pensamiento Gaceta del
FEBRERO - MARZO 2014 Edición #26
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FORO DE LA COMUNIDAD
Alberto Infante / Poesía Juan José Morales / Ciencias Yesid Contreras / Comunidad Alicia Ferreira / Cuentos Bárbara Fuentes / Pintura Enrique Sainz / Literatura Norma Ordieres / Fotografía Juan Carlos Arriaga / Comunidad Amparo Reyes / Poesía Gabriela Rojo / Comunidad Arturo Kemchs / Caricatura
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OCTAVIO Y ELENA
ara las letras mexicanas, este abril del 2014 es un mes de doble celebración. Por un lado, se conmemora el centenario del nacimiento de Octavio Paz, uno de los poetas de mayor estatura de la lengua española; por el otro se da la entrega, en España, del Premio Cervantes de Literatura a la notable escritora Elena Poniatowska, quien con este reconocimiento ingresa a la selecta lista de candidatos al Nobel. Como mínimo homenaje al poeta, publicamos un análisis de su vasta obra, de la pluma de Enrique Sainz, de la Academia Cubana de la Lengua. De la escritora, periodista y activista política con más de cuarenta libros en siete idiomas, recogemos aquí sus primeras impresiones luego de que le fuera anunciado el premio, en espera de difundir en otra edición su discurso en la histórica Universidad de Alcalá. Por su parte, en estas páginas Gabriela Rojo se pronuncia por un feminismo femenino, artículo polémico al igual que el del académico Juan Carlos Arriaga en torno a las llamadas ‘guerras de cuarta generación’, las que penden sobre Latinoamérica. En agosto próximo se cumplen cinco décadas de la desaparición del escultor colombiano Rómulo Roso, cita obligada de la cultura de Quintana Roo, y de quien nos habla Yesid Contreras Beltrán. Dos colaboradores habituales de esta revista, Cristina Villamil y Alberto Infante, recién presentaron obra. La primera, en su faceta de pintora, en Cancún; el segundo, con su nuevo poemario, en Madrid. Completan la edición Amparo Vázquez, en poesía; Norma Ordieres, en fotografía y Alicia Ferreira, que nos brinda tres cuentos breves de su libro Noticias del pueblo. El broche dorado es de Arturo Kemchs, el genial caricaturista. Una entrega, en verdad, de celebración
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Betrayal, Mario Sanchez Nevado, 2012. Exposición colectiva Museo de Arte Moderno de Nueva York.
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www.gacetadelpensamiento.com Gaceta del Pensamiento es una revista de carácter cultural que aparece los primeros días de cada mes con un tiraje de 3000 ejemplares. Editor responsable Nicolás Durán González. Se distribuye en todos los municipios del estado de Quintana Roo y México DF. Certificado de Licitud y contenido de la Comisión de Publicaciones y Revistas ilustradas de la Secretaría de Gobernación en trámite. Certificado de reserva de Derechos de uso exclusivo del título expedido por el Instituto Nacional de Derechos de Autor en trámite.
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FEMENINA PLASTICIDAD BÁRBARA FUENTES
:abecedario CUENTO Alicia Ferreira fotografía Norma Ordieres POESÍA Alberto Infante Amparo Reyes
LAS GUERRAS DE ‘CUARTA GENERACIÓN’ Juan Carlos Arriaga-Rodríguez POR UN FEMINISMO FEMENINO Gabriela Rojo Castillo
MEXICANO UNIVERSAL: OCTAVIO PAZ Enrique Sainz de la Torriente
EL JAGUAR Y LAS CASCADAS TRÓFICAS Juan José Morales RÓMULO ROZO ÍCONO CULTURAL DE QUINTANA ROO Yesid Contreras Beltrán ELENA PONIATOWSKA, PREMIO CERVANTES APERTURA DEL ASPEN INSTITUTE EN MÉXICO
HUMOR Arturo Kemchs WWW.GACETADELPENSAMIENTO.COM | 5
ELENA PONIATOWSKA, PREMIO CERVANTES El 23 de abril del 2014, en la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid, Elena Poniatowska recibe el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2013 de manos de Juan Carlos I Rey de España. Este galardón, tenido como el ‘Nobel de las Letras Hispánicas’, es entregado cada año en el aniversario luctuoso del escritor que le da nombre, a propuesta de las Academias de la Lengua de los países de habla hispana. Se presentan fragmentos de las entrevistas que le hicieran Juan Diego Quezada y Verónica Calderón, de El País, apenas anunciado el nombre de quien ganara el premio.
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l día que ganó el premio Cervantes, Elena Poniatowska, bajó las escaleras de su casa, en el sur del DF, bañada y recién terminada de desayunar. A la nueva ganadora del premio más prestigioso de las letras en español, una preguntona irreverente, ejemplo de valentía para las escritoras y periodistas mexicanas que intentaban desenvolverse en un contexto machista, le llovían a esas horas los elogios: “Mi hijo Felipe me dice que soy una chingona”. A la escritora le sonó el teléfono a primera hora de la mañana y pensaba que se trataba de un editor de El País’ con alguna queja sobre el texto que había enviado el día anterior acerca de la obra de Doris Lessing (Premio Nobel 2007). Al otro lado de la línea estaba el presidente del galardón. Lo primero que le vino a la mente, como mujer que no se calla ante nada, fue la compleja situación social que vive su país. “Me da muchísimo gusto por México. Como ahora estamos bocabajeados, muy divididos. El país está sin fe en sí mismo y un premio así, sobre todo si lleva el nombre de Cervantes, levanta el ánimo”, dice. La mexicana, autora de la célebre obra La noche de Tlatelolco (1971), pone su nombre al lado de otros ilustres compatriotas como Octavio Paz, Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco y Sergio Pitol. Lo hace rodeada de su familia, los gatos, el perro, los libros y un cojín con la imagen de Andrés Manuel López Obrador, el candidato de izquierdas a las elecciones generales del año pasado que le ofreció formar parte de su gabinete en caso de que llegase a presidente. Llegados hasta este punto, tocaba el momento de reflexionar sobre el éxito. -Es algo en lo que no hay que creer. Hay que creer en la vocación, el amor en lo que haces. Hay que amar el oficio. Me acuerdo que en la tele mexicana había un payaso mexicano que se llamaba Cepillín que todo el mundo lo veía mucho. Un día, pum, desapareció. -Pero su éxito no es para nada efímero… -El mío no porque yo estoy a punto de ser efímera. Yo ya tengo 81 años. El año que entra tengo 82. Ocho años para 90. Soy un pollito. ¿Con quién viajará a España a recoger el galardón? “Iré con
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mi familia, que es numerosa. Felipe es el que más se preocupó. Con Mane, el científico, y mi hija Paula, que es muy bonita. Mira esa foto, te va a gustar pero ya está casada y tiene tres hijos. En este rato la tranquila callecita empedrada con aire provinciano en la que vive se ha llenado de periodistas. La también ensayista sufre por los reporteros que esperan en la puerta. “¡Ay, pobrecita!”, exclama cuando ve por la ventana a una con los brazos cruzados, nerviosa. Ella, al fin y al cabo, insiste en que es ante todo periodista. “Los que más contentos se pueden poner por este premio son los periodistas. Yo hago lo mismo que tú pero no tengo un aparato tan maravilloso (teléfono inteligente), tengo un aparato del año de la canica y hago entrevistas. A los periodistas se les trata feo, se les hace esperar. Pon todo eso”, sigue. El último rey de Polonia se llamó Estanislao II Poniatowski. Hija de un príncipe polaco, se trata casi un pariente para ella. “¡Qué bueno que las aristócratas sí hagamos algo! Lo único que hacen ellos es rascarse la panza. Yo por los menos traté de rascarme el coco”. Lo que es seguro es que en todos estos años no dejó de preguntar. De respuestas ha llenado un relato que bien merecido se lleva un Cervantes. Juan Diego Quezada. En México ya no nos tomamos el tiempo de vivir/ El barrio de Chimalistac, al sur de la Ciudad de México, es un oasis de silencio en una frenética y ruidosa metrópolis de acero. Al final de un camino empedrado, a un lado de una pequeña capilla colonial, está la casa de Elena Poniatowska (París, 1932), una mujer menuda, rubia, de nariz pequeña, sonrisa fácil, hija de un príncipe polaco pero “más mexicana que el mole”. Ella ganó el Premio Cervantes, el quinto para un mexicano y el primero para una mexicana. Es la cuarta escritora honrada en 37 años. Antes lo habían ganado las españolas María Zambrano y Ana María Matute y la cubana Dulce María Loynaz. Ensayista y escritora, Poniatowska comenzó a trabajar en el periódico Excélsior en 1954. “A mí lo que me gusta es contar cosas”, recordaba hace unas semanas. Se convirtió en una entrevistadora
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curiosa y certera. Entrevistó a Diego Rivera, a Rulfo, a Paz. Recuerda con especial cariño a Luis Buñuel. “Era muy amable, me llamaba la niña de la leña porque cuando iba a su casa compraba unos troncos porque en su salón hacía mucho frío”. Una generación de periodistas mexicanas creció inspirada por Elena Poniatowska. Por la mujer y la periodista. Su libro más célebre, La noche de Tlatelolco, es un crudo testimonio de la represión contra estudiantes el 2 “Más mexicana que el mole” de octubre de 1968, una fecha grabada con sangre en la historia mexicana. “Debería conmemorarse oficialmente, una fecha de luto nacional”, repite. Las protestas estudiantiles habían durado semanas. La tensión había ido creciendo. El 30 de julio de ese año, el Ejército había volado de un tiro de bazuca la centenaria puerta de madera del Colegio de San Ildefonso porque dentro había estudiantes. El presidente Gustavo Díaz Ordaz, (del Partido Revolucionario Institucional, PRI, que ostentó el poder absoluto en México por buena parte del siglo XX) declaró: “Hemos sido tolerantes hasta excesos criticados”. A 10 días de los Juegos Olímpicos de 1968, la tarde del 2 de octubre, una bengala cruzó el cielo durante un mitin estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Era la señal. Un grupo paramilitar, el Batallón Olimpia, se mezcló entre los jóvenes y comenzó la represión. Francotiradores apostados en los techos de los edificios aledaños abrieron fuego. Hubo decenas, cientos de muertos. Nadie lo sabe con exactitud. Poniatowska recuerda que, cuando se enteró de la represión, decidió salir a la calle. Hacía solo unas semanas de que había parido. “Tenía que verlo con mis ojos”. Halló un panorama desolador. “Sangre seca, soldados en la calle, zapatos regados en toda la plaza”. Ahí nació La noche de Tlatelolco. El recuerdo aún la emociona. Testigo de primera fila de la historia mexicana reciente, el momento que más le ha conmovido fue la movilización ciudadana tras el terremoto de 1985, “uno de los pocos instantes en que México fue capaz de mirarse a sí mismo y, sobre todo, sobreponerse a la tragedia”. De los escombros salió un sentimiento ciudadano inédito, solidario y que puso en pie a la capital del país, diezmada por un sismo que se cobró miles de vidas. De la experiencia ella escribió Nada, nadie: las voces del temblor. Pero opina que el mejor libro lo escribió su amigo Carlos Monsiváis. “Un libro fantástico, No sin nosotros”. Lo dice y suspira. “A él lo extraño mucho, mucho”. Monsiváis murió en junio de 2010. Es una mujer comprometida con lo que cree. Se indigna. Por un país donde el 50% vive en la pobreza. Donde se cometen injusticias
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contra las mujeres un día sí y otro también. Donde el neoliberalismo ha devorado a las pequeñas ciudades y al campo. “En México ya no nos tomamos el tiempo de vivir, de platicar”. Y guarda un deseo. “Me gustaría ver a un presidente mexicano de izquierdas”. A la par que su carrera literaria, está su activismo político. Primero con Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, durante la mayor movilización opositora que se atrevió a desafiar al entonces todopoderoso PRI. Y más tarde con Andrés Manuel López Obrador, dos veces candidato presidencial en 2006 y 2012. Sobre el sofá de su casa guarda un cojín con la imagen del también exalcalde de la Ciudad de México bordada en punto de cruz. Hace apenas dos semanas que lo acompañó en un mitin contra la reforma energética propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto. No le gusta que le llamen Elenita. Cree que “infantiliza”. ¿Es machista? “Quizá un poco”. Relata que a Frida Kahlo, la mítica pintora mexicana, le llamaban “la coja”: “Ahora todos hablan maravillas, pero entonces se referían a ella así. El machismo tiene mucha crueldad”. Justo una de las mujeres de Diego Rivera protagoniza un libro suyo pequeñito pero entrañable: Querido Diego, te abraza Quiela. La obra, escrita a manera epistolar, relata la historia desgraciada de amor entre la pintora Angelina Beloff y el pintor mexicano, que fueron pareja cuando él vivió en París. Cuando Beloff viaja a México para encontrarse con su amado, se topa con que éste tiene una nueva mujer: Lupe Marín, la que sería la madre de sus dos hijas más pequeñas. Las mujeres —las creativas, las valientes, las que van contra corriente— son una constante en su obra. Es una meticulosa retratista del feminismo femenino. En apariencia delicado, pero con firmeza militar. Como el de la pintora Leonora Carrington (Leonora), o el de la fotógrafa Tina Modotti (Tinísima). O el de una mujer que de tan bella acaba explicando al juez por qué tiene cinco maridos (De noche vienes, Esmeralda), o el de una valiente soldadera —las mujeres que iban al frente durante la Revolución Mexicana— que termina trabajando como lavandera en la capital del país (Hasta no verte, Jesús mío). A las muy frecuentes tertulias en su casa asisten también un perro negro y dos gatos que no dudan en sentarse en el regazo del invitado: Monsi y Váis, en honor de su fallecido amigo. Pasa tardes charlando, tomando té, rodeada de libros. Es difícil mantener su curiosidad a raya. En cualquier descuido el entrevistador acaba entrevistado. ¿Sabe que ha sido una inspiración para una generación de mujeres mexicanas periodistas? “No, fíjate. Qué bueno. Que haya más mujeres que quieran contar cosas. Nos falta muchísimo por contar”. Verónica Calderón.
