MANUAL DE PILOTO PRIVADO DE AVIÓN PROCEDIMIENTOS DE EMERGENCIA
ANAC AVIACIÓN CIVIL ARGENTINA
Capítulo 14. Procedimientos de emergencia .............................................................. 280 Aterrizajes de emergencia .................................................................................................. 280 Tipos de aterrizajes de emergencia ................................................................................... 280 Riesgos psicológicos............................................................................................................ 281 Conceptos básicos de seguridad ........................................................................................ 281 Actitud y control del régimen de descenso ..................................................................... 283 Selección del terreno ........................................................................................................... 283 Configuración del avión...................................................................................................... 284 Aproximación........................................................................................................................ 284 Tipos de terrenos .................................................................................................................. 285 Áreas confinadas .................................................................................................................. 285 Árboles (bosque) .................................................................................................................. 285 Agua (amerizaje) y nieve .................................................................................................... 286 Falla de motor después del despegue (monomotor) ...................................................... 286 Descensos de emergencia ................................................................................................... 287 Fuego en vuelo ...................................................................................................................... 289 Fuego en el motor................................................................................................................. 289 Fuego eléctrico...................................................................................................................... 290 Fuego en la cabina................................................................................................................ 291 Falla o malfuncionamiento de controles de vuelo ......................................................... 291 Falla total de los flaps.......................................................................................................... 291 Flap asimétrico (Dividido) ................................................................................................. 292 Pérdida de control del timón de profundidad ................................................................. 292 Falla del tren de aterrizaje .................................................................................................. 293 Fallas de sistemas ................................................................................................................. 295 Sistema eléctrico................................................................................................................... 295 Sistema Estático-Pitot.......................................................................................................... 296 Indicaciones anormales de instrumentos del motor ...................................................... 297 Apertura de puerta en vuelo ............................................................................................... 298 Reconocimiento .................................................................................................................... 299 Mantenimiento del control del avión ............................................................................... 299 Control de actitud ................................................................................................................. 300 Virajes ..................................................................................................................................... 301 Ascensos ................................................................................................................................. 301 Descensos ............................................................................................................................... 302 Maniobras combinadas........................................................................................................ 302 Transición a vuelo visual .................................................................................................... 303
Capitulo 14 Procedimientos de emergencia Este capítulo contiene información sobre cómo lidiar con situaciones anormales y de emergencia que se puedan producir durante el vuelo. La clave para el éxito en el manejo de una situación de emergencia, y/o la prevención de que una situación anormal progrese a una verdadera emergencia, es una profunda familiaridad y adhesión a los procedimientos desarrollados por el fabricante del avión, que figuran en el Manual de Vuelo del Avión y/o Manual de Operaciones del Piloto aprobados. Las siguientes pautas son genéricas y no están destinadas a sustituir a los procedimientos recomendados por el fabricante del avión. Más bien, están destinadas a mejorar el conocimiento general del piloto en el área de operaciones anormales y de emergencia. Si alguna de las pautas de este capítulo crea un conflicto de cualquier forma con los procedimientos recomendados por el fabricante para una determinada marca y modelo de avión, los procedimientos recomendados por el fabricante tienen prioridad. Aterrizajes de emergencia Esta sección contiene información sobre las técnicas de aterrizaje de emergencia en pequeños aviones de ala fija. Las pautas que se presentan son aplicables a las condiciones de terreno más adversas para las cuales no es posible la instrucción práctica. El objetivo es inculcar en el piloto la certeza de que casi cualquier tipo de terreno puede ser considerado "adecuado" para un aterrizaje de emergencia en el que se pueda sobrevivir si el piloto sabe cómo usar la estructura del avión para su propia protección y la protección de los pasajeros. Tipos de aterrizajes de emergencia Los diferentes tipos de aterrizajes de emergencia se definen como sigue. ● Aterrizaje forzoso. Un aterrizaje inmediato, dentro o fuera de un aeropuerto, necesario por la imposibilidad de continuar el vuelo. Un ejemplo típico es el de un avión forzado a bajar por el fallo del motor. ● Aterrizaje de precaución. Un aterrizaje premeditado, dentro o fuera de un aeropuerto, cuando el vuelo aún es posible, pero no aconsejable. Los ejemplos de condiciones que pueden requerir un aterrizaje de precaución incluyen clima en deterioro, estar perdido, escasez de combustible, y desarrollo gradual de una avería del motor. ● Amerizaje. Un aterrizaje forzoso o de precaución en el agua. Un aterrizaje de precaución, por lo general, es menos peligroso que un aterrizaje forzoso debido a que el piloto tiene más tiempo para la selección del terreno y la planificación de la aproximación. Además, el piloto puede usar potencia para compensar los errores de cálculo o de la técnica. El piloto debe ser consciente que demasiadas situaciones que requieren un aterrizaje de precaución se les permite convertirse en aterrizajes forzosos inmediatos, cuando el piloto utiliza un pensamiento ilusorio en lugar de la razón, especialmente cuando se trata de una situación auto infligida. El piloto no calificado para volar por instrumentos que queda atrapado por el clima, o el piloto que enfrenta un agotamiento de combustible inminente, que no piensa en la posibilidad de un aterrizaje 280
de precaución acepta una alternativa extremadamente peligrosa. Riesgos psicológicos Hay varios factores que pueden interferir con la capacidad del piloto para actuar rápida y adecuadamente ante una emergencia. ● Renuencia a aceptar la situación de emergencia. Un piloto que permite que la mente se paralice ante la idea de que el avión estará en el suelo, en muy corto tiempo, independientemente de las acciones o deseos del piloto, sufre grandes limitaciones en el manejo de la emergencia. Un deseo inconsciente de retrasar el temido momento puede llevar a tipos de errores como: falla en bajar la nariz para mantener la velocidad de vuelo, demora en la selección de una zona de aterrizaje adecuada a su alcance, e indecisión general. Intentos desesperados para corregir lo que está mal, a expensas del control de la aeronave, caen en la misma categoría. ● Deseo de salvar el avión. El piloto que ha sido condicionado durante la instrucción a encontrar una zona de aterrizaje relativamente segura, cada vez que el instructor cerró el acelerador para un aterrizaje forzoso simulado, puede ignorar todas las reglas básicas de aeronavegabilidad para evitar una toma en un terreno donde los daños al avión son inevitables. Consecuencias típicas son: hacer un viraje de 180° de vuelta a la pista cuando la altura disponible es insuficiente; estirar el planeo sin tener en cuenta la velocidad mínima de control con el fin de llegar a un campo más atractivo; aceptar una situación de aproximación y aterrizaje que no deja margen para el error. El deseo de salvar el avión, sin considerar los riesgos que implica, puede estar influenciada por otros dos factores: el interés monetario del piloto en el avión y la certeza de que un avión sin daños implica que no hay daños corporales. Hay veces, sin embargo, que un piloto debe estar más interesado en sacrificar el avión para que los ocupantes puedan salir caminando con seguridad. ● Preocupación excesiva de quedar herido. El miedo es una parte vital del mecanismo de auto preservación. Sin embargo, cuando el miedo lleva al pánico, invitamos a lo que más queremos evitar. Los registros de supervivencia favorecen a los pilotos que mantienen su compostura y saben aplicar los conceptos y procedimientos generales que se han desarrollado a través de los años. El éxito de un aterrizaje de emergencia es tanto una cuestión de la mente como de habilidades. Conceptos básicos de seguridad Un piloto que se enfrenta a un aterrizaje de emergencia en un terreno que hacen inevitables grandes daños al avión debe tener en cuenta que la prevención de las lesiones por accidentes es en gran medida una cuestión de: (1) mantenimiento de la estructura vital (áreas de piloto/pasajeros) relativamente intacta utilizando estructuras prescindibles (como las alas, tren de aterrizaje, y parte inferior del fuselaje) para absorber la violencia del proceso de detención antes de que afecte a los Figura 14-1. Uso de la vegetación ocupantes, (2) evitar el contacto corporal para absorber energía. 281
