PINTORES SIGLOS XVIII Y XIX
Grupo 4
ANTON RAPHAEL MENGS
Aussig, Bohemia, 1728 - Roma, 1779
MENGS Pintor y teórico1 neoclásico. De origen checo. Trabajó para diversas cortes europeas: Dresde, Madrid y Viena, entre otras. Se formó en Dresde bajo la dirección de su padre, Ismael Mengs, que era pintor oficial de la corte, que además de pintor era un gran dibujante y especialista en miniaturas y esmaltes. viajó a Roma entre 1741 y 1744 con el fin de completar su educación artística Trabajó bajo la dirección de Marco Benefial y estudió especialmente la escultura antigua del Belvedere, a Rafael y la pintura clásica del S .XVII. Regresó en 1744 a Dresde, donde fue nombrado pintor de la corte, dedicándose sobre todo a los retratos al pastel . En 1746, después de haber estado en Venecia, Parma y Bolonia, regresó a Roma, donde permaneció hasta 1749. Como institución heredera de las colecciones reales, el Museo del Prado alberga un importante grupo de cuadros de este artista, mayormente retratos.
Entre las obras que se conservan en la pinacoteca madrileña destaca también el Retrato de María Amalia de Sajonia, reina consorte de España y conciudadana de Anton Raphael Mengs, obra que ejemplifica el neoclasicismo español.
La Academia de San Fernando posee un retrato suyo muy singular, La marquesa de Llano, donde el vestido tipo "maja" y la expresiรณn jovial aligeran el efecto acartonado habitual en los retratos neoclรกsicos.
JEAN RANC
Montpellier, 28 de enero de 1674 – Madrid, 1 de julio de 1735
RANC Jean Ranc: (Montpellier, 28 de enero de 1674 – Madrid, 1 de julio de 1735) Retratista barroco Francés, que sirvió en la corte de Luis XV de Francia y de Felipe V de España. Alumno y seguidor de Hyacinthe Rigaud, desde 1723 se colocó como pintor de cámara en la corte del monarca español Felipe V, Origen francés Se volcó en la producción de retratos de tipo pomposo típico de la época.
LA FAMILIA DE FELIPE V Ambicioso retrato colectivo del que solo subsiste un modelo a pequeño formato (Museo del Prado) ya que el original a gran formato quedó inconcluso y se quemó en el Alcázar de Madrid Mantuvo serias disputas con su colega Michel – Ange Houasse por celos artísticos y deseos de sobresalir en la corte
Su obra Vertumno y Pomona (Montpellier, Museo Fabre) arquetipo de la belleza barroca en el siglo XVIII. Pudo haber inspirado alguno de los cartones para tapices de FRANCISCO DE GOYA, como EL QUITASOL.
El incendio del Alcázar ocurrió en la Navidad de 1734 que destruyó por completo la antigua residencia de los Asturias se inició en la evitación de Ranc, que tenía problemas de visión En el lugar que ocupaba dicho edificio se construyó el actual Palacio Real de Madrid. Jean Ranc murió seis meses después del incendio suido en una fuerte depresión.
FRANCISCO DE GOYA
Fuendetodos 1746 – Burdeos 1828
GOYA Nació en el año 1746, en Fuendetodos, localidad de la provincia española de Zaragoza, hijo de un dorador de origen vasco, José, y de una labriega hidalga llamada Gracia Lucientes. Entró a aprender el oficio de pintor en el taller del rutinario José Luzán, donde estuvo cuatro años copiando estampas hasta que se decidió a establecerse por su cuenta Goya dibujó e hizo imprimir series de imágenes insólitas y caprichosas, cuyo sentido último, a menudo ambiguo, corresponde a una fantasía personalísima y a un compromiso ideológico, afín a los principios de la Ilustración, que fueron motores de una incansable sátira de las costumbres de su tiempo. antes de su viaje a Italia en 1771 su arte es balbuciente y tan poco académico que no obtiene ningún respaldo ni éxito alguno; incluso fracasó estrepitosamente en los dos concursos convocados por la Academia de San Fernando en 1763 y 1769.
Las composiciones de sus pinturas se inspiraban, a través de los grabados que tenía a su alcance, en viejos maestros como Vouet, Maratta o Correggio Todavía en esta primera etapa, Goya se ocupa más de las francachelas nocturnas en las tascas madrileñas y de las majas resabidas y descaradas que de cuidar de su reputación profesional y apenas pinta algunos encargos. Contrajo matrimonio en Madrid en junio de 1773, con Josefa Bayeu, año decisivo en la vida del pintor porque en él se inaugura un nuevo período de mayor solidez y originalidad.