LAS GUERRAS DE ‘CUARTA GENERACIÓN’ Venezuela, laboratorio en América Latina
Juan Carlos Arriaga-Rodríguez
Profesor de Relaciones Internacionales Universidad de Quintana Roo
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ara alguien con mediana información, no es un secreto que los Estados Unidos han jugado un papel protagónico en la caída de gobiernos de izquierda en América Latina. Las han propiciado algunas veces por medio de la intervención militar directa, como en Granada, en el Caribe, en 1983; otras brindando asesoría y apoyo de ‘inteligencia’ a militares golpistas, como en Guatemala en 1954 y Chile en 1973; otras más con dinero y equipo militar a grupos subversivos, como a la ‘contra nicaragüense’ en la década de 1980 o, entre otros, a los anticastristas de Miami. Derrocar a un gobierno civil por medio de ‘cuartelazos’ es un acto condenado por la comunidad internacional, al igual que si la toma del poder es resultado de una revolución armada, sea de izquierda o de derecha. No obstante, esta celosa comunidad mundial no ha podido impedir operaciones encubiertas para desestabilizar gobiernos, incluidos algunos democráticamente electos como es el caso de Venezuela. Esta omisión -voluntaria muchas veces-, ha permitido que los Estados Unidos hayan diseñado un nuevo esquema de ‘plan encubierto’ para eliminar gobiernos calificados de “incómodos” o “enemigos”. En la prensa se conoce a este plan como “guerra de intervención de cuarta generación”, en marcha en Venezuela desde febrero de este año.
Nuevas guerras de intervención Periodistas y académicos de diversas universidades de todo el mundo coinciden en que las revueltas callejeras en Venezuela siguen el mismo patrón que los ‘levantamientos populares’ en Ucrania, Siria, Egipto, Líbano, Tunes y Libia. Dijérase que tanto la Primavera Árabe o el Invierno Ucraniano anuncian el Verano Sudamericano, pues las fuentes insisten en que los gobiernos de Argentina, Bolivia, Ecuador y El Salvador forman fila para enfrentar movimientos de desestabilización basados en las estrategias de las ‘guerras de cuarta generación’. Las ‘guerras de cuarta generación’ son conflictos armados internos surgidos de tácticas de desestabilización, en apariencia no violentas. Se trata de una situación de caos social y político generada mediante planificadas estrategias de “acción no violenta” que buscan derrocar a un gobierno calificado de no democrático. En esta estrategia participan estudiantes y desempleados de clase media. Es financiada por la oligarquía local, dirigida por personajes de ideología conservadora de clase media, e idealizada en los medios de comunicación por líderes de opinión e intelectuales de derecha. Estas guerras ‘estallan’ en un mitin al que se llamara a la población en general, aunque el contingente estudiantil es el más numeroso. A la protesta acuden los medios de información estadounidenses para difundir en exclusiva escenas de terror y violencia policial, imágenes de incendios y, claro, instantáneas de civiles heridos o fallecidos. Como es de suponerse, no aparecen imágenes de grupos extremistas armados con tubos, cadenas, navajas y pistolas. Los medios de comunicación en pro de la desestabilización del gobierno en turno, reproducen imágenes de caos vandálico y difunden que las protestas son consecuencia de la corrupción, el autoritarismo y la represión oficial. Dejan en un segundo plano
las demandas sociales concretas como la carestía de la vida, la inseguridad pública y el desabasto de bienes de consumo básico. Es un discurso en texto e imagen que se reduce a una idea simple: la defensa o la promoción de la democracia. Toda la concepción de las guerras de cuarta generación y su discurso reduccionista se debe a Gene Sharp, un agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), activista conservador y anticomunista furibundo, de origen estadounidense. Su libro, Métodos de la acción no violenta, publicado en 1993, sirvió de guía para los revolucionarios de Egipto, Libia, Siria y Ucrania. En el libro se presenta una lista de 197 acciones no violentas de gran efectividad para desestabilizar a un régimen, en especial de aquellos que pasan por una crisis económica, altos niveles de delincuencia y corrupción. Estos síntomas, evidentes en casi todas las sociedades de América Latina, sirvieron para que la oligarquía internacional seleccionara a Venezuela como un gran laboratorio en el área para aplicar la desestabilización “no violenta”. De acuerdo con el citado manual, después de semanas de protestas y revueltas callejeras se crea un gobierno paralelo en el exilio, seguido de acciones de presión internacional con los Estados Unidos y la Unión Europea a la cabeza. Para terminar con la crisis, en ese momento es una verdadera guerra civil, se llama a conferencias internacionales en las que el gobierno de jure, el oficial, se reúne con líderes del gobierno paralelo para negociar la realización de elecciones. Gene Sharp señala que el colapso de las “dictaduras” (es decir, aquellos países que no tienen sistemas políticos de tipo liberal o son enemigos ideológicos de Estados Unidos y sus socios) no resuelve los problemas de la desigualdad social, la corrupción política, la falta de aparatos judiciales eficientes, la contaminación ambiental, etcétera. Sin embargo, agrega, la instauración de un “régimen democrático” abre el camino para para “la construcción de mayor democracia política, libertades personales y justicia social”. Esto es la falsa promesa de Sharp, pues la terca realidad de Egipto, por ejemplo, demuestra otra cosa. Ahí la desigualdad, el autoritarismo y la ausencia de libertades aún impera después de la caída del dictador Hosni Mubarak, en 2011. La “desestabilización no violenta” contra Maduro La crisis política que sufre la sociedad venezolana desde mediados de febrero de este año, cuando las marchas de la juventud realizadas en algunas ciudades gobernadas por la oposición terminaron en enfrentamientos con la policía, siguen el patrón de una guerra desestabilizadora de cuarta generación. Induda-
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blemente, el plan de desestabilización “no violenta” está en marcha en Venezuela. Las protestas han avivado el fuego contra el gobierno de Nicolás Maduro. La exigencia de los líderes opositores es la renuncia del presidente. Los líderes visibles del movimiento desestabilizador son Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, trio que comparte el discurso de la defensa de la democracia, la movilización ciudadana pacífica y el respeto a los derechos humanos. El primero de ellos, Leopoldo López, presidente del partido Voluntad Popular, participó en el fallido golpe de Estado del 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez. Este personaje de ideología conservadora fue el encargado de convocar a las ‘movilizaciones pacíficas’ en todo el país para forzar la destitución de Nicolás Maduro. Al plan de movilizaciones lo denomina “La Salida”, el cual tiene como único objetivo la renuncia del presidente Maduro. Sin embargo, este plan no ha sido bien visto por los opositores moderados como Henrique Capriles Radonski, candidato perdedor a la presidencia en 2013 y hoy gobernador del estado de Miranda. A principios de abril, en una de las mesas del Diálogo por la Paz en el Palacio Presidencial de Miraflores, en Caracas, éste puntualizó: “ni queremos un golpe de Estado ni queremos un estallido social”. Por su parte, María Corina Machado fue depuesta como diputada en la Asamblea Nacional. Nacida en el seno de una de las familias más adineradas de Venezuela -es hija de Enrique Machado Zuluaga, el zar del acero-, ha estado al frente de las protestas contra los gobiernos de Hugo Chávez, primero, y de Nicolás Maduro. Educada en lo ideológico en la Universidad de Yale, en el 2005 fue recibida por el entonces presidente George W. Bush, de quién se dice recibió apoyo para crear la organización política SÚMATE. Desde esa organización civil fue que promovió el referéndum revocatorio contra Hugo Chávez, el cual se realizó en agosto de 2004, con un contundente 59.1% de votantes a favor de no destituir al polémico mandatario. El papel de esta lideresa en las revueltas que buscan la caída del gobierno de Maduro, ha sido fundamental en los últimos dos meses. Su llamado ha sido a la insurrección y al rechazo al diálogo con el gobierno venezolano. Antonio Ledezma, alcalde mayor del Distrito Metropolitano de Caracas, se formó como político en el sistema bipartidista, en las filas del partido Acción Democrática (AD). En 2000 renunció a este instituto e integró, con otros exintegrantes del mismo, la Alianza Bravo Pueblo (ABP). En 2008 se alió con Julio López, de Voluntad Popular, otra facción beligerante, para buscar la alcaldía de Caracas. Curiosamente, la fama política de Ledezma no viene
Los años en la prisión en Rooben Island
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de su capacidad administrativa para gobernar, sino por su costumbre de litigar en los medios. Así lo hizo en 2009 cuando montó en la sede de la Organización de Estados Americanos, en Caracas, una huelga de hambre para presionar al gobierno nacional que le entregaran recursos para pagar la nómina del ayuntamiento. Una ‘revolución popular’ de la la derecha conservadora El discurso de la revolución popular fue difundido con amplitud por la izquierda revolucionaria de latino América en la década de 1950. En ese entonces, las guerrillas llamaban a la revolución a los obreros, los campesinos y a los pobres de los centros urbanos, a derrocar al régimen burgués. De manera paradójica, hoy ese discurso forma parte de la retórica de la derecha conservadora latinoamericana. En Venezuela, Julio López llama a la protesta popular para “sacar al régimen”; María Corina Machado convoca al pueblo a la rebeldía; y Antonio Ledezma pide a la población manifestar-
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se en desobediencia civil. En sus declaraciones, los tres personajes procuran no ordenar a sus seguidores acciones de violencia, sabotaje o enfrentamiento directo contra las fuerzas del orden. Sin embargo, una revisión atenta de los acontecimientos ocurridos en los dos últimos meses permite observar que el discurso pacifista, cívico y humanista de esos líderes opositores es mera retórica. Veamos: En la manifestación del 6 de febrero en el Estado de Táchira, al noroeste de Venezuela, un nutrido grupo de encapuchados atacó la residencia del gobernador José Gregorio Vielma Mora. Al finalizar el atentado, los heridos sólo fueron policías. Por lo hechos el gobernador acusó al belicoso líder de Voluntad Popular, Julio López. En la semana siguiente ocurrieron protestas callejeras en algunas ciudades, todas gobernadas por la oposición y todas terminaron en violencia. Por ejemplo, en la ocurrida frente al Ministerio Público, en Caracas, convocada por universidades privadas, terminó con la muerte de tres personas, un centenar de heridos y cuantiosos daños en instalaciones públicas y propiedades privadas. Entre los muertos estuvieron un militante
chavista y un militante de la oposición, ambos ejecutados de un tiro en la cabeza; según las investigaciones periciales los disparos provinieron de la misma arma. En los días siguientes, los manifestantes invocaron a la carestía y la inseguridad como las causas de sus protestas. Un grupo instaló su campamento en Plaza Altamira, localizada en uno de los barrios ricos de Caracas. Ese grupo no acusó a las cadenas comerciales, a los importadores de alimentos ni a los intermediarios de la carestía y el desabasto que afecta a Caracas, sino al gobierno nacional. Lo cierto es que desde 2013 el gobierno de Maduro ha incautado toneladas de alimentos (arroz, azúcar, café, aceite, harina de trigo, etc.) escondidas en bodegas de comerciantes privados, e incluso multó a una empresa importadora de electrodomésticos por venta de productos con un sobreprecio del mil por ciento. A principios de marzo, el gobierno de Estados Unidos acusó al gobierno de Maduro de la crisis política en Venezuela y exigió la liberación del opositor Julio López, quien se entregara por voluntad a la policía a mediados de febrero. De manera simultánea, agencias informativas de Estados Unidos y de Europa difundieron imágenes de la supuesta represión del gobierno contra opositores. No se han presentado, en cambio, los actos violentos, los saqueos y los ataques a la policía realizados por grupos armados. Las tiendas de alimentos de bajo precio –Mercal- y las instalaciones de la televisión pública han sido los blancos preferidos por la disidencia armada. Es evidente que los medios de información han ocultado la violencia ejercida por las células desestabilizadoras de la derecha. Tampoco han señalado que ocho de las 41 personas fallecidas en los últimos dos meses eran policías. Tampoco han informado que sólo unos cuantos de esos fallecidos han sido opositores, y que por esos hechos decenas de policías y militares han sido arrestados y sometidos a juicio. En síntesis, en la estrategia de la desestabilización no violenta los medios de información internacionales (CNN, Reuters, Grupo Prisa e incluso Televisa) han jugado un papel central al generar desinformación, confusión y colocando a los grupos de derecha como héroes. En esos medios, intelectuales de derecha como Mario Vargas Llosa, ese trasnochado liberal decimonónico, han dicho que en Venezuela se libra una lucha épica. La guerra de cuarta generación puede servir para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, pero ello también abriría la puerta a la reinstalación de la vieja oligarquía parasitaria que se comió durante décadas los ingresos petroleros, y siempre ha sido dócil ante las presiones de Washington. Esto, sin duda, sí es la verdadera tragedia.
