Ecofeminismo. Fanzine propuesto para el taller en Fabra i Coats. 1.03.2020

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Apuntes sobre Ecofeminismo con motivo del taller impartido en la Fabra i Coats- Centre d’Art Contemporani de Barcelona i Fàbrica de Creació titulado Lluita comunicativa: Fanzines ecofeministes.


Andrea Echazarreta. @andrea.echazarreta //@bollobooks

País Vasco-Barcelona. Bollera cis, no terf, vegana. Carta astral: Cáncer-Piscis-Acuario y/o eneagrama tipo 2. Centra su investigación en torno al género, el dolor y el cuerpo. Actualmente compagina su praxis artística con su labor dentro de la editorial Bollobooks, proyecto autogestionado, feminista, transmaricabibollo y antiespecista. Sobrevive a la contaminación patriarcal, esta pandemia que le ha provocado, entre otras cosas alergias a ciertos frutos secos y frutas. Procuro poner suma atención en los cuidados de las redes afectivas en estos tiempos de conexión virtual.


Yayo Herrero López Antropóloga, investigadora y activista ecofeminista.

¿Qué es el ecofeminismo?

¿Dónde se encuentran el feminismo y la ecología? _ Si pensamos que es lo que sostiene a una persona humana nos tenemos que dar cuenta que hay dos tipos de dependencias que son inevitables. Una es la ecodependencia [Somos radicalmente dependientes de la naturaleza] pero la otra es la interdependencia [vivimos insertos en cuerpos que son vulnerables, en cuerpos que son finitos, en cuerpos que tienen que ser cuidados a lo largo de toda la vida pero sobre todo en algunos momentos del ciclo vital. Es decir, ecodependientes e interdependientes, lo cual nos hace hablar también de toda esa interacción con la naturaleza para poder garantizar las condiciones de vida.

_ Es una corriente de pensamiento y un movimiento social, ambas cosas que se basa en el potencial diálogo que existe entre lo que ha venido trabajando históricamente el movimiento feminista que ya tiene siglos de historia y, lo que ha venido trabajando el movimiento ecologista que solo tiene unas décadas de historia pero ya tiene una historia importanteY si se encuentran o creemos que existe un diálogo potencial es porque cuando indagamos sobre las causas estructurales de la destrucción de la naturaleza en las sociedades capitalistas y las causas estructurales de la subordinación de las mujeres y la invisibilización de sus aportaciones en las sociedades patriarcales encontramos raíces comunes. Es decir, es el hecho de provenir de una cultura que ha elevado una especie de pared entre los seres humanos y el resto del mundo vivo, entre los seres humanos y sus cuerpos, lo que explica porqué las aportaciones de las mujeres y lo que explica porqué los bienes fondo de la naturaleza y sus límites, permanecen sistemáticamente invisibilizados y terminan siendo destruidos en las sociedades patriarcales y capitalistas.


Alicia Puleo, Buenos Aires, 1952 <<Ecofeminismo para otro mundo es posible>> «El ecofeminismo crítico vincula las reivindicaciones del feminismo con las propuestas de la soberanía alimentaria y la conciencia ecológica»

feminista, justo y sostenible.

Hay que salir de esta sociedad de consumo del “usar y tirar”. Hay que plantear las reivindicaciones feministas con respecto al modelo ecológico del futuro.

Beatriz Azpiri (FeministAlde) _Porque poner las vidas en el centro no solo visibiliza los trabajos de mantenimiento de la vida que han hecho y hacen las mujeres y pide un reparto equitativo de los mismos, sino que también conlleva la exigencia de un cambio de sistema. Exige el fin del patriarcado capitalista que oprime, empobrece, mata a las mujeres y destruye el planeta. Exige sustituirlo por un sistema que priorice el mantenimiento de la vida a la acumulación del capital. Un sistema económico

Ser ecofeminista implica, además, en tanto consumidoras, ser conscientes de aquellos aspectos de los estereotipos femeninos que dan lugar a prácticas increíblemente crueles como las de experimentación de cosméticos o las que abastecen la industria peletera. Sólo la falta de información de muchas mujeres sobre la forma en que agonizan millones de animales a los que se arranca su piel puede explicar que la moda siga imponiendo el uso de las pieles”.

