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LAS RUINAS DE TU VIDA

Bienvenidos al mes de abril queridos lectores, y bienvenida también la transformación de la naturaleza que genera un cambio para todos los sentidos, donde la temperatura se vuelve más cálida, las aves y numerosos insectos nos hacen notar aún más su presencia, donde podemos apreciar infinitos colores en las flores que nacen después de todo un invierno en la oscuridad, un acontecimiento para recordarnos que la primavera existe.

Quiero citarles en esta ocasión una frase de la película “Come, reza, ama”, que dice: “Las ruinas son un regalo. Son el camino a la transformación”. ¿De dónde sino nacerían nuevas oportunidades?

Si algo existe y está en buenas condiciones, nadie ocupa un tiempo en reparar o construir nuevamente sobre ello, quizás se puede mejorar o añadir algo de nuestro agrado para darle ese toque especial, pero no se puede construir un edificio, encima de otro edificio.

Así sucede con la vida, con las ruinas y el caos por el que pasamos todos en determinado momento de nuestra vida.

Se suele creer que estar en ruinas es una condición que marca y define a la persona, pero lejos de eso, las ruinas solo son un estado, y un estado es solo una situación temporal que no habla de alguien en concreto, habla de cómo se encuentra esa situación en un momento determinado. Cuando crees que solo eres esa ruina o ese caos, ¡deseo concedido! eso serás, pero si comprendes esto que acabo de escribir verás que una ruina es una oportunidad de un nuevo comienzo que no parte desde cero, parte desde la transformación que existe después de la experiencia vivida que te llevó a esta ruina.

Se puede vivir en ruinas de varias formas, quizás quedaste en bancarrota después de haber sido exitoso y tener un poder adquisitivo importante. Puede ser que te rompieran el corazón después de haber amado como nunca y haber dado todo de ti en esa relación. Tal vez sientes que te perdiste a ti mismo/a, que perdiste el rumbo de quién eres y lo que quieres.

Solo tú sabes que ruina es la que tienes delante ahora mismo, pero sea como sea estoy aquí para decirte que no te aferres a aquello que está en ruinas por miedo a lo desconocido o por haberte acostumbrado al dolor de tal forma, que te creas a ti mismo cuando dices que eres feliz en medio de ese caos.

La vida dentro de todo su caos siempre tiene un orden perfecto para cada situación o persona, pues es necesario perder el equilibrio en ciertos momentos para vivir una vida con equilibrio. Comprender que la pérdida también es ganancia, es tener la certeza de que aún fuera de cómo querías que sucedieran las cosas todo es perfecto para tu mayor bien. ¿Dónde se han hallado los mayores tesoros del mundo? Así es, entre ruinas.

Tu mayor tesoro siempre está a la espera de que lo recojas como cuando siembras y llega la hora de la cosecha, pero recuerda que hasta en las mejores siembras puede haber un margen de algo que no puedes controlar y parte de ella no sirva. El agricultor no cesa por ese motivo de seguir sembrando, obtiene la experiencia de lo sucedido y toma medidas transformando todo para que la próxima sea mejor.

Las ruinas son la mayor oportunidad para transformar y construir la vida que deseas, no te conformes con vivir en la infelicidad por miedo al cambio y no te aferres al placer del dolor por la incomodidad de la verdadera felicidad.

¡Abraza tus ruinas!

Me cuesta entender que ocurre entre un sector de la juventud. Me horrorizo cuando escucho semana sí, y semana también la cantidad de casos de abusos sexuales que están apareciendo, de verdad que estoy totalmente perplejo, no puedo ni imaginar cómo se deben encontrar esas familias, por no hablar de la víctima a la que le quedará una huella que jamás podrá olvidar.

Lo primero que se me ocurre es pensar qué puede estar pasando en la sociedad para que haya un incremento tan desmesurado de casos de abusos sexuales entre la juventud. El INE (Instituto Nacional de Estadística) cifra un aumento del 34% de este año con respecto a años anteriores. Hay que reconocer que es un aumento significativo, y estoy totalmente convencido de que son muchos más, seguro que un porcentaje importante de abusos ni tan siquiera son denunciados por “el qué dirán”. Queda muy claro, que hay un problema muy grave emergiendo en nuestra sociedad.

Me dedico a la educación, estoy todos los días desde hace años rodeado de niños, escucho lo que hablan, como se tratan, la música que escuchan…

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y reconozco que no me gusta ni un pelo, han adquirido unos modelos de comportamientos muy nocivos. Desde las escuelas se trabaja la educación emocional, los valores, la religión y demás aspectos relacionados con la regulación emocional, y es en estos tiempos cuantos mayores y más violentos sucesos aparecen, de verdad que es difícil de entender, sospecho que el problema transciende más allá de la escuela.

Analizando el problema en profundidad, ¿Qué es lo que puede llevar a un niño a abusar de otro? Es una pregunta que no tiene ni una única respuesta ni fácil solución, la mente humana es compleja, y este tipo de situaciones no dejan de serlo, aunque se me ocurren algunos factores que pueden intervenir en el desarrollo de la personalidad de un futuro agresor. Voy a intentar resumir los factores ordenados de mayor a menor impacto.

- La presión social. La hipersexualidad que aparece a diario en la música, las películas, series y redes sociales ponen al alcance de un dedo un mundo, la mayoría de las veces falso, de situaciones sexualizadas que están maleducando a las nuevas generaciones. Otra cuestión a nivel social es el hecho de encajar en un grupo; si hago o me dejo hacer “X” cosas, ganaré estatus en el grupo.

- La familia. El estilo educativo que recibe el niño es fundamental para los posteriores aprendizajes y razonamientos sobre el mundo externo. Si el niño se cría en una familia donde observa malos tratos, machismos y vejaciones hacia otras personas, esto será caldo de cultivo pernicioso para su futura personalidad.

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