Los daños del vandalismo urbano.
“Los jóvenes, el impulso...”: Gene Sharp
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Diputado José Luis Toledo Medina
XIV LEGISLATURA
IGUALDAD DE GÉNERO: un COMPROMISO Conferencia magistral Reformas Electorales y Género
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on la conferencia magistral ‘Reformas Electorales y Género’ dictada a principios de abril por el doctor en Derecho César Astudillo Reyes, el Congreso de Quintana Roo patentizó su compromiso por adecuar las leyes estatales para que éstas permitan lograr la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, así como la generación de mayores espacios de participación de las mujeres quintanarroenses. Al dar la bienvenida a los asistentes, la diputada Maritza Medina Díaz, presidente de la Comisión de Equidad de Género, aseguró que sólo la igualdad de género permitirá transformar a
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nuestro país, “pues será con las mujeres y no a pesar de las ellas, como por desgracia muchos aún suponen, que se tomarán las decisiones que darán rumbo y certidumbre a México. “A partir de ahora, a las mujeres nos toca enfocarnos en dar viabilidad y consolidar la igualdad entre ambos géneros, una igualdad por la que las mujeres hemos trabajado mucho tiempo, pero esa igualdad sólo va a ser posible en la realidad de todas las mujeres del país si cada una de nosotras, tanto en el ámbito público como en el privado, seguimos trabajando en este sentido. Hoy más que nunca antes resulta evidente que sólo la igualdad va a poder transformar a México”.
Medina Díaz hizo un reconocimiento al gobernador Roberto Borge Angulo por abrir espacios para las mujeres y ubicarlas en puestos claves y estratégicos de su administración. De igual manera reconoció la solidaridad, la congruencia y las acciones afirmativas a favor de las mujeres del diputado José Luis Toledo Medina, líder de la Gran Comisión del Congreso del Estado. Por su parte, el diputado invitó a todas y todos a dedicarse de corazón, con compromiso y entusiasmo, a la gran tarea de fomentar la equidad de género para lograr que en un futuro próximo la igualdad jurídica y social entre los dos sexos sea una realidad tangible en todo el Estado. “Espero-dijo-, que pronto no sea necesario contar con leyes y reglamentos que obliguen a garantizar la igualdad para las mujeres, que sus derechos sean respetados de una manera natural”. “Ojalá llegue el día en que se abroguen estas y todas las normas de protección y fomento a la mujer, que se abroguen para que los cuerpos legislativos que nos sucedan las encuentren innecesarias, que no haya necesidad de seguir obligando a la igualdad de género. Hasta entonces, el Congreso de Quintana Roo estará en compromiso permanente con las mujeres”, afirmó. La conferencia magistral, organizada por la Comisión de Equidad de Género en coordinación con el Instituto Electoral de Quintana Roo, como se dijo fue impartida por el doctor César Astudillo Reyes, coordinador del área de Derecho Electoral del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. En su ponencia, Astudillo Reyes afirmó que “por principio de cuentas, se deben cambiar mentalidades, las conductas y la cultura en general, para avanzar hacia una verdadera igualdad entre mujeres y hombres. Además de reconocer la igualdad de las mujeres en textos constitucionales, se deben generar de igual manera las condiciones necesarias para hacer realidad dichos preceptos”. Para concluir, el destacado jurista
puntualizó que “deben ser los propios partidos políticos los que, en primera instancia, faciliten el que las mujeres tengan participación plena y amplia en la vida política de México”. En la conferencia estuvieron presentes la maestra Rosario Ortiz Yeladaqui, Oficial Mayor del Gobierno de Quintana Roo en representación del gobernador Roberto Borge; Jorge Manríquez Centeno, consejero presidente del Instituto Electoral de Quintana Roo, así como Víctor Vivas Vivas, magistrado presidente del Tribunal Electoral de Quintana Roo, entre otras autoridades de los tres niveles de gobierno.
César Astudillo Reyes
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POR UN FEMINISMO FEMENINO Gabriela Rojo Castillo A María Asunción Sandoval
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or definición, el feminismo es un movimiento encaminado a reivindicar el papel de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad, a defender sus derechos y a impulsar su participación efectiva, en igualdad de condiciones, en todas las actividades humanas. Resulta obvio, entonces, que el feminismo se oponga por principio al patriarcado que hoy por hoy enseñorea nuestra comunidad en su conjunto, y del que pareciera emanar buena parte de nuestras patologías sociales. Sin embargo, aunque este enfoque se antoja uniforme, se debe advertir que en las filas feministas, inclusive con un alto rango intelectual, social o político, hay mujeres con actitudes más patriarcales que las de cualquier hombre. Esto evidencia que el ser mujer, el nacer con las características biológicas femeninas, no implica necesariamente que se asuma la defensa de género, así como la participación o empoderamiento de las mujeres implica tampoco, de manera obligatoria, ser feministas o defender a cabalidad los derechos del género. En esta búsqueda de la unidad, llevamos décadas. Si bien, por fortuna, más allá de polémicas, deslindes, controversias y demás avatares de la pugna de ideas, la mujer como ser social ha logrado reivindicaciones valiosas, construido cimientos para una participación plena pese a la estructura patriarcal de la sociedad y generado una importante conciencia de género. No obstante, hemos de reconocer en este sentido que existe un gran rezago de millones de mujeres que viven sometidas por la tradición, por la precariedad o por sojuzgamiento ideológico, o religioso. Hay mucho por hacer por y para las mujeres, a pesar de la existencia real y relevante del feminismo mexicano. UNA VISIÓN HISTÓRICA La participación de la mujer en la historia nacional ha sido y es relevante. De sobra conocidas son las trayectorias de Juana Inés de la Cruz o las gestas de Leona Vicario y Josefa Ortiz o de la casi
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legendaria Güera Rodríguez, por citar sólo algunas en el periodo independentista. Notable también fue la presencia de las mujeres en la etapa revolucionaria, tanto como impulsoras de ideas o como participantes ya en la lucha activa. En el ámbito de la lucha por la dignidad femenina, entre otros grupos, destacan el Club Liberal de Señoras y Señoritas Discípulas de Juárez, en Veracruz, y el liberal Club de Señoras y Señoritas de Matehuala, San Luis Potosí, que a principios del siglo pasado revaloraba el trabajo hogareño, y defendía que el trabajo doméstico femenino realizado a domicilio debía ser remunerado adecuadamente. En este difícil periodo revolucionario, siendo yo abogada, no puedo dejar de poner de relieve la figura de María Asunción Sandoval, quien fuera la primera mujer mexicana que, en 1898, en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, se graduó como abogada, según consta en el Archivo Histórico de la Universidad nacional Autónoma de México, con número de cuenta 2083 Por eso es a ella a quien dedico este texto. Muy largo sería hacer un recuento de la participación de la mujer en la cruenta guerra revolucionaria. Muchos libros se han escrito sobre ello. Su labor, su vida en muchos casos, fue simiente del feminismo mexicano. Recordarlas redunda en una mejor comprensión de nuestros actuales afanes. Empero, no se debe dejar de lado en esta sucinta memoria, la gesta femenina en Yucatán, de la que por desgracia no se tiene una literatura tan abundante. EL FEMINISMO EN YUCATÁN Aunque para muchos resulte novedoso, la consolidación del feminismo en México se dio en 1916 con la celebración en Mérida, Yucatán, del Primer Congreso Feminista, en el que participaron 617 delegadas de casi todo el país, con el decisivo impulso del entonces gobernador Salvador Alvarado. Resulta paradójico, a primera vista, que un mandatario militar fuera quien propiciara el
significativo encuentro. Empero, su postura fue consecuente con su talante liberal. Era un militar de la Revolución, con gran sensibilidad social, en cuya tarea política y reformadora fue apoyado por Felipe Carrillo Puerto. La junta organizadora del congreso estuvo formada, entre otras, por Consuelo Zavala, Dominga Canto, María Luisa Flota, Beatriz Peniche y Piedad Carrillo Gil. Las reuniones, en el teatro Peón Contreras, estuvieron presididas por Adolfina Valencia y como secretaria Consuelo Ruz Morales. En este encuentro, hace casi un siglo, se discutieron cuatro puntos claves: 1. ¿Cuáles son los medios sociales que deben emplearse para manumitir a la mujer del yugo de las tradiciones? 2. ¿Cuál es el papel que corresponde a la escuela primaria en la reivindicación femenina, ya que aquélla tiene como finalidad preparar para la vida? 3. ¿Cuáles son las artes y ocupaciones que deben fomentarse y sostenerse en el Estado y cuya tendencia sea preparar a la mujer para la vida intensa del progreso? 4. ¿Cuáles son las funciones públicas que puede y debe desempeñar la mujer a fin de que no solamente sea elemento dirigido sino también dirigente de la sociedad? Entre las conclusiones del significativo congreso, se acordó “que deben abrirse a la mujer las puertas de todos los campos de acción” y que ésta “podrá desempeñar cualquier cargo público que no exija vigorosa constitución física, pues no habiendo diferencia alguna entre su estado intelectual y el del hombre, es tan capaz como éste para ser elemento dirigente de la sociedad”. Estos principios, ampliados, fueron impulsados por diversas sociedades feministas del resto de México. De lo ríspido de los debates, baste citar como ejemplo que en este se enfrentaron en tribuna las dos principales tendencias feministas, la moderada y la radical, capitaneada por Hermila Galindo, quien con su ponencia ‘La Mujer en el Porvenir’ desató una profunda división entre las asistentes. Planteó que las mujeres tenían instintos sexuales tan fuertes como los varones, que necesitaban clases de fisiología, anatomía e higiene para controlar sus cuerpos y defendió el divorcio y criticó la religión, por lo cual los periódicos la acusaron de inmoral y propagadora del amor libre, temas tabú en aquel tiempo. Aunque se impusieron las moderadas en diversos temas, todas demandaron una educación impartida por el Estado y exigieron la participación política de la mujer mediante reformas al Código Civil en la búsqueda del sufragio femenino en el nivel municipal. Entre el 23 de noviembre y el 2 de diciembre de ese mismo año -1916- se celebró en el mismo lugar un segundo Congreso, al que asistieron tan sólo 234 mujeres, menos de la mitad que al anterior. Sin embargo, sirvió para que de manera oficial se aprobara otorgar a la mujer el voto en las elecciones de las alcaldías, aunque sin posibilidad de ocupar puestos en los ayun-
Elvia Carrillo Puerto, la “Monja Roja del Mayab” tamientos, lo cual disgustó a las sufragistas. En este contexto aparece Elvia Carrillo Puerto, la hermana de Felipe, quien fuera gobernador de Yucatán de 1922 a 1924. Militante destacada y cofundadora del Partido Socialista del Sureste, Elvia fue una feminista de gran trascendencia, cuya actividad como luchadora social hizo que se le conociera como “La Monja Roja del Mayab”. Nacida en Motul, en 1881, dedicó su vida a lograr el sufragio femenino, que sin embargo no fue obtenido sino hasta 1953, tras muchos años de lucha. Luchó por el control de la natalidad, la libertad sexual, el divorcio. Junto con su hermano, participó en una rebelión local en 1910 contra los porfiristas henequeneros yucatecos, uno de los primeros movimientos fermento de la Revolución mexicana. Luego se unió al movimiento anti reeleccionista en su tierra, y desde esos años propugnó por los derechos de la mujer. En 1912 fundó la primera organización de campesinas de México. Diputada en 1923, una de las primeras mexicanas en lograr un cargo legislativo, junto con Raquel Dzib Cícero y Beatriz Peniche Barrera. Otra yucateca destacada fue Rosa Torres, quien fue electa regidora en noviembre de 1922, primera mujer mexicana en acceder a un cargo municipal de elección popular. WWW.GACETADELPENSAMIENTO.COM | 17