Numerosos jóvenes frente a los viejos mandatos patriarcales se convierten en defensores de los animales y se sienten atraídos por el veganismo o son conscientes de la necesidad de disminuir el consumo de carne, tanto sea por compasión como por contribuir a la sostenibilidad ambiental.

Pikara Magazine_17/04/2019_ 8m, 8marzo, cambio climático, Capitalismo, Cuidados, Ecofeminismo, feminismo, Feminismos, la vida en el centro

Las productoras ecológicas no utilizan agrotóxicos, con lo que preservan su salud, la del medio y la de los consumidores, el componente feminista les provee de una actitud crítica y reivindicativa sobre las relaciones de poder patriarcales en su pareja, en sus organizaciones sindicales y en la sociedad.

Hoy, los movimientos internacionales de jóvenes por el clima, como Zero Hour o Fridays for Future

Frenar el cambio climático es feminista. Participa

Uno de sus aspectos es el cuidado de la salud, dar un trato menos agresivo a nuestros cuerpos, promoviendo en la medida de lo posible una alimentación sana, sin pesticidas ni transgénicos. No se trata de una preocupación egoísta, referida sólo a la salud personal o de quienes tenemos más próximos, sino de pensar también en los otros, humanos y animales, y en la tierra que los cobija.


“El ecofeminismo plantea un cambio de conciencia, pensarnos más allá del especismo” En red, Entrevista_ Pikara Magazine_ 15/02/2018 por Tamara Muñiz Pérez. _Canarias, Ecofeminismo, feminismo, Filosofía, Interseccionalida

La filósofa María José Guerra Palmero es activista feminista y profesora en la Universidad de la Laguna. En los últimos años sus líneas de investigación han estado centradas en el ecofeminismo, la bioética o la biopolítica. Hablamos con ella sobre interseccionalidad, colonialismo en Canarias y sobre el feminismo ante una reacción conservadora global. _ [...]_ ¿Cómo actúa el ecofeminismo? Básicamente lo que se plantea es un cambio de conciencia, pensarnos más allá del especismo. Somos seres interrelacionados, dependientes e interdependientes. Esto debería llevarnos a reformular la economía de manera más democrática y en armonía con la naturaleza. Eso no lo permite nuestra actual economía depredadora. Loretta Napoleoni habla de economía canalla, en el sentido que, tanto, en el lado financiero como en el relativo a la naturaleza -el extractivismo, el acaparamiento de tierras, la pérdida de biodiversidad, de suelo…- genera desigualdades, escasez e insostenibilidad. Todo esto es un reto para las jóvenes generaciones. El problema que yo veo está ligado a los medios de comunicación… Ya hablo de narcosis social. El término clásico sería la alienación. Logran que haya un público interesado en el fútbol o en programas de cotilleo, de series… pero para un gran sector social no hay ningún tipo de visión crítica o de problemas sociales. Uno de los grandes temas actuales a los que se enfrenta la filosofía son los medios de comunicación. Son controlados por grandes corporaciones y propagan el credo neoliberal así como eso que ahora llaman postverdad, y que es tan sólo desinformación y manipulación.


Vandana Shiva “continúa la lucha contra el cambio climático. Algo que debemos alcanzar a través de la agricultura ecológica, alejándonos de la economía centralizada y apoyando la producción a pequeña escala”.

- las mujeres de Chipko que, abrazándose a los árboles de su región, evitaron la tala masiva de esta zona del Himalaya en 1973.

Una lucha en defensa de las semillas y los pueblos originarios que le ha llevado a enfrentarse a grandes enemigos, principalmente a las transnacionales Bayer y Monsanto,

En 2004, el movimiento de mujeres de Plachimada, también en India, consiguió que la justicia reconociera a la comunidad el derecho de uso del agua frente al deterioro de las condiciones de acceso a este recurso básico producido por la contaminación y la explotación excesiva de las empresas multinacionales.

