA CALLE
¿QUIÉNES GANAN, QUIÉNES PIERDEN CON LAS MOTOS? EN DIEZ AÑOS, EL MULTIMILLONARIO NEGOCIO SE MULTIPLICÓ POR 13. IMPORTADORES ANUNCIAN QUE AÚN PUEDE CRECER EL DOBLE, ¿EN SERIO?
TEXTO: Fiorella Gómez / FOTOS: Luis Luna
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as motos por todos lados es un fenómeno creciente no solo en el Perú, sino también en otros países latinoamericanos y asiáticos, al parecer en respuesta a la ausencia de un eficiente servicio de transporte público masivo con cobertura total, capaz de integrar áreas periféricas de difícil acceso con los centros urbanos. A partir de esa dinámica perversa, típica de países tercermundistas en los que el transporte masivo e integrado es mediocre o inexistente, se ha disparado la venta de vehículos menores a una velocidad sin precedentes. Hoy día se venden más motos y trimotos que carros en el Perú, lo que demuestra que el negocio está en pleno apogeo. Pero algo no anda bien: la malla vial no crece ni se moderniza al mismo ritmo que la boyante industria automotriz. Detrás de la época dorada que ha vivido este sector en la última década están varios factores de índole económico y social que dispararon la demanda de motocicletas y trimotos en el Perú. A nivel macro, la estabilidad y el crecimiento sostenido de la economía peruana son la causa principal de esta tendencia de crecimiento acelerado del consumo de vehículos menores. La decisión de los compradores está, además influenciada por la creencia generalizada de que este tipo de vehículos se pagan solos, pues resulta fácil recuperar su costo utilizándolos como una herramienta más de trabajo. La mitad de estos ciclomotores, por ejemplo, se emplea en negocios que ofrecen entregas a domicilio. La otra mitad se reparte entre usuarios que utilizan motos como medio de transporte porque las consideran una opción más barata y
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quienes las usan como alternativa de empleo. Nadie sabe con exactitud el número de mototaxis y motos lineales que prestan el servicio de transporte público urbano. Se sabe que son miles y miles. Por el lado de la oferta, las estrategias de los vendedores marchan a toda velocidad, y hasta ahora sin caídas. Por ejemplo: Minhaz Khoja, gerente general de Indian Motos, representante de la marca hindú TVS Motors que llegó en 2012 al país, anuncia que su firma lanzará modelos de motocicletas dirigidos única y exclusivamente a las mujeres, con el ánimo de conquistar un mercado virgen, o casi virgen. De mantenerse constante la tendencia de crecimiento actual del 11% en los próximos doce años, el negocio de la venta de vehículos nuevos de dos y tres ruedas alcanzará la increíble cifra de un millón cincuenta mil unidades comercializadas, eso de aquí al cercano 2025. Según esa proyección, para la fecha estarían transitando por las calles de las principales ciudades peruanas 9’400.000 vehículos repartidos entre motocicletas, mototaxis y furgonetas de tres ruedas, cifra que representa 8´600.000 unidades más de las que circulaban por las calles del país hoy. Eso, en plata blanca, significa un crecimiento 96% del parque automor de motocicletas durante el primer cuarto del siglo XXI. La creciente demanda, tanto de motos lineales como de trimotos, dejó de ser entonces un tema exclusivo de la selva para convertirse en un factor de preocupación nacional, dado que el auge de motorizados, al desarrollarse en un marco de informalidad y de violación sistemática de las normas de tránsito, disparó los índices de accidentalidad,
Mototaxis circulan por la ciudad de Piura
“La creciente demanda, tanto de motos lineales como de trimotos, dejó de ser entonces un tema exclusivo de la selva para convertirse en un factor de preocupación nacional”.
“Si nos quitan las mototaxis, nos dejan sin trabajo a mí y a muchas personas. Mi moto es mi único sustento pues debo mantener a mi esposa y a mis 3 hijos. Lamentablemente las autoridades nos juzgan y no nos dan posibilidades para trabajar, por eso pido que nos apoyen”. Óscar Valverde Rivera / Mototaxista
Nadie sabe con exactitud el número de mototaxis y motos lineales que prestan servicio de transporte urbano en el país. Solo se sabe que son miles y miles.
inseguridad, congestión vehicular y contaminación ambiental. A excepción de la sierra, donde la penetración de las motos es casi nula, en las calles de las principales ciudades del Perú es notoria la presencia masiva de motorizados, muchos de ellos complementando el servicio de transporte público de manera informal y por fuera de los mínimos controles legales. En comparación con otros países suramericanos como Brasil o Colombia, la venta de vehículos menores sigue siendo baja en el Perú. Por citar un ejemplo: el mercado colombiano de
motocicletas dobla en tamaño al peruano, pues está colocando más de 600.000 unidades nuevas cada año en las calles del país cafetalero. Pero justamente por este reducido tamaño, al sector automotor del Perú han llegado nuevos inversionistas extranjeros, como el hindú Pawan Munjal, dueño de Hero, la marca de motocicletas más vendida en el mundo. Con tanto por ganar, los inversionista se frotan las manos. Según las proyecciones de los vendedores, el sector tiene una pista de crecimiento sin obstáculos: hoy, solo 4 de cada 100 peruanos son propietarios de una
moto. Si las estrategias de los vendedores dan los resultados que ellos esperan y los gobiernos locales no invierten lo necesario para ofrecer un servicio público eficiente que reduzca los tiempos de desplazamiento, la venta de motos seguirá a toda velocidad, imparable. La meta en el corto plazo de los comercializadores de las más de 300 marcas detrás del boom de este negocio en el país es clara: lograr que el parque automotor de vehículos menores por lo menos mantenga la tasa de crecimiento actual. Así las cosas, el 28% de los peruanos estará andando sobre dos y tres ruedas en el 2025. 83
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“Somos perseguidos como delincuentes solo por tener un mototaxi. Es el colmo, se preocupan en fastidiarnos y no cuidan a la ciudadanía, no ven que hay tanta inseguridad en la ciudad. Los policías andan tras nosotros haciendo operativos. Es injusto que nos vean como causantes del desorden vehicular. Esto es un abuso de autoridad”. Juan Alberto García García / Mototaxista