contundente con la estructura interior. La ventaja de sacrificar estructura prescindible se demuestra a diario en las carreteras. Un impacto frontal con el auto contra un árbol a 30 kilómetros por hora (kph) es menos peligroso para un piloto debidamente asegurado que un impacto similar contra la puerta del conductor. La experiencia en accidentes muestra que la cantidad de estructura colapsable entre los ocupantes y el punto de impacto principal en el avión tiene una relación directa con la severidad de las fuerzas de choque transmitidas y, por lo tanto, con la supervivencia. Evitar el contacto forzoso con la estructura interior es una cuestión de seguridad corporal. A menos que los ocupantes desaceleren a la misma velocidad que la estructura circundante, no se obtendrá ningún beneficio de su relativa integridad. Los ocupantes estarán sometidos a una detención violentamente en la forma de una colisión secundaria. La estructura del avión colapsable no es el único medio de absorción de energía disponible en una situación de emergencia. La vegetación, árboles, e incluso estructuras hechas por el hombre pueden ser utilizados para este propósito. Los campos cultivados con cultivos densos, como el maíz maduro, son casi tan efectivos en la detención de un avión con daños reparables como un dispositivo de emergencia, sobre una pista. [Figura 14-1] Los arbustos y pequeños árboles proporcionan considerable efecto de amortiguación y frenado sin destruir el avión. Cuando se trata de obstáculos naturales y artificiales con mayor fuerza que la estructura colapsable del avión, el piloto debe planificar la toma de una manera tal que solo la estructura no esencial "se utiliza" en el proceso principal de desaceleración. La severidad general del proceso de desaceleración se rige por la velocidad (sobre el terreno) y la distancia de frenado. El más crítico de estos es la velocidad; duplicar la velocidad sobre el terreno significa cuadruplicar la energía destructiva total y viceversa. Incluso un pequeño cambio en la velocidad sobre el terreno en el momento del aterrizaje (ya sea como resultado del viento o la técnica del piloto) afectará el resultado de un choque controlado. Es importante que la toma durante un aterrizaje de emergencia se haga a la menor velocidad controlable posible, usando todos los dispositivos aerodinámicos disponibles. La mayoría de los pilotos buscarán instintivamente (y correctamente) el campo llano y abierto más grande disponible para un aterrizaje de emergencia. En realidad, se requiere muy poca distancia de frenado si la velocidad se puede disipar de manera uniforme; es decir, si las fuerzas de desaceleración se pueden propagar de manera uniforme sobre la distancia disponible. Este concepto se utiliza en el sistema de detención de los portaaviones que proporciona una fuerza de frenado casi constante desde el momento de enganchado. El avión liviano típico está diseñado para Figura 14-2. Distancia de frenado proporcionar protección en aterrizajes forzosos vs. velocidad.
que exponen a los ocupantes a nueve veces la aceleración de la gravedad (9 G) en dirección hacia adelante. Asumiendo una 282
desaceleración uniforme de 9 G, a 50 mph la distancia de frenado necesaria es de unos 2,85 metros. Mientras que a 100 mph la distancia de frenado es de unos 11,4 metros (cerca de cuatro veces más). [Figura 14-2] Aunque estas cifras se basan en un proceso de desaceleración ideal, es interesante observar lo que puede lograrse en una distancia de frenado corta que se utiliza eficazmente. Entender la necesidad de un proceso de desaceleración firme pero uniforme en muy mal terreno permite al piloto seleccionar las condiciones de la toma que propagará la desintegración de la estructura colapsable en una distancia corta, reduciendo así el pico de desaceleración del área de la cabina. Actitud y control del régimen de descenso El error más crítico y a menudo el más imperdonable que se puede hacer en la planificación y ejecución de un aterrizaje de emergencia, incluso en un terreno ideal, es la pérdida de la iniciativa sobre la actitud y régimen de descenso de la aeronave en la toma de contacto. Cuando la toma se hace en terreno plano, abierto, una actitud de cabeceo de nariz abajo excesiva trae el riesgo de "pegar" la nariz en el suelo. Se deben evitar grandes ángulos de alabeo justo antes de aterrizar, ya que aumentan la velocidad de pérdida y la posibilidad de un golpe con la punta del ala. Ya que la componente vertical de la velocidad del avión se reduce inmediatamente a cero al contacto con el suelo, debe mantenerse bajo control. Una toma plana a un régimen de descenso alta (por encima de 500 pies por minuto) sobre una superficie dura puede ser perjudicial, sin destruir la estructura de cabina, especialmente durante los aterrizajes con tren arriba en aviones de ala baja. Una construcción inferior rígida de estos aviones puede impedir una amortiguación adecuada por deformación estructural. Las condiciones de un impacto similar pueden provocar el colapso de la estructura superior en aviones de ala alta. En terreno blando, un régimen de descenso excesivo puede causar el hundimiento de la estructura de la nariz y desaceleración hacia adelante severa. Selección del terreno La elección del piloto de los sitios de aterrizaje de emergencia se rige por: ● La ruta seleccionada durante la planificación previa al vuelo. ● La altura sobre el suelo, cuando se produce la emergencia. ● El exceso de velocidad (el exceso de velocidad se puede convertir en distancia y/o altura). El único momento en que el piloto tiene opciones muy limitadas es durante la parte baja y lenta del despegue. Sin embargo, incluso en estas condiciones, la capacidad de cambiar la dirección de impacto sólo unos pocos grados puede garantizar un accidente con supervivencia. Si está más allá de una distancia de planeo de un área abierta adecuada, el piloto debe juzgar el terreno disponible por su capacidad de absorción de energía. Si la emergencia se inicia a una altura considerable sobre el terreno, el piloto debería estar más preocupado por seleccionar primero el área en general deseada más que un punto específico. Las apariencias del terreno en altura pueden ser muy engañosas y puede perderse considerable altura antes de que se pueda señalar el mejor lugar. Por esta razón, el piloto no debería dudar en desechar el plan original para uno que es obviamente mejor. Sin embargo, como regla general, el piloto no debe cambiar de idea más de una vez; un aterrizaje de emergencia bien ejecutado en un terreno malo puede 283
ser menos peligroso que un aterrizaje descontrolado en un campo establecido. Configuración del avión Ya que los flaps mejoran la maniobrabilidad a baja velocidad, y reducen la velocidad de pérdida, se recomienda su uso durante la aproximación final cuando el tiempo y las circunstancias lo permitan. Sin embargo, el incremento asociado de resistencia y disminución de la distancia de planeo llama a la prudencia en el momento y la cantidad de su aplicación; el uso prematuro del Flap, y la disipación de la altura, por otro lado, puede poner en peligro un buen plan. No se puede dar una regla firme y rápida en relación con la posición del tren de aterrizaje retráctil en la toma. En terreno desparejo y árboles, o durante impactos a alta velocidad de descenso, un tren extendido sin duda tendría un efecto protector Figura 14-3. Aterrizaje con tren arriba sobre el área de la cabina. Sin intencionalmente. embargo, esta ventaja tiene que ser contrapesada frente a los posibles efectos secundarios de un tren colapsado, como la ruptura de un tanque de combustible. Como siempre, se deben seguir las recomendaciones del fabricante como se indica en el Manual de Vuelo del Avión y/o un Manual de Operaciones del Piloto. Cuando está asegurada una toma normal, y hay disponible una amplia distancia de frenado, un aterrizaje con tren arriba sobre terreno nivelado, pero blando, o sobre un campo arado, puede resultar en menor daño del avión que un aterrizaje con tren abajo. [Figura 14-3] La desactivación del sistema eléctrico del avión antes del aterrizaje reduce la probabilidad de un incendio posterior al accidente. Sin embargo, el interruptor principal de la batería no debe ser apagado hasta que el piloto ya no tiene necesidad de energía eléctrica para operar los sistemas del avión vitales. El control positivo del avión durante la parte final de la aproximación tiene prioridad sobre cualquier otra consideración, incluyendo la configuración del avión y comprobaciones de cabina. El piloto debería intentar aprovechar la potencia disponible de un motor funcionando irregularmente; sin embargo, en general es mejor apagar el motor y cerrar el combustible justo antes del aterrizaje. Esto no sólo asegura la iniciativa del piloto sobre la situación, sino que un motor enfriado reduce considerablemente el riesgo de incendio. Aproximación Cuando el piloto tiene tiempo para maniobrar, la planificación de la aproximación debe ser regulada por tres factores. ● Dirección y velocidad del viento. ● Dimensiones y pendiente del campo elegido. ● Obstáculos en la senda de aproximación final. Estos tres factores son raramente compatibles. Cuando se debe hacer un compromiso, el piloto debe aspirar a una combinación de viento/obstáculos/terreno que permita una 284