Berta Cáceres, Honduras Líder del pueblo lenca, denunció la impunidad con que actúan los agentes represores contra los activistas del medio ambiente: «aquí es muy fácil que a uno lo maten. El coste que pagamos es muy alto. Pero lo más importante es que tenemos una fuerza que viene de nuestros ancestros, herencia de miles de años, de la que estamos orgullosos. Ese es nuestro alimento y nuestra convicción a la hora de luchar», destacó la ganadora del premio Goldman por detener la instalación de una represa en territorio lenca en Honduras. El 3 de marzo de 2016, Berta Cáceres fue asesinada en su casa.

En el año 1974, la primera teórica que usó la palabra “ecofeminismo” fue Françoise D’Eaubonne. Lo hizo en un artículo titulado “El feminismo o la muerte”. “Gyn/Ecology” de Mary Daly. ecofeminismo esencialista que hace un planteamiento dualista muy fuerte. Según Daly, a lo largo de la Historia, los hombres, dotados de una esencia agresiva, han creado una civilización destructora de la Naturaleza, dominadora de las mujeres y orientada hacia Thanatos.


Campaña del barrio obrero de Love Canal, en Estados Unidos, cuando las amas de casa se organizaron contra la contaminación química local que afectaba la salud de sus familias. Lois Gibbs, ama de casa y madre, de 27 años, y cuyo hijo, Michael, tiene epilepsia, asma, infecciones urinarias y un recuento de leucocitos muy bajo. Y todo ello relacionado con la contaminación química del entorno. Lois Gibbs descubrió que su barrio, llamado Love Canal, estaba construido sobre un enorme vertedero de productos químicos tóxicos.

El campamento de Greenham Common fue una iniciativa no violenta de las mujeres británicas que, de 1981 al 2000, se instalaron junto a la base militar americana para protestar contra la proliferación nuclear. Obtuvo el apoyo de miles de personas de todo el mundo y se convirtió en un símbolo de la lucha contra las armas nucleares.

Ann Pettitt, que algunos califican como la iniciadora de este movimiento, cuenta la experiencia de aquel día: “Nos organizamos con un envío masivo de cartas. Cada una de nosotras debía hacer 10 fotocopias y enviarlas a 10 conocidas. Fue el día que vinieron 30.000 mujeres procedentes de Devos, Cornwall y todo Gales, mujeres de todo el oeste del país. Cada mujer debía traer una ofrenda que simbolizara la vida, lo importante que es la vida. La verja se cubrió por completo de todo tipo de elementos, hubo mujeres que colgaron fotografías de sus casas, o pañales o hubo incluso una mujer que colgó su vestido de boda y lo dejó ahí. A mí se me caían las lágrimas al ver todas estas cosas, en realidad reía y lloraba al mismo tiempo. Me dijeron que llegaron a ver todo un juego de mantelería, flores, fotografías de bebés e incluso bordados y zurcido cosidos a la valla. Los militares cortaban cada mañana estos bordados absurdos y a la mañana siguiente se los volvían a encontrar”.


“Mi mensaje es que los estaremos vigilando. Todo esto está mal. Yo no debería estar aquí arriba. Debería estar de vuelta en la escuela, al otro lado del océano. Sin embargo, ¿ustedes vienen a nosotros, los jóvenes, en busca de esperanza? ¿Cómo se atreven? Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías. Y sin embargo, soy de los afortunados. La gente está sufriendo. La gente se está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva. Y de lo único que pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas de crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven? Por más de 30 años, la ciencia ha sido clarísima. ¿Cómo se atreven a seguir mirando hacia otro lado y venir aquí diciendo que están haciendo lo suficiente, cuando la política y las soluciones necesarias aún no están a la vista? Dicen que nos “escuchan” y que entienden la urgencia. Pero no importa cuán triste y enojada esté, no quiero creer eso. Porque si realmente entendieran la situación y de todas formas no actuaran, entonces serían malvados. Y eso me niego a creerlo. La idea de reducir nuestras emisiones a la mitad en 10 años solo nos da un 50% de posibilidades de mantenernos por debajo de los 1,5 grados y el riesgo de desencadenar reacciones irreversibles en cadena más allá del control humano. Quizá 50% sea aceptable para ustedes. Pero esos números no incluyen puntos de inflexión, la mayoría de los círculos de retroalimentación, calentamiento adicional oculto por la polución tóxica del aire o aspectos de equidad y justicia climática. También se basan en que mi generación absorba cientos de miles de millones de toneladas de su CO2 del aire con tecnologías que apenas existen. Así que un riesgo del 50% simplemente no es aceptable para nosotros, que tenemos que vivir con las consecuencias. Para tener un 67% de la temperatura el IPCC (el Panel 420 gigatoneladas