6 MOTOS POR CADA CARRO EN PIURA!
U “UN ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE PIURA CONFIRMA QUE EL 60% DE LOS 70.000 VEHÍCULOS QUE CONSTITUYEN EL PARQUE AUTOMOR DE LA CIUDAD CORRESPONDE A MOTOTAXIS Y MOTOS LINEALES”. 84
PÚBLICO
n estudio de la Universidad de Piura, que analizó el tráfico vehicular en el norte de la ciudad y el impacto de ese centro académico sobre los trancones en la zona, estableció que en la avenida Cáceres, una de las más congestionadas de Piura, transitan seis motos por cada carro. El estudio afirma que el 60% de los 70.000 vehículos que constituyen el parque automotor de la ciudad corresponde a vehículos menores, es decir, 42.000 son motocicletas lineales y mototaxis. Marco García, administrador de la marca Bajaj del Perú, afirma que la meta de los vendedores de motos en la región en los próximos cinco años es tener ocho motos por cada diez habitantes en la provincia de Piura. El panorama es sin duda preocupante, especialmente cuando se tiene en cuenta que en los últimos 15 años los piuranos dejaron de desplazarse por la ciudad como tradicionalmente lo hacían. Mientras en 1998 la mitad de los vehículos que transitaban por las calles de la ciudad eran combis, en la actualidad esos vehículos de transporte público constituyen solamente el 10% del tráfico vehicular. La explicación es una sola: en Piura la gente
actualmente prefiere desplazarse en motocicletas y mototaxis, antes que en combis o vehículos particulares. Si bien es cierto que a la capital del país se dirige la mayor parte de las motos nuevas compradas en el Perú (36% de las motos vendidas en el 2012 se registraron en Lima), también lo es que en el norte del país el mercado de vehículos menores ha mostrado mayor dinamismo acaparando el 30% de las ventas anuales. En el 2012, por ejemplo, se registraron en la región de Piura 27.000 nuevas motos, aproximadamente el 10% de la venta total del país. De esa cantidad, el 30% se sumó al parque vehicular que circula por las ya congestionadas vías de la provincia de Piura. En el 2013 la tendencia se mantuvo. A diciembre pasado se habían vendido 10.200 motos nuevas solo en Piura, que ya sufre de vías colapsadas como si fuera una gran urbe. Pero no lo es. Y como señala el ingeniero Jorge Timaná, docente de la Universidad de Piura, ya no es posible hablar de horas punta, pues los trancones en ciertos momentos del día pueden tardar hasta dos horas. Sin duda, el colapso del tráfico vehicular piurano está relacionado también con el crecimiento del mototaxismo en la ciudad. A pesar de las dos déca-
S/.
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CUESTA UNA Moto urbana Lifan 150 Trooper
Las mototaxis y motos lineales son en su mayoría los vehículos de transporte público de mayor presencia en la ciudad de Piura.
das que llevan estos triciclos complementando el servicio de transporte público de las principales regiones peruanas, las autoridades no han logrado formalizar esta alternativa ni controlar su desmesurado crecimiento. Según un estudio del Ministerio de Transportes y Comunicaciones del Perú, este servicio se presta en un marco de informalidad altamente nocivo para el país, “pues la mayor parte de las unidades no están registradas ni autorizadas, otras no están agremiadas y muchos de sus conductores no cuentan con licencias de conducir. O si las tienen han sido tramitadas en distritos o provincias distintas a donde se presta el servicio”. Se estima, que a la fecha, de los 350.000 mototaxis que circulan en toda la geografía peruana, 14.000 de
ellas transitan por las calles de Piura. De ese número, solo 5.000 están debidamente formalizadas y agremiadas en la Federación Unificada de Mototaxistas de Piura (Fedumop). Los 9.000 restantes continúan prestando el servicio en la ilegalidad, a la buena de Dios, o del diablo. Nadie podría negarlo: las mototaxis son una fuente de trabajo desde antes de salir a las calles. Contribuyen con el mercado laboral piurano desde el proceso de ensamblaje, pues ya no son 100% foráneos. De hecho estos triciclos tienen ahora un 50% de componente nacional. En Piura se fabrica la estructura metálica y la lona, mientras que los timones, tableros, asientos, llantas, sistema de arrastre y de cadena siguen siendo importados de China.
