Bidasoa y Costa Vasca

INDEX 2014 CAMINOS DE LA MEMORIA · FAUNA INVERNAL · PUEYO DE ARAGUÁS · BIDASOA

Y COSTA VASCA

Nº 103

| Enero - Febrero 2015 | 5,80 ¤

El mundo de los

Montaña, Cultura y Naturaleza

BIDASOA COSTA VASCA

Y

MAR Y MONTAÑA

CAMINOS DE LA MEMORIA

EL PUEYO DE ARAGUÁS

RONCAL

ESQUÍ DE FONDO

FAUNA INVERNAL CÓMO SOBREVIVIR

BTT EN LA RIBAGORZA

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enero - febrero 2015

ESCAPAR AL NAZISMO

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BIDASOA Y COSTA VASCA

El camino del Pirineo al mar Cantábrico ! TEXTOS Y FOTOGRAFÍAS DE

SANTIAGO YANIZ

Desde sus últimas alturas, los Pirineos miran al mar y luego, como temerosos de romperse en mil pedazos, pierden fiereza, y en vez de realizar un salto a tumba abierta, parecen resbalar sin prisa por todo el Bidasoa, sinuosos, hasta perderse en las aguas marinas. La costa vasca se deja querer por ellos. Un pueblo pesquero aquí, una sierra abrupta allá; es la perfecta combinación de mar y montaña. LAS DOS GEMELAS EN LA COSTA DE HENDAIA 30

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BIDASOA Y COSTA VASCA

El camino del Pirineo al mar Cantábrico ! TEXTOS Y FOTOGRAFÍAS DE

SANTIAGO YANIZ

Desde sus últimas alturas, los Pirineos miran al mar y luego, como temerosos de romperse en mil pedazos, pierden fiereza, y en vez de realizar un salto a tumba abierta, parecen resbalar sin prisa por todo el Bidasoa, sinuosos, hasta perderse en las aguas marinas. La costa vasca se deja querer por ellos. Un pueblo pesquero aquí, una sierra abrupta allá; es la perfecta combinación de mar y montaña. LAS DOS GEMELAS EN LA COSTA DE HENDAIA 30

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JAIZKIBEL

YACIMIENTO ROMANO DE LA ERMITA DE SANTA ELENA, EN IRUN.

EL EXTREMO OCCIDENTAL Oiasso es citada por los antiguos geógrafos, situada en el lugar que hoy ocupa Irun. Los mismos geógrafos hablan de un promontorio con el mismo nombre de Oiasso que podría responder a las alturas de Aiako Harria, Jaizkibel o el cabo Higer. Aparece representado como el extremo del Pirineo en el primer mapa que realizara el geógrafo árabe Idrisi, aunque se muestra exento, como separado de las cimas vecinas y dejando espacios de tránsito. En el segundo mapa, de Tolomeo, muestra una exagerada penetración del Pirineo hasta el mismo borde del mar. En su grafía figura: “Easo Promont” al lado de Easo. Una consideración, que junto a la geología, certifica el final de los Pirineos en estas costas.

ROCAS MORDIDAS POR EL VIENTO EN LA COSTA DE JAIZKIBEL.

sabido conservar su carácter gracias a las aduanas, el ferrocarril y a su comercio tradicional que atrae gentes de todo el Bidasoa.

En ese triángulo tendido, donde el río comienza a expandirse relajadamente, tres puentes lo someten antes de dejarlo correr libremente. Ferrocarril, carreteras y fronteras someten al cauce más que las mareas que aquí son ya alimento del paisaje cotidiano.

A poniente la costa guarda entre peñas de arenisca el refugio de los dos Pasajes: PASAI DONIBANE, a la orilla derecha de la bahía; PASAI SAN PEDRO , en la izquierda, esperando en sus muelles la descarga los barcos de pesca y el bullicio de sus hombres. En el primero, la plaza conserva el mejor de los

HONDARRIBIA Y SU MURALLA, ASOMADAS A LA BAHÍA DE TXINGUDI.

recuerdos de lo que fue un barrio de pescadores, convertido ya en monumento: casitas apiñadas, balcones de madera de los que antaño colgaron redes y aparejos, arcos y color de siempre. En San Pedro se

enseñan también bellas fachadas entre espolones que recuerdan a los edificios marineros, arcadas y callejuelas que al caminar por ellas nos descubren lonjas convertidas en tabernas de sabor marinero.

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JAIZKIBEL

YACIMIENTO ROMANO DE LA ERMITA DE SANTA ELENA, EN IRUN.