aproximación final con un margen de error de apreciación o técnica. Un piloto que sobreestima el alcance de planeo puede tentarse a estirar el planeo a través de obstáculos en la senda de aproximación. Por esta razón, a veces es mejor planificar la aproximación sobre un área sin obstáculos, independientemente de la dirección del viento. La experiencia demuestra que una colisión con obstáculos al final de la carrera de aterrizaje, o deslizamiento, es mucho menos peligroso que golpear un obstáculo a la velocidad de vuelo antes de alcanzar el punto de toma de contacto. Tipos de terrenos Ya que un aterrizaje de emergencia en un terreno adecuado se asemeja a una situación en la que el piloto debe estar familiarizado por la instrucción, se tratará sólo la situación más inusual. Áreas confinadas La preferencia natural de llevar el avión al suelo no debe conducir a la selección de un lugar abierto entre árboles u obstáculos en el que el suelo no se puede alcanzar sin hacer un descenso empinado. Una vez que se alcanza el punto de aterrizaje previsto, y el espacio abierto y sin obstrucciones que queda es muy limitado, puede ser mejor obligar a que el avión baje al suelo que retrasar el aterrizaje hasta que entre en pérdida. Un avión desacelera más rápido después de que está en el suelo que mientras está en el aire. A este respecto también puede ser conveniente un trompo o retraer el tren en determinadas condiciones. Un río o arroyo puede ser una alternativa atractiva a un terreno desparejo. El piloto debe asegurarse de que el lecho del agua o del arroyo se pueden alcanzar sin que se enganchen las alas. El mismo concepto se aplica a los aterrizajes en carreteras con una precaución adicional; los obstáculos artificiales a ambos lados de la carretera pueden no ser visibles hasta la parte final de la aproximación. Al planificar una aproximación sobre una carretera, se debe recordar que la mayoría de las autopistas, e incluso caminos de tierra rurales, van paralelos a líneas eléctricas o telefónicas. Sólo una aguda búsqueda de las estructuras de soporte, o postes, puede proporcionar una advertencia oportuna. Árboles (bosque) Aunque un aterrizaje sobre árboles no es una perspectiva atractiva, las siguientes pautas generales pueden ayudar a sobrevivir la experiencia. ● Utilice la configuración de aterrizaje normal (full flaps, tren de aterrizaje abajo). ● Mantenga la baja la velocidad respecto al suelo enfrentando al viento. Haga contacto a la mínima velocidad indicada, pero no por debajo de la velocidad de pérdida, y "cuelgue" el avión en las ramas de los árboles en una actitud de aterrizaje de la nariz alta. Involucrando la parte inferior del fuselaje y las dos alas en el contacto inicial con los árboles proporciona un efecto más uniforme y positivo de amortiguación, mientras previene la incrustación en el parabrisas. [Figura 14-4] ● Evite el contacto directo del fuselaje con troncos de árboles pesados. ● Los árboles bajos, muy próximos entre sí con amplias, y densas coronas (ramas) cerca del suelo son mucho mejores que los árboles altos con puntas finas; estos últimos permiten demasiada altura de caída libre. (Una caída libre de 25 metros 285
resulta en una velocidad de impacto de unos 40 nudos, o cerca de 4.000 pies por minuto) ● Lo ideal es que el contacto inicial con los árboles debe ser simétrico; es decir, las dos alas deben encontrar la misma resistencia en las ramas de los árboles. Esta distribución de la carga ayuda para mantener la actitud correcta del avión. También puede impedir la pérdida de una de las alas, que invariablemente conduce a un descenso más rápido y menos predecible al suelo. ● Si el contacto con un tronco de árbol grueso es inevitable una vez que el avión está en tierra, lo mejor es involucrar a ambas alas al mismo tiempo dirigiendo el avión entre dos árboles adecuadamente espaciados. No intente esta maniobra, sin embargo, mientras todavía esté en el aire. Figura 14-4. Aterrizaje sobre árboles. Agua (amerizaje) y nieve Un aterrizaje en el agua bien ejecutado normalmente implica menos violencia de desaceleración que un pobre aterrizaje sobre árboles o una toma sobre terrenos extremadamente desparejos. También un avión que se ameriza a la velocidad mínima y en una actitud normal de aterrizaje no se hundirá inmediatamente después de la toma. Unas alas y tanques de combustible (especialmente cuando están vacíos) intactos proporcionan flotación por lo menos durante varios minutos, incluso si la cabina puede estar por debajo de la línea de agua en un avión de ala alta. La pérdida de la percepción de profundidad puede producirse cuando aterriza en una amplia extensión de aguas tranquilas, con el riesgo de volar hacia el agua o entrar en pérdida desde una altura excesiva. Para evitar este peligro, se debe crear resistencia cuando sea posible. No utilice más de flaps medios en los aviones de ala baja. La resistencia al agua de flaps totalmente extendidos puede resultar en fallo asimétrico del Flap y desaceleración del avión. Mantenga arriba el tren de aterrizaje retráctil a menos que el Manual de Vuelo del Avión y/o Manual de Operaciones del piloto le indique lo contrario. Un aterrizaje en la nieve debe ser ejecutado como un amerizaje, en la misma configuración y con el mismo cuidado por la pérdida de la percepción de profundidad en condiciones de visibilidad reducida y en terreno abierto. Falla de motor después del despegue (monomotor) La altura disponible es, en muchos sentidos, el factor determinante en la realización con éxito de un aterrizaje de emergencia. Si se produce un fallo de motor inmediatamente después del despegue y antes de que se alcance una altura de maniobra segura, NO SE 286
DEBE VOLVER AL CAMPO DESDE DONDE SE DESPEGÓ. En cambio, es más seguro establecer de inmediato la actitud apropiada de planeo, y seleccionar un campo directamente adelante o ligeramente hacia un lado de la trayectoria de despegue. La decisión de continuar al frente es a menudo difícil de tomar a menos que se consideren seriamente los problemas involucrados en el intento de volver. En primer lugar, el despegue fue con toda probabilidad hecho contra el viento. Para volver al campo de despegue, se debe realizar un viraje con viento a favor. Esto aumenta la velocidad sobre el terreno y apura al piloto aún más para cumplir con los procedimientos y en la planificación de la aproximación para el aterrizaje. En segundo lugar, el avión estará perdiendo considerable altura durante el viraje y todavía podría estar alabeando cuando toma contacto con el suelo (lo que sería una catástrofe para los ocupantes, así como para el avión). Después de virar a favor del viento, el aparente aumento de la velocidad sobre el terreno podría engañar al piloto y conducir a que intente reducir la velocidad del avión antes de tiempo causando la entrada en pérdida. Por otra parte, continuar en línea recta o hacer un giro suave permite al piloto más tiempo para establecer una actitud de aterrizaje segura, y el aterrizaje se puede hacer lo más lentamente posible, pero más importante, el avión se puede aterrizar mientras está bajo control. En cuanto al tema de volver a la pista después de un fallo de motor en el despegue, el piloto debe determinar la altura mínima si debe intentar tal maniobra en un avión particular. Experimentar a altura de seguridad debe dar al piloto una aproximación de la altura perdida en un viraje descendente de 180º con la potencia a ralentí. Agregando un factor de seguridad de alrededor de 25 por ciento, le debe dar al piloto una altura de decisión práctica. La capacidad de hacer un viraje de 180º no significa necesariamente que se puede llegar a la pista de despegue en un planeo sin potencia; esto depende del viento, la distancia recorrida durante el ascenso, la altura alcanzada, y la distancia de planeo del avión sin potencia. El piloto también debe recordar que volver a la pista de despegue, de hecho, puede requerir un cambio de dirección de más de 180°. Consideremos el siguiente ejemplo de un avión que ha despegado y ascendido a una altura de 300 pies AGL cuando falla el motor. [Figura 14-5]. Después de un tiempo de reacción típico de 4 segundos, el piloto decide regresar a la pista. Usando un régimen de viraje estándar (3° de cambio de dirección por segundo), tardará 1 minuto para virar 180°. A una velocidad de planeo de 65 nudos, el radio de giro es de 640 metros por lo que, al finalizar el viraje, el avión estará 1.360 metros a un lado de la pista de aterrizaje. El piloto debe girar otros 45º para dirigir el avión hacia la pista. En este momento el cambio total de dirección es de 225° equivalentes a 75 segundos más 4 segundos de tiempo de reacción. Si el avión en un planeo sin potencia desciende aproximadamente a 1.000 pies por minuto, habrá descendido 1.316 pies, dejándolo 1.016 pies por debajo de la pista de aterrizaje. Descensos de emergencia Un descenso de emergencia es una maniobra para descender lo más rápidamente posible a una altura menor o al suelo para un aterrizaje de emergencia. [Figura 14-6] La necesidad de esta maniobra puede resultar de un incendio incontrolable, una pérdida repentina de la presurización de la cabina, o cualquier otra situación que demanda un descenso inmediato y rápido. El objetivo es descender el avión tan pronto y rápido como sea posible, dentro de los 287
límites estructurales del avión. Los descensos de emergencia simulados se deben hacer en un viraje para comprobar si hay otro tránsito aéreo por debajo y para buscar una posible zona de aterrizaje de emergencia. Un anuncio por radio diciendo las intenciones de descenso puede ser apropiado para alertar a otras aeronaves en la zona. Cuando inicia el descenso, debe ser establecido un alabeo de aproximadamente 30º a 45° para mantener factores de carga positivos (fuerzas "G") en el avión. La instrucción de descenso de emergencia se debe realizar según lo recomendado por el fabricante, incluyendo la configuración y velocidades. Excepto cuando esté prohibido por el fabricante, la potencia debe ser reducida a ralentí y el control de la hélice (si existe) deberá ser colocado en posición de paso bajo (o altas revoluciones por minuto).