Los esfuerzos de las autoridades por formalizar este servicio no han tenido la acogida esperada, así como tampoco las medidas adoptadas para reducir las infracciones de tránsito que a diario cometen los mototaxistas. La aplicación de multas por medio de fotopapeletas, o la exigencia a partir del 1 de enero de 2014 de una revisión técnico-mecánica de estas unidades móviles ha generado marchas de protesta. El gremio se resiste a responder ante las exigencias de las autoridades y estas parecen no tener los medios para hacer cumplir a cabalidad las leyes que pretenden meter en cintura a tantos miles de descarriados. Es decir, mientras las infracciones van en moto, las autoridades lo hacen a pie. 85
EN LA CALLE
“La mototaxi me da entre 25 a 30 soles, aunque hay días buenos y malos. Creo que la gente usa la mototaxi porque brinda un servicio más barato que el del taxi. No creo que sea una fuente de desorden. Existe mucho control por parte de las autoridades. Pero esto ya es un abuso. Nosotros debemos mantener a nuestras familia. Debe ser un negocio libre”. Jorge Medina Flores / Mototaxista
MOTOTAXISMO O MOTOESCLEROSIS
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l Perú es pionero del mototaxismo al incorporar en zona selvática los primeros triciclos motorizados de fabricación japonesa que llegaron al país provenientes de la India. Octavio Mavila, amante de las motos y fundador de la empresa Mavila Hnos., introdujo en el mercado peruano en 1980, de la mano de Honda del Perú, la versión chola del tradicional Tuk Tuk, de Camboya; del Autorickshaws, de la India; y del Baby Taxi, de Bangladesh. Impulsado por la situación de los residentes de las periferias, quienes debían caminar muchos kilómetros desde la avenida en que los dejaba el bus hasta sus casas ubicadas en arenales o cerros empinados, Mavila se propuso popularizar el Motokar, nombre que Honda le dio al prototipo de su mototaxi. Según Gonzalo Burgos, gerente regional de Mavila en Piura, su jefe diseñó este vehículo con el ánimo de facilitar la vida a los residentes de las áreas periféricas. La idea era que utilizaran este medio de transporte para ir de su casa hasta a la avenida principal, y de allí se movilizaran hacia los centros urbanos en un bus de servicio público. Lejos estaba él de imaginar que el mototaxi se convertiría en el fenómeno que es hoy día.
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PÚBLICO
Alan García, quien conoció de casualidad la fábrica de mototaxis de Mavila en Iquitos, se entusiasmó con el novedoso vehículo al verlo rodando en esa zona selvática a la que solo se puede llegar en avión o en barco. Es precisamente García quien le da un empujón a la masificación del mototaxi legalizando e impulsando su uso como alternativa de transporte. El entonces presidente, en vísperas de protagonizar el mayor colapso econónico del país, regó con agua bendita a la naciente mototaxi y se acomodó sin dificultad en uno de los aparatos que Mavila le trajo desde la selva. Enorme y risueño, Alan García posó para la foto. Lo que empezó tímidamente en Iquitos, Pucallpa y Puerto Maldonado a inicios de los años 80 se propagó en los noventa a Lima y a otras ciudades de la costa, como Trujillo, Chiclayo, Piura, Ica y Tacna. Además dejó de ser una opción de transporte de las áreas periféricas para convertirse en competencia directa de taxis y combis en los centros urbanos. El marcador del partido va así: de la totalidad de vehículos menores vendidos en el Perú actualmente, 37% pertenece al segmento de trimotos, mototaxis y furgonetas.
“FUE EL EX PRESIDENTE ALAN GARCÍA QUIEN LE DIO UN EMPUJÓN A LA MASIFICACIÓN DEL MOTOTAXI, IMPULSANDO SU USO COMO ALTERNATIVA DE TRANSPORTE”.
MADRE DE 9 HIJOS Y DUEÑA DE 2 MOTOTAXIS María Elena Fernández, ama de casa recibe 20 soles diarios por cada mototaxi que alquila.
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n un quiosco de madera ubicado en el parque San José de Piura, María Elena le vende comida a los mototaxistas que no tienen tiempo de ir hasta sus casas. Ella se levanta a las 6:00 a.m. y va al mercado para comprar los insumos del menú que solo ofrece a mediodía, las horas más calurosas del verano, el piso de polvo reverberando, como si algo se cocinara en su interior. En promedio vende 40 almuerzos al día, lo suficiente para comer. Buena parte del dinero que gana lo invierte en los ingredientes del siguiente día, el resto lo usa para llevar la economía doméstica. María Elena es madre de nueve hijos, pero vive con seis, de cualquier forma una multitud, o algo así. “No es fácil sostener tantas bocas, pero para eso trabajo tanto. Las manos pueden”, dice, y revuelve una olla con caldo de gallina.
TEXTO Y FOTO: Joan Flores
Mucho de lo que gana es para el colegio de sus hijas, a las que imagina ya grandes, profesionales, con una vida limpia y buena, viajando en sus propios vehículos, mejor si fueran automóviles. Ella es devota de la virgen de Guadalupe y su puesto de comida se llama así, como si en vez de comedor aquello fuera una iglesia. Pero, claro, el trabajo es oración. Hace unos meses decidió diversificar su negocio y se compró dos mototaxis, por los que recibe 40 soles diarios. “No es una fortuna pero es un buen negocio”, dice ahora, mientras sirve un plato de arroz y el aire huele a ajos machacados. Sus cuentas son simples: Poco más de la mitad del dinero de los mototaxis lo usa para pagar las cuotas de ambos vehículos, que suman 850 soles, y también le alcanza para las reparaciones. La inversión está en los vahículos, que
deberá terminar de pagar en dos años, con suerte. María Elena no está de acuerdo con la idea de que los mototaxis sean un problema para la ciudad, y rechaza que se los persiga con tanta insistencia, culpados de todos los males del tránsito desbordado en las calles. “Y no es que ahora piense eso porque tengo dos motos. Ya pensaba lo mismo de antes, viendo tanta injusticia, tanta mala voluntad”, dice ella. Los clientes de su Virgen de Guadalpe son casi todos mototaxistas, y fueron ellos quienes le recomendaron dar el paso y hacer esa inversión. María Elena, que antes de cada paso importante reza y reza, llenó los papeles del préstamo y se jugó la suerte. Después se persignó. Sus motos se llaman Elda y Bernardo, como dos de sus nietos, y a veces las usa para ir de paseo. Pero solo a veces. 87
EN LA CALLE
“Las autoridades nos juzgan pero no se dan cuenta de que ganamos apenas 30 soles. Esto no nos alcanza. Yo tengo que mantener a mi esposa y a mi hijo y no me abastezco, pues a veces se saca menos dinero, pero debemos trabajar para solventan a nuestras familias. Nos persiguen más en época de fiestas y quieren dinero. Es preferible que trabajemos a que robemos, todos tenemos necesidades”. Santos Talledo Atarama / Mototaxista
¿HABRÁ CALLES PARA TANTAS RUEDAS SUELTAS? Solo en el primer trimestre del 2013, el negocio del mototaxi facturó 1.500 millones de soles en el país.