EL EXTREMO OCCIDENTAL Oiasso es citada por los antiguos geógrafos, situada en el lugar que hoy ocupa Irun. Los mismos geógrafos hablan de un promontorio con el mismo nombre de Oiasso que podría responder a las alturas de Aiako Harria, Jaizkibel o el cabo Higer. Aparece representado como el extremo del Pirineo en el primer mapa que realizara el geógrafo árabe Idrisi, aunque se muestra exento, como separado de las cimas vecinas y dejando espacios de tránsito. En el segundo mapa, de Tolomeo, muestra una exagerada penetración del Pirineo hasta el mismo borde del mar. En su grafía figura: “Easo Promont” al lado de Easo. Una consideración, que junto a la geología, certifica el final de los Pirineos en estas costas.

ROCAS MORDIDAS POR EL VIENTO EN LA COSTA DE JAIZKIBEL.

sabido conservar su carácter gracias a las aduanas, el ferrocarril y a su comercio tradicional que atrae gentes de todo el Bidasoa.

En ese triángulo tendido, donde el río comienza a expandirse relajadamente, tres puentes lo someten antes de dejarlo correr libremente. Ferrocarril, carreteras y fronteras someten al cauce más que las mareas que aquí son ya alimento del paisaje cotidiano.

A poniente la costa guarda entre peñas de arenisca el refugio de los dos Pasajes: PASAI DONIBANE, a la orilla derecha de la bahía; PASAI SAN PEDRO , en la izquierda, esperando en sus muelles la descarga los barcos de pesca y el bullicio de sus hombres. En el primero, la plaza conserva el mejor de los 44

HONDARRIBIA Y SU MURALLA, ASOMADAS A LA BAHÍA DE TXINGUDI.

recuerdos de lo que fue un barrio de pescadores, convertido ya en monumento: casitas apiñadas, balcones de madera de los que antaño colgaron redes y aparejos, arcos y color de siempre. En San Pedro se

enseñan también bellas fachadas entre espolones que recuerdan a los edificios marineros, arcadas y callejuelas que al caminar por ellas nos descubren lonjas convertidas en tabernas de sabor marinero.

COMO UNA GRAN TARTA FORMADA POR CIENTOS DE CAPAS DE HOJALDRE, LAS FORMACIONES ROCOSAS DE LA COSTA JUEGAN CON LOS AZULES DEL CIELO Y LOS DEL MAR, TRANQUILO HASTA LA EXASPERACIÓN CUANDO SE CONVIERTE EN UN ESPEJO IMPOLUTO.

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MONTANAS MONTANAS DE

LIBERTAD Muntanyes de Llibertat

L

os caminos de estas montañas se han labrado paso a paso, con el caminar apresurado de quienes huían, con los pies pequeños de los niños que abandonaron su infancia, con los pesarosos de los adultos que dejaban atrás toda una vida. Los collados de montaña del Pirineo en la primera mitad del siglo XX tuvieron un tránsito continuo de personas.

Los senderos pirenaicos, mudos pero serviciales, permitieron que miles de personas cruzaran de un lado a otro de la frontera en busca de la salvación. Atravesando el collado de Tavascan seguiremos los pasos del éxodo de los republicanos que huían del franquismo o

de los maquis en su lucha contra el franquismo. Y pasando el collado de Guilò reviviremos las historias de judíos que con gran esfuerzo y penurias; en algunos casos se salvaron de los hornos crematorios.

Otros sin tanta suerte, a pesar de conseguir atravesar la frontera y llegar a Tavascan, fueron deportados y devueltos al otro lado.

En este contexto histórico la ruta Muntanyes de Llibertat no quiere ser solo un paseo, sino que quiere recordar y rendir homenaje a todas las personas que sufrieron persecuciones por sus creencias o su raza, por sus penurias económicas o cualquier otro motivo que les llevó a huir cruzando estos parajes. Siguiendo sus pasos, revivimos el sufri-

miento de muchas familias, abuelos, padres, niños e incluso bebés que escaparon en plena noche para intentar burlar los controles policiales, sin comida, sin material adecuado ni preparación y en muchas ocasiones con hielo o nieve.

El recorrido completo de la travesía tiene cuatro etapas, con una distancia de sesenta kilómetros y un desnivel acumulado de diez mil metros. Son tierras del parque natural del Alt Pirineu, en el

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Pallars Sobirà, y del parque natural regional de los Pirineos Ariégeoises, en la Arièja. La travesía enlaza cuatro refugios: Certascan y el cámping Bordes de Graus, en el parque natural del Alt Pirineu; Presbytère, en Aulús les Bains y Escolan, en Bidous. El circuito se puede comenzar en cualquiera de los refugios. Es una prueba exigente, con desniveles acusados, en ocasiones con caminos desdibujados, pero bien señalizados con

marcas; es de alta montaña, con nieve hasta bien entrado el verano, y de una belleza increíble, formaciones lacustres destacadas, bosques densos y cambiantes...