de posibilidades de mantenernos por debajo de un aumento global de 1,5 grados, las mejores probabilidades dadas por Intergubernamental de Cambio Climático), el mundo tenía de CO2 para emitir el 1º de enero de 2018.

Hoy esa cifra ya se ha reducido a menos de 350 gigatoneladas. ¿Cómo se atreven a fingir que esto se pueda resolver actuando como de costumbre y con algunas soluciones técnicas? Con los niveles de emisiones actuales, ese presupuesto restante de CO2 desaparecerá por completo en menos de 8 años y medio. Hoy no se presentarán soluciones o planes en consonancia con estas cifras. Porque estos números son demasiado incómodos. Y todavía no son suficientemente maduros como para decir las cosas como son. Nos están fallando.Pero los jóvenes están empezando a entender su traición. Los ojos de todas las generaciones futuras están sobre ustedes. Y si eligen fallarnos, nunca los perdonaremos. No dejaremos que sigan con esto. Justo aquí, ahora es donde trazamos la línea. El mundo se está despertando. Y se viene el cambio, les guste o no. Gracias”.


Mensaje de Greta Thunberg en la cumbre del clima de la ONU


Reconceptualizando la praxis del ecofeminismo crítico Participa Pikara Magazine_ 28/04/2014_ Ecofeminismo, ecofeminismo crítico, ecofeminista transfronteriza, Isabel Álvarez y Ángel Amaro Una propuesta ecofeminista transfronteriza deberá ser capaz de evidenciar las interacciones e implicaciones sistémicas del feminicidio, el genocidio y el etnocidio, así como reconceptualizar interdisciplinar y cooperativamente los resortes del patriarcado capitalista. Generar nuevas sinergias que aborden las implicaciones de la LGTBfobia, el racismo institucional y la xenofobia; en relación, por ejemplo, a las realidades diversas y globales de las personas desplazadas, refugiadas y asiladas. En definitiva, caminar hacia un paradigma sociocrítico que evite los nichos hiperidentitarios (posmodernidad líquida) para superar las binarias trincheras ideológicas esencialistas (ej. revisar políticas identitarias y de inclusión de las diversidades). Para ello es preciso visibilizar el biopoder de las teorías recolonizadoras que son, en su esencia, eurocéntricas (y eurocentristas), globalizadoras, homogeneizantes y positivistas.

Lo que se pretende con este planteamiento es lanzar una crítica constructivista a los análisis ecofeministas y transfeministas de las realidades, generalmente disociadas entre sí, para hacerlos confluir en una propuesta de emancipación y vertebración de espacios globales comunes, ecosostenibles y antipatriarcales, a través de la repolitización del concepto de soberanía, asignándolo a los cuerpos, a las minorías sociopolíticas y a los pueblos. Se trata de abordar la construcción del sujeto sexuado, de los roles y de las expectativas de género desde una óptica mucho más completa, que abarque no sólo la identidad propia y colectiva del individuo, sino también aquellos procesos socio-culturales y políticos de su entorno.