Figura 14-5. Viraje de retorno a la pista después de una falla de motor. Esto permitirá que la hélice actúe como un freno aerodinámico para ayudar a prevenir un aumento excesivo de velocidad durante el descenso. El tren de aterrizaje y los flaps deben extenderse según lo recomendado por el fabricante. Esto proporcionará máxima resistencia de manera que el descenso se puede hacer lo más rápidamente posible, sin velocidad excesiva. El piloto no debe permitir que la velocidad del avión pase la velocidad de nunca exceder (VNE), la máxima velocidad de extensión de tren de aterrizaje (VLE) o la velocidad máxima de flaps extendido (VFE), según corresponda. En el caso de un incendio en el motor, una alta velocidad de descenso podría apagar el fuego. Sin embargo, el debilitamiento de la estructura del avión es una de las principales preocupaciones y el descenso a baja velocidad colocaría menos estrés en el avión. Si el descenso se realiza en condiciones de turbulencia, el piloto también debe cumplir con las limitaciones de la velocidad de maniobra (VA). El descenso se debe hacer a la velocidad máxima permitida coherente con el procedimiento utilizado. Esto 288
proporcionará un aumento de la resistencia y por lo tanto la pérdida de altura lo más rápidamente posible. La recuperación de un descenso de emergencia debe iniciarse a una altura lo suficientemente alta como para asegurar una recuperación segura a vuelo nivelado o un aterrizaje de precaución. Cuando se establece y estabiliza el descenso durante la instrucción y práctica, el descenso debe ser terminado. En aviones con motor de pistón, se debe evitar la práctica prolongada de los descensos de emergencia para evitar el enfriamiento excesivo de los cilindros del motor. Fuego en vuelo Un incendio en vuelo exige una acción inmediata y decisiva. Por ello, el piloto debe estar familiarizado con los procedimientos indicados para esta emergencia contenida en el Manual de Vuelo del Avión y/o un Manual de Operaciones del Piloto aprobados, del avión particular. A los efectos de este manual, el fuego en vuelo se clasifica como: fuego en el motor en vuelo, fuego eléctrico, y fuego en cabina. Fuego en el motor El fuego en el compartimiento del motor en vuelo es generalmente causado por un fallo que permite que una sustancia inflamable, tales como combustible, aceite o fluido hidráulico entre en contacto con una superficie caliente. Esto puede ser causado por una falla mecánica del motor en sí, un accesorio actuado por el motor, un sistema de admisión o de escape defectuoso, o una línea rota. El fuego en el compartimiento del motor también pueden ser el resultado de Figura 14-6. Descenso de emergencia. errores de mantenimiento, tales como líneas
instaladas/ajustadas inapropiadamente y/o accesorios que producen fugas. El fuego en el compartimiento del motor puede ser indicado por el humo y/o llamas procedentes de la zona del capot del motor. También puede ser indicado por la decoloración, formación de burbujas, y/o por derretimiento del capot del motor, en los casos donde las llamas y/o humo no son visibles para el piloto. Para cuando un piloto se da cuenta de que hay fuego en el compartimiento del motor en vuelo, por lo general está bien desarrollado. A menos que el fabricante del avión indique algo distinto en el Manual de Vuelo del Avión y/o un Manual de Operaciones del Piloto aprobados, el primer paso al descubrir fuego debe ser cortar el suministro de combustible al motor colocando el control de la mezcla en posición cerrada y la válvula del selector de combustible en la posición OFF. El interruptor de encendido debe dejarse ON para poder utilizar combustible que queda en los conductos combustible y componentes entre el selector de la válvula de combustible y el motor. Este procedimiento puede acabar el combustible del compartimiento del motor y provocar que el fuego se apague naturalmente. Si se apagan las llamas, no se debe hacer ningún intento de arrancar el motor. 289
Si el fuego en el motor es alimentado por aceite, como se evidencia por el humo negro, en oposición al fuego alimentado por combustible que produce llamas de color naranja brillante, el piloto debería considerar parar la rotación de la hélice por abanderamiento u otros medios, tales como (con hélices de velocidad constante) colocando la palanca de control de paso en la posición de mínima rpm y elevando la nariz para reducir la velocidad hasta que la hélice deja de girar. Este procedimiento detendrá una bomba de aceite (o hidráulica) accionada por el motor para que no continúe bombeando el fluido inflamable que está alimentando el fuego. Algunas listas de control de emergencia de aviones ligeros indican al piloto apagar el interruptor principal de corriente. Sin embargo, el piloto debe considerar que a menos que el fuego sea de naturaleza eléctrica, o un aterrizaje forzoso es inminente, desactivar el sistema eléctrico impide el uso de radios para la transmisión de los mensajes de socorro y también hará que el control del tráfico aéreo (ATC) pierda la transmisión de transpondedor. Los pilotos de aviones monomotores sin potencia no tienen otra opción más que hacer un aterrizaje forzoso. Los pilotos de aviones bimotores pueden optar por continuar el vuelo hasta el aeropuerto más cercano. Sin embargo, debería considerar la posibilidad de que un ala podría ser seriamente deteriorada y dar lugar a un fallo estructural. Incluso un breve, pero intenso fuego, puede causar daños estructurales peligrosos. En algunos casos, el fuego podría seguir ardiendo bajo el ala (o carenado del motor en el caso de un avión de un solo motor) fuera de la vista del piloto. Los fuegos en el compartimiento del motor que parecen haberse extinguido son conocidos por reavivarse con los cambios en el patrón del flujo de aire y la velocidad. El piloto debe estar familiarizado con los procedimientos de descenso de emergencia del avión. El piloto debe tener en cuenta que: ● El avión puede verse seriamente dañado estructuralmente hasta el punto de que la capacidad de mantenerlo bajo control se podría perder en cualquier momento. ● El avión puede estar todavía con fuego y susceptible a una explosión. ● El avión es sacrificable y lo único que importa es la seguridad de las personas a bordo. Fuego eléctrico La indicación inicial de un fuego de origen eléctrico es por lo general el olor distintivo de la quema de aislante. Una vez que se detecta un fuego eléctrico, el piloto debe tratar de identificar el circuito defectuoso comprobando los fusibles automáticos, instrumentos, aviónica y luces. Si el circuito defectuoso no se puede detectar y aislar fácilmente, y las condiciones de vuelo lo permiten, el interruptor principal de la batería y los interruptores de alternador/generador deben apagarse para eliminar el posible origen del fuego. Sin embargo, cualquier material que se haya encendido puede continuar quemándose. Si la energía eléctrica es absolutamente esencial para el vuelo, se puede intentar identificar y aislar el circuito defectuoso mediante: 1. Colocar el interruptor principal (inyector) en la posición OFF. 290
2. Colocar todos los interruptores eléctricos individuales en OFF. 3. Colocar el interruptor principal en ON. 4. Seleccionar los interruptores eléctricos que se encontraban en ON antes de la indicación de fuego de a uno a la vez, permitiendo un corto lapso de tiempo después de activar cada interruptor para verificar si hay signos de olor, humo o chispas. Este procedimiento, sin embargo, tiene el efecto de volver a crear el problema original. El curso de acción más prudente es aterrizar lo más pronto posible. Fuego en la cabina El fuego en cabina generalmente es el resultado de una de tres fuentes: (1) fumar sin cuidado por parte del piloto y/o pasajeros; (2) falla del sistema eléctrico; (3) falla del sistema de calefacción. Un fuego en la cabina demanda al piloto dos tareas inmediatas: atacar el fuego, y llevar el avión a tierra con seguridad lo más rápidamente posible. Un incendio o humo en la cabina debe ser controlado mediante la identificación y el cierre del sistema que falla. En muchos casos, el humo puede ser retirado de la cabina por la apertura de las ventilaciones de cabina. Esto se debe hacer solamente después de que se ha utilizado el extintor (si está disponible). Luego, el control de aire de la cabina se puede abrir para eliminar de la cabina tanto el humo como los gases. Si el humo aumenta en intensidad cuando se abren las ventilaciones de la cabina, deben ser cerradas de inmediato. Esto indica un posible incendio en el sistema de calefacción, compartimiento de equipaje de nariz (si lo tiene), o que el aumento en el flujo de aire está alimentando el fuego. En aviones presurizados, el sistema de presurización de aire eliminará el humo de la cabina; sin embargo, si el humo es intenso, puede ser necesario despresurizar en altura, si hay oxígeno disponible para todos los ocupantes, o ejecutar un descenso de emergencia. En monomotores y bimotores ligeros no presurizados, el piloto puede intentar expulsar el humo de la cabina abriendo las ventanas de tormenta. Estas ventanas deben cerrarse de inmediato si el fuego se hace más intenso. Si el humo es intenso, los pasajeros y la tripulación deben usar máscaras de oxígeno si están disponibles, y el piloto debería iniciar un descenso inmediato. El piloto también debe ser consciente de que, en algunos aviones, bajar el tren de aterrizaje y/o flaps puede agravar el problema de humo en cabina. Falla o malfuncionamiento de controles de vuelo