FEMINISMO PARA EL SIGLO XXI Así pues, la historia del feminismo tiene un largo camino recorrido tanto en el siglo pasado como en este, en el que tenemos nuevos retos y nuevas metas. Hoy la problemática del feminismo se ha hecho más sustantiva, pues tenemos una participación política notoria, de primer plano. Podemos plantear que hay dos vertientes en los retos de la mujer contemporánea mexicana, ligados y colindantes entre sí. Una, en el ámbito político, que tiene que ver con una ofensiva por revocar los derechos adquiridos, en particular el de decidir sobre nuestro cuerpo, sobre la maternidad. La ofensiva procede de fuerzas retrógradas que intentan revertir los avances legales logrados tras casi un siglo de afanes de miles de mujeres, tanto en nuestro país como en el mundo. El segundo frente está en el ámbito ideológico, que choca con las estructuras de dominación que aún influyen y fluyen en nuestro género, esas ideas retrógradas en torno a nuestro desempeño como seres sociales, y que van del desenvolvimiento de nuestra sexualidad hasta a la violencia en general y la misoginia en especial. Aunque estos asuntos son internacionales y están vinculados en muchos casos, en México en particular hay que pugnar por mantener y ampliar estos avances, profundizarlos. Tanto en este país como, por citar dos casos, en España y Colombia, hay campañas en pro de nulificar y criminalizar la interrupción legal del embarazo con propuestas que pretenden revertir logros del 2007 -la ley Robles de la Ciudad de México-, como la práctica asistida y científica, con iniciativas, hasta el momento frenadas en el plano legal, de las leyes sobre todo con las llamadas leyes por la vida (que protegen la vida desde la concepción), y con programas de adoctrinamiento y desinformación sistemática en los medios de comunicación, con complicidad de los monopolios televisivos y sus personeros, a través de programas y opiniones vertidas por quienes asumen la defensa de la vida a priori, atacando el derecho a decidir de las mujeres, y apuntalan la idea de “maldad” o “pecado” en amplios sectores de mujeres, prejuiciadas por la religión, o sumidas en la ignorancia y la marginación. En este campo el reto es colosal y no basta ya con decirnos feministas y estudiar, investigar, o convertirnos en líderes, pues hay millones de mujeres en tales condiciones de sojuzgamiento ideológico que no pueden informarse siquiera, y menos asumir a cabalidad sus derechos, aunque estén consignados en leyes federales o estatales. Las leyes contra la violencia hacia la mujer (Ley General de Acceso a una Vida sin Violencia), aun-
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que atacan en parte este grave problema, en la práctica chocan con diversas legislaciones y procedimientos que limita su aplicación, o las convierte en letra muerta. Las reformas legales en 17 estados que dicen ‘consagrar’ la “protección de la vida desde el momento de la concepción”, es asunto pendiente que está vigente a pesar de amparos y luchas estatales, así como las quejas interpuestas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Estos esfuerzos denotan con nitidez que hay que luchar por mantener los logros, en particular sostener el del Distrito Federal, y que hay que enfrentar fuerzas poderosas económica y políticamente, incluidas las Iglesias, que no cejan en su empeño por volver atrás las legislaciones de avanzada en favor de la mujer, y que, si nos descuidamos, pueden llegar hasta a negar los derechos más básicos que como ciudadanas hemos logrado. Y así se atreven a criticar a los países islámicos, y el impacto en los derechos elementales de las mujeres. En el plano de las ideas feministas hay dos retos, desde mi punto de vista. Uno, difundir con eficacia nuestras ideas de defensa y protección de todos los derechos que por ser mujer Consuelo Zavala poseemos, pero hacerlo sin enfoques verticales, sin hacer énfasis en temas particulares como las preferencias y opciones sexuales. Se deben hacer aceptables y sobre todo asimilables las tesis centrales de los derechos femeninos que protegen a las mujeres de los actos de discriminación, la violencia familiar, institucional, patrimonial, psicológica, y la negación de derechos elementales tras muchos años de luchas y esperanzas con altibajos. Y dos, ampliar el espectro de ideas respecto al feminismo, partiendo de los avances teóricos de destacadas mujeres que han investigado y escrito libros básicos de nuestro ideario de género. Es por esto que me atrevo a decir que se hace innecesario ser partidaria de los jeans sueltos, del amor al mismo sexo, de los cabellos cortos, de las ropas masculinas, para ser feminista en toda su extensión. Sentir pasión por los hombres, amor por un hombre, gusto por las faldas y las zapatillas y los mil colores en el rostro tampoco mengua mi feminismo, pues soy feminista al trabajar en favor de cualquier mujer que se acerque, que me necesite, cuando me impactan las noticias de feminicidio, de violación de mujeres y niñas, de mujeres encarceladas injustamente por atreverse a decidir, cuando me preocupo por la alfabetización jurídica de todas las mujeres de todas las condiciones y edades como un medio para combatir la pobreza y fundamentar su empoderamiento, porque lucho por sus preferencias, porque me importan sus preocupaciones y sus ocupaciones y porque no dejo de ser mujer en toda la extensión de la palabra, lo digo: soy feminista femenina. Salvador Alvarado
APERTURA DEL ASPEN INSTITUTE EN MÉXICO
El doctor José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, acompañado por la diputada Berenice Polanco Córdova.
C
on un extenso programa de discusión académica y política en torno a las reformas energética, educativa y política aprobadas recién en nuestro país, el pasado 24 de marzo, en la Ciudad de México, se abrió la sede mexicana del Aspen Institute, que está presidida por Juan Ramón de la Fuente, exsecretario de Salud y exrector de la Universidad nacional Autónoma de México. En la apertura de los trabajos, el doctor José Narro Robles, rector de la Unam, destacó que la finalidad de este grupo mixto de análisis –concurren institutos y organismos de los sectores privado y público- es la de que tanto en la educación, como en el sector empresarial, es la de valorar las necesidades que tiene nuestro país hoy y en el futuro próximo para incrementar su desarrollo económico y social, desde una visión humanista. Por su parte, el doctor De la Fuente, al inaugurar la sede mexicana de este organismo de la sociedad civil fundado en 1950 en los Estados Unidos, destacó que el Aspen Institute “no sólo busca promover debates respecto de los temas torales de México, sino también incidir, lo trascen-
dental, en el diseño de las políticas públicas en educación, seguridad, salud y medio ambiente, Estado de Derecho y en la formación de liderazgos, a la vez que alentar una participación más activa de la sociedad”. Entre los objetivos específicos de este instituto destacan la propuesta de nuevas opciones de solución a los problemas que afectan al país, tanto en lo nacional como en lo regional y aún en lo internacional, derivadas de la reflexión y el debate de destacados líderes sociales, al igual que impulsar el liderazgo de jóvenes mexicanos, y fomentar la participación de los diferentes actores sociales mediante seminarios, programas de políticas públicas y actividades de difusión de la cultura y la ciencia. Son miembros del Consejo Directivo del Aspen Institute, entre otros, Eduardo Dondé, presidente de la Fundación Rafael Dondé; Arturo Fernández, rector del ITAM; Francisco Garza Zambrano, vicepresidente de Cementos Mexicanos; José Narro, rector de la Unam; Pedro Pueyo, presidente de Oasis Hotels and Resorts; y Ricardo Salinas Pliego, presiente de Grupo Salinas. WWW.GACETADELPENSAMIENTO.COM | 19
EL JAGUAR Y LAS CASCADAS TRÓFICAS Juan José Morales
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iempre se habla del jaguar como una especie gravemente amenazada de extinción. Y eso es cierto. La caza furtiva, la deforestación y la construcción de carreteras son los tres factores fundamentales que han contribuido a diezmar las poblaciones de este soberbio felino. Pero las razones que se esgrimen para protegerlo y conservarlo casi siempre son de carácter romántico, como que se trata de un hermoso animal y que tuvo gran importancia para los antiguos mayas. Pero hay una razón muy práctica y concreta para protegerlo, una razón que la mayoría de la gente ignora: su carácter de depredador tope o clímax. Es decir, el tipo de depredadores que se encuentran situados en el ápice de las cadenas y pirámides alimenticias. En efecto, investigaciones recientes han demostrado que la declinación en las poblaciones de los depredadores clímax, como leones, pumas, tigres, lobos o jaguares— está
desquiciando muchos ecosistemas, y ello afecta directa o indirectamente al hombre. Y tal situación—hay que subrayarlo— se aplica no sólo a los ecosistemas terrestres y a los grandes carnívoros, sino también a los ecosistemas marinos y a animales herbívoros de muy diversos tamaños —incluso pequeños invertebrados— que son consumidores masivos de materia vegetal. Así, en las costas de California y la Baja California, la disminución en el número de nutrias marinas Enhydra lutris afectó seriamente los campos de sargazo gigante Macrocystis pirifera. La razón de ello es que las nutrias, que son carnívoras, depredan al erizo rojo Strongylocentrotus franciscanus, que se alimenta con las frondas del sargazo gigante. La proliferación de estos erizos ha incidido negativamente sobre los campos de sargazo. Y poca gente sabe que de esta gigantesca planta marina —Macrocystis pirifera para usar su nombre científico— se obtienen ciertas sustancias llamadas alginatos
que tienen multitud de usos como espesante para elaborar detergentes, cerveza, cremas, tintas de imprenta, productos medicinales, artículos de maquillaje, moldes para impresiones dentales, cremas y muchos otros productos. En nuestras aguas del Caribe tenemos un problema similar, aunque a la inversa: aquí, donde por razones todavía no muy claras, hubo una mortandad generalizada del erizo negro Diadema antillarum —ese de las largas púas tan temido por buzos y bañistas—, que es un gran consumidor de algas marinas. En ausencia de su depredador, las algas han proliferado sobre las formaciones de coral, dificultando su desarrollo. Las cascadas tróficas El papel fundamental de los depredadores clímax, como decía, ha quedado de manifiesto en diversos estudios y se encuentra ex-
Las características rosetas del jaguar equivalen a las huellas digitales del ser humano. No hay dos ejemplares que las tengan iguales, y por su diseño los biólogos pueden identificar a los distintos individuos que aparecen en las imágenes tomadas con trampas fotográficas. 20 | GACETA DEL PENSAMIENTO Febrero / Marzo 2014
puesto con mucha amplitud y claridad en el libro Trophic Cascades, o Cascadas Tróficas, coordinado por el Prof. James Estes, biólogo de la Universidad de California, que reúne trabajos de varios investigadores. Estes denomina cascada trófica a la verdadera catarata de efectos que se desata cuando en un ecosistema hay una marcada declinación en el número de depredadores clímax. Es una especie de reacción en cadena con efectos que se van propagando hacia los niveles inferiores de las cadenas y tramas alimenticias, sumándose, multiplicándose y reforzándose en el proceso, de tal manera que aunque aisladamente cada uno de ellos pudiera ser poco importante, a la postre causan una profunda y extensa afectación a todo el ecosistema. Las investigaciones sobre cascadas tróficas se refieren a muy diferentes ecosistemas terrestres, marinos y de agua dulce, pero en todos ellos ocurre esencialmente lo mismo: la disminución en el número de depredadores clímax y otros grandes consumidores por efecto de la acción humana o por alteraciones ambientales naturales, desquicia el ecosistema, ocasionando problemas a veces insospechados, que van desde cambios en la composición de la vegetación natural, hasta mayor frecuencia de incendios forestales, pasando por la multiplicación de especies indeseables —tanto nativas como introducidas o exóticas—, deterioro de la calidad del agua, alteraciones en el ciclo de circulación de los nutrientes —lo cual afecta la estabilidad de los ecosistemas—, propagación de enfermedades infecciosas tanto entre animales como entre seres humanos, y otros serios trastornos que finalmente repercuten de una u otra manera sobre el ser humano o sobre los recursos que utiliza. Hay, pues, que proteger y conservar al jaguar, y afortunadamente hay condiciones muy apropiadas para hacerlo. En la península de Yucatán tenemos todavía a la mayor población de este animal en todo México, con más de dos mil ejemplares. Ello ha sido posible gracias a que las selvas —sobre todo en Quintana Roo y el sur de Campeche— se encuentra en muy buen estado de conservación gracias a dos factores: la producción de maderas preciosas y chicle, que por sus características dejaba intocada la gran mayoría de los árboles, y el afortunado fracaso
Ver de cerca a un jaguar es posible casi únicamente en los zoológicos, como el de Belice, donde fue tomada esta foto. A diferencia del león, que habita sabanas y resulta visible fácilmente, el jaguar vive en la espesura de la selva, donde se desplaza silenciosamente y tratando de no ser visto para tomar desprevenidas a sus presas. de los planes de colonización dirigida, que habrían significado arrasar la selva. Pero la población de jaguares está fragmentada en varios grupos que quedaron aislados por las carreteras, que carecen de pasos para la fauna, y ello tiene consecuencias adversas desde el punto de vista genético. Todo esto significa, en primer lugar, que la protección y conservación del jaguar tiene que concebirse de manera integral, o sea incluyendo la totalidad del ecosistema en que vive. Y en segundo lugar, que en materia
de conservación hay que pensar en grande. Para proteger, conservar y restaurar un ecosistema, no basta hacerlo en pequeñas áreas, porque en ellas no pueden sobrevivir los grandes depredadores que son fundamentales para su estabilidad. Un jaguar necesita al menos 25 kilómetros cuadrados como territorio de caza, y territorios mucho más amplios en los cuales moverse libremente para poder mantenerse en contacto con sus congéneres y mantener un adecuado intercambio genético.