Reconciliar para avanzar, reconstituir para vertebrar Este cambio de paradigma implica repolitizar, desde una visión antropológica, económica y sociológica, las identidades afectivo-sexuales; repensar los paradigmas y discursos para enmarcar políticamente los feminismos y los ecologismos dentro de los procesos de emancipación social y popular. Reconciliar para avanzar, reconstituir para vertebrar. El ecofeminismo transfronterizo tiene en cuenta el solapamiento de varios procesos constituyentes de emancipación colectiva (cuerpos, minorías sociopolíticas, comunidades, pueblos, etc.) Es sumamente importante que se profundicen los vasos comunicantes entre el conocimiento académico y los conocimientos/saberes populares y ancestrales. Sobre todo, a medio plazo, sería interesante que proliferasen y se democratizasen los espacios de participación política para todos los actores sociales que aportan a la construcción de las identidades individuales, colectivas y populares. Dentro de este empoderamiento, desde lo local y la frontera de la academia, es crucial que las minorías sociopolíticas en los contextos locales accedan a niveles dignos de bienestar, equidad y calidad de vida. Garantizar la construcción del sujeto sexuado, en un entorno libre de los roles sexistas y de las expectativas de género. Innovar mediante la implementación de agendas basadas en las micropolíticas de lo cotidiano, la autogestión, el cooperativismo, la educación emancipatoria, el apoyo mutuo, la sostenibilidad de la vida y los cuidados, etc. Redimensionar las políticas de inclusión/exclusión, las realidades de la otredad y el postcolonialismo, el concepto de ciudadanía, la dimensión de los servicios públicos, la ética de los cuidados, etc. Para ello es necesario una reconcili/acción desde un ecofeminismo crítico con las cosmovisiones locales, las memorias populares, la puesta en valor de las capacidades de los pueblos y los conocimientos de los entornos rurales. Este cambio de paradigma implica repolitizar, desde una visión antropológica, económica y sociológica, las identidades afectivo-sexuales Entender la territorialidad como un espacio de lucha habitable en (y desde) el que aprender a convivir con nosotros y nosotras mismas, y con aquello que nos rodea, teniendo muy en cuenta la manera en la que nos relacionamos con él a través de la alimentación, los cuidados y la convivencia con el patrimonio ecológico y cultural, así como la gestión de los ciclos temporales, desde una perspectiva que tenga en cuenta las herramientas que nos ofrece el territorio a través del arraigo local; replantear los procesos identitarios del yo individual/colectivo, cuyas emociones estén ligadas a la ética cuidadana, feminista, ecologista y transfronteriza. Hablar de un yo individual/colectivo surgido de los territorios, es entender el sujeto político como perteneciente a un ámbito en el que se constituye como persona. Es ahí donde debe actuar el ecofeminismo transfronterizo, de manera que influya en los procesos globales para destruir el régimen heterofalopatriarcal y ecocida: enemigo de las afectividades, de las sexualidades y de los territorios.


Nosotres. Siempre Nosotres. Les que conocemos el daño. Con el sentido del humor corrupto y el cuerpo condenado. Con el esqueleto envenenado y la voz quebrada por el llanto. Nosotres que amamos la vida, y nos toca luchar por ella. Nosotres les terminales. Nosotres sin garantía. Nosotres les que somos fuertes. Les inevitables. Les imparables. Les invencibles. Les irremediables. Les irreversibles. Nosotres, paradojas vivientes. Nostres les aferrades, les que van perdiendo uñas, perdiendo cabello, perdiendo órganos, perdiendo peso, perdiendo sangre. Nosotres, que nos aferramos a la vida perdiendo vida. Perdiendo vida mientras la intentamos vivir. Ganando muerte. Nosotres que sabemos cómo acaba el mundo. Nosotres que ya sabemos la historia. Nosotres les de las malas noticias. Nosotres les que herimos sin voluntad. Nosotres les de la muerte anunciada. Nosotres les de los actos de despedida. Nosotres les del luto adelantado. Nosotres, las cenizas antes del incendio. Nosotres, les que se van a secar. Mares de sal. Les que se van a incinerar. Les que se van a pudrir. Les que se van a terminar.

Nosotres. Felipe Osornio.

_Conocido como Lechedevirgen Trimegisto (Qro.,México, 1991), es un artista visual y de performance, realiza una práctica expandida con un amplio abanico de proyectos híbridos que combinan el performance con otros géneros escénicos y con herramientas que provienen de fuera del espacio del arte. Actualmente desarrolla proyectos de bioarte y biomedia que reflexionan sobre la unión de ciencia, arte y enfermedad, a partir de la insfuficiencia renal crónica que lo impactó durante diez años y el transpalante que le permitió continuar con vida. Toma su nombre artístico de la alquimia y compara el arte a la magia debido a sus propiedades transformadoras.

