Bosques Excepcionales IRATI y KINTOA

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| Septiembre - Octubre 2016 | 5,90 €

EL MUNDO DE LOS

MONTAÑA, CULTURA Y NATURALEZA

BOSQUES EXCEPCIONALES

IRATI KINTOA Y

GÁLLEGO EL RÍO MALTRATADO

RAQUETAS LA MEJOR BIBLIOGRAFÍA

HONGOS ALIADOS Y ENEMIGOS

IRUÑEA VERDE Y DEFENSIVA

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Septiembre-Octubre 2016

EL RÍO GÁLLEGO · RAQUETAS, BIBLIOGRAFÍA · HONGOS · IRUÑEA · BOSQUES DE IRATI

Y KINTOA

Nº 113

PORTADA 113.indd 1

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Irati EL BOSQUE SOÑADO ❙ TEXTO Y FOTOGRAFÍAS

SANTI YANIZ ARAMENDIA

La literatura y la fotografía han creado en el imaginario colectivo un icono del bosque de Irati idealizado como una selva pintoresca, inexplotada y salvaje. Algo tiene de eso, pero su historia es también inseparable de la actividad humana, de la explotación forestal y ganadera, de las guerras y de las disputas entre estados. Adentrarse en busca de los más viejos árboles de Irati nos permitirá admirarlos pero también, con los pies sintiendo la hojarasca, escuchar las historias que nos cuentan robles, abetos y hayas. Viajando al corazón del bosque y a las cimas que lo dominan podremos amarlo un poco más, como se merece. BOSQUE DE HAYAS BAJO LA NIEBLA EN IRATI

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rutas

LOS ÁRBOLES VENERABLES DE ARTHANOLATZE

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EN BUSCA DE LAS HAYAS MÁS VIEJAS DE IRATI

FLORES JUNTO AL SENDERO DE LA CUEVA DE HARPEA

No es una fantasía ni una voluntad de explorador frustrado. Han sido los estudiosos del bosque quienes perforando árboles viejos se han atrevido a datarlos mediante las técnicas de la dendocronología. Y entre sus conclusiones han determinado que es al pie de Arthanolatze donde se encuentran las hayas vivas más viejas de este bosque mágico. Vamos en su busca. La encrucijada de los Chalets de Irati, en el collado de Bagargi, nos espera y da salida. Las nieblas son allí cosa de cada día; las hayas fantásticas y los panoramas hacia el Pirineo también.

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HELECHOS Y HAYAS COMPARTEN TERRITORIO.

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Al pie de la explanada, avanza una pista casi al norte, pasa ante el restaurante y las cabañas para los caballos, y prosigue ascendiendo entre los chalés; la dejamos marchar para descender junto al refugio de montañeros y seguir el camino que por su espalda gira en un hayedo y desciende casi paralelo a la carretera. Un balizaje amarillo nos ayuda: la cabaña de Zihigolatze es el destino. El bosque protege y oculta, luego se abre un claro que nos enseña las laderas sureñas de Arthanolatze. Seguimos bajando suavemente y aunque caminamos por el bosque sabemos que estamos cerca del centro de recepción de los chalés porque el camino se bifurca. El de la izquierda sale del bosque, pero no lo tomamos, preferimos abandonar el balizaje y continuar bajo las hayas amigas; aún descendemos más hacia el barranco por el que corre, si lleva

TIEMPO  2 h 15 min. DESNIVEL  225 m CÓMO LLEGAR  Por las carreteras D-18 y D-19 que unen Donibane Garazi [Saint-Jean-Pied-dePort] con Larrañe [Larrau], en Zuberoa [Soule], vertiente norte, nos acercamos hasta el Col de Bagargi, donde se sitúan los Chalets de Irati. 43


BOSQUES Y RUTAS DE Kintoa

[Quinto Real] ❙ TEXTO Y FOTOGRAFÍAS

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os adentramos en las tierras de Kintoa y aledaños, en las que abundan las zonas de pasto, usadas durante cientos de años por el ganado, y los extensos arbolados en los que abundan, sobre todo, las hayas, que a regañadientes dejan sitio a otras especies, como robles y castaños, entre otros. En sus troncos encuentran eco los sonidos ásperos de la berrea de los ciervos para conseguir a la hembra, y el roce del lento crecer de los hongos y setas. También encontramos la huella de la explotación y el aprovechamiento. Porque la madera, ya lo hemos dicho, fue un bien preciado. Las carboneras humearon durante décadas y el bosque se transformó con la labor de los leñadores y carboneros. Los golpes de las hachas acompañaron a lo largo de muchas jornadas al repiqueteo del picamaderos negro y los árboles cambiaron su apariencia, trasmochos, amputadas sus extre-

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ARGIÑE AREITIO

midades con tino para impedir su muerte y favorecer posteriores talas. Eran buenas maderas, troncos apreciados que navegaban, guiados desde la orilla con varas, por el río Arga, el río navarro que baja hasta la capital desde estos montes. O se quedaban en el territorio, transportados por mulos hasta las carboneras que producían el combustible necesario para mantener encendidas las fraguas de las ferrerías y también de las fábricas de armas de la época, como las de Banka y Eugi. Real fábrica de Municiones se llamaba esta última y fue un gran barrio obrero en el que llegaron a residir hasta quinientas personas, los trabajadores y sus familias. Los restos que hoy podemos contemplar datan de mediados el siglo xviii, pero bajo ellos se asentaba otra fábrica más antigua. Allí fabricaron bombas y munición menuda hasta que la Guerra de la Convención, en

1794, supuso su desmantelamiento. En la actualidad, declarada Bien de Interés Cultural, los sucesivos trabajos arqueológicos han ido recuperando y rehabilitando las ruinas y poniendo “etiqueta” a los edificios: zona de fundición, hornos, almacenes, puentes… y un magnífico palacio. Olondo, el Centro de Referencia Histórica de Eugi, situado en el edificio de las antiguas escuelas del pueblo nos cuenta todo sobre esta joya patrimonial mediante paneles, fotografías, armaduras, herramientas antiguas, balas de cañón y minerales.