El quitasol (1776-78, Museo del Prado)
obtuvo el encargo de diseñar cartones para la Real Fábrica de Tapices de Madrid, género donde pudo desenvolverse con relativa libertad, hasta el punto de que las 63 composiciones de este tipo realizadas entre 1775 y 1792.
Hacia 1776, Goya recibe un salario de 8.000 reales por su trabajo para la Real Fábrica de Tapices. Reside en el número 12 de la madrileña calle del Espejo y tiene dos hijos; el primero, Eusebio Ramón, nacido el 15 de diciembre de 1775, y otro nacido recientemente, Vicente Anastasio. En 1778 se hacen públicos los aguafuertes realizados por el artista copiando cuadros de Velázquez. Al año siguiente solicita sin éxito el puesto de primer pintor de cámara, cargo que finalmente es concedido a un artista diez años mayor que él, Mariano Salvador Maella. En 1780, cuando Josefa concibe un nuevo hijo de Goya, Francisco de Paula Antonio Benito. ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con el cuadro Cristo en la cruz, que en la actualidad guarda el Museo del Prado de Madrid, y conoce al mayor valedor de la España ilustrada de entonces, Gaspar Melchor de Jovellanos, con quien lo unirá una estrecha amistad hasta la muerte de este último en 1811
2 de diciembre de 1784 nace el único de sus hijos que sobrevivirá, Francisco Javier, y el 18 de marzo del año siguiente es nombrado subdirector de Pintura de la Academia de San Fernando. Por fin, el 25 de junio de 1786, Goya y Ramón Bayeu obtienen el título de pintores del rey con un interesante sueldo de 15.000 reales al mes.
A sus cuarenta años se han abierto para él todas las puertas de los palacios y algunas, más secretas, de las alcobas de sus ricas moradoras, como la duquesa Cayetana, la de Alba, por la que experimenta una fogosa devoción.
Carlos IV, Doña María Luisa y familia
El 25 de abril de 1789 se ve favorecido con el nombramiento de pintor de cámara de los nuevos reyes Carlos IV y doña María Luisa.
El invierno de 1792, cae gravemente enfermo en Sevilla, sufre lo indecible durante aquel año y queda sordo de por vida. Comenzó, entonces, una nueva etapa artística para Goya. Debido a la pérdida de audición y a las secuelas de la grave enfermedad que había padecido, el maestro tuvo que adaptarse a un nuevo tipo de vida. Tuvo que dimitir como director de pintura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en 1797. El 3 de mayo de 1808, el pintor se echa a la calle, no para combatir con la espada o la bayoneta, sino para mirar insaciablemente lo que ocurre. Con lo visto pintará algunos de los más patéticos cuadros de historia que se hayan realizado jamás: el Dos de mayo, conocido también como La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol de Madrid y el lienzo titulado Los fusilamientos del 3 de mayo en la montaña del Príncipe Pío de Madrid.
El pesimismo goyesco irá acrecentándose a partir de entonces. En 1812, muere su esposa, Josefa Bayeu; entre 1816 y 1818 publica sus famosas series de grabados, la Tauromaquia y los Disparates; en 1819 decora con profusión de monstruos y sórdidas tintas una villa que ha adquirido por 60.000 reales a orillas del Manzanares, conocida después como la Quinta del Sordo: son las llamadas "pinturas negras", plasmación de un infierno aterrante, visión de un mundo odioso y enloquecido; en el invierno de 1819 cae gravemente enfermo pero es salvado in extremis por su amigo el doctor Arrieta, a quien, en agradecimiento, regaló el cuadro titulado Goya y su médico Arrieta (1820, Institute of Art, Minneápolis). En 1823, tras la invasión del ejército francés los Cien Mil Hijos de San Luis, venido para derrocar el gobierno liberal, se ve condenado a esconderse y al año siguiente escapa a Burdeos, refugiándose en casa de su amigo Moratín.
El maestro murió en Burdeos, hacia las dos de la madrugada del 16 de abril de 1828, tras haber cumplido ochenta y dos años, siendo enterrado en Francia. En 1899 sus restos mortales fueron sepultados definitivamente en la ermita de San Antonio de la Florida, en Madrid, cien años después de que Goya pintara los frescos de dicha iglesia
Tumba de Goya