Nosotres que vemos el techo constantemente, buscando un rostro en el cielo. Nosotres, reptiles sin piel que podamos mudar. Nosotres que apretamos fuerte la mandíbula conteniendo el llanto. Nosotres que convencemos al mierdo de no ser nuestro dueño. Nosotres que contamos los latidos de la tierra como nuestros. Nosotres parades en medio de la estampida. Nosotres con la vida pasando delante de nuestros ojos. Nosotres con la mirada perdida en un horizonte que se disipa. Nosotres con los pies en la tierra que se abre. Nosotres les marcades, les estígmatas, les lázares, les leproses, les endomoniades, les deslenguades, les tristes. Nosotres con el cuerpo minado. Nosotres con el cabello en llamas. Nosotres con la sangre vuelta polvo de tanta rabia. Nosotres con ganas de matar por estar muriendo. Nosotres que bailamos con la crueldad en el precipicio de tus ojos. Nosotres que perdimos la voz de tanto gritar al vacío. Nosotres con el coraje de lo inexplicable. Nosotres con la gracia del riesgo. Nosotres, el error en la probabilidad. Nosotres les números negros. Nosotres les que nos rehusamos a dormir porque podríamos no despertar. Nosotres que sentimos las suturas en la piel de la madrugada que cubre la tierra. Nosotres les de los caminos sin salida. Nosotres les peligroses, les que ya no tenemos nada que perder. Nosotres con el peso de la humanidad en los hombros. Atlas paralizado. Nosotres que soñamos con detener el tiempo entre nuestros dedos. Nosotres que tenemos el estómago para ver morir los astros. Nosotres, la luz que viaja desde una estrella muerta. Nosotres que tenemos el cuerpo prestado. Nosotres, la sinapsis entre la lengua y sus papilas gustativas. Nosotres, la conexión entre los sentidos y el mundo. Nosotres, el punto transparente en un plano cartesiano imposible de tratar. Nosotres les que no terminamos de terminar. Nosotres en cámara lenta. Nosotres que abrazmos al olvido. Nosotres, el calor que empaña los vidrios. Nosotres, el vapor que despide el mar. Nosotres escritos en arena, borrades por mares que no podemos parar. Nosotres, los puntos suspensivos en las cartas. Nosotres, el eco de las cuevas. Nosotres, la niebla en la carretera. Nosotres, el frío que cobija los cuerpos vagabundos. Nosotres, el vacío. Nosotres tallades en la esquela de la historia. Nosotres les de las células que no se regeneran. Nosotres que nos queda vivir únicamente en la arena movediza de los recuerdos. Nosotres, la violencia de la tormenta eléctrica. Nosotres esperando un asteroide. Nosotres esperando la extinción.