SENDEROS Y ASCENSIONES PARA PERDERSE En torno a este patrimonio industrial surge también la posibilidad de disfrutar con la mochila a la espalda. El sendero transfronterizo Kintoan barna posibilita unir esta fábrica de


CIERVO EN KINTOA. FERNANDO GOÑI ERICE

Eugi con la de la vecina Banka. Son treinta y seis kilómetros con un desnivel de 1.200 metros y una duración aproximada de ocho horas. Además de las localidades mencionadas, pasa también por Erro, Zilbeti, Aldude y Urepele. Partiremos del embalse de Eugi, construido en la década de los sesenta del pasado siglo para abastecer de agua a Iruñea [Pamplona] y sus alrededores. Fueron años de obras e incomodidades pero las aguas se estiran ahora reflejando en su acristalada superficie el boni-

to pueblo y el verde intenso de este entorno idílico, y forman parte de un paisaje que ya resulta inconcebible sin su figura. Una bonita ruta sin gran dificultad nos permite rodear la masa de agua. No es la única opción montañera, claro está, el entorno de Kintoa derrocha senderos y montes a los que ascender. Podemos alzarnos a la cima de su cumbre destacada, Adi (1.457 m), que premiará nuestro esfuerzo con fabulosas vistas sobre los valles de Aldude y Erro.

Desde el collado de Artesiaga podremos ascender hasta otro emblema montañero, la cima de Saioa (1.419 m), para lo que nos sumergiremos en la magia de los extensos bosques mixtos de sus laderas. Y también contamos con una etapa del GR12, el sendero de Euskal Herria. Es la que une Belate con Urkiaga entre bosques frondosos y barrancos en los que la niebla, que tan bellas estampas puede componer, puede jugarnos una mala pasada.

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Caminar sobre la nieve sin hundirse hasta la cintura solo es posible cuando portamos unas raquetas en los pies, ese milagro que nos permite domesticar las veleidades de la nieve y que surgió hace miles de años de la mente humana. Estos artefactos, hoy vinculado al área deportiva, tienen también su historia en los Pirineos. CON FORMA DE HERRADURA. BENASQUE.

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TRAS LAS

huellas RAQUETAS

DE LAS

❙ TEXTO Y FOTOGRAFÍAS

LUISA CAPILLA XAVI GROS

RAQUETAS ACTUALES. MAYGUTYAK I FOTOLIA

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Hongos LOS REYES DEL MUNDO OSCURO ❙ TEXTO Y FOTOGRAFÍAS

JON BENITO

Casi invisibles, los hongos forman parte y posibilitan nuestra forma de vida. Bosques, campos, ríos, piedras, establos, alimentos, el cuerpo de los animales... cualquier sitio que se nos ocurra puede ser el hogar de un hongo. Viven en mundos oscuros y ocultos asentados en esa sencillez que les ha hecho sobrevivir durante millones de años. SARCOSCYPHA COCCINEA EN ROJO Y OTROS HONGOS Y LÍQUENES DE LA MADERA MUERTA.

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Gállego EL RÍO MALTRATADO ❙ TEXTO Y FOTOGRAFÍAS

JAVIER ARA

Ha sido domesticado mediante varios embalses y cambios de curso, y ha sufrido con los vertidos contaminantes, pero aun y todo mantiene tramos de aguas bravas, espacios en los que muestra su fuerte carácter pirenaico. EMBALSE DE LA PEÑA

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Iruñea VERDE Y DEFENSIVA

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❙  TEXTOS DE  LUCÍA  ARTEAGA ❙  FOTOGRAFÍAS  TURISM0 AYUNTAMIENTO

IRUÑEA / PAMPLONA

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PUEBLOS Y VALLES

. JESUS M GARZARON

ejando al margen la marea roja que al grito de “¡Gora San Fermin!” cada mes de julio asalta las costas urbanas de Iruñea [Pamplona] es esta una ciudad verde. Es cierto que la cuenca de Pamplona en la que se asienta respira el polvo de las tierras llanas, pero no por ello renuncia a presumir de prepirenaica, rodeada por verdes valles animados por el sonido de los cencerros y con ondulantes montañas que son el aperitivo de lo que más al norte se eleva hasta alcanzar las cotas elevadas de los Pirineos. No hay duda de que es verde cuando miramos sus jardines y parques, con nombres exóticos, como Antoniutti, Taconera, Media Luna, Yamaguchi… casi quinientas hectáreas que aportan respiro al ladrillo y al asfalto. Es, insistimos, una ciudad verde en la que el río Arga zigzaguea perezoso, como si se resistiera a abandonar el lugar, girando y girando sin descanso en meandros cerrados, de forma acusada en los barrios de la Txantrea y Rotxapea. En su pereza, el curso fluvial derrocha frescor urbano y se deja acompañar por un paseo de once kiló-


IGLESIA DE SANCERNIN. JESUS M GARZARON

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