Falla total de los flaps La incapacidad de extender los flaps requerirá una aproximación y aterrizaje sin flaps. En aviones ligeros una aproximación y aterrizaje sin flaps no es particularmente difícil o peligroso. Sin embargo, hay ciertos factores que deben considerarse al ejecutar esta maniobra. Un aterrizaje sin flaps requiere sustancialmente más pista que lo normal. El aumento de la distancia de aterrizaje requerida podría ser de hasta un 50 por ciento. 291
Cuando vuela en el circuito de tránsito con los flaps retraídos, el avión debe volar en una actitud de nariz relativamente alta para mantener la altura, comparado con el vuelo con flaps extendidos. La pérdida de altura puede ser más problemática sin el beneficio de la resistencia normalmente proporcionada por los flaps. Un circuito de tránsito más largo y ancho puede ser necesario para evitar tener que picar para perder altura y por lo tanto aumentar excesivamente la velocidad. En la aproximación final, una actitud de nariz alta puede dificultar la visión de la pista. Esta situación, si no se prevé, puede dar lugar a graves errores al juzgar la altura y distancia. Aproximar a la pista en una actitud de nariz relativamente alta también puede causar la percepción de que el avión está cerca de una pérdida. Esto puede hacer que el piloto baje la nariz bruscamente y tome tierra en la rueda delantera. Con los flaps retraídos, y la potencia reducida para el aterrizaje, el avión es un poco menos estable en los ejes de cabeceo y alabeo. Sin flaps, el avión tiende a flotar considerablemente durante la recogida. El piloto debe evitar la tentación de forzar el avión a bajar a la pista a una velocidad excesivamente alta. Tampoco se debe recoger en exceso, ya que sin flaps esto podría causar que la cola golpee la pista de aterrizaje. Flap asimétrico (Dividido) Una situación de Flap asimétrico es aquella en la que un Flap se extiende o retrae mientras el otro permanece en posición. El problema se indica por un alabeo pronunciado hacia el ala con la menor deflexión de Flap cuando éstos son extendidos/retraídos. El alabeo encontrado en una situación de Flap asimétrico se contrarresta con alerón opuesto. La guiñada causada por la resistencia adicional creada por el Flap extendido requerirá sustancial timón de dirección opuesto, resultando en una condición de mandos cruzados. Puede ser necesaria casi deflexión total de alerón para mantener una actitud de alas niveladas, sobre todo a la velocidad reducida necesaria para la aproximación y el aterrizaje. El piloto, por tanto, no debería tratar de aterrizar con un viento cruzado desde el lado del Flap desplegado, ya que podría no estar disponible el control de alabeo adicional necesario para contrarrestar el viento cruzado. El piloto debe ser consciente de la diferencia de velocidades de pérdida entre un ala y la otra en una situación de Flap dividido. El ala con el Flap retraído entrará en pérdida mucho antes que el ala con el Flap desplegado. Este tipo de pérdida asimétrica resultará en un alabeo incontrolable en la dirección del ala en pérdida (limpia). Si la altura lo permite, se desarrollará un spin. La aproximación para el aterrizaje con una condición de Flap asimétrico se debe volar a una velocidad más alta que lo normal. El piloto no debería correr el riesgo de una pérdida asimétrica y la consiguiente pérdida de control por una recogida excesiva. Más bien, el avión se debe volar hasta la pista para que la toma se produzca a una velocidad consistente con un margen de seguridad por encima de la velocidad de pérdida con flaps arriba. Pérdida de control del timón de profundidad En muchos aviones, el timón de profundidad es controlado por dos cables: un cable hacia "abajo" y uno hacia "arriba". Normalmente, una rotura o desconexión en sólo uno de estos cables no resultará en una pérdida total de control del timón de profundidad. En la mayoría de los aviones, un cable roto resulta en una pérdida parcial de control del 292
cabeceo. Al fallar el cable de timón de profundidad “arriba” (estando el timón de profundidad "abajo" intacto y funcional) la comando se moverá hacia atrás con facilidad, pero sin producir respuesta. Moviendo el control hacia adelante, sin embargo, más allá de la posición neutra produce una actitud de nariz abajo. A la inversa, una falla del cable del timón de profundidad "abajo", el movimiento hacia adelante de la comando no produce ningún efecto. El piloto, sin embargo, tendrá un control parcial de la actitud de cabeceo con el movimiento hacia atrás. Cuando se experimenta una pérdida de control de timón de profundidad hacia arriba, el piloto puede mantener el control de cabeceo por medio de: ● Aplicar considerable compensador de nariz arriba. ● Empujar la comando hacia adelante para lograr y mantener la actitud deseada. ● Incrementar la presión hacia delante para bajar la nariz y relajar la presión hacia delante para subir la nariz. ● Relajar la presión hacia adelante para recoger durante el aterrizaje. ● Cuando se experimenta una pérdida de control de timón de profundidad hacia abajo, el piloto puede mantener el control de cabeceo por medio de: ● Aplicar considerable compensador de nariz abajo. ● Tirar de la comando hacia atrás para lograr y mantener la actitud deseada. ● Relajar la presión atrás para bajar la nariz e incrementar la presión atrás para subir la nariz. ● Aumentar la presión atrás para recoger durante el aterrizaje. Los mecanismos de compensación pueden ser útiles en caso de un fallo del control primario en vuelo. Por ejemplo, si la unión entre la cabina y el timón de profundidad falla en vuelo, dejando el timón de profundidad libre como veleta al viento, la aleta de compensación puede ser utilizada para subir o bajar el timón de profundidad, dentro de sus límites. Los compensadores no son tan eficaces como el control normal en condiciones tales como una baja velocidad, pero tienen un efecto positivo, usualmente suficiente como para llevar a cabo un aterrizaje seguro. Si el timón de profundidad se atasca, resultando en una pérdida total del movimiento del control de timón de profundidad, varias combinaciones de potencia y extensión de flaps ofrecen una cantidad limitada de control de cabeceo. Un aterrizaje exitoso en estas condiciones, sin embargo, es difícil. Falla del tren de aterrizaje Una vez que el piloto ha confirmado que el tren de aterrizaje funciona mal, y que una o más patas del tren se niega a responder a los métodos convencionales o alternativos de extensión contenidos en el Manual de Vuelo del Avión y/o un Manual de Operaciones del Piloto aprobados, hay varios métodos que pueden ser útiles en el intento de forzar al tren a que baje. Un método consiste en picar el avión (en aire suave solamente) a la velocidad VNE (línea roja en el indicador de velocidad) y (dentro de los límites de seguridad) ejecutar un tirón rápido hacia arriba. En la categoría normal de aviones, este procedimiento creará una carga de 3,8 G sobre la estructura, haciendo que el tren de aterrizaje pese 3,8 veces más de lo normal. En algunos casos, esto puede forzar el tren a la posición abajo y bloqueado. Este procedimiento requiere un control fino y una buena sensación del avión. El piloto debe evitar exceder los límites de diseño de estrés del avión al intentar bajar el tren de aterrizaje. El piloto también debe evitar una pérdida acelerada y posible pérdida de control mientras dirige la atención a solucionar el 293
problema del tren de aterrizaje. Otro método que se ha probado útil en algunos casos es inducir una guiñada rápida. Después de estabilizar a la velocidad de maniobra (VA) o ligeramente menor, el piloto debe aplicar alternativa y agresivamente timón de dirección en una dirección y luego en la otra en rápida secuencia. La acción de guiñada resultante puede hacer que el tren de aterrizaje a caiga en su lugar.