También podemos hacer recorridos más sencillos para ver los pasos del éxodo, en excursiones de uno, dos o tres días. La travesía dispone de cartografía editada.

Más información en el Tel. 704 101 106 y en www.muntanyesdellibertat.com.

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❙ FOTOGRAFÍAS DE

GORKA LOPEZ + RONCALIA

LA NIEVE tiene esa poderosa virtud de transformar el paisaje de forma radical, hasta el punto de hacerlo difícilmente reconocible.

Así sucede en la parte alta del valle de Roncal. Las llanuras de Belagua, verdes y jugosas en primavera, se convierten en invierno en extensiones

inmaculadas; las dolinas del Larra, en toboganes de formas redondeadas. El panorama roza lo desolador si no fuera por la belleza que destila cada rincón.

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Esquí de fondo y raquetas

RONCAL 69

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LIRONES GRISES.

MARMOTAS EN SU MADRIGUERA.

C

on la llegada del invierno, las condiciones para sobrevivir se complican drásticamente. El frío y la escasez de alimentos son los principales inconvenientes a que se enfrentan los animales cuando la nieve cubre casi todos los rincones. Estas circunstancias son más duras en la parte central de la cordillera, donde se dan las mayores alturas y la influencia oceánica es menor. Según nos desplazamos a los extremos oriental y occidental de la cadena, la menor altitud y la regulación que tan eficazmente realizan los mares configuran un clima más amable. Pero las partes altas de los Pirineos se convierten en un desierto helado donde ninguna especie parece capaz de sobrevivir. Pero algunas huellas sobre

la nieve delatan la presencia de animales en este ambiente inhóspito en el que pueden prosperar gracias a adaptaciones fisiológicas y comportamientos modelados a lo largo de miles de años.

Para muchos de ellos lo mas sensato es marcharse, emigrar, y es lo que hacen casi todas las aves que viven en el prado alpino y los bosques de alta montaña. Algunas realizan grandes desplazamientos, hasta África; otras simplemente descienden a los valles y llanos donde buscan alimento y protección frente al frío. En estas áreas más favorables van a coincidir con otras aves llegadas del centro y norte de Europa, de donde también han huido de los rigores invernales de sus zonas de cría.

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NEVADA EN PEÑA OROEL.

Pero, volviendo a las alturas, hay algunas grandes aves que permanecen en sus territorios a pesar de las dificultades. Así, entre diciembre y febrero, el quebrantahuesos –Gypaetus barbatus– y el buitre leonado –Gyps fulvus– se ven abocados al periodo de celo y reproducción; y entre febrero y marzo, eclosionarán los huevos. También por estas fechas, el águila real –Aquila chrysaetos– ha realizado sus paradas nupciales y efectúa la puesta a partir de marzo.

Otras especies han desarrollado una capacidad previsora destacada y se dedican con afán a recoger frutos durante el otoño para esconderlos en oquedades de árboles y rocas. Estas estupendas “despensas” les ayudan a sobrevivir

en los días de escasez, son su seguro de vida frente a los periodos en los llegan las fuertes heladas, tan habituales en la época central del invierno.

Entre los animales que recurren a esta estrategia están el rechoncho arrendajo –Garrulus glandarius– que guarda afanoso bellotas, y la ardilla común –Sciurus vulgaris–. Para estas, la época fría resulta una frontera muchas veces infranqueable a pesar de sus esfuerzos: alrededor del 80% de los ejemplares jóvenes suele morir durante su primer invierno y la mortalidad llega ser del 50% en los siguientes años. ÁGUILA REAL. 79

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PURO BTT La Ribagorza ofrece paisajes inolvidables al acercarse a los Pirineos. Es tierra de colosos imponentes: Aneto, la majestuosa Maladeta, la siempre deseada Posets, Perdiguero, el enigmático Turbón, Cotiella...

Nombres de prestigio para un territorio tallado en roca y hielo. Muchos de sus puertos y cumbres ejercen de balcones y la bicicleta es una opción excelente para ascender a estas atalayas; el esfuerzo se ve recompensado con el panorama y apasionantes DESCENSOS. Pero también disfrutaremos pedaleando por los valles y pueblos, silenciosos unos, más populosos otros, acercándonos a su cultura y patrimonio.

Dejémonos envolver por la magnitud desbordada de su verdor y la omnipresencia de sus cumbres.

A.NAYA

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