Pawan Munjal, quien lleva 12 años consecutivos como el mayor vendedor de vehículos menores del planeta, uno de los hombres más ricos de la Tierra según Forbes y el ‘marahja’ indiscutible de este mercado tanto en la India como en el mundo, asegura que los gustos de los consumidores peruanos son similares a los de su país y que por eso Hero, su marca de motocicletas, acaba de llegar para quedarse. Quedarse y vender como locos. Pero la India no se caracteriza precisamente por tener un modelo de transporte digno de imitar. Todo lo 88
PÚBLICO
contrario. Desplazarse por las calles de ese país suele ser una experiencia perturbadora. En las calles indias no hay ley ni orden, y los conductores de motocicletas y mototaxis andan por donde quieren, a veces como en una escena típica de película: esquivando huecos, elefantes, dromedarios y vacas. Sin ánimo de satanizar la masificación de los vehículos de dos y tres ruedas, está claro que hay una relación entre el número de motos que circulan por las calles y el caos vehicular. La estabilidad económica del país
y el hecho de que en la actualidad solo el 4% de los peruanos tenga uno de estos vehículos convierte al Perú en uno de los escenarios perfectos en Latinoamérica donde esta industria seguirá expandiéndose. A todas luces se está ante un negocio rentable que solo en el primer semestre del 2013 facturó 1.500 millones de soles. Pero la preocupación no está en la rentabilidad del negocio sino en la capacidad de las ciudades para recibir, sin colapsar, la avalancha de motorizados que se avecina. Las autoridades, ¿tienen algo que decir?.
P
IAL
EDITOR
EN LA EMPRESA
¡Chiflados de la PURA dicha! Se trata del producto artesanal de mayor consumo en el norte del país. Tanta es su popularidad, que en la Universidad de Piura investigan cómo aumentar el tiempo de vida de esas tajadas felices de plátano frito.
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i te comes uno te comerás dos. Si te comes dos te acabarás la bolsa. Y cuando esté vacía, querrás más. Quizás no haya otro piqueo más adictivo. Amarillos, crocantes, salados, sabrosos. Se comen con la brevedad de un gesto pero su cuento es largo. Al parecer el plátano verde germinó por primera vez en la región indomalaya, en el Lejano Oriente, como un regalo de los cielos, quién sabe producto de cuántos vericuetos de la evolución. Se sabe que la naturaleza es la gran chef, señora todopoderosa que sirve lo que antes mezcló muchas veces. 90
PÚBLICO
El plátano, con su valioso almidón, encantó a los primeros navegantes europeos que pronto escribieron noticias de esa planta alta, delgada y jugosa, y de su valioso fruto, capaz de satisfacer el hambre de un rey si se lo pone en aceite hirviendo, lo mismo que un pez al que antes debe desollarse. La receta no tiene misterio y se conoce desde entonces, mil años antes de que alguien descubriera la del chocolate. Pero ¿por qué en Piura, justamente allí, a 976 kilómetros de Lima, en un pequeño lugar en medio del desierto, se cuecen los mejores chifles del mundo? Tres historias de emprendedores responden esa pregunta con creces, y todo el sabor.
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1`300.000 Hace dos a帽os, la regi贸n logr贸 exportar
solo a Estados Unidos, una marca que est谩 por repetirse
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EN LA EMPRESA
Cricket´s, empresa de Ricardo Augusto Quimper, comercializa chifles desde 1993. Ahora exporta a países como Estados Unidos, Canadá, España, entre otros.
RICARDO AUGUSTO QUIMPER
LOS SUYOS CRUJEN HASTA EN JAPÓN Con 19 años en el comercio de los chifles, este joven empresario convirtió una oportunidad de negocio en un caso de éxito empresarial, que hoy lo posiciona como gerente general de su propia empresa.
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PÚBLICO
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a familia de Ricardo Augusto Quimper empezó a comercializar chifles en 1993, muchos años después de que otros ya lo hacían. La iniciativa fue de su padre agricultor, don Luis Augusto Pajuelo, quien quiso dar un valor agregado a sus cultivos de plátano. Ricardo, que recién se había graduado como ingeniero industrial en la Universidad de Piura, decidió involucrarse de lleno en el negocio: “Contratamos a una cocinera y empezamos a hacer pruebas. Regalábamos el producto a distintos familiares y amigos para que lo probaran”, recuerda. La gente hacía buena cara, y los chifles crujían en las bocas. Don Augusto —dice Ricardo—, tenía buenas relaciones con bancos y entidades financieras. Esto les permitió iniciar con un buen capital la empresa Industrias Agrícolas S.R.L., de la que se desprende la marca Cricket’s. A este nombre se suma el símbolo que lo acompaña, que es el chalán, una figura estereotípica del jinete y ranchero de la costa norte del Perú. “Quisimos que los piuranos se identifiquen con nuestro producto”, dice Ricardo. En 19 años, el área comercial de la empresa no ha dejado de crecer, lo mismo que un racimo de plátano. Al principio su mercado fue solo Piura. Luego la distribución se expandió hacia Sullana, Chiclayo, Tumbes, Trujillo, Lima, Chimbote, Cajamarca y Arequipa. En la actualidad, Cricket’s está presente en estaciones de servicio y en las cadenas de supermercados. De forma paralela, Quimper ha desarrollado nuevos productos y ha innovado en sus empaques. Dentro de su línea de productos están los
RECONOCIMIENTOS Cricket’s apareció en el diario La Presse, de Montreal, en Canada. Sus chifles fueron catalogados como una alternativa para el refrigerio de niños y adultos. También le fue entregada la medalla a la Pequeña Empresa Industrial, en reconocimiento a su labor productiva e industrial.
