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Insabi, ejemplo de opacidad en acceso a medicamentos

EL OBSERVATORIO Ciudadano sobre Insumos para la Salud destaca la dificultad de monitorear el desabasto de medicinas en todo el país

MANUEL LINO GONZÁLEZ manuel.lino@losintangibles.com

En México, el acceso a medicamentos y los problemas de desabasto de los mismos años resultan complicados y en ocasiones casi imposibles de seguir; muchos de los casos en la segunda categoría se deben a que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ha incumplido con sus obligaciones de transparencia con argumentos que contradicen su propio estatuto.

De acuerdo con un estudio publicado por el Observatorio Ciudadano para el Acceso a Medicamentos e Insumos para la Salud (OCAMIS), la opacidad en el tema es frecuente por parte de algunos hospitales regionales y de entidades federativas como Quintana Roo, Sonora, Tamaulipas, Chiapas, Veracruz, Nuevo León y Oaxaca. El documento Consideraciones para el análisis de la disponibilidad de los medicamentos en México explica que, ante la escasez de información pública para dar seguimiento a las prescripciones y el surtimiento de medicamentos, es necesario hacer solicitudes de información en la Plataforma Nacional de Transparencia.

OCAMIS ha hecho desde enero de 2017 una multitud de solicitudes a instituciones, hospitales y entidades; sin embargo, en la mayoría de ellas (58%) se obtuvieron respuestas negativas.

Los Sujetos Obligados a entregar los datos solicitados no suelen explicar las razones de sus rechazos o “de manera sistemática proporcionan razones distintas para negar la información solicitada o entregan versiones incompletas o distintas a lo solicitado”, señala el estudio.

En este sentido, “el caso del Insabi llama particularmente la atención”, señala el documento, pues suele responder que no cuenta con la información solicitada, lo cual contradice en el artículo séptimo de su Estatuto Orgánico.

El Observatorio no detalla si esta conducta ha cambiado desde septiembre de 2022, cuando muchas de las funciones de Insabi pasaron al IMSS Bienestar, pero sí menciona que entre los Sujetos Obligados que mejor cumplen con los criterios definidos de calidad en la información se encuentran el IMSS y el ISSSTE, así como los estados de Aguascalientes, Baja California, Colima, Chihuahua, Nayarit y Sinaloa, así como los hospitales generales e institutos nacionales, entre otros.

Mientras otra cosa no suceda, nuestro país está inserto en la economía capitalista del mundo como la economía 13 o 14. Somos número uno en la producción de cemento, pan, petroquímica, metalmecánica y tantas otras cosas más. Somos el octavo exportador del mundo y nuestra economía, como muchas de nuestras costumbres, están influenciadas por la diversidad interna de sus comunidades, la influencia de América del Norte y la nostalgia de nuestro latinoamericanismo. De alguna manera el gozne entre el norte y el sur de nuestro continente.

Educar, en ese contexto, es mucho más complejo y delicado que someterse a una sola corriente de pensamiento o a una visión ideológica del mundo. Cuando el gobierno de AMLO en la Ciudad de México propuso la creación, primero, de las preparatorias y luego de la universidad de la CDMX, se leía en la propuesta mandada a la, entonces, Asamblea Legislativa del DF donde era yo diputado, un párrafo que decía, que “el proyecto educativo del DF, consistía en formar cuadros alternativos al proyecto neoliberal prevaleciente”.

Con denodada paciencia se le explicó entonces, que el artículo tercero constitucional, cuando hablaba de que la educación debía ser laica y basada en la ciencia, no sólo implicaba que no debía haber pulsiones religiosas, sino tampoco podría someterse a una visión ideológica, fuera ésta la que fuera. Que la diversidad y libertad de los mexicanos se debía, entre otras cosas, al impulso de una educación lo más alejada de una sola visión.

Entonces reprendió a Raquel Sosa y le preguntó ¿Quién dejó ese párrafo ahí? Como si lo hubiéramos descubierto en una travesura.

Ahora como Presidente, esa visión se ha radicalizado. No sólo la propuesta de Marx Arriaga va en contra de lo que han definido como neoliberalismo, sino que abiertamente se pide a los maestros “prepararse para enfrentar las dinámicas de opresión y formar un nuevo mexicano y una nueva mexicanidad afín a la transformación irreversible del país”. Y, por supuesto, desterrar las ideas neoliberales del individualismo, el aspiracionismo y la movilidad social.

Educar contra el capitalismo, cuando aspiramos al crecimiento económico, la productividad, la superación personal del individuo y la competencia con el mundo, parece una contradicción. Esa es la vasija en la que la 4T quiere educar a los mexicanos. Las consecuencias las vamos a sufrir en unos años. Nada más, pero nada menos también.

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