Figura 14-7. Aterrizaje con una pata retraída.
Si todos los esfuerzos para extender el tren han fracasado, y el aterrizaje con tren arriba es inevitable, el piloto debe seleccionar un aeropuerto con instalaciones de emergencia y rescate. El piloto no debe dudar en solicitar que los equipos de emergencia estén en espera. Al seleccionar una superficie de aterrizaje, el piloto debería considerar que una pista de superficie dura y lisa generalmente causa menos daño que, una franja de pasto áspera, sin preparar. Una superficie dura, sin embargo, crea chispas que puede encender el combustible. Si el aeropuerto está equipado, el piloto puede solicitar espuma sobre la superficie de la pista. El piloto debería considerar quemar el exceso de combustible. Esto reducirá la velocidad de aterrizaje y un potencial incendio. Si la falla del tren de aterrizaje se limita a una pata principal del tren, el piloto debe consumir tanto combustible de ese lado del avión como sea posible, reduciendo así el peso del ala en ese lado. El peso reducido permite retrasar que el ala sin apoyo entre en contacto con la superficie durante la carrera de aterrizaje hasta el último momento posible. Velocidades de impacto reducidas provocan menos daño. Si sólo una pata del tren no se extiende, el piloto tiene la opción de aterrizar en las patas del tren disponibles, o con todas las patas del tren retraídas. Aterrizar en una sola pata principal causa generalmente que el avión vire fuertemente en la dirección de la pata del tren averiado después de la toma. Si la pista es angosta, y/o hay zanjas y obstáculos al borde de la pista, es necesario el máximo control direccional después de la toma. En esta situación, un aterrizaje con las tres ruedas retraídas puede ser el curso de acción más seguro. Si el piloto decide aterrizar con una pata principal retraída (y la otra pata principal y nariz abajo y bloqueadas), el aterrizaje debe hacerse en una actitud de nariz arriba con las alas niveladas. Al decaer la velocidad, el piloto debe aplicar el control de alerón necesario para mantener en el aire el ala sin apoyo el mayor tiempo posible. [Figura 147] Una vez que el ala contacta la superficie, el piloto puede anticipar una fuerte guiñada en esa dirección. El piloto debe estar preparado para utilizar timón de dirección opuesto completo y frenado agresivo para mantener un cierto grado de control direccional.
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Cuando aterriza con la rueda delantera retraída (y el tren principal extendido y bloqueado) el piloto debe mantener la nariz fuera de la tierra hasta que se haya aplicado timón de profundidad atrás casi total. [Figura 14-8] El piloto debe entonces liberar la presión atrás de tal manera que la nariz se asiente suavemente sobre la superficie. Aplicar y mantener timón de profundidad atrás Figura 14-8. Aterrizaje con rueda de nariz total resultará en la caída brusca de la retraída. nariz a la superficie al disminuir la velocidad, posiblemente resultando en hundimiento y/o daño adicional. No debe aplicarse presión de freno durante la carrera de aterrizaje a menos que sea absolutamente necesario para evitar una colisión con obstáculos. Si el aterrizaje debe hacerse sólo con el tren de nariz extendido, el contacto inicial debe hacerse sobre la estructura posterior del fuselaje con una actitud nariz arriba. Este procedimiento le ayudará a prevenir hacer carretilla o rebotar. El piloto debe entonces permitir que la rueda delantera toque gradualmente, utilizando la dirección del tren de nariz según sea necesario para el control direccional. Fallas de sistemas Sistema eléctrico La pérdida de energía eléctrica puede privar al piloto de numerosos sistemas críticos, y por lo tanto no se debe tomar a la ligera, incluso en condiciones de día/VFR. La mayoría de las fallas en vuelo del sistema eléctrico se encuentran en el generador o alternador. Una vez que el sistema de generador o alternador queda fuera de línea, la fuente de energía eléctrica en un avión ligero típico es la batería. Si una luz de advertencia o amperímetro indica la posibilidad de una falla de alternador o generador en un avión con un solo sistema de generación, sin embargo, el piloto puede tener muy poco tiempo disponible de la batería. La categoría de la batería del avión proporciona una idea sobre cuánto tiempo puede durar. Con las baterías, cuanto más alta es la carga de amperaje, menor es el amperaje total útil. Así, una batería de 25 amperios hora podría entregar 5 amperios por hora durante 5 horas, pero si la carga se incrementa a 10 amperios, podría durar sólo 2 horas. Una carga de 40 amperios podría descargar la batería completamente en unos 10 o 15 minutos. Mucho depende de la condición de la batería en el momento de la falla del sistema. Si la batería ha estado en servicio durante algunos años, su potencia puede estar reducida considerablemente debido a la resistencia interna. O si el fallo del sistema no se detecta de inmediato, gran parte de la energía almacenada podría haber sido utilizada. Es esencial, por lo tanto, que el piloto corte inmediatamente las cargas no esenciales cuando la fuente de generación falla. [Figura 14-9] El piloto debe entonces planificar el aterrizaje en el aeropuerto más cercano adecuado. Lo que constituye una carga de "emergencia" a raíz de un fallo del sistema de 295
generación no puede ser predeterminado, ya que las circunstancias reales siempre serán algo diferentes, por ejemplo, si el vuelo es VFR o IFR, si se lleva a cabo de día o de noche, entre nubes o despejado. La distancia al aeropuerto más cercano adecuado también puede ser un factor. El piloto debe recordar que el tren de aterrizaje y flaps operados eléctricamente (o seleccionados eléctricamente) no funcionarán correctamente con la energía que queda en una batería parcialmente descargada. Los motores del tren de aterrizaje y flaps utilizan la potencia a un ritmo mucho mayor que la mayoría de otros tipos de equipos eléctricos. El resultado de seleccionar estos motores en una batería parcialmente descargada bien puede resultar en una pérdida total inmediata de la energía eléctrica. Si el piloto experimenta una pérdida total de energía eléctrica en vuelo, debe tomar las siguientes medidas: ● Cortar todos los equipos eléctricos, excepto los más necesarios. ● Entender que la pérdida de energía eléctrica es crítica en un avión pequeño, notifique al ATC la situación inmediatamente. Solicite vectores radar para aterrizar en el aeropuerto apropiado más cercano.