chifles salados, picantes y dulces, y también los chips mix de yuca y camote. Y procesan papitas al hilo, maníes, mix nuts, habas, algarrobina, miel de abeja, natilla, tamarindo azucarado, cocadas y tofis. En el 2004 iniciaron sus exportaciones a Los Ángeles, en Estados Unidos. Desde entonces envían chifles también a Canadá, España, Suiza, Francia, Japón y Venezuela. Los empaques ahora están traducidos al inglés y francés. Cricket’s tiene cinco locales propios: uno en Trujillo y cuatro en Piura. En el aeropuerto, en la Quinta Molino, frente al colegio Santa María; en la Plaza de Armas y en Máncora. “Como dice mi viejo, nuestra mejor publicidad es la calidad”, dice Ricardo enfundado en un gorro de tela, mientras pasa revista a los chifles recién cocidos. En su fábrica trabajan 20 personas que pelan, cortan, fríen y empacan la producción de 6.000 plátanos diarios. Cricket’s cambió las bolsitas de plásticos con etiquetas autoadhesivas por un tipo de protección que garantiza una conservación más larga de los bocaditos. Esa es parte de su secreto para llegar tan lejos, a medio mundo. Sus chifles, en Piura, Lima o París se oyen crujir. 93
EN LA EMPRESA
LAS MUJERES OLAECHEA
LO QUE SE HEREDA NO SE HURTA La mejor herencia que doña Lidia de Olaechea pudo dejar a su hija es la dedicación que puso en la empresa que forjó hace cincuenta años y que la convirtió en la primera persona que comercializó chifles en Piura. Esta es la semblanza de tres generaciones de mujeres y su celo por la tradición.
E
n el domicilio de la calle José Olaya 204, en la urbanización Miraflores de Piura, el timbre no deja de sonar entre las 8 a.m. y 9 p.m. Piuranos, nacionales y extranjeros llegan hasta la casa de las mujeres Olaechea con el único afán de comprar sus chifles famosos. Antes no había timbre, pero la puerta no dejaba de sonar. La empresa familiar fue la primera chiflería que ya completó cincuenta años en el mercado. ¿Quién es la madre?, ¿la visionaria de semejante historia de emprendimiento? Lidia de Olaechea tiene 87 años y ya decidió que su herencia de chifles crocantes pertenece a su hija menor Lita y a su nieta Melissa. Su vida tampoco fue siempre tan sabrosa. A los 35 años enviudó y debió imaginar un camino de subsistencia posible. Antes de convertirse en la pionera de los chifles ofreció cuartos de alquiler a estudiantes. Y también cosía manteles y ropa. Fue un sobrino quien le aconsejó que hiciera y vendiera chifles. “Me daba vergüenza hacer chifles. Pensaba que les iban a decir las chifleras
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a mis hijas. Y como mi papá era un hacendado, peor. Más vergüenza me daba”, dice ella ahora entre risas. Al inicio empezó cocinando 50 plátanos, hoy procesan 4.000. En ese entonces ella misma iba al mercado. También viajaba en colectivo a Catacaos a comprar carne para la cecina, pues le habían dicho que allá era más barata. Los centavos hacían la diferencia y Lidia de Olaechea no tenía día de descanso; trabajaba los domingos como si fueran lunes. Sus primeras clientas fueron sus antiguas amigas de colegio. Después puso un anuncio en las páginas de sociales del periódico.
La hija “Yo entré cuando mi mamá ya no podía seguir en el negocio. Fui a varias empresas y autoservicios, les presenté el producto y me dijeron que sí lo querían porque era el producto de bandera de Piura”, cuenta Lita Olaechea, la última de las hijas de doña Lidia. Los primeros supermercados donde se posicionó el producto fueron los piuranos Costo y Don Vito. Con la llegada de otras cadenas, la empresa también entró en los estantes de
Tottus y los grifos Primax de Piura, Chiclayo, Trujillo y Lima. Lita reconoce que la marca se hizo conocida por su mamá. Las Olaechea no utilizan ningún tipo de difusión ni tienen un rótulo afuera de su casa, que es donde funciona la fábrica y venden el snack. Su mejor publicidad es la gente que ha probado los chifles. “Todo el mundo se pasa la voz”, afirma Lita. El símbolo de los chifles Olaechea es un triángulo que representa a la Santísima Trinidad.
Mensualmente, la empresa invierte unos 15 mil soles y se facturan entre 30 mil y 50 mil soles.
Doña Lidia Olaechea fue la primera mujer en comercializar chifles en Piura. El negocio fue heredado e impulsado por su hija y su nieta.
4.000 De los
platanos
que procesan a diario se cuecen 300 kilos de chifles.
Melissa del Carmen Olaechea, única hija de Lita, empezó en el negocio cuando tenía 24 años. Ahora que tiene 28 se encarga de cuidar la calidad del producto familiar y come de sus chifles para saber de su sabor y corregir a tiempo cualquier error. “Es complicado exportar por las certificaciones que se exigen. Nosotros no utilizamos preservantes, por eso nuestros chifles tienen una vida
útil de sesenta días, nada más. Y para exportar tendríamos que cambiar nuestra bolsa. Ahora usamos empaques de polipropileno y tendría que ser platinada”, dice Melissa. Grandes corporaciones como Gloria, Chipi y San Roque han intentado que la empresa les produzca chifles, pero las Olaechea han rechazado la propuesta. Temen que podrían perder su marca. “Y esa es nuestra herencia más importante”. 95
EN LA EMPRESA
Jiménez Merino, propietario de El Abayaquino, exporta sus chifles a Trujillo, Chimbote y Lima. Su producto ha llegado incluso hasta Rusia.