Nosotres que vivimos siempre en ese momento entre el mal presentimiento y la sirena de la ambulancia. Nosotres acostumbrades a ser invadides. Nosotres acostumbrades a ser conquistades. Nosotres acostumbrades a ser expropiades. Nosotes acostumbrades a ser exprimides, vaciades, aspirades, extraídes, drenades. Nosotres acostumbrades a estar conectades a una máquina. Nosotres dispuestes a ser atravesades por sus balas, sus ganchos, sus bombas,sus pinzas, sus tijeras, sus bisturís, sus túneles, sus tubos, sus agujas, sus misiles, sus mangueras, sus escalpelos, sus tornillos, sus catéteres, sus sierras, sus venganzas, sus ambiciones, sus experimentos, sus guerras. Nosotres con hambre. Nosotres con los puños cerrados. Nosotres caminando en línea recta sin pensar en detenernos. Nosotres con las arterias colapsadas. Nosotres con miedo. Nosotres que comemos miedo. Bilis negra. Nosotres los intentos frustrados. Nosotres incansables. Nosotres respirando el oxígeno que sobra. Nosotres, las semillas que no germinaron. Nosotres separades de la tierra. Nosotres con el espíritu fragmentado y el alma cosechada. Nosotres les de la risa ahogada. Nosotres perdides, confundides y agonizantes. Nosotres huyendo con el lomo herido, salpicando metros cúbicos de nosotres mismes a nuestro paso, dejando nuestro rastro en el mismo suelo por donde avanzan tropas de metal, perseguides por el horror de nuestra propia sombra, corriendo con el corazón en la mano agitades al ritmo de la metralla. Nosotres escapando rápido a ninguna parte para escondernos en ningún lugar. Nosotres enmudecides por un tubo nasofaríngeo. Nosotres vestides por un mosaico de llagas en el cuerpo. Nosotres sin macrófagos, enzimas o linfocitos que nos defiendan de tanto horror. Nosotres sin coraza ni exoesqueleto, desnudes, vulnerables, débiles, sonriendo, depositando nuestra fe en amuletos. Nosotres, la fotosíntesis sin sol. Nosotres siguiendo la mecha prendida sin miedo a quedar sordes. Nosotres, aún sin alas, pero surcando los cielos. Nosotres perdiendo la memoria, perdiendo rostros y nombres. Nosotres tratando de recordar los pasos de la coreografía del cosmos. Nosotres les desfasades, les dividides. Nosotres acostumbrades a escuchar <<cuánto lo siento>>. Nosotres adivinando el pensamiento. Nosotres descifrando las miradas. Nosotres sintiendo la indiferencia o la compasión. Nosotres que no esperamos misericordia. Nosotres que no queremos su lástima. Nosotres que no nos importan sus paraísos supérfluos. Nosotes que si pudiéramos, les prenderíamos fuego en el alma para que ardieran como nosotres ardemos. Nosotres listes para la demolición. Nosotres listes para el desmayo. Nosotres vestides de negro para la ocasión. Nosotres listes para la detonación. Preparades para el mar sin saber nadar. Nosotres en la cuerda floja de tu aliento. Nosotres inventándones a nosotres. Nosotres imaginando otro retrato del mundo al cerrar los ojos. Nosotres les expertes en supervivencia. Nosotres buscando que, al desaparecer, dejemos una marca tan profunda en la memoria del universo que sea imposible de llenar, que sea imposible de borrar, de lavar, de limpiar. Nosotres les que sabemos que la imagen más triste puede ocurrir a plena luz del día, cuando el amarillo calienta la piel y el pasto brilla. Compartimos el silencio del cielo azul sin nubes y ese aire, el mismo aire que va a seguir moviendo mi cabello, aunque yo ya no me mueva. Compartimos este nudo en la garganta.