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Femenina Rocío Castelo
E
Historiadora y crítica de Arte, Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey
n la obra de Bárbara Fuentes, podemos advertir una sólida formación técnica y plástica a través del dibujo, manejo del color y composición. Su temática es una interesante visión integral del hombre y la naturaleza; formas orgánicas que se transforman en figures femeninas realizadas con líneas sinuosas y curvas que acentúan la delicadeza de lo presentado. Observamos en su pintura, espacios, superficies y oquedades que estimulan nuestra imaginación. Así permite al espectador encontrar múltiples lecturas de la obra, mujeres, flores, seres híbridos, reproducción, túneles, papeles, formas… en una mancha podemos apreciar el universo, o un océano, o para los que carecen de fantasía, simplemente una interesante mancha lograda con la experimentación de una técnica vanguardista, según nuestro entorno e imaginación en sus cuadros encontramos un mundo abierto. A partir de éstas imágenes logra una nueva figuración al ‘geometrizar’ su espacio con líneas rectas y diagonales que segmentan las figuras, produciendo, nuevos planos a través de luces y sombras; ofreciendo así, una visión geométrica casi abstracta de la obra. Juega con los contrastes, va de la rígida geometría a una suave plasticidad; utiliza colores contrastantes que denotan, al mismo tiempo, fuerza y armonía; juegos que, como sabemos, están presentes en su fuente de inspiración: la naturaleza. De la observación de la obra de Bárbara Fuentes podemos concluir su amor a la naturaleza, su optimista y jovial feminidad, su dedicación y entrega a la pintura, que le auguran un futuro prometedor dentro de las artes plásticas.
plasticidad Barbara Fuentes
Bárbara Fuentes
SECCION NOMBRE
Barbara Fuentes
Orquídea
Fuegos Fatuos
Dibujo en Flor
Constelaci贸n Germinal
Salvia-Sonido
Ninfa
Bรกrbara Fuentes
Octavio Paz Mexicano universal
L
Enrique Sainz de la Torriente Miembro de Número y Bibliotecario de la Academia Cubana de la Lengua.
a obra de Octavio Paz, figura central del extenso panorama de la cultura de México y de Hispanoamérica, es un parteaguas en la lengua española. Varias razones hay para el aserto, una de ellas es por la extraordinaria calidad esencial de sus letras y su enorme apertura a la diversidad, a las más disímiles corrientes del pensamiento de su época. Para mí, este es el rasgo más importante de su quehacer, pues nos abre a sus lectores y en general a los estudiosos hispanoparlantes, múltiples espacios de conocimiento. Hijo espiritual de la cultura mexicana prehispánica, sangre de su sangre, así como de las más sólidas tradiciones literarias y filosóficas de Occidente, al tiempo que sabio asimilador de algunas de las expresiones de la sabiduría Oriente con las que tendió un puente de diálogo fecundo, Paz nos dejó libros admirables por su magnífica prosa reflexiva y la hondura de su poesía, ambas de acabado impecable y de cuantía ciertamente ejemplar e infrecuente. La lectura de este espléndido escritor nos conmueve y nos imanta por su maestría literaria y por la fuerza de sus afirmaciones y negaciones, expuestas con viva pasión y matices deslumbrantes que tienen como sustento lo que podríamos llamar vivencias de rango espiritual, más allá de sus frecuentísimos encuentros con creadores de las artes plásticas y de las letras y de las ideas. Sus libros más conocidos por los críticos y ensayistas que se interesan por la poesía occidental del siglo XX: El arco y la lira. El poema, la revelación poética, poesía e historia (1956), Cuadrivio: Darío, López Velarde, Pessoa, Cernuda (1965), Los hijos del limo: del romanticismo a la vanguardia (1974) y La otra voz: poesía y fin de siglo (1990) -paradigmas de cierto tipo de ensayismo que se propone dilucidar las génesis de la lírica desde finales del siglo XVIII y caracterizar algunos de sus representantes-, poseen una capacidad de iluminación que emerge de dos fuentes, una de ellas las vastísimas lecturas del autor y la otra su singular capacidad de asociación, fusionadas ambas entre sí de tal modo que se sustentan la una en la otra. Cuando comenzamos a adentrarnos en esos temas desde esta prosa iluminadora vamos avanzando en la exposición de sus juicios y caracterizaciones con una avidez que se nos despierta, en buena medida, por la misma nitidez de sus acercamientos, en los que se aprecia un dominio del idioma y una conciencia crítica que se tornan nutrientes de las tesis sustentadas. ENSAYISTA TRASCENDENTE
Luis Alberto Ruiz Acuarela Palabras del Alma
No es esa la prosa de un ensayista de corte académico o de un investigador, sino la de un escritor, y en especial un poeta que se propone mostrar los alcances y la trascendencia de figuras de gran talla literaria. En esa misma línea estilística están los ensayos de T. S. Eliot, por ejemplo, quien fue maestro de Paz desde muy temprano, WWW.GACETADELPENSAMIENTO.COM | 27
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Premio Nobel de Literatura, 1990
así como también los de Guillermo Sucre y Saúl Yurkiévich, si bien en estos se percibe una mayor indagación académica de fondo, muy visible en los textos que luego escribieron precisamente para interpretar la obra del propio Paz. Como en Eliot, en el gran mexicano hallamos una reflexión libre, de enorme capacidad de incitación, en la que mucho nos satisface incluso la vocación que despierta en nosotros de matizar y hasta de, en ocasiones, rebatir sus criterios. Esa apertura de la que hablábamos en líneas anteriores es con exactitud esa posibilidad de que pensemos y abundemos desde nosotros mismos en el tema propuesto, estimulados por la propia luz que el autor de los ensayos ha vertido sobre las figuras de las que escribe. Ensayistas como Alfonso Reyes, con quien Paz sostuvo una agradecida amistad durante años y cuyos libros leyó siempre con admiración y provecho estilístico; o como Charles Du Bos, Albert Béguin o Roberto Calasso, todos de un saber también universal del que el mismo Paz es un paradigma de primer orden, poseen la virtud de crear en sus lectores una creciente curiosidad intelectual que nos conduce a ahondar en lo que se nos va revelando de los poetas, los movimientos y las problemáticas en cuestión. Excepción mayor es su monumental estudio Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe (1982), rigurosa investigación en la que el autor no pierde las calidades de su prosa reflexiva, pero que descansa en documentos y búsquedas en archivos y fuentes de naturaleza no literaria. Los especialistas que han dedicado años a trabajar esa enorme figura hispanoamericana del pasado tendrán con toda seguridad discrepancias importantes con Paz en lo referente a sus juicios y valoraciones en torno a la importante poetisa, pero ese volumen, más allá de aciertos y errores, alcanza una innegable jerarquía y pone de manifiesto las dimensiones del mundo espiritual de su autor, en el que destacan sus preocupaciones por México (El laberinto de la soledad, 1950; México: la última década, 1969), los conflictos políticos de nuestro tiempo (El ogro filantrópico. Historia y política, 1971-1978, 1979; Tiempo nublado, 1983), las artes plásticas (Apariencia desnuda: la obra de Marcel Duchamp, 1973; Sombras de obras: arte y literatura (1983), el erotismo (La llama doble: amor y erotismo, 28 | GACETA DEL PENSAMIENTO Febrero / Marzo 2014
1993; Un más allá erótico: Sade, 1994), la cultura oriental (Vislumbres de la India, 1995, y su versión de Sendas de Oku y de poetas chinos clásicos), la traducción (Traducción: literatura y literalidad, 1971). Los hispanoparlantes tenemos que agradecer a Octavio Paz que no siguiera las recomendaciones de José Vasconcelos y de José Ortega y Gasset, quienes le aconsejaron, en los primeros meses de 1943 y 1953, respectivamente, que se dedicara a la filosofía. Paz continuó por los senderos de sus inquietudes, en las que reflexión y poesía son expresiones de la misma problemática, definible como una ontología verbal. Cuánta página espléndida nos habríamos perdido, derroche que el tiempo no hubiese sido capaz de rescatar, imposible ya el reinicio al cabo de los años. Como hispanoamericano raigal Paz pertenecía desde temprano a una estirpe intelectual distinta de la europea. Por acá no se han visto los grandes filósofos sistematizadores al estilo de Hegel, sino pensadores que buscan la definición de su entorno espiritual y la solución de nuestros graves problemas políticos, sociales y económicos. Con ellos integra Paz una tradición de enorme riqueza sin las búsquedas de esas construcciones que quieren aprehender la totalidad. Su obra poética, elaborada en buena medida por unas cuantas preguntas esenciales, parte de inquietudes y de vivencias cotidianas no menos que de lecturas y cuestionamientos de las más fecundas tradiciones espirituales de las que se nutrió este maestro de las letras contemporáneas. Ensayo y poesía alcanzaron en él una coherencia que con entera seguridad se hubiese frustrado en un intento intelectual de otra especie, a la manera orteguiana. EL COLOSAL POETA De haber seguido aquellos consejos habríamos echado de menos Libertad bajo palabra (1949), donde encontramos muy explícitos signos de un angustioso transitar por la vida, poesía hecha de un discurso que dialoga a plenitud con la existencia en un mundo disperso, desestructurado, fuertemente influido el autor por las propuestas de la vanguardia, una etapa en su obra de búsquedas desde los hallazgos y posibilidades de la más inmediata herencia hispanoamericana y europea, ahora con un sentido diferente del lenguaje, como sucede igualmente con ¿Águila o sol? (1950), esas prosas absolutas en las que la imaginación nos ilumina intensamente la realidad o nos descubre algunas de sus más ricas posibilidades. Otra pérdida colosal que habríamos sufrido es Piedra de sol (1957), profundo poemario en lo que tiene de reencuentro de lo absurdo, lo inesperado, lo desconocido, lo nuevo, la otredad de un tiempo incontaminado, una preocupación que obsesionará a Paz hasta una escritura del caos y de la destrucción, pero capaz de reedificar el mundo desde sus propios presupuestos y elementos, inmenso texto esférico impregnado de vieja sabiduría y que va surgiendo de un juego de ten-
siones, como ha señalado Guillermo Sucre. No tendríamos, en fin, la obra poética sucesiva: La estación violenta, 1958; Salamandra, 1962; Viento entero, 1965; Blanco, 1967; Ladera este, 1969; Topoemas, 1971; Renga, 1971; Pasado en claro, 1975; Vuelta, 1976; Árbol adentro, 1987), donde se reiteran las preocupaciones y la conceptualización de los libros anteriores. La palabra, el erotismo -un erotismo total: naturaleza, mujer—, la superación de los contrarios, el tiempo circular y el tiempo lineal, lo contingente (Historia, realidad factual, acontecer íntimo) y lo absoluto, constituyen centros generadores de la lírica de Paz. La avidez de universalidad de Paz, imposible de interpretar como una actitud superficial si se la considera como la respuesta a las interrogantes esenciales del joven escritor que a comienzos de la década los 30s se inició en la literatura, es una experiencia definitiva, última, a la que se llega mediante la lúcida conciencia del movimiento dialéctico de la experiencia intelectual. Oriente y Occidente no son antitéticos en esta obra, sino fuentes de un mutuo dinamismo. No es injustificada entonces en este poeta la lectura de místicos e historiadores, de poetas y filósofos, de lingüistas y sociólogos, ni la escritura paralela de ensayos y poemas con diversos temas y tesis. Nada de pose intelectualoide hallamos en ese acercamiento entre ambas culturas, como tampoco se trata, en el caso de la importancia creciente que fue tomando en él la concepción del poema como una interrelación de palabras y espacios en blanco, de un juego infundado y de puro divertimiento, sino de todo un cuerpo de ideas de suma importancia. Estamos, en verdad, ante el intento de romper con los cánones de la escritura convencional para conformar otra, de signos (la palabra y el espacio) que se integran. Pasamos así del texto lineal al texto que se concibe en un espacio de diferentes dimensiones y que se interpreta de múltiples maneras. Espacio y tiempo se identifican en la página y se transforman en un todo cerrado, como el tiempo circular y el tiempo discursivo se convierten en absoluto en el diálogo amoroso. HIJO DE HISPOANOAMERICA Los problemas del individuo, tan activos en la primera etapa de su poesía -La estación violenta, inician un proceso de sustitución –Salamandra- por las preocupaciones en torno a la palabra, el lenguaje. Antes de este último poemario (1962) ya había referencias a esa inquietud, pero es a partir de entonces que va cobrando relieve y se va haciendo centro generador. Se busca vislumbrar lo otro, los otros significados del texto, ahora de varias lecturas posibles. El discurso literario se ha vuelto primordial, posibilidad de llegar al origen en su relectura desde estos presupuestos. Salamandra es, pues, un tránsito hacia esa concepción del lenguaje que lo convierte en el verdadero universo del hombre. La acción (la historia) y el lenguaje (el texto poemático) se fusionan en unidad cerrada e indisoluble. La analogía es el fundamento de esta especulación intelectual