EL AYABAQUINO
18 AÑOS SE TARDÓ EN MADURAR SU COSECHA Noé Jiménez Merino empezó su odisea empresarial como vendedor de refrescos ambulante. Ahora es uno de los más grandes comercializadores de chifles en Piura. Su local, El Ayabaquino, produce treinta tipos de snacks: chifles dulces, papas al hilo, hojuelas de camote, maní salado, entre otros. 96
PÚBLICO
N
En 1995 Noé Jiménez pagó 1.500 soles por su puesto en el Mercado Modelo de Piura. En la actualidad, una propiedad como la suya cuesta
100,000 dólares.
oé Jiménez Merino es el dueño de El Ayabaquino, una de las chiflerías más populares y exitosas de Piura. Él dice que su éxito es culpa de que conoce muy bien a sus clientes. “Yo ofrezco un buen precio y doy yapa. Esa es la actitud más rentable”, dice Noé, y admite que también ha sufrido sus propios diluvios. Él salió de su casa en Ayabaca a los 13 años. En esos días cursaba segundo grado de primaria y ya lo impulsaba un deseo de superación. “El ser humano genera ideas en base a una necesidad o a un interés. Yo nací en una cuna muy humilde, he conocido la pobreza. Eso es lo que me hizo innovar, lo que me hizo despertar temprano”, dice. El Ayabaquino comenzó como un puesto ambulante de refrescos pero allí no vio mucho futuro, a pesar del poder del sol piurano, el socio más importante con el que contaba en su aventura de refrescar gargantas sedientas. En 1993 decidió saciar estómagos con chifles, y aquello le cambió la vida. Noé sabía que para producirlos tendría que mover ollas y manipular cuchillos y utensilios, una labor que no le era ajena porque antes había trabajado como mozo y ayudante de cocina en un restaurante. En 1995 adquirió su puesto en el corazón del Mercado Modelo de Piura. Pronto quiso formalizar su negocio y tuvo la necesidad de identificarse con un nombre. De inmediato surgió El Ayabaquino. “Mis clientes han sido, sobre todo, mis paisanos que radican en Piura”, dice el emprendedor. Desde entonces la marca comenzó a crecer como una planta de plátano verde. Con el tiempo la empresa ha ido diversificando sus insumos, y actualmente, produce treinta tipos de snacks regionales, entre chifles de plátano,
EL ARTE DE FREÍR PLÁTANOS Noé elaboró sus chifles con la cocina de gas y carbón de piedra. Pero la que le daba el sabor ideal era la cocina con leña. “Algunas empresas los elaboran con aceite reciclado. En nuestro caso, la conciencia y el criterio no nos da para atentar contra la seguridad de la gente”, dice.
chifles con cecina, chifles dulces, y hojuelas de camote, papas al hilo, natilla, manjar blanco, bocadillo, acuñas, maní acaramelado, maní salado, algarrobina, miel de abeja, polen y maca. Y todo gracias al almidón de los plátanos, reconoce él. El logo de su marca tiene tres colores: verde, blanco y negro. “Escogí el verde porque representa la esperanza, que es el color del plátano. El blanco porque significa pureza, y el negro porque las personas morenas dan buena suerte”, dice él. El Ayabaquino exporta sus insumos a Trujillo, Chimbote y Lima, pero sus productos han llegado hasta Rusia gracias a la empresa Exportaciones Guevara, que lo contactó por internet. Luego, bajo la misma modalidad, empezó a exportar a Canadá, Trinidad y Tobago y Checoslovaquia, en el centro de Europa. Hoy, con 45 años, Noé es el gerente general de una de las chiflerías más tradicionales, gracias a la cual ha podido viajar a Colombia, Bolivia, Chile, México y Suiza. También tiene una granja de animales en la zona industrial de Piura. Allí los alimenta con la cáscara de plátano que sobra y los cría para la venta. Jiménez distribuye carne de chancho, jabalí y cuy. Y todo, de nuevo, gracias al prodigio de los chifles, de su buen sabor. 97
EN SUS PALABRAS
ESTAR COMUNICADOS
Las nuevas tecnologías nos acercan a lo lejano, pero tantas veces nos alejan de lo cercano. Una advertencia inusual a la entrada de un café podría decir: “No tenemos conexión Wifi, hablen entre ustedes”. ¿Vale la pena desconectarse para conectarse? TEXTO: Jaime Lértora / ILUSTRACIÓN: Héctor Huamán
V
ivimos en la sociedad de la información y en la era de la comunicación. Nunca antes en la historia de la humanidad habíamos tenido la oportunidad de contar con acceso prácticamente a todo el conocimiento generado por la humanidad y tampoco contar con tanta tecnología extraordinaria puesta, literalmente, al alcance de las manos. Podemos acercarnos al instante a personas que están físicamente al otro lado del mundo, y ni siquiera a través de una sola vía, sino que contamos con un abanico de posibilidades: el correo electrónico, las videoconferencias personales o masivas, las transmisiones que atraviesan los océanos en segundos, las cámaras fotográficas digitales con opción de foto o video, las computadoras tipo agenda, cada vez más pequeñas y livianas, y que cuentan con tantas opciones que nunca terminaremos de conocerlas todas… Cada día nos ofrecen mayor número de aparatos, cada vez más sofisticados, asombrosos y baratos. Y el cambio es tan veloz que ya resulta alucinante pensar qué nos deparará el futuro. Vale decir que la tecnología hace que nuestro presente se vuelva pasado casi al instante de vivirlo. Así de fugaz es ahora nuestro tiempo. 98