Figura 14-9. Cargas eléctricas para
● Si el tren o flaps están controlados u un mono- motor liviano. operados eléctricamente, planifique el arribo con tiempo. Espere realizar un aterrizaje sin flaps, y anticipe una extensión manual del tren de aterrizaje. Sistema Estático-Pitot La fuente de presión para el funcionamiento del indicador de velocidad, velocidad vertical, y el altímetro es el sistema estático-pitot. Los principales componentes del sistema estático- pitot son la cámara de presión de impacto y líneas, y la cámara de presión estática y líneas, cada una de las cuales están sujetas a la obstrucción total o parcial por hielo, suciedad, y/u otras materias extrañas. El bloqueo del sistema pitotestático afectará negativamente el funcionamiento de los instrumentos. [Figura 14-10] La obstrucción parcial del sistema estático es traicionera, ya que puede pasar desapercibida hasta una fase crítica del vuelo. Durante el despegue, ascenso, y nivelado a la altura de crucero el altímetro, velocímetro, e indicador de velocidad vertical pueden funcionar normalmente. Podría no haber ninguna indicación de mal funcionamiento hasta que comienza el descenso. Si el sistema estático está muy restringido, pero no bloqueado por completo, cuando desciende, la presión estática de referencia en los instrumentos comienza a quedar atrás de la presión del aire exterior. Mientras desciende, el altímetro puede indicar que el avión está más alto que lo real porque la obstrucción desacelera el flujo de aire desde la 296
toma estática al altímetro. El indicador de velocidad vertical confirma la información del altímetro con respecto a la tasa de cambio, porque la presión de referencia no cambia a la misma velocidad que la presión del aire exterior. El velocímetro, incapaz de decir si experimenta una mayor presión de pitot aerodinámica o menor presión estática de referencia, indica una velocidad superior a la real. Para el piloto, los instrumentos indican que el avión está muy alto, va muy rápido, y desciende a un ritmo mucho menor de lo deseado.
Figura 14-10. Efectos del bloqueo del sistema estático-pitot.
Si el piloto nivela y comienza un ascenso, el altímetro todavía puede retrasarse. El indicador de velocidad vertical indicará que el avión no sube tan rápido como en la realidad. La velocidad indicada, sin embargo, puede comenzar a disminuir a un ritmo alarmante. La mínima actitud de cabeceo arriba puede hacer que la aguja del velocímetro indique que está peligrosamente cerca de la velocidad de pérdida. La gestión de la falla del sistema estático requiere que el piloto sepa y entienda el sistema pitot-estático del avión. Si sospecha de una falla en el sistema, el piloto debe confirmarlo mediante la apertura de la toma estática alternativa. Esto debe hacerse mientras el avión está ascendiendo o descendiendo. Si las agujas del instrumento se mueven significativamente cuando se hace esto, existe un problema con la presión estática y la toma alternativa se debe utilizar durante el resto del vuelo. Indicaciones anormales de instrumentos del motor El Manual de Vuelo del Avión y/o un Manual de Operaciones del Piloto aprobados para el avión específico contiene información que se debe seguir en caso de cualquier indicación anormal en los instrumentos del motor. La tabla en esta página ofrece información genérica sobre algunas de las indicaciones de instrumentos de motor anormales que se experimentan más comúnmente en vuelo, sus posibles causas y acciones correctivas.
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Apertura de puerta en vuelo En la mayoría de los casos, la apertura inadvertida de una puerta no es de gran preocupación para la seguridad de un vuelo, sino más bien, la reacción del piloto en el momento que ocurre el incidente. Una puerta que se abre en vuelo puede estar acompañada por un ruido fuerte y repentino, nivel de ruido sostenido y posibles vibraciones o sacudidas. Si un piloto se permite distraerse hasta el punto en que centra la atención en la puerta en vez de mantener el control del avión, puede dar lugar a una pérdida de control, aunque la circulación de aire por la puerta sea mínima. En el caso de una apertura inadvertida de puerta en vuelo o en el despegue, el piloto debe adherirse a lo siguiente. ● Concéntrese en volar el avión. Particularmente en aviones monomotor y bimotor livianos; una puerta abierta en vuelo casi nunca compromete la capacidad de vuelo del avión. Puede haber algunos efectos de control, tales como alabeo y/o guiñada, pero en la mayoría de los casos éstos se pueden superar fácilmente. 298
● Si la puerta se abre después del despegue, no se apresure a aterrizar. Ascienda a la altura de circuito de tránsito normal, vuele un circuito normal, y haga un aterrizaje normal. ● No suelte el cinturón de seguridad y arnés de hombro en un intento de alcanzar la puerta. Deje la puerta sola. Aterrice tan pronto como sea factible, y cierre la puerta una vez a salvo en tierra. ● Recuerde que la mayoría de las puertas no se quedarán totalmente abiertas. Por lo general, se abrirán, y luego quedarán parcialmente cerradas. Un deslizamiento hacia la puerta puede provocar que se abra más; un deslizamiento contrario a la puerta puede cerrarla. ● No entre en pánico. Trate de ignorar el ruido no familiar y la vibración. Además, no se apresure. El intento de llevar el avión a tierra lo más rápido posible puede resultar en virajes cerrados a baja altura. ● Complete todos los puntos de la lista de comprobación. ● Recuerde que los accidentes casi nunca son causados por una puerta abierta. Más bien, un accidente por puerta abierta es causado por la distracción del piloto o falla al mantener el control del avión. Reconocimiento Un piloto VFR está en condiciones IMC en el momento en que es incapaz de mantener el control de actitud del avión por referencia al horizonte natural, independientemente de las circunstancias o las condiciones meteorológicas reinantes. Además, el piloto VFR está, en efecto, en IMC en cualquier momento en que es inadvertidamente o intencionalmente por un período de tiempo indeterminado, incapaz de navegar o establecer la posición geográfica por referencia visual a puntos de referencia en la superficie. Estas situaciones deben ser aceptadas por el piloto como una verdadera emergencia, requiriendo una acción apropiada. El piloto debe entender que a menos que esté entrenado, y calificado en el control de un avión por referencia exclusiva a los instrumentos de vuelo, no será capaz de hacerlo por un largo periodo de tiempo. Muchas horas de vuelo VFR usando el horizonte artificial como referencia para el control del avión pueden llevar a un piloto a una falsa sensación de seguridad basada en una sobreestimación de su capacidad personal para controlar el avión por referencia exclusiva de instrumentos. En condiciones VFR, a pesar de que el piloto piensa que está controlando el avión por referencia a instrumentos, el piloto recibe también una visión general del horizonte natural y puede inconscientemente confiar en el más que en el horizonte artificial de cabina. Si el horizonte natural desapareciera de repente, el piloto por instrumento inexperto estaría sujeto a vértigo, desorientación espacial, y la pérdida inevitable del control. Mantenimiento del control del avión Una vez que el piloto reconoce y acepta la situación, debe entender que la única manera de controlar el avión con seguridad usando y confiando en los instrumentos de vuelo. Intentar controlar el avión parcialmente, por referencia a los instrumentos de vuelo mientras busca fuera de la cabina confirmación visual de la información proporcionada por esos instrumentos resultará en un control inadecuado del avión. Esto puede ser seguido por desorientación espacial y la pérdida total del control. 299