Con su esposa Marie-José Tramini, 1966
que convierte a la palabra en la médula de la vida del hombre. Por ese camino el poeta llega a El mono gramático (1974), cuyo protagonista es el propio texto, como ha señalado la crítica. Hay ahí una búsqueda de los comienzos, de una pureza ontológica, intento de romper la separación que la realidad mantiene fuera del individuo y entregar, en consecuencia, la posibilidad invisible. Intentando una mayor claridad digamos que el poeta se propone suprimir la distancia entre el yo y el ser para hallar lo idéntico en el movimiento. Superación de contrarios, hallazgo y llegada a la “otra orilla”, poesía de la escritura, problemáticas todas en las que confluyen las más importantes corrientes de pensamiento y las propuestas ideoestéticas de diferentes linajes y momentos de la historia de la cultura. Se crea así en la poesía de este singular mexicano una relación diferente entre lector y texto, una relación distinta que implica un replanteo del sentido de la realidad, percibida entonces como un hacerse continuo, no como un estar en el tiempo; se trata del ser en la dinámica de su génesis, visto en su otra configuración, una vez que ha ganado su sentido en el discurso verbal. De enorme significación en su obra es un largo poema publicado en 1967: Blanco, una de las claves de la escritura de Paz, del que no es justo afirmar que se trata de un ejercicio de experimentación. Más acertado y exacto es considerarlo un fruto de la reflexión y la madurez, del trabajo de años durante los cuales el autor fue depurando su poética. La primera impresión que recibimos de esas páginas es la de estar contemplando, con el creador, un paisaje desconocido y árido, como vacío de la familiaridad habitual. La naturaleza y el hombre alcanzan entonces una dimensión trascendental en el sentido del sobrepasamiento de toda circunstancia inmediata. Pareciera como si asistiésemos al nacimiento de todo, como si el cosmos múltiple sólo pudiese ser interpretado o asumido desde esa luz originaria. Y en no menor medida la relación de la pareja se hace plena en esa experiencia que nos permite ver y escuchar el surgimiento de la realidad. El linaje de la obra total de Paz es uno de los aportes que la cultura hispanoamericana ha hecho a la cultura universal. De ella nos enorgullecemos los hijos de España y de Hispanoamérica. WWW.GACETADELPENSAMIENTO.COM | 29
R贸mulo Rozo trabajando en el Teatro Minerva, 1938 30 | GACETA DEL PENSAMIENTO Febrero / Marzo 2014
RÓMULO ROZO ÍCONO CULTURAL DE QUINTANA ROO
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casi cinco décadas de su muerte, el 17 de agosto de 1964, el escultor Rómulo Rozo proyecta en el tiempo su legado artístico en dos ciudades peninsulares: Mérida y Chetumal. En Yucatán es reconocido con amplitud el valor escultórico e histórico del Monumento a la Patria, en el capitalino Paseo de Montejo. En la capital de Quintana Roo, los frisos y bajorrelieves de la Escuela Belisario Domínguez y del Hospital Morelos, salvaguardan los íconos del estilo y concepto artístico del artista colombiano. La gran obra de Mérida fue esculpida en la etapa madura de Rozo y su realización duró casi doce años. En la monumental obra de la urbe yucateca, cuya piedra fue traída de las canteras de Ticul, el artista logra equilibrar sus raíces indoamericanas, estéticas y culturales, con la veta histórica nacional mexicana, un equivalente escultórico del muralismo, movimiento con el que tiene coincidencias y desencuentros inevitables, que serían tema de otro artículo. La decoración arquitectónica de los dos edificios realizada por Rozo en Chetumal muestran una sorprendente madurez escultórica. Se trata de sus primeras obras monumentales, si consideramos “obra transicional” la decoración del Pabellón de Colombia en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929, cuyo edificio hoy día es una reliquia arquitectónica, en el cual trabajó varios frisos y diversos elementos decorativos
Yesid Contreras Beltrán inspirados en figuras prehispánicas de las culturas colombianas. La estancia de Rozo en Europa perfiló su concepto estético en las escuelas más prominentes de la escultura internacional en las primeras décadas del siglo XX. Su desembarco en el Viejo Continente, en 1923, luego de un viaje azaroso por mar desde Barranquilla, Colombia, lo llevó a Madrid, donde estudió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, una de mayor prestigio del mundo en ese entonces. El joven artista, nacido en Bogotá en 1899, trabajó en el taller del maestro Victorio Macho durante año y medio, y de él aprendió los secretos, la técnica y
El Pensamiento, 1935.
conocimiento del forjador de la escultura española moderna. Su posterior viaje a París fue propiciado por la Exposición de Arte Decorativo de 1925, en la que ganó la medalla de plata por su ‘Llamador de la puerta del paraíso’, un bronce con las figuras de Adán y Eva en el momento culmen en que ella da a él la legendaria manzana. La pieza pertenece al Museo Nacional, en Bogotá. En la Ciudad Luz, Rómulo vivió en el Barrio Latino y estudió en la Academia de Bellas Artes, recorrió los museos de la ciudad, admiró y se empapó del arte universal, a pesar de sus limitaciones económicas. Discípulo y amigo del escultor Antonie Bourdelle, de la escuela de Auguste Rodin, en la capital francesa Rozo se forjó un gran prestigio por su calidad estética y el estilo peculiar de sus esculturas, de entre las cuales destaca sin duda ‘Bachué, diosa generatriz de los chibchas’. Con esta obra el artista colombiano logra incorporar los conocimientos del arte europeo y universal con sus raíces indoamericanas. La escultura, labrada en granito, de 1.80 metros de altura, representa la mítica mujer creadora de los muiscas, primigenios pobladores del altiplano central colombiano. A pesar de conocerse en su tierra sólo por fotografías, su obra generó el movimiento artístico -plástico y literario- de Los Bachués, denominado bachueísmo, considerado el pionero del arte moderno en esa nación. Con esta WWW.GACETADELPENSAMIENTO.COM | 31
escultura, expuesta en el Pabellón Colombia en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, Rozo conjuga las vertientes universales de las artes plásticas con las raíces ancestrales de la cultura prehispánica colombiana, que luego tomaría cuerpo en sus altorrelieves y frisos tallados en diversos monumentos que erigió en México. Tras ocho años de estadía en Europa, empapado de las vanguardias artísticas, Rómulo Rozo viajó en 1931 a la ciudad de México, donde vivió cinco años, para luego trasladarse a Mérida, donde fuera maestro de la Escuela de Bellas Artes entre 1946 y 1964, año de su muerte. En su estadía en la capital mexicana, Rozo fue maestro de la Escuela de Escultura de la SEP (1932) y de la Escuela Libre de Pintura y Escultura ‘La Esmeralda’ (1933-1935) De esa etapa data su escultura ‘El Pensamiento’, expuesta en la Biblioteca Nacional de México, y la que se hizo famosa por un escándalo: un desconocido colocó a su lado una botella de tequila; alguien fotografió la mixtificación y la imagen se publicó en la prensa nacional, dando pie a una masiva reproducción de piezas. Rozo la registró más tarde como propia, pero ya era tarde. El original, tallado en piedra, de unos 60
Llamador ‘La puerta del paraíso’, medalla de plata en la Exposición de Arte Decorativo de Paris, 1925.
centímetros de altura, pertenece al Museo de Arte de La Paz, Bolivia. Rómulo Rozo en Chetumal El escultor arribó a la capital de Quintana Roo al comienzo de la gestión de Lázaro Cárdenas, quien desde su campaña en busca de la presidencia del país se comprometiera a restablecer la autonomía del territorio. Con este fin, en 1937,
Escuela Socialista Belisario Dominguez en la década de los cincuenta. Archivo Ignacio Herrera Batista 32 | GACETA DEL PENSAMIENTO Febrero / Marzo 2014
se programó la Expedición Científica del Sureste de La República y Zona Maya, liderada por el poeta Luis Rosa Vega, por César Lizardi Ramos, como cronista y arqueólogo, por el general Luis Escontria como delegado del ejército, y por Rómulo Rozo, quien participaría en el área de arquitectura. Se buscaba refundar la capital del otra vez Territorio, a la que se rebautizó en 1936 como Chetumal, voz maya, en vez de Payo Obispo, por iniciativa del general Rafael Eustacio Melgar, el gobernador territorial. Se construyeron importantes edificios como la Escuela Belisario Domínguez, en la Avenida de los Héroes, y el Hospital Morelos, en la Avenida Juárez. Estas obras evidencian el afán del gobernador por dotar a la ciudad de dos herramientas básicas para el progreso: la educación y la salud. Rómulo Rozo decoró con frisos y bajorrelieves los dos edificios. El edificio del Hospital Morelos, dedicado hoy a la salud materno-infantil, fue edificado en una manzana completa para servir como hospital general para Quintana Roo, aunque en la práctica, por el aislamiento de la ciudad, brindaría servicios médicos a la poco poblada región sur. La fachada de edificio, inaugurado en 1939, fue decorada con elementos alusivos a la medicina y a Quintana Roo. En la entrada principal, una puerta céntrica y dos laterales separadas por paneles que semejan columnas, el escultor trazó líneas verticales que rematan en sendos símbolos de la medicina, el báculo de Escolapio reinterpretado: una serpiente de cascabel, con una recreación similar a sus representaciones en estelas y edificios mayas, asentada sobre un matraz; y a sus costados las plantas de una mano izquierda y un pie derecho, alusivos a la intervención médica y al cuerpo humano. En el friso, tallado en letras angulares, aparece el nombre del edificio sobre una serie de grecas; está flanqueado por dos estilizados caracoles. Colocados encima aparecen dos soles y al centro el escudo estatal, con los elementos que perduran hasta hoy: un sol en hemiciclo
Friso del vestíbulo del Hospital Morelos, 1939.
con siete rayos, un caracol cortado de manera transversal, una estrella de cinco puntas, y una figura de triángulos que simbolizan la flora regional. El trasfondo de los altorrelieves fue cromado con rojo oscuro, característica de los diseños de Rozo. El friso, una sucesión de rectángulos que forman una pirámide, está coronado por un asta bandera. El vestíbulo del Hospital, en ese entonces al aire libre, es un amplio espacio permite al visitante observar el friso en la parte superior del frontis interior, con una representación de la Fuente de la Salud, con íconos locales y universales, virtuosa interpretación de Rozo, ante la cual aparecen delineados todos los personajes necesitados de la salud, las figuras más cercanas en actitud de beber sus aguas, y a derecha e izquierda decenas de figuras humanas, pacientes de toda condición: personas con rasgos indígenas, campesinos, mujeres, militares, niños, lisiados, enfermos en camilla, ancianos, jóvenes, personajes trazados sobre la piedra, que en suma simbolizan el acceso al sistema de asistencia médica a toda la población. En las paredes laterales, dos figuras del Dios maya descendente, idéntico a su representación más conocida en una de las estructuras en la zona arqueológica de Tulum. De igual manera, en la parte interior frente al friso principal, hay una decoración que combina con flores y formas la figura extendida de dos serpientes dirigidas hacia un caracol estilizado, cuyos extremos tienen sendos cascabeles, elementos fundamentales en la iconografía de la cultura maya prehispánica. La Escuela Socialista Belisario Do-
mínguez, convertida hoy en día en el Centro Cultural de las Bellas Artes, es un edificio que recogió desde su nombre los alcances sociales de la educación en el sexenio de Lázaro Cárdenas. Fue un centro de educación en el cual se impartían clases de índole académica al tiempo que los alumnos tomaban talleres prácticos. Su fachada daba a la avenida Héroes, aunque tenía entradas laterales. Por estar ubicada en una elevación del terreno tiene un declive que los arquitectos aprovecharon para construir un teatro al aire libre, el Minerva, con un escenario en el costado sur.