PÚBLICO
NO DEJEMOS QUE NOS CAPTURE EL JUGUETE: RECUPEREMOS, EN CAMBIO, NUESTRA CAPACIDAD DE JUGAR, EL PLACER DE ENCONTRARNOS, DE RECONOCERNOS, DE COMUNICARNOS EN VIVO Y EN DIRECTO. Lo paradójico de esta situación es, sin embargo, que sabemos muy poco del colega que trabaja en la oficina del costado, no conocemos a nuestros vecinos, no tenemos idea de quiénes son nuestros compañeros de estudios. Tal vez, en algunos casos, hasta sepamos sus nombres, pero... ¿qué más? ¿Dónde y cómo viven? ¿Cuándo y con qué sueñan? ¿Cómo se sienten en este momento? ¿Qué los emociona? ¿Qué les preocupa? ¿Podríamos hacer algo por ayudarlos? De todo eso sabemos muy poco, por no decir nada. Tengo un buen amigo, experto en temas de seguridad ciudadana, a quien esa situación le genera angustia. Frecuentemente utiliza los me-
dios de comunicación para invocar a la ciudadanía a que se preocupe por conocer su entorno. Nos llama a interesarnos por averiguar quiénes son nuestros vecinos y a qué se dedican. También nos pide que superemos las barreras de la incomunicación en el interior de nuestros propios hogares: que los padres sepan en qué andan sus hijos, a qué amigos frecuentan, cómo se llaman, dónde viven y qué hacen sus padres. Insiste, asimismo, en que conozcamos a las personas que trabajan para nosotros, como las empleadas del hogar, los jardineros, los choferes: ¿qué sabemos de ellos? ¿Conocemos siquiera sus apellidos? ¿Y adónde van en su tiempo libre? Según mi amigo, si todos pusiéramos un poco más de interés en estos temas, los índices de delito descenderían notoriamente, no solo porque identificaríamos posibles fuentes de peligro, sino sobre todo porque constituiríamos una comunidad solidaria, en la que todos estaríamos en mejores condiciones de ayudarnos los unos a los otros. Esta situación de aislamiento en los vecindarios y los propios hogares se repite en los centros de labores. ¿Cuánto sabemos acerca de nuestros compañeros de trabajo, de nuestros dependientes, de nuestros superiores? De hecho la mayoría de las personas que trabajan en una empresa existen para los demás solo
desde el momento en que registran su ingreso y dejan de existir desde el momento en que registran su salida. La mayoría de las veces, los departamentos encargados del bienestar del personal no van más allá de elaborar una lista mensual de cumpleaños, que colocan en una aburrida vitrina. La invocación de mi amigo es un campanazo que deberíamos escuchar con atención en medio de esta vorágine de tecnología comunicativa -¿o sería más preciso referirnos a ruido tecnológico?- , campanazo que podría llevarnos a recordar los días felices en que nos interesábamos los unos por los otros. Aquellos días en los que todos conocíamos los nombres del señor zapatero, del señor que nos traía el periódico, del colchonero,
del gasfitero, del policía de la esquina. La seguridad no era uno de los principales temas de conversación de las sobremesas. El protagonismo lo tenía el simple hecho de conversar sobre todo aquello a lo que nos dedicábamos. En el reino de los artefactos, no hay mucho espacio para la felicidad, sí lo hay para la dispersión, para la desatención. Un estudio reciente revela que de las veinticinco aplicaciones con más demanda (o las más populares) por los usuarios de los smartphones, solo una de ellas no es un entretenimiento, ni una red social, y esa única aplicación, es decir la última de las veinticinco se llama: flaslight, aplicativo que convierte en linterna al aparatito de marras.
De nosotros depende dar un buen uso a la inventiva y a la tecnología. No dejemos que nos capture el juguete: recuperemos, en cambio, nuestra capacidad de jugar, el placer de encontrarnos, de reconocernos, de comunicarnos en vivo y en directo. Hagamos todo lo que esté a nuestro alcance por conocer un poco más de los otros, por interesarnos y por preocuparnos de verdad por el otro y por los otros. Probemos a comunicarnos cada vez mejor: escuchando mejor, atendiendo a lo que nos dicen, respetando al interlocutor, mirándonos antes de hablarnos, adelantando el gesto a la palabra. Una comunicación más afectiva hará posible una sociedad más humana, más amable, un poquito más cercana a la felicidad y que por cierto todos merecemos. 99
EN EL CENTRO COMERCIAL
ROPA INTERIOR QUE CONQUISTÓ A KUWAITÍES, AHORA EN PIURA La marca, que hasta ahora se vendió por catálogo, acaba de abrir sus primeras tiendas en Lima y en Piura, y espera facturar 50.000 soles en cada una, recién comenzando.
