Tomando como punto de partida la revisión que llevan a cabo Verger et al. (2016), esta sección persigue tres objetivos principales:
• Presentar las distintas dimensiones de impacto de la privatización educativa en tanto posibles líneas de investigación, o debate, futuras.
• Resumir la evidencia disponible sobre la privatización educativa según el tipo de efecto — positivo, negativo, neutro o mixto— identificado para cada dimensión.
• Interpretar y explicar los mecanismos que dan sentido a la direccionalidad de la evidencia en cada caso.
1. Tendencias generales y dimensiones de impacto La evidencia disponible sobre la privatización educativa puede agruparse en cuatro categorías
según el tipo de políticas o procesos que son foco de análisis (Verger et al,.2016). Así,
buena parte de los estudios revisados se refieren a los efectos educacionales de programas específicos de privatización como escuelas charter (25,2%), o sistemas de vouchers (21,7%). Un tercer grupo hace referencia a los efectos de los esquemas de elección escolar
y competencia entre centros (42,1%). Finalmente, un cuarto grupo de estudios analizan los efectos de la provisión privada en general (21,4%), típicamente en comparación con la provisión pública, aunque no aludiendo necesariamente a las dinámicas de elección escolar y competencia.
Por su parte, los efectos de la privatización pueden tener una direccionalidad negativa,
positiva, mixta o neutra Los estudios con resultados mixtos suelen identificar efectos positivos sobre algunos aspectos (o grupos sociales) y negativos sobre otros. Los estudios
con efectos neutros se caracterizan por no identificar ningún efecto claro como resultado de
la política analizada. El Gráfico 5 resume la direccionalidad de los efectos según el tipo de política de privatización. En términos agregados, los resultados tienden a ser más negativos que positivos en las cuatro categorías de políticas.
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