El punto más importante a destacar es que el piloto no debe entrar en pánico. La tarea puede parecer abrumadora, y la situación puede verse agravada por la aprensión extrema. Por ello, el piloto debe hacer un esfuerzo consciente para relajarse. El piloto debe entender que la mayor preocupación (de hecho, la única preocupación en este punto) es mantener las alas niveladas. Un viraje o alabeo descontrolado por lo general conduce a dificultad en la consecución de los objetivos de cualquier condición de vuelo deseada. El piloto encontrará que un buen control del alabeo tiene el efecto de hacer control de cabeceo mucho más fácil. El piloto debe recordar que una persona no puede sentir las presiones del control cuando toma los controles con mucha fuerza. Relajarse y aprender a "controlar con los ojos y el cerebro" en lugar de sólo con los músculos, usualmente toma un considerable esfuerzo consciente. El piloto debe creer lo que muestran los instrumentos de vuelo relativo a la actitud de la aeronave, independientemente de lo que dicen los sentidos. El sentido vestibular (detección de movimiento por el oído interno) puede y va a confundir al piloto. Debido a la inercia, las áreas sensitivas del oído interno no pueden detectar pequeños cambios en la actitud del avión, ni tampoco pueden percibir con precisión los cambios de actitud que se producen a una velocidad uniforme durante un período de tiempo. Por otro lado, a menudo se generan falsas sensaciones, que llevan al piloto a creer que la actitud de la aeronave ha cambiado cuando en realidad, no. Estas falsas sensaciones resultan en que el piloto experimenta desorientación espacial. Control de actitud Un avión es, por diseño, una plataforma inherente- mente estable y, excepto en aire turbulento, mantendrá vuelo aproximadamente recto y nivelado si se compensa adecuadamente y se lo deja solo. Está diseñado para mantener un estado de equilibrio en cabeceo, alabeo y guiñada. El piloto debe tener en cuenta, sin embargo, que un cambio sobre un eje afectará a la estabilidad de los otros. El avión ligero típico exhibe una buena dosis de estabilidad en el eje de guiñada, un poco menos en el eje de cabeceo, y algo menos en el eje de alabeo. La clave para el control de actitud del avión en emergencia, por lo tanto, es: ● Compensar el avión con el compensador de timón de profundidad para que mantenga el vuelo nivelado sin manos a la velocidad de crucero. ● Resistir la tendencia a sobre controlar el avión. Vuele el horizonte artificial con el control con la punta de los dedos. No debe hacer cambios de actitud a menos que los instrumentos de vuelo indiquen una clara necesidad del cambio. ● Haga todos los cambios de actitud suaves y pequeños, pero con presión positiva. Recuerde que un pequeño cambio indicado en el horizonte artificial corresponde a un
cambio proporcional mucho mayor en la Figura 14-11. Horizonte artificial. actitud real del avión. 300
● Haga uso de todas las ayudas disponibles en el control de actitud, como el piloto automático o el nivelador de alas. El instrumento primario para el control de actitud es el horizonte artificial. [Figura 1411] Una vez que el avión se compensa para mantener el vuelo nivelado sin manos a velocidad de crucero, no necesita variar la velocidad hasta que el avión debe reducirla para el aterrizaje. Todos los virajes, ascensos y descensos pueden y se deben hacer a esta velocidad. El vuelo recto se mantiene teniendo las alas niveladas mediante "presión suave" en el control. Cualquier cambio de actitud de cabeceo se debe hacer usando no más de un ancho de barra hacia arriba o hacia abajo. Virajes Los virajes son quizás las maniobras más potencialmente peligrosas para el piloto sin instrucción en instrumentos por dos razones. ● La tendencia normal del piloto a sobre controlar, llevando a alabeos escarpados y la posibilidad de una "espiral." ● La incapacidad del piloto para hacer frente a la inestabilidad resultante del viraje.
Figura 14-12. Viraje nivelado.
Figura 14-13. Ascenso nivelado.
Ascensos Si es necesario un ascenso, el piloto debería elevar el avión en miniatura en el horizonte artificial no más de un ancho de barra y aplicar potencia. [Figura 14-13] El piloto no debe tratar de alcanzar una velocidad de ascenso específica, sino aceptar la velocidad que resulte. El objetivo es desviarse lo menos posible de la actitud de vuelo nivelado para perturbar el equilibrio del avión lo menos posible. Si el avión está correctamente compensado, asumirá por sí mismo una actitud de nariz arriba proporcional a la cantidad de potencia aplicada. El torque y el factor P harán que el avión tenga una tendencia a alabear y virar a la izquierda. Esto debe ser anticipado y compensado. Si la aplicación de potencia inicial resulta en un régimen de ascenso inadecuado, la potencia debe aumentarse en incrementos de 100 rpm o 1 pulgada de presión de admisión hasta que se alcance la velocidad de ascenso deseada. Rara vez es necesaria la potencia máxima disponible. Cuanta más potencia se use más tenderá el avión a alabear y virar a la izquierda. La reanudación del vuelo nivelado se 301
realiza primero disminuyendo la poca o ninguna desviación de altura. Puede ser útil virar unos pocos grados y luego volver al vuelo nivelado, si se debe hacer un gran cambio de rumbo. Repita el proceso hasta que se alcanza el rumbo deseado. Este proceso puede aliviar el sobre alabeo progresivo que resulta de virajes prolongados. Cuando se debe hacer un viraje, el piloto debe anticipar y lidiar con la inestabilidad relativa del eje de alabeo. Se debe usar el ángulo de alabeo práctico más pequeño; en todo caso no más de 10° de ángulo de alabeo. [Figura 14-12] Un alabeo suave sacará muy poca sustentación vertical de las alas resultando en actitud de cabeceo hasta nivelar el horizonte artificial mediante la presión lenta pero deliberada, permitiendo que la velocidad aumente a un valor cercano a la de crucero, y luego se disminuye la potencia. Descensos Los descensos son opuestos al procedimiento de ascenso si el avión se compensa correctamente para vuelo recto y nivelado sin manos. En esta configuración, el avión requiere una cierta cantidad de empuje para mantener la altura. La actitud de cabeceo controla la velocidad. La potencia del motor, por lo tanto, (traducida en empuje por la hélice) mantiene la altura seleccionada. Siguiendo una reducción de potencia, aunque insignificante, habrá una disminución casi imperceptible en la velocidad. Sin embargo, incluso un ligero cambio en la velocidad resulta en menos carga en la cola, con lo cual el peso de la nariz del avión produce un cabeceo hacia abajo lo suficiente para mantener la velocidad para la que fue compensado. El avión luego descenderá a un ritmo directamente proporcional a la cantidad de empuje que se ha Figura 14-14. Descenso nivelado. quitado. Las reducciones de potencia deben hacerse en incrementos de 100 rpm o 1 pulgada de presión de admisión y el régimen de descenso resultante no debe superar los 500 pies por minuto. Las alas deben mantenerse niveladas en el horizonte artificial, y la actitud de cabeceo no debe exceder un ancho de barra por abajo del nivel. [Figura 14-14] Maniobras combinadas Las maniobras combinadas, tales como virajes en ascenso o descenso se deben evitar en lo posible por un piloto instrumental inexperto bajo el estrés de una situación de emergencia. Combinar maniobras sólo agravará los problemas encontrados en las maniobras individuales y aumentará el riesgo de pérdida de control. Recuerde que el objetivo es mantener el control del avión desviándose lo menos posible del vuelo recto y nivelado y manteniendo el equilibrio natural del avión lo más posible. Cuando es asistido por los controladores de tránsito aéreo, el piloto puede sentir una urgencia cuando se le indica cambiar el rumbo y/o altura. Este sentido de urgencia refleja una preocupación normal por la seguridad por parte del controlador. Pero el piloto no debe permitir que esto le impulse a intentar una maniobra que podría resultar 302
en la pérdida de control. Transición a vuelo visual Una de las tareas más difíciles con las que un piloto por instrumentos capacitado y calificado debe lidiar es la transición desde vuelo instrumental a visual antes del aterrizaje. Para el piloto por instrumentos no entrenado, estas dificultades se magnifican. Las dificultades se centran sobre la aclimatación y la orientación. En una aproximación por instrumentos el piloto entrenado debe preparar de antemano la transición a vuelo visual. El piloto debe tener una imagen mental de lo que espera ver una vez que se hizo la transición a vuelo visual y aclimatarse al nuevo ambiente rápidamente. La orientación geográfica debe comenzar antes de la transición visualizando dónde estará el avión en relación con el aeropuerto/pista cuando realice la transición de manera que la aproximación y el aterrizaje pueden ser completados por referencia visual al terreno. En una situación ideal, la transición a vuelo visual se hace con tiempo, a una altura suficiente sobre el terreno, y a condiciones de visibilidad suficientes para la aclimatación y la orientación geográfica. Este, sin embargo, no es siempre el caso. El piloto no entrenado puede encontrar visibilidad limitada, terreno completa- mente desconocido, y altura sobre el terreno tal que un circuito de tránsito "normal" y aproximación al aterrizaje no es posible. Además, el piloto estará muy probablemente bajo una considerable presión psicológica auto inducida para llevar el avión a tierra. El piloto debe tener esto en cuenta y, si es posible, dejar tiempo para aclimatarse y orientarse geográficamente antes de intentar una aproximación y aterrizaje, incluso si esto significa volar recto y nivelado por un tiempo o rodeando el aeropuerto. Esto es especialmente cierto por la noche.
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