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TEXTO: Daniel Robles
ajo el calor de la península de Arabia, en las impecables calles de Kuwait, las mujeres visten mantos que las cubren de los pies a la cabeza, a salvo de las miradas de los hombres que no son sus esposos. Bajo la telas, imposible adivinarlo, algunas llevan hilos dentales del color del fuego. La marca de esas prendas diminutas, con transparencias y ligueros, es una palabra también impronunciable para ellas, una invitación 100
PÚBLICO
que se castigaría con severidad si la dijeran en público. Bésame es una marca colombiana cuyo símbolo son los labios de una mujer y que, además de Kuwait y Araba Saudita, también exporta sus prendas a Estados Unidos, Canadá, México, Ecuador, Venezuela, Argentina, Japón, Alemania y Perú, donde la marca debió vencer una mentalidad en principio temerosa y tradicional. Ambigua. Jorge Bances, representante de la marca en el Perú, recuerda los primeros meses, hace diez años: “cuando veían el catálogo, las mujeres se persignaban, algunas cerraban los ojos, decían que
jamás usarían prendas tan diminutas”. Fue tanta la resistencia de las mujeres peruanas que el empresario y su esposa debieron suspender las importaciones desde Colombia y evaluar si serían capaces con el negocio de esas prendas íntimas que en otros países se vendía lo mismo que panes calientes. Pero entonces comenzó a suceder que fueron los hombres peruanos los que dieron el paso al frente y empezaron a pedir por catálogo sujetadores, ligueros, hilos dentales. Tras ellos, ya convertidas en usuarias de la marca, fueron llegando las mujeres, y poco a poco se desnudó el prejuicio de que
ropa semejante era para prostitutas. “Las peruanas han ido reconociendo el valor de su propio cuerpo, y se han liberado de esa mentalidad retrógrada que les imponía un recato desmedido, incluso en la expresión de su propia feminidad”, dice Adriana Castañeda, esposa de Bances, y socia de la aventura de Bésame en Lima y Piura. La marca pretende morder parte del mercado de la ropa íntima en el Perú, que se calcula en 600 millones de dólares anuales, una fortuna que se espera que aumente de talla en los próximos 5 años, hasta un 35%. Ha sido tanto el éxito de la marca gracias a sus ventas
por catálogo que el siguiente paso de tener tiendas propias era algo lógico y necesario. “Ahora la gente podrá vivir una experiencia Bésame en nuestros almacenes, que tendrán todo el glamour: los mismos colores de las prendas, la presentación impecable, los pisos en madera, las vitrinas en cristal, las paredes con espejos, y las vendedoras expertas”, anuncia Adriana mientras taladran un muro en su primera tienda en Lima. “A veces nos ha pasado que un mismo cliente, un hombre, les compraba prendas a dos y tres mujeres en la misma semana. Ahora que ellos y ellas
vendrán a nuestros almacenes los atenderemos como si fuera la primera vez que los viéramos”, cuenta Adriana. En Piura, la primera de las tiendas de Bésame está ubicada en el centro comercial Plaza de la luna, y sus propietarios confían en que facturarán 50.000 soles al mes durante el primer año. Al parecer, su entusiasmo también está justificado en ciertas semejanzas entre las piuranas y las Kuwaitíes, que tanto usan la marca, más allá de cualquier restricción moral o religiosa. Quizás todo se deba al calor y al desierto, a la arena y la antigua promesa de los oasis, en cuyas aguas reviven los sedientos. 101
LA ÚLTIMA
MIS DESPROPÓSITOS PARA EL 2014 TEXTO: Lucía Robles Luján
enero
01
Siempre he querido saber de dónde salió la ridícula idea de escribir propósitos para el año nuevo. Podría estar equivocada, porque desconfío profundamente de mi memoria, pero creo que la primera vez que cometí ese error fue por culpa de una revista-basura, de esas que uno devora en los salones de belleza para evitar conversaciones incómodas con los peluqueros. Mi primera lista de metas, escrita en alguna hoja rosada y perfumada de diario de quinceañera, fue un compilado de clichés: dieta, ejercicio, subir mi autoestima (como si tal cosa fuera posible), aprender a cocinar (apenas ayer horneé los peores brownies de la historia), encontrar mi príncipe azul… WTF? Por desgracia o por fortuna, aún no lo decido, esos objetivos de quinta duraron menos que la resaca tras la fiesta de Nochevieja. Al año siguiente, cuando me tropecé con esa página mientras hacía mi tradicional limpieza para atraer buenas energías, tuve un ataque de risa, como era de esperarse, y otro de culpa. Sí, sentí una inmensa culpa, pero no por haber incumplido “semejantes premisas de vida”, sino porque ese papel arrugado y patético era la prueba irrefutable de que me tomaba absolutamente todo en serio menos a mí misma. Superada la etapa de la resignación, mi brillante solución fue hacer una bolita, tirarla por la ventana y sentarme a escribir propósitos mucho más utópicos, porque estaba en la etapa de “salir a comerme el mundo”. En esa enumeración figuran frases como: formar una banda de rock (no pregunten), escribir un libro, sembrar árboles y derrotar de una vez por todas a esos pequeños duendes que multiplican el miedo en mi mente. ¿El resultado? Les juro que hay una guitarra carcomida por el polvo en mi clóset, decenas de archivos de Word con posibles primeros capítulos de libros que quizás jamás escribiré y los duendes, hasta el sol de hoy, han ganado todas las batallas, pero la guerra sigue pendiente. Hoy, cuando por fin acepto que soy una perdedora a la hora de trazar metas y cumplirlas, que mi especialidad es dejar las cosas a medias y que prefiero rendirme antes de encajar el siguiente golpe, he descubierto que quizás la culpa no es enteramente mía. La Real Academia Española define la palabra propósito como “ánimo o intención de hacer o de no hacer algo” y como yo nunca hago nada, entonces, en el colmo de mi descaro personal, adopto el diccionario como mi chivo expiatorio y lo acojo, además, para suscribir mis despropósitos para el 2014, entendiendo la palabra despropósito como “dicho o hecho fuera de razón, de sentido o de conveniencia”: este año ensayaré peinados nuevos, tomaré más cervezas, repetiré comedias románticas, me pintaré las uñas de todos los colores posibles, procrastinaré en Facebook (porque me produce un enorme placer), admiraré a los que sí logran lo que se proponen y haré todo lo que esté a mi alcance para reírme muchísimo de todos ustedes, lo prometo. Espero que cuando lea esta modesta lista dentro de un año por fin pueda sentirme orgullosa de mi misma.
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