En el centro de la fachada, que curiosamente no está a la entrada, hay un frontis con el nombre de la escuela con las letras angulares típicas de Rozo, encuadrado en un rectángulo. A los lados aparecen los años1936 y 1938, los que abarcó la fábrica del edificio. En forma piramidal, suma de rectángulos con un asta bandera por corona, hay un panel con el escudo nacional flanqueado por dos personajes indígenas: un militar que con un rifle y un campesino con una coa, que parecen oírse mutuamente. A la derecha de la base aparece el nombre del artista y el año en que se terminó la decoración arquitectónica. En la parte superior de todos sus muros, Rozo incluyó los escudos o interpretaciones del artista, de los Estados de México al igual que el de todos los países de América, incluidos Canadá y Estados Unidos, además de España. Estos altorrelieves están colocados en un rectángulos, y a lado y lado rectángulos con una hoz y un haz de espigas en una, y en la otra un martillo y dos tiras de cadena laterales. Entre los escudos colocó algunas figuras tituladas “tradición”, “inspiración”, “fuerza”, “madera”, “el trabajo redime” y “chicle” con diseños de factura excelente, relativos a esas actividades humanas. El Teatro Minerva fue la obra de mayor calidad decorativa del artista. En los flancos del escenario, hay dos grupos de columnas –cuatro- en perímetro rectangular. Las del lado interior, están coronadas por dos cabezas con rasgos indígenas; las externas, por una especie de lira. Las columnas de atrás presentan en la parte superior una mano llena de flores, en actitud de ofrenda, y de arri-
Nicolás Durán de la SIerra y Francisco López Sacha
Rómulo Rozo, 1942.
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“Bachué, diosa generatriz de los chibchas”, la obra fue esculpida en París en 1925. Museo de Arte Moderno de Bogotá.
ba hacia abajo aparecen personajes de rasgos y vestimenta similar a las de las estelas mayas. La figura del lado izquierdo muestra a un hombre sentado, empuñando con las dos manos una lanza que se apoya en el piso. A la derecha aparece una mujer con una ofrenda de copal, y en la cabeza un ave y una mariposa. Las figuras se repiten en las columnas de atrás, aunque mirando hacia el escenario. Una trabe decorada con grecas pasa detrás del escenario, sostenida con delgadas columnas que permiten ver al exterior. Frente al escenario, aprovechando la pendiente del lugar, están las bancas para el público, y al costado izquierdo un gran talud de acceso a la escuela. En la parte de atrás, al costado sur del edificio, hay un friso espectacular que se extiende sobre un alto muro titulado
‘Danza Chetumaleña’. En el centro aparece, de frente, una mujer sentada, con un tocado que la cae hasta los hombros, adornado con una estrella de cinco puntas. Su falda deja ver las piernas desde las rodillas hasta los pies y se extiende a lado y lado frente a los danzantes. Al lado izquierdo doce bailarinas de facciones diferentes, mestizas e indígenas, ataviadas con un tocado, una especie de faja en la cintura, y una falda larga hasta el piso. A la derecha, doce hombres de aspecto diverso, mestizos de barba o bigote y lampiños e indígenas, con un sombrero y un paliacate al cuello que les cae sobre el pecho con un nudo al frente y machete al cinto (En la primera de las fundas se lee “Rómulo Rozo -1938). Estas imágenes representan a los caucheros.
A los costados del friso se muestran las representaciones griegas de la Tragedia y la Comedia, aunque modificadas. En una, en redondel, aparece una máscara circular con lágrimas en las mejillas; en la otra, también en un aro, una máscara sonriente. Debajo, en dos tableros cuadrados, se ven figuras femeninas con trenzas y atavíos indígenas. Una toca un tambor del que sale el glifo maya del sonido o diálogo, con mariposas alrededor. La otra mujer toca una trompeta de cuyos sonidos “brota” una planta florida: la Comedia Por dieciocho meses Rómulo Rozo trabajó en Chetumal, en donde también elaboró cuatro esculturas de caimanes, en cuyas fauces abiertas habían sapos o ranas, animales representativos de la cultura prehispánica Muisca, de Colombia. La suerte de las esculturas es incierta, Algunos habitantes de avanzada edad relatan que un funcionario se las llevó un mal día y nunca más se supo de ellas; otros dicen haber visto cómo fueron destruías a golpes de marro; unos más, con sorna, señalan que se fueron a nado durante la inundación dejada por el huracán Janet. De las esculturas se tienen unas borrosas fotografías en el archivo de la ciudad. Habitantes del centro urbano recuerdan “que eran feas” pero con todo y eso dieron nombre al lugar en donde se ubicaron: El Parque de los caimanes. Rozo partió de Chetumal a mediados de 1939, vía Xcalak, hasta llegar a Cozumel en un viejo lanchón, y de allí viajó a Veracruz en un guardacostas de la Marina mexicana. Luego fue a Yucatán, donde vivió hasta su muerte, y donde dejó un gran legado escultórico. En la Chetumal dejó una obra de gran factura escultórica, con nítido carácter nacionalista, con definidas raíces indígenas, y una simbiosis entre la cultura universal y la herencia estética de la civilización maya. Sin duda, la obra de Rómulo Rozo fue y piedra angular del patrimonio de Quintana Roo y precursor de la escultura mexicana con el Monumento a la Patria y El Pensador.
:a bece dario espacio libre
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:abecedario
: Alicia Ferreira
Noticias del pueblo*
Originaria de Tambores, Uruguay, reside en Cancún desde hace más de treinta años. Ex directora de la Casa de la Cultura de Cancún y parte del Patronato por los Jóvenes de Cancún, fundó en 1990 el taller literario Surgir, que hasta la fecha coordina. Es autora de los libros Jardín interno, poesía; Escalas del paisaje, poesía; La mujer en el faro y otras historias, cuentos; Estrellas voladoras, cuento y poesía infantil y Fragmentos y Astillas, poesía, además de Noticias del pueblo, su volumen de cuentos más reciente.
EN LA CUEVA Amaneció a las tres. Cada día el astro de luz aparece más temprano. Desde este hueco presentimos su intensidad y escuchamos el sonido de las rocas que se desprenden agrietadas, resecas por la persistencia del calor insoportable que se registra en la superficie. Trepamos por la pared resbalosa donde hemos practicado pequeñas hendiduras, que permiten apoyar nuestros pies desnudos. Luego nos dedicamos a buscar hierbas, alimañas, restos de alimentos en otras cuevas. Algo con que pueda subsistir el grupo. Muchos cambios han ocurrido en nuestro planeta, también en mi persona. Últimamente he perdido mucha sangre. Aunque no he conocido otros casos, Ian y yo hemos concebido un hijo. Pero no se ha conservado. No es posible un niño en estas circunstancias. Durante las horas de luz intensa tratamos de dormir o de caer en ensueños. Recreamos una y otra vez la vida pasada hasta que el olvido nos recoge. Somos siete en la cueva. Llevamos algunos meses juntos. Al principio éramos once, pero Samuel y sus hermanos fueron desapareciendo. Otro día no regreso Ian. No sabemos de seguro qué pasó con ellos. ¿Encontraron un espacio mejor? ¿Están muertos? Lo más probable es esto último. Siempre hay enemigos en acecho. 36 | GACETA DEL PENSAMIENTO Febrero / Marzo 2014
Aquí dentro los ensueños son muy valiosos; juegas o te imaginas. ¿Qué recuerdas de antes del fuego? Un árbol junto al parque lleno de flores rojizas. Lo llamaban flamboyán. Sus hojas se movían con la brisa y volaban suavemente pintando el pavimento. Si quieres, el árbol extiende su sombra refrescante, da perfume y hasta frutos que sorbes ruidosamente. A veces ensueño el mar, la ciudad turquesa que ya no existe con su nombre de quimera, rodeada por el agua que retorcía un horizonte de barcos y gaviotas y redes hinchadas de peces. De inmediato recuerdo las rondas de los niños y sé que estoy dormida. Yo sueño con canciones de cuna y me despierto llorando. Es importante ser fuerte para continuar en la cueva. Cuando llegue el día en que debes ir por alimentos sales a la semipenumbra, caminas con cuidado, te internas por las rocas y localizas ruidos de pisadas o derrumbes. Entonces, preparas tu cuchillo y sigues la presa con paciencia. Dejas que él consiga el alimento y lo esperas silenciosa, preparada para enfrentarlo por sorpresa. ¿Quién ha comido más? ¿Quién tiene más violencia, astucia o miedo? Lo acorralas. Le pegas con una piedra, le perforas la garganta cuando está tirado, sin resistencia. Y cumples con el ritual: te pintas el rostro con su sangre, que prolonga tu propia subsistencia. Luego vuelves a la cueva. Cada noche sale uno por el hueco, si regresas puedes descansare seis días. En la cueva hay un hilo de agua que bebemos y en el que refrescamos nuestra piel enrojecida y febril. Sofocados aguardamos en silencio, vivir afuera es imposible. Y llega la media noche en que debes salir, es tu turno. Trepas con dificultad porque aún estás débil y asomas sigilosa la cabeza, y piensas: ¡Sí regreso! Y luego no hay nada más, porque empiezas a buscar al enemigo.
: poesía
NOSFERATU Me despierto. Las mandíbulas apretadas, los brazos aferrados a mi cuerpo. Tensa en la pelea. Sueño. ¿Presiento? ¿Tu rostro cambia de color en la madrugada? La televisión encendida lo propicia cuidadosa, ¿luz y sombra? Luz y sombra; como todos. Escuché tu orgullo acercándose despacio, cuidadoso, alternativo. Espero ver su rostro meciéndose ¿inseguro? El estandarte brilla entre tus manos. Olfateas. En el relieve de tu escudo las gárgolas templando esperan. Sueño. ¿Presiento? Los otros caminan en círculo. No avanzan, giran brazos, pernas y rostros. Giran y esperan el oráculo que indique los senderos. Un sendero de plata y luna –mentiras. Un sendero de sol y fuego –justicia. Un camino de pendones negros –olvido. Un camino de jazmines y laureles –triunfo. Sueño. ¿Presiento? Me aferras la mano, luz y sombra como todos. Tus dientes en mi cuello siembran dos ríos de sangre. Al fin eres sincero.
Alicia Ferreira
LABDOS Este niño será frágil como ella, comentó el sujeto padre, observando los espasmos que recorrían el cuerpo contrahecho. Y así fue. Labdos vivió su niñez tras las rejas de la sala de experimentos. Orinó y ensució la celda bajo la pobre vigilancia de su mentor, que dictaminó que el producto crecía escasamente y emitía sonidos sin sentido, que modificaban el entendimiento de sus antenas. Pasó la juventud atrincherado tras gises, lápices y hojas de colores. Cuando se aproximó a su edad madura, habían transcurrido cinco eclipses y lo enfrentaron con la espécimen madre durante varias horas. La hembra que había resistido apenas los injertos, búsquedas y embarazos probatorios, abrazó su remedo de cuerpo sabiendo que era la última vez que se encontraban. El desecho-hijo escondió un doblado papelito rosa en el puño retorcido de la madre. Decía:
El tibio jardín de tus brazos cuna de estrellas que imagino el hoyo negro no importa si tu existes * de venta en el Planetario Ka’ Yok’ de Cancún.