El tiempo, en nosotres, es siempre en singular. La humanidad aún no ha creado un reloj que contenga tanta arena. Inundades de vida que se nos derrama. Dolor. Tomografía, radiografía, cistograma, electrocardiograma, ultrasonido, análisis, preguntas sin respuesta. El dolor convertido en dragón marino, en anguila con escamas de luz incandescente entrando en forma de sonda por mi uretra, desgarrando hasta el fondo de la vejiga. Orinar vidrio molido. Medio de contraste, lágrimas y solución salina. El dolor de la punción venosa, el dolor de la biopsia, el dolor de ser abierto en vivo, el dolor de tener los órganos expuestos en colores brillantes y húmedos, vísceras de cristal, el dolor de los guantes resolviendo mi interior. El dolor de entrar en un síncope del que puedo no regresar. El dolor de las luces en mis párpados naranjas. El dolor de los nervios que puedan doler. El dolor de no poder moverme. El dolor del aislamiento. El dolor de la verdad. El dolor de la falta de tiempo. El dolor de les demás doliendo por mi dolor. El dolor de estar vive. El dolor de poder no estarlo. El dolor de permancer vive. El dolor vivo. Dolor. Tomografía, radiografía, cistograma, electrocardiograma, ultrasonido, análisis, preguntas sin respuesta. El dolor convertido en dragón marino, en anguila con escamas de luz incandescente entrando en forma de sonda por mi uretra, desgarrando hasta el fondo de la vejiga. Orinar vidrio molido. Medio de contraste, lágrimas y solución salina. El dolor de la punción venosa, el dolor de la biopsia, el dolor de ser abierto en vivo, el dolor de tener los órganos expuestos en colores brillantes y húmedos, vísceras de cristal, el dolor de los guantes resolviendo mi interior. El dolor de entrar en un síncope del que puedo no regresar. El dolor de las luces en mis párpados naranjas. El dolor de los nervios que puedan doler. El dolor de no poder moverme. El dolor del aislamiento. El dolor de la verdad. El dolor de la falta de tiempo. El dolor de les demás doliendo por mi dolor. El dolor de estar vive. El dolor de poder no estarlo. El dolor de permancer vive. El dolor vivo. Irónicamente, los riñones no duelen, no tienen con qué doler. ¿Voy a morir? Todes nostres vamos a morir. Podría morir como muere el mundo. Mundo enfermo. Mundo enfermo de ríos secos y lagos negros, sus manantiales hirviendo, sus océanos de peces muertos. Sus pájaros en picada, sus costas agonizantes, sus cielos cargados de amenazas. Su lluvia dorada, lluvia ácida. Sus 4470 millones de años y sus árboles, sus coníferas y caducifolios, sus ramas y sus troncos, talados, incinerados, bosques enteros de humo. Sus actos de terrorismo, sus bombarderos y sus blancos, sus explosiones y sus miembros amputados. Sus campos y sus fábricas, su metástasis y su desastre nuclear, sus monos araña, sus moscas, sus autos y sus cactáceas, sus líquenes y su polvo, sus geodas y trementinas, sus estrellas y sus espinas. Sus anémonas y sus arrecifes, sus mandriles y sus ardillas, sus marsupiales, sus hipopótamos, sus calamares y cangrejos, sus gardenias, sus azucenas, sus dientes de león, margaritas, alcatraces, orquídeas y crisantemos, sus grietas, musgos, hongos, gérmenes y bacterias, sus atardeceres y sus lagunas, sus pelícanos y focas, sus estrellas de mar, escarabajos, luciérnagas, perros, camellos, antílopes, elefantes, gacelas, avestruces, ranas, bisontes, ajolotes, pelícanos, hormigas, gallenas, lobos, mantarrayas, iguanas, caballos, langostas, quetzales, jabalís, cisnes, escorpiones, canarios, camaleones, ostras, tigres, grillos, manglares, ovejas, halcones, medusas, pavorreales, anguilas, panteras, palomas, búhos... muriendo.


Fuerza, fuerza que viene desde dentro. La misma fuerza de las cascadas del huracán, de la erupción, del relámpago, del derrumbe, de la avalancha, del meteorito, del parto, del átomo, esa misma fuerza con la que se pronuncia el nombre de los seres que amo, esa fuerza, que siempre ha vivido en nosotres, hoy, está aquí, dentro de mí. Y estar de pie aquí, ahora en este momento, es un privilegio. Privilegio de poder hablar sobre la vida mientras la vivimos, labor insignificante pero necesaria. Privilegio de poder reflexionar sobre la vida misma, de atrapar a mundo, de crear. Privilegio de trabajar con lo vivo, con la vida. Pder hablar desde mí como hoy hablo es un privilegio, poder hablar es un privilegio. Privilegios sobre muches otres que no los tienen. Y aun después de todo, aquí estoy. Estoy aquí para materializar lo <<inmaterial>> y volver visible lo <<invisible>>. Para hacerles ver esto que está pasando justo aquí y ahora pero que elles no pueden ver. Eso que siento aquí pero que elles no pueden sentir. Esto, que como el aire existe y que sin ello no existe lo demás. Porque vamos juntes directes al precipicio del tiempo. Sus prioridaes no son las mías, no son las nuestras. Elles no son Nosotres. Nosotres no somos ellos. Y en nombre de todes Nosotres voy a brillar. Voy a brillar, aunque me cueste la vida. Nada me puede dañar más de lo que me ha dañado ya. Ningún enemigo es más fuerte que la vida misma. No hay nada más triste y violento que la idea de un vivo que inevitablemente está muriendo, como le pasa a mi cuerpo, como le pasa al de todes, como le pasa al mundo. En un mundo como este, vivir es un acto de rebeldía.

Este fragmento pertenece al libro editado por Continta me tienes, Madrid 2019 Titulado “La fragilidad del cuerpo amado. Escritos cuir y trans en torno a la politicidad del dolor. VV.AA.



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