Fue sacrificado esa noche por inservible. WWW.GACETADELPENSAMIENTO.COM | 37
:abecedario
: Andrés Jorge presenta Kali, la oscura, novela
T
Fotografía de Laura Rojo
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res hermanos, una pequeña y dos varones, viven su niñez en uno de los periodos más difíciles del régimen castrista; el mismo que al paso de los años demostró su enorme debilidad, en especial en los años noventa cuando el fenómeno migratorio, la diáspora cubana, se dejó ver con mayor intensidad. La madre, una mujer joven y frustrada por su fallido matrimonio, se vale del sexo para sobrevivir. Son momentos en los que el dinero ya sirve de poco y robar al vecino se convierte, prácticamente, en la única forma de subsistencia. Con el tiempo, cada uno de los hermanos toma su propio camino. El mayor se integra a la milicia y participa en las misiones internacionalistas que llevaron a 300 mil combatientes cubanos a participar en guerrillas y conflictos en África, en la República Popular de Angola y Etiopia. Ella viene a Cancún como otros tantos cubanos que han encontrado aquí una tierra más cercana ⎯geográfica y culturalmente⎯ a la ínsula caribeña, así como oportunidades sin tener que insertarse en el otro extremo de la cuerda, es decir, el exilio de Miami. Con estos elementos, Andrés Jorge (San Juan y Martínez, Cuba, 1960) presentó el pasado marzo la novela Kali, la oscura (Barracuda7, 2014) que representa la segunda entrega de su ‘Trilogía de la Isla Grande’, que inició en el 2012 con Barcos que se cruzan en la noche. La trayectoria del escritor es amplia e incluye Pan de mi cuerpo, que le valió el Premio Joaquín Mortiz a Primera Novela 1997. Ha publicado también Te devolverán las mareas (Editorial Planeta 1998), Voyeurs (Alfaguara 2002) y Barcos que se cruzan en la noche (amazon.com 2012). Raúl Castro Lebrija.
: pintura
: Exposición pictórica de Cristina Villamil
H
ablar de Cristina Villamil es hablar de tenacidad. Para ella, en lo que respecta a la pintura, no hay imposibles. Desde su arribo al Taller de Dibujo y Pintura del profesor Luis González Yáñez, en la Casa de la Cultura de Cancún, hizo patente su gusto por incursionar en las diferentes técnicas pictóricas. Siempre que tiene oportunidad, experimenta con estas. El suyo es constante aprendizaje del arte del color y la forma. Dentro de los festejos del Día Mundial del Arte, en la Sala de Exposiciones Rolando Arjona, el pasado 15 de abril Cristina presentó ‘Desde los Trazos del Caribe’, su primera exposición individual, aunque en su currículum figura su participación en exposiciones plásticas colectivas así como en diversos festivales artísticos de Cancún, ciudad donde reside. En ‘Desde los Trazos del Caribe’, la novel pintora presentó una serie de 16 trabajos inspirados, los más de ellos, en los colores de esta zona geográfica, en la exultante vitalidad de su flora y fauna. Sin embargo, también se exhibieron lienzos en los que laten cuentos y leyendas de la Península de Yucatán, tierra pródiga en historias y poesía, o de poesía e historias, como se guste. Enhorabuena por la artista.
:abecedario
: Norma Ordieres Vocaci贸n marina
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: cuento
Vivir por 28 años en el Caribe mexicano, en definitiva, ha influenciado mi trabajo visual. Las personas que me rodean, los autores que admiro y en fin la labor del día a día, han hecho que se transforme la manera de mirar el entorno, pero lo que más pesa en el resultado de mis imágenes es la pasión que siento con la fotografía. Para mí la fotografía es la forma más sublime de conectar mi ojo con mi alma. La emoción que se despierta cuando tengo la cámara delante, va rebasa lo que miro. Es como una sutil conexión, hasta inconsciente acaso, que descubro sorprendida cuando veo el resultado. Pero que mejor que ver lo que te cuento: www.normaordieres.com
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:abecedario
: Alberto Infante Carta de ajuste
A
finales del pasado marzo, en la madrileña librería Polifemo, Alberto Infante, colaborador de la Gaceta del Pensamiento, presentó Carta de ajuste, su nuevo poemario. En la glosa del libro participaron Pablo Méndez, de la Editorial Vitruvio; el escritor Manuel Rico y el poeta José Félix Olalla, quien leyera una suerte de prólogo a la obra. “Este libro –dijo- está formado por poemas humanos y para situaciones humanas, con (…) poesía como un ejercicio para delinear la libertad; renuncia a medir a los hombres con las dimensiones que se utilizan para medir gigantes. Por eso, Alberto Infante utiliza esta Carta de ajuste para obtener nuestra verdadera talla y tal vez para no dejarse engañar con la grandilocuencia del entusiasmo. “Este es un libro lleno de sugerencias literarias pero cada lector puede poner las suyas, debe añadir las suyas. Se encuentran enredados en nuestros dedos los hilos ocultos de muchas historias señaladas, personales y colectivas y yo leí convencido de que un buen libro de poesía nos puede ayudar a desentrañarlas. “Sí, desatar los lazos pero no romperlos. Sí, encontrar en el libro la belleza pero también la solidaridad. No decir nada superfluo, no omitir nada imprescindible. Todavía no se ha levantado la barrera que le diga al poeta: de aquí no pasarás. Me encontré un libro impactante en el que sobreabundaba el lenguaje coloquial, el envite continuo, los caminos oblicuos, las celadas preparadas para caer en la sorpresa. “Yo creo –añadió, que mucha gente concibe a la poesía como una dama elegante vestida con manto de armiño y con un peinado elaborado, pero el autor la imagina ligera de ropaje y con el pelo suelto. Dice Alberto Infante en este libro, al cabo sorprendente, que si él supiera de qué tratan sus poemas, no necesitaría escribirlos. Es verdad que nos encontramos aquí con la apoteosis de la asociación de ideas, con el éxtasis emocional elaborado tal como se presenta en nuestra mente” A su vez, el poeta dijo: “Carta de ajuste es, en realidad, un acta notarial, un espejo al fondo del pasillo que refleja nuestra imagen aunque apaguemos la luz, un riguroso inventario de certezas siempre a medias que son las mejores, un testimonio, en fin, de tanto pequeño desajuste cotidiano, de tanto empeño del poeta y su lector por encontrar esa luz que se nos niega…”
BUENAVISTA Bañarse en el cálido y último sol del otoño. No mencionar por su nombre verbo alguno, Recordar la luna creciente, los álamos de las orillas donde, según se dice, hubo nutrias hasta hace poco o ese acontecimiento carente de historia y, sin embargo, pleno de significación. Sostener, pese a todo, el instante, la ráfaga, el zureo de las palomas, el ladrido de los perros, la voz amada reclamándonos algo: Tiempo y Luz en cada tronco y cada hoja. Luz de pequeña nube y de alto aeroplano con la que nada requiere justificación: ni las horas del día, ni el crujido de la madera, ni el lejano sonido de los automóviles. Tampoco esa “manía de vivir”, empeñada en confundir la felicidad con una irrefrenable sucesión de aspavientos. Entonces, mientras contemplamos al sol tiñendo de azul y rosa los pinos, los tejados, las rocas, y alguien enciende la primera chimenea del otoño, queremos hacer lo que nadie hizo, que todo sea más simple y, también, más complejo, prender la ultima brisa de la tarde, agitar las hojas del granado y decirle adiós al día sintiendo lo que tenemos que sentir: un lugar, un sonido, una persona, un paisaje... cuanto el amor trajo y se llevará con él, un lugar desguarnecido, un fruto oscuro hecho de corazón y de montañas.
11-M-2004 Esta nada está muy llena. Las palabras no pueden describir el dolor. La nada puede. El azul y la luz de la nada en el sueño del mundo. Dolor y memoria. « Mon coeur est ici » (6)
: cuento
O TÚ O YO Al final todo se reduce a esto: a tener una duda y a saber esperar. O a una llamada. No hay otra opción: o comunicas o mueres, bajo esta tormenta, allí donde el rayo, frente a la línea de costa, no lejos de la estación Lesseps. Pero la cutícula sigue ahí, ya no aunque sino a causa de. Lo demás solo es Historia por mucho que mañana lleguemos hasta donde los pescadores y haya lluvia, y viento, y un más bien deslucido “de acuerdo a su capacidad”. El roce de la arena en la cara parecía eso, puro roce de arena en la cara, lo que implica que había arena, y cara, y roce algo más que roce. Pero acoger, lo que se dice acoger, casi siempre depende más de quién que de cómo o de qué, extrañamente humano en su tacto, en su vista, en el llanto sorbido sobre la taza inmóvil. Extrañamente humano. Perdida la conciencia. Y no es ajeno.
CAMILLE CLAUDEL SUEÑA CON SU AMANTE Para mirarte necesito ojos para tocarte necesito dedos Aunque también puedo tocarte con los ojos y mirarte con los dedos Por eso dame un gajo de naranja déjame saber como sabe un gajo de naranja un gajo de naranja a la sombra de tus dedos
PARA QUE ALGUIEN SE LLAME Para Ángel González, in memoriam “Habla verdad quien habla sombra” Paul Celan
Para que alguien se llame, para que lo que queda quede, hace falta pasar de mano en mano, de roca en roca y, sin mudar de creencias ni sonreír sin motivo, tejer una cierta red de terquedades y gestos provista de saludable continuidad. “Qué importa que no sean estos ojos”, siempre habrá un egoísmo, una envidia, algo así como un no saber qué hacer en cada seguir haciendo. Pero el corazón que amó el instante postrero - quevediano, machadiano, juan-ramoniano casi – ese que lleva tu apellido y tu nombre, descubrirá que le gusta aunque ignore por qué. Por eso lo innombrable corretea entre las mesas, se baña en tinta invisible fecunda, rompe, corta, dice es otro día, verano tal vez, indagación tal vez, y nada es comparable al hecho mismo de sentarse aquí, entre tantas diferencias de gusto y también de opinión, con la ironía puesta y el descreimiento. Ahora pido el aperitivo, me recuesto en la silla, atiendo como si en realidad importase. “Nada es demasiado maravilloso para ser verdad” (5) Nada. Y no es un sueño.
:abecedario
: Amparo Reyes Vázquez Poesía varia
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rofesora investigadora, jefa del Departamento de Humanidades de la Universidad de Quintana Roo, es licenciada en Lingüística y Literatura Hispánicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con maestría en Educación. Ha publicado diversos artículos como ‘La isla y la soledad’ y ’El amor y el desamor en la obra de Adolfo Bioy Casares’ en la revista Tropo a la uña. En Coincidencias, revista de la Uqroo, publicó la reseña “Inquieta compañía” de Carlos Fuentes. Editó recién Antología de Literatura para Estudiantes de Preparatoria.
Tú me pediste que hiciera, creo un poema Los he visto cantar “Esa malanga amarilla,” casi desentonados, pero con buena intención, pueden seguir entre maracas y pianos el son de Cachao. Bailan con la cabeza, como las maracas en mano, compartida emoción de dos enamorados. Suenan los bongós y timbales… Yo te la traigo María, yo te la traigo de Oriente. Y en el compás de aguda mirada, un niño sonríe a su padre. Caminan sin rumbo las llantas de un auto, pero en su paso dejan el ritmo de Cachao.
De estos mares Yo te inventé Alejandro de Venus, pero no de arcos ni seductor de mujeres sino como el sol que refulge en Apolo, donde el verso nace en la frente del que sueña: cántaros rotos, teucros, domadores de caballos, dobles espejos. Alejandro, mis ojos que te miran con amor, postergan tu hermosura: eterna como el océano y la poesía. 44 | GACETA DEL PENSAMIENTO Febrero / Marzo 2014
De mis recuerdos Escucho los pasos sobre el piso de madera, ecos que ensamblan en el reloj de péndulo las doce repetidas campanadas. Vaivén de mi silencio. Mi padre, con su viejo ronquido de motor descompuesto, despierta a los gallos que duermen como aquel anciano que descansa en sus rodillas contando (entre mares), hazañas de hombres marginados. Y en la neblina de las 6 de la mañana, contemplo la verde limonaria de sabores que inundan el patio de mi casa. Escucho decir a mi padre: “Ya está el café”.
En la soledad de los árboles te busco como el viejo griego. Las flores nacen con la urgencia de los días; los árboles crecen con la nostalgia de las flores. A veces pienso que me convierto en Dafne de prodigiosas ramas y beso tus pies de tierra, tu boca de flor y de aceituna negra. Ecos, murmullos, viento que me deshoja en tu agradable aroma.
: humor
: Arturo Kempchs
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on más de una treintena de libros en su haber, Arturo Kemchs nos brinda una muestra de su reciente trabajo en torno a la pedofilia eclesial. Para el laureado dibujante, presidente la Unión Iberoamericana de Humoristas Gráficos y autor del volumen gráfico Las sotanas de Satanás, de donde provienen algunas imágenes, “El caricaturista tiene la función en esta vida de dibujar la historia; todos los días hacemos un apunte del acontecer y lo dejamos en un papel, pasan los años y vamos dejando la historia dibujada. De hecho, somos los más vigilados en los diarios pues nuestras críticas las ve toda la gente. No hay quien deje de lado el humor gráfico…” WWW.GACETADELPENSAMIENTO.COM | 45
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